Día Internacional de la Mujer 2005
Grupo Transgeneracional Ad Hoc de Escritores del OR
Obrero Revolucionario #1270, 13 de marzo, 2005, posted at rwor.org
Nueva York. El Lower East Side de Manhattan. Noviembre de 1909.
El invierno ha llegado prematuramente y un viento frío corta como cuchillo. En la acera todo mundo tiene prisa. y se puede ver el vapor del aliento de los vendedores ambulantes y los muchachos que venden periódicos.
De repente la voz de 20,000 personas retumba en los edificios circundantes y en el laberinto de calles.
Es un momento trascendental. La mayoría son mujeres y salen marchando de centenares de talleres de miseria, con estandartes que hablan de socialismo y justicia. Corean en yiddish, italiano, ruso y de vez en cuando inglés. Exigen que se ponga fin a los horrores de su vida diaria, el ritmo matador del trabajo, los salarios de miseria, la falta de derechos básicos como mujeres y como seres humanos.
Pisan el pavimento con las botas. Tiemblan del frío y de la indignación. Qué ironía: trabajan en talleres de ropa, cosen y planchan todo el día, fabrican ropa para todo el mundo, pero muchas ni siquiera tienen con que comprar un abrigo.
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El "Levantamiento de los 20,000" sorprendió al mundo. A los ojos de muchos, Estados Unidos era el refugio de los inmigrantes y los oprimidos. Ahora, de repente, se filtraba la verdad: a las olas de inmigrantes que llegaban a Nueva York los explotaban salvajemente en talleres de miseria.
Esa verdad iba a verse de nuevo, de una manera horripilante. Un incendio destruyó varios pisos de la fábrica Triangle Shirtwaist, cerca del parque Washington Square. Una nueva tecnología, el telégrafo, envió la noticia por todo el mundo.
El incendio hizo que muchos trabajadores corrieran a las ventanas y, luego, con el pelo y la ropa en llamas, saltaran a la calle.
Inspirada por el "Levantamiento de los 20,000", en 1911 una conferencia internacional de mujeres socialistas declaró que de ahí en adelante el 8 de marzo se celebraría el Día Internacional de la Mujer. Año tras año, se ha conmemorado por todo el mundo con paros, marchas y celebraciones.
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Hoy, cien años más tarde, ¿cuántas mujeres siguen sentenciadas a una vida parecida? ¿A cuántas jóvenes las tratan como si no valieran nada?
Bob Avakian, presidente del PCR, ha dicho:
"En este sistema, la mujer vive bajo una opresión a gran escala, hasta en los detalles más personales e íntimos. Diariamente, en las relaciones personales o familiares, y en la sociedad en general, la mujer recibe insultos, amenazas, maltrato, degradación y violencia de manos de los hombres. Ni las mujeres de las clases altas escapan a eso. Se considera y se trata a todas las mujeres, de todas las clases, como si fueran propiedad: como mercancías para comprar y vender, o para vender otras mercancías. La dominación y opresión que ejerce el hombre sobre la mujer es un elemento de la vida cotidiana: es una piedra angular del capitalismo y de todos los sistemas en que un sector de la sociedad domina y explota a otros. Es fibra fundamental del tejido de la sociedad y la cultura dominantes. Tanto la `moralidad tradicional' basada en la religión como el botín flagrante de la pornografía y la prostitución son su fruto".(de "Por qué solo la revolución proletaria puede liberar a la mujer")
La mujer lleva miles de años luchando contra las cadenas de la opresión. Pero aquí estamos en el siglo 21, y la vida sigue dominada por los mismos horrores. Hoy los fascistas cristianos han cobrado mucha fuerza. Y no cabe duda: quieren arrastrar al país y al mundo a una nueva Edad Media de alta tecnología.
"Lo que Marx escribió hace 150 años en el Manifiesto Comunista acerca de las relaciones de producción burguesas desenfrenadas viene muy al grano, sobre todo en lo que se refiere a ciertos sectores de la población estadounidense en el mundo del capitalismo `post-guerra fría'. El siguiente pasaje del Manifiesto es muy contundente: `Dondequiera que ha conquistado el poder, la burguesía... ha desgarrado sin piedad [las relaciones feudales] para no dejar subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel `pago al contado'. Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio... En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal'. Aquí se encierra una gran ironía: el `triunfo' y el `triunfalismo' del capitalismo hoy por hoy han producido ciertos efectos y sentimientos que tienden a socavar la voluntad de sacrificarse por `dios y la patria', es decir, por los intereses y exigencias del imperio yanqui, dentro del país y a nivel internacional. Por eso, los `conservadores', principalmente la derecha cristiana, buscan reavivar e imponer precisamente `el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués'; es decir, resucitar una situación en la cual impere una explotación mundial más brutal que nunca, pero `velada por ilusiones religiosas y políticas'". ("La verdad sobre la conspiración derechista... y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta", Bob Avakian, OR No. 984, 29 de noviembre de 1998)
La vida de la mujer ya es intensa y difícil, y los fundamentalistas quieren hacer trizas los logros de centenares de años de lucha.
Piénsenlo: hace poco el presidente de la Universidad Harvard, Lawrence Summers, dijo en una conferencia académica que, en parte, hay pocas mujeres en los más altos niveles de las ciencias porque, intrínsecamente,la mujer no tiene la misma aptitud científica o matemática que el hombre. ¡Piensen en lo que esto representa! ¡Que incluso en las universidades no se han derrotado ideas tan anticientíficas sobre la inferioridad de la mujer.
O esto: treinta años después de que se legalizó el aborto en Estados Unidos, este derecho básico de la mujer sigue bajo sitio. Y lo que es peor, las fuerzas más reaccionarias y odiamujeres andan envalentonadas y ven la victoria en el horizonte. Esperan que pronto el presidente se ponga al frente de la cruzada para volver a penalizar el aborto y que los médicos que practican abortos terminen presos.
Así que una pregunta se presenta con urgencia: ¿el mundo tiene que ser así? ¿La mitad de la humanidad tiene que vivir con miedo, violencia y odio? ¿O se puede alcanzar algo diferente, algo mucho mejor y mucho más liberador? ¿La liberación de la mujer es posible o impensable?
"Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos".
En el siglo 19, en medio del torbellino histórico de la revolución francesa, Charles Dickens escribió "Historia de dos ciudades".
Hoy se puede decir que vivimos una historia de dos epistemologías: dos maneras radicalmente diferentes de examinar la realidad y el mundo.
¿Qué es la verdad?
La mujer necesita la verdad en este mundo lleno de mentiras.
La mujer tiene que entender las raíces de la opresión y del patriarcado. Desde hace mucho tiempo se ha tratado a la mujer como propiedad, como objeto. Es una historia tan vieja como las clases, profunda y horripilante.
La mujer tiene que entender que surgió de los sistemas sociales y económicos que organizan la vida.
Lo que es más: tiene que entender que tiene el potencial, que la humanidad tiene el potencial, de tumbar el sistema de explotación que reina hoy día.
Tenemos que captar que este potencial surge del mismo sistema capitalista. Examinando la historia humana, se puede ver que hace dos siglos emergió una clase que, como reconoció Carlos Marx, tiene el potencial de dirigir a la humanidad a transformar toda la sociedad, a hacer dos rupturas radicales: liberar al planeta de todas las relaciones de propiedad tradicionales y de todas las ideas anticientíficas y esclavizadoras.
Para liberarse a sí misma, esta clase de trabajadores sin propiedad (que los comunistas llamamos "el proletariado") tiene que liberar a toda la humanidad, así que con el surgimiento del proletariado se presenta, por primera vez, la posibilidad de alcanzar la completa emancipación de la mujer.
En este proceso histórico, el proletariado, como clase, tiene que unirse con diferentes clases y fuerzas sociales por toda la sociedad, dirigirlas y aprender de ellas. Este será un proceso extremadamente complejo y multifacético. La opresión de la mujer surge de la base económica subyacente de la sociedad, pero esto no se debe entender en un sentido estrecho o "economicista", puesto que las ideas en contienda en la sociedad, y las relaciones sociales y políticas, desempeñan un papel profundo e iniciador en el proceso de cambiar el statu quo. Por medio de la revolución proletaria, se puede desenvolver un nuevo proceso histórico, que puede desencadenar el potencial creativo de millones de personas para rehacer tanto la sociedad como la humanidad. La innovación creativa, artística e intelectual impulsará ese proceso.
Ha habido una ola de revoluciones proletarias: la Comuna de París de 1871, donde la mujer luchó en las trincheras con una nueva visión de la sociedad. la Unión Soviética, donde derramaron sangre las mujeres y los comunistas, y la mujer se quitó de encima el yugo de la opresión feudal y tribal como parte del primer país socialista. la Gran Revolución Cultural Proletaria de la China maoísta, donde toda una generación de mujeres creció en un país donde no se consideraban a sí mismas por el prisma del género (y tampoco los hombres) y donde las mujeres fungían como líderes en una "revolución dentro de la revolución" sin precedentes. (Véase "Sueños en el metro el DIM", Osage Bell, 7 de marzo de 2004) Pero esas revoluciones tenían deficiencias y no llegaron lo suficientemente lejos. y el reto para nuestra generación es ir más lejos.
Hoy, cuando la mentalidad de una nueva Edad Media predomina en la clase dominante, el proyecto comunista está pasando por un renacimiento: Bob Avakian ha planteado una nueva concepción del proceso de la revolución proletaria y desarrollado la ciencia del comunismo que llamamos marxismo-leninismo-maoísmo, una ciencia que nos permite entender la realidad en su movimiento y desarrollo y, con esa base, cambiarla. Bregando con las difíciles contradicciones de avanzar de este mundo opresor a un mundo liberado, Avakian presenta esas contradicciones para que todos breguemos para resolverlas. En ese proceso tenemos que buscar la verdad, no importa dónde se encuentre. Avakian plantea una nueva visión de lo que debe ser la dirección de esta clase histórica, de la relación de los revolucionarios comunistas con los artistas, los científicos y los distintos sectores sociales, y un método y orientación totalmente nuevos para resolver esas contradicciones, que llama "núcleo sólido con mucha elasticidad" ("Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo", Bob Avakian, en la internet en rwor.org)
Esta nueva visión nos permite captar que el deseo irrefrenable de emancipar a la mujer seguirá siendo un poderoso motor del cambio revolucionario, hasta que hayamos ido más allá de la época histórica en que la mitad de la humanidad sufre a raíz de su género.
La emancipación del mundo será un proceso desgarrador, pero también interesante y liberador.
Todo esto es una verdad importante que la mujer, y el hombre, tiene que captar.
Pensemos en el "Levantamiento de los 20,000" y en las trabajadoras de la fábrica Triangle Shirtwaist. ¡Es importante captar que su lucha y su sufrimiento son parte de esta lucha histórica por un mundo nuevo!
¿Qué significará si las trabajadoras de hoy, atrapadas en los mismos horrores, captan esta posibilidad y necesidad de una revolución y de alcanzar un sistema totalmente diferente? Un sistema que, en vez de fundamentarse en la explotación del trabajador y la degradación de la mujer, se caracteriza por una lucha intensa y consciente por superar las profundas desigualdades y divisiones entre el hombre y la mujer.
¿Qué significará si una muchacha --que apenas empieza a pensar en los muchachos y a sentir la presión de no levantar la mano en la clase de matemáticas-- capta tales cosas? ¿Qué significará si capta que sus capacidades tienen valor y que tiene la oportunidad de desarrollarlas?
Hoy tantas muchachas llegan a un callejón sin salida tras otro; tienen que esconder sus talentos artísticos, intelectuales y atléticos, enfocarse en atraer a los muchachos, y se ven acusadas de ser incapaces e inferiores.
¿Y qué significará para todos si esas muchachas captan la verdad de que esta es una opresión antigua, y que sí se puede atacar y derrocar, junto con otros? ¿Qué significará esto para una nueva generación de mujeres y para el futuro de la humanidad?
Demos un vistazo a la vida de tantas mujeres, a los millones de trabajadoras pobres y madres solteras que luchan nada más para subsistir. Pensemos cómo se les va el mundo a pique con la posibilidad de un embarazo.
Imaginen lo importante que es tener la opción de tomar una decisión consciente y racional, no agobiada por la superstición. Imaginen lo que significaría que más mujeres entiendan científicamente cómo se desarrolla el feto y que es parte del cuerpo de la mujer.
Y lo que significará que toda una generación, las adolescentes de hoy, capten, objetivamente, que el derecho al aborto es fundamental para la capacidad de controlar su propia vida. que capten cuánto perderán si les quitan este derecho verdugos entogados y politiqueros. que se unan para luchar por la vida y la liberación.
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La mujer tiene que saber la verdad sobre todo esto. Y el hombre también.
En la Edad Media la mujer estaba sometida totalmente al esposo y al patriarcado. Si no aceptaba los límites establecidos, la acusaban de ser bruja y la quemaban.
Las mujeres y los hombres tienen que captar los peligros que se vislumbran. y que ese no es el único futuro posible. Tienen que entender el análisis de Bob Avakian sobre los fascistas cristianos, de dónde provienen y adónde llevan al país. Tenemos que captar las profundas contradicciones que tienen y lo profunda que es la polarización en torno al futuro que están tratando de imponer. Tenemos que luchar por crear una polarización distinta en que podemos pararlos y forjar un futuro diferente. (Véase el artículo "La pirámide del poder. Y la lucha por cambiar de base el mundo" en el OR No. 1269, y las charlas de Bob Avakian en la internet en rwor.org)
El incendio que arde en la mujer, que no acepta la degradación y que nos dice que el mundo no tiene que ser así, tiene que alcanzar un nivel superior. tiene que incorporar un conocimiento amplio y científico de dónde estamos en la historia y de qué podemos forjar del dolor de hoy.
La mujer no tiene que aceptar que la traten como propiedad. Tiene que desempeñar un papel poderoso en la transformación de la sociedad, tiene que participar de lleno y ser líder en esta lucha para liberar a toda la humanidad. y en el proceso liberarse a sí misma.
¡Romper las cadenas!
¡Desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución!