Poner las Cosas en Claro sobre el comunismo y la revolución socialista

REFUTACIONES DE LAS MENTIRAS MÁS GRANDES SOBRE EL COMUNISMO

MENTIRA #3: La revolución de octubre de Rusia fue un “golpe de estado” montado por Lenin y el Partido Bolchevique comunista. Estaban sedientos de poder y agarraban el poder para sí mismos.

8 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Con motivo del centenario de la revolución rusa de octubre de 1917, un aluvión de artículos de revistas y periódicos repite hasta el cansancio la mentira de que Lenin y el partido de vanguardia que él dirigía, conocido como los bolcheviques, eran manipuladores: querían todo para sí mismos y lograban avanzar por medio de engaños.

Los hechos: La revolución rusa era una revolución socialista, anticapitalista con la lucha decidida, heroica y abnegada de millones de oprimidos y explotados al lado de intelectuales, jóvenes y otros. En los meses previos a octubre, sacudían a la sociedad protestas de masas, huelgas, motines en gran escala y deserciones en masa en el ejército, ocupaciones de tierras por campesinos hambrientos y batallas campales entre los obreros y las fuerzas del estado. En octubre, una insurrección de masas derrocó el viejo orden. Se estableció un nuevo poder estatal-político que representaba los intereses de los sectores antes oprimidos y explotados y de la gran mayoría de la sociedad. 

Los hechos: Lo que hizo posible la victoria de octubre de 1917… lo que hizo posible que la revolución en el poder derrocara a las fuerzas de la contrarrevolución y sus patrocinadores imperialistas en la guerra civil de 1918-1920 que siguió… y lo que era decisivo para construir la primera sociedad libre de explotación y opresión en la historia moderna, fue la dirección visionaria con fundamentos científicos. Esta dirección comunista, el partido bolchevique dirigido por V.I. Lenin, guiaba y desencadenaba a millones de masas para conscientemente crear un mundo nuevo y emancipador.

Eso es el crimen y el ejemplo por el cual los imperialistas y sus ideólogos responsabilizan a Lenin. Por eso detestan, denuncian y distorsionan la dirección de Lenin… porque se trata de dirigir a las masas a poner fin al capitalismo-imperialismo y a todos sus horrores, y a toda la explotación y la opresión. Por eso sus artículos de opinión proclaman: “Nunca jamás”.

I. Millones se suman a Lenin y los bolcheviques para hacer una revolución política y social

La verdad es que la revolución rusa para nada fue un golpe de estado manipulador.

Durante siglos, Rusia era una sociedad fuertemente dividida entre los que tienen y los que no. Los capitalistas ricos y los grandes terratenientes confiaban en el dominio cruel del Zar (un tipo de monarquía), que mantenía el viejo orden con el apoyo de la Iglesia ortodoxa rusa y por medio del terror policial, la negación de los derechos y una violencia hampón al estilo de la Ku Klux Klan.

Ya para 1917, la participación de la Rusia zarista en la Primera Guerra Mundial había dejado un saldo horripilante: siete millones de muertos y lisiados. La mayoría de los caídos venía de las filas de los campesinos sin tierra y los obreros medio muertos de hambre en las fábricas en las ciudades. En febrero, ante los auges de lucha de las masas, el Zar fue obligado a “abdicar” (renunciar). Un nuevo gobierno “burgués-reformista” llegó al poder haciendo promesas de todo tipo. Pero no hizo nada para solucionar los problemas básicos del pueblo — y continuó participando en la matanza de la guerra mundial. 

Bajo la dirección de Lenin, los bolcheviques plantearon la demanda de “paz, pan y tierra”, para poner fin a la guerra con Alemania, impedir la muerte por hambre y expulsar a los grandes terratenientes y repartir las tierras a los campesinos pobres. Eran la única fuerza política preparada y decidida a dirigir a los oprimidos en la sociedad rusa a actuar para hacer estas demandas realidad. Los otros grandes partidos y fuerzas organizadas en Rusia (incluidos los de la “izquierda”) trabajaban para reformar, para hacer cambios en un sistema explotador, opresor y decrépito, y apoyaban la participación rusa en la Primera Guerra Mundial.

Tres acusaciones anticomunistas falaces 

Nos dicen…

» Que Lenin y los bolcheviques eran “manipuladores”. La verdad es que el programa bolchevique y su visión de un mundo nuevo y mejor encontraban eco amplia y profundamente en una sociedad sacudida por crisis y trastornos y que buscaba dirección. Su programa expresaba las necesidades urgentemente sentidas de millones de personas que sufrían la miseria y desesperanza del viejo orden. Y los bolcheviques, a riesgo de perder apoyo a corto plazo, fueron contra las corrientes reaccionarias populares — por ejemplo, el patriotismo “debemos triunfar” en la Primera Guerra Mundial que se propagaba por toda Rusia. Se oponían y desafiaban los prejuicios antisemitas (anti judíos) profundamente atrincherados. 

» Que Lenin y los bolcheviques eran “maestros del engaño”. La verdad es que los bolcheviques habían venido elevando la conciencia de los oprimidos, llevando una comprensión científica a las masas, para que éstas pudieran entender las raíces de su sufrimiento y la imposibilidad de reformar el sistema — y que actuaran conscientemente en pro de sus propios intereses revolucionarios. Y en una situación de creciente radicalización y descontento en 1917, los bolcheviques estaban entrenando a las personas a ver el contenido de las maniobras y engaños de un gobierno opresor, y la insuficiencia de todos los otros programas y agendas políticos.

En contraposición a la práctica de engañar a la gente y ocultar puntos de vista, la orientación general de Lenin fue que los bolcheviques debían dirigir habilitando a millones de personas con una comprensión consciente de los medios, los métodos y los objetivos de la revolución comunista. Para esto, los bolcheviques se apoyaban en un periódico diario impreso y distribuido por toda Rusia con un tiraje de decenas de miles (por canales legales y clandestinos) con el fin de preparar mentes y organizar fuerzas para la toma y el ejercicio del poder estatal.

» Que eran una “camarilla aislada”. Los bolcheviques tenían fuerza de base además de organización en los comités en las fábricas y en las fuerzas armadas. Estas organizaciones se llamaban los soviets: las asambleas representativas ilegales y antigubernamentales de obreros, soldados y campesinos en la contienda por el poder. La pregunta que Lenin planteó, a medida que se maduraba una crisis revolucionaria, era si ese poder llevara a derrocar y derrotar al viejo orden social y económico y a establecer el dominio de un sistema económico, político y social nuevo Y emancipador.

Lenin dirigía decisivamente a los bolcheviques a tomar responsabilidad y dirección revolucionaria en 1917. Bob Avakian demarca lo trascendental que esto era y es para todos los que anhelan la liberación:

El argumento de Lenin en ¿Qué hacer? —que cuanto más altamente organizado y centralizado sea el partido, cuanto más sea una organización de vanguardia real de revolucionarios, tanto mayor será el papel y la iniciativa de las masas en la lucha revolucionaria— quedó poderosamente demostrado en la misma revolución rusa y ha sido demostrado en todas las revoluciones proletarias. En ninguna parte se ha hecho una revolución proletaria sin semejante partido y en ninguna parte la falta de dicho partido ha contribuido al desencadenamiento de la iniciativa de las masas de los oprimidos en lucha revolucionaria consciente. (Lo BAsico 6:1)

II. Es pura tontería decir que Lenin y los bolcheviques agarraran y afianzaran el poder para sí mismos

Veamos para qué se usaba el nuevo poder soviético. Inmediatamente, el nuevo gobierno revolucionario promulgó dos decretos (leyes) históricos. Uno cumplía con la demanda de las masas de sacar a Rusia de la guerra mundial imperialista injusta y declarar la paz sin conquista de países ni anexión de territorios. El otro le dio el poder al campesinado amargamente oprimido para poder apoderarse de las tierras del Zar y de las tenencias de tierras de los aristócratas y la Iglesia ortodoxa rusa (que poseía y controlaba enormes extensiones de tierra).

Los imperialistas no aceptaban nada de esto, y trataron de estrangular la revolución en su infancia. Pero al mismo tiempo que la Unión Soviética batallaba desesperadamente para sobrevivir, desarrolló una revolución social, aspectos cruciales de la cual eran esfuerzos de crear igualdad entre los pueblos y de arrancar de raíz el papel subordinado de las mujeres en la sociedad.

Por ejemplo, la revolución abolió la práctica del matrimonio sancionado por la iglesia y la autoridad institucionalizada del hombre en el hogar. Despenalizaron el aborto más de 50 años antes de Roe contra Wade en Estados Unidos. Desafiaron las costumbres patriarcales en las repúblicas centro-asiáticas, donde imperaban las leyes islámicas opresivas, como el matrimonio arreglado y el uso forzoso del hijab o niqab (que cubrían el rostro de las mujeres). Nunca antes una sociedad entera se había puesto a superar la opresión de las mujeres… nunca antes se habían convertido en un enfoque social importante la igualdad de género y los papeles tradicionales de los sexos. Hay que estudiar y aprender de las muchas cosas que cambiaron, de las muchas cosas inspiradoras y también de las deficiencias en el entendimiento y la práctica.

La revolución bolchevique creó el primer estado multinacional basado en la igualdad de las nacionalidades en el mundo. Las nacionalidades minoritarias contaban con el derecho de dar clases en sus idiomas maternos en todas las escuelas. El estado soviético dedicó considerables recursos a la producción en masa de libros, revistas y periódicos en las regiones con poblaciones minoritarias. Publicaron libros en más de 40 idiomas no rusos. Dirigieron campañas contra el chovinismo gran-ruso (semejante al racismo blanco). 

Así que, díganos otra vez… ¿que Lenin y los bolcheviques sólo buscaban cosas para sí mismos?

Y, a propósito, ¿qué estaba pasando en Estados Unidos en esos años? La segregación era la ley del país; más de 30 estados prohibían el matrimonio interracial; la violencia klanista y los linchamientos eran epidémicos en el Sur; la Suprema Corte había dictaminado que se permitía esterilizar forzosamente a los inmigrantes.

III. Una reflexión a manera de conclusión. Los imperialistas no tienen ningún derecho de hablar de golpes de estado y ambiciones de poder…
a menos que se estén viendo en el espejo

Hablan de golpes de estado y la “manipulación cínica” del poder para tumbar regímenes e instaurar o preservar camarillas. Pues, los imperialistas estadounidenses escribieron el libro de jugadas para eso. Han montado decenas de golpes de estado por todo el planeta desde 1953 — obrando con los medios de comunicación, campañas de desestabilización económica, fuerzas paramilitares y oficiales militares de alto rango. Lo han hecho en Irán, Guatemala, Indonesia, Chile, Libia (y la lista sigue y sigue). Lo han hecho con efectos asesinos en masa. Recomendamos a las y los lectores que lean la serie Crimen Yanqui en revcom.us, y el libro de William Blum, Asesinando la esperanza. Intervenciones de la CIA y del ejército de los Estados Unidos desde la II Guerra Mundial.

Lecturas recomendadas

* EL NUEVO COMUNISMO: La ciencia, la estrategia, la dirección para una revolución real, y una sociedad radicalmente nueva en el camino a la verdadera emancipación, Cuarta parte: “La dirección que necesitamos”, de Bob Avakian, 2016, en inglés. Pedidos.

* No sabes lo que crees que “sabes” sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro, una entrevista a Raymond Lotta, 2014, www.revcom.us.

* Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, Capítulo 6: “Responsabilidad y dirección revolucionarias” y el Suplemento “El potencial revolucionario de las masas y la responsabilidad de la vanguardia”, de Bob Avakian, 2011. Pedidos.

* La Revolución de Octubre de 1917: Cómo conquistaron el poder los bolcheviques, 9 de noviembre de 1997, www.revcom.us.

 

 

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