Sobre la "filtración" del Departamento de Justicia de que el asesino de Michael Brown TAMPOCO será procesado por cargos de derechos civiles...
¡En efecto, TODO el maldito sistema es culpable, carajo!
31 de enero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
De un lector
Suponiendo que resulten ciertos los informes que se han publicado recientemente de que el Departamento de (In)Justicia no presentará cargos contra Darren Wilson por violar los derechos civiles de Michael Brown, para nada habrá sorpresas. Pero la ausencia de sorpresas no disminuye para nada el ultraje que representa tal decisión. Creo que es importante reconocerla como una complicación, reforzamiento y escalada de los ultrajes originales del asesinato de Michael Brown y la posterior decisión del gran jurado de Ferguson de no procesar a Darren Wilson por dicho asesinato. En otras palabras, no creo que la reacción a esta noticia debería ser "vaya bien, ¿qué más se puede esperar?"
Se trata de que el sistema, y la clase dominante, vuelvan a dar luz verde al genocidio contra los negros a manos de la policía. Se trata de un “que ustedes se jodan” inconfundible a la familia y los seres queridos de Michael Brown, a todos aquellos que, desafiantes y valientes, han exigido justicia para él en los últimos meses y que se han puesto de pie contra el asesinato y brutalidad policial en general. Esta aparente decisión de no presentar cargos federales contra Darren Wilson es un intento de desmoralizar a las masas y convencerlas de que no valió y no vale la pena levantar la cabeza, ponerse de pie y exigir justicia, un intento de hacer que las personas nada más acepten un escandaloso crimen e injusticia y "sigan como si no pasara nada", y probablemente también un intento de convencer al menos algunos de entre las decenas de miles de personas que salieron a las calles directamente, y los muchos otros que apoyaron y fueron inspirados por estos luchadores por la libertad, a cuestionar si las personas tenían razón al ponerse de pie y al exigir justicia. Que no se permita que tal resumen de la situación confunda a las personas.
Al mismo tiempo, esta última decisión de no presentar cargos es también una contundente denuncia de algo que es urgente y hay mayores bases para conducir a la gente a entender: el hecho de que, en efecto, en concreto se trata del funcionamiento de un sistema entero y de que ese maldito sistema entero es culpable, carajo. Es necesario hacerle una pregunta directa y explícita a la gente: Si el problema sólo se trata de "manzanas podridas", de "mala capacitación" o el "declive de la policía en la comunidad", pues, ¿cómo se explica que no solamente el gran jurado de Ferguson y el "fiscal" en el caso Darren Wilson, sino ahora el Departamento de Justicia federal dejaran en la impunidad a Darren Wilson? Y ¿cómo se explica el hecho de que los grandes medios de comunicación de Estados Unidos trabajan repetidamente para confundir, desorientar y apaciguar a la gente y de presentar lo que es indiscutiblemente el asesinato policial de otro joven negro sin arma como un asunto supuestamente "complejo" de "duelo de narrativas"? Y ¿cómo se explica el hecho de que lo anterior ocurre en casi CADA UNO de los miles de casos de negros y latinos asesinados por la policía? En efecto, OPERA un maldito sistema entero aquí y el sistema no tiene por qué ser "fijo", hace falta que se deshaga por medio de la revolución a la mayor brevedad posible. Ahora, más que nunca, urge que la gente conozca y que se dirija a la gente para que conozca tal realidad básica.
En el período inmediatamente posterior a la muerte de Michael Brown y desde ese entonces, el sistema les ha dicho a las masas, tal como siempre hacen después de que la policía mata a las masas, que "dejen que funcione el sistema" y que encaucen sus actividades hacia demandas de una federal investigación. Eric Holder fue personalmente a Ferguson e hizo su número "que todo el mundo se calme" y "comparto su dolor".
Para mencionar un hecho evidente y muy alentador: en esta ocasión, ¡no lograron convencer a la gente las medidas del sistema para que la gente se calmara y volviera a casa, y sus llamados a "ser pacientes" y a "esperar a que el sistema funcione"! No obstante, es preciso recalcar que, esta última decisión es exactamente la realidad de una "intervención del Departamento de Justicia". Fíjese en cómo se terminó. ¡No, en serio! La gente tiene que hacer frente a esta realidad y sus implicaciones. Y de ahí la gente tiene que hacer frente a una nueva pregunta: ¿es el caso Michael Brown una excepción en este sentido? ¿O en efecto se trata de la regla? Hablemos de la realidad aquí.
Este momento es una coyuntura muy crítica en la lucha contra el asesinato policial y el encarcelamiento en masa. La negativa del Departamento de Justicia de presentar cargos de nuevo recalca la importancia de esta coyuntura. Para cualquiera que se pregunte si importara el que la gente se tomara las calles y se pusiera de pie contra la brutalidad y asesinato policial, que se haga la siguiente pregunta: Si no importara cuando la gente se puso de pie, pues, ¿por qué los de arriba se sintieron en la necesidad de dedicar tantas medidas y energía a reprimir, atacar, desviar, distraer y desorientar a la gente a raíz de esta resistencia? ¡Es evidente que los de arriba no creen que no tenga importancia el que la gente se puso de pie! De lo contrario, no vendrían tratando desesperadamente tantos métodos diferentes para suprimir y desviar esta lucha.
La clase dominante seguirá buscando sin descanso y ensayando toda una gama de formas de hacer que la gente se calme, dé marcha atrás, se dé por vencida y deje esta lucha por la justicia. Ya hemos visto dicha película, cada vez que se dé una lucha justa que se pongan de pie contra los crímenes del sistema y pongan a desnudo su ilegitimidad, y sobre todo cuando esto ocurra en la manera decidida, amplia, desafiante y sostenida que hemos presenciado en estos últimos meses. Pero, de nuevo, es muy importante que no prosperen estas maniobras por parte de la clase dominante para hacer que todos "siguieran como si no pasara nada" y volviera a lo de siempre, y que en su lugar se encuentren con una resistencia política decidida.
A menos que alguien quiera argumentar que en algún sentido se ha resuelto los ultrajes y horrores que originalmente impulsaron a la gente a las calles, o que en algún sentido se ha hecho justicia, la única conclusión moral y racional es que es necesario que la resistencia presenciada en los últimos meses no sólo no se amaine sino que crezca de forma más profunda, más amplia, más fuerte, más desafiante y más decidida a fin de llegar a la raíz concreta de los horrores contra los que se lucha.
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