Los incendios en California, el calentamiento global y la amenaza al planeta

| Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

California está en llamas. Actualmente hay 17 incendios en el estado. Estos incendios han causado enorme sufrimiento humano y están degradando el medio ambiente. En buena medida el aumento del número e intensidad de los incendios lo ha fomentado el cambio climático causado por el sistema capitalista-imperialista. El quemar de combustibles fósiles introduce enormes cantidades de gases invernaderos en la atmósfera y es la principal razón por el aumento de la temperatura a nivel mundial y está transformando de manera drástica al planeta.

El saqueo de la Tierra para el carbón, el petróleo y el gas natural para alimentar la economía mundial está profundamente entretejido en el funcionamiento del capitalismo-imperialismo. El sistema no puede deshacerse de esta adicción porque los capitalistas son obligados a competir ferozmente entre sí para obtener el máximo rendimiento y ventaja estratégica, impulsándolos a depender de las fuentes de energía más baratas y más ampliamente disponibles, y a considerar el impacto al ambiente de su modo de producción —como el efecto invernadero— como algo “externo” que no tienen en cuento al calcular sus ganancias y pérdidas. En vez, esos costos al ambiente recaen sobre la sociedad y el planeta 1.

Debido a la competencia a muerte que impulsa al capitalismo, los capitalistas no tienen otra alternativa, a pesar de sus preocupaciones profesadas, a veces posiblemente sinceras, por el medio ambiente. Es por eso por lo que en 2017, cuando un informe tras otro alertaba del peligro del incremento de la temperatura mundial, el mundo inyectó MÁS gases de efecto invernadero que el año anterior, y los últimos cuatro años han sido los más calurosos jamás registrados.

Es por eso por lo que es imposible reformar este sistema, lo cual es incapaz de proteger a la Tierra. Es por eso por lo que solo una revolución que derroque el capitalismo y lo reemplace con un sistema socialista radicalmente diferente puede salvar al planeta.

Los incendios en los bosques y campos de California se han intensificado durante muchos años. A medida que el calentamiento global eleve las temperaturas, el calor y el aire seco dejan secos y más combustibles a los bosques. Siete de los más devastadores incendios que se han dado en la historia de California han ocurrido en los últimos 10 meses. En los últimos años, el promedio de área quemada en los bosques de California ha duplicado.

El gobernador de California, Jerry Brown, ha dicho que los colosales incendios que han azotado a California en años recientes son “lo normal nuevo”. Pero por horrorosos que son estos incendios, lo que estamos viendo no es “lo normal nuevo”; la situación de ninguna manera se ha estabilizado. La actual trayectoria indica que las temperaturas incrementarán, que los bosques estarán más secos, y los incendios más intensos, en California y el resto del mundo.

Los incendios de 2018 (hasta hoy)

El Incendio Mendocino Complex es ahora el más extenso en la historia de California, habiendo quemado más de 1212 kilómetros cuadrados / 468 millas cuadradas. A partir del 10 de agosto, solo el 49% de este incendio estaba bajo control y Cal Fire (California Department of Forestry and Fire Protection / Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California) calculó que el incendio seguiría ardiendo hasta principios de septiembre.

Por lo menos ocho personas han muerto debido al Incendio Carr cerca de la ciudad de Redding. Se han evacuado a más de 35.000 personas, y más de 1000 residencias se han quemado. Melanie Bledsoe, de 70 años, y sus dos nietos de 4 y 5 años perecieron por no tener un carro para escaparse del incendio.

El canal KRCR-TV habló con algunas de los miles de personas desplazadas por los incendios. “Es una pesadilla para todos los de aquí”, dijo Barbara Walker, uno de los miles de evacuados y que tiene un hijo autista de 8 años de edad y que ya llevó tres días en el campamento de emergencia con solo compresas frías para refrescarse. Desde que se desplazaron la temperatura se ha mantenido por sobre los 37 grados C / 100 grados F todos los días. “Todo el parque de casas remolque estaba envuelto en llamas. No tuvimos tiempo para empacar muchas cosas; los policías llegaron y nos dijeron: ‘Tienen que evacuar ya’”, dijo ella. Cuando KRCR la entrevistó, ella no sabía si todavía estaba la casa o si había perdido todo.

Ni siquiera hemos alcanzado el apogeo típico de la temporada de incendios. El National Interagency Fire Center (Centro Interinstitucional Nacional de Incendios) predijo recientemente que agosto “será un mes muy activo” y que existe el potencial “significativo, por sobre lo normal” de incendios forestales en el Noroeste Pacífico, las Montañas Rocosas Norteñas, la Gran Cuenca norteña, y California.

Hoy la temporada de incendios en el oeste de Estados Unidos, en promedio, dura 78 días más que a mediados de la década de los 1980. Como resulta de las altas temperaturas del verano, la nieve se derrita más temprano. Típicamente, los bosques del oeste se vuelven combustibles dentro de un mes después de que termina el derretimiento de la nieve. La nieve ahora se derrite entre una y cuatro semanas antes de lo que se derretía hace 50 años.

Estos incendios se dan a menos de un año después de que una oleada de incendios azotó California en octubre de 2017. Uno de estos, el Incendio Tubbs, dejó 22 muertos y destruyó 2800 residencias en el Condado de Sonoma.

El humo de los incendios está envenenando el aire. En partes del sur del estado de Oregón, cientos de kilómetros al norte de California, sondas terrestres que miden el nivel de partículas en suspensión en el aire indican que el nivel es tan mala como la de Beijing, China en sus peores días. El humo de los incendios, al alcanzar la atmósfera, llega tan lejos como Nueva York.

Puede que las consecuencias de la contaminación del aire no se conozcan de inmediato. Estudios recientes tras los enormes incendios en Indonesia en los últimos años sugieren que enfermedades de los pulmones como resultado del humo y las partículas en suspensión han causado más de 100.000 muertes prematuras en Indonesia, Malasia y Singapur.

La intensidad de estos incendios ha generado nuevas características que les hace más destructivos y más difíciles de sofocar. Un vórtice de fuego, llamado “tornado de fuego”, con vientos de hasta 230 kilómetros / 143 millas por hora, azotó a Redding. La columna de humo subió hasta 10.000 metros / 35.000 pies, visible para los meteorólogos en Sacramento que está a 160 kilómetros / 100 millas al sur. Árboles fueron desarraigados, carros lanzados al aíre, e importantes cables de electricidad destruidos.

“Los incendios avanzan a una velocidad jamás vista, y las barreras que antes los contenían —líneas de buldóceres, carreteras, ríos— ya no sirven”, informó el New York Times (7 de agosto de 2018).

Una oleada mundial de incendios

Un documento de la Organización Meteorológica Mundial, un grupo compuesto de representantes de 191 países, fechado 30 de julio de 2018, dice: “El verano extraordinariamente caluroso y seco que está haciendo en algunos lugares del hemisferio Norte ha convertido los campos y bosques en pasto para los incendios que están asolando desde la región ártica hasta la zona del Mediterráneo y la costa occidental de América del Norte. Estos incendios han provocado decenas de víctimas mortales y están devastando extensas regiones, con repercusiones de gran envergadura para el medio ambiente, los ecosistemas, la salud humana y el clima”.

En un reciente artículo de opinión en el New York Times, tres profesores de biología y ciencia ambiental argumentan: “Los incendios extensos de este año han amplificado la preocupación de que estemos estancados en un patrón mundial de conflagración que es tanto persistente como catastrófico. Los incendios forestales en Europa central y norteña han sido más generalizados que el año anterior, en lugares como el Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Malta, Los Países Bajos, Polonia y Alemania. En Grecia, al este de Atenas, murieron unas 90 personas. (El año pasado en Portugal más de 100 personas murieron como resultado de los incendios forestales, entre ellas al menos 30 personas atrapadas en sus vehículos” (“The Earth Ablaze” [El mundo en llamas], 8 de agosto de 2018).

Una de las características de la temporada de incendios de 2018 ha sido la extensión de grandes incendios a zonas donde antes ocurrían raras veces, como partes de Siberia y Suecia dentro del Círculo Ártico. A principios de julio, el humo de unos incendios en Siberia llegaron al otro lado del océano Ártico hacia Alaska y, en últimas, a la costa oeste de Groenlandia. Más de 50 incendios forestales estallaron en Suecia, los peores incendios en 75 años.

Las temperaturas más altas también están cambiando los patrones del clima de manera dramática, incrementando la frecuencia de sequías y amenazando el bienestar de miles de millones de personas. El New York Times informa (9 de agosto) que “El cambio climático podría disminuir de manera dramática las condiciones de vida de hasta 800 millones de personas en el sur de Asia [Afganistán, Pakistán, India, Bangladesh, Nepal y Sri Lanka], una región donde ya viven algunos de los más pobres y hambrientos del mundo...”. El impacto del calentamiento global también está dando duro a la agricultura en el Oriente Medio, el Norte de África, Centro América y Australia, así como otras regiones.

Lo que la destrucción de los bosques significa para el planeta

Los bosques desempeñan un papel importante en el medio ambiente. Subastan agua potable, atrapan el carbono (la principal causa del cambio climático), y albergan ecosistemas enteros. Los bosques destruidos les dejan sin alimentos, albergue o los medios para sobrevivir a pájaros, mamíferos y otras especies que dependen de ellos. Su belleza y diversidad biológica nos enriquecen a todos.

Con respecto al calentamiento global, la destrucción de las zonas forestales contribuye a lo que se llama el bucle de retroalimentación negativa, en el que el incremento de la temperatura y otros cambios climáticos matan árboles y bosques. Cuando no hay bosques para atrapar el carbono, se aumenta el calentamiento global, lo cual resulta en la muerte de más bosques, y así sucesivamente.

El editorial en el New York Times de los tres biólogos advierte: “Lo que preocupa en especial durante los últimos tres años es que los bosques más grandes del mundo, la taiga de Rusia y sus primos, los bosques boreales que rodean el Ártico y conservan buena parte del carbono del planeta, experimentaron incendios a un ritmo y escala no vistos en por lo menos 10.000 años, según el registro paleo-ecológico”.

Una de las metas de la humanidad debe ser la de proteger los preciosos recursos de nuestro planeta y dejarlo en mejor condición para las futuras generaciones. Los bosques de la Tierra, y mucho más, ya han sido dañados de formas que no serán fáciles revertir. La destrucción persiste y se intensifica. Tenemos que actuar YA, con la urgencia que la situación exige, para hacer la revolución, acabar con el sistema capitalista-imperialista, y parar la destrucción del planeta.

 

1. Para más sobre las dinámicas del capitalismo-imperialismo, vea Raymond Lotta, “Sobre la ‘fuerza impulsora de la anarquía’" y la dinámica del cambio. Un agudo debate y urgente polémica: La lucha por un mundo radicalmente diferente y la lucha por un enfoque científico de la realidad”. [regresa]


Actualmente arden 17 incendios grandes en California. En buena medida, el número e intensidad de estos incendios se deben al cambio climático causado por el sistema capitalista-imperialista. Esta foto capta el incendio Ranch, parte del Incendio Mendecino Complex. California, 7 de agosto. (Foto: AP)

Bob Avakian, “No se les puede encomendar el planeta”

Vea a Bob Avakian: “No se les puede encomendar el planeta”, un corto de la charla filmada, Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, dada en 2003 en Estados Unidos.

 

Consiga una e-suscripción gratuita a revcom.us:



Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.