La vigilancia del Departamento de Policía de Los Ángeles queda al descubierto en las persecuciones políticas a los 11 de Los Ángeles

La policía secreta al acecho espía a Rechazar el Fascismo y al Club Revolución

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Queda al descubierto la verdadera naturaleza represiva de la fiscalía de Los Ángeles (LA) y el Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA) en el procesamiento de 11 miembros de Rechazar el Fascismo y el Club Revolución (los 11 de LA, o los LA11). Los LA11 enfrentan cargos criminales por una serie de protestas contra el régimen fascista de Trump y Pence. Estos procesamientos son una escalada en la criminalización de la protesta política y un salto en la represión estatal, y allanan el camino para el fascismo.

Los casos jurídicos acaban de comenzar, y lo que el descubrimiento de pruebas ya ha revelado es escandaloso: el DPLA utilizó a un informante para grabar ilegal y secretamente conversaciones privadas e incluso reuniones enteras de Rechazar el Fascismo; la policía en un campus de una universidad pública grabó en video y acechó al Club Revolución y otros grupos políticos que ejercían actividades políticas protegidas por la Primera Enmienda; y a los líderes los acusaron de cargos de “conspiración”, cargos que la fiscalía acaba de ser obligada a retirar.

El Estado argumenta que estos casos solo tienen que ver con manifestantes que “violan las leyes”. Pura mentira. De hecho, los propios archivos policiales (sus informes, grabaciones y fotografías) muestran que el Estado violó los derechos básicos de las personas con el propósito de criminalizar la protesta política.

El Estado usa estos casos para dar un ejemplo de lo que pasa cuando manifestantes dejan de actuar como un obediente movimiento de oposición insignificante. El Estado está tratando desesperada y peligrosamente de mantener a la gente contenida en los estrechos límites de lo que considera la protesta segura y aceptable. Pero lo que se debe procesar es a este sistema: su aparato represivo, cerdos policiales, fiscales y espías. Sirviendo a un régimen fascista ilegítimo, acosan, vigilan y criminalizan a personas que están actuando en interés de la humanidad. ¡Esto tiene que llegar a ser una gran cosa en la sociedad, desenmascarando la naturaleza de este sistema y demostrando la necesidad de la protesta decidida, con masas de personas acudiendo en ayuda de estos acusados valientes!

¿Quiénes son los LA11?

Los arrestos de los LA11 provienen de una serie de incidentes en los que miembros de Rechazar el Fascismo y el Club Revolución hacían o apoyaban la desobediencia civil no violenta y protestas que tuvieron lugar entre septiembre de 2017 y marzo de 2018. Estas acciones incluyeron sostener pancartas mientras bloquear la autopista 101 de Los Ángeles en dos ocasiones distintas, deteniendo el tráfico en hora punta para enviar el mensaje: “¡Trump y Pence tienen que marcharse!” (este grupo se llama los Freeway9, los 9 de la autopista). Otras protestas en estos casos tuvieron lugar en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), incluido un discurso en el campus del secretario del Tesoro Steve Mnuchin (estos se llaman los UCLA5)1.

Estas protestas, que se hicieron virales en las redes sociales, hicieron sonar la alarma sobre el régimen fascista de Trump y Pence y llamaron a millones de personas para que llenaran las calles en un decidido y sostenido movimiento masivo no violento para expulsar del poder a este régimen. Entre los acusados están revolucionarios, socialdemócratas, un veterano militar antiimperialista, estudiantes, artistas y otros.

La criminalidad del DPLA al descubierto

Los casos criminales contra los LA11 aún no han llegado a juicios en los que pueden defenderse ante un tribunal, pero los acusados ya exigen que el estado les entregue toda la evidencia que se está usando contra ellos. La pequeña cantidad de esa evidencia que sí se ha entregado revela dos cosas: un nivel peligroso de vigilancia política que constituye actividades ilegales de la policía y que el Estado está utilizando esta vigilancia y la posición política de los acusados como la base sobre la cual están persiguiendo a los LA11, haciendo ilegítimo todo el caso de la fiscalía.

Puntos clave para tener en cuenta:

* El papel de la división antiterrorista de mala fama del DPLA:

Los primeros informes policiales sobre los arrestos incluyen no solo los informes de investigación de la infame División de Delitos Mayores del DPLA, también conocida como la División Antiterrorista (ATD por las siglas en inglés), sino que dice que la ATD se hizo la autoridad dirigente de estas investigaciones, lo cual incluía dirigir al fiscal de la ciudad respecto a cuáles cargos debe presentar contra los 11.

¿Quién es la ATD? Un departamento que históricamente ha estado involucrado en la represión y supresión POLÍTICA. La ATD y sus predecesores tienen una historia sórdida del espionaje ilegal, el uso de informantes y policías encubiertos para identificar y atacar, encarcelar e intentar silenciar a aquellos que consideran en oposición política a las autoridades gobernantes.

Si, como afirman, esto se trata solamente de un cargo criminal de entrada ilegal o bloqueo del tráfico, ¿por qué no solo está involucrado la División Antiterrorista y de Delitos Mayores, sino que dicta cuáles cargos deben presentarse?

Porque no se trata de cargos criminales de bloquear el tráfico o interrumpir un evento; se trata de reprimir y silenciar a la oposición política.

* Un informante confidencial del DPLA:

La ATD envió un informante confidencial (en otras palabras, un espía) a las reuniones de Rechazar el Fascismo (RF) con el propósito de “recopilar información”.

Este informante grabó en secreto al menos cuatro reuniones de RF y conversaciones privadas con personas que asistieron a esas reuniones. En California, es ilegal grabar conversaciones sin el consentimiento de ambas partes. Los informes del informante incluyen el contenido de las discusiones políticas, los nombres de las personas en las reuniones, los diferentes roles que las personas desempeñan en RF, las conexiones personales entre las personas, los números de las placas de sus choches, y las metas de recaudación de fondos.

El DPLA admite que espía el activismo político que es protegido constitucionalmente: ¡grabando y documentando a las personas que ejercen lo que se supone que son derechos bajo la Primera Enmienda! ¿Qué tiene que ver lo que el informante documentó con la supuesta “actividad ilegal” de Rechazar el Fascismo? ¡Nada en absoluto! ¡Es claro que es una excusa falsa para justificar la supresión del disentimiento político!

* El PDUC acecha al Club Revolución en la UCLA:

El descubrimiento de pruebas también reveló un patrón de acechar al Club Revolución por parte del Departamento de Policía de la Universidad de California (PDUC). La UCLA es una institución pública que bajo la ley tiene que garantizar y proteger la expresión y los derechos protegidos por la constitución en el campus.

La evidencia que fue entregada en los casos de los UCLA5 incluía cintas de video, fotografías e informes sobre el Club Revolución en la UCLA cuando sus miembros participaban en protestas permitidas, estaban en eventos del campus o simplemente realizaban actividades de divulgación política en el campus. En el video grabado en un evento, la cámara se centra sistemáticamente en los rostros de los miembros del Club Revolución así como en los miembros de la Unión de Estudiantes Afrikanos (un grupo de estudiantes oficial), e incluso en personas que solo hablan con los miembros del Club Revolución.

La evidencia incluye un informe de seis páginas de un detective del PDUC que describe las actividades del Club Revolución durante más de dos meses en el campus, otra vez en protestas o aun cuando los miembros del Club Revolución simplemente repartían volantes y hablaban con los estudiantes en el campus sobre la revolución y el comunismo. El informe incluye el hecho de que en una ocasión el PDUC siguió a los organizadores y anotó el número de la placa del automóvil en el que se fueron.

¡La policía de una universidad pública acecha y espía al Club Revolución! Tienen tanto miedo de que este mensaje se conecte con los estudiantes, tanto miedo de las personas decididas a ponerse de pie en contra del régimen fascista como parte de esto, tanto miedo de que los estudiantes desborden los límites de lo que consideran la protesta “aceptable que acata las reglas”, ¡que la policía universitaria merodea al acecho del Club Revolución!

* Cargos de conspiración:

Además de presentar una serie de cargos criminales contra ellos que participaron en la desobediencia civil en la autopista, el fiscal de la ciudad también presentó cargos de delito menor de “conspiración criminal” contra dos de los líderes de Rechazar el Fascismo, Michelle Xai y Perry Hoberman.

Históricamente, se han utilizado los cargos de conspiración para perseguir a líderes políticos y criminalizar participación en organizar o a veces solo hablar de una protesta política de antemano.

En una victoria importante de esta semana pasada, el Estado se vio obligado a retirar los cargos de conspiración. Sin embargo, el hecho de que habían presentado estos cargos es otra demostración de la naturaleza política de estos ataques. Uno de los informes de la ATD muestra que querían presentar cargos de DELITO GRAVE (felony) de conspiración y que se habían comunicado al respecto con la Oficina del Fiscal del Condado de Los Ángeles (el responsable de procesar los casos de delitos graves). El detective de la ATD concluyó que “el uso de un delito menor de Entrada Ilegal Criminal para acusar a alguien por un delito grave de conspiración es contrario al espíritu de la ley en lo que respecta a las libertades de la Primera Enmienda. Por esta razón, yo pediría que se presente el cargo de Conspiración Criminal solo como un delito menor (misdemeanor)”.

Según las propias palabras del DPLA, las acciones en la autopista fueron actos políticos protegidos por la Primera Enmienda. Entonces, ¿cómo es que los cargos de conspiración de delito menor son menos contrarios al derecho a la protesta política que los cargos de conspiración de delito grave? Tonterías. Si bien hay una diferencia en la condena, ¡se supone que las libertades bajo la Primera Enmienda deben ser protegidas, no procesadas penalmente, no importa el nivel!

No existía ninguna justificación para estos cargos falsos en nada de lo que el Estado ha entregado, excepto el hecho de que Michelle y Perry son líderes bien conocidos de Rechazar el Fascismo. Esta es la razón por la que fueron perseguidos, y en su informe el Estado básicamente lo ha admitido.

El abogado de Michelle y Perry exigió que el DPLA le entregara información sobre el informante, incluida su identidad para poder llamarlo como testigo en los casos. El tribunal estuvo de acuerdo y ordenó que se entregaran estos archivos. En lugar de acatar la orden de la corte, lo que revelaría más detalles sobre este informante y el nivel de vigilancia política, ¡el fiscal de la ciudad retiró los cargos de conspiración contra Perry y Michelle!

Si bien esta constituye una victoria importante, los demás acusados exigen asimismo que se entregue esta información ya que es esencial para todos estos casos.

***

No están persiguiendo a los LA11 por “criminalidad”, sino que es una persecución política, y un procesamiento en base a su actividad política y afiliaciones políticas. ¡A los ojos de este sistema y sus secuaces, su verdadero “delito” es el de ponerse de pie en contra del régimen fascista de Trump y Pence!

Lo que todo esto demuestra es que la esencia de la llamada “libertad y democracia” de este sistema es el gobierno por medio de la dictadura brutal, la represión política por la fuerza. Esto se ve en toda la historia del asesinato, hostigamiento y vigilancia contra fuerzas que se han organizado para oponerse a este sistema. Incluye los ataques actuales al Club Revolución en Chicago y toda una historia de represión política contra Bob Avakian, el líder del Partido Comunista Revolucionario, además de una historia del uso por parte del DPLA de agentes encubiertos, espionaje ilegal y ataques y arrestos brutales del DPLA contra este movimiento para la revolución.

Si bien hay diferencias dentro de la clase dominante respecto a cómo ejercer esta dictadura, ahora concentradas en la lucha en la cúpula sobre el régimen de Trump y Pence, comparten una unidad sobre la necesidad de reprimir la protesta política significativa, y especialmente las fuerzas en pro de la revolución. Pero también se revela una profunda debilidad estratégica: su control del poder, su uso de la fuerza y la violencia es completamente ilegítimo y defiende un sistema anticuado e ilegítimo. No tienen ninguna respuesta fundamental a los horrores que su propio sistema genera, excepto más violencia y terror, y como resultado, temen profundamente a quienes representan un desafío para todo su sistema.

Lo que ahora se concentra en estos casos específicos (y lo que todos los que quieren un mundo mejor deben comprender) es si las personas podrán o no oponerse de manera significativa a este régimen fascista y al sistema en general. Hay mucho en juego aquí. ¿Podrán las personas actuar de manera que corresponda al peligro que enfrenta la humanidad sin ser suprimidas y criminalizadas?

Existe una necesidad y oportunidad real para que muchas personas, desde muchas perspectivas diferentes, participen en esta lucha, recauden fondos para la defensa legal y brinden a los acusados una plataforma para dar a conocer estos casos. Esto debe llegar a ser un gran debate en la sociedad, revelando aún más la ilegitimidad de estos procesamientos y la legitimidad de todos aquellos que ahora se ponen de pie en contra de los crímenes de este sistema, intensificados por este régimen fascista.

¡Todos aquellos que se preocupan por el futuro deben ponerse de pie en oposición a estos procesamientos escandalosos y exigir que retiren los cargos! ¡En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista!


1. 11 personas enfrentan cargos en casos que provienen de seis incidentes de detenciones. Algunos de los detenidos en la autopista también fueron detenidos en la UCLA. [regresa]

 

Las detenciones y los cargos posteriores por estos actos de protestas políticas son injustos e ilegítimos. Con un régimen fascista en el poder, que está destripando lo que supuestamente son derechos civiles y legales protegidos y que está gobernando mediante el terror abierto y la violencia, estas protestas no solo eran necesarias, sino que tenían razón. ¡Importaban como formas de desobediencia civil no violenta y, en un terreno político y legal cambiante, formas de discurso protegido!

NO es ilegal gritar “incendio” en un teatro lleno de gente SI HAY UN INCENDIO. Por decir lo menos, a lo que nos enfrentamos es, por analogía, un incendio de proporciones tan extremas que exige que las personas desafíen la protesta como de costumbre. El régimen de Trump y Pence está creando una teocracia, con la supremacía blanca abierta, la limpieza étnica, el genocidio, el despojo de los derechos básicos y esenciales de las mujeres, ataques a la ciencia y el conocimiento básico de la verdad... y como parte esencial de esto, la cerrazón a lo que son nuestras supuestas libertades civiles, el derecho a la palabra, la protesta y la libertad de prensa. Con las amenazas de una guerra nuclear y una destrucción ambiental aún más rápida, no es exagerado decir que este es un régimen que amenaza con destruir la civilización. (De El allanamiento del camino para el fascismo... La persecución siniestra e ilegítima de 11 miembros de Rechazar el Fascismo-Los Ángeles y del Club Revolución-Los Ángeles, revcom.us 3 de octubre de 2018).

En noviembre de 2017, cinco manifestantes despliegan una pancarta de #TrumpPenceMustGo (Trump y Pence tienen que marcharse) en la autopista 101 de Los Ángeles.

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Club Revolución-Los Ángeles

La pancarta dice: No es posible reformar este sistema — ¡Hay que DERROCARLO!

No! In the name of humanity, we refuse to accept a fascist America!

Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) es un movimiento de personas con diversas perspectivas, unidas en nuestro reconocimiento de que el Régimen de Trump y Pence representa un peligro catastrófico para la humanidad y el planeta y que es nuestra responsabilidad sacarlos del poder por medio de la protesta política no violenta masiva que crezca hasta que se cumpla nuestra demanda.

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¿Quién es la División de Delitos Mayores del LAPD, también conocida como la División Antiterrorista?

Un informe policial relacionado con el caso de los 9 de la Autopista revela que la División de Delitos Mayores del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) envió un informante confidencial a las reuniones de Rechazar el Fascismo para “recabar inteligencia” y grabar ilegalmente conversaciones sin el conocimiento de las personas con las que habló. La División de Delitos Mayores es parte de la Oficina de Contraterrorismo y Operaciones Especiales del LAPD.

Hay una historia larga, sórdida, y asesina, de espionaje ilegal de parte del LAPD contra una amplia gama de individuos y organizaciones progresistas, radicales y revolucionarios que se inició en la década de 1950. En ese entonces, fue parte de la respuesta del gobierno de Estados Unidos al apoyo e influencia política de la Unión Soviética. Durante las décadas desde ese entonces, de manera ilegal el LAPD ha espiado, infiltrado e intentado desbaratar a los grupos que llevaban a cabo actividades políticas protegidas por la Constitución estadounidense. En 1970, el LAPD estableció la División de Inteligencia del Desorden Público (PDID, por las siglas en inglés). Se divulgó que los agentes de la PDID se hicieron pasar por miembros estudiantiles de “grupos radicales” como Students for a Democratic Society (SDS, Estudiantes por una Sociedad Democrática) en la Universidad de California en Los Ángeles, así como grupos como el sindicato United Farmworkers (Trabajadores Agrícolas Unidos). Algún tiempo después, se descubrió que la PDID tenía más de 55.000 expedientes de inteligencia no solo sobre grupos radicales, sino decenas de miles de personas, desde figuras notables de Hollywood hasta periodistas, y que compartió estos registros con organizaciones derechistas. La Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos (ACLU) investigó las actividades ilegales de la PDID y descubrió a policías encubiertos que admitieron haber espiado ilegalmente a organizaciones políticas, incluido el Partido Comunista Revolucionario (PCR).

Veamos un resultado mortal de una de las operaciones ilegales de la PDID: En 1980, el comunista revolucionario Damián García junto con otros dos revolucionarios izaron la bandera roja sobre El Álamo en Texas, lo cual denunciaron como un símbolo de la conquista y dominación del imperialismo estadounidense. Veinte días después, Damián fue asesinado en un multifamiliar del Este de Los Ángeles mientras hacía trabajo revolucionario, impulsando el Primero de Mayo de 1980, por un individuo que declaró “odias al gobierno, yo soy el gobierno, tu bandera es roja, la mía es roja, blanca y azul”. Luego ese mismo individuo fue asesinado de forma misteriosa, lo que quizá fuera un encubrimiento. Más tarde se descubrió que en el momento del asesinato de Damián, un policía encubierto del LAPD estaba a menos de dos metros de Damián. Este mismo cerdo había escrito informes internos para el LAPD que habían identificado a Damián como su “blanco” asignado basado en la afiliación política de Damián con el PCR.

En 1983, a la luz de las revelaciones del espionaje ilegal del LAPD y su persecución específica a organizaciones políticas e individuos, se vieron obligados a disolver el PDID y crear una nueva división, la División Antiterrorista (ATD, por las siglas en inglés). Pero la ATD incorporó funciones esenciales de la PDID además de aumentar la vigilancia, especialmente el espionaje electrónico. Cuando era jefe del LAPD, el infame Darryl Gates manejaba una operación de espionaje político internacional. En 1992, el PCR encabezó una batalla política para clausurar un campo de concentración secreto del Servicio de Inmigración y Naturalización (el precursor de ICE) en Pico-Union, un barrio densamente poblado de centroamericanos. El LAPD atacó brutalmente y arrestó a 21 personas durante una serie de protestas. Durante el enjuiciamiento a estos 21 manifestantes, los cargos se retiraron cuando el LAPD se negó a entregar los nombres de todos los agentes de la ATD que quizá estuvieran presentes durante las manifestaciones, así como cualquier documento relacionado con la planeación de la ATD antes de las protestas. La ATD ahora se llama la División de Crímenes Mayores, misma que admite haber realizado espionaje policial ilegal a Rechazar el Fascismo en relación con los 9 de la Autopista.

 

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