Revolución #52, 25 de junio de 2006


 

Nuevos ataques contra los inmigrantes

En nuestro análisis del último discurso de George Bush sobre la inmigración (“La ‘crisis de la frontera’ y la revolución: Dimensiones estratégicas”, #48, en revcom.us), señalamos dos cosas sobre lo que dijo:

“Una: puede que Bush pose de ‘moderado’, pero un análisis del discurso y, más que eso, una mirada seria a lo que propuso, demuestran que ha puesto en marcha nuevas medidas represivas muy peligrosas. De conjunto, representan un cambio radical negativo que afectará la vida de millones de personas.

“Dos: la lucha por los derechos de los inmigrantes tiene que seguir y redoblarse, tiene que extenderse más y no puede transigir en cuanto a los derechos fundamentales de los inmigrantes. Especialmente en vista de la tormenta reaccionaria contra el movimiento que están azuzando en el Congreso y en los medios de comunicación, es muy importante que el movimiento renueve su ofensiva y dé a conocer la verdad en todas partes”.

Los sucesos de las últimas semanas comprueban estas palabras. El proyecto de ley aprobado por el Senado en mayo sería una pesadilla para los inmigrantes. Permite detenerlos “indefinidamente” si se decide que es necesario, incluso con pruebas secretas; permite deportarlos si figuran en una “lista de pandillas” (en Los Ángeles, más de 100,000 chavos negros y latinos figuran en esa lista, y la gran mayoría no ha cometido ningún delito); tiene tantas restricciones a la “legalización” que millones de inmigrantes nunca cumplirán los requisitos y, por el contrario, se arriesgan a que los deporten. (Ver “El ‘acuerdo razonable’ del Senado: Una pesadilla para los inmigrantes” en Revolución #50)

Pero de todos modos, los representantes antiinmigrantes de la Cámara se oponen al proyecto del Senado. La Associated Press informó la semana pasada que Dennis Hastert, presidente de la Cámara, pidió audiencias para estudiarlo. Esta es una maniobra muy inusual: normalmente las diferencias entre el Senado y la Cámara se resuelven en un comité, sin audiencias. Hay varios intereses en juego: Hastert y sus compinches buscan ganar tiempo para hacer que el proyecto de ley del Senado sea más fascista; otros, como Sensenbrenner, quieren un voto antes de que el Congreso se vaya a vacaciones en agosto.

Simultáneamente, se han impuesto más leyes contra los inmigrantes en varios estados y ciudades, y ha habido una ola de ataques. Hace poco el gobierno estatal de Utah desmanteló su website en español diciendo que la constitución estatal lo prohíbe. En Colorado se propuso negarles todos los servicios estatales (incluso servicios de salud y de urgencias) a los indocumentados, pero la Suprema Corte estatal lo anuló. En San Bernardino, cerca de Los Ángeles, el consejo municipal está considerando prohibir el alquiler de casas o apartamentos a inmigrantes sin papeles y cerrar los centros de trabajo para jornaleros.

Chas Kelley, quien propuso la idea, se quejó al San Francisco Chronicle de que “cuando estoy en el supermercado no oigo mi idioma y veo banderas mexicanas por todas partes… ¿Cuándo será mi América?”.

Aquí se ve cómo las exhortaciones “racionales” de Bush a un "debate humanitario", junto con el fomento de la ignorancia y el racismo, y el odio que divulga gente como Lou Dobbs (que le echa la culpa a los inmigrantes por toda clase de problemas sociales que no han causado) están desatando ataques xenófobos.

Ha habido viles ataques contra inmigrantes y latinos. En Arizona, unos vándalos reaccionarios andan vaciando el agua de los tanques que dejan en el desierto grupos humanitarios para que los inmigrantes no se mueran de deshidratación. El Washington Post informó que en abril dos adolescentes de Houston le dieron una brutal golpiza y violaron a un joven latino de 17 años, gritándole insultos racistas. Lo dejaron en coma. Newsday informó de ataques en East Hampton, Nueva York, un centro turístico, donde en abril un adolescente salió en un website en ropa nazi amenazando a dos jóvenes latinos con una sierra de cadena y gritando insultos racistas.

El Southern Poverty Law Center investigó los lazos entre los grupos supremacistas blancos, los grupos menos abiertamente racistas, como la Federation for American Immigration Reform, y los grupos paramilitares, como los Minutemen. Por ejemplo, documentó que Laine Lawless, fundador de los Border Guardians (grupo parecido a los Minutemen), envió un email en abril al National Socialist Movement (un grupo supremacista blanco que no tiene nada que ver con el socialismo, por supuesto) titulado “Cómo deshacernos de ELLOS”, que exhorta a los “guerreros de nuestra raza” a “robarles el dinero a los ilegales cuando salgan del banco o de una casa de cambio… Hagan que todo extranjero ilegal sienta dolor… He oído que en el Sur los rednecks [blancos reaccionarios] les dan palizas a los ilegales por el cierre de las fábricas de textiles. Déjense llevar por la imaginación… Impidan que los niños que hablan español asistan a la escuela. Sean creativos”.

En San Diego, el canal NBC informó sobre un videojuego en un website de supremacistas blancos llamado “Patrulla fronteriza”. El objetivo del juego es matar a tiros a los inmigrantes que cruzan la frontera, sin excluir a mujeres embarazadas con niños (que llaman “Criadoras”). Se pierden puntos si un ser humano cruza vivo y gana el que tenga 88 puntos (88 es un código nazi que significa “Heil Hitler”, dado que “H” es la octava letra del alfabeto).

Los programas “Good Morning America” y “Bill O’Reilly” han entrevistado al dueño de un restaurante de Filadelfia, que colgó un letrero que dice: “Estamos en América: Hagan sus pedidos en inglés”. Este mismo señor, en un despliegue de ignorancia, vendió “papas de libertad” (en vez de papas a la francesa, o “French fries”) para fomentar odio a los franceses, y tiene afiches contra Mumia Abu-Jamal, el periodista negro sentenciado a muerte. Le dijo al Philadelpha Inquirer que los inmigrantes mexicanos traen “muchas enfermedades que no vimos antes. [Los mexicanos] ensucian el agua y luego se la toman”. El grupo Fairness and Accuracy in Reporting citó a Lou Dobbs diciendo que “la invasión de extranjeros ilegales amenaza la salud de muchos estadounidenses” con enfermedades “importadas mortales”, como la lepra y la malaria.

Así hablan los nazis. Asociar a los inmigrantes con microbios se parece mucho a la retórica de los nazis de Alemania, que describían a los judíos como “una plaga”. (Y, como hemos señalado, a los gays también los atacan del mismo modo).*

Todo esto subraya lo urgente que es que gente de todas las nacionalidades y todos los sectores se oponga resueltamente a todos los ataques contra los inmigrantes.

Fuente: “Going Lawless”, Susy Buchanan y David Holthouse, en el website de SPLC: http://www.splcenter.org/intel/news/item.jsp?aid=54

* La famosa película de propaganda nazi El judío eterno decía: “[Los ratones] propagan enfermedades, lepra, tifoidea, cólera, disentería y más… representan el rudimento de una destrucción insidiosa y subterránea, tal como los judíos entre los seres humanos”.

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