Fascistas cristianos avanzan hacia la meta de eliminar el derecho al aborto, esclavizando a las mujeres
Arkansas promulga una ley para prohibir casi todos los abortos del segundo trimestre
Actualizado 19 de febrero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El 27 de enero, el gobernador de Arkansas firmó HB1032, una ley que hace un delito grave la dilatación y evacuación (D&E — el procedimiento más simple, más seguro y más común de abortos realizados entre 14 y 24 semanas de embarazo), con seis años de prisión por el médico que lo haga.
Además de amenazar a los proveedores de aborto con largas penas de cárcel y el estigma de ser un felón, la ley permite que la mujer, el cónyuge o los padres demanden al médico después del aborto simplemente por haberlo hecho (es decir, no por negligencia profesional, sino que por hacer competente y eficazmente un procedimiento médico establecido que el paciente había solicitado).
Todo lo anterior significa que requeriría de gran valor de parte del número relativamente pequeño de médicos que hacen la D&E para que sigan haciéndola, y que los médicos en general se encontrarán bajo mucha presión en contra de hacerla. Y debido a que otros procedimientos posibles son mucho más invasivos y físicamente traumáticos, esta ley significa que el aborto en el segundo trimestre —supuestamente protegido por la decisión de la Suprema Corte en Roe contra Wade de 1973— será efectivamente ilegal en Arkansas si esta ley entra en vigor según lo programado esta primavera.
Esta ley es un ataque importante: Aproximadamente uno de cada cinco abortos en Arkansas en 2015 se realizó por D&E. Aunque es mucho más seguro y mejor para las mujeres obtener abortos en el primer trimestre, muchas mujeres no lo hacen, a veces porque tienen que superar la resistencia de su familia, o su propia confusión acerca de este procedimiento médico, más a menudo porque las leyes y ataques pasados contra el derecho al aborto han dificultado cada vez más el acceso al aborto y lo han hecho más caro. En consecuencia, las mujeres pobres y las mujeres de color, junto con las mujeres rurales y las mujeres en relaciones abusivas, son mucho más propensas a tener necesidad de abortos en el segundo trimestre... y a menudo se encuentran en condiciones mucho más desastrosas al verse obligadas a tener a un hijo contra su voluntad.
La ciencia de la reproducción humana versus la locura manipuladora de esta ley fascista cristiana
Esta ley se basa en y conscientemente promueve un concepto profundamente anti-científico del proceso reproductivo de la mujer y del aborto. De seis páginas de largo, la ley nunca emplea las palabras “embrión” o “feto”, los términos científicos para las estructuras en desarrollo que todavía son sólo una parte del cuerpo de la mujer, como cualquier otro grupo de células, aunque tienen el potencial para convertirse en seres humanos independientes (pero sólo después de mucho desarrollo más, y después de separarse y salir del cuerpo de la mujer). Del mismo modo, la ley nunca usa el término médico “dilatación y evacuación”, sino que se refiere 27 veces al término inventado “aborto de desmembramiento”.
La reproducción humana no es como las representaciones en dibujos animados, donde un bebé completamente formado, de tamaño completo, se ríe y gorgotea rebotando dentro de la mujer embarazada, ¡haciendo planes para una gran fiesta cuando salga! Durante el segundo trimestre, el embrión tiene entre tres y doce pulgadas de largo; su cerebro todavía está en proceso de formación; sus pulmones no funcionan; no puede vivir fuera del útero. Sin embargo, el proyecto de ley se refiere a este feto 15 veces como un “niño”, y tiene descripciones grotescas de este “niño” siendo roto en pedazos con fórceps durante el “aborto de desmembramiento” (es decir, el D&E), dando la impresión de que un bebé es descuartizado de manera grotesca.
De ese modo, un procedimiento médico sencillo que da a las mujeres la capacidad de decidir cuándo o si van a dar un paso que cambia la vida y tener un hijo, se presenta como si fuera un crimen horrible y vergonzoso.
La teoría legal de la ley: La mujer es propiedad de sus padres o su marido
Pero hay más en este proyecto de ley — una parte “innovadora” de la ley tiene medidas adicionales para reducir a la mujer a un estatus jurídico de medio humano: La ley permite que el cónyuge (si está casada legalmente) o los padres (si la mujer es menor de edad) demande al médico por “daños y perjuicios”, y para impedir que el médico haga procedimientos de D&E en el futuro. Incluso si el embarazo resulta de la violación conyugal, o del incesto del padre, a los perpetradores les autorizan a entablar una demanda contra el médico (aunque en esos casos no pueden demandar por daños y perjuicios).
Esta parte de la ley significa que si una mujer decide no tener un hijo, se consideran a su cónyuge o sus padres legalmente como “partes perjudicadas”. Esto equivale a decir que los padres y el marido (¡incluso los violadores!) pueden afirmar “los derechos de propiedad” sobre “su” mujer y su capacidad biológica de producir hijos. Consagra legalmente el concepto de que la mujer le “debe” los hijos a su esposo (o padres), y su decisión de hacerse un aborto “viola los derechos de ellos”... ¡a su vientre! Por lo tanto, aunque la ley dice que la demanda sea contra el médico y no contra la mujer, el mensaje real es que la mujer es la propiedad de sus padres y esposo, y que no sólo tienen una obligación “moral” sino legal de producir hijos para ellos.
Una propuesta de ley en el estado vecino de Oklahoma detalla aún más abiertamente la lógica descrita arriba. HB1441 declara que no se permite ningún aborto sin el consentimiento escrito del padre del feto. La única excepción sería si se podría demostrar que el embarazo haya resultado de una violación o el incesto, o si ponga en peligro la vida de la mujer.
El que propuso la ley dijo a The Intercept, “Creo que una de las fallas en nuestra sociedad es que hemos excluido al hombre de todas las decisiones de ese tipo”. Dirigiéndose a las mujeres con embarazos no deseados, dijo, “…después de ser irresponsable, pues no digas, puedo simplemente hacer eso con otro cuerpo [es decir, el feto], siendo tú la anfitriona y tú lo invitaste a entrar”.
El comité aprobó la propuesta de ley el 14 de febrero con un voto de 5 a 2 y ahora se discutirá en la Cámara de Representantes de Oklahoma.
Estos son sólo dos de los cientos de restricciones cada vez más opresivas sobre los derechos reproductivos de las mujeres aprobadas en docenas de estados en los últimos años, que ya han hecho que el aborto sea prácticamente imposible de acceder a decenas de millones de mujeres; han enfatizado cada vez más el mensaje de que la mujer debe volver a su papel “tradicional” como fundamentalmente una “criada” para el hombre para dar a luz y criar a sus hijos; y además han creado condiciones en las que las mujeres están cada vez más obligadas a hacerlo. Una y otra vez el mensaje (incluso de liberales como Michelle Obama) es que no importa cuáles sean los sueños, las capacidades o las contribuciones potenciales a la sociedad de una mujer, ¡su papel más importante es el de dar a luz y criar a niños!
La maternidad obligatoria es la esclavitud femenina
De una forma u otra, todos los sectores de la clase dominante promueven esta visión de la vida de la mujer subordinada a sus responsabilidades como una madre, y esa visión causa gran daño. Pero los ataques implacables a los derechos reproductivos, como los cientos de leyes estatales que acabamos de mencionar, son un punto de lanza clave de la campaña dirigida principalmente por el sector fascista cristiano de la clase dominante para poner fin al deseo de la mujer de ser un ser humano igual, participando plenamente en todas las esferas de la sociedad. Durante las últimas décadas, estas fuerzas se han atrincherado y se han apoderado de muchas legislaturas estatales que ahora sirven como placas de petri para una ley venenosa tras otra, atacando tanto a las mujeres como al pueblo negro, a los inmigrantes, a los refugiados, a las personas LGBT, etc.
Estos ataques a nivel estatal van de la mano con los ataques a nivel nacional y hasta internacional generados por el recién instalado régimen fascista Trump y Pence, cual régimen ha dado un nuevo impulso a estos ataques estatales. La orden ejecutiva de Trump extiende la “ley mordaza global” que le corta la asistencia estadounidense a los organismos de salud y servicios sociales alrededor del mundo si siquiera mencionan el aborto a sus clientes; los planes para cortarle fondos a Planned Parenthood / Planificación Familiar; y la promesa pública de Trump de nombrar solamente a jueces para el Tribunal Supremo de Estados Unidos que votarán para anular Roe contra Wade — en su conjunto, es una campaña multifacética para regresar a las mujeres a las condiciones de subyugación abierta que no se han visto desde hace muchas décadas, como parte clave de una generalizada represión reaccionaria de la sociedad estadounidense. La maternidad obligatoria es un eje de esta campaña, y en esencia constituye la esclavización de la mujer.
Lo anterior es realmente una pesadilla en proceso para la gran mayoría de la humanidad. El ferviente impulso de este sistema, con los fascistas desempeñando un papel extremo, para subyugar a las mujeres y a otros oprimidos, debería indicar a todas las personas que quieren ver y vivir en un mundo digno de seres humanos que deben resistirse ferozmente a estos ataques y pasar de la “defensiva” a la “ofensiva”, no sólo para derrotar y expulsar a estos fascistas, sino para continuar hacia una revolución liberadora que allana el camino para una sociedad socialista aquí, como parte de la lucha por un mundo comunista.
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