Respuesta a la revista FEM
Esfuerzos por censurar a los revolucionarios en los espacios seguros del imperio
Tala Deloria, Club Revolución angelino
| Periódico Revolución | revcom.us
Después de que La Palabra el Miércoles (una función de micrófono abierto para poesía en la Universidad de California-Los Ángeles o UCLA) censuró el poema de un revolucionario, retamos a los asistentes a un debate sobre hacia dónde lleva el marco de la interseccionalidad. Los defensores de la interseccionalidad no asistieron al debate, pero una colaboradora para la revista FEM escribió un artículo sobre el incidente. Esta respuesta va con el objetivo de dar claridad a la contienda.
Lo que tenemos aquí son dos modelos opuestos en contienda. Uno tiene el objetivo de barrer con la opresión y la explotación por todo el planeta, y el otro tiene el objetivo de adjudicar las posiciones de las personas oprimidas dentro de este sistema —dictando quién es dueño de cuál opresión, y quién tiene el permiso de contar cuáles historias— lo que deja al mundo tal como es.
El problema, según esta colaboradora, es que los revolucionarios “colonizaron” su “espacio seguro” al leer un poema que trataba la violencia contra las mujeres a nivel mundial, y que un hombre blanco no debió leer ese poema porque él nunca ha experimentado el trauma que el poema describió.
Si aplicáramos este criterio, ¡ni siquiera tendrían el derecho de leer el poema las mujeres queer de color que viven en los países imperialistas! Según esta lógica, el poema hubiera requerido 23 autoras para ser legítimo y políticamente correcto. Esto es una farsa y cosas peores, porque el único resultado es que deja sin contar a las historias y experiencias de las personas en las naciones oprimidas. Qué conveniente lo es para este sistema cuando solo podemos hablar desde nuestra propia experiencia, sin salir cada quien de su carril para identificarse con aquellos por encima de los cuales estamos viviendo, cuando en vez de eso se censura a las personas que relatan sus historias en nombre de preservar un espacio seguro. Un “espacio seguro” que ustedes, por cierto, pueden labrarse DEBIDO a la posición imperialista de Estados Unidos en el mundo; un “espacio seguro” que, ante este incidente, ustedes impusieron ¡llamando a la fuerza represiva del estado, es decir, a los puercos (el Departamento de Policía de la Universidad de California)!
Además, si ustedes creen que lo que pasó en La Palabra fue “colonización”, hagan el favor de ir a estudiar lo que hicieron el rey Leopoldo y sus compinches al pueblo congoleño, lo que hizo Cortés en toda Latinoamérica, lo que hicieron los británicos en la India. Su comparación casi daba risa si no fuera tan insultante.
El que un hombre blanco sienta empatía y lea un poema sobre la violencia contra las mujeres no es violencia simplemente porque les provoque su punto de vista mezquino y les haga sentir incómodas. Comparar ESO con lo que Estados Unidos hace por todo el mundo —lanzar bombas con aviones no tripulados sobre bebés, usar la violación como un instrumento de guerra, saquear a la gente y al planeta en su carrera por riquezas y poder— trivializa la VERDADERA violencia colonial e imperialista. Únicamente podrían considerar eso una comparación legítima los que están empapados del chovinismo pro estadounidense. Así que, por favor, ¡dejen esas boludeces y hablen con seriedad!
Eso no significa que los artistas no deben tener espacios en que expresarse, pero hay que establecer diferentes normas aquí, e irónicamente, ¡la aplicación de su criterio significaría el fin del arte! Pónganse a pensar.
Si realmente queremos eliminar la opresión, necesitamos que TODOS alcen la voz sobre las experiencias de la gente del mundo. Debemos darles la bienvenida a todos los que quieran unirse a la lucha porque eso es lo que se requerirá para lograr liberarnos — unir a todos los que se pueda unir en un movimiento revolucionario para derrocar el sistema que impone las relaciones de amos y esclavos, explotadores y explotados, para superar esta dinámica de una vez para siempre.
El segundo hilo del argumento es que: “Únicamente la concepción del mundo de un hombre blanco podría elegir a las clases y al imperialismo con los únicos ejes relevantes de la opresión; únicamente un hombre blanco no podría entender que la raza, el género y la sexualidad son la materia prima para nuestras instituciones capitalistas y militaristas”.
Esta frase trafica con distorsiones que en el fondo descartan un entendimiento científico del problema como la concepción del mundo de un “hombre blanco”, lo que usted considera como el enemigo principal.
La realidad no es una compilación de narrativas, algunas de las cuales tienen dominio sobre otras. Vivimos en un sistema mundial del capitalismo-imperialismo que ha incorporado y hecho indispensables los antagonismos sociales preexistentes — la supremacía blanca, el patriarcado, etc. Eso es cierto no solamente con relación a la división entre los países oprimidos y los países imperialistas, sino también con relación a la opresión que este sistema inflige en Estados Unidos — la trayectoria genocida de la encarcelación en masa y el terror policial contra los negros, la satanización y persecución y encarcelación de los migrantes, y la lista sigue.
Estamos en la “escuela de Bob Avakian” porque, como parte de su avance rompedor en el pensamiento humano, él ha desarrollado un entendimiento científico de la relación entre estos antagonismos sociales y el modo de producción subyacente. No es que todo se reduzca a las clases como una identidad o una posición en la distribución de la riqueza en la sociedad — es ese capitalismo-imperialismo y su modo de producción subyacente el que tiene integrada en su funcionamiento la imposición violenta de la desigualdad opresiva, y continuará regenerando los antagonismos sociales y las ideas opresivas a escala mundial e impedirá que sea posible abolirlos a menos que por fin derroquemos el sistema.
No se puede obtener este entendimiento únicamente de las experiencias o de las "narrativas" de los pueblos oprimidos. Como dice nuestra polémica sobre la interseccionalidad: “Sin la ciencia y sin un enfoque científico para dar con las causas fundamentales, que es lo que hace falta para arrancar esto de raíz y establecer un sistema y una sociedad radicalmente diferentes, TODA resistencia y lucha son canalizadas de regreso al mismo sistema que es la fuente de esta opresión en primer lugar”.
La trauma es real, y se debe escuchar y hay que escuchar las historias y las experiencias de las personas oprimidas EN EL CONTEXTO de luchar por hacer una revolución y crear un estado radicalmente nuevo donde la gente tenga el derecho de dirigir la sociedad hacia la futura abolición de las clases y de todas las divisiones antagónicas entre los seres humanos en el mundo entero, y ¡no para “conseguir lo mío” ni alcanzar la cima de un mundo “concienciado”!
Eso me lleva a la pésima visión de la “revolución” que el artículo describe: “Creo que [mi visión de la revolución] se parece a unas personas queer de color que comparten poesía los miércoles por la noche. Muchas revoluciones pequeñas y hermosas”.
Me encanta la poesía, al igual que todo comunista auténtico, pero calificar de revolución a las lecturas de poesía por la gente queer de color no va más allá de utilizar su privilegio estadounidense para mantener al mundo tal como es. Usted labra un espacio seguro dentro del imperio y sobre la base de éste, y piensa que la cosa más radical que podemos hacer es “afirmar [nuestras] experiencias vividas como dignas de atención y validación en el discurso público”. Esta no es más que una mísera concepción del mundo con unos horizontes tan limitados que impiden que no vea más allá de este sistema.
Hay una salida de esta locura. Esto es lo que llevábamos a La Palabra ese día. Una estrategia para cómo podemos hacer una revolución real, que significa DERROCAR este sistema, enfrentar y derrotar a sus fuerzas de represión (las fuerzas armadas, la policía, etc.) cuando el momento sea apropiado. Estamos haciendo preparativos ahora para ese momento. Debido al trabajo que Avakian ha hecho, tenemos la estrategia para hacerle frente a esta bestia imperialista con una verdadera posibilidad de ganar, y tenemos una constitución que establece una base para una sociedad en el camino a la emancipación de toda la humanidad. Cualquier persona que realmente desea ser libre debe elevar la vista para entrarle a esto.
Por mi parte, tengo el honor de estar en la escuela de Bob Avakian.
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