Nueva Orleáns: Trabajo de esclavos para Halliburton
Revolución #024, 27 de noviembre de 2005, posted at revcom.us
Después de la destrucción que causó el huracán Katrina, el presidente Bush anunció la creación de una "Zona de oportunidad del Golfo" para facilitar la "reconstrucción". Muchas de las compañías que han recibido proyectos de reconstrucción por centenares de millones de dólares (como Halliburton) son las mismas que sacan provecho de la muerte y la miseria en Irak. (Ver Revolución #15, "El plan de Bush para Nueva Orleáns: Sacar provecho de la devastación").
La semana pasada informamos que en Nueva Orleáns "muchos multifamiliares siguen vacíos, y hay montañas de basura y escombros en manzanas enteras, como si el huracán hubiera sido ayer. Muchas casas tienen una enorme X pintada, que indica que las van a tumbar y, como se está viendo, las autoridades no tienen ningún plan de construir vivienda para los damnificados".
Miles de pobres y negros siguen sufriendo una situación horrorosa: no tienen agua corriente y viven rodeados de moho, agua estancada y productos químicos tóxicos. Pero las grandes corporaciones, como KBR (subsidiaria de Halliburton), Bechtel y otras, se forran los bolsillos con proyectos que les adjudicaron sin licitación. El sindicato Laborers International Union informó que ni siquiera el Congreso ve los contratos "para proteger la seguridad nacional".
Bush cambió las leyes federales para pagar menos del promedio salarial de la región y contratar a inmigrantes indocumentados. (Después se vio obligado a revocar esos cambios, pero las compañías corrieron a sacar provecho mientras podían).
En un artículo de Salon.com ("Gulf Coast Slaves"), Robert Lovato desenmascaró que los subcontratistas de KBR han contratado a centenares de inmigrantes, muchos de los cuales son mexicanos, en condiciones de semiesclavitud para reparar las bases militares del Golfo.
El 11 de octubre, Bush habló en la base naval Belle Chasse cerca de Nueva Orleáns, donde trabajaban centenares de inmigrantes a quienes no les pagaron por tres semanas de trabajo, los echaron de la base y tuvieron que dormir en la calle. Un trabajador, Arnulfo Martínez, dijo: "Nos daban dos comidas diarias y a veces solo una".
Un grupo de defensa de los inmigrantes ha entablado quejas ante el Departamento del Trabajo en nombre de Arnulfo y otros 73 trabajadores para recuperar los $56,000 que les debe un agente de empleos de Carolina del Norte contratado por United Disaster Relief, una compañía que trabaja para KBR.
El Senado investigó a BE&K, otra compañía que trabaja para KBR, en octubre porque despidió a 75 trabajadores de Belle Chasse (que recibían en promedio $22 la hora) y contrató a unos inmigrantes para hacer los mismos trabajos por $8 a $14. Felipe Reyes, de Linares, Nuevo León (México), dijo que el presidente de DRS Cosmotech (otro subcontratista de KBR) les prometió que "íbamos a vivir en un hotel o una casa". Pero en vez, "nos dieron unas carpas y el agua caliente olía a petróleo".
Lovato escribió: "Se sabe que la ciudad de Belle Chasse, donde hay varias plantas de grandes corporaciones energéticas, es una de las más contaminadas por productos tóxicos de la región. Una amplia gama de grupos han advertido de los serios riesgos a la salud pública de los trabajadores que van a limpiar la zona devastada por Katrina".
Reyes dijo: "No querían pagarnos dos semanas de trabajo. Por eso nos lanzamos a la huelga en la base". Reyes y otros trabajadores dijeron que a fin de cuentas solo les pagaron una parte de lo que les debían.
Otro inmigrante contratado por el mismo agente que Arnulfo Martínez para trabajar en otro proyecto de KBR dijo: "Iban a pagarnos siete dólares la hora, con comida y casa, pero no nos dieron nada. Nada de comer. Durante cinco días solo comimos galletas y nada más".
Lovato informó que Victoria Cintra, la organizadora de la costa del Golfo de la Alianza pro Derechos de Inmigrantes de Mississippi, lo llevó a ver "miserables parques para caravanas como el de Arlington Heights en Gulfport, donde hasta 19 trabajadores de KBR vivían en una caravana. No recibían salario o comida y no tenían documentos, pero les cobraban $70 al mes cada uno por dormir en la caravana. En los parques y las bases, los trabajadores sufren de diarrea, tronchaduras, cortadas, moretones y heridas en los lugares de trabajo de KBR, y nunca reciben atención médica a pesar de que había clínicas en las bases donde limpiaban y hacían trabajo de construcción".
Cintra, que tiene un campamento de carpas para inmigrantes frente a su iglesia en Gulfport, dijo: "Es una gran maldad encima de una gran maldad". Agregó: "El gobierno de Bush y Halliburton han abierto la caja de Pandora y no podrán volver a cerrarla".