El huracán Florence azota a las Carolinas: Un fenómeno natural, pero un desastre INNECESARIO y no natural

Segunda parte: Cómo Florence azotó más duro a los pobres, los oprimidos y los inmigrantes

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción del 15 de octubre. La semana pasada, el huracán Michael categoría 4 azotó la costa noreste de Florida antes de proceder hacia Georgia, las Carolinas y hasta Virginia. Se dice que Michael, que llegó a menos de un mes del huracán Florence, es el huracán más poderoso que haya golpeado la franja noreste de Florida conocida como “mango de sartén”. En su secuela dejó muertos y enorme destrucción, prácticamente aniquilando por completo al poblado de Mexico Beach donde tocó tierra.
Mientras tanto, el 8 de octubre, dos días antes de que Michael azotara a Florida, salió un nuevo informe redactado por el panel de la ONU a cargo de la ciencia del clima, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), el cual advirtió que la crisis del clima no es un problema para un futuro remoto — se está dando hoy mismo, y se está acelerando a un ritmo más rápido y está teniendo impactos mucho más devastadores y se está dando mucho más pronto de lo que se pensaba. El informe pide transformaciones “inéditas” radicales empezando desde ya para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de los combustibles fósiles para impedir una catástrofe mundial. Una copresidenta del grupo de 91 científicos de 40 países que redactó el informe dice que los próximos pocos años “probablemente serán los más importantes de nuestra historia”.
En esta serie de cinco partes sobre el huracán Florence, examinaremos cómo es que el sistema capitalista-imperialista de hoy impulsa semejantes huracanes e incrementa la cantidad de muertos y de destrucción que causarán, y empezaremos a abordar por qué y cómo en una sociedad auténticamente socialista se manejaría todo esto de una manera radicalmente diferente.

El huracán Florence ha afectado e incluso ha arruinado a muchas personas de la clase media, de todas las nacionalidades. El terreno geográfico configura dónde las aguas de la inundación corren más rápida y profundamente. Al mismo tiempo, el terreno económico y social tiene un impacto tremendo en el lugar en que las inundaciones y las tormentas, y sus consecuencias, causan sus mayores estragos: a menudo tienen las consecuencias más devastadoras para los pobres, los negros y otros oprimidos, y los inmigrantes.

Más del 15 por ciento de los 10 millones de habitantes de Carolina del Norte viven por debajo del umbral federal de pobreza de 24.340 dólares al año para una familia de cuatro personas. Ese porcentaje es el doble para los negros, latinos e indígenas. La mayoría de las personas atrapadas debajo del umbral de pobreza, con muchas otras que están un poco por encima del mismo, muchas veces son tan pobres que no tengan auto, medios para comprar gasolina o para darse el lujo de pagar por un lugar donde permanecer fuera de la zona de peligro. O pueden sentirse impelidos a quedarse para proteger lo poco que tienen. Así que muchos quedaron atrapados, a menudo valiéndose de sí mismos, cuando deberían evacuar para evitar lesiones, incluso la muerte.

La recuperación también está distorsionada por este abismo de explotación y racismo. Más de 80.000 personas en Carolina del Norte ya han solicitado ayuda federal por el desastre. Eso es el doble del número de personas que solicitaron ayuda después de que la última gran tormenta azotó a Carolina del Norte, el huracán Matthew en 2016. Sin embargo, muchas personas pobres y negras todavía están esperando la ayuda federal a la que tienen derecho después de Matthew. ¡Y ahora Florence ha azotado una vez más a algunos de ellos!

Un ejemplo es el pueblito de Lumberton, que tiene una población negra considerable. Fue anegado por Mateo y ahora por Florence. Sin embargo, hay 106 propietarios de viviendas que aún no han recibido fondos federales específicamente asignados para propietarios de “ingresos bajos y moderados” (representados de manera desproporcionada por personas negras) para reconstruir o reubicarse después de Matthew. ¿Por qué? ¡Porque Carolina del Norte solo ha erogado $ 2 millones de los $ 236.5 millones que recibió específicamente en 2016 para este propósito!

La reducción del número de empleados del gobierno estatal que se ocupan más directamente de las zonas oprimidas es un factor que ha contribuido a esta situación escandalosa1. Otro gran obstáculo que impide que las masas consigan socorro es la dificultad que les cuesta a muchos, que están abrumados de tantos deberes laborales o familiares, sortear la burocracia y sus montones de trámites. Esto puede absorber mucho tiempo, ser frustrante y difícil, especialmente para aquellos que quizá acaban de perderlo todo, inclusive sus documentos personales. (“North Carolina, a ‘Slow Spender’ State, Struggles to Hand Out Storm Aid”, New York Times, 24 de septiembre.)

Este es un solo ejemplo de cómo la pobreza, la supremacía blanca y el funcionamiento del capitalismo-imperialismo configuran la cantidad global de socorro en caso de desastre que se brinda, quiénes la reciben, y quiénes no, en Estados Unidos. Un estudio realizado en 2017 por la Fundación Kaiser Family de los impactos del huracán Harvey en Texas y en la región de la costa del Golfo descubrió que el 34 por ciento de los habitantes blancos contaron con el visto bueno para sus solicitudes de ayuda federal, en comparación con solo el 13 por ciento de los habitantes negros.

En Carolina del Sur, el 62 por ciento de la población carcelaria son negros. Durante el huracán Florence, los reclusos de algunas de las prisiones del estado fueron forzados a permanecer encerrados detrás de los muros de las prisiones, aun cuando se emitían órdenes de evacuación obligatorias. ¡En lugar de sacarlos con apremio a un lugar seguro, los mandaron trabajar llenando sacos de arena para proteger las propiedades y las personas fuera de los muros!

Las autoridades migratorias dijeron que iban a dejar de detener a los inmigrantes durante el huracán, pero muchas personas indocumentadas temían abandonar sus hogares, aun cuando recibían órdenes de evacuación obligatorias. Muchos temían ser interrogados, detenidos y posiblemente separados de sus hijos por la policía migratoria. Una mujer en la ciudad de Wilmington, asolada por las inundaciones, le dijo a la NBC News que temía ir a un albergue: “Mi hija pequeña, la menor, me preguntó: ‘Mamá, tengo mucho miedo de que nuestra casa sea destruida, y no quiero ir a un albergue porque no quiero estar separada de ti. Preferiría morir primero que estar separada de ti’”.

La sociedad socialista no puede “detener” los desastres naturales, pero... Algunas ideas sobre cómo podrá responder y cómo responderá de maneras radicalmente diferentes

El poder estatal revolucionario y la sociedad socialista no podrán detener las tormentas y los desastres naturales. Pero podrían responder de maneras radicalmente diferentes a lo que hace este sistema. Al mismo tiempo, plantearía contradicciones y desafíos cómo responder a la crisis, proteger vidas y llevar socorro, de formas que contribuyan al avance de los objetivos generales de la revolución de desarraigar todas las divisiones sociales y de clase, en Estados Unidos y en todo el mundo.

Como mencionamos en la Primera parte de esta serie, los grandes medios de producción —las fábricas, las tierras, los recursos, etc.— ahora estarían en manos de la sociedad en su conjunto en la forma de propiedad estatal. El desarrollo económico contaría con una planificación central a la vez que le daría amplio margen de actuar a las iniciativas locales. Además de promover la revolución mundial y proteger el medio ambiente, la nueva economía socialista se guiará por la satisfacción de las necesidades sociales, que la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (CNRSAN) describe, como

crear una riqueza material común que contribuya al desarrollo general de la sociedad y de los individuos que la conforman, y superar las grandes divisiones entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, la ciudad y el campo, las diferentes regiones y nacionalidades, y el hombre y la mujer.

En el caso de desastres naturales, esto abarcaría una serie de cosas. Primero, se requería de esfuerzos de largo plazo para transformar las ciudades, pueblos y sistemas de transporte para que sean ambientalmente sustentables, con obras para minimizar las vulnerabilidades a los desastres naturales y destinar recursos a los preparativos anticipados en caso de que ocurran, ¡y no una carrera caótica de último momento para advertir a la gente, trasladar material, etc.!

Pero la ejecución de estas medidas radicales requeriría tiempo, mucha efervescencia y debate sobre la manera de hacerlo e incluso si hacerlo. Y la nueva sociedad revolucionaria no contaría con recursos ilimitados para responder.

No obstante, el nuevo estado tendría un control general de los recursos económicos y una orientación para desencadenar y apoyarse en el factor más dinámico de la sociedad: la creatividad e iniciativa de las masas de personas, como parte de un proceso colectivo orientado a incorporarlas más profundamente en la gobernanza de la nueva sociedad y en el fortalecimiento de los vínculos entre las personas. También sería una prioridad social la provisión de socorro continua y en tiempo real acorde con la magnitud del desastre, lo que no se determinaría por los imperativos, restricciones y objetivos de un sistema capitalista.

Durante los desastres, se han dado muchos casos en que las personas espontáneamente han dejado de lado sus intereses individuales y han acudido en ayuda de otros. Bajo el socialismo, este espíritu se potenciará y contará con dirección y apoyo del estado, de la vanguardia comunista revolucionaria y de otros elementos de la sociedad, en lugar de que se les restrinjan e incluso supriman. Se alentaría a los estudiantes, técnicos, científicos y otros voluntarios de todo el mundo a que acudan en ayuda de aquellos que se encuentran en las zonas más afectadas y a que trabajen con ellos y forcejeen juntos sobre cómo resolver los problemas y la mejor forma de eliminar los obstáculos.

Compare esto con la desgarradora historia de lo que le sucedió a Lumberton. Después de la devastación del huracán Matthew, muchos de los habitantes del pueblito y su gobierno local, incluido el sur de Lumberton, el distrito más pobre, en su mayoría afroamericano, trataron de hacer planes anticipados. Trabajaron extraordinariamente duro para impedir un desastre antes de la tormenta y luego rescatar a las personas. Pero sus esfuerzos no contaron con el apoyo del sistema: ¡los bloquearon o en gran parte ignoraron! Nunca se distribuyó la ayuda del gobierno federal, como ya mencionamos. Los habitantes querían construir compuertas para bloquear un paso a desnivel del ferrocarril por el cual el agua causó anegaciones durante Matthew. En respuesta, la empresa ferroviaria amenazó con una acción legal, y el gobierno estatal no hizo nada sino hasta el último momento. Incluso en tal caso, la empresa ferroviaria trató de impedir físicamente que los habitantes bloquearan temporalmente el paso. La gente también construyó apresuradamente diques masivos, pero las crecidas récord los rompieron. Un funcionario local estima que no regresarán la mitad de los 2.000 habitantes del sur de Lumberton2.

En la nueva sociedad socialista, durante los desastres, no se dejaría en el terror o a morir a aquellos que habían estado presos (con se debe, con un sistema y proceso legal radicalmente diferente), como le pasa a muchos prisioneros en esta sociedad pútrida. Esto podría ser controvertido entre los anteriormente oprimidos porque algunos de los encerrados bien podrían haber cometido graves atropellos contra las masas de personas. Además, el traslado de los prisioneros, junto con los demás, a un lugar seguro podría entrañar dificultades reales. Así que quizá sea necesario desarrollar lucha para ganar a la gente a asumir la orientación de que la venganza, represalias o desquites no serán parte de la orientación de la nueva sociedad acerca de este reto, o cualquier otro reto al que se enfrente. ¿Por qué? Debido a que esto obrará en contra de la emancipación de toda la humanidad, y conducirá a algo completamente distinto a dicha emancipación; conducirá de vuelta a los horrores del mundo y del sistema bajo el cual vivimos y sufrimos hoy día.

Otra dimensión de lidiar con los desastres naturales que sería radicalmente diferente estaría relacionada con los pueblos oprimidos. Bajo el CNRSAN, se proporcionaría ayuda especial y adicional a los negros, latinos y otros pueblos anteriormente oprimidos que todavía podrían verse más afectados por los desastres “naturales” gracias al legado de este sistema capitalista-imperialista. Los inmigrantes y los refugiados serían bienvenidos y serían movilizados para desempeñar un papel vital en la transformación continua de la sociedad, y no serían aterrorizados3. Y esto impulsaría un objetivo general central descrito en el CNRSAN de “superar las desigualdades históricas”:

El estado de la Nueva República Socialista en América del Norte y la economía planificada bajo su dirección toman medidas especiales para “elevar la condición de los más necesitados”. Este principio sirve a la tarea crucial de superar las desigualdades históricas que afectan a las nacionalidades anteriormente oprimidas y otras disparidades profundas de la sociedad. Se movilizará el conjunto de la sociedad para superar estas desigualdades. Este principio guiará las prioridades en la distribución de los necesarios productos y servicios sociales (como la salud y la vivienda). La economía socialista también prioriza la superación de las brechas entre las regiones y zonas más desarrolladas y las menos desarrolladas.

Dado el racismo y supremacía blanca que ha estado tan profundamente impregnado en la sociedad actual (en los ámbitos económico, político, social, cultural e ideológico), esto requeriría de una lucha política e ideológica para ganar a un creciente número de millones de personas a comprender, apoyar y participar directamente en estos esfuerzos.

El estado y la sociedad revolucionarios tendrían por objeto dar dirección para convertir esto en un proceso positivo, elevando la conciencia de la gente sobre la historia de la opresión nacional y sus profundas conexiones con este sistema opresivo en general, echando abajo barreras y forjando nuevos lazos entre las personas, pero esto sería un proceso muy contradictorio, tumultuoso.

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PRÓXIMAMENTE: Tercera parte: La prohibición de la ciencia del clima al servicio del desarrollo regido por las ganancias y ambientalmente destructivo

Una cadena de islotes angostos arenosos de 520 km de largo, o sea islas barreras, forman la costa externa de Carolina del Norte. Estos islotes y sus humedales son de una belleza impresionante, pero también son extremadamente vulnerables al aumento del nivel de los mares y las tormentas devastadoras. Las personas tienen una gran necesidad de recreación, belleza natural, tiempo libre, pero la pregunta es ¿cómo se va a hacer eso? ¿Se va a regir por las ganancias, de una manera ambientalmente devastadora que da privilegio de acceso a aquellos con más medios? ¿O se va a hacer de formas que conserve el medio ambiente natural y lo hagan accesible para todos?


1.  Rebasa el ámbito de este artículo hacer un análisis de fondo de las fuerzas impulsoras de los déficit presupuestales actuales de los estados y esos recortes presupuestales. Pero también se derivan fundamentalmente del funcionamiento depredador del capitalismo imperialista y de las prioridades distorsionadas regidas por las ganancias que aplica. A menudo, también son el resultado de la lucha intestina en la clase dominante, una lucha que ha llevado al empoderamiento del régimen fascista de Trump y Pence, sobre cuál pacto social y gobernante más sirva a las necesidades del imperialismo hoy día. Lea un análisis relevante en: “El cierre del gobierno, la confrontación, y la urgente necesidad de una repolarización... para la revolución”, revcom.us, 7 de octubre de 2013.  [regresa]

2.  Doug Bock Clark, “Two Years After a Devastating Hurricane, a North Carolina Town Is Again at the Center of the Flood” [en inglés], New Yorker, 18 de septiembre de 2018.  [regresa]

3.  Lea “H. Inmigrantes, ciudadanía y asilo”, Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, pp. 62-65.  [regresa]

Las inundaciones y las tormentas, y sus consecuencias, a menudo causan sus mayores estragos en los pobres, los negros y los pueblos oprimidos, y en los inmigrantes. Una vista del río Cape Fear, Carolina del Norte, inundado por el huracán Florence, septiembre de 2018.

Las inundaciones y las tormentas, y sus consecuencias, a menudo causan sus mayores estragos en los pobres, los negros y los pueblos oprimidos, y en los inmigrantes. Una vista del río Cape Fear, Carolina del Norte, inundado por el huracán Florence, septiembre de 2018. (Foto: AP)

Las granjas porcinas en Lumberton, Carolina del Norte, permanecen inundadas después del paso del huracán Florence.

Las granjas porcinas en Lumberton, Carolina del Norte, permanecen inundadas después del paso del huracán Florence. (Foto: AP)

Los habitantes de Lumberton recorren las calles inundadas en busca de personas que necesitan ayuda.

Los habitantes de Lumberton recorren las calles inundadas en busca de personas que necesitan ayuda. A menudo, durante los desastres, muchas personas dejan de lado sus intereses individuales y acuden en ayuda de otros. Bajo el socialismo, este espíritu se potenciará y contará con dirección y apoyo del estado, de la vanguardia comunista revolucionaria y de otros elementos de la sociedad. (Foto: AP)

 

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