A todos los asquerosos mierdosos racistas que han estado azuzando a los cerdos policías contra los negros simplemente por respirar:
“¡Retrocedan (y despierten), carajo!”

A todos los que se han indignado y asqueado:
“¡Conéctese con la revolución real que podría terminar total y definitivamente con esta mierda!”

16 de mayo de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

¿Dónde, carajos, es una ofensa —CUANDO por casualidad uno sea negro, latino u otra persona de color, al que se permite castigar con humillación, degradación y posiblemente el arresto, golpizas, estrangulamiento, tal vez incluso la muerte— no saludar a desconocidos blancos... tener una apariencia de “raro”... sentarse en un restaurante en una mesa que el mesero no ha recogido... tomar una siesta en la sala común de una residencia estudiantil... sentarse en un café e intentar usar el baño sin pedir nada?

Ahí mismo en Estados Unidos de América, y no hace décadas o siglos, sino en este momento y ahora. Hay un horrible contagio que azota a Estados Unidos, de gente blanca que azuza a los cerdos policías contra los negros, latinos e indígenas por simplemente llevar su vida. Estas personas asquerosas y racistas están poniendo a la gente de color bajo peligro del arresto, brutalización e incluso la muerte.

Aquí hay algunas de las barbaridades que se han dado en las últimas semanas:

El 9 de mayo, 7 patrullas y un helicóptero de la policía cercaron a tres cineastas negras en Rialto, California, cuando salían de un alojamiento alquilado de Airbnb. ¿Por qué? Porque alguna persona blanca creía que no le hubieran respondido con un saludo de mano.

El 7 de mayo, cuatro policías hostigaron a una estudiante negra de posgrado de la Universidad de Yale por tomar una siesta en la sala común de su propia residencia estudiantil... porque alguna mujer blanca creía que no “perteneciera” ahí.

El 5 de mayo, un joven negro, en un restaurante Waffle House, acompañado de su hermana menor que todavía estaba vestida con sus ropas de graduación, fue estrangulado y arrojado al suelo por un policía de Carolina del Norte... porque se sentaron en una mesa que el mesero no había recogido y luego se quejaron cuando el Waffle House se negó a darles servicio.

El 2 de mayo, la policía de la Universidad Estatal de Colorado sacó a dos hermanos indígenas de una gira por la universidad para potenciales estudiantes... porque una persona blanca llamó a la policía cuando decidió que el comportamiento de los hermanos era “raro”.

El 12 de abril, dos hombres negros fueron arrestados en un café Starbucks en Filadelfia mientras esperaban a un socio comercial... porque el gerente dijo que aún no habían pedido nada.

Ahora se está azuzando a la gente blanca para que crea que tiene el derecho de ponerse, por su cuenta, por cualquier razón o por ninguna razón, a azuzar a los perros del “orden público” para perseguir y borrar a los negros, latinos e indígenas de los espacios públicos y la vida pública. Ser negro, latino o de otro color que no sea blanco ahora significa que hacer las cosas más comunes y cotidianas podría resultar en la humillación... degradación... terror... arresto... estrangulamiento... golpizas... o incluso la muerte.

Estos incidentes son una sirena aullante y una luz roja intermitente que señalan un peligro grande y creciente. Todos deben oponérseles. El silencio o “neutralidad” es complicidad. O uno acepta esta mierda, o uno se le opone, tal como hizo hace poco una mujer en un parque de Oakland, California, cuando obligó a alguien retroceder, carajo, el que había azuzado a la policía contra una familia negra que realizaba una barbacoa.

¿Qué clase de sistema pútrido entrena a la gente para hacer esta mierda?

¿Qué clase de sistema envalentona a los blancos para que piensen que tienen el derecho, ¡y el deber!, de azuzar a los policías perros rabiosos que han demostrado una y otra vez que dispararán y matarán a los negros, latinos e indígenas al verlos cuando respondan al reporte de una “escena del crimen”... personas blancas que quieren mantener a los oprimidos en “su lugar” o fuera de los espacios que consideran que deben reservarse para los blancos?

Esta sociedad entrena a demasiados blancos en la ignorancia, arrogancia y racismo. Los negros son deshumanizados en los llamados “medios noticiosos” y su representación diaria de jóvenes negros como delincuentes. Un aluvión aparentemente interminable de series y películas policiales representan a los jóvenes negros como criminales. Un sistema embrutecedor de educación MALA que miente sobre la historia y la realidad actual de la opresión al centro de Estados Unidos.

Y, sí, los líderes políticos de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos, cometen esta deshumanización sistemática. Algunos lo hacen directamente, como Ronald Reagan al irse a Filadelfia, Mississippi, donde tres trabajadores por los derechos civiles fueron linchados, para hablar sobre “derechos de los estados”. Algunos usan palabras y símbolos cifrados, como Bill Clinton al posar junto a una cuadrilla de presos negros y al insistir en ejecutar a un hombre negro con una enfermedad mental mientras hacía campaña por la presidencia; o Barack Obama al predicar a los jóvenes negros que “los hermanos deben levantarse los pantalones” para que puedan “superarse” en la sociedad.

Ahora el supremacista blanco Trump y su régimen fascista están regando abierta y desvergonzadamente venenosa bilis racista contra los negros, los mexicanos, los musulmanes y los indígenas. Las palabras y acciones de Trump están ayudando a instigar y azuzar a esta ola de soplones/justicieros racistas desmandados. Demasiados blancos tienen disposición de dejarse movilizar para reforzar relaciones sociales de opresión y supremacía blanca.

Digamos unas verdades: estas personas son viles y asquerosos mierdosos. De nuevo, al azuzar a los policías, en un sentido real están poniendo en peligro la vida de los negros, latinos, indígenas, musulmanes o asiáticos. Hay que oponerse a esto y DETENERLO.

La supremacía blanca: La leche materna de Estados Unidos desde su primer día

Desde el primer día de Estados Unidos, la supremacía blanca —la esclavitud, el genocidio, la violación y el robo— ha sido su leche materna. Estados Unidos creció fuerte con esto; la supremacía blanca está empotrada integralmente en todos los aspectos de la sociedad estadounidense. Hoy el sistema quiere reimpulsarla de nuevo. Esta es una versión del siglo 21 del requisito de que los esclavos muestren un pase cada vez que una persona blanca lo exigía si estaban fuera de la plantación; o la expectativa, impuesta por las leyes y la brutalidad, de que los negros tuvieron que apartarse del camino de los blancos durante los días del Jim Crow.

¿Se cree que esto es una exageración, muy desproporcionada? Piénselo dos veces.

Piense en las escuadras de “patrullas de esclavos” fuertemente armadas que merodeaban por los bosques y pantanos, buscando y capturando a los negros, encadenando y azotando a los que sobrevivieron, antes de devolverlos a sus propietarios bajo la ley, a cada paso con el aval de la ley constitucional. Piense en las chusmas de blancos que lincharon a miles de mexicanos, principalmente, pero sin limitación a los estados fronterizos. Piense en las bandas de “colonos” blancos que en su avance hacia el oeste practicaron “el deporte” de atacar y arrancarles la cabellera a los indígenas y cuya violencia allanó el camino para campañas literalmente genocidas del ejército de Estados Unidos. Y piense en la forma en que se convirtió este genocidio en el juego de niños de “vaqueros e indios”. Piense en los anuncios periodísticos de los linchamientos de hombres y mujeres negros y las celebraciones de los mismos con postales de cadáveres mutilados y colgados de los árboles, hasta bien entrado el siglo 20. Piense en los blancos que se peleaban por comprar trozos de los cuerpos destrozados de los negros linchados como “recuerdos”.

Todo eso, y más, es Estados Unidos. No solo en el Sur, sino también en el Este, el Oeste y el Norte, un vil racismo cometido no solo por el Ku Klux Klan y las fuerzas policiales, sino por millones y millones de blancos comunes.

Y ahora, mientras Trump da un respaldo abierto a las turbas de supremacistas blancos que llevan antorchas, llamándolos “buenas personas”, hay una oleada de blancos que piensan que les corresponde el derecho y la responsabilidad de azuzar a la turba de linchamientos de hoy día compuesta de policías cuando se encuentren con una persona negra cuya apariencia no es de su agrado. Trump, Pence y su camarilla tienen la intención de consolidar el fascismo e imponerlo a toda la sociedad.

Responder con lucha, y luchar para ganar

Pero la opresión despiadada e intensificada, el terror y el aislamiento infligidos a las personas negras y a otras personas de color, señalan una debilidad estratégica potencial del sistema. El opresor teme a los oprimidos; teme que los oprimidos se levanten y comiencen a plasmar de su poder potencial. Teme que, al hacerlo, los oprimidos prendan e inspiren a millones de personas a levantarse: a los demás que viven el infierno todos los días, y a todos aquellos que odian lo que se hace contra los oprimidos y lo consideran intolerable.

También hay respuestas sobre la forma de deshacerse de esta mierda insoportable, la manera de crear una NUEVA SOCIEDAD sobre una base diferente. Existe la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, que habla de la manera, desde el primer día, en que el nuevo poder estatal y las leyes respaldarían a la gente para erradicar todas las relaciones opresivas y las ideas opresivas que las sustentan.

Para llegar a esa nueva sociedad, necesitamos derrocar al sistema actual del capitalismo-imperialismo mediante la revolución. El folleto CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario explica lo que necesitamos saber para hacer esta revolución.

Ahora mismo, nosotros, las personas de todas las nacionalidades, debemos responder con lucha contra la embestida racista, como parte de contribuir a hacer la revolución que necesitamos. Necesitamos hacerlo con la orientación descrita en ese folleto:

Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.

A los blancos: ¡Dejen de azuzar a los malditos policías contra los negros, latinos e indígenas!

¡Dejen de imponer la supremacía blanca; sean parte de oponerse a la supremacía blanca y derrocarla!

A las personas de todas las nacionalidades y colores que con razón están asqueadas por esta mierda: Conéctense con la revolución real que podría terminar total y definitivamente con esta mierda.

 

 

 

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