Un lector responde a "¿Qué está mal con la 'historia según las reminiscencias'?"

27 de enero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Creo que es muy importante reconocer que el número especial del periódico Revolución, "No sabes lo que crees que 'sabes' sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro", es un recurso fenomenal. Creo que es crítico estudiarlo, divulgarlo ampliamente y estimular la discusión, debate y controversia en la sociedad acerca de este número en muchas formas, como parte del trabajo para hacer aproximar las futuras condiciones radicalmente diferentes, las que harían posible la revolución y prepararse para las mismas.

La declaración "Sobre la estrategia para la revolución" del Partido Comunista Revolucionario señala: "Para que la revolución sea real, tiene que haber: una crisis revolucionaria, y un pueblo revolucionario de millones de personas que cuente con la dirección de un partido revolucionario muy disciplinado y muy organizado con una visión de largo plazo." Las características clave de estas condiciones serán el que millones de personas sean conscientes de la necesidad del cambio revolucionario y resueltas a luchar por el mismo; el que millones de personas hayan llegado a ver como ilegítimos este sistema y su dominio; y el que exista un núcleo de miles de personas que cuente con la organización, orientación y preparación de modo revolucionario, el que alcance e influencie a millones de personas en la sociedad, antes de una situación revolucionaria y, citando otra vez la declaración sobre la estrategia, "luego, cuando se dé una situación revolucionaria, esos miles pueden ser una columna vertebral y fuerza fundamental para ganar a millones de personas a la revolución y para organizarlas en la lucha para llevar a cabo la revolución hasta el final".

¡Todo esto va a exigir la transformación del modo de pensar de la gente en una escala masiva por toda la sociedad y la transformación radical del terreno político! Y debemos estar trabajando en esta transformación del modo de pensar de la gente y la transformación del terreno político ahora, como parte de trabajar y prepararnos para las condiciones futuras en que una revolución sería posible. Desde esa perspectiva, pienso que este número especial de Revolución lleva mucha importancia. Porque uno de los elementos más importantes del modo de pensar de la gente que hay que transformar… una de las dimensiones más importantes acerca de la cual hay que remodelar el terreno político… uno de los factores más grandes que impiden que las personas reconozcan la necesidad y posibilidad de una revolución y la ilegitimidad del sistema actual… una de las cosas más grandes que impiden su participación en el movimiento para la revolución… es que amplios sectores de la gente en toda la sociedad no saben que un mundo totalmente diferente es posible y/o han aceptado la idea de que todo intento del pasado para cambiar radicalmente el mundo mediante la revolución ha sido una pesadilla. En otras palabras: La única solución concreta a los horrores que enfrentan a la humanidad —la revolución comunista— ha sido borrada de la orden del día, y amplios sectores de la gente en toda la sociedad no tienen ni idea de las décadas de experiencia de esa revolución en que la humanidad vivía de modo radicalmente distinto a lo que ahora vive. Y amplios sectores de la gente en toda la sociedad no conocen la nueva síntesis de comunismo de BA, la que proporciona un marco para una nueva etapa de la revolución comunista, para que la humanidad entienda correctamente y también vaya más allá de incluso lo mejor de esa experiencia anterior. Para repetir, todo esto mantiene a la gente atrapada en aceptar y trabajar dentro de los confines del sistema capitalista imperialista. Pero la divulgación de este número especial de Revolución de manera muy amplia en la sociedad lleva el potencial de cambiar todo eso.

Así que esas eran unas ideas breves generales mías sobre mi forma de ver la importancia de este número especial. Pero en esta carta, quiero centrarme en unas ideas, y quiero compartirlas, sobre una sección en particular de la entrevista a Raymond Lotta la que considero muy instructiva e importante: La sección bajo el título, "¿Qué está mal con la 'historia según las reminiscencias'?"

Piénselo: ¿Cuántas veces, en el curso de hablar con la gente sobre el comunismo —y en el discurso sobre el comunismo en la esfera académica así como en la sociedad más en general—, es que se citan las reminiscencias individuales e historias personales de aquellos que vivieron en las sociedades socialistas anteriores como "las pruebas" definitivas de que esas sociedades eran pesadillas y desastres? ¿Quién, en el curso de llevar a cabo el trabajo de construir el movimiento para la revolución, no haya oído, en boca de las masas de diversos sectores sociales, una forma de la siguiente objeción (aunque no se expresara en esas palabras exactas)?: "Si el comunismo es así de maravilloso, y si las sociedades socialistas anteriores eran así de liberadoras, ¿por qué he leído o escuchado todas esas historias de las personas que vivieron en esas sociedades y que dicen que era terrible?"

La manera en que Lotta habla de esto en la entrevista prepara a las personas ideológicamente para entender correctamente esta objeción, hablar sobre ella y refutarla.

En esta carta, quiero subrayar lo que considero como unos puntos muy importantes en la forma en que Lotta trata la cuestión de "la historia según las reminiscencias", y al mismo tiempo compartir unas otras ideas breves que esta sección de la entrevista me provocó e inspiró.

¿Cómo se determina la esencia de una experiencia?

Este sistema del capitalismo-imperialismo, las formas en que sus relaciones económicas y sociales oponen unas personas contra otras en una competencia despiadada, y el etos, moral, ideas y cultura que esto produce, entrenan constantemente a la gente a pensar y evaluarlo todo en términos del individuo y la experiencia individual/personal. Promueven las historias y "narrativas" individuales como la fundamental vara para determinar lo que es la verdad y lo que es cierto: "¿Cómo son las cosas —o cómo fueron— para ?"

Cuando este individualismo omnipresente se combina con la ráfaga sin tregua de ataques caricaturescos contra el comunismo y la experiencia de la revolución comunista según la clase dominante, los medios de comunicación y el sistema educativo de este sistema, y sus defensores y representantes en varias partes —ataques que en este momento se traga y repite sin analizar la gran mayoría de las personas en la sociedad, entre ellos muchos individuos progresistas que deberían tener mejor juicio—, el resultado es una situación en la que las reminiscencias e historias individuales sobre el supuesto "horror" del comunismo se aceptan sin cuestionar, sin plantear ninguna preguntas, y además se tratan como si fueran la última palabra acerca de la revolución comunista y la experiencia de las sociedades socialistas anteriores. Estas necedades efectivamente logran engañar a la gente, y creo que son una parte importante de moldear lo que las personas piensan que saben —pero que de hecho no saben— acerca de la revolución comunista.

Por eso creo que es muy importante lo que Lotta trata en la sección "¿Qué está mal con la 'historia según las reminiscencias'?": Con algunas excepciones, leer las reminiscencias no es, en realidad, una buena manera de determinar el carácter principal y esencia de un experiencia rica y compleja en la que participaron y se impactaron cientos de millones de personas y la que cambió radicalmente la sociedad en su conjunto y en muchas esferas particulares, ni una buena manera de evaluar las varias fuerzas sociales y de clase, los programas y puntos de vista en contienda. Este es un punto metodológico que no sólo se aplica a la revolución comunista, sino que de hecho se aplica a la cuestión de cómo se debe evaluar cualquier experiencia social importante. Lotta cita un ejemplo en la entrevista: "Fíjate que estaba leyendo una discusión sobre la literatura de reminiscencias por un historiador de la revolución soviética. Señaló que uno nunca debería tratar de entender un acontecimiento importante como la Revolución Francesa mediante las historias personales... o sea, la narración de 'he aquí lo que yo tuve que vivir', o 'he aquí lo que yo escuché', etc." (Revolución #323).

Y hay muchos otros ejemplos que uno podría considerar. ¿Intentaría evaluar la guerra de Secesión de Estados Unidos —sus causas, sus consecuencias, su carácter principal— a partir de las historias individuales de las personas involucradas en esa guerra o que se impactaron por la misma, o quienes vivieron durante esa guerra? O, ¿partiría del contexto y experiencia socio-histórica general y más amplia de la guerra de Secesión, planteando unas preguntas básicas como: ¿qué significaba que esclavizaron brutalmente a millones de negros durante siglos antes de la guerra de Secesión? ¿y qué significaba que el bando de la Unión en esa guerra estaba intentando y —al triunfar en la guerra— en los hechos logró poner fin a la esclavitud?

Como señala Lotta en la entrevista, no es cuestión de que no haya nada que aprender de las reminiscencias individuales, y en verdad hay algunas que "capta[n] y analiza[n] las principales líneas y tendencias de todo el período histórico en el que el autor vivió", pero: a) éstas son la excepción, y no la regla, y b) en un sentido general y como punto metodológico, basarse en las historias personales individuales no es una buena manera de evaluar la experiencia histórica amplia, rica y compleja.

Dado el vil y ridículo ataque ideológico anticomunista que ya mencioné, y por las razones que trataré un poco en adelante, nadie debería simplemente aceptar sin cuestionar las historias personales de "horrores" experimentados bajo el comunismo. En otras palabras, algunas historias personales negativas —para ser franco— de plano simplemente van a ser mentiras y tonterías en las que los autores distorsionan exageradamente las experiencias y acontecimientos, con el objetivo e intención conscientes de calumniar el comunismo y la experiencia previa de la revolución socialista. Pero los puntos metodológicos que Lotta recalca en la entrevista se aplican aun en los casos en que las historias personales de persecución injusta sí son, o pueden ser, al menos parcialmente ciertos. Para ilustrar este punto, veamos un ejemplo más reciente — la Rebelión de Los Ángeles de 1992. Por supuesto, para que quede claro, ¡la Rebelión de Los Ángeles no fue parte de la experiencia histórica de la revolución comunista! Pero todavía hay muchas lecciones importantes que se pueden sacar lecciones de esa experiencia, entre otras las que están relacionadas con el tema de esta carta.

Para aquellos que no conocen la historia de la Rebelión de Los Ángeles: En 1991, el Departamento de Policía de Los Ángeles fue pescado en un video golpeando salvaje y despiadadamente a Rodney King, un hombre negro y conductor al que habían orillado y el que tenían esposado mientras le propinaban una sonora paliza. En 1992, a pesar del video, encontraron "no culpables" a los cuatro policías blancos acusados de golpear a King. Eso fue simplemente el colmo para muchísimas personas en Los Ángeles, y más allá, en particular las masas negras y aquellas masas oprimidas más brutalmente cada día por este sistema, para las que la paliza de King y la posterior absolución de los policías representaron una concentración de la brutalidad e injusticia que la policía y el sistema en conjunto les infligen vez tras vez tras vez, y las que, después de enterarse que se grabó la paliza en video, habían creído que esta vez por fin iban a conseguir justicia, pero el veredicto destrozó y se burló de esas esperanzas. En Los Ángeles, las masas se levantaron en rebelión en respuesta al veredicto, un suceso que inspiró a las personas en todo Estados Unidos y en todo el mundo que habían experimentado la opresión e injusticia o llevaban un odio profundo hacia las mismas. Obligó a las personas a reconocer, en una escala enorme y por toda la sociedad, lo que la policía y el sistema les hacen a los negros. Hizo que las víctimas de los brutales atropellos bajo este sistema se levantaran la frente y lucharan, que pensaran en las grandes cuestiones y se relacionaran de modo distinto los unos a los otros.

En medio de la rebelión, Reginald Denny, un camionero blanco que pasaba por casualidad por la zona de la rebelión, resultó golpeado. Eso no tuvo nada de bueno y no debió haberse ocurrido. Bien, si lo recuerdo bien, en realidad Denny adoptó una buena actitud y, a pesar de lo que le pasó personalmente, expresó simpatía para con la rebelión. Pero supongamos, hipotéticamente, que no lo hubiera hecho. Supongamos que Denny hubiera escrito una historia personal sobre su experiencia en la Rebelión de Los Ángeles, diciendo que la rebelión era un horror, basado en su experiencia personal. Y supongamos, en beneficio del argumento, que fuera cierta su descripción de lo que le había pasado personalmente. Y supongamos que contara esta historia en separación del contexto de todo lo descrito en el párrafo anterior acerca de la situación de los negros en Estados Unidos, las causas, consecuencias y circunstancias de la Rebelión de Los Ángeles y todo lo que eso representó y concentró. ¡¿Qué clase de imagen de la Rebelión de Los Ángeles se sacaría de tal historia?! ¿Y cuál manera de llegar a entender el carácter principal y la esencia de la Rebelión de Los Ángeles sería la correcta: considerar todo lo esbozado en el párrafo anterior y, sobre esa base, identificar y aprender de las experiencias individuales y de los excesos como los que le ocurrieron a Denny? ¿O abordar la experiencia de Denny de modo aislado y llegar a la conclusión: "He oído que golpearon injustamente a un camionero durante la Rebelión de Los Ángeles. Por lo tanto, la rebelión debió haber sido un horror"?

Apliquemos este punto de método general a la cuestión específica de cómo evaluar la experiencia de la revolución comunista y las sociedades socialistas que ésta forjó: ¿debería hacerse analizando las historias personales individuales acerca de los excesos, o los supuestos excesos, o acerca del sufrimiento injusto — aunque algunas de esas historias hasta puedan ser ciertas, o parcialmente ciertas, e importantes con respecto a sus lecciones? ¿O analizando la totalidad de la experiencia y su carácter y objetivos principales — la medida en que esas sociedades estaban avanzando hacia la superación de toda explotación y opresión y en que se guiaron por esa meta; la medida en que se satisfacían las necesidades básicas humanas; los pasos que esas sociedades dieron para superar los horrores de las viejas sociedades de las cuales habían emergido; las transformaciones positivas radicales que se hicieron en la educación, la salud pública, el empleo, la posición social de la mujer y de las nacionalidades oprimidas, el arte y la cultura, por sólo mencionar unas pocas esferas de la sociedad; la medida en que cambiaron radicalmente, que mejoraron, las ideas y el modo de pensar de las personas y las relaciones entre las personas y en sectores enteros de personas; los pasos que se dieron para superar las divisiones y desigualdades entre las personas; la manera en que estas sociedades se relacionaron con la gente de todo el planeta, y cómo la inspiraron; la medida en que la vida mejoró dramáticamente para literalmente cientos de millones de personas?

¡No se debe aceptar sin cuestionar las historias personales de "los horrores bajo el comunismo"!

Además de tratar los puntos metodológicos cruciales que Raymond Lotta presenta en la entrevista acerca de la manera correcta de evaluar la experiencia de la revolución comunista y la amplia experiencia social e histórica más en general, quiero plantear brevemente unos cuantos otros puntos y preguntas que considero que son muy importantes en relación a este tema:

"¿Hablas de dónde, cuándo y qué?"

Cuando alguien dice que ha leído, u oído, unas historias de personas "que habían vivido en los países comunistas y decían que fue terrible", una de las primeras preguntas que hay que plantear es: "¿De qué país, y en qué período, habla?" Un elemento importante del ataque ideológico anticomunista mencionado anteriormente en esta carta es que ¡se han tergiversado y distorsionado completamente las ideas de la gente sobre lo que son el socialismo y el comunismo y cuáles países son o eran auténticos países socialistas, y cuándo! Como resultado, es muy posible que cuando las personas se refieren a las "historias de horror" que han oído sobre el comunismo, en realidad están hablando de las sociedades que representan y representaban cosas tan diferentes al socialismo o al comunismo, como Corea del Norte, los países de Europa del Este que eran parte del "bloque soviético" después de que la Unión Soviética se volvió plenamente capitalista, unos países en América Latina o quizás hasta los países escandinavos. Además, ¡muchas personas ni siquiera se dan cuenta de que China y la Unión Soviética ya han sido países capitalistas durante décadas! ¡Así que es muy posible que se refieran a China y Rusia después de que esas sociedades se volvieron países capitalistas!

Para repetir, me parece importante descubrir a cuáles países y períodos se refieren las personas, para seguir conociendo las ideas y la manera de pensar de las personas sobre el comunismo y lo que está modelando sus ideas y manera de pensar, y además, de manera muy crucial, para poner las cosas en claro sobre cómo son en concreto el auténtico socialismo y el auténtico comunismo y de qué hablamos al referirnos a la revolución comunista.

Los siguientes puntos y preguntas que quiero tratar están relacionados a las "historias de horror" que cuentan, o repiten, las personas acerca de Rusia y China cuando éstos eran auténticos países socialistas…

Considérese la fuente

Dos preguntas básicas adicionales que considero que es necesario plantear y explorar cuando alguien dice —o se refiere a otras personas que dicen— que había experimentado horrores bajo el comunismo: ¿Quién está diciendo que su experiencia en esas sociedades fue una pesadilla?, y ¿qué dice que traía que era terrible?

Ahora bien, lo considero muy importante entender y abordar esto de manera correcta, porque existe una manera correcta de entender y aplicar ese punto, y una manera muy incorrecta de entender y aplicarlo. El que sea cierto o no algo no depende del origen de clase de la persona que lo diga. Esto es uno de los avances cruciales —una de las rupturas cruciales con la experiencia previa de la revolución comunista— que ha hecho BA al forjar la nueva síntesis del comunismo. En otras palabras, lo importante no es que si alguien de los sectores privilegiados de la sociedad dijera que algo le pasó en una sociedad socialista, pues deba de estar mintiendo, debiera de haber tenido una actitud hostil hacia la revolución o que su experiencia no tenga ninguna importancia o simplemente represente la "narrativa" individual o de clase de esa persona. Asimismo, si uno es de los sectores oprimidos y explotados de la sociedad, esto no implica que lo que está diciendo debe de ser cierto, representar los intereses de la revolución proletaria o simplemente reflejar la narrativa individual y de clase de esa persona. Existe una realidad, y no distintas realidades para diferentes clases ni miles de millones de realidades para individuos diferentes. Yo remitiría a las y los lectores a los puntos del número especial, como el artículo "¿Pero cómo sabemos quién está diciendo la verdad sobre el comunismo?", sobre por qué es crítico aplicar un enfoque científico a toda la realidad, inclusive la experiencia de la revolución comunista, para determinar lo que es cierto.

Así que el propósito de decir "considérese la fuente" no es que uno deba determinar lo que es cierto basándose en la fuente. Lo importante es que no se puede ver estas reminiscencias e historias personales en un vacío o simplemente aceptarlas sin cuestionar y simplemente explorar quién dice que su experiencia era terrible y lo que dice que tenía de terrible.

Consideremos el ejemplo de la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) de China (de 1966 a 1976) la cual —como se señala en la entrevista— es uno de los períodos más criticados de toda la historia de la revolución comunista. Tal como Lotta explica en la entrevista, la GRCP fue una lucha en toda la sociedad de China entre el camino socialista y el camino capitalista, una verdadera revolución lanzada por Mao después de reconocer que en la sociedad socialista, la persistencia de las divisiones de clases, las desigualdades y las ideas correspondientes, de no superarse, representaban un peligro de que se restaurara el capitalismo en China, y después de llegar a reconocer que el núcleo de aquellos que estaban luchando por restaurar el capitalismo en China se encontraba dentro del Partido Comunista. Veamos solamente dos ejemplos de cosas importantes que se dieron en el transcurso de ese gran levantamiento social en que participaron decenas de millones de personas: 1) Las masas, con una dirección revolucionaria, identificaron, criticaron, denunciaron, lucharon y en muchos casos derrocaron a los líderes del partido que seguían el camino capitalista. 2) Cambiaron por completo el sistema educativo. Tal como Lotta lo describe en la entrevista: "Desafiaron, y muy agudamente, los antiguos métodos pedagógicos, en los cuales el estudiante no es más que un receptáculo pasivo de conocimiento al cual sólo le importan las calificaciones, mientras el maestro es la autoridad absoluta. En cambio, fomentaban el espíritu crítico. Combinaban el estudio con la actividad productiva. Se deshicieron de las políticas elitistas de admisiones a las universidades que favorecían a los hijos e hijas de los miembros del partido y de profesionistas".

¿Qué es lo que imagináramos que hubieran dicho sobre la GRCP y su experiencia general en la sociedad socialista los seguidores del camino capitalista que fueron derrotados en el transcurso de la GRCP… o aquellos que fueron el blanco de críticas y lucha agudas pero aún persistieron en el camino capitalista… o los maestros que estaban decididos a mantener una autoridad absoluta sobre los alumnos y se molestaban por los desafíos a esa autoridad… o los estudiantes cuyos privilegios educativos especiales por ser miembros del partido o profesionales fueron revisados? ¿Sería sorprendente el que hubieran dicho cosas muy negativas? ¿Y serían estas historias una buena pauta para evaluar la esencia, la naturaleza y la experiencia general de las sociedades revolucionarias de las que eran parte?

Otro ejemplo: Veamos las personas que, antes de las revoluciones de Rusia y China, eran terratenientes acaudalados que explotaron y oprimieron brutalmente a las masas y cuyas tierras fueron confiscadas después de esas revoluciones como parte del masivo reparto de tierras a los campesinos antes explotados y oprimidos. Las mismas dos preguntas: ¿Qué es lo que imagináramos que los antiguos explotadores hubieran dicho sobre su experiencia bajo el socialismo? ¿Y serían estas historias una buena pauta para evaluar la esencia, la naturaleza y la experiencia general de las sociedades revolucionarias de las que eran parte?

Ahora bien, para repetir, no es cierto que las historias personales negativas de experiencias bajo el socialismo automáticamente caigan en la categoría de seguidores del camino capitalista, antiguos explotadores o elites que se quejan de la pérdida o denuncia de sus privilegios… tampoco, de mucha importancia, se trata de que el que una historia personal negativa sea verídica o digna de consideración dependa del origen de clase del autor de la misma. Ni tampoco se trata de que no hubiera problemas, errores y deficiencias en la experiencia histórica del socialismo; tal como explica la entrevista, sí existían — específicamente en la manera en que entendían y abordaban a los intelectuales y su papel en la sociedad, y Bob Avakian ha analizado a fondo esos errores y deficiencias, les ha sacado lecciones y ha hecho rupturas con los mismos como parte de desarrollar la nueva síntesis del comunismo que le capacita a la humanidad para hacerlo aún mejor en la próxima ola de la revolución comunista.

Pero ¡es ridícula la idea de que haya que aceptar como ciertas, sin criticar, las historias personales de aquellos que vivieron en las sociedades socialistas y dicen que su experiencia era terrible, que haya que presentarlas como representaciones de la esencia de esas sociedades o haya que considerarlas de manera completamente aislada del contexto social en que ocurrieron esas experiencias… es ridícula la noción de que la existencia de estas reminiscencias constituya evidencia de que las sociedades socialistas anteriores han sido un horror!

¿Por qué se promueven activamente ciertas reminiscencias e historias personales y otras NO?

A continuación presento sólo dos de los muchos pasajes que se podrían citar de las historias personales de de los individuos que crecieron en la China socialista y que dicen cosas muy positivas sobre su experiencia:

Estoy muy agradecida que crecí en un momento extremadamente especial de la historia china. La ideología dominante era que las mujeres sostienen la mitad del cielo; lo que los hombres pueden hacer, las mujeres lo pueden hacer también. Tal vez ahora parezcan consignas vacías; pero en ese período viví creyendo de veras en mí misma, en mi capacidad de hacer cambios en mi vida y en la vida de otra gente (Bai Di, de "Bai Di: Creciendo en la China revolucionaria", una entrevista hecha por Li Onesto en Revolución #162, 19 de abril de 2009).

Antes de la Revolución Cultural, solo cultivábamos la tierra. Durante los años de la Revolución Cultural, los bachilleres ayudaron a diversificar la economía de nuestra aldea. Tuvimos un equipo forestal compuesto de bachilleres. Sembraron muchos tipos diferentes de árboles frutales, pimenteros además de otros árboles. También construimos una fábrica. Y 175 personas trabajaron en esa fábrica. En la China de hoy, los jóvenes del campo tienen que abandonar la aldea para buscar trabajo en las ciudades. Pero durante los años de la Revolución Cultural no tuvimos que abandonar nada. No éramos esclavos de nadie. Trabajamos por nuestro propio futuro. Y las 175 personas que trabajaban en la fábrica lograron generar ingresos para el colectivo, lo que mejoró muchísimo la vida de los campesinos (Dongpin Han, de "Dongpin Han: La Revolución Cultural desconocida" en Revolución #174, 30 de agosto de 2009).

Es necesario que uno se pregunte: ¿Por qué es que yo no he oído esas historias y otras parecidas, pero he oído las historias de las personas que dicen que el comunismo fue una "pesadilla"?

No es por ninguna casualidad. Después de la muerte de Mao, y Deng Xiao-ping tomó el poder en China y restauró el capitalismo, éste lanzó un ataque ideológico muy consciente, vil y masivo contra la Revolución Cultural. Wang Zheng, una profesora de estudios de la mujer de la Universidad de Michigan que creció durante la Revolución Cultural de China, lo describe así:

"Negar completamente la Revolución Cultural" fue una treta de Deng Xiao-ping para preparar el terreno para desmantelar el socialismo y consolidar el poder político. Fue una manera de blanquear los crímenes de él y de sus socios y distraer la atención pública (De "Wang Zheng: 'Teníamos un sueño de que el mundo puede ser mejor que hoy'" en Revolución #59, 3 de septiembre 2006).

Pero no se trata solamente de lo que se promueve dentro de China. Los gobernantes y defensores de este sistema capitalista imperialista (entre los cuales sin duda figuran la clase dominante, los grandes medios de comunicación y el sistema educativo de Estados Unidos), mismo que causa un horror tras otro tras otro para la humanidad, tienen interés fundamental en la promoción de la idea de que todo intento de crear un mundo radicalmente diferente fue y solamente podría ser ¡una pesadilla! En ese sentido, yo les recomendaría muchísimo a las y los lectores que lean o vuelvan a leer, "No es de sorprenderse que calumnien al comunismo", un pasaje de Lo que la humanidad necesita: La revolución, y la nueva síntesis del comunismo, una entrevista a Bob Avakian, por A. Brooks. En este pasaje, el que se publicó en el número especial reciente del periódico Revolución, Bob Avakian analiza y desmitifica de manera genial la ráfaga de calumnias y ataques ideológicos contra el comunismo que lanzan la clase dominante de este sistema y sus portavoces y defensores, y los que repiten como loros una cantidad exageradamente grande de personas. Las y los lectores deberían estudiar tanto el contenido como el método de este pasaje y regresar regularmente a los puntos que Avakian presenta ahí y luchar por los mismos.

Todo esto resalta qué tan pionera y monumental es la nueva síntesis del comunismo de BA

Al grado que existieran problemas y errores secundarios en la experiencia histórica de la revolución comunista —y efectivamente existieron—, la nueva síntesis del comunismo de BA proporciona el marco para identificar y entender correctamente y hacer rupturas con esos errores y deficiencias y hacerlo mejor en la próxima ola de la revolución comunista.

Después de la restauración del capitalismo en China después de la muerte de Mao en 1976, algo que ocasionó una gran desmoralización y desorientación en los comunistas y otras personas en todo el mundo quienes se habían inspirado por la China revolucionaria, BA se puso a hacer el trabajo —las décadas de trabajo— para analizar exhaustiva y críticamente la experiencia anterior, la teoría y la práctica, de la revolución comunista y de las sociedades socialistas anteriores que éste creó, sintetizando las lecciones de lo que sucedió en concreto en el curso de esa experiencia y la manera en que se debe entender en concreto y evaluar científicamente esta experiencia. Sobre esa base y a partir de las lecciones de muchas diversas esferas de la actividad humana, BA desarrolló una nueva síntesis del comunismo que se sienta sobre los hombros de la primera ola de la revolución comunista y defiende la experiencia de esa primera ola como algo principal y abrumadoramente positivo y emancipador, a la vez que identificó e hizo rupturas con las deficiencias y errores de esa experiencia y áreas en las que la humanidad tiene que hacerlo mejor en la próxima ola de la revolución comunista.

Para un tratamiento mucho más completo de estos puntos, quiero recalcar mucho y remitir a las y los lectores a la discusión de Lotta, en la Cuarta parte de la entrevista, acerca de la nueva síntesis del comunismo y de las posibilidades que ésta abre para la humanidad.

Y quiero terminar por citar dos pasajes de esa sección de la entrevista para ilustrar algunos de los puntos precedentes.

El primer pasaje está cerca del fin de la entrevista, en el que Lotta habla de la importancia de algo que señala Avakian en Lo que la humanidad necesita y luego lo cita:

Avakian identifica el gran reto, en una entrevista de 2012 titulado Lo que la humanidad necesita: La revolución, y la nueva síntesis del comunismo, planteando una pregunta crucial que proviene de la primera etapa de la revolución comunista... y sobre la que la nueva síntesis ha abierto paso:

¿Cómo darle la prioridad correcta y necesaria a las necesidades fundamentales de las masas populares en la sociedad —especialmente las masas cuyas necesidades económicas, sociales, políticas y culturales han sido pisoteadas en el viejo sistema explotador— sin socavar al mismo tiempo la necesaria efervescencia intelectual y cultural, creatividad e incluso disentimiento que es esencial para fomentar el tipo de proceso en la sociedad en que tanto las masas populares en general, como la dirección del partido y del gobierno, estén aprendiendo de todo ese proceso, incluyendo las críticas que se plantean y las ideas poco convencionales que se expresan en la actividad intelectual, en la esfera de las artes, etcétera — para propiciar un proceso más rico?

Eso es un enorme adelanto, una parte de un mayor adelanto basado a un profundo estudio y forcejeo que es la nueva síntesis y proporciona una base concreta para la esperanza sobre una base científica sólida.

El segundo pasaje, con el que quiero concluir esta carta, es el último párrafo de la entrevista a Lotta:

Todo eso se reduce a lo siguiente: el mundo clama con urgencia por un cambio radical, por la revolución. Además, para continuar y para dar saltos en el camino para salir de esas "tinieblas" de la sociedad de clases, es fundamental y necesario captar correctamente el VERDADERO carácter, el carácter liberador de la primera etapa de la revolución comunista Y ADEMÁS empaparse en las contribuciones de Bob Avakian que resume esa etapa y da dirección para una nueva, aún más grandiosa etapa. Se trata de la necesidad y la base para un mundo en el que los seres humanos verdaderamente podrán florecer. Y se trata de que todos nosotros nos pongamos a la altura de la gran necesidad que tenemos ante nosotros: hacer nuestra esta ciencia y usarla para transformar la realidad que enfrenta la humanidad.

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