Trump sobre Google y el coronavirus:
Regando mentiras e ignorancia

| revcom.us

 

El 13 de marzo Trump anunció que Google “está ayudando a desarrollar un sitio web, que se va a montar muy rápidamente, a diferencia de sitios web del pasado, para determinar si se justifica una prueba [por el coronavirus] y para facilitar las pruebas en un cercano lugar conveniente”. Trump dijo: “Google tiene a 1.700 ingenieros trabajando en este proyecto en este momento. Han hecho enormes avances”.

Cada palabra suya es falsa. Trump respondía a la indignación totalmente justificada de que no se estaban realizando pruebas por la Covid-19 a nivel nacional inventando y transmitiendo una mentira total y directa. Un día después del anuncio de Trump, Verily, una subsidiaria de Google (no el propio Google), dijo que estaba desarrollando una herramienta en línea para ayudar a clasificar a las personas para las pruebas de la Covid-19, pero que se encontraba tan sólo en las primeras etapas de desarrollo, y que el plan era implementarlo únicamente en el Área de la Bahía de San Francisco y luego expandirlo “con el paso del tiempo”.

En otras palabras, Trump había metido varias mentiras en una sola oración: No fue Google; no se iba a “montar muy rápidamente”; y que no iba a estar disponible para todas las personas en Estados Unidos la que lo necesitaban. Verily también dijo que “no tiene un cronograma para su implementación a nivel nacional”.

¿Y dónde se originó la afirmación de “1.700 ingenieros”? Como el New York Times informó:Los 1.700 ingenieros a los cuales mencionó el Sr. Trump en realidad eran solamente unos empleados de Google que dijeron un día antes que estarían encantados de ofrecer su tiempo para el proyecto si fuera necesario”. Trump tergiversó descaradamente las buenas intenciones y el deseo de las personas de contribuir a esfuerzos por detener la propagación de este virus mortal, al servicio de su propio programa fascista odioso basado en mentiras”.

Una epistemología fascista: las mentiras y el daño que se ha hecho

Crear la capacidad de hacerles pruebas a enormes cantidades de personas para la Covid-19 es una de las formas más importantes de determinar el impacto social de este virus y la trayectoria de su desarrollo, a fin de poder responder mejor y reducirlo. Las pruebas son vitales para los médicos y profesionales de la salud que trabajan incansablemente para lidiar con este contagio y, por supuesto, para las decenas de millones de personas que quizá estén infectadas. Las mentiras de Trump hacen muchísimo daño. Crean incertidumbre para los pacientes y los médicos, y aumentan las esperanzas de que una prueba esté disponible cuando, de hecho, para la inmensa mayoría de las personas no lo está.

La mentira de Trump sobre el sitio inexistente de Google es una de las veintenas de mentiras que ha contado. Entre ellas: la idea de que la enfermedad no es peor que los diferentes tipos de gripe que afectan a la gente cada año1; su escandalosa afirmación de que el coronavirus es una patraña perpetrada por el Partido Demócrata y los medios de comunicación liberales para arruinar la bolsa de valores y descarrilar su presidencia2; su afirmación racista y xenófoba de que la Covid-19 es un “virus extranjero”3; su negativa a asumir responsabilidad por los recortes a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y su disolución del equipo de seguridad sanitaria mundial4; su afirmación de que nuevos respiradores mecánicos (dispositivos que ayudan a las personas a respirar) vienen en camino5; sus ataques al por mayor contra la ciencia y los científicos; su afirmación de que no tiene “ninguna responsabilidad” por ninguna de las enormes deficiencias en la respuesta de su régimen fascista a este virus6.

La epistemología se refiere a la teoría del conocimiento: cómo las personas abordan la realidad y determinan lo que es cierto. Trump rechaza y niega la ciencia, es decir, el estudio de la realidad objetiva y mediante ese proceso de llegar a conocer los patrones y dinámicas subyacentes de esa realidad.

En cambio, promueve su epistemología fascista: que lo que sirve a los intereses inmediatos de su régimen es cierto; que el propio Trump nunca se ha equivocado (cuando refutan sus mentiras, niega haberlas dicho en primer lugar); y que todo lo negativo que quizá se presente se origina en una conjura de “enemigos” estadounidenses o extranjeros. Estas mentiras contribuyen a unificar a sus seguidores fascistas mientras ponen en riesgo la vida de millones de personas.

Este régimen es un peligro directo e inmediato para la humanidad.

 


1. El 26 de febrero, Trump dijo: “Se trata de una gripe. Se parece a una gripe”. Muchas personas sí se mueren a causa de la gripe cada año, muchas de ellas debido a medidas preventivas y tratamientos inadecuados en Estados Unidos y en todo el mundo. A Trump ellos tampoco no le importan un bledo. Pero el virus que causa la Covid-19 tiene el potencial de ser mucho más devastador. Definitivamente no se parece solamente a una gripe de temporada. [volver]

2. “Los medios de comunicación falsos y su socio, el Partido Demócrata, están haciendo todo a su alcance semi-considerable (¡solía ser más grande!) para agravar la situación del CoronaVirus, mucho más allá de lo que los hechos justificarían”, tuiteó Trump el 9 de marzo. Trump y sus secuaces fascistas han pasado semanas negando la realidad de la amenaza de una epidemia global planteada por la Covid-19, y afirmando que cualquier intento de llamar la atención sobre eso era trabajo de personas decididas a socavar su autoridad. En realidad, Estados Unidos ha hecho pésimos esfuerzos por identificar el virus y tomar medidas para impedir su propagación, y tiene una deplorable falta de preparación para hacer frente a brotes masivos de la Covid-19. [volver]

3. En su discurso televisado del 11 de marzo, Trump dijo que su régimen está liderando “el esfuerzo más agresivo e integral para enfrentar un virus extranjero en la historia moderna”. Otros fascistas de peso como el secretario de Estado Mike Pompeo y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy se han referido a la Covid-19 como el “virus de Wuhan” o el “virus de China”. Su lenguaje deliberadamente odioso e inflamatorio no tiene fundamento y no es científico, y su propósito es azuzar el odio y el temor hacia China, los chinos y los asiáticos en general. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado un protocolo para asignar nombres a nuevas enfermedades y virus que emergen que no se refieren a lugares — eso no sólo es más científicamente exacto, sino que se reduce la probabilidad de estigmatizar, sobre la base de la ignorancia, a países y nacionalidades enteros de pueblos. [volver]

4. En mayo de 2018, Trump ordenó que su asesor de seguridad nacional de ese entonces, John Bolton, disolviera el equipo global de seguridad sanitaria del gobierno. La semana pasada, cuando una periodista le preguntó a Trump por qué hizo eso, él respondió: “Nada más pienso que esa es una pregunta fea. Cuando usted me dice eso, pues yo no lo hice. Quiero decir, usted dice que hicimos eso. No sé nada al respecto”. De hecho, tan sólo un mes antes de eso, cuando se le preguntó a Trump acerca de sus “enormes recortes” a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el Instituto Nacional de Salud y la Organización Mundial de la Salud, se jactó: “Soy un hombre de negocios. No me late tener a miles de personas trabajando a mi alrededor cuando no son necesarias”. [volver]

5. Los respiradores son máquinas que ayudan a respirar a las personas con deficiencias respiratorias extremas y son cruciales para el tratamiento de personas con infecciones graves por la Covid-19. Trump dijo el 13 de marzo que su régimen está “en el proceso... de hacer un pedido de una gran cantidad de respiradores por si acaso”. Ese mismo día, la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos publicó un informe que concluye que en Estados Unidos, los respiradores existentes, los que se encuentran en existencias de emergencia, y las máquinas más antiguas en bodegas, suman alrededor de 200.000 máquinas. La Asociación Nacional de Hospitales concluye que, en algunos escenarios, más de 900.000 personas podrían necesitar un respirador. Se necesitaría más de un año de producción a gran escala, la que no está en marcha, para satisfacer esa demanda. También hay una escasez de personal capacitado para operar las máquinas y monitorear a los pacientes con respiradores. [volver]

6. El 13 de marzo un periodista le preguntó Trump sobre su rol en el terriblemente bajo número de kits de prueba disponibles en Estados Unidos. Su respuesta: “No asumo ninguna responsabilidad en absoluto”. Estados Unidos tiene una capacidad criminalmente pequeña para hacerles pruebas a las personas por la Covid-19. Las personas desesperadamente enfermas tienen innumerables historias de horror sobre su dificultad o incapacidad para que se les practique una prueba. El resumen basado en la evidencia de qué tan ampliamente se ha propagado el virus, y por eso de las formas de actuar para detener esa proliferación, depende en gran medida de practicar pruebas masivamente. El 14 de marzo el diario Los Angeles Times informó que Corea del Sur había estado haciendo un promedio de pruebas a 12.000 personas al día para la Covid-19, “cerca de la misma cantidad que Estados Unidos ha logrado hacer durante las últimas dos semanas”. [volver]

Para reproducir y distribuir el folleto de citas, descárguelo aquí:


Lea el texto de la película en español.
Vea unos cortos y las preguntas y respuestas de esta película en inglés.

 

 

 

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