Obrero Revolucionario #1229, 15 de febrero, 2004, posted at rwor.org
En la película Minority Report,John Anderton (Tom Cruise) es un detective de PRECRIME, una unidad que arresta antes de que se cometa el crimen. Resulta que el mismo Anderton cae bajo sospecha de que podría cometer un crimen. En una secuencia escalofriante, Anderton va por la ciudad huyendo de las autoridades que lo persiguen, pero las carteleras computarizadas le escanean la retina, mandan la información a bases de datos centrales y le dicen: "¿Angustiado, John Anderton? ¿Necesitas unas vacaciones? ¡Ve a Aruba!". Es una secuencia surrealista en que se siente la vulnerabilidad del tipo que quiere pasar desapercibido, pero a cada momento lo identifican.
Esta película se desenvuelve en el futuro, pero es atortolante porque habla de cosas parecidas a lo que ya está sucediendo en Estados Unidos. Ya hay leyes federales que permiten escarbar y decomisar papeles personales y computadoras. En el estadio del Super Bowl y en las colonias de "mucha delincuencia" hay cámaras biométricas para identificar "sospechosos". En los aeropuertos les toman fotos y las huellas dactilares a los extranjeros.
Ahora una comisión presidencial ha propuesto un plan para darle a la policía más poderes de espiar el correo. Un informe de la comisión del pasado julio declara: "El Servicio Postal, en coordinación con el Departamento de Seguridad de la Patria, debe explorar el uso de identificación del remitente en cada sobre o paquete comercial y personal".
El informe se titula "Hacia el futuro (Difíciles opciones para preservar el servicio postal universal)" y es el fruto de una comisión que Bush organizó para examinar cómo reestructurar el servicio postal.
La comisión propone crear una "red postal digital" con códigos de barras y "sellos inteligentes" que indiquen quién mandó la carta y de dónde. Dice que es necesario para modernizar el servicio postal y para que sea más eficaz y redituable (lo que seguro implica eliminar trabajadores y poner a trabajar más duro a los que queden).
Varias corporaciones están promoviendo el concepto de "correo inteligente" porque esperan que les dé grandes ganancias. Además, el plan de la comisión es parte de las medidas gubernamentales para instituir mayores poderes policiales. El informe dice: "Los sucesos del 11 de septiembre y los incidentes de ántrax en el servicio postal han aumentado la necesidad de garantizar la seguridad del sistema de correos. Identificando al remitente se puede configurar un sistema más seguro".
"Los sucesos del 11 de septiembre" han servido de pretexto para una racha de leyes represivas, como la Ley Patriota.
"Los incidentes de ántrax" son las cartas portadoras de esporas de ántrax que recorrieron el este del país en el otoño de 2001. Se encontraron cuatro cartas con ántrax; dos iban dirigidas a senadores demócratas de alto nivel y dos a las oficinas de compañías de prensa en Nueva York. Las cartas no mataron a los destinatarios, pero infectaron a trabajadores postales, secretarias y otras personas que las tocaron. Se sabe que cinco personas murieron por inhalar el ántrax.
La investigación oficial no sacó nada en claro. Bush y la prensa dijeron que seguro las mandaron "terroristas", Saddam Hussein u otros "enemigos de Estados Unidos". De hecho, todo indica que el ántrax salió de un laboratorio nacional de armas biológicas.* La prensa no habló mucho de los programas nacionales de armas biológicas, pero el FBI aprovechó la ocasión para husmear en universidades y organismos científicos.
Como con otras medidas después del 11 de septiembre, aquí también se vio que lo que más le preocupa al gobierno no es la "seguridad" de la ciudadanía sino la expansión de los poderes de vigilancia, investigación y represión. Todo eso se ve en los planes para el servicio postal.
Un punto central del plan que propuso la comisión es crear un "correo inteligente". Un artículo de CNET.com comentó: "Aunque los detalles son vagos por ahora, un sistema de correo inteligente usará códigos de barras o sellos especiales que a lo mínimo identifiquen el remitente, el destino y la clase de correo".
La comisión presidencial no detalla cómo se hará todo eso. Dice: "En la etapa inicial del proceso se puede precisar la identificación del remitente, el origen geográfico y la clase de correo, y se puede codificar con máquinas de sellos `inteligentes' o contadores de sellos al momento de la compra. Después, cuando los sobres entren a la red postal, tecnología de procesamiento inteligente puede añadir más información al código de barras (especialmente el destino y la fecha de procesamiento)".
Ya sea con códigos de barras o sellos, el objetivo del plan es poder identificar instantáneamente cada carta, revista, factura y paquete que se manda por correo.
La comisión presidencial tiene lista una respuesta (y amenaza) para los que le pongan objeciones al plan: "Exigir que todo remitente se identifique tendrá un impacto insignificante para la gran mayoría de los usuarios del servicio postal que se identifican cuando mandan cartas y que consideran que hacerlo es una pequeña concesión para garantizar su seguridad y la de los hombres y mujeres que reparten el correo. La mayor inconveniencia será, claramente, para los que usan el servicio postal con fines ilícitos pues esta medida dará a las autoridades policiales una nueva herramienta para identificar y prevenir tales actividades ilícitas".
Es la misma lógica insidiosa con que Ashcroft y compañía han atacado a todos los que se oponen a las nuevas leyes y medidas represivas: que si uno las critica es porque es "criminal" y porque tiene algo que esconder.
La verdad es que el plan de "correo inteligente" tendría muchas consecuencias. El gobierno podría formar bases de datos de todo lo que pasa por el correo. Se podría identificar quién escribió una queja. Ninguna carta a la redacción sería anónima. El gobierno podría husmear todo lo que pasa por el correo: tarjetas de crédito, revistas políticas, medicinas, etc. Por supuesto, el "correo inteligente" se usaría contra los movimientos de oposición y especialmente contra las fuerzas revolucionarias.
Todavía no se sabe mucho del plan de "correo inteligente", pero varios grupos dedicados a asuntos de privacidad y tecnología ya lo están criticando. Ari Schwartz, del Centro pro Democracia y Tecnología, le dijo a CNET.com que "en este país hay una larga historia de diálogo político anónimo" y que anular el anonimato del correo representaría "un fuerte cambio del diálogo político en este país". El Centro de Privacidad de Información Electrónica advirtió que con el "correo inteligente" al gobierno se le facilitará espiar.
La inspección del correo ya es una herramienta de espionaje. El FBI y otras agencias policiales examinan los sobres sin el permiso ni el conocimiento del remitente ni el destinatario desde mucho antes de la Ley Patriota y otras leyes represivas impuestas después del 11 de septiembre.
En julio del 2000, el Congreso examinó el software de espionaje del FBI Carnivore. Un congresista le preguntó a un subsecretario de Justicia (Kevin DiGregory) qué pasaba con la "causa probable" si el FBI recababa listas de llamadas. El subsecretario dijo que la Suprema Corte ya había establecido que "no se debe esperar privacidad al marcar números por teléfono, porque esencialmente cuando uno le da información a una tercera parte, como la compañía de teléfonos, no es razonable esperar que esa información sea privada".
El congresista entonces preguntó: "¿Quiere decir eso que si yo mando una carta por correo no debo esperar privacidad sobre el destinatario? ¿Pueden ustedes ordenarle al servicio de correos, sin causa probable, que les diga quién me manda cartas y a quién le escribo?".
La respuesta del subsecretario fue reveladora: "Eso lo hacemos todo el tiempo". Lo único que el Departamento de Justicia necesita para examinar el correo de una persona u organización es decirle a un tribunal que es importante para una investigación. Los "sellos inteligentes" le darán al FBI más información.
El informe de la comisión dice que el plan del "correo inteligente" es preliminar, pero la cosa ya va en marcha. CNET.com escribió en agosto: "Grandes compañías de alta tecnología, como Canon, Hewlett-Packard, IBM, Lockheed Martin, Pitney Bowes, Symbol Technologies y Stamps.com, están presionando al servicio de correos a adoptar sistemas de correo inteligente. Cada uno participa en un comité especial sobre correo inteligente que organizó el Equipo de Trabajo de la Industria Postal, un grupo formado en 2001 con el apoyo de John Potter, director general del servicio de correos".
Las autoridades ya sacan información del correo. Ahora quieren refinar las herramientas de espionaje con códigos de barras, sellos inteligentes y el concepto de "correo inteligente".
* La ponencia "Análisis de los ataques de ántrax" de Barbara Hatch Rosenberg, Ph.D., señala: "Las esporas de ántrax de las cartas enviadas al senador Daschle contienen una forma especial de sílice que se usa en el proceso estadounidense. La extraordinaria concentración (un quatrillón de esporas por gramo) y la pureza del ántrax es característica del material que produce el proceso estadounidense óptimo". También dice: "El proceso óptimo de refinación para usar el ántrax como arma es secreto. Bill Patrick, el inventor, tiene cinco patentes secretas y dice que el proceso requiere una combinación de productos químicos. No hay evidencia de que ningún otro país tenga la fórmula". El artículo "Las cartas con ántrax: Made in U.S.A.", OR No. 1146, rwor.org, tiene más información al respecto.