Con “el mundo en llamas”…
Millones de jóvenes marchan para exigir un futuro
| revcom.us
Durante todo el verano, las palabras en los labios de tantas personas fueron: “el mundo está en llamas”. No fue solamente poesía — incendios destructivos ardían en el Amazonas, en Indonesia y en Siberia. Unos se debían al cambio climático, y otros fueron muy directamente causados por capitalistas particulares impulsados a extender sus operaciones y facilitados por los gobiernos que les sirven y protegen. Con cada incendio la gente lloraba la destrucción de la vida y se sentía en los huesos que se les robaba grandes partes del futuro.
El 20 de septiembre, millones de jóvenes y otros en todos los continentes hicieron algo al respecto. Se salieron de las escuelas y marcharon por las calles con la exigencia del derecho a un futuro. En Estados Unidos, alumnos de preparatorias y secundarias especialmente, se lanzaron a las calles con letreros y pancartas hechos a mano, con sed de actuar y aprender. Lo hicieron con seriedad… y con exuberancia, con una sensación nuevamente descubierta de la fuerza potencial de su generación.
Muchos de estos jóvenes tienen una idea básica del alcance y la gravedad de la crisis ambiental, y otros cuentan con mucho más que eso: un entendimiento científico sobre su profundidad y amplitud y dinámicas. Están prendidos con el sentido de que los de arriba han fracasado catastróficamente y que su generación tiene que actuar con urgencia, hoy mismo, según sus convicciones. Se palpa la ira de una joven de secundaria, quien dijo: “Ustedes van a morir de viejo, nosotros del cambio climático”.
Estos jóvenes quieren conocer soluciones; una respuesta común al Club Revolución fue: “Tienen que venir a mi escuela, tienen que venir a mi clase”. A lo largo de las rutas de las marchas, y con entusiasmo, las personas hicieron suyos los coros del Club — coros que condenaban al sistema y llamaban a hacer la revolución, coros que justamente proclamaban: “La humanidad ante todo — ¡AL CARAJO sus fronteras!” Para muchas personas el día fue un inicio, y para algunas personas fue una continuación, de un proceso de descubrimiento… de aprender y de hacer… y de aprender más y de hacer más.
La desafiante posición que expresó Greta Thunberg primero, y luego expresada por millones de personas el viernes 20 de septiembre muestra parte del potencial de que la nueva generación puede desempeñar un papel importante para cambiar esta horrorosa trayectoria que se encuentra la humanidad. Unas personas tienen la sensación de que el futuro que nos espera, incluso en la mejor de las circunstancias y con los más profundos esfuerzos, será muy, pero muy difícil. Pero también hay una sensación de determinación a cambiar ese futuro.
En qué quedará todo esto, nadie sabe. Eso se determinará por medio de lucha — la lucha contra los de arriba y la lucha sobre el camino hacia adelante.
Es crítico que los revolucionarios sean parte del proceso de descubrimiento y resistencia de masas que ahora está en marcha, difundiendo y luchando por un entendimiento científico de la fuente del problema en este sistema, y la solución por medio de la revolución. Como presenciamos el viernes 20 de septiembre, la receptividad de sectores de estos jóvenes a la revolución fue palpable, al igual que su desafío y de no dejarse abrumar por “así funciona el mundo”. Están empezando a entrar a la vida política, y representan un importante sector de la base social de un movimiento de masas para una revolución real.
Nos incumbe llevarles a estos jóvenes los avances históricos que ha hecho Bob Avakian: la visión del futuro sintetizada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte; el camino adelante hacia el futuro, que se encuentra en las películas: Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución y ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor ES posible; y su método científico subyacente.
Los comunistas revolucionarios tienen que organizar a estos jóvenes en Clubs Revolución nuevos y existentes, con el 5-2-6, atraerlos e incorporarlos en el forcejeo con los problemas de la revolución, el trabajo en torno a ellos y cómo solucionarlos — poniendo lo que sí tenemos, y francamente poniendo lo que no tenemos y poniendo manos a la obra junto con ellos sobre lo que todavía no sabemos o lo que aún no tenemos, y lo que tenemos que solucionar.
En este momento un frente crítico de toda la lucha será el de trabajar juntos para ayudar a expulsar al régimen fascista de Trump y Pence — un régimen que, entre otras monumentales indignaciones, a diario acelera y empeora la destrucción ambiental que azota a la Tierra. Esto quiere decir expulsar a este régimen por medio de lucha sostenida, no violenta y de masas, crecer a millones de personas en las calles día tras día — y sin desperdiciar nuestras energías en el circo electoral sin salida que hoy nos están pregonando. El que esta lucha logre su objetivo afectará muchísimo el futuro de la humanidad, el curso de la revolución en sí y si siquiera habrá para esta generación un planeta habitable.
Se ha dado un inicio. Esto debe llenar de esperanza a la gente… y de una determinación de hacer lo que se necesita para hacer realidad esa esperanza.
Bob Avakian sobre el medio ambiente: ¿Por qué es que el problema NO es la avaricia como tal, y qué realmente hay que hacer para impedir una catástrofe?” (en inglés)
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Lea el texto de este corto en español aquí.
Movilizacion Mundial por el Clima en la Ciudad de Nueva York: Coreando con la Gira Nacional “Revolución”
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