Imágenes y voces de los voluntarios ¡FUERA YA! en Washington, D.C.
Primera semana

Un voluntario apuntó esta reflexión:

Si alguna vez hubiera un momento para protestar, éste lo será. Un periodista de Suiza le dijo a uno de nuestros voluntarios: “¿La gente de este país sabe lo que está pasando? ¡Están enjuiciando a su presidente! ¿Dónde está toda la gente?” Al contarle esto a mi conductor de Uber, resonó con él: “Me da vergüenza viajar a otro país porque la gente me pregunta, ¿qué está pasando en Estados Unidos? ¿Por qué la gente está dejando que pase esto?”.

Ayer, miles de personas se volcaron a las calles para la Marcha de las Mujeres en DC y por todo el país. Aunque las multitudes fueron menores que en años anteriores, los asistentes sí tenían un deseo profundamente sentido de ver que Trump sea sacado del poder. Yo iba en un autobús desde Nueva York para unirme a la Marcha de las Mujeres. El viaje en sí fue transformador para la gente nueva que nos venía conociendo. Unas personas empezaron preguntándose por qué no había más gente en DC, pero realmente se convirtieron en parte de una fuerza que conscientemente está trabajando para cambiar esa situación y se sumaron al movimiento ¡FUERA YA!

En la Marcha de las Mujeres ahí impactamos a miles de personas. Personas de diferentes partes de Estados Unidos se unieron al contingente ¡FUERA YA! en el acto, enarbolaron pancartas, repartieron montones de calcomanías y volantes, recaudaron fondos, compraron gorras y playeras y corearon nuestras consignas con mucha pasión. Cuando coreábamos: “Trump-Pence ¡FUERA YA! ¡PERO YA!”, la gente realmente se conectaba con el “¡PERO YA!”.

Pero aún pende la pregunta: ¿ésta será otra ocasión en la que la gente protesta y luego vuelve a la actividad de costumbre? ¿O con esfuerzos lograremos que crecientes números de personas vean la necesidad de luchar en este momento por el calibre de protestas sostenidas, no violentas, recurrentes y crecientes que podrían sacar del poder al régimen en su conjunto? Esa es la misión del Movimiento ¡FUERA YA! y eso es lo que llevamos a la marcha, lo que vamos a permanecer en DC para difundir y lo que estamos luchando por impulsar en todo Estados Unidos.

Nos encontramos ante una encrucijada crucial y lo que hagamos ahora podría determinar el futuro. Hace un par de noches nos enteramos de que el lunes 20 de enero, en Richmond, Virginia, se congregarán partidarios fuertemente armados de la NRA (Asociación Nacional del Rifle), supremacistas blancos y fascistas declarados, para un mitin supuestamente en defensa del “derecho de portar armas”. Se han hecho amenazas contra dirigentes del Partido Democrático y se ha clamado por una “guerra entre razas”. La Gira “Revolución” está en camino a Virginia para ponerse de pie contra esto y llamar a un futuro completamente diferente.

Al iniciarse el juicio contra Trump, recorrimos DC llamando a la gente a acudir al Capitolio. Un joven voluntario de Cleveland escribió esto:

Soy de Cleveland, Ohio.

Emprendí un viaje de 16 horas para estar aquí durante el juicio en el Senado. 

Lo hice porque ojos están puestos sobre DC. Estamos viviendo un momento toral de la historia. Y tuve que decidir.

¿Reconozco la importancia de tomar acción en este momento a fin de ponerme de pie por mis creencias en el futuro de la humanidad y de condenar a este régimen fascista precisamente por lo que es?

¿O seguiré la actividad de costumbre y me haré de la vista gorda ante la enorme amenaza que enfrentamos? ¿Seguiré fingiendo que todo está bien de modo que yo pueda despertar cómodo con una sensación falsa de seguridad — por ahora? ¿Podré fingir que tengo fe en algún proceso democrático para detener y revocar el terror que el chovinismo pro estadounidense ha promovido?

¿Podré ignorar los crímenes contra las comunidades marginadas a lo largo de Estados Unidos? ¿Podré ignorar la horripilante crueldad de niños que mueren en jaulas? ¿De su separación de sus seres queridos? ¿Podré ignorar la agenda odiosa, racista, sexista y violenta de Trump y su régimen?

¿Podré seguir sin hacer nada y podré dejar que evisceren nuestro poder? ¿Podré ser complaciente?

No. No podré hacer eso.

Estos son tiempos para ponerse de pie. Colectivamente, nosotros el pueblo haremos que nos oigan.

A conseguir que el régimen fascista de Trump y Pence sea sacado FUERA YA. Depende de nosotros.

En el pasado he sido apático. Abrumado por el dolor de esta existencia y eligiendo enterrarme la cabeza en la arena. En la ficción. Cifrando mi fe en distracciones y mi esperanza ciega en que otros se encarguen de esto.

Pero la historia de la opresión y la revolución nos ha enseñado que solo podemos apoyarnos en nosotros mismos.

Les estamos pidiendo que salgan a acompañarnos. Que se sumen a nuestro movimiento para exigir la destitución del régimen fascista de Trump y Pence.

Exijamos un futuro mejor para todos. Tomen partido con nosotros.

Hagan que su voz se oiga. Están decidiendo de qué lado de la historia están.

Cada día tienen un papel en decidir lo que el futuro deparará para ustedes mismos y sus compañeros seres humanos, a lo largo de Estados Unidos y el mundo.

No dejen que se pierda esta oportunidad. No sean simples espectadores. Hagan lo que saben que es justo.

Mientras tanto, los republicanos del Senado trucaron las reglas para el juicio y bloquearon toda iniciativa de los demócratas de conseguir documentos y testigos. Uno de los voluntarios en DC escribió esto:

Soy organizador de Rechazar el Fascismo de Los Ángeles, pero les estoy escribiendo ¡desde Washington!

Ya llevó en el terreno aquí desde el 14 de enero. Me ofrecí de voluntario para ayudar a construir el movimiento ¡FUERA YA! durante este momento crítico no solo en la historia de esta nación, sino de la historia mundial. El régimen fascista de Trump y Pence representa una amenaza catastrófica para toda la humanidad y el planeta mismo. El presidente fascista racista agarra-conchas ha sido impugnado y ahora está bajo juicio ante el Senado donde podría ser condenado y destituido. Hay que aprehender este momento. No podemos dejar que esta farsa de juicio siga adelante a todo vapor sin admitir pruebas o testigos.

Ayer, 23 senadores abandonaron la sala durante los alegatos de apertura. Ese es tan sólo un ejemplo de que los republicanos no están cumpliendo con el proceso judicial. Antes de eso, no cumplieron con las citaciones para comparecer. ¿Cómo podemos confiar tan sólo en el proceso judicial? Trump y su equipo de defensa alegan que el juicio político tiene que ver con revocar los resultados de las elecciones, y manipular las elecciones de 2020, ¡cuando en efecto los están juzgando precisamente por haber hecho eso!

Hoy mismo los ojos del mundo están sobre DC. ¡Qué tanto importaría si existiera un movimiento de personas que protestara en las calles todos los días que durara el juicio a Trump, con la demanda de un juicio justo, con la demanda de que el Senado considere todas las pruebas y testimonios, con la demanda Trump-Pence ¡FUERA YA! No me digan que no importaría colmar las calles del Capitolio con protestas.

Un núcleo de nosotros ha viajado desde diferentes partes de Estados Unidos para movilizar a la gente ahí en las calles. Personas que han puesto su vida habitual en suspenso y están haciendo sacrificios no solo para propagar la demanda ¡FUERA YA! sino para ¡GANAR! Pero no lo podemos hacer solos.

Un profesor universitario canceló clases y se nos unió en nuestras protestas diarias fuera de la sede del Senado donde se lleva a cabo el juicio, y mandó este mensaje a sus estudiantes:

Estamos viviendo un momento singular y crítico en la historia de Estados Unidos: Están juzgando al presidente de Estados Unidos por Abuso de Poder y Obstruccionismo contra el Congreso. Mañana viajaré al Capitolio en DC para protestar y ponerme de pie por la democracia, la justicia, la verdad, el estado de derecho y los valores morales de la Constitución de Estados Unidos. Por tanto, no habrá clases el martes 21 de enero.

Creo que, para mí, esto es la cosa correcta que tengo que hacer, y corresponde a los mejores intereses de largo plazo de todos mis alumnos, a pesar del impacto adverso en el curso a corto plazo que podría tener la cancelación de clases. Además, no puedo, con la conciencia tranquila, estar de pie ante ustedes para dar clases mientras descuido esta responsabilidad ética.

Trump es el primer presidente jamás que haya hablado en la “Marcha Por la Vida”, también conocida como la Marcha Por la Maternidad Obligatoria.

Dos voluntarias describen la repugnante escena:

Llegamos al mitin donde iba a hablar Trump, y escuchamos a la banda de apertura decir que Estados Unidos tiene suerte de tener a un presidente que se preocupa por los bebes no nacidos. ¿Por qué no sorprende que Trump no tenga ningún problema en hablar ante este mitin? Porque el patriarcado de Trump va de la mano con el patriarcado de Pence y los “pro-vida”. No tienen ningún problema con mantenerse al lado de Trump — aunque Trump no es muy del agrado de algunos, no obstante pueden seguir apoyándolo porque él está dispuesto a revocar totalmente el derecho de la mujer al aborto e incluso a los anticonceptivos, y ya ha hecho muchos avances al respecto. De lo que todos ellos pueden estar de acuerdo es de la esclavización de las mujeres.

Trump necesita a una base rabiosa, a los defensores del fin de los tiempos, a quienes les valen un comino el futuro de la humanidad y las generaciones del futuro. “Trump quiere la panza con bebé” fue un coro que los jóvenes asumían, tan asquerosamente misógino. Gigantesca mantas con un masivo contingente que decían: “tradición, familia, propiedad”. Se parecían a los cruzados de la Edad de las Tinieblas. Montones de jóvenes adoctrinados. Todos los cuales desfilaban y coreaban a favor de un mundo el que obliga a las mujeres a tener hijos en contra de su voluntad. Cuando hacíamos agitación sobre las fanfarronadas de Trump de agarrar a las mujeres por la concha, la multitud coreaba y gritaba: Trump 2020.