Emergencia en la frontera entre Estados Unidos y México: niños no acompañados detenidos en condiciones infrahumanas
| revcom.us
Un número récord de migrantes —principalmente menores no acompañados — niños— están ahora detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México, en condiciones no aptas para seres humanos. Las “instalaciones” de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en las que se retiene a estos niños son en realidad cárceles, y sus estancias ahí son cada vez más largas, con muchos de ellos detenidos más allá del límite legal de 72 horas. Se supone que la Patrulla Fronteriza trabaje con la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos para cuidar de los niños y colocarlos en refugios más permanentes después de dejar la custodia de la Patrulla Fronteriza, pero este esfuerzo se ha visto obstaculizado por la pandemia en curso, que ha requerido nuevos protocolos para frenar la propagación de la Covid-19, incluida la disminución de la capacidad de estos refugios, lo que ha causado un cuello de botella y el consiguiente hacinamiento en los centros de detención de la Patrulla Fronteriza. En escenas que recuerdan a las que provocaron una indignación generalizada y justificada bajo el régimen fascista de Trump de Pence, AP informa que en Donna, Texas, “cientos de niños y adolescentes inmigrantes han sido detenidos en una instalación de tiendas de campaña de la Patrulla Fronteriza en condiciones de hacinamiento.... A pesar de preocupaciones por el coronavirus, mantienen a los niños tan juntos que pueden tocar a la persona que está a su lado, dijeron los abogados. Algunos tienen que esperar cinco días o más para ducharse, y no siempre hay jabón disponible, sólo champú, según los abogados”.
Esta es una sola escena condenatoria entre muchas otras en este mundo de más de 70 millones de refugiados e inmigrantes expulsados de sus países de origen por el cambio climático que impulsad sequías y pérdidas de cosechas; huracanes y otros desastres naturales también han sido fortalecidos y agravados por la crisis climática; y otros efectos devastadores del imperialismo, ya sean “acuerdos” comerciales como el TLCAN o el T-MEC1, o golpes de estado e invasiones.
Como ha dicho Bob Avakian:
debe quedar claro que no puede haber ninguna solución, bajo el sistema del capitalismo-imperialismo, a la situación de las masas de migrantes y refugiados. La única solución está en la revolución para derrocar este sistema — una revolución que tiene como objetivo no sólo abolir la opresión, explotación y pobreza y miseria en un país, sino como una meta fundamental abolir todo esto en el mundo entero, y eliminar todas las fronteras y límites que erigen muros entre diferentes partes de la humanidad.
— Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución
¡Nos hace falta una revolución, y nada menos!
1. El TLCAN es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, implementado en 1994. Bajo el pretexto de “libre comercio”, se trataba en realidad de un tratado depredador cuyo efecto era aumentar el saqueo estadounidense de México y su población. En 2018 se firmó una nueva versión del tratado, denominada Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Vea el artículo de dos partes de la serie Crimen Yanqui en revcom.us: “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994 (primera parte)” y “El TLCAN (Segunda parte): La profundización del saqueo y dominación de México y de la explotación y opresión de los obreros ahí, sobre todo las mujeres”. [volver]
La satanización, criminalización y deportación de los inmigrantes, de Bob Avakian, un corto
Lea el texto de este corto en español aquí.