Los fascistas están maniobrando para eliminar los derechos reproductivos…
pero ¿dónde está la lucha para defenderlos?

| revcom.us

 

La maternidad obligatoria es la esclavitud femenina.

Esta es lo que está al meollo de la lucha en torno al aborto, y el control de la natalidad, que ahora enfrenta a todas las mujeres y todas las personas que se preocupan por el tipo de mundo en el que vamos a vivir. Se libra una feroz batalla para hacer que una mitad de la humanidad sea subordinada a los mandatos de un sistema que consagra el patriarcado y la dominación.

Piénsenlo. ¿Qué dice acerca de este sistema el hecho de que las mujeres han tenido que luchar por la libertad y el derecho a decidir si tener o no tener un hijo, y que esto se ha convertido ahora en una lucha tan feroz? Este derecho básico está estrechamente vinculado a la degradación general y dominación patriarcal de la mujer que están profundamente arraigadas y son una parte integral de este sistema, y no es posible resolver esta cuestión básica mientras vivamos bajo este sistema. Si no hacemos una revolución para acabar con este sistema, esta lucha se tendrá que librar una y otra vez. Tenemos que hacer la revolución y reconocer este hecho como una fuerza que impulsa la revolución.

En este momento el derecho básico a elegir hacer un aborto, el derecho de una mujer a decidir si y cuándo ser madre, son el blanco de una embestida cada vez más intensa como parte de la consolidación general del régimen fascista de Trump y Pence. Varias leyes ya han obligado a mujeres a parir en contra de su voluntad, pero en este momento lo están dando todo para convertir estas leyes en la ley a nivel nacional. Las iniciativas judiciales con el fin de eliminar toda protección legal para que una mujer pueda controlar la reproducción, específicamente los preparativos para derogar Roe contra Wade1, se han intensificado en los últimos meses. Esto va de la mano con las ofensivas para fomentar la opinión pública de que el aborto es un asesinato, para establecer como verdad el falso concepto religioso de que la vida humana comienza con la concepción debido a un creador (Dios), y para meter esos criterios religiosos en las leyes que regulan las opciones de las mujeres.

En los tres primeros meses del año en curso, se han presentado 304 nuevos proyectos de ley en las legislaturas estatales que o imponen nuevas restricciones sobre el derecho al aborto o hacen que el aborto sea ilegal, y punto.

Éstos incluyen:

* Las llamadas “leyes del latido del corazón” que criminalizarían el aborto en cuanto se detecte un latido del corazón fetal, lo que podría ser tan temprano como a las seis semanas del embarazo. En lenguaje sencillo, esto quiere decir que aun antes de que una mujer tal vez supiera que está embarazada, un aborto legal y seguro ya no le sería una opción. Algunas de estas leyes podrían condenar a hasta 10 años de prisión tanto a la mujer como al proveedor del aborto, si se practicara un aborto luego de que se escuchara un latido fetal.

Solo en la semana pasada, ambas cámaras de la legislatura del estado de Georgia aprobaron una ley de este tipo, que ahora aguarda la firma del gobernador, quien ha dicho que sí la firmaría. Otros estados hacen lo mismo, y el gobernador de Misisipí acaba de firmar semejante ley en ese estado en el que sólo se queda una clínica de aborto.

* Las “trigger laws” (leyes de activación) en varios estados (incluidos Luisiana, Dakota del Norte, Arkansas e Iowa) prohíben totalmente el aborto y ya han sido adoptadas a pesar de que de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema de Roe contra Wade se consideran inconstitucionales. La idea es que podrían entrar en vigencia si la Corte Suprema decidiera un caso de tal manera que derogara Roe contra Wade.

* Se están aprobando una multitud de leyes que restringen el acceso al aborto, tanto para socavar las protecciones de Roe contra Wade estado por estado como con la esperanza de que una de estas leyes llegue a la Corte Suprema y sea la que derogue a Roe contra Wade, ya que el equilibrio de posturas en esa Corte se ha cambiado para oponerse al aborto desde que Trump nombró a Gorsuch y Kavanaugh.

* Amenaza con retirar fondos federales a la organización Planned Parenthood / Planificación Familiar para sus servicios de consulta sobre métodos anticonceptivos y de proporcionar medios médicos anticonceptivos, mientras también hacen abortos, a pesar de que bajo las restricciones actuales Planificación Familiar no usa fondos federales para abortos. Pero ahora Trump va a desviar $ 5.1 millones de fondos federales para Planificación Familiar a la organización sin fines de lucro Obria Group, cual organización se describe a sí misma como “dirigida por Dios” y recibe millones de dólares en financiación de grupos asociados con la Iglesia Católica, una de las instituciones más aferradas a la oposición al aborto y el control de la natalidad en Estados Unidos y todo el mundo.

En conjunto todo esto constituye un ataque multifacético con el fin explícito de obligar a las mujeres a tener hijos, lo quieran o no. Son parte de una ofensiva que comenzó hace más de 40 años, cuando la decisión de Roe contra Wade estableció el derecho constitucional de una mujer a elegir terminar un embarazo por cualquier motivo. Esa decisión desató un movimiento anti-aborto que ha sido alimentado por una doctrina religiosa reaccionaria sobre el papel de la mujer en la sociedad, de que ser madre es su papel más fundamental. Ahora el régimen de Trump y Pence ha dado a este movimiento un gran respaldo y una luz verde, con el apoyo del senador Mitch McConnell, y ha llenado a los tribunales de reaccionarios dementes determinados a criminalizar el aborto absolutamente, tanto en la Corte Suprema como en los tribunales inferiores2.

La maternidad obligatoria es la esclavitud femenina

La misoginia y la degradación de la mujer que subyacen la imposición de estas condiciones a todas las mujeres surgen del sistema en sí, pero durante décadas esa imposición ha sido un objetivo principal de los fundamentalistas cristianos, que ahora forman un pilar clave del régimen de Trump y Pence y son una parte importante de la base envalentonada de activistas fascistas que respalda a Trump — y a Pence.

El Partido Demócrata ha conciliado y ha concedido los términos de esta lucha, con sus declaraciones de que el aborto debe ser “seguro, legal y poco frecuente”, cediendo el terreno moral a aquellos que han estado a la ofensiva contra el derecho al aborto, incluidos los ataques a clínicas y el asesinato de proveedores de aborto. Este es un factor importante en cómo hemos llegado a la situación en que nos encontramos hoy.

Es muy indignante que estos límites y la prohibición absoluta del aborto obligarán a aquellas que han decidido que no quieren, o no pueden, continuar con su embarazo, a recurrir a formas peligrosas tratar de abortar el feto que crece dentro de su cuerpo. Pero también es el caso que si a cualquier mujer la falta la capacidad y el derecho legal de decidir si tendrá un hijo, sin importar las circunstancias —si le privan eso a cualquier mujer—, entonces todas las mujeres serán sujetas a ser relegadas a una categoría subordinada de ser humano — como objetos sexuales e incubadoras.

Este no es el mundo en el que queremos vivir, y hay que ponerle fin por medio de una revolución que logre la plena emancipación de la mujer como parte de la emancipación de toda la humanidad.

Las mujeres no son incubadoras... son plenos seres humanos.


1. La decisión de la Corte Suprema de 1973 Roe contra Wade legalizó el aborto en todo Estados Unidos al reconocer el derecho de las mujeres a la privacidad para decidir si tener o no un hijo hasta el tercer trimestre del embarazo. Antes de Roe contra Wade, miles de mujeres en Estados Unidos resultaron gravemente heridas o murieron cada año por abortos ilegales inseguros. Muchas otras se vieron obligadas a tener hijos que no querían. Roe contra Wade se decidió en el contexto de una lucha tenaz por parte de mujeres y otros durante la agitación social de los años sesenta y principios de los setenta, así como debido a los enormes cambios económicos y sociales que afectaban a la familia y el papel de la mujer.  [volver]

2. 25 de los 30 jueces de los tribunales de apelaciones nombrados por Trump están en la lista de la Sociedad Federalista ultra reaccionaria; el 85% de sus nombramientos a los tribunales de circuito son miembros de la Sociedad Federalista; 92 de los 177 nombramientos de jueces federales de Trump se han confirmado hasta ahora; en 5 de los 12 tribunales de circuito, ahora un 25% de jueces fueron nombrados por Trump.  [volver]

“La opresión de las mujeres y las relaciones opresivas de género” (en inglés)

Un corto de Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución
Un discurso de Bob Avakian

Vea el discurso completo, en inglés
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Vea también:

Una “ola” — ¿de hipérbole y delirio?
O lo que la humanidad necesita: ¡una revolución REAL!

A todos aquellos que han acudido a la Marcha de las Mujeres enojados y angustiados por lo que les está pasando a las mujeres y a los miles de millones de personas en todo el planeta...

Se les está manipulando. Esta marcha no los llevará a ninguna parte — al menos no los llevará a ninguna parte buena. No nos hace falta una “ola” que terminará por deslizar nuestra ira y deseo de luchar de vuelta hacia los límites del sistema el cual causa los problemas en primer lugar. Nos hace falta una revolución real.

Por todo el mundo, las mujeres aspiran a romper y liberarse de las cadenas de la dominación masculina. Exigen cada vez más ser tratadas como seres humanos plenos en cada esfera. No obstante, se les está haciendo retroceder forzosamente en todos los frentes, y aquellos que dicen que las representan las están engañando y desviando.

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