Sobre la película de Bob Avakian ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!...
Del reverendo Frank Wulf, pastor, Iglesia Metodista Unida de Echo Park, Los Ángeles, California

11 de abril de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Reflexiones suscitadas tras ver Bob Avakian responder a la pregunta:

Desafortunadamente, como demócrata, desde hace tiempo se ha determinado que uno vota por la mal menor, ¿me entiende? O los demócratas o los republicanos. Pero la situación ha llegado al extremo que ambos dos partidos son igualmente peores — el uno es cáncer y el otro VIH. Así que uno no quiere votar por ninguno de ellos… yo sé que el sistema no sirve, pero ¿qué debemos hacer en el ínterin? (Parte 3 de la sesión de preguntas y respuestas)

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Nunca antes había pensado en el corolario que plantea Avakian, pero creo que es correcto. Al voluntario de Trump puede que lo despidieran por decir que si no estás teniendo éxito, entonces no haces las cosas correctamente, no estás trabajando duro. Pero eso es exactamente el lado opuesto de la misma moneda del presidente Obama cuando él dijo que si trabajas duro en Estados Unidos y hace todas las cosas correctamente, entonces tendrás éxito. Ambos dicen esencialmente lo mismo. Es solo que uno lo dice positivamente mientras que el otro lo dice negativamente. Uno lo dice con esperanzas mientras que el otro lo dice sin esperanzas.

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He pasado por un proceso de desilusión con el Partido Demócrata. He sido demócrata desde que me registré por primera vez para votar a la edad de 18 años. Aun así, me he sentido cada vez más preocupado por los políticos demócratas que siguen políticas que personalmente considero aborrecibles. Obama no terminó con el entregamiento de presos a lugares encubiertos en otros países tal como lo prometió cuando lo eligieron. Su administración mantuvo los sitios negros de la CIA; continuaron torturando. Los asesinatos policiales no se detuvieron durante los años de Obama. De hecho, casi parecían volverse más frecuentes y más flagrantes. La Alianza Trans-Pacífico, promovida por los demócratas y la administración de Obama, indudablemente habría significado una mayor explotación para los trabajadores como los mineros de estaño en Indonesia. Y luego, estaba la reputación de Obama como deportador-en-jefe. Las cosas han empeorado bajo Trump, pero la verdad es que la administración de Obama deportó a más inmigrantes y refugiados que cualquier administración anterior.

Incluso antes de Obama, la administración de Clinton promovió lo que se describía como la “reforma” de los programas de ayuda pública (“welfare”), lo que ha causado gran daño a las comunidades pobres y principalmente étnicas. La Ley de Control de Crímenes Violentos y Aplicación de las Leyes de Clinton han demostrado ser una de las principales causas subyacentes de la actual crisis de la encarcelación en masa. Incluso antes de esto, tenemos lo que yo llamaría la “Síntesis de Kennedy”, en la que Estados Unidos tomó la decisión política consciente de asumir el papel de policía para el mundo — a pesar de las urgentes advertencias de Eisenhower sobre el surgimiento del complejo militar-industrial.

Con demasiada frecuencia, decidimos votar por los demócratas porque son el menor de los dos males. Pero, por supuesto, me quedo preguntándome cuándo por fin vayamos a tener la oportunidad de votar por personas que no son malvadas, personas cuyas políticas podamos respaldar de todo corazón. En este sentido, el consejo de Avakian de que no votemos por el menor de los dos males porque es el mal me toca muy de cerca.

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En cuanto al tema del control de armas de fuego, pienso de una manera un poco diferente a algunos de mis colegas. Entiendo y estoy de acuerdo con el movimiento para controlar el acceso a las armas de fuego... para requerir verificaciones reales de antecedentes... para prohibir ciertos tipos de armas y municiones. Pero, también estoy profundamente preocupado por el hecho de que esta sociedad produzca personas, especialmente hombres jóvenes, que son capaces de convertirse en asesinos en masa. ¿Cómo nos hemos convertido en una sociedad que glorifica la violencia de tal manera que los tiroteos en escuelas, teatros, centros comerciales, lugares de culto y... se vuelven pensables? Medios de comunicación como NPR nos dicen que el problema es la enfermedad mental, pero la enfermedad mental no es el problema. El problema es que nuestra sociedad está enferma. Nuestro sistema está enfermo. A la NRA le encanta decirnos que “no son las armas que matan a las personas; son las personas que matan a las personas”. Y, en parte tienen razón. Se necesita una persona para apretar el gatillo. Pero eso no quiere decir que los fabricantes de armas y los cabilderos de armas no asumen responsabilidad. Se alimentan de la enfermedad de una sociedad que confía en la violencia y no en la comunidad, y contribuyen a esa enfermedad. Son una parte importante de la profunda enfermedad moral de nuestra sociedad.

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El Partido Demócrata está profundamente arraigado en lo que yo llamaría el pecado de la supremacía blanca. Este partido lo fundaron dueños de esclavos como Thomas Jefferson. Lo formaron racistas como Andrew Jackson quien abogó por políticas e implementó actos de genocidio contra los pueblos indígenas. Durante los años que siguieron a la guerra de Secesión y hasta mediados del siglo XX, los demócratas eran los defensores más abiertos y poderosos de la segregación y de Jim Crow. Las cosas solo comenzaron a cambiar de verdad durante el gobierno de Johnson cuando Johnson tomó una decisión práctica y política para ceder a algunas de las demandas del movimiento por los derechos civiles, el cual se había vuelto cada vez más vocal y activista durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Pero, el partido nunca ha podido escaparse totalmente de sus orígenes supremacistas blancos. El ADN todavía está allí.

 

 

 

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