Masacre en Gaza: Israel abre fuego contra palestinos no armados, con saldo de 15 muertos y 1.400 lesionados
4 de abril de 2018 | Periódico Revoluci贸n | revcom.us
El viernes 30 de marzo, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra miles de palestinos no armados en una protesta no violenta en la frontera de Gaza con Israel.
Según los informes disponibles, las tropas israelíes mataron a por lo menos quince manifestantes. El Ministerio de Salud palestino informa que 805 palestinos fueron heridos por municiones. Más de 1.400 resultaron heridos por balas, municiones de tanques, balas de goma y gas lacrimógeno. El sábado 31 de marzo, los israelíes hirieron a otros 49 manifestantes no armados.
Esta masacre sucede en el contexto de la postura belicista del régimen de Trump y Pence en el Oriente Medio, su apoyo incondicional a Israel y su decisión de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén, así demostrando su respaldo total para ataques israelíes aún más genocidas contra el pueblo palestino.
El premeditado asesinato en masa
Enseguida Israel aseveró que la protesta había sido una “reunión terrorista” y que los palestinos habían iniciado la violencia. Puras mentiras.
Las pruebas, incluso las propias palabras de Israel, indican casi sin duda que el ataque de Israel fue un premeditado asesinato en masa no provocado que tenía el objetivo de aterrorizar al pueblo palestino para que no celebrara una manifestación no violenta.
El viernes, unos 30.000 palestinos se habían reunido para el primer día de un programado campamento y protesta de seis semanas para exigir que los refugiados palestinos tuvieran el “derecho a regresar” a la tierra robada durante la guerra de 1948 en que se fundó Israel y durante las décadas desde entonces. Miles de palestinos también participaron debido al bloqueo de 11 años de duración impuesto por Israel y Egipto que ha convertido sus vidas en un infierno intolerable, y exigen que lo levanten.
En los días previos a esta reunión programada, el ejército de Israel declaró unilateralmente que los palestinos no podían reunirse —¡en su propia tierra!— a 300 metros de la frontera de Gaza con Israel, o serían fusilados. El día antes de la protesta, un funcionario del gobierno israelí usó el video del asesinato a tiros a un palestino no armado para “amenazar a los habitantes de Gaza”, según un activista israelí de derechos humanos.
Israel también desplegó por adelantado fuerzas militares en la frontera, incluidos unos 100 francotiradores, así como tanques y helicópteros.
Entonces, el 30 de marzo, antes del amanecer y antes de que comenzaran las protestas, un tanque israelí mató a tiros a un Palestino que trabajaba en su granja cerca de la frontera. Los israelíes afirman que actuaba “sospechosamente” — estaba recolectando perejil.
Durante la protesta, balas israelíes alcanzaron a manifestantes que estaban cientos de metros de la cerca fronteriza. Un video muestra a Abdul Fattah Abdul Nabi, un joven de 19 años no armado, que recibió disparos en la parte posterior de la cabeza por francotiradores israelíes. No tenía pistola ni cóctel Molotov, solo llevaba una llanta. “¿Esa perjudica a los israelíes, una llanta?”, preguntó su hermano Mohamed Abdul Nabi. “No iba hacia el lado israelí. Estaba huyendo”.
Un joven de 20 años acababa de llegar a la protesta. “Pidió un cigarrillo, se lo di, tuvo dos inhalaciones, y entonces recibió un disparo en la cabeza”, dijo su hermano al Washington Post. “Solo había estado allí 10 minutos”.
Un manifestante tuiteó: “¡Yo estaba allí protestamos pacíficamente ¡y los israelíes disparaban directamente a nosotros!”. El New York Times informó que un manifestante de 18 años dijo que “sostener una bandera palestina en una mano y una roca en la otra sería suficiente para que un soldado israelí lo mate”. Algunos palestinos arrojaron piedras para indicar que esta era su tierra. Pero como dijo un manifestante, “Las piedras nunca ni siquiera llegaron a la valla”.
“Sabemos dónde cayó cada bala”
Después, el ejército israelí posteó el siguiente mensaje, visto y copiado por un activista de derechos humanos israelí antes de que el ejército lo retirara rápidamente:
Ayer vimos a 30.000 personas; llegamos preparados y con refuerzos precisos. Nada se llevó a cabo sin control; todo fue preciso y medido, y sabemos dónde cayó cada bala.
Léalo de nuevo. No es nada menos que una admisión de una masacre planificada con anterioridad, nada menos que responsabilizarse y jactarse de la masacre.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, subrayó el punto al declarar: “A nuestros soldados: bien hecho”.
El asesinato y terror con el fin de silenciar las denuncias de los crímenes de Israel contra los palestinos
¿Por qué Israel llevó a cabo esta salvaje y flagrante masacre? Por una razón. La protesta en Gaza estaba exponiendo al mundo entero las verdades esenciales y los crímenes fundamentales de la fundación de Israel en 1948: la expulsión violenta de cientos de miles de palestinos de sus hogares y de las tierras que sus antepasados habían habitado durante siglos. La mayoría de los dos millones de habitantes de Gaza son refugiados de la guerra de 1948 o descendientes de esos refugiados. El primer día de la protesta tuvo lugar en el 42° aniversario del Día de la Tierra, un día de conmemoración del 30 de marzo de 1976 cuando Israel asesinó a seis palestinos que protestaban por el robo de sus tierras en el norte de Israel.
Está programado que la protesta y el campamento de seis semanas culmine con una “Gran Marcha de Regreso” el 15 de mayo, el aniversario de la fundación de Israel en 1948 como un puesto de avanzada de colonos para servir al imperialismo, una fecha que los palestinos marcan como la Nakba (“la catástrofe”).
Se ha suprimido y mentido implacablemente acerca de esta historia y la continua limpieza étnica del pueblo palestino por parte de Israel. Este campamento de seis semanas arroja una luz brillante sobre esto que se ve alrededor del mundo en un momento en que cada vez más personas en todo el mundo protestan y cuestionan las atrocidades estilo apartheid de Israel.
El campamento de protesta de seis semanas también pondría de relieve el continuo crimen del bloqueo israelí-egipcio de la Franja de Gaza, una pequeña y aislada sección de Palestina en la frontera con Egipto. Este bloqueo ha destruido la economía de Gaza y ha convertido en una prisión al aire libre esta franja de tierra de 40 kilómetros de largo y 8 kilómetros de ancho. A los palestinos se les han robado los empleos, la electricidad, la libertad de movimiento, los requisitos mínimos de supervivencia y cualquier futuro, dejándolos con apenas lo suficiente para sobrevivir. El bloqueo ha creado una “crisis humanitaria” que ya ha matado a más de 1.000 palestinos.
“La vida en Gaza es dura”, escribe Atef Abu Saif en un artículo devastador en el New York Times. “Entonces empeora y creemos que es intolerable. Entonces empeora aún más”.
El activista y autor israelí Miko Peled mantiene que el bloqueo tiene “una intención muy clara: ver a la gente de Gaza morir lentamente, y se trata de 2 millones de personas”. (Lea, en inglés, la entrevista a Peled del show de radio The Michael Slate Show).
Las manos de Estados Unidos manchadas de sangre palestina — Trump y Pence dan una luz verde para cosas mucho peores
Israel ha llevado a cabo una limpieza étnica violenta que sigue en vigor, la que incluye espasmos de asesinatos en masa y masacres desde la Nakba hasta esta última masacre en Gaza. Los gobernantes de Estados Unidos —ya estén en poder los demócratas o los republicanos— han respaldado incondicionalmente a Israel durante décadas (a pesar de críticas de vez en cuando de tácticas o como maniobras para salvar las apariencias), y tienen las manos manchadas de ríos de lágrimas y sangre palestinas.
Pero ahora, como parte de su agenda fascista de Estados Unidos Ante Todo para imponer aún más violenta y directamente el dominio estadounidense alrededor del mundo, Trump ha señalado fuertemente que Israel tiene luz verde para hacer lo que quiera, y no habrá críticas, ni siquiera el tipo de críticas tácticas o diferencias que a veces han surgido entre este perro de ataque y su amo estadounidense.
El anuncio de que iban a trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, y que tendrá lugar el 15 de mayo o cerca de esa fecha, el día en que los palestinos conmemoran la Nakba, fue un mensaje muy fuerte y claro del apoyo estadounidense a la intensificada campaña israelí de limpieza étnica. (Vea “Estados Unidos le da un gran al carajo al pueblo palestino“). Y después de esta última masacre, el representante de Estados Unidos ante la ONU culpó a los palestinos, afirmando que “tipos malos” “incitaron violencia al amparo de las protestas” y “pusieron en peligro a vidas inocentes”.
La masacre de Israel sucede en el contexto de ominosas maniobras y medidas yanquis en el Medio Oriente (y en todo el mundo). Trump tiene a Irán en su mira, y es posible que el 12 de mayo vaya a romper el trato nuclear que Estados Unidos firmó con Irán y otras potencias mundiales, un acuerdo que Netanyahu y otras fuerzas poderosas en Israel han denunciado. Esto aumentaría radicalmente las tensiones en la región y posiblemente conduciría a una guerra estadounidense-israelí contra Irán.
La masacre deliberada y premeditada israelí del 30 de marzo, así como sus amenazas de “expandir” sus ataques si los palestinos siguen protestando, tiene como objetivo aterrorizar a las masas de palestinos y a la gente en toda la región, antes del traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén y la posibilidad de mayores crímenes yanquis e israelíes por venir.
Los palestinos han denunciado el asesinato en masa israelí como un crimen y exigen la justicia. ¡Todas las personas de conciencia, estén donde estén, deben unirse a ellos para condenar fuerte e inequívocamente la masacre de parte de Israel!
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