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Una corta historia de los pretextos estadounidenses para la guerra

A la luz de las belicosas (bélicas) acusaciones de Estados Unidos en contra de China provocadas por un gran globo chino, y a la luz de la forma en que los medios de comunicación y el sistema educativo de Estados Unidos ocultan la verdad real sobre las guerras de Estados Unidos del pasado, del presente y del futuro, aquí va una corta historia de algunos de los pretextos (falsas justificaciones) utilizados para alistar a la población de Estados Unidos a favor de conflictos militares del pasado.

1898: “Recordemos el Maine” y la guerra hispano-estadounidense

El acorazado estadounidense Maine voló por los aires el 15 de febrero de 1898 en el puerto de La Habana, cuando Cuba aún era una de las colonias de España. Nunca hubo pruebas de que las fuerzas españolas estuvieran involucradas, pero esto no impidió que los periódicos pro-guerra de Estados Unidos publicaran en primera plana dibujos que “mostraban” cómo las fuerzas españolas habían colocado minas en el fondo del barco.

En abril de ese año, el gobierno de Estados Unidos, que seguía pregonando “¡Recordemos el Maine!”, declaró la guerra a España, iniciando la guerra hispano-estadounidense para apoderarse de las valiosas colonias de Cuba, Guam, Filipinas y Puerto Rico. Esta guerra se prolongó hasta 1902, no sólo contra el imperio español, sino también contra las poblaciones autóctonas de estas colonias.

Se calcula que sólo en Filipinas murieron entre 250.000 y un millón de personas a causa de esta guerra estadounidense por un mayor imperio, tanto en combate como a causa de enfermedades y hambrunas. El salvajismo de la guerra estadounidense quedó plasmado en imágenes de soldados estadounidenses de pie sobre montículos de cráneos y huesos de filipinos que habían masacrado, apilados en fosas comunes.

Vea más información en los siguientes artículos de la serie Crimen Yanqui de revcom.us: “Caso nº 59: La invasión, ocupación, dominación y saqueo de Cuba por Estados Unidos: De 1898 a 1959” y “Caso nº 58: La conquista de Las Filipinas por Estados Unidos, 1899-1902”.

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 Los cadáveres de insurgentes y civiles moros asesinados por los soldados estadounidenses durante la batalla de Bud Dajo en las Filipinas, 7 de marzo de 1906. Según un informe, los soldados estadounidenses masacraron al menos 600 hombres, mujeres y niños en esa sola batalla. Los cadáveres estaban amontonados de a cinco y muchos mostraban múltiples lesiones. Foto de Los Archivos Nacionales.   

1964: El “Incidente del golfo de Tonkín” y las guerras de Indochina

En agosto de 1964, dos buques de guerra estadounidenses se encontraban frente a la costa de Vietnam del Norte en apoyo a incursiones survietnamitas en la costa del Norte — una provocación deliberada e ilegal por parte de Estados Unidos. Esto ocurrió en el período posterior a la expulsión del imperio francés de la región de Indochina (Vietnam, Laos y Camboya) y cuando Estados Unidos intentaba ocupar su lugar. Estados Unidos ya tenía “asesores militares” con el régimen proestadounidense de Vietnam del Sur, pero buscaba justificación para una guerra total contra las fuerzas vietnamitas de liberación nacional.

El 2 de agosto y de nuevo el 4 de agosto, buques estadounidenses afirmaron que fueron bombardeados por los norvietnamitas. Aunque el primer incidente quizá ocurriera, es casi seguro que el segundo fue inventado. Pero en cualquier caso el Norte estaba respondiendo legítimamente a un ataque respaldado por Estados Unidos. Pero Estados Unidos dijo absurdamente que estos incidentes eran “ataques no provocados” y los trató como un acto de guerra.

Nadie en los grandes medios de comunicación estadounidenses cuestionó con seriedad la historia, y mucho menos se preguntó qué hacían los buques de guerra estadounidenses frente a la costa norvietnamita. El Congreso estadounidense aprobó rápidamente la “Resolución del golfo de Tonkín”, que autorizaba el despliegue masivo de soldados estadounidenses en el sur de Vietnam — en pocos meses había medio millón de soldados estadounidenses en Vietnam. La guerra desatada duró hasta 1975 y provocó la muerte de millones de personas tan sólo en Vietnam, y de millones más en Camboya y Laos.

Como parte de esa guerra, Estados Unidos roció 19.5 millones de galones del venenoso agente químico Agente Naranja sobre Vietnam. El objetivo era privar a los combatientes del Vietcong y las tropas norvietnamitas de refugio en los bosques y abastecimientos de alimentos. La Cruz Roja vietnamita calcula que la dioxina ha afectado a tres millones de vietnamitas, entre ellos al menos 150.000 niños nacidos después de la guerra con graves defectos congénitos.

Vea más información sobre los crímenes de Estados Unidos en Vietnam en: “De un veterano de la guerra de Vietnam: Éramos asesinos de bebés de parte del imperialismo estadounidense”; “Crimen Yanqui Caso #96: Vietnam, 16 de marzo de 1968 — la masacre de My Lai”; “Crimen Yanqui Caso #47: El bombardeo de Camboya de 1969 a 1973”.

Plane spreads Agent Orange over wide swathe of Vietnam.

 

La Cruz Roja vietnamita calcula que la dioxina, la sustancia química tóxica en el Agente Naranja, ha afectado a tres millones de vietnamitas. Arriba: un avión rocía Agente Naranja. Abajo: Víctimas de los efectos devastadores del Agente Naranja. Foto: AP   

Children suffering from what  doctors say are the effects of jungle defoliant Agent Orange

 

1989-1990: La invasión estadounidense de Panamá

El 20 de diciembre de 1989, las fuerzas armadas estadounidenses invadieron a Panamá con 27.684 soldados y 300 aviones, mataron a miles de civiles y sacaron del poder a Manuel Noriega y su Fuerza de Defensa Panameña (PDF). La invasión fue bautizada como “Operación Causa Justa” por el secretario de Defensa estadounidense Dick Cheney.

El pretexto de Estados Unidos para la invasión fue que Noriega, un dictador, amenazaba a la vida de 35.000 estadounidenses que vivían en Panamá tras el asesinato de un marine estadounidense apostado ahí, y que Noriega era un “narcotraficante” que amenazaba a la “democracia”. En realidad, Estados Unidos sabía que no había ningún esfuerzo concertado por parte de Noriega para poner en peligro a los ciudadanos estadounidenses en Panamá. Y el presidente estadounidense George H. W. Bush y otros funcionarios sabían que Noriega había sido un agente de la CIA desde 1967, y que daba a Estados Unidos valiosa información sobre Cuba y los movimientos antiestadounidenses en América Latina. Estados Unidos conocía y utilizaba el tráfico de drogas de Noriega. Bajo el anterior presidente estadounidense, Ronald Reagan, la CIA pagaba a Noriega 200.000 dólares al año para que permitiera a Estados Unidos enviar armas compradas en Polonia a través de Panamá a Nicaragua para los Contras (grupos armados de derecha) apoyados por Estados Unidos, que combatían contra el gobierno sandinista que Estados Unidos quería derrocar.

El verdadero objetivo de Estados Unidos era el control del Canal de Panamá al servicio de su dominación imperialista de América Latina y su dominio mundial. En 1989, los gobernantes estadounidenses consideraban que Noriega se había vuelto poco fiable y que sus acciones amenazaban a sus intereses, especialmente en un momento en el que el control administrativo del estratégico Canal de Panamá pasaba formalmente de Estados Unidos a Panamá.

La Comisión Centroamericana de Derechos Humanos informó tras la invasión estadounidense: “Las comunidades civiles más destruidas —como El Chorrillo y San Miguelito— eran zonas sumamente pobres y densamente pobladas. La mitad del barrio de El Chorrillo —que antes de la invasión tenía 25.000 vecinos— fue literalmente destruida por los soldados estadounidenses, y los residentes civiles fueron víctimas de ataques directos”. Los supervivientes de la invasión llamaron a lo ocurrido en El Chorrillos “Guernica” y “Pequeña Hiroshima”.

Se calcula que entre 3.000 y 6.000 panameños perdieron la vida en la invasión estadounidense. Periodistas extranjeros también murieron en la invasión.

Lea más información en “Crimen Yanqui-Caso #43: La invasión yanqui de Panamá, 1989-1990”.

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El 20 de diciembre de 1989, las fuerzas armadas de Estados Unidos invadieron a Panamá con 27.500 efectivos y 300 aviones, dejando a miles de civiles muertos.    Foto: AP

1990: “Las incubadoras de Kuwait” y la primera guerra del golfo Pérsico

En 1990, cuando Estados Unidos se preparaba para la primera guerra del Golfo, la invasión de Irak por George H.W. Bush (“Bush padre”), los grandes noticieros estadounidenses se inundaron con el falso “testimonio” de una niña de 15 años sobre las tropas iraquíes que invadieron a Kuwait, país fronterizo con Irak. Afirmaba haber sido testiga de cómo soldados iraquíes sacaban a bebés de las incubadoras de un hospital de Kuwait ocupado por Irak, los dejaban en el suelo para que murieran y robaban las incubadoras para enviarlas de vuelta a Irak. Esto ocurrió en un momento en que había grandes manifestaciones en todo Estados Unidos en contra de los movimientos bélicos de Bush, y una fuerte oposición a la guerra contra Irak. Bush volvió a contar la historia de las incubadoras en un discurso pronunciado en enero de 1991, poco antes de lanzar los bombardeos contra Irak, que Estados Unidos denominó “Operación Tormenta del Desierto”.

¡Pero, como cuentan John Stauber y Sheldon Rampton en su libro Toxic Sludge Is Good for You! Lies, Damn Lies and the Public Relations Industry (Common Courage Press, 1995), la historia de las incubadoras fue pura patraña. La urdió una empresa de relaciones públicas contratada por el reaccionario reino petrolero de Kuwait. Pero esta mentira sirvió de justificación de una guerra que mató a 200.000 iraquíes.

Vea más información en “Crimen Yanqui Caso nº 32: La guerra del golfo Pérsico de 1991 — ‘Operación Tormenta del Desierto’”.

In her testimony, Nayirah falsely claimed after the Iraqi invasion of Kuwait she had witnessed Iraqi soldiers take babies out of incubators in a Kuwaiti hospital.

 

En su testimonio, Nayirah testificó falsamente que después de la invasión de Kuwait por parte de Irak, fue testiga de cómo soldados iraquíes sacaban bebés de las incubadoras en un hospital kuwaití, lo que generó apoyo para la lógica estadounidense de apoyar a Kuwait.     Foto: WikiCommons

2003: Las inexistentes “armas de destrucción masiva” y la segunda guerra del Golfo

En 2001, el gobierno estadounidense lanzó una campaña de propaganda masiva para justificar la guerra contra Irak. El presidente George W. Bush (Bush hijo) incluyó las mentiras como gran parte de su discurso sobre el Estado de la Unión de 2003 ante el Congreso. El vicepresidente Cheney presionó a la CIA para que elaborara informes falsos según los cuales Irak tenía armas químicas, biológicas y nucleares de destrucción masiva (ADM) y vínculos con Al Qaeda. En un importante discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, con fotos ampliadas y otros materiales visuales, el secretario de Estado Colin Powell afirmó presentar “pruebas” de la existencia de la ADM en Irak, que se demostraron que eran falsas. Casi todos los miembros del Congreso repitieron o secundaron las mentiras. Bush y los gobernantes estadounidenses declararon que todo esto suponía un “grave y creciente peligro” para el Medio Oriente y para los propios Estados Unidos. La mentira de las ADM fue sostenida y promovida por todos los grandes medios de comunicación estadounidenses, y el New York Times desempeñó un papel especialmente central. Con la justificación de la mentira de las ADM, Estados Unidos lanzó una invasión relámpago contra Irak.

Después de la invasión estadounidense y de todas las muertes y destrucción resultantes, quedó innegablemente claro que ninguno de los pretextos estadounidenses para la guerra era cierto.

American Crime People flee Bombing of Gaza meme

 

La invasión dejó miles de civiles iraquíes muertos y heridos, y la ocupación estadounidense que le siguió provocó cosas aún peores. Iraq Body Count ha documentado entre 168.239 y 187.378 muertes de civiles a causa de la violencia, y un total de 251.000 muertes por la violencia, incluidos combatientes, desde 2003 hasta septiembre de 2016. Otros estudios sobre el saldo directo e indirecto de la guerra (debido, por ejemplo, a la destrucción y trastorno de los sistemas de agua y electricidad, atención sanitaria y producción de alimentos) señalan horrores aún mayores: 655.000 muertos, según un estudio de Lancet de 2006; un millón, según un estudio de Opinion Research Business de 2008; y otras estimaciones actuales que alcanzan entre 1,2 y 1,4 millones. Más de 4,2 millones de iraquíes han resultado heridos y al menos 4,5 millones han sido expulsados de sus hogares.

Vea más información en Crimen Yanqui “Caso nº 70: ‘Operación Libertad Iraquí’ de 2003”.

USAF aircraft responsible for 1991 bombing of Iraq.

 

Operación Tormenta del Desierto: Los bombardeos aéreos y navales de Estados Unidos se iniciaron el 17 de enero de 1991 y continuaron durante seis semanas.     Foto: Wikipedia

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