Con la vibra de la Revolución en la huelga por el clima

De un miembro de la Gira Nacional “Revolución”

18 de diciembre de 2019 | revcom.us

 

La Gira “Revolución” fue a la Huelga Juvenil por el Clima encabezada por Fridays For Future [Los viernes por el futuro], Extinction Rebellion y otros grupos reformistas. Unos 300 jóvenes, principalmente alumnos de escuelas secundarias e intermedias (con algunos aún más jóvenes que venían con sus padres o compañeros de clase como grupo), y otros salieron a las calles para exigir “acción sobre el clima” y para presionar a los funcionarios del gobierno para que tomaran medidas para aliviar los peores efectos del cambio climático y colapso ecológico en marcha. Algunas de las reformas concretas que exigían eran una veeduría de civiles para revisar la legislación sobre el clima en la Ciudad de Nueva York. Nuestra pancarta, con la BEB [Basura Electoral Burguesa] por un lado y “No es posible reformar el sistema, hay que derrocarlo” por el otro, iba en contra de todo lo que se decía desde el escenario y en contra de las ideas espontáneas de los estudiantes.

Un hecho llamativo fue que el peligro catastrófico del fascismo no estaba en el radar de nadie ahí, hasta donde pudiéramos notar. En términos de lo que la gente pensaba que era la solución a la crisis actual, se trataba del Nuevo Acuerdo Verde. El marco dominante y prevaleciente en el que la gente hablaba y a través del que consideraba las cosas era el voto y el “proceso democrático”, lo que puede abarcar protestas, pero que no desafía de manera fundamental o derroca al sistema.

Desde el momento en que llegamos, a los estudiantes les interesaba conversar y forcejear con cosas. Algunos pensaron que debiera haber algún tipo de revolución. Algunos estaban metidos en el socialismo descentralizado y el socialismo democrático, pero tenían la mente abierta. Uno de ellos preguntó qué pasaría si Bernie [Sanders] fuera elegido [como presidente] y escogiera un gabinete entero. Planteamos el ejemplo de Salvador Allende, del que nunca habían oído hablar. Una joven citó a Bernie como una solución, y nosotros le respondimos con lo que realmente ha dicho sobre las fronteras y la inmigración, a lo que ella respondió: “Sólo dice lo que tiene que decir porque se está postulando”. Los estudiantes que asistieron tienen más libertad y pueden bregar con diferentes ideas. Los estudiantes de arte dijeron que las escuelas de arte son las peores porque están llenas de hijos de gente de Wall Street. Expresaron interés en que Joey Johnson hablara en su escuela.

La pancarta de la BEB con las caras de muchos políticos prominentes, tanto Trump y Pence como Bernie y AOC [Alexandria Ocasio-Cortez], suscitaba mucha polémica. Aunque a la mayoría de la gente no le gusta Trump, o hasta lo odian (no obstante, un puñado de ellos lo defendía), la mayoría de los jóvenes que vieron la pancarta se sintieron ofendidos a un nivel u otro por el hecho de que el último par, ¡estos “héroes progresistas”, estaban en la misma pancarta! Se puede decir con seguridad que esto armó un gran revuelo y controversia, mucha gente se preguntaba en voz alta, “¿¿¿A favor de quiénes están, pues???” El socialismo democrático era una gran tendencia entre los jóvenes ahí, y un par de jóvenes anarquistas repartían volantes que parecían que habían hecho para promover sus ideas de anarquismo y lo que significaba. Cuando las masas corearan consignas a favor del “Nuevo Acuerdo Verde”, lo desafiaríamos fuertemente, haciendo agitación con contenido acerca de por qué eso no es una solución, y que no desmantela las fuerzas armadas de Estados Unidos, el mayor consumidor institucional de petróleo del mundo, por ejemplo, ni se ocupa del desequilibrio entre los países del mundo. Para ser franco, había mucho chovinismo pro estadounidense por ahí, y nosotros salimos dándole duro, coreando “LA HUMANIDAD ANTE TODO, Y NO ESTADOS UNIDOS ANTE TODO”, lo cual muchas personas asumieron, de hecho (con razón) muchas de ellas agregaron: “LA HUMANIDAD Y EL PLANETA”.

Después de la marcha hubo oradores de varias organizaciones, así como políticos demócratas, el más destacado de ellos era [el senador y dirigente demócrata] Chuck Schumer. Cuando nos dimos cuenta de que era Schumer quien hablaba, nos apresuramos a ver si podíamos interrumpirlo. Uno de nosotros terminó gritando: “¡Chuck Schumer, eres pura basura!” y lo condenó por colaborar con Trump, financiar la seguridad fronteriza y negarse a llamar a la gente a las calles contra Trump, e incluso negarse a llamarle fascista a Trump. Aun sin nuestro sonido amplificado, esta interrupción captó la atención de la gente, aunque la mayoría de la gente no la escuchara. Una nueva persona que acaba de unirse al Club Revolución se unió a nosotros para la última parte la manifestación, y también se metió en la interrupción, gritando: “¡Jódase, Chuck Schumer!” Antes de esto, uno de nosotros había salido con él para volantear entre la multitud con materiales para la próxima reunión del Club Revolución y la protesta ¡FUERA YA! del día 14, y aunque al principio era tímido, se metió en este ritmo de hablar de manera muy directa con insistencia en que la gente tuviera que asistir [a la protesta del 14]. Luego, al hacer un resumen con él, sintió que no captaba suficientemente lo que realmente es el fascismo, y más tarde le mostramos los pasajes que se han publicado en revcom.us que se basan en varias obras recientes de Bob Avakian acerca de esta cuestión.

A pesar de que la mayoría de la gente realmente no buscaba una revolución real como la solución a la crisis climática, sí encontramos a muchos que estaban dispuestos a discutirla, y algunos de ellos con mucha receptividad. Algunos estaban muy entusiasmados pero tímidos; todavía definiendo sus ideas sobre las cosas. Con mucho éramos las personas más radicales ahí, lo que suscitó mucha contienda con algunos de los organizadores que claramente para nada nos querían cerca de “su evento”. Es bien probable que esto afectara a los jóvenes también, y quizá eso causara que a varios de ellos no les gustara nuestra presencia. Se veía muy pero muy poca rebeldía, quizás irónicamente.

Hicimos un par de entrevistas, una a una periodista que expresó un genuino interés en ¡FUERA YA! y la Revolución (acudió al día siguiente a la protesta en el metro y participó con nosotros todo el día). Vive en El Bronx y hace trabajo como periodista independiente para poner al descubierto el papel de Estados Unidos en el resto del mundo, con cierta concentración en África. Hace informes sobre lo que está sucediendo en El Congo, donde manifestantes han desaparecido. Dijo que hay revoluciones en marcha en África, y es una pena que no esté en Estados Unidos. Cree que es porque la gente no ve la conexión más grande con lo que está pasando. Leyó atentamente el 5-2-6 y está interesada en asistir a la reunión del Club.

En general, sentimos que esto fue positivo, como al retar a la gente a que se afilie al Club Revolución sobre la base de los criterios indicados establecidos en el 5-2-6 y un estudio y apreciación serios de BA. Aunque muchos ejemplos de eso eran iniciales, se forjaron ciertas cosas ese día con una importancia en calidad, si no en escala. Saturamos la multitud con nuestros materiales, incluidas las pegatinas de ¡FUERA YA!, las que siguen siendo muy populares. No logramos activar en el acto a enormes cantidades de personas para que se nos unieran, pero nuestra presencia atrajo a los radicales y avanzados, en oposición a que nos rechazaran de plano, y a algunos los alistamos muy directamente y tenemos sus datos de contacto. Un puñado de ellos parece tener seriedad acerca de asistir a la próxima reunión del Club, lo que será en un sentido real una introducción a esta organización y a quién es BA.

El Club Revolución en la Huelga por el Clima en la Ciudad de Nueva York