El nacimiento de una nación podría aportar a la liberación — pero volver a procesar a Nate Parker no lo hará

Sunsara Taylor

2 de septiembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La víspera del estreno de la nueva película, The Birth of a Nation (en inglés; El nacimiento de una nación), una crónica de la heroica rebelión de esclavos dirigida por Nat Turner, ha estallado una enorme polémica sobre alegaciones de agresión sexual ocurridas hace 17 años en contra de Nate Parker, el guionista, director y estrella de la película. A pesar de que Nate Parker fue procesado y declarado no culpable, crece la cantidad de comentaristas, entre ellos muchas importantes voces feministas y negras, que públicamente insisten que, debido a esas alegaciones, no irán a ver la película. Esta controversia peligra el alcance e impacto de la película aun antes de su estreno. Eso es muy malo.


El avance oficial de alta definición de la película

Esta película es imprescindible. Todo estadounidense y muchos otros deben de reconocer tanto los horrores de la esclavitud como su papel integral para este país. También deben de aprender del heroísmo y de la historia de Nat Turner, quien dirigió uno de los levantamientos más poderosos y más justos en contra de la esclavitud que se haya dado en la historia de Estados Unidos. Es muy poco común que se produzcan películas así. Y es aún más raro que un estudio de Hollywood la adquiera y promueva en un importante estreno nacional. Todos los que se preocupan por la liberación, y todos los que desean una cultura y un ambiente en el cual puedan florecer las ideas y el arte radicales, deben de oponerse enérgicamente a las acciones para enterrar la película en la controversia y destruir a Nate Parker y su co-guionista Jean Celestin. Yo todavía no he visto la película, pero es imprescindible ver cualquier película sobre ese tema, y hay que juzgarla por su contenido y no por el artista.

Eso no quiere decir que debemos descartar o minimizar el horror de la violación. Yo he escrito mucho sobre el acto horroroso que es la violación. No solo destruye la vida de las mujeres víctimas de la misma, la constante amenaza de violación es un arma de terror contra todas las mujeres. Es un instrumento indispensable para hacer cumplir la opresión general de la mujer y la dominación patriarcal de todas las mujeres en todas partes del mundo. Todos debemos de luchar, con urgencia y gran pasión, contra todo eso.

Pero lo que es muy incorrecto es volver a procesar y condenar a Nate Parker en el “tribunal de la opinión pública” 17 años después de que fue procesado y declarado no culpable de violación. Eso no contribuirá a liberar a la mujer ni a nadie más. De hecho hará lo contrario.

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¡A romper TODAS las cadenas!
Bob Avakian sobre la emancipación de la mujer y la revolución comunista

Edición de muestra
La obra completa

Sí es cierto que a lo largo de la historia han callado a las mujeres que se atreven a denunciar su violación Y ADEMÁS es cierto que a lo largo de la historia de Estados Unidos la acusación de violación, especialmente contra los hombres negros, ha servido de licencia para matar. Por lo que, ¿existe una manera de desenredar eso? Sí, pero solo en el contexto de la búsqueda de la verdad y de la lucha para romper TODAS las cadenas de la tradición.

Como dice un artículo muy importante sobre las cuestiones fundamentales de principio y método a raíz de las acusaciones contra Bill Cosby:

“…es muy importante, en primer lugar, trabajar para crear un ambiente en la sociedad en general y en distintas instituciones y sectores de la sociedad el que dificulta mucho más que se cometan violaciones y agresiones sexuales, y el que aliente y apoye a las mujeres para que se opongan a esas cosas y alcen la voz para denunciar estas cosas y pidan justicia en estas situaciones, y a la vez insistir en un enfoque sistemático de tratar las acusaciones de violación y agresión sexual, y las acusaciones de delitos y fechorías en general, mediante un proceso que se base en un método y enfoque científico y en que se repudie y denuncie firmemente el mismo ‘juicio por los medios de comunicación’ y la misma ‘tiranía mediática’ tan conocidos hoy, y el mismo ambiente muy venenoso que esta situación crea y refuerza”.

Que no quede duda: lo que se hace contra Nate Parker y The Birth of a Nation no es nada más que un juicio por los medios de comunicación, y un juicio por las redes sociales. Es un juicio por la cultura de “te pillamos”, por lo que constituyen rumores — sin ningún criterio de la verdad en absoluto. Es un juicio por lo que le dirigena la “chusma” a pensar, lo cual, dicho sea de paso, en una sociedad dividida por clases, patriarcal y de supremacía blanca, inevitablemente terminará atacando y echándole la culpa a los más oprimidos. ¿Es necesario hacer recordar de: “Me enteré que un muchacho negro le silbó a una mujer blanca” o “esa facilona se la buscaba”, para ver en qué podría resultar — y que le ha dirigido una y otra vez?

Aun cuando este enfoque no se dirija contra los oprimidos, sigue siendo incorrecto. Obra en contra de la búsqueda científica de la verdad, que es indispensable para el proceso de una verdadera emancipación y que es una parte esencial de cualquier sociedad verdaderamente justa y vibrante.

NO es una teoría de conspiración preguntar: ¿Por qué ahora?

Aunque a Nate Parker lo hubieran declarado culpable de violación hace 17 años —lo cual no sucedió—, sería necesario preguntar: ¿Por qué resucitan esto ahora, después de tantos años y en la víspera del estreno de la película?

Desde hace años se sabe de las acusaciones, y de la absolución, y no ha surgido nada nuevo. Lo único nuevo es que una publicación de peso decidió crear una tormenta de controversia en la víspera de su estreno — lo que incluye desenterrar y divulgar que la mujer en cuestión se suicidó hace cuatro años. De hecho, algunos parientes de la mujer han señalado algo importante: que “dudad de los motivos subyacentes que sacan esto a la luz 17 años después, y no participar en atizar las llamas”.

A cada paso en el trayecto, las personas de las instituciones poderosas tomaron decisiones de fabricar una controversia donde antes no existía. Alguien tuvo que decidirse a publicar un artículo importante en la revista Variety que da a entender (mejor dicho, incitar) el que esta “controversia” pudiera eclipsar la película. Y tuvo que decidirse a agregarle detalles de un trágico suicidio que durante cuatro años no tuvieron ningún interés en reportar. Otros tuvieron que decidirse a postear la “nueva controversia” por tres días en la página de inicio del New York Times y luego en muchas otras publicaciones. Alguna gente tuvo que repasar las actas del juicio y sacar partes de contexto. Así han sido las cosas, sin parar.

NO es una teoría de conspiración pensar, cuando de repente se arme semejante escándalo, que fuerzas poderosas o están detrás de esto o lo apoyan. Al contrario. Reconocer eso es parte de aplicar el método científico a una sociedad en la que ciertos grupos sociales tienen más poder que otros y son capaces de usar ese poder, cuando sirve sus propósitos, para arruinar a ciertos individuos, una obra de arte o la erudición de una persona.

¿A QUIÉN y a QUÉ sirve esta “controversia”?

Esta “controversia” fabricada ya obra para que la gente no vaya a ver la película. Para que afecte la manera en que la compañía cinematográfica y otros decidan promoverla. El American Film Institute ya pospuso una proyección importante. Para impedir que se hable de la esclavitud, pero también para parar el apoyo a quienes se rebelaron contra eso y sobre si se merecen apoyo — que en el caso de Nat Turner no carece de controversia, tal como no carecen de controversia quienes se rebelaron hace poco en centros urbanos en Milwaukee, Baltimore y otras partes contra los asesinatos policiales. Para impedir que la película se conecte con el polvorín de ira latente en los ghettos y en las prisiones.

Es casi seguro que atacar a la película directamente por su contenido, podría catapultarla a un reconocimiento aún mayor. Tanto mejor que los opresores tengan una pantalla de “izquierda”, una razón aparentemente “radical”, para enterrar la película.

Si bien parece que muy poderosas fuerzas, quizás de la clase dominante, pusieron la controversia en marcha, otros se han dejado embaucar y le han entrado. Sea cual sea su intención, esas personas dejan que su legítima indignación ante la generalizada cultura de violación y patriarcado sirva de pretexto para atacar una película que no promueve la violación, sino más bien, y de hecho, aporta de manera poderosa a la lucha contra la opresión.

El veredicto de “no culpable” importa

Nate Parker fue procesado y declarado no culpable. ¡Eso importa!

Ni siquiera debería ser necesario señalar que importa que a Nate Parker lo declararan no culpable. Desafortunadamente, lo es.

Un excesivo número de personas defienden el muy torpe —y sumamente nocivo— argumento de que, debido a que no se informa sobre la mayoría de las violaciones, y aún menos resultan en condenas, se puede deducir que seguro que Nate Parker se saliera con la suya con esa violación. Eso es incorrecto. Las estadísticas de que con frecuencia los hombres se salen con la suya cuando violan NO es lo mismo que pruebas de que un hombre específico se salió con la suya violando.

Otros dicen que hay que creer las acusaciones de la mujer “porque no tiene nada de que beneficiarse al hacer pública una acusación de violación”. Eso es incorrecto. No son pocos los casos en que las acusaciones de una violación han sido completamente inventadas. También ha habido muchos casos en los que las condenas por violación se dieron por poderosos intereses de la clase dominante y que no tienen nada que ver con pruebas de comportamiento ilícito. También se han dado casos de recuerdos y percepciones sinceramente guardados de una persona que resultan no ser ciertos.

Para determinar si una persona en particular, en un caso en particular, es culpable o inocente, hay que examinar a fondo y evaluar los hechos y las pruebas de ese caso, y rendir un veredicto. Eso ya se hizo. Nate Parker fue procesado, y después de examinar todas las pruebas, lo declararon no culpable de todo acto penal. Eso importa.

Una diferencia esencial: Nate Parker NO es parte del estado, pero las policías que se exoneran por el asesinato SÍ

Algunos han argumentado que es “alarmante que unos hombres negros se hayan apresurado a valerse de repente del sistema judicial” cuando ese mismo sistema judicial deja que los policías asesinos salgan libres.

Este argumento es también erróneo. Al considerar esto y escribir lo siguiente, me he basado profundamente y parafraseado el artículo a que ya me he referido sobre la controversia respecto a Bill Cosby.

Los policías que asesinan a personas negras son parte del aparato del poder estatal capitalista. El “fiscal” es también parte del aparato de ese poder estatal. Y se ha producido, sobre un largo período de tiempo, un patrón muy claro en el que el asesinato policial casi siempre se declara “justificado”. En vista de esto, existe una sólida base científica para creer que es muy poco probable que los procedimientos estatutarios del sistema jurídico conduzcan a un resultado justo. Es correcto creer que es muy probable que cualquier investigación y procedimientos jurídicos estén contaminados en lo fundamental de manera que no resulten en ninguna acusación o, en el caso muy poco común de una acusación, en ninguna declaración de culpabilidad.

Pero eso es muy diferente a una situación de un individuo, incluso un individuo con una considerable riqueza e influencia, que no es parte del aparato del poder estatal.

Hay que establecer la verdad de modo científico

Por supuesto que se dan casos en los que un estudio y análisis exhaustivos de las pruebas y un juicio hacen que sea legítimo sacar la conclusión de que el veredicto fue incorrecto. No digo que he desmenuzado todo esto a fin de llegar a una conclusión científica sobre la veracidad de este veredicto. Pero lo he analizado con suficiente detenimiento como para saber que aquellos que declaran que Nate Parker es “definitivamente culpable” y que el veredicto fue incorrecto no lo hacen sobre nada parecido en lo más mínimo a una base científica sólida*.

No se puede determinar la verdad en función de quién va a beneficiarse de ella, de cómo hará sentir a una persona o de la experiencia personal de una persona, y ciertamente no de cuántas personas la dicen. Hay que sacar la verdad de la evidencia. Esto es importante no sólo para determinar lo mucho que está en juego en esta particular controversia. Esto tiene que ver con cuestiones fundamentales acerca del mundo específico en el que queremos vivir y cómo luchar para alcanzarlo.

Nos hace falta un mundo sin la división grotesca en explotadores y explotados, sin la violencia desenfrenada contra la mujer y el patriarcado degradante, sin el constante terror sangriento contra la gente negra y sin su opresión y sin los demás crímenes del sistema del capitalismo-imperialismo que nos domina. Nos hace falta un mundo sin el presente sistema despiadado, un mundo donde la gente haya ido más allá de considerar y evaluar cada intercambio social en términos de los intereses de los individuos y grupos que compiten entre sí, pero que al contrario parta de los intereses más amplios de toda la humanidad. Para alcanzar tal mundo se requerirá una revolución concreta, y ésta requiere un enfoque científico.

Bob Avakian, el líder del Partido Comunista Revolucionario, ha escrito:

Para que la humanidad avance más allá de un estado en que “no hay razón como la del bastón” —y en que en última instancia la situación se reduce a las relaciones de poder bruto—, se requerirá, como elemento fundamental de este avance, un enfoque hacia el conocimiento de las cosas (una epistemología) que reconoce que la realidad y la verdad existen objetivamente y no cambian en conformidad con (ni dependen de) diferentes “narrativas” y cuánta “autoridad” tenga una idea (o “narrativa”) ni de cuánto poder y fuerza se pueda ejercer en nombre de cualquier idea o “narrativa” particular en cualquier momento dado. (Lo BAsico 4:10)

Los juicios —la tiranía— por los medios de comunicación y Twitter van en contra de la liberación

Para repetir, lo que hemos presenciado es una caza de brujas por los medios de comunicación y Twitter. Ha examinado minuciosamente todo lo que ha dicho Nate Parker durante casi dos décadas, lo que incluye llamadas telefónicas grabadas ilegalmente. Sin poder encontrar nada incriminatoria, los autores han insistido que las declaraciones que expresan puntos de vista patriarcales (hacia los hombres homosexuales o hacia las mujeres) constituyen la “prueba” de su culpabilidad. Ha sacado de contexto el testimonio de los testigos. Se tratan como hechos indiscutibles las alegaciones —las que son sólo eso, alegaciones (que nunca se litigaron)— de la mujer de que fue acosada y acechada. Este frenesí mediático ha hecho caso omiso casi completamente de la evidencia de violaciones de la ley e intimidación por parte de la policía, y la respectiva confabulación de la fiscalía, en busca de encarcelar a Parker y Celestin**.

Para citar una vez más el artículo sobre las acusaciones formuladas contra Cosby:

“Lo que se ve en la actuación de estos medios de comunicación en situaciones así —un proceso que casi ni trata de dar una apariencia, ni hablar de un contenido concreto, del debido proceso, el cual nunca en efecto ha sido el objetivo ni propósito de estos medios de comunicación— es un ‘juicio por los medios de comunicación’ unilateral y una ‘tiranía mediática’ en que, una vez singularizada una persona, no existe ninguna base o posibilidad concreta de que dicha persona se defienda en serio —que trata las negativas como evasivas y otra oportunidad para atacar a la persona— y todo eso, en formas muy nocivas, contribuye a crear y reforzar una cultura y ambiente que ningún ser humano digno quisiera”.

Las personas pueden cambiar, pero el sistema no

Algunos han insinuado que, de ser necesario que todos sigamos reconociendo la historia de la esclavitud, es una hipocresía el que Nate Parker se niegue a “revivir ese período de mi vida cada vez que me encuentro bajo el microscopio”.

Esto es incorrecto.

Estados Unidos es una nación. Se fundó sobre la base del genocidio de los pueblos indígenas, la esclavización de millones de africanos y sus descendientes, el robo de la mitad de México. Lo hizo mediante la devastación militar, chusmas de linchamiento y el terror. Ha extendido sus tentáculos de explotación y asesinato militarizado a todos los rincones de este planeta. Es mundial, es sistémico y sigue en marcha. No se puede redimir a Estados Unidos — Estados Unidos es el problema. Es preciso reconocer su verdadera naturaleza, y hay que derrocarlo.

Nate Parker es un individuo. Tenía 19 años de edad en el momento de ese incidente. Aunque, a decir de todos, él se comportó de forma deshumanizante y degradante hacia la joven de marras, no creó la cultura de violación y depredación sexual que, sin lugar a dudas, moldeó su comportamiento. Por lo tanto, si bien es importante que Parker —como cualquier otro hombre que haya oprimido y degradado a mujeres— haga frente a los daños de tal comportamiento, también hay que dejarlo crecer y contribuir al mundo.

Piense en los millones de personas que ido a dar a las prisiones de Estados Unidos no sólo debido a la injusticia del sistema penal sino también por la manera en que las instituciones y cultura dominantes acondicionan a las personas para que se acechen las unas a las otras. Las personas que hacen cosas malas tienen que reconocerlo y cambiarse. De mayor importancia, tienen que romper con el modo de pensar del presente sistema, transformarse a sí mismas y ser parte de poner fin al sistema que es la fuente del problema. No solo hay que permitir eso, sino alentarlo.

Por el contrario, la venganza —sostener que las personas nunca pueden sobreponerse a su punto más bajo— va en contra de esto. Sólo puede contribuir a afianzar aún más los horrores del presente mundo.

Que NO pongan a Nate Parker “bajo un microscopio”

Y ¿qué decir acerca de Nate Parker? Ha sostenido su inocencia de los cargos (lo que tiene el derecho legítimo a hacer), la corte lo ha reivindicado y al mismo tiempo parece que él ha reconocido elementos de su comportamiento y valores que eran reaccionarios e incorrectos. También ha indicado que quiere seguir aprendiendo y transformándose más. Hay que dejarlo hacer eso y, de hecho, que NO lo pongan “bajo un microscopio”, para usar sus propias palabras.

Que la gente deje de dejarse embaucar, y hay que ver Birth of a Nation

Todos aquellos que se han dejado llevar o se han dejado confundir por estos ataques deben dejar de dejarse embaucar por fuerzas más grandes que se oponen a los intereses de la gente. Y aquellos que han hecho más que eso, azuzados por la venganza y practicándola, tienen que reflexionar largo y tendido sobre quiénes se benefician de eso y cuáles valores eso refleja y qué tan repugnante lo es en realidad — y en qué clase de sociedad quieren vivir.

En conclusión, es importante ver esta película, y luego debatirla y evaluarla según sus méritos. Hay que echar abajo las actividades para impedir que eso ocurra. Y la gente tiene que aprender a ver el fondo de estos ataques destructivos.

________________________________________

* He leído todos los alegatos finales, he leído los principales testimonios de los testigos que, según se afirma, “establece la culpabilidad” [no lo hace], he leído las declaraciones de Parker y Celestin en las actas del proceso, he leído el testimonio de la demandante, he leído la demanda presentada un par de años más tarde por el Women’s Law Project [Proyecto de Ley acerca de la Mujer] contra la Universidad Estatal de Pensilvania, he leído todos los extractos disponibles de las llamadas telefónicas de Nate Parker grabadas ilegalmente en ese período y he leído todo lo que pude encontrar acerca de por qué anularon la condena a Celestin [según se informa, se debe a que su abogado no planteó ninguna excepción a la admisión de evidencia de oídas y la admisión de pruebas obtenidas por medio de una grabación telefónica ilegal], así como por qué no prosperó un nuevo juicio. Al cierre de esta edición, me di cuenta de la Declaración de cuatro ex alumnos de la Universidad Estatal de Pensilvania que apoyaron a Parker en ese entonces y quienes siguen apoyándolo, que cabe leer aunque no he podido comprobar todo lo que dicen. [regresa]

** Según el testimonio en la transcripción del proceso, la policía ayudó a la demandante a grabar ilegalmente una llamada telefónica de Nate Parker, un delito grave que acarrea una pena de siete años de prisión; el mismo fiscal que formuló los cargos criminales contra Parker y Celestin le aseguró a los policías que violaron la ley de que no iban a procesarlos; y el juez permitió que esta “evidencia” adquirida ilegalmente fuera admitida en el proceso. El detective Chris Weaver, el agente principal que investigó el caso, admitió en la corte que había amenazado a un testigo clave y en la corte, se hicieron otras acusaciones en su contra de que había intimidado a por lo menos un testigo más y a los acusados (todos los cuales eran negros). [regresa]

 

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