Actualizado 19/11/2014 | Periódico Revolución | revcom.us
Remembranzas de los familiares de Clyde Young
(3 de noviembre de 2014)
Se celebró una conmemoración a Clyde Young (Wayne Webb) en Chicago el sábado 18 de octubre. A continuación unas remembranzas de la familia de Clyde que se leyeron en la conmemoración.
Echo de menos a Clyde Young
Echo inmensamente de menos a Clyde Young. Fue un camarada que tuvo una gran influencia en mí años atrás cuando yo era un joven revolucionario y me guió e instruyó a mí y a otros. Me siento muy afortunado de haber trabajado con él. Daba liderato, pero siempre estaba lleno de preguntas —quería aprender lo más posible de mí sobre los sentimientos y lo que pensaban las masas con las cuales yo me enlazaba— mientras que a la vez me adiestraba política e ideológicamente y me ayudaba a levantar el nivel de la manera en que me relacionaba con la gente. Creo que eso fue algo que toda la vida a Clyde le encantaba hacer, adiestrar a los jóvenes revolucionarios.
Por un tiempo vivimos en la misma casa. Al llegar a casa lo encontraba frente a una máquina de escribir, trabajando en un informe o en un discurso, o pensando sobre un juego de ajedrez que tenía en la mesa de la cocina. Clyde asistió a la "universidad" del reformatorio estatal para los jóvenes y luego la penitenciaría, inclusive fue allí donde se entrenó a sí mismo a obtener la capacidad y la disciplina de estudiar y de entrarle profundamente a la teoría (¡incluyendo la teoría del juego o estrategias del juego de ajedrez!). Clyde me contó historias de la prisión y cómo su vida había sido un puro infierno al haber sido encarcelado durante casi todos sus años de adolescencia hasta comienzos de su edad adulta, de los levantamientos en la prisión en los cuales orgullosamente participó y a los cuales ayudó a dar liderazgo. Pero también habló sobre cuando asumió el arma de la teoría y leyó libros como Anti-Dühring de Federico Engels.
¡Y Clyde tenía un tremendo sentido del humor! Si yo llegaba a casa después de un largo día o noche de haber lidiado intensamente con algunas cosas, él bromeaba conmigo, usando el humor para relajarme. "¿Qué te pasa, hermanito? ¿Te topaste con el nacionalismo negro allá en la calle? Tienes que saber que eso va a ocurrir. ¿Qué esperas, que eso no exista allá afuera? Eso es idealismo. Esos tipos son nacionalistas de chuletas". “Nacionalistas de chuletas" es una expresión que surgió, a mi entender, de Huey Newton y los Panteras Negras en referencia a los nacionalistas negros que no eran revolucionarios quienes creían que solamente al regresar a la cultura africana podrían obtener su libertad. No eran ni anti-capitalistas ni revolucionarios. ¡Todavía existe mucho de esto por ahí hoy!
Clyde usaba el humor para levantarte los ánimos cuando confrontabas retos de tal clase.
Por otro lado, si entrabas a la casa y tratabas de decirle algo a Clyde pero él estaba sumergido en pensamiento profundo sobre algo, él levantaba la mirada y te decía: "¿Qué te pasa, hermanito, no te das cuenta de que estoy de un ánimo pensativo? ¿No te das cuenta de que estoy lejos en pensamiento profundo, tratando de resolver algunos problemas importantes de la revolución?"
Quiero enfatizar que a pesar de que Clyde pasó por ese infierno en la prisión, algo que lo afectó tan profundamente, no obstante, Clyde habló mucho sobre el mayor punto de viraje de la vida cuando conoció y le entró a Bob Avakian. Me contó que BA luchó con él para que rompiera con el nacionalismo. Clyde había dado ese SALTO para convertirse en emancipador de la humanidad. Cuando hablabas con Clyde, te dabas cuenta que él se preocupaba tanto por la emancipación de la gente de El Salvador y Egipto o en cualquier otra parte como lo hacía por la gente negra en Estados Unidos. ¡Y se preocupaba igualmente por la emancipación de la mujer! ¡Y esos son grandes saltos que la gente tiene que dar!
Hicimos trabajo político en colectivo a principios de los años 1980 en Atlanta, Georgia, durante el escándalo de los Asesinatos de los Niños de Atlanta, cuando más de 20 niños negros fueron secuestrados y asesinados. Era una situación extremadamente intensa, porque había muchas cosas bien sospechosas sobre los asesinatos, inclusive la manera en que la estructura política de la alcaldía de la burguesía negra de la localidad, la policía, la GBI [Oficina de Investigaciones de Georgia] y la FBI trabajaban para desviar las sospechas de las masas sobre los asesinatos lejos de las pruebas de la participación de los supremacistas blancos. Mientras tanto, continuaba el terror como resultado de los asesinatos y de no saber cuando iba a desaparecer el siguiente niño. El estado arrestó y metió a la cárcel a otros camaradas y yo en varias ocasiones por nuestras protestas contra la forma en que encubría los asesinatos. Y Clyde ayudó a darnos orientación acerca de la importancia de tomar la delantera y representar por las masas.
Deseo intensamente que Clyde estuviera presente en el Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian. ¡Sé que él hubiera estado brillando de emoción! Cuando salió el libro de Bob Avakian, ¡Fuera con todos los dioses! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, Clyde hizo muchas presentaciones públicas para interesar al público en el libro. Recuerdo la emoción de Clyde cuando cruzamos la Plaza Sproul de la Universidad de California-Berkeley, debido a que BA había estudiado allí y había estado ahí durante el tiempo del Movimiento Pro Libertad de Expresión. Había otro nivel totalmente genial de Clyde cuando estaba de gira en representación de ¡Fuera con todos los dioses! de BA. ¿Por qué? Voy a dejar que esta cita de Lo BAsico lo explique.
Lo BAsico 4:19
En cuanto a mis amigos, hoy se repite la tontería de que los negros son intrínsecamente religiosos — lo que me enfurece porque es mentira. Esas son cosas que la sociedad condiciona. Muchos amigos negros y otras personas que tuvieron un impacto en mí más tarde, como los Panteras, pasaron por lo mismo que yo y reconocían que las ideas e instituciones religiosas son invenciones humanas — y no muy buenas. Algunos amigos seguían creyendo en dios, pero muchos pasaron por una experiencia similar a la mía y abandonaron la religión.
Espero que durante el Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian sobre Revolución y Religión, podamos tener un momento por Clyde Young y una exhibición conmemorativa en la entrada para que podamos compartir con más gente quién era este bello comunista revolucionario.
Cuando estuvimos en Ferguson, Misuri, tomando partido con las masas en las protestas por el asesinato de Michael Brown y se escalaba la situación, al desarrollarse la cosa, en cierto momento pensé en Clyde y me preocupaba porque no había visto ninguno de sus escritos en revcom.us ni lo había escuchado hablar sobre la situación en Ferguson, y sabía que él también hubiera estado orgulloso del levantamiento de la gente de Ferguson, y yo esperaba que él también estuviese orgulloso de la manera en que nosotros representábamos por el movimiento para la revolución. Pero yo sabía que él estaba mal de salud y traté de echar a un lado ese pensamiento y nada más tenía la esperanza que él estuviera ocupado con otros proyectos importantes.
Escúchenme, voy a decir lo siguiente. Es preciso que la gente dé el paso hacia adelante y tome el camino que tomó Clyde. Hace falta que todos hagamos eso. Pero particularmente, quiero retar a otras masas oprimidas cuya vida también ha sido un infierno en vida como en el caso de Clyde, o sea, la vida de haber entrado y salido de reformatorios juveniles y prisiones, pero que ahora han conocido el movimiento para la revolución. ¡¡Sean como Clyde Young: sigan progresando en ese proceso y éntrenle a Bob Avakian y sean emancipadores de la humanidad!!
Joey Johnson
De Colombia, 29 de octubre de 2014
Un hermano que no conocí en persona
Jamas conocí en persona a Clyde Young, es más, hasta hace unas semanas supe que este era su nombre. Para el año 2001 conocí a los Maoistas en Colombia, con 15 años y con muchas ideas erroneas y correctas, pero con el animo de querer cambiar la sociedad.
En este año el Grupo Comunista Revolucionario me presentó a un hermano, al Camarada X. Lleno de tanto contenido y animo la entrevista a él es un respiro de aire puro, ejemplo de como la materia puede cambiar, puede cambiar nuestro pensamiento, pueden cambiar las personas, y mas importante, pueden ser capaces de emancipar la sociedad. Para mi fue un golpe duro la noticia al leerla en la edición en línea del periódico Revolución.
Pero este es un mensaje para toda la humanidad, OTRA VEZ, nunca conocí en persona a Clyde Young, es mas, no conocía su nombre, pero para mí, es llorar la perdida de un hermano, un hermano de clase que dedicó su vida a la mas elevada causa, liberar a la humanidad, perseverando en la revolución comunista.
Puedes tener una familia de sangre, pero puedes tener miles de hermanos en el mundo, sin jamas saber quienes son, como son, cuales son sus nombres, pero están allí trabajando arduamente en la misma causa, con sacrificios inmensos, luchando por llevar adelante la lucha por el comunismo, con un amor por la humanidad que nos hace llorar cuando tenemos una perdida tan importante como la del Camarada Clyde Young, para mi, mi hermano el Camarada X.
J.
De Colombia, América del Sur, 14 de octubre de 2014
Cómo la vida del Camarada X nos inspiró…
Recuerdo que hacía 1991, cuando tenía 17 años e ingresé a la universidad, comencé a participar del movimiento estudiantil y me sentí muy atraído hacía la política radical de los maoístas, de los guardias rojos, el grupo juvenil impulsado por el Grupo Comunista Revolucionario. A los pocos meses uno de esos jóvenes revolucionarios me invitó a leer los “Cuadernos Rojos”, en cuyos primeros números se publicó capítulo a capítulo el libro “La ciencia de la revolución” de Lenny Wolff. Durante las vacaciones me los devoré… literalmente. Me encantaron por la claridad científica con que explicaban cómo funcionaba el mundo.
Hacía 1992 comencé a participar activamente en el movimiento por una educación al servicio del pueblo, impulsado por los guardias rojos. Ya era simpatizante de los maoístas. Desde el principio me sentí muy atraído por sus explicaciones científicas sobre la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y en China, y sobre la supuesta “muerte del comunismo”, algo muy candente en ese momento. Comencé a entender lo que realmente eran el socialismo y el comunismo, y la necesidad de la revolución comunista.
Fue hacía esa época que el compañero responsable del núcleo de simpatizantes donde yo estaba me entregó el folleto “Vivo para la revolución, una entrevista al camarada X”. Me emocionó profundamente. Lo primero que me conmovió fue la descripción de cómo el sistema lo embutió en la cárcel desde muy niño, y eso me llenó de odio visceral hacía el sistema. En ese momento lo relacioné con lo que había vivido muy de cerca en mi pueblo, las masacres de jóvenes por la ultraderechista “mano negra”, y lo relacioné con las desapariciones de jóvenes que se estaban dando por ese entonces en Bogotá (a donde no hacía mucho había llegado) por parte de grupos relacionados con la policía.
Me ayudó a entender las cárceles como instrumentos de dominación de clase y parte de la dictadura de la burguesía contra el pueblo. Pero lo que más me sorprendió fue saber que en medio de la inmundicia de la cárcel, donde se concentra lo peor que el sistema puede hacer con la gente, gente como en camarada Clyde se levantaron y lucharon por salir de la inmundicia y convertirse en comunistas, luchadores por la emancipación de la humanidad. Eso me puso a pensar: Claro, carajo, SÍ SE PUEDE convertir a las masas más oprimidas en revolucionarios, ellas sí se pueden meterse en la teoría y práctica revolucionarias en la lucha por el comunismo, con la fuerza de un liderato auténticamente comunista. Esa entrevista me ayudó a entender que hacerse comunista no consiste en hacerse el chacho, el más duro entre todos, al estilo pandillero, sino en entender científicamente el mundo y luchar abnegadamente por liberar a toda la humanidad.
Otra de las cosas que empecé a aprender es la importancia de la autocrítica, y que un salto clave para hacerse comunista es saberla practicar y cómo tiene mucho que ver con superar la concepción burguesa del mundo y especialmente el individualismo. Igualmente sobre el papel crucial de la crítica para desarrollar un partido comunista de vanguardia, para desarrollar la colectividad, el espíritu de partido. Sin embargo, lidiar con ese aprendizaje no fue sencillo, y recuerdo que años después, el volver a leer la entrevista me ayudó a entender unas críticas muy agudas y duras que estaba recibiendo por parte de una camarada dirigente sobre el trabajo economicista que yo estaba desarrollando. Aprender del Camarada X me ayudó a disponerme a aceptar y entender la crítica que me estaban haciendo.
Recuerdo al Camarada X con mucho cariño y, a pesar de no conocerlo personalmente, fue alguien que repercutió en mi vida y jugó un papel en el proceso que me llevó al comunismo revolucionario. Siento un profundo dolor por esta gran perdida, pero a la vez su vida me inspira a meterme más de lleno y a aprender de él, a atreverme a dirigir, a atreverme a escalar las alturas y volar sin red seguridad, una lucha ideológica que hoy estamos librando aquí en Colombia, y en la cual el Camarada X está presenté. Hoy estoy leyendo sobre su vida, estoy volviendo a leer la entrevista y estoy aprendiendo mucho de este gran camarada, especialmente su espíritu y enfoque de ayudar y dar todo por desarrollar la colectividad, la cadena de conocimiento y la cadena de mando del partido. Y muchas cosas más… como ahora mismo con la necesidad de meterme a lidiar más con la teoría comunista…
A — 14 de octubre de 2014
ocupándose del fuego
(en memoria de wayne webb)
6 de octubre de 2014
a veces simplemente lo sabes…
a veces te encuentras con alguien
que te lo dice todo con mucha franqueza
y quieres acercarte
porque simplemente lo sabes…
como que te vislumbra una fogata
por una noche fría y oscura
después de un viaje de kilómetros y décadas
y por una noche tal
te vislumbra una fogata
y simplemente sabes a primera vista
que si te acercas,
el calor de esa fogata te abrazará
como un gran amigo
con un gran corazón,
con un gran abrazo,
y una sonrisa muy amplia
que ha encendido esa fogata y la aviva
(hasta para los viajeros como tú)
que la aviva y sigue buscando
inquieto e incansable por los bosques y árboles
a la madera más fina que
puede avivar la llama más imponente e innegable
y te sientas a su alrededor
y compartes pan con quien se ocupa del fuego
y, sí, puedes acomodarte
pero es una comodidad que te produce inquietud
a medida que escuchas todas las historias…
inquieto como una fogata que arde por prenderse y crecer
en algo con lo que sueñas
calentado en compañía de quien se ocupa del fuego,
como un gran amigo, con un gran corazón,
un gran abrazo y una sonrisa muy amplia,
recoges algunas brasas de la fogata
ahora te pones a avanzar, inquieto e incansable
sobre el suelo sólido, bajo el cielo infinito…
y escuchas en algún lugar sobre el camino
que se ha ido la llama de tu gran amigo
y al caer las lágrimas en el camino por delante
tratas de alcanzar las brasas que él te dio
que tomaste mientras compartías el pan con quien se ocupaba del fuego
que has llevado y cuidado
y sabes que es posible encenderlas de nuevo
las avives y sigues adelante
inquieto, incansable por el bosque y los árboles
en busca de la madera más fina
para prender la llama más magnífica e innegable
que sigues avivando por la noche fría y oscura
para que pueda zafarse inquieta de sus confines
y crecer en algo con lo que sueñas
a veces simplemente lo sabes
a veces alguien te lo dice todo con mucha franqueza
y deseas acercarte más...
por d.r.
Les ofrezco mis condolencias más profundas a la familia y a los amigos íntimos de Clyde Young. Su muerte es un choque y una pérdida para la humanidad. Si bien el trabajo mío con él era corto, su dedicación a la emancipación humana y su inteligencia de la manera de hacerlo, de la mano con su buen sentido del humor bastaban para impartir una vida de información en lapsos cortos de tiempo. Me siento muy honrado de haber trabajado con él. Todos lo extrañaremos mucho.
A.B., enviado el 8 de octubre
Enviado a revcom.us el 8 de octubre:
Unas noticias muy tristes para todos los camaradas por todo el mundo. Las condolencias nuestras están con la familia y con el partido.
De uno de los médicos que atendieron largo tiempo a Wayne:
Estimada [la pareja de Clyde]:
Por favor discúlpeme por haberme tardado algunos días en responderte. Al comunicarme con muchos de los médicos, enfermeras y enfermeros practicantes, y enfermeras y enfermeros que cuidaban a Wayne, la efusión de emociones me ha dejado en claro qué tanto él se conectaba con ellos y qué tanto ellos se preocupaban por él y lo respetaban.
Tal como mencioné hace varios días cuando me preguntaste sobre la donación del cuerpo de Wayne a la ciencia, Wayne ya había donado más que la mayoría de nosotros jamás pudiéramos hacer a la medicina y a la educación en la medicina. Eso tal vez no era su intención consciente pero así lo hizo. No estoy segura de cómo lo hizo pero de alguna manera podía alcanzar el equilibrio adecuado de amabilidad y firmeza, y al hacerlo, él nos enseñó a todos los que lo cuidamos. Él nos hizo ser mejores médicos, enfermeras y enfermeros, y enfermeros y enfermeras practicantes. A causa de quién era y cómo se relacionaba con las personas, él siempre era Wayne y nunca su enfermedad, por grave que ésta fuera. Por ejemplo, nos enseñó a recordar que nuestros pacientes son personas con una vida e intereses fuera del hospital y aspiraciones que van más allá de las metas clínicas. Y que nunca debiéramos hacer ninguna suposición acerca de lo que quieren nuestros pacientes. Nos recordó que siempre debiéramos comunicar los planes y resultados a nuestros pacientes, así como a otros médicos que atienden a nuestros pacientes. Nos recordó que escucháramos y tratáramos a las personas con dignidad, porque eso es lo que él hizo. Él siempre trató a las personas que se preocupaban por él con respeto. También nos retó, pero en buen sentido, porque él era muy inteligente y siempre hacía preguntas y se ponía a hacer su tarea. Él investigaba cuestiones, analizaba la información y luego hacía las preguntas difíciles y a veces imposibles de contestar. Pero era tan inteligente que también entendía que a veces no hay respuestas bien definidas.
Pero al fin de cuentas, creo que su secreto era que vivía por la regla de oro y al hacerlo, en el caso de todos los que trabajamos con él, su ejemplo nos recordó que tratáramos a otras personas al igual que nosotros exigiéramos que otras personas nos trataran a nosotros.
Mis consideraciones están contigo y tu familia.
Nota adicional de la doctora después de leer el material de revcom.us el que se imprimó y se le dio en forma de paquete:
Muchas gracias por el paquete de información sobre Wayne y la entrevista..... Empecé a leerla anoche y tengo que decir que explica muchas cosas. Y lo que dijiste de que él vivía las relaciones sociales que quería ver en la nueva sociedad también tiene sentido y explica lo que yo siempre aprendí de la forma en que él se portaba e interactuaba con otras personas, pero yo no podía articular las cuestiones.....
Recibí las noticias de la muerte de Clyde durante mi seminario sobre Melville. Les escribo ahora para decir que me siento muy triste. Acabo de repasar nuestra correspondencia desde agosto. Él era una fuerza de vida, una persona de tanta sensibilidad, gracia e ingenio.
Voy a extrañar a Clyde: sus e-mail siempre eran una ancla durante estos tiempos de maldad, y él tomaba su ética en directo, un ser en proximidad a su ética y en relación con su ética. Para él, la vida era demasiado seria como para admitir algún moralismo instrumental.
También era una persona sumamente amable.
Colin Dayan
profesor, Vanderbilt, y autor, The Law is a White Dog
Remembranzas de Clyde Young
De JD
10/10/2014
Clyde era un camarada y persona extraordinaria. Tenía un gran amor por el pueblo. Tenía una magnanimidad intelectual y una gentileza, siempre tenía ganas de conectarse con todo aquel con el que se encontraba. Frecuentemente, les daba a las personas apodos, a base de figuras históricas o culturales, aun en encuentros cortos. Por ejemplo, un camarada, Drew, era el “Noble Drew Alí”. Sus nuevos conocidos se sentían bienvenidos.
Él era lo que George Jackson solía llamar un “intelectual proletario”. Se dedicaba a muchas áreas de pensamiento relacionadas con sus tareas y trabajo. En cualquier momento tal vez hubiera los libros Fragmentos de antropología anarquista; Breve historia del tiempo: Del Big Bang a los agujeros negros, y The Meaning of The Holy Qur’an sobre su escritorio. Sus libreros siempre rebosaban de libros, amontonados hasta el techo, ya que leía hasta muy noche.
Clyde luchaba por la línea de BA con mucho vigor y destreza. Tenía paciencia pero firmeza. Siempre desde los horizontes más anchos y las grandes tareas ante la humanidad, luchaba por que las y los camaradas y otras personas se pusieran a la altura de los retos que nos enfrentaban. Para mí mismo, cuando tenía dificultades con algunos sacrificios de hacer trabajo en una ciudad donde no teníamos organización y pocos lazos o por estar lejos de la familia durante largos plazos, él me recordaba que los comunistas no siempre actúan como comunistas y me daba ánimos para volver a leer el ensayo ese. Él tenía una manera especial de hacer que nos riéramos ante nuestro propio atraso.
Clyde ofrecía su corazón completo y toda su energía al trabajo de construir al Partido y el movimiento para la revolución. Trabajaba incansablemente al dar dirección a las nuevas iniciativas que dirigía. Comprendía qué tanto pudiera importar el que tuviéramos éxito y lo que implicaba en que no se pusiera todo de sí mismo. En ocasiones al punto del agotamiento.
La muerte de Clyde es una gran pérdida. Para mí ha sido un honor el que lo conociera y trabajara con él. Llevaré su memoria y espíritu conmigo para siempre.
El partido y las masas han sufrido una importante pérdida con la muerte de Clyde Young. Conocí a Clyde por primera vez en julio de 2007. Efectivamente, lo vi hablar en 2006 cuando participaba en la gira de los RC4 [4 comunistas revolucionarios] que atravesaba Estados Unidos. Él discutía vigorosamente durante la sesión de preguntas y respuestas con una persona quien había mencionado la excepción de cristianismo del Constantino como algo positivo para las masas. Ahí me enteré que Clyde era la persona detrás del Camarada X que se había publicado por entregas en el Obrero Revolucionario. Y se volvió a publicar en el libro Bandana Republic que se vende en Amazon.com.
Él tenía un gran corazón y una cálida personalidad. Si te gustaba, te jugaba contigo (te atrapaba en bromas divertidas). Me acuerdo de una ocasión durante la revolución cultural en el partido cuando él estaba sentado con varias personas y se presentó la cuestión de la consigna que se popularizaba, “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución.” Él la desmenuzó, interrogándola, y al hacerlo ante nosotros, se conmovió tanto el punto de llorar. Explicaba que esta consigna era una contribución valiosa a la propagación de la revolución entre las masas y que sus lágrimas eran un expresión de su amor por el pueblo. Eso me conmovió mucho.
Yo lo recuerdo como un gran Huxley al promover la obra de Bob Avakian y todavía recuerdo un discurso que él dio en la Universidad de California-Los Ángeles para promover el entonces nuevo libro de BA, ¡Fuera con todos los dioses! La obra de arte de Colombia capta el resplandor que Clyde irradiaba. Es un honor haberlo conocido.
Deseo que él pudiera haber asistido al Dialogo.
Un lector de Revolución