2.3 millones de presos y detenidos atrapados en “placa de Petri” para el coronavirus

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Las cárceles de Amerikkka: Al borde de convertirse en campos de la muerte

Estados Unidos encarcela a casi 2.3 millones de personas en unas 7.000 prisiones, cárceles y centros de detención1. Aproximadamente el 60% son negros y latinos.

Más de 300.000 de los encarcelados están acusados de delitos no violentos sin haber sido condenados a nada, y sólo están en la cárcel porque son demasiado pobres para pagar la fianza mientras esperan el juicio. Cientos de miles más están encarcelados por posesión de drogas, o por crímenes tan insignificantes como entrar en lugar prohibido, prostitución u orinar en público. Decenas de miles de estos fueron tratados de modo injusto por el sistema de IN-justicia de Estados Unidos o están cumpliendo sentencias bárbaramente largas bajo leyes de “sentencia mínima obligatoria”. Otros 40.000 - 50.000 son inmigrantes detenidos por el “crimen” de huir de la violencia y la persecución en sus países de origen y buscar asilo en Estados Unidos2.

Estados Unidos a menudo señala a países como China, Irán y Corea del Norte como regímenes represivos, y sí lo son. Pero Estados Unidos encarcela a 400.000 personas más que China (su “competidor” más cercano), a pesar de que China tiene una población casi cuatro veces más grande3. Con cerca del 4% de la población mundial, ¡Estados Unidos tiene el 22% de los presos del mundo!

Ahora, puede que muchos miles de presos sufran una pena de muerte de facto a medida que el coronavirus propaga por todo Estados Unidos.

El coronavirus empieza a atravesar el sistema de prisiones, cebándose del hacinamiento y de otras condiciones bárbaras y cobrando un precio caro a una población que está mucho más grave de salud y por tanto más vulnerable al virus que la población “libre”4.

Las personas de la tercera edad son la población de presos que más rápido crece5 ,6 . Los presos son predominantemente pobres7, muchos sin techo8 , lo que los hace vulnerables a enfermedades como la diabetes y la hipertensión. De hecho, cerca del 40 por ciento de todos los presos reportan tener una condición médica crónica9. Ser mayor y/o estar ya enfermo son los dos factores más importantes que conducen a la muerte por la Covid-19.

El primer brote grave ya está surgiendo en el infame sistema carcelario de Rikers Island en Nueva York, donde por lo menos 231 presos y 223 guardias están infectados, y están ocupadas todas las 88 camas del único pabellón de enfermedades infecciosas, el que no cuenta con respiradores para los presos10 . Por lo menos dos miembros del personal han muerto11; unos presos informaron que vieron a “una guardia [que] empezó a toser, las mejillas se la enrojecieron y se cayó al piso”12, 13.

Los brotes están ocurriendo a través de Estados Unidos.

En California, las pruebas iniciales de Covid-19 encontraron el coronavirus entre 22 empleados de la prisión y 10 presos en 10 prisiones diferentes. Cientos de otros empleados de la prisión tienen fiebre pero no se les ha hecho la prueba de Covid-1914. En la cárcel del condado de Cook (Chicago), al menos 100 presos y dos empleados han dado positivo. En el sistema penitenciario federal, al menos 91 presos y 50 empleados han dado positivo, y al menos siete han muerto15. También hay brotes en centros de detención de menores y en campos de detención de inmigrantes (aunque sabemos menos de lo que les pasa a los inmigrantes debido a las condiciones aisladas de muchos centros de detención y a la falta de información honesta del ICE).

Si estos números parecen ser pequeños, recuerden que la primera muerte por Covid-19 en el estado de Nueva York ocurrió hace aproximadamente un mes, ¡y hoy Nueva York tiene más de 122.000 casos con más de 4.100 víctimas muertas!

Las cárceles, prisiones y centros de detención de Estados Unidos: Un ambiente propicio para las epidemias

Para los seres humanos las condiciones en las cárceles y prisiones son horripilantes, pero para el coronavirus son muy receptoras. El distanciamiento social es imposible. Por lo general los presos duermen en grandes dormitorios. Un ex preso de Rikers dijo que “50 hombres comparten un dormitorio”, tiene espacio entre ellos de 18 a 24 pulgadas [45 a 60 centímetros], “40-50 reclusos [comparten] el mismo inodoro” y 3 teléfonos. Otros dijeron que “heces estaban en las paredes de unas celdas y dormitorios”, y que en los comedores apiñados “algunas de las mesas tienen restos de comidas anteriores”16.

El hacinamiento es un gran problema. Las prisiones de California operan actualmente al 134% de su capacidad17 . ABC News recibió un video desde el interior de una prisión estatal de Alabama que comienza con un preso diciendo: “Se le está preparando para ser un sitio de fosas comunes dentro de estas prisiones”, y muestra un gran dormitorio tan apretado con literas dobles que dos hombres no pueden pasar el uno al otro en los pasillos sin que cada uno se dé vuelta de lado.

Y por todo el país los presos informan que no tienen acceso a material básico de limpieza, y mucho menos guantes y máscaras, aunque comparten todo con otros que podrían estar infectados. El desinfectante a base de alcohol para las manos muchas veces se considera contrabando porque contiene alcohol. Los presos a veces usan medias para sostener el teléfono, o champú diluido para tratar de limpiar superficies. En muchas instituciones los presos tienen que comprar ellos mismos incluso el jabón para lavarse las manos. Si el preso está esposado no tiene como taparse la boca si tose o estornuda. Como dijo un funcionario del Condado Cook de Chicago: “Nuestras cárceles son placas de petri”. (Una placa de petri es un pequeño receptor en el que los laboratorios cultivan los microorganismos.)18,19,20,21

Todo esto está preparando las condiciones para que una mortal epidemia se extienda rápidamente y mate a miles de personas. Un líder del sindicato de empleados de prisiones federales reconoció que una epidemia podría ser “muy peligrosa para la población de internados”. Steve Jones, un recluso de 55 años de edad internado en la prisión federal de Littleton, Colorado, lo expresó sin tapujos: “Si el virus llega aquí, y eso es lo que todos pensamos que va a pasar, estamos muertos”22 . [Énfasis añadido].

La indiferencia criminal de las autoridades de esta nación penitenciaria

Empezando a mediados de febrero, cuando el virus comenzó a propagarse en Estados Unidos, un amplio abanico de fuerzas —abogados, activistas a favor de reformar las prisiones, personal médico de las prisiones, grupos pro libertades civiles, y un puñado de políticos liberales— imploró a las autoridades penitenciarias que tomaran medidas de urgencia para proteger a los presos en su custodia.

La demanda más importante fue la liberación de una buena cantidad de los presos, con el fin tanto de reducir el peligroso congestionamiento en las instituciones (y así lograr limitar la velocidad con que se extienda la enfermedad) y sacar a la mayor cantidad de presos posible de este ambiente peligroso. Muchos han señalado que incluso los líderes opresivos de la República Islámica de Irán dieron licencia para salir de la cárcel a 85.000 presos, aproximadamente un tercio del total de la población detenida. (Irán solo tiene la novena parte del número de presos en Estados Unidos, y su promedio de encarcelamiento es aproximadamente el 40% de el de Estados Unidos23.

En Estados Unidos, varias autoridades municipales, estatales y federales balbucearon como si les importaba, pero hasta la fecha la mayoría solo ha puesto en libertad a un pequeño porcentaje de presos: Nueva Jersey: 1.000 de aproximadamente 15.000 reclusos24; condado de Los Ángeles: 1.700 de aproximadamente 15.00025; Nueva York: 650 de 7.00026. California, en respuesta a una demanda que exigía liberaciones a gran escala, acordó liberar a sólo 3.500 de sus presos estatales, de un total de 121.000. Hasta el momento de escribir este artículo, sólo el condado de Cuyahoga (Cleveland) ha liberado un porcentaje sustancial, 1.000 de los menos de 2.000 presos27.

A nivel federal, el Procurador General William Barr liberó a confinamiento domiciliario inicialmente a 522 de los 146.000 presos del sistema federal. Pero una semana más tarde, cuando la epidemia comenzó a propagarse por el sistema federal, declaró una “emergencia” y emitió un memorando en el que reconoció que “estamos pasando por niveles importantes de infección en varias de nuestras instalaciones” y dijo que el departamento debería “cuando sea apropiado... trasladar a los reclusos vulnerables fuera de estas instituciones”28.

Pero esto se hará “caso por caso”, lo que significa que cada caso individual tendrá que ser examinado por separado. Y Politico informa que “el Departamento de Justicia se ha continuado resistiendo a los esfuerzos de los abogados para involucrar a los tribunales en la toma de decisiones sobre la liberación temprana”. Esto significa, en efecto, que en el mejor de los casos se liberará a una lenta corriente de presos, mientras que los que “esperan una revisión de su caso” siguen bajo el peligro de la enfermedad y la posible muerte en prisión.

Mirando el cuadro total, Udi Ofer, director de la División de Justicia de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo: “No estamos ni cerca de la tasa de liberación que necesitamos ver para detener la propagación de Covid-19. Cada día que los funcionarios del gobierno no actúan es otro día en que se ponen en riesgo vidas”.

La respuesta oficial dentro de la prisión: ¡Empeorar la situación!

En cuanto a las condiciones dentro de la prisión, lejos de reorganizar radicalmente las cosas para minimizar el peligro y mejorar la atención médica, las autoridades han tomado principalmente medidas para reprimir aún más a los presos. Muchos sistemas penitenciarios han prohibido o limitado severamente las visitas, lo que —además de hacer la vida en prisión mucho más dura— significa que es más difícil para la gente de afuera averiguar lo que está pasando.

Otra medida es poner a aquellos que sospechan que tienen la Covid-19 en celdas de aislamiento, que es una forma de tortura. De hecho, los presos de un centro de detención de inmigrantes dijeron a Reuters que otros internos han ocultado sus síntomas de enfermedad para evitar que les pongan en aislamiento.

Peor aún, algunas prisiones están cerrando pabellones enteros donde algunas personas muestran síntomas. El Los Angeles Times dice de esta práctica en las prisiones estatales de California:

Eso ha aumentado los temores entre los familiares, especialmente los de los reclusos mayores o con riesgo de padecer una enfermedad grave por la Covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Se siente como si estuviera en un campo de muerte de la Alemania nazi. Básicamente los encerraron a todos en el dormitorio de los ‘enfermos’ y sólo sacan a los con fiebre alta”, dijo la hija de uno de estos reclusos en la prisión estatal de Chino, California... “Un recluso en su dormitorio de 150 hombres acaba de dar positivo, por lo que pusieron todo su dormitorio bajo llave. No puede conseguir las vendas que necesita para las llagas abiertas de una enfermedad autoinmune. Tiene 72 años y está por salir en agosto”, dijo ella. [Énfasis añadido].

Los centros de detención de menores de California no hacen nada para fomentar el distanciamiento social entre los jóvenes que controlan, sino que se protejan a sí mismos: “[los del] departamento de libertad condicional se mantienen a dos metros de los chicos, pero los chicos siguen agrupados”. ¡Muchos presos informan que no han sido informados sobre la Covid-19, y que lo único que saben es lo que ven en la TV, o cuando las autoridades les “aconsejan” a “comer más frutas y vegetales”, y dormir con la cabeza enfrente de los pies del vecino29!

Se gesta un crimen contra la humanidad: ¡Hay que pararlo!

Este abandono descarado de millones de personas, principalmente negras y latinas, ante una mortal enfermedad concuerda con el rumbo genocida que los gobernantes estadounidenses han ido avanzando desde hace 40 años, y del cual el sistema de encarcelación en masa es una de las principales características. Se gesta un crimen contra la humanidad, y la oposición a este tiene que ser mucho más amplia y enérgica.

De inmediato tienen que dejar salir a todos los presos en espera de un juicio (o sea, tienen la presunción de inocencia) en vez de imponerlos una posible pena de muerte sin juicio.

Tienen que dejar salir a todos los presos detenidos por fallos menores por los cuales nadie debe estar en la cárcel en primer lugar.

Tienen que dejar salir a todos los pacientes mayores o gravemente enfermos, y a todos, de cualquier edad, que ya casi han cumplido su sentencia.

Para los que se quedan, tienen que mejorar rápidamente las condiciones de salud:

  • El distanciamiento social debe implementarse; el uso de celdas de aislamiento para la “cuarentena” debe cesar.
  • Los presos sintomáticos o de Covid-19 positivo NO deben estar encerrados con presos aparentemente sanos.
  • El jabón para lavarse las manos tiene que ser gratis y accesible para todos los presos; hay que reparar la tubería para que puedan tener agua caliente y fría; y equipo de protección (como guantes y máscaras) y desinfectante a base de alcohol para las manos deben estar ampliamente accesible;
  • Hay que mejorar rápidamente el cuidado médico, lo que debe incluir que todos los presos enfermos de gravedad sean tratados en hospitales o que en la prisión tengan respiradores y otro equipo salvavidas.

1. The Prison Policy Initiative [Iniciativa para la Política Carcelaria], 24 de marzo de 2020: “Mass Incarceration: The Whole Pie 2020” [volver]

2. “Mass Incarceration: The Whole Pie 2019” [volver]

3. “Mass Incarceration: The Whole Pie 2020” [volver]

4. New York Times, 31 de marzo de 2020: “’Jails Are Petri Dishes: Inmates Freed as the Virus Spreads Behind Bars” [volver]

5. The Marshall Project [Proyecto Marshall], 6 de marzo de 2020: “When Purell is Contraband, How Do You Contain Coronavirus?” [volver]

6. Por ejemplo, de los 130.000 presos del estado de California, diez mil tienen más de 60 años. Los Angeles Times, 25 de marzo de 2020: “Prison lawyers seek emergency order on coronavirus, including release of inmates”. [volver]

7. Antes de ser encarcelado, tienen un mediano de ingresos de menos de $20.000, Prisons of Poverty: Uncovering the pre-incarceration incomes of the imprisoned. [volver]

8. El 30% de los presos de Los Ángeles son desamparados. Ver “Jails Are Petri Dishes…”. [volver]

9. National Association of Criminal Defense Lawyers [Asociación de Abogados Penales Defensores], 4 de marzo de 2020, News Release [volver]

10. Slate.com, 1° de abril de 2020: “Cuomo’s Bail Reform Reversal Risks Explosive Coronavirus Spread in Jail” [volver]

11. New York Times, 31 de marzo de 2020: “‘We’re left for dead’: Fears of Virus Catastrophe at Rikers Island” [volver]

12. Reuters, 28 de marzo de 2020: “Spread of coronavirus accelerates in U.S. jails and prisons” [volver]

13. Slate.com, 2 de abril de 2020: “Coronavirus Cases Are Spreading Rapidly on Rikers Island” [volver]

14. Los Angeles Times, 25 de marzo de 2020: “Prison lawyers seek emergency order on coronavirus, including release of inmates” [volver]

15. The Independent, 2 de abril de 2020: “Trump says he’ll try to prevent ‘young’ prisoners being released from jail over coronavirus fears” [volver]

16. New York Times: “We’re left for dead…” [volver]

17. “Prison lawyers seek emergency order on coronavirus, including release of inmates” [volver]

18. The Atlantic, 1° de abril de 2020: “Can’t We At Least Give Prisoners Soap?” [volver]

19. El Proyecto Marshall: “When Purell is Contraband…” [volver]

20. New York Times: “We’re left for dead…” [volver]

21. New York Times: “Jails Are Petri Dishes…” [volver]

22. Reuters: “ Spread of coronavirus…” [volver]

23. Ver Iran: World Prison Brief data. [volver]

24. Ver National Institute of Correction: New Jersey, 2015. [volver]

25. Ver CBSNews.com, 24 de marzo de 2020: “1,700 inmates released from Los Angeles County in response to coronavirus outbreak”. [volver]

26. Ver New York State Jail Population 10 Year Trends: 2010 – 2019. [volver]

27. Ver Cuyahoga County’s jail population dipped below 1,800 earlier this month, the lowest it has been in years, officials report. [volver]

28. Politico, 4 de April de 2020: “Barr to speed releases at federal prisons hit hard by virus”. [volver]

29.New York Times: “We’re left for dead…” [volver]


Puede que presos sufran una pena de muerte de facto a medida que el coronavirus atravesa el sistema de prisiones. Arriba, hacinamiento en una prisión de Montgomery, Alabama (Foto: Equal Justice Initiative)

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