Willie "Mobile" Shaw en la capital
Revolución #031, 22 de enero de 2006, posted at revcom.us
Nota de la Redacción: La Gira de Comunistas Revolucionarios ha llegado a la capital, donde exhorta "a los que viven en los ghettos y barrios pobres a levantarse y a ser revolucionarios y comunistas y emancipadores de la humanidad". Recibimos la siguiente carta de un camarada que está participando en la gira.
La declaración del presidente Avakian sobre la muerte del camarada Willie "Mobile" Shaw y el tributo de Joe Veale (ver Revolución #27, 18 de diciembre de 2005) llegaron en un momento muy difícil para mí. Bregaba con mi orientación y línea política, y tenía unas tareas nuevas y difíciles. No me sentía desilusionado sino un poco abrumado.
No conocí a Willie, pero no dudaba que era un camarada que luchaba tenazmente por tener y dar a conocer la visión más avanzada y correcta. ¿Como comunistas, siempre tenemos los ojos puestos en el horizonte y siempre luchamos por los más altos intereses del pueblo? ¿O, al contrario, decimos algo aceptable para evitar la polémica? He trabajado con camaradas que conocían muy bien a Mobile. Me cuentan anécdotas sobre su perseverancia en circunstancias difíciles y que nunca dejaba que su situación personal ni la situación objetiva le impidieran exigir lo máximo de sí mismo y de los demás en la causa de las masas del mundo. Esta cualidad se destaca en un mundo donde mucha gente claudica ante el cinismo o le echa la culpa a las masas por su situación. Por eso Mobile era un símbolo de lo que quiere decir que nuestra organización sea el partido de Bob Avakian. Es muy necesario que las masas "tomen el puesto" de Mobile, y que todos los camaradas (los que tienen muchos años en la lucha y los que no tienen tantos) hagan lo mismo.
He hablado con varios proletarios a quienes la declaración sobre Mobile les ha despertado la curiosidad. Me preguntan: "¿Quién es?". Cuando les leo las primeras líneas, me dicen: "Quiero ser parte de algo así". Muchos dan por hecho que el sistema lo asesinó por ser revolucionario. Dicen: "¿Cómo lo mataron?" o: "No me enteré. ¿Cuándo lo mataron?". Les explico lo que me han contado otros camaradas: que desde hace tiempo estaba enfermo, pero que no permitió que eso le impidiera luchar por un mundo mejor. Explico cómo era su vida y lo que significa su ejemplo: que uno puede dedicarse a luchar por algo mejor que la vida de explotar o ser explotado que fomenta este sistema. En concreto les digo que esta orientación está al servicio de los pueblos de todo el mundo, y no de una raza o nación o solo una comunidad. Ha sido un reto especial para los que siempre ponen primero que todo a "nuestro pueblo". Un gran reto.
La declaración habla de cosas que preocupan a mucha gente. Un ejemplo me viene a la mente. Es común que la gente muy religiosa diga: "¡Está en manos de Dios!". Unas personas retrógradas nos dicen esto porque creen que los comunistas somos demonios o apóstatas. Otros lo dicen con un espíritu de amistad; saben que este es un sistema opresivo pero han optado por acomodarse. Y algunos responden con una mezcla de los dos puntos de vista.
Hace una semana hablé con una señora negra de 50 años que me gritó con indignación que hay que dejarlo todo "en manos de Dios". "¡Yo estoy bien --dijo-- porque todo está en sus manos!"
¡Le dije que no creyera esas ridiculeces! ¡Que no dejara que pasaran cosas así y que se responsabilizara por el futuro! Le hablé de Willie Shaw. Me volvió a gritar, así que le dije que abriera la mente y me escuchara. Me escuchó.Le leí pasajes de la declaración y le expliqué que hay millones de personas como Willie que, si fueran conscientes y entendieran cómo funciona el mundo, y si actuaran en consecuencia, podrían luchar por un futuro diferente. Que el mundo podría ser muy diferente y mucho mejor.
La señora se echó a llorar cuando le dije que nuestro presidente insta a la gente como ella a vivir y a luchar por ese futuro mejor, tomando el puesto de Willie. Me contó que la acababan de desalojar, que su hermano y sobrina (todos sus familiares) murieron en un accidente industrial debido a la negligencia de la compañía y que no tenía con qué luchar por ellos. "¡Estoy enojada todo el tiempo y con todo el mundo! Veo todas las casas que construyen para los blancos pero nuestra gente no tiene nada… y la situación está de mal en peor. Nadie nos dice qué hacer. Te agradezco por contarme esto porque lo necesitaba".
No sé qué esperaba, pero esa respuesta me sorprendió mucho. En el pasado hubiera dado por hecho que una persona con tal actitud era fanática y solo me hubiera dirigido a ella para desenmascarar sus ideas retrógradas. Pero en este caso le abrí los ojos a ella.Le di el DVD de las charlas del presidente Avakian y unos ejemplares del periódico, y me dijo que los iba a repartir donde vive. Dijo que no tenía dinero pero prometió darme algo la próxima vez.
Esa fue la experiencia más emocionante que he tenido hablando de esto y demuestra lo importante que es lo que decimos para las masas y cuánto lo toman en serio. No debemos restarle importancia a su capacidad de captarlo y de actuar en consecuencia.