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Revolución #103, 7 de octubre de 2007
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20 de septiembre: Un muy buen día para el pueblo
Docenas de miles de personas en Jena demandan: "Libertad para los 6 de Jena"
El 27 de septiembre pusieron en libertad a Mychal Bell, uno de los 6 de Jena. Lo tenían en la cárcel INJUSTAMENTE durante nueve meses. Reed Walters, el fiscal, ha dicho que volverá a acusar a Bell como menor de edad. No han retirado las acusaciones contra los otros cinco jóvenes negros de los 6 de Jena y podrían sentenciarlos a la cárcel. Además, ha habido una reacción racista al estilo del KKK (ver artículo), con amenazas de muerte contra los familiares de los seis jóvenes. Reed Walters ha iniciado una campaña en los medios, con mentiras y tergiversaciones, para girar opinión pública contra los 6 de Jena. Todo esto subraya lo importante que es la lucha popular y la protesta del 20 de septiembre, y la necesidad de continuarla hasta que pongan en libertad totalmente a los 6 de Jena.
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¡El jueves 20 de septiembre fue un gran día para el pueblo!
Todavía estaba oscuro, el día recién empezaba. Pero el pequeño pueblo de Jena, Louisiana, ya había cambiado como nunca antes. Había camiones y carros de lugares tan lejanos como Nueva York y California. Llegaban miles de personas seguidas por decenas de miles más. La carretera rural de dos carriles, que por lo general está abandonada, estaba congestionada. Los carros empezaron a estacionarse donde pudieran y la gente empezó a caminar hacia el centro. Clubes de motociclistas negros llegaron tronando. Pancartas en las ventanas de los carros proclamaban: “Vamos a Jena, sígannos”, “Viaje a Jena” y “6 de Jena, estamos aquí para respaldarlos”.
Se estaba uniendo la oleada de indignación y organización en la base que al principio creció poco a poco y luego a pasos agigantados en las últimas semanas, y se expresaba de una manera poderosa, visible y concreta. Decenas de miles de personas de la base llegaron para demandar libertad para los 6 y que termine ya esta indignante injusticia. Desde hace mucho tiempo no se había visto una movilización como esta: con ese espíritu, grandes números y resolución.
Por todo el país, miles de personas participaron en manifestaciones y paros, se vistieron de negro y organizaron otras actividades en solidaridad con la protesta de Jena (ver más informes en la página 12, en revcom.us y en los próximos números).
Después de tanto oír que “el sistema es demasiado poderoso y nosotros estamos muy jodidos”… después de tanto tiempo con los de arriba dándole duro al pueblo… por fin se vio clarito y se sintió la fuerza, en potencia, del pueblo y la debilidad, en potencia, de los que ahora tienen las riendas de este podrido sistema.
A las 10 de la mañana, ya había miles de personas frente al tribunal de Jena, y seguían llegando. Una buena parte de la multitud eran estudiantes de prepa y universitarios. Hasta donde uno podía ver había gente en la carretera. Unos marcharon a la prepa Jena, donde habían colgado los dogales y donde los estudiantes negros tomaron una posición valiente contra el racismo. Todos querían ver dónde estaba el árbol “solo para blancos” que las autoridades cortaron. Poco a poco se acercaron para tocar la tierra. Unos arrancaron pedazos de las raíces y los guardaron en el bolsillo. En el parque Ward, a unas dos millas de la prepa, más de 1500 personas se formaban para marchar al tribunal.
Por varias horas la gente seguía llegando, y su indignación, resolución y creatividad eran evidentes por todos lados. La voz había corrido de vestirse de negro, y casi todos tenían playeras negras. Se veía diferentes mensajes. Todos juntos con sus playeras singulares: “Hartos y cansados”, “Alto al ‘Jenacidio’”, “Libertad para los detenidos”, “Vayamos a la raíz del problema”, “¡Los 6 de Jena hicieron lo que es justo!”, “6 de Jena, Harlem está con ustedes”, “El dogal anda suelto, ropa sin esposas. ¡Libertad para los 6 de Jena!”, “No hay cupo para el racismo”, “Alto a la criminalización de la juventud” y, “Yo estuve ahí el 20 de septiembre del 2007”.
“¡Todos a los camiones!”
Se bajaban de los camiones, tras lo que fue un viaje de gran experiencia. Jóvenes que iban a su primera manifestación iban juntos con quienes recordaban los viajes durante el Movimiento de Derechos Civiles. Obreros de un sindicato de Detroit dijeron que los trabajadores de la planta se vistieron de negro en solidaridad con Jena. Unos apenas se enteraron del caso de los 6 de Jena un par de días ante, pero no se iban a perder esta protesta. Un sentimiento común fue: “¡Ya era hora! Se ha esperado mucho tiempo”. Una profesional negra de 46 años de edad dijo que lo más importante de este día era que representaba “la esperanza en el futuro”, que un nuevo movimiento, una nueva generación estaba resuelta a cambiar las cosas. Ese fue un sentimiento que se escuchó muchas veces, que esto era el comienzo de algo nuevo. Había gente que luchó hace muchos años, así como jóvenes con nuevas ideas sobre el rumbo que debe tomar la lucha. Vinieron con experiencia, opiniones firmes, profundos interrogantes y abiertos a nuevas ideas. Se repartieron centenares de ejemplares de Revolución y en varios camiones tocaron “Están vendiendo postales para el linchamiento”, el pasaje con que empieza el DVD de Bob Avakian: “Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es”, que prendió mucho debate y discusión.
En un camión de Detroit, una persona nos dijo: “Desde el momento que cruzas el puente sobre el río Misisipi en Natchez, Louisiana, ya estás en el Sur profundo. Y fue muy impactante, que lo primero que vimos al cruzar fue una pareja negra, un hombre y una mujer, con una pancarta que decía ‘Jena 6’, dando la bienvenida a nuestra caravana de ocho camiones. Luego un par de millas después vimos algo diferente: presos vestidos con uniformes rayados que trabajaban a lo largo de la carretera y en el medio. Eso les dolió a todos y les enfureció. Aquí está el penal Angola, donde se hacen trabajos forzados. Este es el estado donde se ha comprobado que las autoridades violan y torturan a los jóvenes. Ese es el futuro que el estado de Louisiana tiene para los 6 de Jena. Luego vimos campos de algodón que se extendían por millas y millas. El chofer, que es de Louisiana, dijo: ‘Qué linda se ve esa nieve, ¿no?’. Todos miraron y vieron que era algodón, y se dieron cuenta de que durante la esclavitud los negros trabajaban ahí también. ¡Por fin llegamos a Jena! Increíble. Miles y miles de personas llegaban de todos los puntos cardenales, y casi todos vestidos completamente de negro”.
Muchos habían viajado toda la noche y ya cuando se acercaron a Jena de repente se estacionaron a lo largo de la carretera. Nadie sabía lo que estaba pasando. Empezaron a bajarse. Había una enorme cola de camiones. El sentimiento fue común, y de repente empezaron a corear: “¡Marchemos! ¡Si no nos dejan manejar a Jena, marcharemos!”. Empezaron a formarse en columna para marchar. Nadie se molestó de que tendrían que marchar 20 millas. Por fin los camiones volvieron a ir hacia Jena.
Todos compartían el motivo que les llevó a Jena con los demás. En un camión alguien dijo que tenía que ver con el futuro de la juventud negra en este país. Varias mujeres dijeron que emprendieron el viaje porque tienen hijos, hermanos o nietos de la misma edad que los 6 de Jena y que a ellos les podría pasar lo mismo. Una señora dijo: “Todos ellos son mis hijos, los jóvenes de Jena también son mis hijos y tengo que estar ahí con ellos como si fueran mis propios hijos”. Unos universitarios hablaron de la suerte que tiene de haber ido a la universidad, pero que tenían que estar en Jena por todos los jóvenes negros.
Un estudiante de Louisiana dijo: “Para mí, se trata de un pequeño y sórdido secreto de Estados Unidos: no quieren admitir que todavía hay racismo, especialmente en los pueblos pequeños donde las autoridades piensan que tal vez nadie les está viendo y por tal pueden hacer cosas que probablemente no podrían hacer en las ciudades grandes. Así que esto ha destapado muchas cosas, como también lo hizo Katrina”.
Un día de lucha, orgullo y logros
Ante el creciente movimiento nacional de apoyo a los 6 de Jena, una semana antes le habían revocado la sentencia a Mychal Bell. (Y una semana después salió libre). Y ese día le hizo ver a la gente el potencial que tiene el pueblo. Un estudiante de Louisiana dijo: “El simple hecho de que estamos aquí efectuará enormes cambios con respecto a este caso. Porque mira todo lo que logramos antes de llegar, con solo correr la voz un poco en la prensa de que veníamos, y mira cuántos vinieron”.
Al regreso, todos se sentían verdaderamente orgullosos de lo que habían logrado ese día, así como de la resolución de seguir luchando hasta que todos los 6 de Jena estén libres. Una persona nos dijo: “Al regreso, muchos tomaron la palabra para decir por qué habían ido y qué es lo que habían aprendido. Fue algo muy impactante. Se habló de lo importante que es que los negros se estén uniendo para oponer resistencia. Una persona dijo que el día fue una declaración a la juventud negra, de que sí se puede dejar atrás a la vida en la calle, y que eso se hace luchando por algo por lo que vale la pena luchar. Una señora dijo que su hijo la había convencido. Dijo que desde hace mucho se preguntaba cuándo van a luchar ‘ellos’, y de repente se dio cuenta que ella tenía que ser parte de ‘ellos’, y que la única manera que se va a poder cambiar las cosas es si todos deciden ser parte de ‘ellos’. Dijo que aunque tiene 70 años, ha decidido que va a dedicar la vida a esto. Un trabajador de una planta de autos dijo que tenía que ir. Le habían dicho que ya no quedaban boletos, pero así y todo fue a la estación de camiones resuelto a encontrar la manera de ir a Jena. Unos jóvenes dijeron que no sabían nada sobre los 6 de Jena hasta que se enteraron por la Internet, y entonces decidieron que tenían que ser parte de esa lucha hasta el fin, aunque eso quisiera decir que tuvieran que regresar a Jena. Un señor dijo que vivió en los tiempos del sistema Jim Crow y encaró perros de Bill Conner, que ha sido maltratado por la policía en el Sur y en el Norte. Dijo que no descansará hasta que todo eso termine”.
¡Seguir luchando para liberar a los 6 de Jena!
Un señor de St. Louis a quien le entrevistábamos le dio la cámara a alguien para que le filmaran; lo quería como recuerdo para su nieta de cinco días, para que lo mostrara a sus amigos cuando esté más grandecita y les diga que su abuelo participó en ese día histórico. Dijo: “Fue más grande de lo que esperaba. Estoy asombrado, estoy estremecido, estoy extático, creo que voy a llevar esta emoción por un año. Hubo bastante gente, las expresiones, no solo las playeras sino lo que la gente tenía que decir. No solo estamos haciendo la historia, sino que somos la historia”. Luego habló del rumbo que esta lucha debe tomar: “En vista de que tuvo tanto éxito, no debemos parar. Para mí que no es cuestión de una vez y eso es todo. Si tenemos que regresar, regresaremos, y que seamos el doble, el triple… Y después del caso de los 6 de Jena, ¡tendremos que seguir movilizando masas! Hay muchos casos como este”.
De hecho, no se trata solo de Jena. Tiene que ver con el sistema mismo y cómo devora a los jóvenes negros y de otras minorías, y todo lo demás con lo que le ha estado golpeando duro al pueblo desde hace años y años. Veamos este hecho: lo único que impedido que esos jóvenes sigan presos, y lo único que ha empezado a dar fruto, es el poder del pueblo en la lucha. Ahora que hemos regresado de Jena, tenemos que redoblar nuestra resolución de liberar a los 6 de Jena. Y, al hacer esto, tenemos que redoblar nuestra resolución a exhortar a “ser parte de la revolución”, a participar en esta batalla e investigar por qué este sistema hace todo esto al pueblo, por dónde va, y cómo esta justa lucha por la justicia se relaciona con deshacernos de este sistema y forjar una sociedad totalmente diferente, y contribuye a hacerlo.
Ahora mismo tenemos que seguir apoyando y construyendo la oleada de protesta contra la injusticia en Jena. La lucha en defensa de los 6 de Jena debe ser parte del 22 de octubre: el Día Nacional para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de un Generación. Tenemos que distribuir este periódico a muchas más personas y en muchos más lugares, especialmente en las prepas y universidades, tanto como los barrios; tenemos que distribuir centenares y centenares, y convencer a otros a vender 20 ó 50 también. Tenemos que presentar el DVD “Revolución” de Bob Avakian en clases y en la calle. Presta atención a la indignación de la gente ante esta injusticia, así como su alegría ante lo que se logró con la protesta del 20 de septiembre. Trabaja con ellos para que todo eso tenga una mayor expresión política. Desarrolla la resistencia ante esta injusticia en Jena y difunde la idea de la revolución.
Este es el momento de impulsar la lucha. Hay mucho en juego en esta lucha. Hay una batalla que hay que GANAR. El pueblo no puede permitir que se cumpla esta injusticia. Se ha visto una muestra de la fuerza del pueblo, y hay que parar, por medio de la acción política, esta imposición violenta de la supremacía blanca e impedir que más jóvenes negros desaparezcan en las mazmorras de este sistema.
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