Mientras Israel, UNA VEZ MÁS, desata terror desde los cielos, una nueva generación de palestinos se pone de pie para resistir

| revcom.us

 

12 de mayo de 2021. Durante la última semana, Israel desató una brutalidad masiva alta tecnología, con terror y muerte, desde los cielos para aplastar las protestas de los palestinos. Y en respuesta, una nueva ola de jóvenes palestinos que exigen que les traten como seres humanos se ha propagado con un valor y una furia que no se había visto en muchos años.

La actual ronda de enfrentamientos se inició a principios de mayo en respuesta a una medida de desalojo de familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este. Las autoridades y los apologistas de Israel han intentado alegar que se trata simplemente de una disputa por tierras privadas. Pero los propietarios que intentan desalojar a los residentes forman parte de una secta sionista dura que pretende expulsar a los palestinos de Jerusalén Este. Todos en Israel saben lo que un teniente de alcalde de Jerusalén declaró sin reparos: los desalojos forman parte de una estrategia más amplia de colocar “capas de judíos” a lo largo de la mitad oriental de la ciudad a fin de “asegurar el futuro de Jerusalén como capital judía para el pueblo judío”.

Mohammed el-Kurd, residente del barrio de Sheikh Jarrah y uno de los objetivos del desalojo, describió cómo es la vida bajo asedio ahí en estos momentos:

Sheikh Jarrah ha sido en las últimas pocas semanas una escena de terror. Todas las noches nos encontramos con gases lacrimógenos, caballos militares, granadas de aturdimiento y balas recubiertas de goma. Las fuerzas de ocupación israelíes no escatiman en el nivel de fuerza que utilizan contra civiles no armados y la fuerza bruta que emplean con nuestras mujeres y nuestros hijos. Hoy mismo han herido a alguien en el ojo. La semana pasada, las fuerzas de ocupación israelíes invadieron ilegalmente la casa de nuestro vecino y le rompieron una pierna.... El nivel de violencia que estamos viendo es increíblemente absurdo y es fascista. Llevo tres días intentando ducharme y todavía no puedo quitarme el “agua de mofeta” [gas venenoso utilizado por Israel contra manifestantes no armados] de la ropa, de la piel. El agua de mofeta químicamente manipulada que utilizan contra los manifestantes sólo por estar frente a nuestras casas y decir no a la limpieza étnica sancionada por el estado.

(Cabe ver la entrevista completa para entender lo que está pasando).

Mohammed el-Kurd, palestino desalojado a la fuerza: “Se trata de limpieza étnica”.

Un régimen de apartheid

Estas medidas de desalojo ocurren en un contexto de décadas de expulsión de la población palestina de sus hogares, de aislamiento de sus aldeas tras más de 635 km de altísimos muros, de someterlos a constantes abusos, asesinatos y torturas por la policía, de encerrar a unos dos millones de personas en la enorme prisión al aire libre llamada Gaza. Y esto sigue tras años de intensificación de los ataques de los colonos sionistas rabiosos que emulan el tipo de violencia que el Ku Klux Klan descargó sobre el pueblo negro en el Sur del Jim Crow en Estados Unidos. Importantes trabajos recientes realizados por personas y organizaciones de diferentes perspectivas han documentado que el efecto total es la imposición de un régimen de apartheid en Israel que trata al pueblo palestino de la misma manera que el régimen supremacista blanco de la Sudáfrica del apartheid trataba a los negros privados de derechos y brutalmente oprimidos (véase el documento de posición de B’Tslem “Esto es apartheid”).

Israel ha respondido a las justas protestas de los palestinos en su inmensa mayoría no armados con gases nocivos, encierros y agresiones brutales. Pero en lugar de sofocar la lucha, la protesta se ha propagado desde Jerusalén Este a todas las comunidades palestinas.

El asalto a la mezquita Al-Aqsa

Las protestas pasaron a otro nivel cuando la policía israelí asaltó brutalmente a miles de fieles palestinos musulmanes en la mezquita Al-Aqsa el viernes 7 de mayo. En respuesta a los fieles que recogían piedras para defenderse, la policía lanzó granadas de aturdimiento y disparó balas recubiertas de goma, hiriendo a más de 150 personas. Un vídeo mostró cómo las granadas de aturdimiento cayeron en el interior de las salas de oración.

En los enfrentamientos actuales destacan los judíos fundamentalistas abiertamente genocidas que desempeñan un papel que cada vez más define las cosas en Israel. El lunes 10 de mayo marcharon por los barrios palestinos de Jerusalén gritando “muera a los árabes”.

Tras estos asaltos, el régimen de Hamás que controla Gaza y otras fuerzas islamistas de la zona, lanzaron ataques con misiles de baja tecnología contra Israel. Israel lanzó inmediatamente ataques con misiles contra Gaza. Hamás es una organización yihadista fundamentalista islámica que no representa nada liberador para el pueblo palestino ni para nadie. Pero esta situación no se trata de un “intercambio de ataques con misiles”. Los misiles de baja tecnología de Hamás no son comparables a la masiva maquinaria mortal de tecnología de punta de Israel. Los misiles de Hamás se lanzan generalmente hacia ciudades o pueblos, y ocasionalmente matan o hieren a un pequeño número de israelíes. Los ataques con misiles de Israel contra Gaza durante la última docena de años y pico han matado a miles de personas, en su inmensa mayoría mujeres, niños y otros no combatientes. En el último ataque a Gaza, los misiles israelíes, guiados por la tecnología de precisión más avanzada y la vigilancia microinvasora de la actividad humana en Gaza, arrasaron edificios de apartamentos, mataron a decenas de personas, aterrorizaron a millones de personas y mataron al menos diez niños.

Estados Unidos vuelve a afirmar su apoyo “fundamental” a Israel

El martes 11 de mayo, ante esta masacre unilateral, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que el apoyo de Biden a “la seguridad de Israel, a su legítimo derecho a defenderse a sí mismo y a su población, es fundamental y nunca vacilará”.

Durante más de 50 años, el apoyo de Estados Unidos a Israel ha sido “fundamental” e inquebrantable. Con el tiempo, eso ha tomado la forma de más, menos o (bajo Trump en particular) ninguna pretensión de actuar como un intermediario honesto entre Israel y los palestinos. Pero sea cual sea la forma que adopte la “relación especial” entre Estados Unidos e Israel, se basa en el papel único que desempeña Israel como ejecutor con armas nucleares de los intereses del imperio estadounidense en una parte del mundo estratégicamente crítica, en oposición a los movimientos de liberación y, especialmente desde que esos movimientos fueron revertido o derrotados a mediados de la década de 1970, en contienda con chupasangres rivales.

En contra de todo eso, una nueva generación de heroicos palestinos está en las calles, descrita por un observador (no solidario) como “un muchacho de 15 años de edad que habla por celular inteligente, sacando órdenes e inspiración de TikTok... para desafiarse y alentarse mutuamente a enfrentarse a los israelíes”. Para aquellos que viven en las entrañas de la bestia estadounidense que es facilitador de Israel, y que están indignados por lo que Israel le está haciendo a los palestinos, hay un desafío urgente de oponerse a los crímenes de Israel en el contexto de preparar a la gente y preparar el terreno en Estados Unidos para una revolución real que PONGA FIN a las guerras por el imperio, los ejércitos de ocupación y los crímenes contra la humanidad perpetrados por este sistema y sus ejecutores y aliados en todo el mundo.

Para ver los antecedentes:

ACTUALIZACIÓN: el viernes 14 de mayo por la mañana (jueves por la noche en Estados Unidos), Israel amasó a soldados y tanques en la frontera con Gaza y anunció que sus “tropas aéreas y terrestres están atacando actualmente en la Franja de Gaza”. Posteriormente, el ejército israelí emitió una declaración con una negación de que había invadido a Gaza. Al cierre de esta edición, no está claro si Israel se está preparando para emprender una invasión terrestre, o si la concentración de tropas en la frontera con Gaza es para emprender un bombardeo más intenso y enfocado de Gaza. En todo caso, es un acontecimiento muy siniestro en la matanza en curso del pueblo palestino en Gaza.


Fuente: Wikimedia Commons

Al jueves 13 de mayo por la noche, las bombas israelíes habían matado a más de 100 personas en Gaza, incluidos 27 niños. Un video posteado por Al Jazira muestra los momentos de angustia después de que un misil israelí golpeara a alguien que conducía por la calle con pescado en su automóvil. Un testigo denuncia a Israel por matar a una mujer en el automóvil y a sus hijos, junto con un peluquero y un tendero que acudieron a ayudar.

La masacre de civiles es un crimen de guerra obsceno. Los ataques israelíes a Gaza no son una “respuesta a los misiles de Hamás”. Es un crimen de guerra en defensa de un crimen de guerra: apoderarse de las casas de los palestinos en Jerusalén Oriental, un territorio ocupado por medio de la guerra, que es una violación del derecho internacional (Israel se apoderó de Jerusalén Oriental en una guerra con los estados árabes vecinos en 1967).

A medida que aumenta el saldo de muertos en Gaza, las protestas se propagan en Cisjordania. La policía israelí respondió con municiones reales y mató a manifestantes. El miércoles 12, el adolescente palestino Rashid Abu Arreh fue asesinado a tiros por el ejército israelí. Horas antes, Hussein al-Titi, 26, fue asesinado a tiros durante las protestas contra el ejército israelí en el campo de refugiados de al-Fawwar.

Y los sionistas rabiosos organizaron pogromos violentos (un término originalmente aplicado a los disturbios antisemitas mortales en Europa del Este) en Israel. Una turba marchó por un suburbio de Tel Aviv y atacó negocios de dueños árabes, corearon consignas racistas y destrozaron ventanales de negocios palestinos, e intentó linchar a un taxista que pensaban que era palestino.

El terror y los ataques continuos de Israel contra el pueblo palestino en Gaza estallaron en masacres dos veces en los últimos 12 años. A finales de 2008, principios de 2009, Israel invadió a Gaza y mató a más de 1.000 personas, en su inmensa mayoría civiles y cientos de ellos niños, lo que dejó a los sobrevivientes viviendo en ruinas y bajo un bloqueo que impidió la entrada de suministros de construcción, alimentos y medicinas. En julio de 2014, Israel lanzó nuevamente una invasión total a Gaza. Una investigación de la ONU sobre esa invasión informa: “El saldo de muertos en sí lo dice todo: 2.251 palestinos fueron asesinados, incluidos 1.462 civiles palestinos, de los cuales 299 eran mujeres y 551 niños; y 11.231 palestinos, incluidas 3.540 mujeres y 3.436 niños, resultaron heridos ... de los cuales el 10 por ciento sufrió una discapacidad permanente como resultado”.

La matanza en curso y el peligro de una escalada es un momento de “de qué lado estás” para cualquiera que dice preocuparse por la humanidad. El silencio o la equivocación en nombre de “desear que el conflicto termine”, sin alzar la voz contra los crímenes de Israel, es complicidad. Esté atento a revcom.us para obtener cobertura continua.


Manifestantes palestinos en la mira de granadas de aturdimiento disparados por la policía israelí en la Puerta de Damasco en Jerusalén, 8 de mayo de 2021. Foto: AP/Oded Balilty)


Humo tras un ataque aéreo israelí en Ciudad Gaza, martes 11 de mayo de 2021. Foto: AP/Hatem Moussa)


Un ataque aéreo israelí destruyó este edificio en Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, martes 11 de mayo de 2021. Foto: AP/Khalil Hamra)

 

 

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