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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Asesinos desmanes de la policía de Chicago: 42 personas baleadas
Trece. Acababa de graduarse del 6º grado. Trece. Un niño que pasa a la adolescencia. Trece. Un divertido tiempo de verano con la familia y amigos. Trece. Una noche en el barrio, fuera del bárbaro calor del día.
Trece. Baleado ocho veces por la policía de Chicago. Trece. Esposado de los tobillos a una cama de hospital. Trece. Despertar adolorido para ver a un policía ahí 24/7, mientras pasaba todo el tiempo recuperándose de los disparos. Trece. Interrogado por la policía en un cuarto del hospital sin la presencia de sus padres ni un abogado. Trece. Acusado de graves delitos porque la policía lo baleó.
Emmett Till tenía 13 años cuando viajó de Chicago a Money, Misisipí donde lo golpearon y mataron a balazos unos racistas blancos meramente por estar lleno de vida. Eso pasó en el año 1955. Emmett Till vivió en la era del Jim Crow. Fueron los tiempos del terror del Ku Klux Klan cuando las personas negras eran ciudadanos de segunda clase por ley. Si usted era negro, era forzado a sentarse atrás del bus, no se le permitía usar los servicios públicos para blancos como las salas de espera de autobuses, piscinas o hasta playas.
Jimmell Cannon tenía trece años cuando la policía de Chicago lo balaceó meramente por estar lleno de vida. Jimmell estaba asistiendo a una fiesta de cumpleaños de un primo con familiares cuando entró en escena la policía diciendo que Jimmell tenía un arma y lo balearon ocho veces. Jimmell Cannon vive en la era del Nuevo Jim Crow. Son tiempos de brutalidad y asesinato policiales, la sistemática criminalización y encarcelación en masa y la discriminación legalizada contra aquellos que logran salir de prisión (y sus familias) en los trabajos, en vivienda y en miles de otras formas. Esta es la cara de la opresión hoy de millones de personas negras.
Jimmell Cannon, y Joe Banks de 21 años de edad, fueron baleados por la policía en el oeste de Chicago el día DESPUÉS de que la primera plana entera del Chicago Sun Times ardía el 24 de julio de que la policía de Chicago había baleado a más de 40 personas en 2011 (“DISPARAN LAS BALACERAS DE PARTE DE LA POLICÍA, PERO ¿POR QUÉ?”).
Esta era la primera vez que se dio a conocer ampliamente que la policía estaba baleando a las personas al doble del ritmo del año anterior. El nuevo alcalde y el antiguo jefe del personal para el presidente Barack Obama, Rahm Emanuel, ni decía nada. Su nuevo jefe de la policía escogido por dedazo se tomó la radio y televisión para proclamar que todos los disparos fueron justificados, afirmando que todas las víctimas eran unos criminales que “sacan sus armas y tirotean a la policía... con descarada indiferencia”. Esas son GRANDES mentiras. Según los testigos presenciales, Jimmell tenía las manos arriba y no tenía ningún arma. Más tarde, la policía afirmó que Jimmell tenía una pistola de balines. Las balas que hirieron a Jimmell demuestran que lo balearon en las manos abiertas. Las heridas en la parte de atrás del hombro y en la pierna confirman que tenía la espalda hacia la policía como lo dijo el testigo... que para nada es una posición amenazadora.
El nuevo jefe de la policía, Garry McCarthy, salió del departamento de policía de Newark, Nueva Jersey la pasada primavera cuando la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos (ACLU) logró obligar al Departamento de Justicia a investigar el uso de fuerza excesiva de parte de la policía de Newark, prácticas discriminatorias de los oficiales y un trato pobre a los detenidos. La ACLU había recogido evidencia de la mala conducta generalizada de la policía. Garry McCarthy también es un defensor de la teoría policial llamada “la ventana rota”. Su esencia es que si una comunidad “permite” (¡!) que el descuido tal como se evidencia en ventanas rotas, grafitis o carros abandonados, no tardará mucho tiempo antes de que llegue la delincuencia fuerte.
La versión del Departamento de Policía de Chicago de “la ventana rota”: la policía recibe una queja de que alguien está disparando contra las ventanas de una escuela con un arma de balines. La policía aparece en la escena y procede a disparar con descarada indiferencia, dándole ocho veces a Jimmell Cannon, y de ahí lo acusan del delito grave de daños en propiedad ajena.
Para colmo, el jefe de la policía justifica los disparos, echando la culpa a las víctimas, con la pregunta: “¿Por qué correr?” Piense en eso. ¿Desde cuándo tiene la policía el derecho legal de disparar a una persona que no le está perjudicando a nadie y que está tratando de salir de una zona, especialmente si es aparecerte que está ocurriendo ahí algo malo? No existe tal ley.
¿Qué revela esto acerca del terror policial en las comunidades oprimidas? La práctica es tan común que cuando Revolución les pregunta a los jóvenes en los vecindarios de las minorías de Chicago al respecto, éstos responden que existe una ley que estipula que, si alguien corre a fin de alejarse de la policía, ésta puede abrir fuego en su contra.
Como dijo Bob Avakian: “El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura. (Lo BAsico 1:24)
Desde que salió a la luz la magnitud de las balaceras de la policía contra la gente, seguida de la balacera de la policía contra un muchacho de 13 años y a otro joven no armado, la policía ha lanzado una ofensiva para azuzar el apoyo reaccionario y muy visible para el Departamento de Policía. Los medios traen un montón de noticias de homenajes a la memoria de los policías caídos del Departamento de Policía. Un anual “Paseo para Recordarlos” creció de unos pocos cientos de personas en 2010 a un desfile de más de mil motociclistas por el malecón a la orilla del lago Michigan en el presente, en una muestra de apoyo a la policía.
El blog policial “SecondCityCop” es muy popular entre los policías y los que los apoyan incondicionalmente. Se ha nominado como uno de los 50 mejores blogs policiales en Estados Unidos. Al menos un policía en servicio activo participa en su redacción. Recientemente, el Chicago Sun Times publicó una columna de un miembro de su junta editorial que dice que, como mínimo, la policía debería expresar un poco de arrepentimiento por haber baleado a un chico de 13 años. El blog SecondCityCop respondió, tildando al Sun Times el “Times del Ghetto” y diciendo “¿Expresar arrepentimiento? ¿Por qué? ¿Por seguir los Órdenes del Departamento? ¿Por seguir los Estatutos de Illinois? ¿Por criar un pandillero en miniatura de mierda y futura sanguijuela para toda la sociedad? Ah, espere, eso deberían referirse al padre(s) que deberían expresar arrepentimiento en ese ejemplo... ¿Hay alguien que nos puede explicar por qué la policía tiene que expresar arrepentimiento?”
La cosa va de mal en peor. En respuesta a la preocupación del columnista de que la falta de respeto de parte de la policía pondrá distanciar entre ésta y toda la comunidad negra, el policía de Chicago escribe: “Bueno, cuesta trabajo ‘respetar’ a una comunidad que elogia al delincuente y se niega a aceptar la responsabilidad de las acciones de la prole que ha producido y que no ha criado según las normas de una sociedad civilizada. Piensen en eso y luego vuelvan para hablar, tal vez en unos treinta o cuarenta años. En ese momento, Jimmell estará terminando su sexta o séptima condena en prisión”.
Cualquiera que conozca la historia de la Alemania nazi y la lógica que condujo al exterminio de millones de judíos debe reconocer que dicho argumento refleja la misma mentalidad. O cualquiera que recuerde y crea que dicho argumento suene a Vietnam, tiene razón. Deshumanizaron a los vietnamitas, llamándolos “gooks” y matándolos con descarada indiferencia. O ahora en Irak, donde tachan de “rag-heads” [cabeza de trapos] a los iraquíes, matan a familias enteras en retenes y bombardean a fiestas de boda. Suena igual porque en lo fundamental es la misma mentalidad esencial de una fuerza militar ocupante que considera a la sociedad que está ocupando como el enemigo.
El hecho de que un policía chicagoense en servicio activo puede ostentar tales ideas racistas y genocidas en un blog policial popular y no ser objeto de una suspensión, despido ni ninguna forma de disciplina dice mucho del papel de la policía.
La gente de unos barrios donde la policía se ha desbocado le ha informado a Revolución que las Patrullas Barriales del Pueblo habían estado asomándose con frecuencia. Estas patrullas, de manera organizada y disciplinada, presencian, denuncian y hacen frente a todas las acciones ilegales de la policía contra el pueblo.
Esto es una cosa importante que hay que apoyar.
La gente está encontrando las formas de ponerse de pie. Se ha convocado a manifestaciones de inmediato cuando la policía ha baleado a alguien. Los revolucionarios han participado ahí así como en ruedas de prensa y al pedido de familiares han llevado banderas de Vidas Robadas fuera de los entierros. En Chicago, se distribuyeron por todas partes miles de copias de un volante del Partido Comunista Revolucionario (Chicago). (Se puede conseguir el volante en línea en revcom.us.) Como se dice en el volante: “YA ES HORA DE DESPERTARNOS. Los días en que este sistema simplemente puede seguir haciendo lo que le hace a la gente en este país y en todo el mundo... en que la gente no tiene la inspiración ni la organización para hacerle frente a estas barbaridades y acumular las fuerzas para poner fin a esta locura... esos días deben TERMINAR. Y esto SE PUEDE hacer”.
Como parte de luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución... los revolucionarios están distribuyendo el periódico Revolución y construyendo organización alrededor del mismo. Es necesario que mucha más gente sea parte del movimiento para la revolución que estamos forjando. En diferentes vecindarios, los revolucionarios hacen trabajo para hallar a personas y lugares (iglesias/tiendas) dispuestos a recibir el periódico Revolución cada semana para formar una red por toda la ciudad. Mientras tanto, los policías han estado tratando de intimidar a la gente por simplemente tener el periódico. Los amigos y familiares de un hombre joven muerto en junio informaron que los policías exigieron saber de dónde consiguieron sus ejemplares de Revolución. Además, se informa que los jóvenes se han burlado de los policías que los hostigaban por tener un periódico comunista: “Somos comunistas, ¿y qué?”
El 22 de octubre, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación augura un día en que tiene que haber un torrente de resistencia amplia y decidida por todo el país contra la brutalidad y asesinato policiales, la tortura de presos, el encarcelamiento en masa y la criminalización de una generación y contra el auge de represión contra aquellos que se atreven a alzar la voz contra este sistema. ¡La gente debe unirse y ponerse de pie para parar estas atrocidades! “¡Es suficiente — Basta ya!”
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Revolución recibió el siguiente comunicado de la rama de Chicago del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.
La policía de Chicago este año ha baleado a 42 personas, casi el doble de la cifra de 2010, y han brutalizado a muchos más. Chicago —hogar del primer presidente negro— está baleando a jóvenes negros y de las minorías en la calle. Chicago —anfitrión de los líderes del G8 y la OTAN— está baleando a jóvenes negros en las calles. El jefe de la policía lo justifica tildando a las víctimas de delincuentes quienes “sacan sus armas y tirotean a la policía... con descarada indiferencia”. Es una descarada mentira con el objeto de ocultar la brutalidad extrema y el asesinato de parte de un ejército de ocupación desatado sobre las comunidades de gente oprimida. Vea por ejemplo dos balaceras recientes de la policía:
Jimmell Cannon |
Jimmell Cannon tiene 13 anos de edad. Justo terminó el sexto grado. No existe un chamaco más simpático. Uno de sus maestros le dijo al Chicago Sun Times: “Él es adorable. Este niño ha hecho más mejoras en un año que cualquier otro estudiante” (27/07/2011). El 26 de julio, Jimmell estaba con su familia y algunos amigos a una fiesta de cumpleaños en un parque del barrio oeste cuando llegaron los policías, diciendo que respondían a quejas de que “se habían hecho disparos en esa zona”. La policía dijo que Jimmell corrió y les apuntó con su pistola de balines, de modo que le dispararon 8 veces. ¡Aquellos cobardes le dispararon a un niño 8 veces!
Los testigos oculares dijeron que Jimmell nunca había tenido una pistola de balines. Además, dos de los disparos le pegaron en las manos abiertas —uno le reventó la palma de la mano y otro le voló un dedo— algo que solo pudo ocurrir si él tenía las manos arriba, según dijeron los testigos. Otros disparos atravesaron su cuerpo, incluyendo sus glúteos, lo cual sólo podría haber ocurrido si estuviera de espaldas — que no es una posición amenazadora contra la policía. La evidencia contradice totalmente la historia de la policía. ¡A la edad de 13 anos! ¿De veras, quién es el que está tiroteando “con descarada indiferencia”? ¡La policía!
Tres horas antes en el barrio oeste, dicen los policías que pararon a Joe Banks, 21, el que sacó una pistola, de modo que lo balearon. Otra vez, puras mentiras. Los testigos hablan de que los policías entraron en tropel en el vecindario. De repente, se fueron tras Joe, quien al parecer no se dio cuenta que los policía lo estaban siguiendo porque simplemente estaba trotando, sujetándose los pantalones con la mano. Según los testigos, un policía se le acercó sigilosamente desde atrás montado en una bicicleta, sacó su pistola y le pegó un tiro en la espalda, por un pelo no le dio en el corazón. Le pusieron las esposas y brincaron tan fuerte encima de él que le rompieron dos costillas. No hubo ningún arma. De ahí, la policía golpeó y detuvo a tres familiares de Joe ¡por haberle gritado a la policía que “había actuado mal”!
Éstas no son excepciones. Woodlawn, junio 2011: JonRynn Avery murió desangrado en su propio baño después de que los policías lo persiguieron a través de la puerta de vidrio de su casa. Englewood, junio 2011: Flint Farmer murió en una andanada de balas de la policía; dicen que su celular era una pistola. Continúa la misma historia a través de los años y alrededor del país. Miles de vidas robadas.
¡Decimos BASTA YA! “No más generaciones de nuestra juventud, aquí o a través del mundo, cuyas vidas se acaban, cuyo futuro ya está sellado, que han sido condenados a una muerte temprana o a una vida de miseria y brutalidad, que el sistema ha destinado a opresión y al olvido incluso antes de que nazcan. Yo digo no más de eso”. (Lo BAsico 1:13, de Bob Avakian, el líder del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos) |
La gente está enojada. Muchos preguntan, ¿por qué los policías están baleando a nuestros jóvenes como animales en la calle? ¿Y por qué nunca les levantan cargos, los declaran culpables y encarcelan por esos crímenes?
“El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura”. (Lo BAsico 1:24)
YA ES HORA DE DESPERTARNOS. Los días en que este sistema simplemente puede seguir haciendo lo que le hace a la gente en este país y en todo el mundo... en que la gente no tiene la inspiración ni la organización para hacerle frente a estas barbaridades y acumular las fuerzas para poner fin a esta locura... esos días deben TERMINAR. Y esto SE PUEDE hacer. |
Organizarse para la hora cuando podamos deshacernos de este sistema de una vez para siempre. Tenemos la estrategia y la dirección. Leer y difundir el Mensaje y Llamamiento del Partido Comunista Revolucionario, “La revolución que necesitamos...La dirección que tenemos”. Leer y difundir Revolución (revcom.us) y circularlo en línea. Adquirir el libro con lo esencial para la revolución, Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian.
Partido Comunista Revolucionario-rama de Chicago
a/c Libros Revolución, 1103 North Ashland, Chicago, 773-489-0930,
revbookschi@yahoo.com
periódico Revolución: revcom.us
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Tiraje de 100.000 para el número especial sobre Lo BAsico
Hace unos dos años, el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, lanzó una campaña, “La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos”. Planteamos tres metas: hacer que amplios sectores del pueblo conozcan de la revolución, o sea, la revolución comunista según la nueva concepción de Bob Avakian; hacer que la persona de Bob Avakian, el presidente de este partido y el líder de la revolución, sea conocida en toda la sociedad; y forjar núcleos de personas que serían los iniciadores de una nueva etapa de la revolución comunista.
Antes de evaluar los avances que hemos logrado en torno a esas metas y antes de empezar a exponer, en este número, algunas nuevas ofensivas políticas e ideológicas importantes con esta campaña, volvamos a tratar POR QUÉ emprendimos esta campaña. ¿Cuál es la gran necesidad que esta campaña propone satisfacer?
No se trata de que las personas consideren que la situación es de maravilla; lo que ha pasado durante los últimos 35 años, desde la derrota del último gran auge de revolución, ha sido una pesadilla cada vez más profunda. La vida de tormento y horror total en la mayoría de las regiones del mundo; incluso en las supuestas partes “prósperas”, donde decenas de millones de personas hoy despiertan todos los días sin empleo y muchos están en la mira del hostigamiento y cosas peores de parte de la policía cuando salgan de su casa, y con mayor frecuencia sin siquiera la esperanza de un empleo, se profundiza la miseria, cunde la desesperanza hacia el futuro y paraliza la desesperación. Las feas formas de la evolución de esta situación en las relaciones cotidianas entre las personas en los cuatro rincones cardinales del planeta, o sea, las formas depredadoras en que las personas se tratan unas a otras y se arremeten unas a otras, el dominio gemelo de la mentalidad del mercado y una que otra clase de religión de las tinieblas, son tan conocidas como el control remoto del televisor o la vecina golpeada. Con mayor frecuencia, mientras se desbocan los movimientos fascistas y aumenta la represión gubernamental, existe una resistencia; pero a la fecha, ésta es una resistencia que está alejada de una visión viable del cambio fundamental.
En medio de una situación que debería clamar por la revolución, ésta lisa y llanamente está fuera de lo que la mayoría de las personas tienen circulando en la mente. ¿Por qué? Para entender eso, es necesario volver unos años atrás, cuando la revolución SÍ parecía una posibilidad deseable y viviente no sólo para un puñado de personas sino para miles de millones de personas en el sentido literal. En esos momentos, fue la República Popular China, más que nada, liderada por Mao Tsetung, la que inspiraba a las personas por todo el mundo. De los años 1950 a mediados de los 1970, la China revolucionaria fue una sociedad trabada en lucha, pero fue una sociedad en que claramente estaba en el camino hacia la emancipación. Mao había advertido de que sería fácil montar un capitalismo de nuevo tipo en China. Dirigió y movilizó al pueblo para que luchara contra las fuerzas que lo iban a hacer y para que conociera más profundamente las raíces en la sociedad desde las cuales iban a surgir tales fuerzas. Pero, como señala el Manifiesto de nuestro partido, El comunismo: El comienzo de una nueva etapa, poco después de la muerte de Mao en 1976, esas mismas fuerzas “lograron dar un golpe de estado —echando mano del ejército y de otros órganos del estado para reprimir a los revolucionarios, asesinar a muchísimos miles y encarcelar a muchos más— y se pusieron a restaurar el capitalismo en China. Desgraciadamente, esa fue una manifestación viva del mismo peligro que Mao identificó con tanta claridad, y cuya base había analizado de manera tan penetrante”. El que los gobernantes de China sigan proclamando que es socialista, cuando están proliferando las formas más brutales y flagrantes de relaciones y valores capitalistas, simplemente suma un dejo de amarga ironía a la derrota.
El Manifiesto agrega:
Después del golpe de estado revisionista y la restauración del capitalismo en China, tras el ascenso al poder de los revisionistas en la Unión Soviética 20 años antes, terminó la primera ola de revolución comunista. En el lenguaje sencillo y básico de la Constitución de nuestro Partido: “ya han pasado décadas desde que el proletariado tuvo el poder en un país; hoy, pese a lo que se llamen, no hay países socialistas”.
Además, este revés del socialismo y de la causa del comunismo, y el derrumbe de la Unión Soviética mucho después de que dejó de ser socialista, han suscitado un tiburonesco frenesí en las fuerzas reaccionarias que siempre han odiado, en la profundidad de su cruel ser, la revolución comunista y la transformación radical de la sociedad que encarna, y que han buscado constantemente, por los medios que sean, contribuir a la derrota y a la destrucción de esta revolución. Han intensificado más sus esfuerzos de echar la mayor cantidad de lodo posible sobre el comunismo y la transformación liberadora de la sociedad que representa, tergiversando y calumniando esa revolución mediante un implacable embate ideológico, a fin de ver que nunca vuelva a surgir; proclamando el triunfo irrevocable del sistema capitalista; tachando de pesadilla el sueño de un mundo radicalmente diferente y mejor y específicamente la revolución comunista que aspira a ese mundo; y diciendo que la verdadera y aparentemente interminable pesadilla del actual sistema es la más excelsa encarnación de las posibilidades humanas.
Así que éste es un aspecto de la situación que enfrentamos.
Pero el otro aspecto es lo siguiente: nosotros tenemos respuestas reales para lo que enfrentan las personas, o sea, las únicas respuestas reales, y tenemos la dirección para plasmar esas respuestas en la realidad, si las personas hicieran suyas esas respuestas y siguieran esa dirección. Esta dirección está concentrada en Bob Avakian y el partido que él dirige. De nuevo, citando del Manifiesto:
En [su] obra, método y enfoque, en la nueva síntesis desarrollada por Bob Avakian, se halla una analogía a lo que hizo Marx al comienzo del movimiento comunista: establecer en las nuevas condiciones que existen, después del fin de la primera etapa de revolución comunista, un marco teórico para el renovado avance de esa revolución. Pero hoy, con esta nueva síntesis, muy categóricamente no se trata de “volver a empezar”, como si lo que se necesita fuera echar por tierra tanto la experiencia histórica del movimiento comunista y las sociedades socialistas que esta generó, como “el rico caudal de teoría científica revolucionaria” que se desarrolló en el curso de la primera ola. Eso sería un enfoque acientífico y de hecho, reaccionario. Al contrario, lo que se requiere —y lo que Avakian ha emprendido— es avanzar sobre la base de todo lo que ha pasado antes, en la teoría y en la práctica, sacarle las lecciones positivas y negativas y elevarlo a un nivel superior y nuevo de síntesis.
Además, el Mensaje y Llamamiento “La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos” de esta campaña señala:
[Bob Avakian] desempeñó el papel clave en la formación de nuestro Partido en 1975 y desde ese entonces ha continuado la batalla para mantener al Partido en el camino revolucionario, para llevar a cabo el trabajo con una orientación revolucionaria fuerte. Ha estudiado a fondo la experiencia de la revolución —las deficiencias así como las grandes hazañas— y muchas diferentes esferas de la actividad humana a lo largo de la historia y en todo el mundo — y ha llevado la ciencia y el método de la revolución a un nivel completamente nuevo de manera que no solo podamos luchar sino luchar en serio para ganar. Bob Avakian ha desarrollado la teoría científica y la orientación estratégica de cómo hacer concretamente la clase de revolución que necesitamos y está dirigiendo nuestro Partido como una fuerza avanzada de esta revolución. Él es un gran paladín y un gran recurso para la gente en este país y, de hecho, la gente en todo el mundo. Debido a Bob Avakian y a la dirección que está dando, es mucho mayor la posibilidad de la revolución aquí en este mismo país y del avance de la revolución en todo el mundo.
Los dos años desde el lanzamiento de la campaña han dado evidencia adicional, y dramática, de eso. En el último año, nada más, se logró la hazaña pionera increíble (e intelectualmente osada) de publicar la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto); está saliendo el nuevo discurso de Bob Avakian “Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte”; nuestro partido publicó en la primavera de 2011 la declaración “Sobre la estrategia para la revolución”; se ha publicado Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian (un tema el que retomaremos), que puede desempeñar un papel análogo al Libro Rojo1 para una nueva generación de revolucionarios... y tiene la capacidad potencial de hacer saber a miles y con el tiempo a millones de personas más acerca de “lo básico” de cómo se puede cambiar el mundo.
Todo eso es la dura ironía de los tiempos en que vivimos: la necesidad de la revolución comunista nunca ha parecido tan fuerte; la visión y el plan para tal revolución nunca han sido más viables; existe la dirección para tal revolución; pero la posibilidad de la revolución en sí nunca ha parecido más distante para las masas populares. Como se señaló hace más de un año en un discurso de unas conferencias sobre esta campaña:
Esta revolución... la revolución REAL, la revolución comunista... está luchando por sobrevivir. Así es, lucha por sobrevivir. No sólo lucha por sobrevivir como una especie de esperanza abstracta que más bien sería religión, sino lucha por sobrevivir y crecer como fuerza contendiente seria, que moviliza cada vez más a la gente para luchar contra el poder, y prepara a la gente para TOMAR el poder como parte de conquistar y transformar el mundo entero.
Ésta es la encrucijada en que nos encontramos. Después de dos años de esta campaña, no sólo tenemos las nuevas obras importantes citadas sino también hemos hecho algunas cosas muy importantes —unos logros y “nuevos brotes” que son importantes en sí y de por sí y es importante avanzar a partir de ellos— que han operado verdaderos cambios en el terreno ideológico y político, han forjado nuevos lazos y han dado lecciones más profundas para conocer y transformar el mundo, en pos de la revolución. Pero después de dos años de esta campaña, seguimos luchando por nuestra vida.
Si nosotros no entendemos lo que está en juego y si no volvemos constantemente a dicho entendimiento ni lo profundizamos, pues, NO vamos a obtener la orientación necesaria que podría conducir a los logros concretos que está esperando la humanidad. O, veámoslo desde otro ángulo: cuanto más profundamente entendamos lo que está en juego —lo que, después de todo, expresa y surge de un profundo análisis de la realidad material ante nosotros—, más podremos identificar, aprovechar y transformar los caminos que sí existen dentro de dicha realidad material (muy complicada).
Otro camino potencial importante para el cambio es Lo BAsico. Las cartas que hemos estado publicando en el periódico Revolución dan una vislumbre de lo que posibilita este libro; las nuevas cosas gestadas en torno a la celebración del 11 de abril con motivo de la publicación de Lo BAsico, sobre las que hemos reporteado aquí, concretaron estas posibilidades de una manera contundente y estimulante. Según una carta: “Es una destilación del entendimiento más avanzado y integral sobre el planeta de por qué el mundo es así y del hecho de que no tiene que ser así... Es un vehículo por medio del cual grandes cantidades de personas pueden conocer por primera vez este análisis y para quien ya ha desarrollado ese entendimiento”. Además, representará un importante manual de entrenamiento para aquellos miles de personas que hoy tienen que trabajar a fin de influenciar a millones de personas, en preparación para el día en que DIRIJAN a aquellos millones para consumar de hecho la revolución.
Pero todavía hay muy pocas personas que siquiera conocen el libro, ni hablar de los que lo tienen o están “conviviendo con” él. Este otoño, proponemos cambiar esta situación mediante varias iniciativas. Esta semana hablaremos de una: una campaña importante, de dos semanas, para hacer que Lo BAsico sea cuestión de gran realce en algunas universidades claves así como algunas escuelas secundarias.
El 23 de agosto, publicaremos un número especial de 8 páginas a color que presentará Lo BAsico a la gente. Este número se centrará en citas de Lo BAsico y citas de varias personas que lo han leído y tienen algo que decir al respecto. Imprimiremos 100.000 ejemplares y en las siguientes semanas —en especial del 24 de agosto al 7 de septiembre— los distribuiremos en gran escala, centrándonos en las universidades, con un cierto énfasis en las escuelas secundarias. El plan es distribuirlos gratis, saturar varias zonas e iniciar un proceso en que decenas de miles de jóvenes conozcan a Bob Avakian —en bruto y sin cortes— y en que pueden empezar varios niveles de interacción con lo que representa y lo que dice. Una parte importante debe ser que se venda una importante cantidad de ejemplares de Lo BAsico, para que la interacción de la gente pueda profundizarse y enriquecerse.
He aquí la escena: los equipos que distribuyen en masa el material con mucho brío... así como los individuos que lo dejan en todas partes y lo llevan a muchos grupitos de personas. Las citas pegadas por todos lados — lo que incluye dentro de los baños, una lección de lo que hicieron en la Universidad de Chicago. Que los profesores o estudiantes inviten a hablar en sus clases. Hacerlo unas horas... y luego pasar una o dos horas conversando y escuchando, a fin de conocer lo que los estudiantes están pensando — no solamente sobre lo que les estamos llevando sino sobre su forma manera general de ver las cosas.
Para repetir, lo importante es: antes de que las hojas de los árboles hayan cambiado de color, que miles —de hecho decenas de miles— de estudiantes no sólo hayan sabido de este libro y hayan conocido esta obra pero que en muchos casos hayan empezado a abordarlo, a conocer al líder que lo creó y a tocar base de varias formas con el movimiento para la revolución que él está dirigiendo.
Todo eso es de importancia fundamental. Las universidades deberían ser un punto fuerte del movimiento para la revolución. Lugares donde los estudiantes estén debatiendo y forcejeando sobre estas ideas y atreviéndose a soñar con un mundo radicalmente diferente. Lugares que estén contagiando a toda la sociedad con la efervescencia sobre las ideas en general. Lugares de lucha y agitación políticas... de revuelta cultural... de debate filosófico... de la creación de nuevas relaciones entre las personas... de jóvenes que exijan la verdad e insistan en convivir según ella.
A diferencia de eso, en la actualidad y de demasiadas formas, las universidades no son así. Un artículo de Adbusters, “Mein Kampus” de Darren Fleet (23 de junio de 2011), lo expone de modo muy descarnado:
Había un tiempo no hace mucho cuando los estudiantes solían buscar ayuda para una crisis particular de la vida: una relación rota, la muerte de un ser querido, una decisión grande y difícil. En estos días, no obstante, los estudiantes se quejan que su vida entera está en crisis, de un sentido omnipresente y sombrío de vaciedad sobre sí mismos y su futuro que no existía hace una generación. Esta transición de lo incidental al total es nada menos que un cambio colectivo de paradigma, que ha transformado la enseñanza superior de un espacio de exploración y libertad en una prisión de la mente. Alimentados del estrés, ansiedad, presión y competencia, muchos estudiantes hoy están luchando no sólo para aprender sino para sobrevivir.
Fleet expone en detalle la gran demanda de servicios de salud mental en la universidad y de ahí concluye:
Estos resultados indican lo que sucede cuando la ideología económica dominante de una era, el neoliberalismo, se introduce sigilosamente en la mentalidad de la ciencia y las artes. La universidad ya no es un lugar para estudiar la obra de Heidegger. Ni el lugar para indagar la naturaleza relativa del átomo de Bohr. Es el lugar para adelantarse a la competencia, que es encarnizada. Para hacer trampa cuando se pueda, elegir los cursos fáciles con profesores fáciles, aprender a canjear el aprendizaje por la adulación, hacer a propósito una pregunta por clase (se interese o no) a fin de sacar la nota adicional por participación y huir a un mundo privado y aislado cuando la curva de aprendizaje determina que solo el 20% tendrá posibilidades de recibir el codiciado 10. Durante una generación, ha cambiado el mensaje. Ya no es un lugar para encontrar a sí mismo; ya no es un rito de iniciación cultural; es un requisito cultural. De la primera firma de solicitud de admisión de los estudiantes al día en que echan al aire la toga y birrete, el nuevo mensaje es claro: una licenciatura de cuatro años no será suficiente; una sola mala nota podría arruinar la oportunidad de ir a la escuela de posgrado y, por consiguiente, la vida. Este mensaje esta ahogando nuestras mejores mentes.
Esta descripción es muy acertada. Pero debajo de la superficie y en respuesta a todo eso, existen anhelos e indicios de algo radicalmente diferente que no puede alcanzar el aire para respirar sin lo que nosotros les estamos llevando. El poderoso elemento de Lo BAsico en el ambiente sacará estos sentimientos a la superficie y empezará a desafiar el etos y cultura dominantes con una certeza de que las cosas no deberían ser así y no tienen que ser así. Es muy crucial que se agiten estas universidades. Claman con urgencia por el movimiento para la revolución. En ellas, desde hace mucho tiempo ya es hora, que lo sepan ahora o no los estudiantes, para...
Lo BAsico.
En el próximo número del periódico publicaremos más ideas concretas sobre CÓMO esto podría y debería pasar y quisiéramos conocer sus ideas al respecto pronto para poder enriquecer estos planes. También expondremos algunas ideas sobre formas para continuar la interacción en las universidades. Para repetir, son muy bienvenidos y muy necesarios sus ideas y sus aportes al respecto. Sobre todo, queremos saber de los estudiantes y de los egresados, incluyendo aquellos que tal vez hayan chequeado el movimiento para la revolución por un tiempo y decidieron alejarse de él, al menos por un tiempo. ¿Por qué?
Se puede extraer lecciones de lo que ya se ha hecho en torno a Lo BAsico y deberíamos estar pensando sobre esto y hojeando números anteriores del periódico con esto en mente, y hay cosas nuevas que imaginar y hacer.
Pero ahora mismo queremos enfatizar que aprovechen en serio las siguientes dos semanas para preparar a la gente para este proyecto. Hacerlo correctamente requiere que “el núcleo” de revolucionarios haga un trabajo de divulgación muy amplio. No lo podemos hacer solos. Y tampoco tenemos que hacerlo solos. Hay muchas personas que quisieran contribuir a esta audaz visión de presentar dramáticamente a Bob Avakian a esta generación de estudiantes y necesitaremos unos diez mil dólares simplemente para imprimir y embarcar dicho número especial del periódico.
De ahí, debemos insistir de nuevo que la recaudación de fondos no solo es una necesidad, ¡y lo es!, sino es una manera importante que permite que la gente apoye el movimiento para la revolución, se sienta y sea de veras parte de cambiar el mundo. Al recibir dicho número especial, deberíamos estar pensando en los profesores y otras personas conectadas con las universidades que conocemos... de todos aquellos que quisieran ver que la juventud de hoy, en masa, conozca algo mejor, algo más elevado, algo más radical de lo que están conociendo ahora... de todos aquellos que se han vistos atraídos a Lo BAsico, al nivel y en la manera que sea. Que también sea divertido: ¿qué tal convivios y fiestas para recaudar fondos y además, tal vez tener un poquito de esa “revuelta radical contra una cultura que revuelve el estomago”?
También hay muchas personas que, si les explicamos la importancia y el propósito de este proyecto, con alegría y creatividad encontrarán las formas de distribuir por su cuenta este periódico. Unos años atrás, cuando sacamos el número especial sobre el presidente Bob Avakian, “La encrucijada que se nos plantea; la dirección que necesitamos” (#84, 8 de abril de 2007), encontramos a muchas personas que de costumbre no participaban en la distribución de este periódico o incluso en otras actividades, que querían ser parte de esto. Este fenómeno incluyó una amplia gama de actividad: de poner el periódico en sus pequeños negocios a llevarlos a las clases que daban, ponerlos en los distintos vecindarios y centros comunitarios o de plano pararse en una esquina a repartirlos... Lo importante: tenemos que ir con las personas ahora mismo y dejarles que participen en esto, y una buena idea sería la de organizar algunas reuniones en la librería o en otros sitios más cercanos a distintas comunidades donde las personas podrían conocer lo que estamos haciendo con este proyecto y por qué y de ahí conjuntar cabezas sobre la manera de hacerlo con brío y creatividad, y organizarse.
Algo muy importante: muchos estudiantes de las universidades, por ejemplo, en muchas universidades donde deberíamos estar centrando nuestros esfuerzos, no tienen contacto con los de abajo, y como es sabido, la situación contraria también es cierta. También agitemos tal situación, invitemos a aquellos que ya están con la revolución, que de costumbre no salen de los vecindarios, a ir a las universidades como parte de este proyecto y démosles una oportunidad de decirles a los estudiantes cómo es vivir en los barrios y ghettos infernales de Estados Unidos.
Por ende... que empecemos. Y manténganse sintonizados para la semana siguiente... y las semanas posteriores... mientras nos adentramos más profundamente en esto.
¡Éntrele, Difúndalo... y Conéctese!
1. El Libro Rojo popularizó las ideas esenciales de Mao Tsetung entre millones de personas de China y de todo el mundo en los años 60 y 70. [regresa]
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Segunda parte:
CONSTRUYENDO EL MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN
Nota de la redacción: La siguiente es la undécima entrega de la segunda parte de un reciente discurso de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Para la publicación de este discurso, éste ha sido revisado, y se le ha agregado anotaciones. La primera parte del discurso titulada "Revolución y el estado" se puede conseguir en línea en revcom.us.
“Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución” también condensa muchos de los principios de forjar un movimiento para la revolución y encarna una parte clave de la estrategia revolucionaria. Se le debe de llevar a cabo con un entendimiento básico, y una orientación de desarrollar activamente, la interrelación e interpenetración dialécticas y la influencia mutua de los dos aspectos —luchar contra el poder y transformar al pueblo respecto a su concepción del mundo básica y sus valores básicos— como parte de trabajar sistemáticamente para la revolución, y no para alguna otra cosa, algo menos.
Respecto al reto general de forjar un movimiento para la revolución, es crucial reconocer de lleno, sin subestimar de ninguna manera, la importancia de varias formas de hacer valer una autoridad alternativa, incluso en este período, y la relación de eso con lo que capta y concentra “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Es importante reflexionar profundamente y captar profundamente lo que abarca lo de hacer valer la autoridad alternativa en la forma en que se ha efectuado — es decir, la resistencia y hacer valer una autoridad alternativa en oposición al ejercicio ilegítimo de la autoridad por parte de la clase dominante y su represión y violencia contra el pueblo.
Se ha dado y sigue dándose un proceso durante todo un período largo de muchos años, en el cual se ha bregado con el problema de cómo abrir un paso en las condiciones de confinamiento de las masas básicas en los barrios marginados en particular y en la forma en que se manifiestan las contradicciones en esas condiciones, bajo el dominio de la burguesía — con el ejercicio más manifiesto y abiertamente brutal de su dictadura y la aplicación de ésta por medio de su aparato estatal represivo. Se ha bregado repetidamente con la cuestión de: cómo dar concretamente con una manera de remodelar las cosas en medio de todo eso sobre una base potencialmente favorable para forjar un movimiento para la revolución y para que las masas se pongan en pie sobre una base revolucionaria, en vez de estar confinadas y atrapadas en una situación que enfrenta el uno contra el otro, en la cual actúan, tantas veces y en tantas formas, contra sus propios intereses y contra las necesidades mayores de transformar la sociedad y el mundo.
Se han enfrentado dificultades semejantes a la situación de unos arqueólogos que han estado escarbando, conscientes de que en alguna parte del lugar hay unos fósiles y artefactos cruciales, pero para desenterrarlos se topan repetidamente con obstáculos y frustraciones. No es que se hayan encontrado ya todas las respuestas, ni de lejos, pero —como los arqueólogos que encuentran un pedacito de hueso y uno que otro fragmento, los cuales podrían revelar unos misterios espinosos y abrir paso hacia un nivel completamente nuevo de conocimiento— por medio del desarrollo naciente de ciertos elementos de la autoridad alternativa en el contexto de resistir el ejercicio injusto e ilegítimo de autoridad por parte de las fuerzas represivas de la clase dominante, se irá conociendo más sobre cómo lidiar con estas contradicciones de manera que contribuya, potencialmente, a la requerida repolarización favorable en pro de la revolución.
No debemos subestimar la importancia de hacer valer dicha autoridad alternativa en contra de la autoridad ilegítima del poder estatal existente — y de oponerle una resistencia en las formas apropiadas para la etapa actual de lucha. Hay mucho que aprender de lo que ya se ha hecho.
Piensen en las patrullas que se han iniciado en varios barrios urbanos marginados y en su propósito: confrontar —en las formas apropiadas para las circunstancias actuales— el ejercicio ilegítimo e injusto de autoridad por el aparato estatal represivo existente y al mismo tiempo gestar y encarnar una visión alternativa y principios alternativos de cómo relacionarse. Eso no es lo mismo que la posición completa del partido sobre la revolución y el comunismo —y es importante no confundir las dos cosas o identificar la una con la otra— sin embargo sí encarna muchos principios y objetivos que concuerdan con la causa de la revolución y el comunismo y de hecho pueden hacer importantes contribuciones a dicha causa.
Piensen en el potencial que eso encarna. Se meten esos reverendos y esas otras personas, cuando los policías cometen uno de sus ultrajes: asesinan a sangre fría a una niña negra de 7 años de edad, Aiyana Stanley-Jones, en Detroit, y aparece el reverendo Al (Sharpton) para reinterpretar el problema: ahora es la violencia contra el pueblo, bueno, sí, la policía la comete a veces, pero principalmente es la violencia que nosotros nos cometemos unos a otros del pueblo. Decirlo así sólo suma insulto al golpe: distorsiona quién y qué es el verdadero problema — y dónde está la verdadera solución. En contra de todo eso, lo que representan objetivamente estas patrullas, de manera muy importante, es un punto de vista opuesto y contendiente. No es una cuestión de que las personas que hacen estas patrullas aborden, por ejemplo, a los jóvenes metidos en las pandillas y les digan: vamos a ponerse de en medio para no dejarlos joder el uno al otro o joder a la gente aquí. No, se trata de plantar un polo que por medio de sus actos y la influencia de sus principios, empieza a ejercer cierta fuerza para la repolarización — en una manera favorable para la causa de la revolución.
Cosas como estas patrullas encarnan un potencial muy importante para influenciar y luchar en torno a las relaciones entre las masas —y la forma en que esas relaciones están enraizadas en las relaciones mayores de la sociedad— de una manera que ofrece el potencial de plasmar una verdadera realineación, para que las masas estén actuando de acuerdo con sus verdaderos intereses fundamentales en vez de actuar en muchas maneras que van en su contra. Para retomar la analogía de los arqueólogos que hacen un “hallazgo” clave: por sí solo éste no completa todo el rompecabezas, pero podría ser una parte importante para lograrlo.
Lo que estas patrullas representan tendrá que enfrentar muchos retos y pasar muchas pruebas. Pero, repito, sería muy erróneo subestimar la importancia de eso o de otras formas en las cuales contienden una autoridad y una visión que “luchan por nacer” —planteándose como una alternativa en contra del sistema explotador existente y su ejercicio de autoridad opresivo, injusto e ilegítimo— aunque se dé de formas aún muy incipientes y frágiles.
Eso podría contribuir, de manera importante, a que cobre vida para cada vez más personas de las masas la verdad de que “no existe ninguna necesidad permanente” de que la situación actual sea así.
También hay otras dimensiones importantes de eso, entre ellas dimensiones ideológicas: la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto); los discursos y giras de Raymond Lotta, Sunsara Taylor, Carl Dix y otros — también sirven de vehículo para plantear una visión alternativa y sí, hacer valer una autoridad alternativa en la esfera de la ideología y la moral, así como la política. Ésos son elementos importantes para plantear la posibilidad de la revolución y una sociedad y un mundo radicalmente diferentes — y una visión viva y una fuerza alternativa en contienda, con ese objetivo.
Continuará
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Entrevista de Revolución a Raymond Lotta
Revolución: Raymond, estamos conversando en el momento en que el presidente Obama y los líderes del Congreso de los bandos republicano y demócrata han alcanzado un acuerdo tentativo que recortaría millones de millones de dólares de gastos del gobierno federal en los próximos diez años. Pronto, el Congreso votará sobre el aumento de dicho tope. Hay muchas cuestiones importantes que podríamos tratar pero empecemos con algunos puntos básicos. ¿Qué es el tope del endeudamiento?
Raymond Lotta: El tope del endeudamiento es el límite impuesto sobre el monto de dineros que el gobierno federal puede pedir prestado para cubrir sus actuales obligaciones financieras. Tales obligaciones abarcan los gastos militares, los programas como Medicaid y Medicare, la administración y los salarios del gobierno, y los pagos del principal y del interés de la deuda a los inversionistas tenedores de los certificados de la Tesorería federal. Un aumento del tope permitirá que el gobierno pida prestado más dinero. Cuando el gobierno erogue más dineros de lo que recibe por concepto de impuestos, la diferencia se llama el déficit.
La deuda nacional es de más de 14 millones de millones de dólares, la cual se ha acumulado para cubrir los anteriores déficit presupuestarios.
Se aumenta el tope cuando se acaben los dineros del gobierno para cubrir sus obligaciones. Cuando el gobierno no tenga para pagar a sus acreedores, está en moratoria o cesación de pagos.
Revolución: ¿Por qué tiene el gobierno una deuda tan grande?
RL: Tres factores rigen el enorme aumento del endeudamiento público de los últimos años.
Primero, la severa contracción de la economía de 2008 a 2009. La disminución de la actividad económica condujo a un fuerte descenso de los ingresos del gobierno. La continuación del lento ritmo de la economía ha reducido el monto de los impuestos que el gobierno recauda y ha aumentado el monto de dineros que el gobierno eroga para cosas tales como el seguro de desempleo, vales canjeables por alimentos y demás.
Segundo, los recortes fiscales adoptados bajo George W. Bush en 2001 y 2003 pusieron límites sobre el monto de los impuestos que el gobierno podía recaudar.
Tercero, las guerras de conquista imperial de Estados Unidos en Afganistán e Irak han aumentado el endeudamiento. En la última década, el gobierno destinó más de un millón de millones de dólares para estas guerras. La ocupación militar de Afganistán, con el aumento de soldados bajo Obama, cuesta unos 2 mil millones de dólares al mes.
El presupuesto militar es uno de los “sórdidos secretos” de esta crisis del erario. No se dice mucho al respecto. Ni se habla de su verdadera magnitud. En el caso del presupuesto de 2012, más el presupuesto complementario para las guerras de Irak y Afganistán, el presupuesto militar es de unos 700 mil millones de dólares. Pero eso no da una idea precisa de lo que el gobierno destina a los rubros de las fuerzas armadas y la seguridad. En realidad, el monto es mucho mayor, de unos 1.2 millones de millones de dólares, o cerca del 40% del presupuesto del gobierno, al incluir cosas como el presupuesto de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional, la investigación en armamento nuclear del Departamento de Energía, la amortización de la deuda de las anteriores guerras y los sistemas de armamento. Todo ello para mantener el dominio estadounidense sobre el planeta.
Y en el momento en que empezaba a caldearse el debate sobre la deuda y el presupuesto en el Congreso, Obama abrió un nuevo frente militar: en Libia.
El déficit federal de Estados Unidos hoy es de cerca de 9 a 10 por ciento del producto nacional bruto... que es aproximadamente tres veces el promedio de los últimos 30 años.
Revolución: Así que ésos son los principales factores que rigen la deuda. Pero, por otra parte, está en marcha un gran debate.
RL: Las personas tienen cierta forma de ver todo esto, y tienen muchas interpretaciones erróneas. Eso no es un accidente. Los medios de comunicación, los políticos y los llamados expertos lo han presentado de cierta forma, y muchas personas se han dejado llevar por ello. Hablo de la idea de que existe una “división partidista” egoísta en Washington que es necesario zanjar para el “bien común del país”. Hablo del mantra de Obama de que todos por igual tienen que hacer sacrificios por el bien común del país y que los ricos tienen que pagar su proporción justa de los impuestos, y ese populismo tuvo cierto atractivo por un tiempo. Se declara con chovinismo que le sería terrible a la “posición de Estados Unidos” que éste cesará los pagos de su deuda.
Todas esas ideas o no son ciertas en absoluto o en realidad no van a la esencia de lo que pasa en los hechos. En efecto, las personas no entienden los puntos de acuerdo y de desacuerdo de los republicanos y los demócratas ni sobre qué están peleados. Aquí me cabe poner en claro desde el principio que este acuerdo “de compromiso” que alcanzaron fue un acuerdo mutuo entre dos programas que en AMBOS CASOS no correspondían a los intereses del pueblo.
Revolución: Bueno, ¿cuál es la esencia de lo que pasa?
RL: La lucha sobre el tope del endeudamiento es una expresión de los profundos problemas que tiene el imperialismo estadounidense. Hablo de los efectos de la crisis de la economía mundial... un entorno económico internacional en un estado de fluctuación... y las contradicciones y limitaciones presupuestarias concretas que acompañan la gigantesca acumulación del endeudamiento público y privado.
A la vez, poderosas fuerzas de la clase dominante han aprovechado el fantasma de una cesación de pagos para continuar e intensificar un embate sin precedentes contra el gasto social del gobierno para cosas tales como la educación, la salud y los programas de ayuda social como el Seguro Social. Están aprehendiendo el momento para acelerar la ofensiva ideológica con el objeto de movilizar opinión pública en apoyo a la idea de que “el gobierno vive por encima de sus posibilidades”, que las erogaciones para programas sociales se han salido de control, el reaccionario argumento de que todos tenemos que dejar de pedirle cosas al gobierno, que el gobierno no debería estar dando “dádivas” a aquellos que no las merecen y que están viviendo a expensas del gobierno.
Revolución: Hablan mucho de apretar el cinturón y hacer sacrificios.
RL: ¿Sacrificios? Pues, casi uno de cada seis trabajadores está desempleado o subempleado o ha dejado de buscar trabajo porque hay tan poquitos trabajos... y la duración media del desempleo es hoy más larga que en cualquier momento desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
¿Sacrificios? La Fundación Pew acaba de publicar un estudio sobre lo que le pasó entre 2005 y 2009 a la riqueza de las familias en Estados Unidos, tal como se mide en términos de casas, coches, ahorros y demás. Los negros, latinos y otras personas de color sufrieron el mayor golpe. El valor neto de los hogares latinos cayó en un increíble 66% y el de las familias afroamericanas cayó en un 53%. La riqueza de un tercio de las familias negras y latinas está en cero.
El grueso de esta pérdida de riqueza es el resultado del colapso del valor de las casas y la crisis hipotecaria subprime. Millones de personas fueron seducidas por préstamos supuestamente asequibles. De ahí, millones de personas terminaron por estar en moratoria hipotecaria. Los préstamos hipotecarios chuparon los ahorros y futuros ingresos de millones de personas. De ahí, combinaron los préstamos en instrumentos financieros exóticos y los vendieron en los mercados globales.
He aquí el funcionamiento del mercado. Transforma una necesidad humana básica, la vivienda, en un objeto de inversión y especulación. Luego, la cosa se vino a pedazos. Millones de casas están desocupadas, porque es más importante que los bancos ejerzan sus derechos de propiedad que las personas tengan vivienda.
El mes pasado, 25 millones de personas buscaban trabajo de tiempo completo. De 8 a 10 millones de familias viven la amenaza de una ejecución hipotecaria. La desigualdad de ingresos entre familias blancas, y familias negras y latinas, está a su mayor nivel desde hace décadas. De ahí, cometen la obscenidad de pedir que la gente haga sacrificios a fin de rescatar a un sistema que destruye vidas, que perpetúa y aumenta la desigualdad social. Como se sabe, presentan todo eso como si todos “pusieran de su parte”.
Revolución: Es obvio que la premisa aceptada del debate sobre el tope del endeudamiento, y sobre todo en estos momentos en que parece que se han amarrado un acuerdo, es que es necesario recortar fuertemente los programas públicos relacionados con la salud, educación, vivienda, etc.
RL: Durante semana tras semana, hemos estado escuchando este debate sobre la deuda y los plazos. No obstante, en todo el debate, una gran parte de la población ha resultado excluida del discurso: los pobres y los desempleados. Es como si, para la clase dominante, se hubiera eliminado la palabra “pobreza” del diccionario. La cantidad de trabajadores sin empleo ha disparado a niveles no vistos desde la Gran Depresión de los años 30. Pero, citando el título de un artículo del 9 de julio del New York Times, de Catherine Rampell: “De alguna manera, los desempleados se han vuelto invisibles”.
En la marcha de los acontecimientos, Obama ha llegado a ser el paladín líder de la austeridad fiscal, de enormes recortes del presupuesto público para programas sociales. Con la falsa superioridad moral del “compromiso bipartidista”, presentó a los republicanos un plan para reducir el déficit que agregaría un dólar de nuevos impuestos por cada cuatro dólares de recortes presupuestarios.
Revolución: ¿Y qué del acuerdo alcanzado el 31 de julio?
RL: De lo que he leído en la prensa, al parecer el acuerdo tentativo recortará tres millones de millones de dólares del gasto interno durante los próximos diez años, lo que incluye lo que gastan los organismos federales. Abarca diferente tipos de gastos sociales y sus efectos iniciales afectarán la educación, vivienda pública, sistemas de transporte público, protecciones ambientales y el programa Medicaid. De ahí, se aplicará por etapas una nueva ola de recortes después de las elecciones de 2012.
Revolución: Una buena parte de todo eso golpeará muy duro a los pobres.
RL: Tienes razón. Veamos las consecuencias. A fines de junio, el American Journal of Public Health publicó los resultados de un estudio muy aleccionador. Cuantifica cuántas muertes son el resultado de la pobreza, bajos niveles de educación y otros factores sociales en Estados Unidos. Descubrió que en el año 2000 de la muestra, 176.000 personas murieron debido a la segregación racial y 133.000 debido a la pobreza individual. Esas son muertes innecesarias. Se trata de las condiciones de la vivienda y del trabajo; de un reducido acceso a chequeos de salud, a servicios de salud de calidad; y de no estar en posibilidades de conseguir un seguro de salud.
Ahora, el nuevo plan de reducción del endeudamiento augura recortes de Medicare y Medicaid. ¿Qué clase de sistema pone la vida de los seres humanos en una subasta de austeridad fiscal? Esa es la lógica del capital. Este sistema no puede actuar al servicio de los intereses del pueblo. No lo puede hacer porque opera de acuerdo a la regla de las ganancias al mando.
De ahí, están tomando medidas para reorganizar dramáticamente el gasto público. La gente piensa que Obama se vendió o se rajó ante los republicanos, pero existe un consenso bipartidista sobre la necesidad de los recortes, a la vez que tienen desacuerdos sobre cómo hacerlo.
Revolución: Pero hemos presenciado un debate tan enconado sobre los recortes y el tope del endeudamiento.
RL: Un sector de la clase dominante, principalmente los republicanos de derecha, quiere ir a mayores extremos. Este sector quiere disolver cualquier apariencia de un estado que destine el gasto a programas sociales. Esto tiene muy poca relación con el déficit. Fíjese que George W. Bush aumentó el tope en siete ocasiones distintas. Pero para estos republicanos, el mayor endeudamiento no tenía gran importancia por lo que se refiere al financiamiento de las guerras de mayor imperio de Estados Unidos, pues lo estimaban aceptable dejar la pérdida de recaudaciones tributarias, debido a los recortes de impuestos de Bush, para el futuro, mediante un mayor endeudamiento.
Su irritación por el “gran gobierno” es ideológica. Es un ataque a la propia idea de que la sociedad tenga alguna suerte de responsabilidad organizada para con el bienestar del pueblo. Es una insensibilidad institucionalizada: “Si uno no tiene trabajo, es su culpa”; “Si usted no tiene servicios de salud, pues eso es su problema”.
El Wall Street Journal sacó un artículo la semana pasada que sintetiza algunos aspectos del embate ideológico que están librando las fuerzas conservadoras. Sostiene que no se trata meramente de Obama... el problema se remonta a Franklin Delano Roosevelt y esta llamada “cultura de ayuda social” y “el ismo de la redistribución”. Está sosteniendo que ahora es el momento de arreglar cuentas. El Partido del Té le da un barniz de indignación popular contra “los excesos del gobierno”.
El análisis de Bob Avakian sobre “la pirámide del poder” en Estados Unidos arroja mucha luz sobre lo que pasa. He aquí una situación en que la clase dominante estadounidense está fuertemente dividida en la cima, otra vez, algo parecido a los demócratas y los republicanos. Ese sector de la clase dominante que corresponde aproximadamente a los republicanos ha estado a la ofensiva y ha estado encaminando la sociedad cada vez más en una dirección fascista. Los demócratas tienen fuertes divergencias con los republicanos sobre algunos elementos de cómo mantener la dominación global de Estados Unidos y cómo mantener “el orden social en el frente interno”. Pero no tienen divergencias sobre si hacer eso... en lo fundamental están de acuerdo sobre eso.
Esta dinámica está en juego en las riñas intestinas de la clase dominante sobre la manera de manejar la deuda. Está en marcha una aguda lucha en que figuran como grandes factores las agendas política e ideológica. Los republicanos han tenido la iniciativa y siguen teniéndola en esta batalla sobre la deuda.
Revolución: ¿Cómo ves la relación entre el embate ideológico y la economía subyacente de la crisis presupuestaria?
RL: Primero, quisiera señalar que la mayoría de las críticas progresistas y radicales están argumentando que lisa y llanamente se ha confeccionado esta crisis de la deuda como una forma de promover agendas político-ideológicas. Considero que esa argumentación es incorrecta. El asunto tiene más complejidad que eso... pero en lo más fundamental, ESTÁ EN MARCHA una crisis económica global que constituye el marco más amplio de todo esto.
Lo que pasa en realidad es que está en marcha una crisis seria que se está compenetrando con un embate ideológico y que lo está alimentado más, embate que está relacionado con el establecimiento de nuevas normas de control social y represión.
Sería incorrecto concluir que la atención que la clase dominante está prestando a los déficit y la deuda es simplemente una cuestión de manipulación política. El capital tiene imperativos concretos para recortar costos y realzar la competitividad. Existen limitaciones concretas sobre los gastos públicos expansivos. Todo eso tiene que ver con “las reglas del juego” del capitalismo. Éste es un sistema de producción en pos de las ganancias basado en la explotación de la mano de obra asalariada. Éste es un sistema de acumulación competitiva en que las grandes potencias aspiran a tener ventajas y dominio en la chancha global.
Revolución: Bueno, adentrémonos más en la economía política.
RL: Es necesario poner la situación en perspectiva y poner esta emergencia fiscal en su marco global y rastrear la evolución de la crisis económica global mayor.
A fines de 2008, el núcleo financiero-privado del imperialismo estadounidense, hablando de los grandes bancos trasnacionales, estaba ante la amenaza de un colapso. Estos bancos padecían grandes pérdidas por préstamos insostenibles, no podían obtener capital y no estaban dispuestos a hacer préstamos a otros bancos. Rebasa el ámbito de la entrevista analizar todo esto aquí pero ésa fue una expresión de la anarquía del capitalismo. Estos bancos estaban creando instrumentos financieros cada vez más complejos para sacar ganancias y pasarles los riesgos a otros bancos. Para repetir, se trataba de las reglas del capitalismo en juego; recomiendo que vean un análisis de todo esto en un artículo que escribí en octubre de 2008: “Huracán financiero azota a capitalismo mundial: Quiebra del sistema y la necesidad de la revolución” (Revolución #145, 19 de octubre de 2008).
Esta turbulencia amenazaba con extenderse y socavar el sistema financiero global. El estado imperialista de Estados Unidos, como guardián de los intereses del capital, rápidamente entró al quite. El Banco de la Reserva Federal inyectó enormes cantidades de capital en la banca. El estado se convirtió en acreedor, prestando dinero a bajo interés a los bancos. Fomentó fusiones y consolidaciones en los niveles superiores de la banca privada. Propició que, de manera rentable, Citigroup, JPMorgan Chase y Bank of America incorporaran, adquirieran los activos de los bancos quebrados o en quiebra.
Además, existe una dimensión estratégica. La banca de Estados Unidos, con sus extensos y profundos mercados de crédito, y el dólar, que es la principal divisa de la economía mundial, son los ejes de la hegemonía imperial estadounidense sobre el sistema capitalista mundial. A la vez, Estados Unidos está ante nuevos desafíos, como el surgimiento de la Unión Europea como bloque más consolidado, y China, como potencial rival.
En 2009, esta situación ya había entrado a una segunda fase. La crisis financiera había evolucionado hacia un bajón económico generalizado que afectaba la economía mundial entera, y constituía la peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años 30. Cayó bruscamente el volumen del comercio entre los países. Cayó la producción industrial mundial. Disminuyó el ritmo de la economía estadounidense. La bancarrota amenazaba a la Cía. General Motors. Disparó el desempleo.
El gobierno de Obama respondió emprendiendo un programa presupuestal con gastos públicos para bienes y servicios, varios proyectos infraestructurales y de energía, créditos tributarios, ampliaciones del seguro de desempleo y alguna ayuda financiera para los estados. El programa tuvo por objeto estimular el mayor crecimiento pero no lo logró.
Revolución: Se trata de una situación complicada con fenómenos económicos y políticas conscientes, moldeada por agendas ideológicas y políticas.
RL: La enormidad de la crisis financiera ha seguido presentando nuevos desafíos para los encargados imperialistas de la política. Las medidas que se han tomado generaron nuevas tensiones sobre las finanzas públicas. Un gran desafío para la clase dominante hoy es cómo hacer disminuir el endeudamiento de modo que no cause grandes trastornos en la economía mundial. Es una situación muy inestable. Y la manera en que Estados Unidos maneje y financie el endeudamiento público tendrá grandes efectos sobre la economía mundial.
Por ejemplo, el estado de la economía mundial: el hecho de que no se ha recuperado de la crisis financiera y el fuerte bajonazo de 2008 a 2009. Existen agudas presiones competitivas en la economía mundial.
De la batalla sobre el déficit, se pregunta: ¿por qué no se puede hacer que las corporaciones paguen más impuestos? Bueno, en medio de la crisis, las impuestos que pagan las gigantescas corporaciones capitalistas que son una parte clave de la economía estadounidense y del crecimiento económico de Estados Unidos pueden limitar su capacidad de ganar posiciones y ventajas competitivas en la lucha global por mercados, por nuevas tecnologías y por tener la capacidad de adquirir otras empresas.
Pero hay más gatos encerrados. Ésta es una economía mundial en transición; grandes realineaciones están en marcha en la economía mundial. Éste es un tema muy amplio y, para conseguir un conocimiento y análisis más completos de todo esto, recomendaría que lean la serie de cuatro partes que escribí, “Cambios y grietas en la economía mundial y la rivalidad entre las grandes potencias” (Revolución Nos. 136-138 y 141, 20 y 27 de julio, 3 y 24 de agosto de 2008). Pero aquí les puedo presentar algunos contornos básicos de la situación.
Al surgir la crisis económico-financiera, China salió como la segunda economía del mundo, y pronto superará a Estados Unidos como el mayor fabricante del mundo. Hoy, China es el mayor tenedor extranjero de la deuda pública de Estados Unidos. Se ha reciclado en los mercados financieros de Estados Unidos lo que China percibe por concepto de exportaciones, sobre la base de la mano de obra superexplotada en vastas zonas industriales. Hoy, crece el apalancamiento de China en la economía mundial.
Si China y otros grandes tenedores de la deuda de la Tesorería estadounidense palparan cierta inestabilidad y empezaran a transferir sus activos dolarizados a otras monedas e instrumentos de inversión, eso podría ejercer enormes presiones sobre el dólar. Podría desatar una enorme fuga desde el dólar hacia otras monedas. Si los acreedores extranjeros vieran riesgos en tener la deuda largoplacista de Estados Unidos, éste tendría que pedir prestado bajo un cronograma más corto. Eso haría que Estados Unidos fuera más vulnerable a trastornos e incertidumbres financieros.
Como señalé, el papel internacional del dólar le da enormes ventajas e influencia a Estados Unidos en la economía mundial. En esta coyuntura, ninguna otra moneda es capaz de sustituir al dólar como moneda principal del mundo. Pero se está erosionando la posición del dólar de Estados Unidos. Enfrenta nuevas amenazas competitivas.
Todo eso restringe el margen de maniobra del imperialismo estadounidense, a la vez que condiciona las respuestas de la política oficial y el debate al interior de la clase dominante.
Lo que se inició como una crisis de la banca se ha metamorfoseado hacia una crisis de la deuda pública de largo plazo en Estados Unidos y en otras economías capitalistas occidentales. Y la economía mundial todavía tiene profundos problemas económicos.
Los imperialistas estadounidenses enfrentan una gran contradicción. Están agobiados por enormes y crecientes deudas. La economía estadounidense no está creciendo. En la historia, una de las maneras que han lidiado con este problema es mediante el aumento del gasto público con el fin de estimular la economía. Pero eso genera mayores déficit y endeudamiento del gobierno.
Revolución: Hemos tratado muchos temas. ¿Estimas que más personas vayan a resultar insatisfechas con Obama, incluyendo aquellos que han estado apoyándolo? ¿Habrá más receptividad al cambio fundamental?
RL: Durante el último año, ha crecido un sentimiento de amargura y traición. Creo que este episodio sobre el presupuesto está suscitando más de ese sentimiento. Dicho sentimiento tiene profundas raíces en un creciente sector de la población. Eso tiene algo de peso en el actual ambiente. Pero, ¿adónde llevará?
De ahí, se recalca la importancia de lo que Bob Avakian ha estado planteando, de que no existe ninguna necesidad permanente de que las condiciones sean así. La situación no tiene que ser así. Hace poco, el Partido Comunista Revolucionario publicó la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), la que expone una visión inspiradora y medidas concretas para construir una nueva sociedad. Se trata de una sociedad socialista. Se tendría un sistema económico que NO se basara en la explotación y las ganancias sino en satisfacer las necesidades del pueblo, superar las grandes desigualdades sociales de la sociedad, proteger el planeta y contribuir al avance de la revolución mundial. Una sociedad que trabajaría para alcanzar el objetivo final de un mundo comunista en que los seres humanos de todas partes estarían libres de la explotación, la opresión y los conflictos antagónicos destructivos, en que los seres humanos podrían ser dignos guardianes de este planeta.
Esta visión puede desempeñar un papel ideológico con enorme fuerza en el actual terreno. Propagar esta visión es una parte crucial de construir un movimiento para la revolución que podría gestar tal nueva sociedad.
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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“Es muy importante que nuestros simpatizantes conozcan nuestra posición y que el CDCR [Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California] sepa que no vamos a aceptar ninguna tontería. Tenemos la misma posición seria que al principio y hablamos en serio acerca de una protesta pacífica de huelga de hambre indefinida hasta que solucionen nuestras demandas. Repito, ¡lisa y llanamente le estamos dando al CDCR un corto período de gracia como resultado de pedir un tiempo para poder responder bien de manera oportuna! ¡Veremos cómo queden las cosas pronto!”
— Todd Ashker, un líder de la huelga de hambre de la Prisión Estatal Pelican Bay (PBSP), de una carta fechada el 24 de julio de 2011
Los presos de la Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) de la PBSP fueron a una huelga de hambre del 1º al 20 de julio, por un fin a las condiciones infrahumanas y bárbaras del aislamiento.
Los líderes describieron que esta valerosa resistencia prendió el ambiente en otras prisiones así como entre mucha gente afuera. Según su comunicado del 22 de julio:
“¡Muchos internos del estado se enteraron de nuestra protesta y se pusieron a la altura con una firme muestra de apoyo y solidaridad, al igual que miles en todo el mundo! Muchos se arriesgaron la salud y vida; muchos estaban al borde de la muerte y tuvieron emergencias médicas. Todos actuaron por la causa colectiva y reconocieron el gran potencial de forzar el cambio del uso de las unidades SHU en todo el país” (“Declarando una victoria y la lucha en marcha, un comunicado del Colectivo del Pabellón Corto, una pequeña representación de los líderes de la huelga de hambre de Pelican Bay”).
Este comunicado explica que tomaron la decisión de suspender la huelga después de que altos administradores penales se reunieron con algunos líderes de la huelga así como sus mediadores y “aceptaron conceder de inmediato unas pequeñas demandas, como un gesto tangible de buena fe para reforzar su promesa de que recibirán atención las demás demandas con la implementación de cambios serios con el tiempo”. Agrega: “Si bien ha terminado la huelga, ¡es solamente el comienzo esta resistencia/lucha para poner fin a nuestro subyugación a violaciones de derechos humanos y tortura!”
La noticia tardó en alcanzar a los demás presos y la huelga continuó un tiempo en algunos penales. Según Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos, todos los presos participantes en la huelga ya no están rechazando alimentos. Pero claramente la lucha está lejos de estar terminada.
Una carta del 24 de julio del líder Todd Ashker dice que le dará al CDCR de dos a tres semanas a partir del 20 para presentar algunos cambios serios para solucionar sus cinco demandas base, y que si el CDCR no cumple, los presos de Pelican Bay retomarán la huelga de hambre. (Ver las cinco demandas en “Los presos en la SHU-Pelican Bay anuncian una huelga de hambre”, Revolución #237, 26 de junio de 2011.)
Durante semanas, después de enfermarse peligrosamente muchos huelguistas, el CDCR se negó a siquiera tomar en cuenta sus demandas. Rechazaron los reportes de los presos y de sus familias y simpatizantes de que algunos participantes estaban en un estado muy crítico y ante la posibilidad de la muerte. El CDCR repitió con ahínco ante la prensa la mentira de que la huelga la organizaron las pandillas y que las demandas no tenían mérito. El gobernador californiano se negó a comentar la huelga. Los medios nacionales tenían poca cobertura.
Pero continuaron el valor y resolución de los huelguistas. Creció el apoyo en Estados Unidos y en el mundo, con protestas, ruedas de prensa y la organización de mítines. Las familias con seres queridos presos alzaron la voz. Muchos grupos e individuos escribieron declaraciones de apoyo a sus demandas. Más de 60 personas prominentes respondieron con comunicados de apoyo al llamamiento de Libros Revolución y de otros, incluyendo actores de cine, intelectuales, artistas y músicos.
Después de rechazar negociaciones durante semanas e insistir que los presos son menos que seres humanos, el CDCR en efecto fue obligado a reunirse con algunos líderes y ofrecer un trato.
La huelga denunció de manera contundente el hecho de que los presos de Pelican Bay son objeto de tortura: mantenidos en celdas sin ventanas las 23 horas al día, sin contacto humano, sometidos a “extracciones del celda” brutales de rutina en que manadas de guardias los apalean. Por eso, muchas personas más se enteraron que a decenas de miles de presos en los penales de máxima seguridad del país los están sometiendo a la bárbara crueldad del aislamiento.
En una penetrante columna de opinión del New York Times, “Confinamiento bárbaro”, Colin Dayan dice:
“Ya en 1995, un juez federal, Thelton E. Henderson, aceptó que el llamado confinamiento ‘supermáximo’ ‘bien podría frisar los límites de lo que es tolerable para un ser humano’, aunque resolvió que seguía siendo aceptable para la mayoría de los internos. Pero un psiquiatra y profesor de Harvard, Stuart Grassian, había descubierto que el entorno era ‘notable tóxico’, resultando en alucinaciones, paranoia y delirio. En una entrevista de ’60 Minutes’, fue al extremo de llamarlo ‘mucho más atroz’ que la pena de muerte”.
Los líderes de la huelga afirmaron que no tomaron de manera caprichosa la decisión de emprender esta acción: “Fue resultado de años de estar sometidos a condiciones progresivamente más primitivas y décadas de aislamiento, privación sensorial y la ausencia absoluta de contacto humano normal, sin fin a la vista. Esta realidad, aunada a nuestros anteriores memoriales colectivos sobre miles de quejas de internos y cientos de procedimientos en las cortes para recusar tales políticas y prácticas descaradamente ilegales... nos hizo concluir que una protesta pacífica vía una huelga de hambre era la única opción a nuestro alcance para desenmascarar lo que ha estado ocurriendo de verdad en las SHU de las prisiones del CDCR y forzar un cambio serio”.
Para los que ya sabían del inhumano horror del aislamiento, su acción representó una necesidad real y una oportunidad de tomar partido con los presos, apoyar sus demandas y forjar un movimiento mucho mayor y creciente contra la inhumanidad del aislamiento. Los que no sabían que practican la tortura todos los días en las prisiones estadounidenses, ahora ya saben y ahora no pueden decir, “Yo no sabia”.
Su valiente acción puso al desnudo la atrocidad del aislamiento. Un sector social mucho más amplio tomó conciencia que las autoridades carcelarias meten a muchos presos en tales situaciones simplemente porque los habían “validado” como miembros de una pandilla y no por ningún delito. Muchas más personas sabían de la política de “rendir información” del CDCR de acuerdo a la cual una de las únicas formas de salir de la SHU es rendir información (sea falsa o cierta) con el fin de validar a otro preso.
Mediante esta lucha, los presos derribaron muchas barreras que los han mantenido divididos, desafiaron las divisiones fomentadas por los carceleros y aprovechadas para oponer unos contra otros. En la PBSP y en otras prisiones, la huelga unió a presos de distintas nacionalidades. En condiciones muy aisladas y represivas y contra la propagación de desinformación de los carceleros, lograron unirse y organizarse dentro de la PBSP y más allá, además de enviar un poderoso mensaje al exterior.
Por ello, de manera aún más clara, afuera las personas ahora están ante la responsabilidad moral de asumir una posición, de apoyar las demandas de los presos y unirse activamente a la lucha para poner fin a esta situación intolerable. Estos presos están exigiendo un trato como ser humano, haciendo valer su humanidad y desafiando a todo el mundo a que responda con su propia humanidad. Como recalcan muchas declaraciones de apoyo, ningún ser humano, sin importa lo que haya hecho, merece esta clase de tratamiento. No se debe torturar a ningún ser humano.
En apoyo al llamamiento a la acción de Colin Dayan, recibí una carta hace poco de un huelguista de hambre de la PBSP, según la cual se le dijo al trasladarlo a Pelican Bay en 2001 que él era “un cáncer a extirpar” y que “de una u otra forma moriría ahí”. Dijo que en 2003, encontró traspapelado entre los materiales de sus memoriales, un memo administrativo titulado “La función de las unidades de control/SHU”. El memo esbozó un plan de ataque a ser observado por los administradores.
Dijo: “La función es reducir al preso al estado de sumisión que es esencial para su conversión ideológica... al fallar eso, el siguiente paso es reducirlos a un estado de incompetencia psicológica que basta para neutralizarlos como efectivos protagonistas independientes... al fallar eso, la única alternativa es destruirlos, de preferencia viendo que pierda tanta esperanza que se destruya a sí mismo”.
— Carta a la redacción del New York Times, de Carol Strickman, abogada de planta de Servicios Jurídicos para Presos con Hijos e integrante del equipo de mediación en representación de los huelguistas de hambre
Por la huelga, ha estado saliendo información muy fea sobre lo que pasa en Estados Unidos, la cual ha estado oculta, conocida por muy pocos. Por ello, el sistema penal estadounidense y el sistema del cual es parte han tenido una necesidad de responder. Ello también es un importante logro de la huelga. Se ven indicios de genuina preocupación, de parte de figuras de la clase dominante, de que la barbaridad del aislamiento esté poniendo en tela de juicio la legitimidad del sistema.
Aunque el New York Times en gran parte no ha dicho nada durante la huelga, publicó la columna de Colin Dayan del 17 de julio. Después del fin de la huelga el 24, salieron cuatro “cartas a la redacción” bajo el subtítulo “La inhumanidad del aislamiento”, que en su totalidad aceptaron en cierto grado el comentario de Dayan. Una dijo:
“Cuando entran a su lugar de trabajo sin ventanas y con iluminación fluorescente pasando por los estruendosos portones de hierro, encierran a internos tras puertas de acero sin aberturas ni contornos salvo una ranura de servicio y una ventanita de capas de fibra de vidrio; y cuando las herramientas de su oficio son esposas y grilletes, pesados, macizos, que envuelven y se entrelazan alrededor de muñecas, tobillos y cinturas, pues uno puede estar seguro que un ojo nunca se conecte con otro. Y nadie escapa. ‘Afuera’, también, los ojos miran para otro lado, sin afectar menos el alma. Eso sin duda nos acosa a todos”.
El editorial “Aislamiento cruel” del New York Times del 1º de agosto dice:
“Durante muchas décadas, el mundo civilizado ha reconocido que el prolongado aislamiento de presos en condiciones crueles es inhumano, hasta constituye la tortura. Los Convenios de Ginebra lo prohíben. Incluso en Abu Ghraib de Irak, donde de manera sistemática sometieron a humillación sexual y abusos físicos a los presos, con el aval oficial, los carceleros tuvieron que pedir permiso a su general al mando para mantener a alguien en aislamiento más de 30 días.
“Por eso, los estadounidenses deberían sentir indignación y asco que el prolongado aislamiento, a veces de meses o hasta años, ha llegado a ser una forma acostumbrada de administración carcelaria. Tal aislamiento está infligiendo un sufrimiento inhumano, indigno e innecesario sobre decenas de miles de presos”.
El New York Times es el periódico establecido más prestigioso de Estados Unidos y representa los puntos de vista del sector liberal de la clase dominante. Su cobertura de la huelga de hambre refleja genuinas preocupaciones por que lo que esta lucha está destapando esté prendiendo indignación entre amplios sectores de la población en Estados Unidos y en el mundo y estén poniendo en tela de juicio la legitimidad del propio sistema. No obstante, otras fuerzas de la clase dominante defienden férreamente lo que pasa a los presos y la encarcelación en masa en general.
Esta contradicción se reflejó en un fallo reciente de la Suprema Corte federal que denunció las condiciones de las prisiones californianas como castigo cruel e inusitado, fallo que objetaron fuertemente unos conservadores jueces derechistas. La opinión minoritaria, redactada por el magistrado Antonin Scalia, satanizó a las personas que están presas, desvariando que el fallo pondría en libertad “especimenes físicos finos que se han formado músculos amedrentadores por levantar pesas en el gimnasio de la cárcel”.
La tortura mediante aislamiento contradice fuertemente los declarados “ideales” de Estados Unidos, donde las personas oyen constantemente el estribillo de que viven en “el país más igualitario, más democrático y mejor”. Que ésta es una sociedad “post-racial”. Que estos presos son “lo peor de lo peor”, merecen lo que reciben y son los únicos culpables de su situación. Sobre todo en la clase media pero también entres las masas básicas, pesan estas mentiras. Pero cuando las personas se enteren concretamente de lo que el gobierno le está haciendo a la población, su manera de satanizar y criminalizar a un gran sector de la sociedad, sobre todo los jóvenes negros, que está torturando a decenas de miles de presos, pueden empezar a cuestionar la misma legitimidad de “su gobierno”.
Estados Unidos recorre el mundo diciéndose “el líder del mundo libre” y un modelo para los demás países. Pero con mayor frecuencia, está llegando a ser conocido como el líder en la tortura, de Abu Ghraib a Pelican Bay. Aunado a eso, mucha gente del mundo condena a Estados Unidos por aplicar la pena de muerte, por tener la mayor tasa de encarcelamiento, por librar una “guerra contra la droga” que ha propiciado que haya 2.3 millones de personas tras rajas, en su mayoría negros y latinos.
La escandalosa encarcelación en masa en Estados Unidos y la inhumanidad del aislamiento revelan mucho acerca del sistema bajo el que vivimos. Es sumamente importante que un creciente número de personas tomen conciencia de estos crímenes del sistema y además, impulsen una resistencia política de masas a esta situación intolerable. Así, pueden crecer la conciencia política, organización y capacidad de lucha de la gente, lo cual puede contribuir a que muchas personas más reconozcan la ilegitimidad total del orden establecido, capten que no tiene que ser así y se unan al movimiento para la revolución, a fin de gestar una sociedad verdaderamente liberadora y completamente diferente.
Permalink: http://www.revcom.us/a/242/attica-means-fight-back-es.html
Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Marcha y mitin con motivo del 40 aniversario de la Rebelión de Attica
Martes 13 de septiembre, Ciudad de Nueva York
3 pm: | Mitin, St. Nicholas Park, 135 y St. Nicholas |
3:30 pm: | Marcha a Malcolm X Blvd. |
5 pm: | Mitin, Edificio del gobierno estatal, Adam Clayton Powell y 125 |
5:40: | Mitin de cierre, Ámsterdam y 125 |
Más datos: stopmassincarceration@ymail.com
Permalink: http://www.revcom.us/a/242/polemic-stop-the-violence-es.html
Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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El documental The Interrupters estrenó el 28 de julio en la Ciudad de Nueva York, la primera escala del recorrido de Estados Unidos, Inglaterra y Canadá. Bajo el director Steve James (director de Hoop Dreams y otros filmes) y el productor Alex Kotlowitz (autor de There Are No Children Here y otros libros), The Interrupters retrata durante un año a tres individuos que trabajan con el grupo con sede chicagoense CeaseFire. Se centra en el tema de la violencia en el seno del pueblo y estimula discusión al respecto. A nuestro parecer, el siguiente artículo, que salió en línea en Revolución #143, 24 de septiembre de 2008 (versión impresa: #146, 26 de octubre de 2008), es un aporte importante a dicha discusión. Texto corregido.
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Revolución #146, 26 de octubre de 2008
Ahorita mismo, en los barrios negros y latinos de todo el país, se está robando la niñez a los niños, y estos tienen miedo de ir a la tienda de la esquina o de jugar afuera o de tomar el autobús a la escuela. Algunos estudios han mostrado que el temor número uno entre los escolares es que se les pegue un tiro. Han muerto 36 escolares de las escuelas públicas de Chicago desde el septiembre pasado como resultado de la violencia en el seno del pueblo. Estas balaceras son además del terror y brutalidad generalizados por parte de la policía (y se usan para justificar tal terror y brutalidad). Este verano la policía de Chicago disparó a 12 personas en 4 semanas, matando a 6 y dándoles por la espalda a por lo menos 6.
¿Cómo hemos llegado a esta situación horrorosa en que padres miran mientras sus hijos caen en fuegos cruzados, niños crecen acosados con pesadillas de balaceras, seguros que no vivirán más de 18 años? Es un horror para el pueblo — una sensación de desesperanza al saber que son tus vecinos, primos y amigos que están haciéndolo el uno al otro. Desesperanza profunda de que sea un ciclo sin fin y sin salida.
Gente de diferentes perspectivas está buscando respuestas y soluciones, de proyectos de investigación a marchas y grupos de intervención. En un artículo del New York Times del 4 de mayo pasado, “Blocking the Transmission of Violence” (Bloquear la transmisión de la violencia), Alex Kotlowitz sostiene que la violencia es similar a una enfermedad epidémica en la comunidad1. Es claro que a Kotlowitz le importan mucho la vida y condiciones de la gente encerrada al fondo de la sociedad. Pero a pesar de sus buenas intenciones, su argumento concentra una lógica peligrosa que invierte causa y efecto.
Aunque rebasa el ámbito de este artículo analizar todo lo que dice Kotlowitz, queremos hablar de su argumento central — que parar la violencia en el seno del pueblo es el primer paso necesario para cambiar las condiciones económicas y sociales más amplias de las masas oprimidas. El artículo se basa en la suposición de que se puede hacer esto sin cambiar las relaciones económicas y sociales fundamentales de la sociedad, las cuales son la fuente brutal de esta situación entera, como vamos a mostrar. Mucha gente se hace eco a este modo de pensar, gente que odia cómo tiene que vivir pero cree que la solución es que “nos encarguemos de nuestros propios problemas” antes de que pueda haber algún cambio positivo para las comunidades.
Kotlowitz se refiere a la posición del epidemiólogo Gary Slutkin (el fundador de la organización CeaseFire [Cese del fuego] de Chicago), usando una analogía entre parar la violencia y curar una enfermedad contagiosa que tiene una importante fuente en el suministro de agua de la comunidad:
“Slutkin dice que tiene sentido purificar el agua si —y solamente si— se reconoce y se trata la propia epidemia. En otras palabras, las medidas contra la pobreza solamente funcionarán si se trata la violencia. Parecería lógico que la violencia fuera un resultado de privación económica, pero la relación entre las dos cosas no es estática. Las personas que tienen pocas esperanzas para el futuro viven de modo temerario. Por otro lado, la comunidad en la cual se resuelven discusiones con balas probablemente no va a experimentar crecimiento y oportunidad económicos”.
Kotlowitz sí analiza un poco algunas limitaciones de este argumento, pero no llega a examinar qué está “envenenando el agua” en primer lugar. Al hablar de las personas que están intentando salir de la lógica de represalias pandilleras, escribe: “Irse de la ciudad no es una opción para la mayoría. Para aquellos que han salido ilesos de una balacera... si no hay trabajo, o hay escuelas malísimas, o vivienda deteriorada, ¿qué va a prevenir que regresen a la vida anterior? Es como el cólera: es posible curar a todos, es posible contener la epidemia, pero si no se limpia la fuente del agua, pronto va a enfermarse de nuevo la gente”.
Kotlowitz no hace la pregunta básica y necesaria: ¿por qué están desproporcionadamente “malísimas” las escuelas concentradas en las comunidades negras y latinas, por qué está “deteriorada” la vivienda, o que de plano no existe? Desde un punto de vista más amplio, ¿por qué está concentrado el pueblo negro en ciudades miseria en primer lugar? ¿Cómo llegó a esta situación y qué creó tal situación en que ahora hay varias generaciones de jóvenes criminalizados — a los que la policía ha matado, o que se matan entre sí, o que decenas y decenas de miles están almacenados en prisiones? Los actos violentos que la gente comete entre sí es síntoma de un problema más grande — pero si no se diagnostica el problema correctamente y no se sabe la causa, pues el tratamiento que se propone lo empeorará.
La opresión del pueblo negro, y de otras minorías, ha sido un elemento del desarrollo del capitalismo en la sociedad estadounidense desde sus inicios, sobre los huesos de la esclavitud y el genocidio de los pueblos originarios. Después de la guerra de Secesión y el corto período de la Reconstrucción, en lugar de ser integrados en la sociedad estadounidense, se desató una ola de terror contra los negros — en su mayoría fueron encerrados en las plantaciones en una nueva forma de esclavitud, y el pueblo afroamericano se formó como una nación oprimida en el Sur dentro del territorio más grande y dominante euroamericano de Estados Unidos. A comienzos del siglo 20, la industria pesada empezó a expandirse mucho. En el Norte, especialmente con los preparativos para la Segunda Guerra Mundial, la industria de defensa estaba en auge, creando una necesidad de trabajadores, mientras en el Sur, debido a la mecanización de la producción del algodón (y anteriormente del tabaco), la aparcería se volvió menos rentable. Hubo un empujón y un jalón en el Sur que mandaron a millones de negros al Norte — el empujón de la pobreza, el racismo de Jim Crow (racismo con el aval de la ley) y el terror del Ku Klux Klan, y el jalón del trabajo y la esperanza de una vida mejor. Pero si bien las formas de la opresión en el Norte fueron diferentes, el hecho de la opresión se quedó. Los trabajadores negros traídos a la industria, oprimidos como un pueblo, recibieron los trabajos más sucios, peligrosos y de bajo pago. Fueron los “últimos contratados” y los “primeros despedidos”. La gente negra no consiguió las subvenciones de vivienda que consiguió la gente blanca para comprar casas en las zonas suburbanas de las ciudades, e incluso cuando tenían el dinero, no les permitieron comprar casas en las zonas para “blancos” sea por medio de reglas no implícitas o violencia de turbas blancas. Al contrario, las medidas del gobierno los metieron en multifamiliares construidos de manera chapucera en los centros urbanos. Los negros de todas las clases y capas padecieron segregación y discriminación dondequiera, y los capitalistas superexplotaron a los trabajadores negros en su afán de ganancias adicionales.
Los efectos de todo eso —en combinación con la situación internacional, en que ocurrían levantamientos contra la dominación imperialista y colonial, los países socialistas como China representaban la posibilidad de una resolución revolucionaria de la opresión y Estados Unidos estaba enzarzado en la contienda con otras potencias por una tajada más grande del saqueo de los países anteriormente colonizados— dio lugar en Estados Unidos al trascendental movimiento revolucionario de los años 1960. Como resultado de este auge de levantamientos y en particular de las poderosas rebeliones urbanas en más de 100 ciudades estadounidenses, efectivamente cayeron algunas barreras que enfrentaba el pueblo negro. Se les proporcionaron algunos trabajos mejores, la acción afirmativa les permitió a miles de estudiantes negros entrar en universidades y carreras profesionales, y se les establecieron programas sociales como welfare (ayuda pública) y educación preescolar.
Mucha gente, especialmente los jóvenes, empezó a verse a sí misma de manera diferente en relación al mundo. En la lucha la gente estaba intentando determinar cómo forjar nuevas maneras de relacionarse entre sí. Había una amplia unidad entre muchos de que no iban a combatir y morir por los opresores, sino forjar un nuevo futuro para la gente de todo el mundo. De hecho, uno de los logros más inspiradores de grupos como el Partido Pantera Negra y el Partido Young Lords (un grupo revolucionario basado principalmente en los puertorriqueños) fue que sacaron a muchos pandilleros de esa vida y los metieron a la revolución y a servir al pueblo, así como muchos prisioneros (como George Jackson) se pasaron de “la mentalidad para el crimen” a “la mentalidad para la revolución”.
Pero todo esto se topó con limitaciones. Incluso las fuerzas más avanzadas de la revolución no tenían un análisis suficientemente profundo de qué se trataría un futuro diferente o de qué se debería tratar, o cómo se podría luchar por una revolución y triunfar en este país contra un enemigo tan poderoso. No existió una dirección que tenía una estrategia desarrollada de cómo unir las muchas corrientes de resistencia y sentimientos radicales en los frentes político, cultural e ideológico en una fuerza poderosa para la revolución. O con un análisis no solo de cómo resistir la represión brutal del estado, sino avanzar bajo ella. El estado asesinó a más de 20 miembros del Partido Pantera Negra (incluidos líderes como Fred Hampton y George Jackson), encarceló a cientos de revolucionarios, despachó a la Guardia Nacional contra las justas rebeliones, baleó a estudiantes en las calles y vigiló y hostigó ampliamente a los movimientos. Además, se daban cambios y retos importantes en el movimiento revolucionario internacional y la marea alta global de los años 1960 estaba bajando, lo que también tuvo un efecto poderoso. Ante las limitaciones del análisis de cómo superar todos estos retos y la represión brutal de parte de la clase dominante, la mayoría del movimiento de ese tiempo le dio la espalda a la revolución.
A comienzos de los años 1980, la mayor parte de lo que había sido el movimiento de los años 1960 ya se había quedado aplastada, sin rumbo, o cooptada. Al mismo tiempo, había enormes cambios políticos y económicos en el mundo. Un golpe del estado derrocó a la dirección revolucionaria de China después de la muerte de Mao Tsetung, lo cual desmoralizó y desorientó a muchos que habían visto en China una fuente de esperanza y apoyo. Mientras tanto, se trasladaron muchos trabajos a las afueras de las ciudades o a otros países donde era posible explotar de manera aún más vil a la gente. Los centros urbanos llegaron a ser zonas de desastre económico. Eso fue el resultado de las políticas (incluida la decisión deliberada en muchos casos de ubicar los trabajos lejos de los trabajadores negros ahora más rebeldes y desafiantes) y, en lo esencial, el peso del incesante y agitado afán del capital de expandirse o morir — de buscar constantemente la tasa de ganancias más alta o venirse abajo debido a la competencia.
Las concesiones que se habían arrancado mediante la lucha de los años 1960 se estaban dando marcha atrás — el fin de la acción afirmativa, la integración esencialmente muerta, y el welfare que pronto se iba a destripar de plano. Hoy, más de una generación vive una situación en que muchos nunca han tenido un trabajo y no tienen posibilidades de tener una jamás (no a causa de sus propias acciones). El gobierno inundó los barrios con drogas, las cuales llegaron a ser la vida económica principal de estos barrios, una especie de base que “fijaba la pauta” para las demás actividades económicas y sociales. Al mismo tiempo, se desencadenó la “guerra contra las drogas”, que no fue sino una guerra contra el pueblo — con las detenciones y los encarcelamientos por las nubes. En 1970 había 330.000 personas en prisión — hoy hay 2.3 millones de presos. Hoy, casi la mitad de las personas en prisión en Estados Unidos son negras. De hecho, la tasa de encarcelamiento de gente negra es la más alta del mundo.
* * * * *
Al entender todo esto, resulta claro que la violencia en el seno del pueblo no causó estas condiciones. Ni es esta violencia un “virus” — es una reacción frente a las condiciones de opresión implacable en que parece que no haya ninguna esperanza real de cambio. Es el sistema, con su mentalidad de competencia despiadada, el que crea y perpetúa estas condiciones. El incesante afán de ganancias y más ganancias propulsa este orden capitalista imperialista, y un elemento clave y dinámico es la superexplotación y la opresión sistemáticas del pueblo negro y otros oprimidos. Esas dos cosas —el sistema capitalista como base de este país, y la supremacía blanca que recorre toda esta sociedad y ha sido inextricablemente entrelazada con ella desde el Primer Día— son las causas del problema, no ningún “virus” de mentiritas.
Además, estas condiciones no “existen” en abstracto. Un aparato estatal de policías, tribunales y prisiones las impone brutalmente. Algunas personas nos dicen que los policías son solamente “otra pandilla”. ¡Para nada! Tal vez algunos policías estén en pandillas, pero como una institución, los policías son los agentes a sueldo de todo un sistema de explotación y opresión.
Otra vez desde un punto de vista más amplio, lo que se ve es la criminalidad absoluta de este sistema, que mantiene a la gente en los centros urbanos acorralada y encerrada, dejada a pudrirse y matarse entre sí, y luego que se muera y vaya a dar al bote cuando caiga en esta trampa.
El argumento de Kotlowitz y Slutkin no va a mejorar nada. Para colmo, no importa el propósito, justifica y fortalece la mano de un estado opresivo con sus prisiones y policía brutales y asesinas.
Tenemos dos preguntas para Kotlowitz: Primero, si cada varón negro en una pandilla en East St. Louis, Chicago, Harlem u Oakland dejara su pandilla, renunciara a la violencia y el crimen y se inscribiera en estudios superiores en un programa de diseño digital o un programa de certificación sobre redes de computadores, ¿qué sucedería? La pura verdad es que no habría trabajo para la gran mayoría de ellos. De hecho, un estudio reciente mostró que la tasa y la cantidad de negros en el campo de la tecnología de la informática disminuyeron en comparación con ocho años atrás — no porque la gente no estaba calificada, sino porque, según Gina Billings, presidenta de la Asociación Nacional de Capturistas Negros, la globalización ha subcontratado el trabajo a países del tercer mundo, y de nuevo los profesionistas negros se hallan atrapados en la trampa de “los últimos contratados, los primeros despedidos”.
Así que aunque de repente todos los pandilleros tuvieran suficiente capacitación para un buen trabajo, los emplearían solamente si eso fuera rentable para el capital. Además, esos empleos no existen — no porque la sociedad no las necesita, sino porque no son rentables. Como la clase dominante de capitalistas reconoce esto, NO ofrece programas de capacitación, etc. de modo serio porque no quiere elevar las expectativas de la gente y arriesgar que haya rebelión social cuando no se satisfagan esas expectativas.
Segundo, a la inversa, ¿qué sucedería si después de una revolución, con una nueva economía socialista basada en la transformación de las condiciones para eliminar las añejas divisiones opresivas de la sociedad y satisfacer las necesidades del pueblo y a la vez apoyar la revolución mundial, esta sociedad SÍ ofreciera a cada joven negro una oportunidad de educación y trabajo con sentido de los que pudiera vivir? En una sociedad revolucionaria, no habría desempleo porque el empleo no dependería si fuera rentable para el capital; la gente tendría empleo inmediatamente, para solucionar los muchos problemas urgentes de la sociedad. En esa sociedad completamente nueva, la violencia en el seno del pueblo rápidamente disminuiría a medida que echaran raíces los nuevos valores y cosmovisión entre las personas.
Solamente si analizamos correctamente la fuente de las condiciones del pueblo, la cual omiten Slutkin y Kotlowitz, podemos entender que la relación entre las condiciones, ideas y acciones de la gente no es “estática”, como dice Kotlowitz, y aún más de fondo, que ¡las cosas no tienen que ser así! En el proceso de reconocer el problema concreto y cambiar radicalmente las condiciones, la gente puede transformarse a sí misma de manera cualitativa y liberadora.
Bajo este sistema, obligan a las personas a vivir de acuerdo a la lógica de “¿qué hay para mí?” y las meten en una competencia entre sí. Esta es la lógica y la dinámica del capitalismo en general, y se intensifica cuando la gente está peleando por migas en una situación en que cada miga importa. La gente se ve obligada a meterse en chanchullos para subsistir y, aunque hay ejemplos importantes de cómo las personas se unen para ayudarse mutuamente, esta competencia entre las personas hasta socava eso2.
Al igual que en la sociedad en general, hay una cultura y concepción del mundo ligadas a esto — “Tengo que agarrar a lo mío, tengo que conseguir lo que pueda en esta situación”. Esta lógica pesa y tiene coherencia.
Un joven del barrio sur de Chicago que ha estado preocupándose muchísimo acerca de la violencia alrededor de sí, sostiene que no es solamente la necesidad económica que empuja a los jóvenes a las pandillas — también es una aspiración que se siente muy profundamente.
Sí, muchos aspiran a ser no solamente parte de este juego sino a sacarle provecho, y las condiciones materiales más amplias en que vive la gente moldean esas aspiraciones y estas están encerradas en dichas condiciones.
Las pandillas y “la vida” son justamente eso — todo un modo de vida, con una economía y moral que infunden en barrios enteros valores y un punto de vista del “código de la calle”. Esto se divide agudamente en dos porque, por un lado, es un reflejo en pequeño de las relaciones más grandes y la dinámica y la moral de competencia brutal de la sociedad. Pero por otro lado, tiene un elemento “fuera de la ley, al carajo el mundo” — en que la gente desea hacer frente y aparentemente están haciendo frente al sistema entero.
En esta dinámica, que refleja los valores de la clase dominante de la sociedad, eres presa o predador. Cuando alguien mata a uno de los tuyos, tienes que matar a uno de los suyos. Según esta lógica gangsteril, si no lo haces, no has tomado partido con tu gente y sales con apariencia de débil. El “código de la calle” incluye una mentalidad de “que mates o que te maten” y un círculo vicioso de balaceras aparentemente interminables contra otros que están en las mismas condiciones que tú.
También está el atractivo de “ser alguien que importa” que no se puede alcanzar en ninguna otra parte de la sociedad estadounidense. Aparte de salir adelante en la Asociación Nacional de Baloncesto o en la música hiphopera (que es casi tan probable como sacar la lotería), ¿cómo puedes distinguirse? Un joven del barrio oeste de Chicago describió “la vida” como otra manera de “perseguir el sueño americano”. Ven a alguien con un coche chévere y lo quieren porque con eso pueden expresar quiénes son y “cuánto valen”. De nuevo, se refleja una sociedad en que el valor de la gente se mide de acuerdo a las mercancías que tienen o no tienen.
Todo esto se refuerza y se mantiene un millón de veces de un millón de maneras por medio de la cultura y el funcionamiento generales del sistema. En No hay niños aquí, Kotlowitz describe a un muchacho detenido por nada salvo ser negro. Habla de su experiencia con abogados y tribunales injustos y el impacto sobre él — “jo’er, me tratan como un criminal, más vale sacarle algo también”. En la cultura, esto se ha promovido en películas como Superfly en los años 1970 y en Caracortada en los 1980, y el impacto continúa hoy. Junto con esto, se promueve el “rap gangsta” con el mensaje de que uno debe aspirar a “enriquecerse o morirse haciéndolo”.
Este modo de vida y el punto de vista que conlleva son una trampa. Incluso cuando alguien sí “llega a la cima”, todavía está en la cima de un juego el que le ha dado este sistema que existe a expensas de otros y que chorrea la sangre de otros que este sistema ha descartado.
Kotlowitz tiene razón cuando dice que “las personas que tienen pocas esperanzas para el futuro viven de modo temerario”. Pues, de nuevo, hagamos la pregunta: ¿qué clase de sistema, qué clase de sociedad les da pocas expectativas del futuro o ninguna a generaciones de jóvenes?
Hay una salida de todo esto hoy —ponerle fin a este sistema de una vez por todas por medio de la revolución y la creación de un sistema radicalmente diferente— el socialismo en el camino a un mundo comunista.
Con el poder estatal en las manos del pueblo, se puede reorganizar la sociedad para satisfacer las necesidades del pueblo, desencadenando la creatividad y el potencial de millones de personas, a las que la clase de sistema que tenemos hoy está destruyendo. En esta nueva sociedad, el estado —en lugar de ser una fuerza de explotación, opresión y represión— apoyará al pueblo para resolver toda clase de problemas, no solamente para sí mismo sino para toda la humanidad y como parte de la revolución mundial. A diferencia de la sociedad en que vivimos, que no da nada salvo un futuro horroroso o ningún futuro para la juventud, en una sociedad socialista la juventud será una fuerza dinámica para moldear el futuro. Sus ideas y sus luchas se valorarán, la sociedad aprenderá de ellas, se desencadenarán su iniciativa y actividad... y contarán con dirección, con el objetivo de seguir revolucionando toda la sociedad y gestando un mundo comunista libre de toda explotación y opresión.
Por esto vale la pena vivir y morir. Pero solamente puede basarse en LUCHAR CONTRA el poder, y no “colaborar con él” para mantener de alguna forma la situación bajo control. Urge ahorita mismo gestar un movimiento revolucionario que rompa con los confines mortales de la situación actual, que desafíe la situación en los barrios y la sociedad más amplia y que con ello dirija a las masas a forjar un movimiento y una cultura revolucionarios que realmente puedan empezar a cambiar el rumbo.
Hay que arrancar el enorme potencial de esto a los horrores actuales. El hecho de que estos jóvenes en gran parte están enajenados de este sistema y del “modo de vida americano” en general y la sensación muy palpable de que no haya futuro para ellos — es por un lado parte de por qué necesitamos una revolución para barrer todo esto de una vez por todas, y por otro es una parte crítica de dónde se halla la base para esa revolución. Todos estos factores a los cuales responden especialmente los jóvenes —el hecho de que estos jóvenes verdaderamente no tienen nada que perder bajo este sistema— son las mismísimas fuerzas motrices que podrían hacer que actuaran en una dirección completamente diferente si esa ira, enajenación y rebeldía se apuntaran a la fuente del problema y se templaran y se transformaran con la ciencia revolucionaria y una moral de liberación. Tal revolución solo puede tomar lugar cuando las condiciones cambien radicalmente —cuando toda la sociedad esté en una crisis profunda y un pueblo revolucionario emerja de millones y decenas de millones—, pero urge llevar a cabo ahora ese trabajo ahora, a fin de acelerar mientras se guarda tal situación, trabajar ahora para gestar un pueblo revolucionario llevando la lucha política, llevando a cabo el trabajo ideológico y transformando la actual polarización política desfavorable en la sociedad por medio de la lucha.
Esto quiere decir que una minoría tiene que ser el primero en entrarle hoy. Aun un puñado relativo de individuos que tiene seriedad y una columna vertebral revolucionaria puede tener un efecto electrizante, no solo en un barrio sino en la sociedad en general. Por medio de este proceso, de luchar para cambiar las circunstancias más amplias mientras que se aprende de la dinámica subyacente que da origen a esas circunstancias, las personas se transforman a sí mismas.
La dirección, visión, ciencia y organización necesarias existen ahorita mismo en el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Este partido nació durante las luchas de los años 1960, y perseveró en la construcción de un movimiento revolucionario y en la búsqueda de soluciones para los problemas difíciles. Su líder, Bob Avakian, ha dirigido en el proceso de “trazar el camino no trazado” de cómo hacer una revolución en un país como este — y además, ha desarrollado la teoría científica y visión liberadora del comunismo, sintetizando profundamente la experiencia del pasado, aprendiendo de los grandes logros de las revoluciones anteriores, cuestionando profundamente sus deficiencias y errores y, al hacer todo eso, ha llevado el comunismo a un lugar totalmente nuevo. Avakian está dirigiendo a un partido que quiere hacer la revolución en serio, que quiere proteger en serio a su dirección y que quiere responsabilizarse en serio de dirigir a las masas a hacer la revolución en el mundo real.
Para que de nuevo se respire la revolución en esta sociedad (y alrededor del mundo) de la manera que se requiere, se necesita que las personas la hagan suya. Urge ahora que las personas de todas las capas sociales le entren. A todos los que se atrevan a soñar con un mundo mejor en que quedan atrás todos estos horrores para toda la humanidad: métete con la revolución, sé emancipador de la humanidad.
Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución
Notas
1. Kotlowitz es bien conocido por su importante libro, There Are No Children Here (No hay niños aquí), en que desenmascara las brutales condiciones de vida de la juventud de los multifamiliares Henry Horner, uno de muchos destruidos desde entonces. Escribió con gran compasión de la experiencia de dos niños negros que crecen en estas condiciones y cómo el sistema está organizado para que estos muchachos salgan reprobados — desde las escuelas hasta los tribunales. [regresa]
2. Un ejemplo inspirador de la gente que se ayuda mutuamente en condiciones brutales es la película Trouble the Water, en que los jóvenes de las pandillas rivales de Nueva Orleáns se unen para rescatar a personas durante el huracán Katrina, arriesgándose la vida propia. [regresa]
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Conversación con unos alumnos negros de prepa al finalizar el año escolar
Antes del término de clases en la primavera, tuve la oportunidad de conversar largamente con tres jóvenes negros que estaban por graduarse de una prepa de un barrio marginal urbano con un estudiantado 100% negro. Los he conocido por varios años y he conversado con ellos en algunas ocasiones acerca de varios temas políticos y de otro tipo. Pero esta vez fue diferente. Estos jóvenes no soportan el mundo en que viven y tienen mucha ansiedad por su futuro. Así que en vez de ir a clases, vinieron a hablar en serio acerca de por qué las cosas son así y qué deben hacer con su vida.
Me reuní con ellos cada día por una semana, llevando a conversaciones muy amplias sobre un mar de temas, pero con un hilo en común: lo jodido que está el mundo y la urgencia de cambiarlo. Aquí no puedo resumir como se merece toda la amplitud y la riqueza de lo discutido, ni todo aspecto gracioso que nos hacía reír. Pero sí quiero comunicarles algunas ideas y sentimientos que siguen quedando en mi memoria.
Estos jóvenes básicamente odian la mayor parte de su vida. Describen sus clases como una combinación de aburrimiento y ridiculeces. Les pregunté qué tanto tiempo pasan aburridos. Uno dijo que el 50% y otro dijo que el 75%. Por eso se la pasan siempre jugando con sus celulares. En otro momento dijeron que lo que les enseñan son puras tonterías. Uno de los jóvenes, en particular, ha estado leyendo Revolución en línea y dijo que en todas sus clases de historia enseñan mentiras sobre lo que es Estados Unidos en realidad y no la verdadera historia de lo que Estados Unidos ha hecho. Yo había sacado el número de Revolución sobre “EE.UU. terrorista #1” (#232, 15 de mayo de 2011) y ellos estaban mirando el póster central. El joven mencionado estaba señalando las fotos y estaba diciendo que sí, esto es lo que hace Estados Unidos en realidad, y los otros dos quedaron asombrados al ver la foto de Abu Ghraib y al leer lo que la policía le hizo a Aiyana Stanley-Jones. Parecía que aunque sabían que les enseñaban mentiras, no sabían que las mentiras eran tan grandes. Les dije que sí lo son y he aquí toda una lista de países que Estados Unidos ha invadido (p. 10 del #232). Respondieron: “toda una lista... imagínese... la gente necesita saber esto”.
Otro hilo continuo en las conversaciones fue la frustración que sienten al hablar con otros estudiantes. La amistad entre los tres se basa en gran parte en que piensan acerca de las cosas. Un joven suele ver el canal Discovery y le gusta hablar sobre lo aprendido ahí. Pero los tres me dijeron que han descubierto, tras años de ir a la prepa, que simplemente no tienen la paciencia ni el interés para meterse en los temas que le interesan a la mayoría de los demás estudiantes: la ropa nueva, el chisme, drogarse o cosas de pandillas. El que lee Revolución dijo que se frustra tanto cuando, al intentar hablar con otros jóvenes sobre asuntos como el hambruna en África, estos simplemente le hacen caso omiso; dijo que actúan como si la gente de África ni siquiera eran seres humanos.
Por malo que sea la situación en la prepa, es peor lo que viene después. Este tema de discusión era uno de los más dolorosos. Los jóvenes describieron su temor y ansiedad constantes, pues siempre tienen que cuidarse la espalda contra la posibilidad de que alguien les jodiera. Hablaron de las pandillas y cómo esa situación ha empeorado en su vida. Un joven repitió lo que su padre le dijo: que cuando él era niño y las pandillas hacían tiroteo, estas aseguraron primero que todos los niños estuvieran dentro de las casas antes de empezar la bronca. Además, mucha de la violencia en ese tiempo era con puños y navajas. Pero ahora, dijeron, es toda una locura. Como la mayoría de los líderes de pandilla están en la cárcel, se ha generalizado una anarquía entre las pandillas, y cualquier pandillero o aspirante a pandillero puede darse credibilidad baleándole a una persona a hora cualquiera.
De ahí se pusieron a hablar sobre la policía y cómo hostigan siempre a los jóvenes. Uno de los jóvenes, él que se asombró por la historia del asesinato de Aiyana Stanley-Jones, preguntó: “¿Es cierto que no les dieron ningún castigo a los policías, que nunca les hacen nada?” Los otros dos respondieron inmediatamente que por supuesto que es cierto. Uno de los jóvenes dijo luego que ahora tiene antecedentes policiales simplemente porque iba caminando de la tienda a casa con tres amigos una noche nevada del invierno pasado. La policía los paró y les pidió su identificación. Este joven no la traía consigo, pero les dijo que no había hecho nada malo y que simplemente estaban regresando de la tienda. Así que ¿no les dejaría seguir en su camino? Al agente no le gustó que le hablara de esa manera; les puso esposos a todos y los llevó a la cárcel, donde pasaron la noche. Este joven no había hecho nada malo y ahora lo tienen fichado y figura en la lista de “afiliados a una pandilla”: todo porque eran cuatro jóvenes caminando juntos.
Luego el grupo describió cómo la gente básicamente está atrapada en sus casas. Todo lugar a que quieres ir para no estar en la calle, cuesta muchísimo dinero. Si tienes más de 17 años de edad, sale $20 para jugar básquetbol en la YMCA. Antes era gratis subir a un lugar de observación en los rascacielos del centro. Ahora cuesta $17. Hay que viajar una gran distancia para hallar un cine y la entrada es muy cara. Los únicos lugares que estos jóvenes han encontrado en toda la ciudad para relajarse son unos de los grandes espacios públicos del centro. Por eso van ahí siempre que disponen de un tiempo libre.
Y están agudamente conscientes de que este sistema no les ofrece ningún futuro. Discutieron la posibilidad de ir a la universidad y les pareció una burla cruel. Pues hay que pagar un dineral y endeudarse y después, con toda probabilidad, no te tendrán trabajo; o mejor dicho, no te tendrán trabajo que quieres aceptar. Y luego toda esa deuda te tiene atado, es constante. Pero, por otro lado, si no la universidad ¿qué otras opciones hay? Saben que no hay trabajos para jóvenes como ellos, a menos que sea lo más necio y por salario mínimo, y eso si logran conseguirlo. Uno de estos jóvenes dijo que fue entrevistado para un trabajo en una tienda del centro comercial, para el cual era sin duda el más calificado, pero no le dieron el trabajo porque su ropa no era tan buena como la de los demás solicitantes. Dijo que es como si “hay que conseguir un trabajo para poder conseguir un trabajo”: o sea, primero hay que ganar dinero para poder vestirse de la manera necesaria para ser considerado incluso para un trabajo que apenas paga un poco más del mínimo. Es más, los tres tienen talento (uno quiere trabajar en filmar videos) y realmente quieren hacer algo que tenga valor y significado. Así que todo eso también es causa de mucho dolor, al darse cuenta de que ellos, como seres humanos, realmente no tienen valor en esta sociedad.
Así que continuamente regresamos a la necesidad de una revolución para cambiar totalmente este sistema entero. Por una parte, están viendo esto con siempre más claridad, pero por otra parte en muchas maneras esto va en contra de ideas religiosas que también sostienen. Uno de los temas más ricos y más recurrentes de nuestras conversaciones ha sido contrastar la religión y la ciencia. Es interesante que los tres vienen de familias religiosas y ellos mismos están bregando con la religión como marco para explicar cómo es el mundo. Uno de los jóvenes se aferra más a este marco que los otros dos, pero todos están abiertos a que se desafíe su forma de pensar. Por un lado ese marco religioso ha contribuido a que se mantienen aparte de la “vida en calle” y les ha permitido centrarse en las “cuestiones grandes” de sus vidas. Además les ha ayudado a soportar los contratiempos, incluso de maneras chistosas. Un joven contó que hace poco perdió el pase (abono) de 30 días para el transporte público, que acababa de comprar. Le costó mucho dinero y se enojó mucho consigo mismo por haberlo perdido, hasta se puso a tirar sus cosas al suelo. Dijo que luego se le ocurrió, como un ramalazo, que era el diablo quien estaba poniéndolo a prueba y eso de alguna manera ayudó a tranquilizarlo y así comprender que tenía que aceptarlo y no deprimirse. Todos nos reíamos cuando nos relató la historia, pero deja ver algo sobre el atractivo de la religión para personas cuya vida está siempre al borde del precipicio... y sobre el atractivo de toda una gama de panoramas de “fin del mundo” que también tienen muchos adeptos entre sus conocidos.
Una y otra vez recalqué la importancia de mirar las cosas desde un punto de vista científico, siendo este lo que en realidad explica cómo funcionan las cosas. En una temprana conversación, uno de los jóvenes me preguntó si yo creía en dios y dije que no. Pero dos días después, volvió a preguntarme: "¿Eres ateo? Yo pensaba que cuando dijiste que no crees en dios, solo querías decir que tienes otra religión". Así que pasó un tiempito hasta que le entrara en la cabeza el significado real de lo que yo había dicho. Pero en el intermedio habíamos discutido muchos ejemplos de explicaciones científicas en contraste con explicaciones religiosas. Un tema grande era la evolución. Aquí se puede hacer una crítica contundente de su educación, porque dos de los tres jóvenes no sabían cómo actúa la evolución. Por eso la expliqué y discutimos por qué no se trata simplemente de que "los seres humanos descendieron de los monos", sino que explica cómo todas las formas de vida se han desarrollado en la Tierra. Luego abordamos el "Big Bang" (la Gran Explosión). Ellos plantearon continuamente: ¿no cabe dios en algún lugar por ahí, tal vez antes de la Gran Explosión? Y así hablamos sobre ¿por qué suponer que simplemente porque no se conoce, eso es prueba de que dios existe?
Ese fue un hilo que íbamos retomando de un día al otro. En un momento les pregunté si ven alguna relación entre el atractivo de la religión y el sentimiento de desesperanza que tantas personas tienen acerca del mundo en que viven. Eso lo contrasté con el método científico que, en un sentido general, se podría describir como esperanzado. Pues el método científico tiene el enfoque de solucionar problemas en el mundo, aunque no es decir que toda la ciencia parte en un sentido inmediato de buscar soluciones a problemas específicos. Pero entender el mundo sí abre nuevos caminos respecto a cómo es posible cambiarlo. Además, la ciencia es de por sí una fuente de asombro y maravilla. Esto llevó a mucho estire y afloje y todos dijeron que eso les gustó mucho, pues aunque no estábamos de acuerdo en todo, nos escuchamos a todos con respeto, y ese respeto mutuo les era extremadamente importante.
La cuestión de la religión fue más polémica cuando hablamos de cómo ven a la mujer. Llegamos a ese tema porque ellos dijeron no entender por qué la película Precious recibió tanta atención. La vieron y dijeron que solo mostraba una realidad que para ellos ya era muy conocida. Luego un joven dijo que no entendía por qué, según decía él, la película recibiera una mayor acogida entre los blancos que los negros. Pregunté si posiblemente eso tenía que ver con la manera en que los hombres negros ven sus relaciones con las mujeres. Uno de los tres mencionó la explicación bíblica del pecado original en el Edén y que Eva era la responsable. Es interesante que aunque los tres conocen muy bien la referencia bíblica, ninguno se acordaba del significado de la manzana. Cuando les acordé que la manzana representa el conocimiento, eso revolvió las cosas aún más porque estos jóvenes se precian de querer saber cómo son las cosas. Además, ya saben algo de lo que la biblia propone en realidad sobre el trato a las mujeres que tienen sexo fuera del matrimonio y cosas así, y no están de acuerdo de ninguna manera. Luego se tocó la cuestión del derecho de la mujer al aborto. Un joven argumentó: "Pues estás destruyendo una vida que pudiera haber sido grandiosa". Yo pregunté: "¿Y la vida de la mujer?" y si iban a querer que su vida se vuelva todo patas arriba (y todos comprendían que eso es lo que significaría un embarazo) solo por algún "desliz". El lector de Revolución dijo que él defiende el derecho al aborto y señaló también que el resultado más probable cuando una madre no quiere tener un hijo es que la vida del hijo termina siendo muy deprimente y también la de la madre. Así que dimos vueltas al asunto por un rato más, incluyendo notar que todos los espermas y óvulos "no usados" que los hombres y las mujeres echan continuamente tienen también potencial para ser una vida, de ahí, ¿por qué no permitir que la mujer decida cuándo es el mejor momento para hacer que ese potencial sea una realidad? Al final de todo eso, el que argumentaba que el aborto era "destruir una vida" estaba diciendo: "Ahora puedo ver lo que estabas diciendo sobre el aborto".
Observé aquí que en mi opinión, la cuestión de fondo de toda esa discusión era si ellos, como hombres negros, quieren ver un fin a gran parte de la opresión que confrontan, pero cuando se trata de la mujer, solo quieren tener la tajada de ser el "jefe de familia". Con eso se pusieron a pensar, en parte debido a la lógica de lo que yo estaba diciendo, pero también, en mi opinión, porque veían que me importa poner fin a la opresión de la mujer con la misma entrega que poner fin a todos los demás horrores que este sistema le tira a la gente, incluida la opresión de los negros que habíamos discutido tanto.
En un momento uno de los jóvenes dijo: pues escuché a un experto quien dijo que la Biblia es verdad en un 70% y falsa en un 30%. Respondí: "Estupendo, ¿cómo sabes si estás leyendo el 70% o el 30%?" Esto llevó a toda una discusión del cristianismo como una mesa de ensaladas o buffet, donde puedes tomar las partes que te gustan y hacer caso omiso de las demás. ¿Qué clase de "palabra de dios" es eso? Sin embargo, volví continuamente al punto de que hay mucha gente religiosa cuyas creencias la llevan a luchar contra la injusticia y que eso es una cosa buena. Dije que el criterio que se debe usar con la gente es este: ¿está luchando para poner fin a la opresión?, y juzgar el papel de sus creencias religiosas sobre esa base. Al mismo tiempo, dije, se trata de una contradicción real, porque para cambiar el mundo hay que conocerlo... y en última instancia por ello vas a entrar en conflicto con la religión. Todos dijeron que esa era la manera correcta de enfocar la cuestión, porque cambiar el mundo es lo clave.
Uno de ellos había dicho durante las primeras conversaciones que sentía como si fuera de Marte porque lo que es importante para él es tan distinto a lo que les importa a la mayoría de los demás estudiantes. En nuestras conversaciones un tema era si hay otros jóvenes que tienen las mismas ideas y sentimientos que ellos. Otro día, más adelante, les traje el número de Revolución con el artículo sobre el diálogo entre Cornel West y Carl Dix en la Universidad de California en Los Ángeles. El artículo les asombró muchísimo, especialmente el hecho de que mil personas fueron al evento. Luego leyeron los comentarios de la gente al salir. En particular, dos comentarios les impresionaron. Primero, eso de que vamos a la universidad con la expectativa de escuchar esa clase de ideas, pero eso no es lo que enseñan; eso llevó a otra serie de quejas de que lo enseñado en las escuelas son puras tonterías. Y segundo, la cita del joven de que la mayor parte del tiempo no sabes si otras personas piensan de la misma manera que tú, y luego vas a un evento como este y ves a tantas mentes afines... y qué afirmación es eso. Pues esa cita llegó al grano: sí, hay otros como ellos que también se preocupan muchísimo por el futuro. El reto es encontrar las formas de juntarlos a todos... y esto es lo que los revolucionarios están tratando de hacer ahora mismo.
Les mostré el número del 1º de mayo de Revolución que tiene la cita de BA sobre por qué viene la gente a Estados Unidos: porque Estados Unidos ha cagado al resto del mundo aún más que lo ha hecho aquí. El joven que lee Revolución leyó ese pasaje en voz alta y dijo: "¡Exacto! Eso es totalmente la verdad". También había en ese número un anuncio para Lo BAsico y yo expliqué cómo es el libro: que tiene muchas citas como esa (y algunos ensayos más largos) sobre las cuestiones clave de hacer la revolución. Se entusiasmaron mucho con la idea de copiar citas como la que habían leído y pegarlas por el vecindario para que otros las vieran, y de esa manera ellos podían entablar discusiones con la gente acerca de estos temas y aprender más sobre quién tiene qué opinión. Uno de los jóvenes me había dicho hace un tiempo que le gustaba mucho la idea de colocar en diferentes lugares de la comunidad afiches revolucionarios que decían la verdad. Por eso, tras conversar un tiempo sobre el impacto de actividades como esa, el joven me preguntó en cierto momento: "¿Piensas que la gente se enojaría si hiciéramos algo semejante?" Lo pensé un minuto y dije: "Si lo haces bien, sí, con toda probabilidad ciertas personas poderosas se van a encabronar". Me preguntaba si él se preocupaba por el de correr riesgos. Pero respondió: "Magnífico, eso es lo que quiero hacer: ¡hacerle encabronar a esa gente!" Los otros dos respondieron con coros de, yo también. Durante esa parte de la conversación el lector de Revolución, que lo lee en línea, dijo que ha mostrado artículos a su padre. Su padre los ha leído y le ha dicho que le gustan muchísimo porque dicen la verdad, y animó a su hijo con "manos a la obra". Toda esta parte de la conversación me dejó con un mayor aprecio de cómo estos jóvenes captan que llevar la verdad sobre el mundo a otros con audacia es una parte clave de la lucha por cambiarlo.
Para terminar, los tres señalaron en varias ocasiones que ponen gran valor en tener la clase de conversaciones que hemos tenido. Contrastaron eso con el mundo a que tienen que regresar tan pronto como salen del lugar donde estábamos sentados, y lo mucho que odian regresar a ese mundo. Les dije que yo tenía sentimientos iguales acerca de nuestras conversaciones y que esas conversaciones son un saborcito del tipo de mundo que una revolución podría engendrar.
Les atrae mucho la clase de sociedad que esta revolución propone. Los tres odian las formas en que las diferentes razas están separadas y todos los estereotipos necios que diferentes personas tienen unas de otras, y están llegando a captar que esos estereotipos son el resultado de cómo este sistema manipula a la gente. Para ellos, toda persona es en primer lugar un ser humano, y ellos ponen gran valor en conocer a personas de diferentes razas. También les gustaría mucho ver derribadas las murallas entre hombres y mujeres, en líneas generales para poder relacionarse como personas y no como objetos sexuales. Pero en su mundo eso no es tan fácil. Uno de los jóvenes me dijo que tiene muchas amistades con jóvenes mujeres, pero no puede mantener esas amistades y tener novia al mismo tiempo, porque ninguna novia va a creer que sus relaciones con las otras no son sexuales también. Eso le pesa mucho.
En algún momento durante esa conversación, les relaté que durante los años 60, una de las nuevas expresiones radicales era la tendencia de grupos de jóvenes hombres y mujeres de hacerse amigos y salir todos juntos para que llegaran a conocerse bien, como individuos, a jóvenes del sexo opuesto. Esto asombró totalmente a los tres y llevó a que uno describiera un problema de hoy: cuando formas una relación con una joven, pues al principio realmente no la conoces. Se juntan principalmente por una atracción física. Así que puedes estar profundamente metido en la relación antes de descubrir que tu pareja piensa de una manera totalmente distinta acerca de asuntos muy importantes. Eso nos llevó a toda una discusión sobre la moral y la importancia que esta tiene para desarrollar relaciones en que las dos partes se sienten confianza. Leímos la cita de Lo BÁsico que dice que los principios solo tienen un significado real frente a retos reales. Esa cita realmente se conectó con ellos.
Así que por cierto los tres sienten que el mundo está bien jodido y hay que hacer algo, y de alguna manera quieren y necesitan ser parte de ese algo. Al terminar nuestra conversación final, les pedí pensar en si les gustaría conocer a algunos de esos revolucionarios porque si querían hacerlo, tal vez yo podía ayudar a concretarlo. Todos respondieron que definitivamente lo iban a pensar, pero también me indicaron que probablemente dirían que sí.
La determinación decide quién saldrá del ghetto... vaya que este es un cliché gastado, en su peor aspecto, en todos los niveles. Esto es como ver un molinillo de carne que pulveriza a millones de personas y en vez de fijarse en que a la gran mayoría la vuelve pedazos, ver a los pocos que se escapan enteros y para rematar, usar esto para decir que ¡“el molinillo sí sirve”! Bob Avakian, Lo BAsico 1:11 |
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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De un lector:
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Para 1945, la Segunda Guerra Mundial había devastado a Europa y el Pacífico. Sólo en la Unión Soviética, dejó más de 20 millones de muertes. El 13 de febrero de 1945, los aliados de Estados Unidos atacaron la ciudad alemana de Dresde con bombas incendiarias y dejaron a 135.000 personas muertas. El 6 de agosto, un avión de la Fuerza Aérea estadounidense lanzó la primera bomba atómica del mundo sobre la ciudad japonesa de Hiroshima. Se ha calculado que dejó a 140.000 personas muertas. Tres días después, lanzó una bomba atómica sobre Nagasaki y dejó a 74.000 personas muertas.
Entre 1945 y 2002, fabricaron unas 100.000 bombas nucleares. Hoy, según la administración de Obama, su arsenal nuclear contiene más de 5.000 armas. Estados Unidos sigue expandiendo y manteniendo su poder en el mundo amenazando con usar estas armas.
¿Por qué no nos está grabado hoy en la mente el impacto de los ataques nucleares estadounidenses a Hiroshima y Nagasaki?
En la Ciudad de Nueva York una exhibición pequeña pero muy poderosa da una fría y franca vislumbre de ese horror: "Hiroshima Ground Zero [Zona Cero] 1945" en el Centro Internacional de Fotografía (ICP). La exhibición expone fotos nunca antes hechas públicas acerca del terror nuclear que cayó sobre la gente de Japón y de la amenaza que este arsenal sigue planteando hoy, y además, la historia de cómo la exhibición se realizó da una idea, al menos en parte, de cómo y por qué este ultraje simplemente no consta en nuestra conciencia en la actualidad.
Hay fotos al tamaño de tarjetas postales, las que estaban clasificadas en el pasado, del Estudio del Bombardeo Estratégico de Estados Unidos, División de Daños Materiales, el grupo de 1.150 elementos militares y civiles, incluidos fotógrafos, enviado para hacer un registro de la destrucción. Se puede ver en sus apuntes que el propósito de este estudio era evaluar la destrucción de la explosión y determinar qué clase de estructuras y material podría aguantar un holocausto nuclear y luego aplicar lo aprendido para elaborar políticas acerca de la construcción de refugios antiaéreos, el fomento de la suburbanización y el mejoramiento de materiales y prácticas para asegurar la supervivencia de Estados Unidos en una guerra nuclear.
Las fotos muestran la aniquilación de Hiroshima, aplanada, con solamente los escombros de unas pocas estructuras torcidas visibles hasta el horizonte; por lo general, simplemente escombros indistinguibles. Se necesita un minuto darse cuenta de lo que no está ahí. La gente. Ésta era una ciudad grande, pero no se ve a nadie. Las leyendas de las fotos sólo dicen lo que les sirve a los imperialistas: "Escuela Primaria Honkara. Vista hacia el sur por el pasillo del tercer piso con la construcción del portal y el torcido muro de paneles. Nótese las grietas de los paneles del techo. También la destrucción por el fuego del piso, tabiques y contenido combustibles". Contenido. Eso quiere decir libros, sillas... y niños. Hay pocas fotos con pistas acerca del impacto sobre las personas. Una, la chaqueta de un escolar en una silla. Otras, sombras fantasmagóricas quemadas sobre una pared, la impresión de la suela de goma de un zapato que impidió que se quemara ese punto del asfalto del puente. Ningún otro indicio de una persona.
Tras la destrucción de esas ciudades, el gobierno estadounidense confiscó todas las fotos de lo sucedido y restringió su distribución. No se podía publicar imágenes "que pudiera perturbar, directamente o por inferencia, la tranquilidad pública". Pasaron años antes de que la revista Life publicara unas pocas fotos. Las fotos de esta exhibición son parte de una colección de 700 que había tenido Robert L. Corsbie, un oficial ejecutivo de la División de Daños Materiales quien murió en un incendio de casa en 1967. Estuvieron en un sótano más de 40 años antes de que las adquiriera el ICP en 2006.
Lo que ha resultado claro es que la guerra nuclear desencadenada sobre Japón no era, tal como decían, un acto de compasión suprema para terminar la guerra en el Pacífico de una vez por todas. Esta fue una acción asesina, fría y calculada para ganar la posición de superpotencia mundial. Desde el comienzo, este era un experimento de cómo seguir librando la guerra:
Después de ir a la exhibición, mi amiga japonesa y yo estábamos hablando sobre la pesadilla que se desenvolvía alrededor del escape de radiación de los reactores nucleares de Fukushima causado por el reciente terremoto en Japón. Uno hubiera pensado que, después de la devastación de la guerra y las generaciones de japoneses que han sufrido los horribles efectos de la contaminación radiactiva, hubiera alguna verdadera experiencia experta en torno a tales desastres, pero el legado de la estrategia de confiscar y suprimir el conocimiento de este poder destructivo, incluyendo los registros de tratamientos médicos, continúa esta sangrienta historia.
La exhibición está en el 1133 de la Avenida de las Américas esquina con la calle 43, Ciudad de Nueva York, hasta el 28 de agosto. La página web de la exhibición incluye muchas fotos: www.icp.org/museum/exhibitions/hiroshima-ground-zero-1945.
Hace poco estaba leyendo un ensayo que se llama “Disarming Images”, que estaba escrito para una exhibición de arte a favor del desarme nuclear. Ahora el autor indica que según el diccionario, Webster’s Third International Dictionary, el nombre “bikini” referente al traje de baño viene de comparar “el efecto de una mujer con poca ropa a una bomba atómica”. Cuando consideren eso, y consideren la muerte y destrucción, mutilación y el sufrimiento antes de morir que fue causado por las bombas atómicas que los Estados Unidos descargó sobre Japón, y cuáles serían los resultados de los armamentos nucleares más poderosos que hoy día ellos tienen —cuando uno toma en cuenta todo eso y uno considera las razones por qué le llamaron el bikini a todo eso, y cómo ven a las mujeres y lo que eso promueve— ¿necesita otro comprobante de qué tan enfermo y depravado es este sistema, y la cultura que este produce y promueve? Bob Avakian, Lo BAsico 1:17 |
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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De un lector:
El domingo 26 de junio, pasaba algunas horas en una esquina de Midtown, absorto en la escena de la Marcha de Orgullo de Nueva York y hablando a aquellos quienes se presentaban en la ruta. Al acercarse la noche, podía ir por un corto tiempo al West Village, donde muchos jóvenes gay y lesbianas estaban pasando el tiempo.
Quisiera escribir y enviar unas escenas e impresiones cortas del día.
Tenía una clara impresión de que había allí un espíritu de comunidad, amistad y amor en buena parte de la escena del día. Había muchos jóvenes en ambos lugares, y muchos jóvenes de color tenían puestas corbatas y banderas del arco iris. Las parejas gay y lesbianas se tomaban de la mano o se besaban. Veía muchas sonrisas y gentes bromeándose.
El desfile incluyó a varios grupos de jóvenes bailando y en un par de ocasiones, vi a jóvenes quienes observaban el desfile pero quienes también se echaron a bailar. Le pregunté a una mujer de color de 23 años de edad lo que pensaba de las festividades.
“¿Fuera del hecho de que es asombroso?”, me contestó. “Hay en el aire tanto amor, tanta paz y felicidad. Me encanta”.
Una lesbiana de 24 años de edad de Missouri quien había venido a Nueva York para el desfile dijo que se había asombrado por el tamaño de la muchedumbre (según la estación de TV neoyorquina NY-1, había más de un millón de personas en el desfile entre aquellos que participaban y aquellos que meramente lo observaban).
Agregó: “Me hace sentir muy orgullosa no ser heterosexual”.
En el desfile, así como en mis conversaciones, las personas expresaban entusiasmo y optimismo sobre la legalización anteriormente durante aquella semana del matrimonio del mismo sexo. Varias dijeron que esperaban que otros estados hicieran lo mismo.
“Me imagino que se trata de un sentido de alegría, un sentido de liberación para las personas LGBT”, dijo una mujer bisexual de color cuando le pedí su reacción a las noticias.
“Una razón importante de por qué he venido es que creía que es un momento importante en la historia”, me dijo un estudiante de la Universidad de Yale.
Agregó que sentía que había mucha actividad hoy sobre el asunto de derechos para los gays. “Yo tengo la impresión que se trata de un momento cuando realmente se están operando cambios”, dijo. “Cualquier persona que no creyera en un cierto grado de igualdad meramente parece muy atrasada, y desconectada, especialmente de la nueva generación”.
Inmediatamente después de lo dicho, le pregunté dónde pensaba que estaba su generación en la política.
“Muy frecuentemente me he encontrado en estado de frustración con el sentido de autosatisfacción de mi generación hacia varios asuntos”, me contestó. “Pero creo que la igualdad de género y el respecto por todas las preferencias sexuales parecen como uno de los asuntos que definen mi generación”. El estudiante citaba la influencia que han tenido sobre sus hijos los padres quienes alcanzaban la mayoría de edad en la década de los 60, así como el hecho de que el asunto de derechos de los gays se ha vuelto un gran tópico de conversación en la cultura popular, como dos factores que han contribuido a que éste sea uno de los asuntos que definen su generación.
Una contradicción aguda expresada en el desfile es que, como se discutió en el #239 de Revolución (“Se legaliza el matrimonio de gays y lesbianas en Nueva York: Celebraciones en la calle con justeza y júbilo”), es muy importante que las personas LGBT tengan el derecho al matrimonio, y además muchos otros derechos y beneficios que los acompañan en esta sociedad, y la negación de aquel derecho básico constituye una vil manera en que la gente LGBT es víctima de persecución, marginación y tratos de ciudadanos de segunda clase; por esta razón la legalización de matrimonio del mismo sexo en Nueva York es definitivamente algo que hay que celebrar. Sin embargo, una forma que tomó esta celebración en el desfile fue la de celebrar al gobernador del estado Andrew Cuomo, un representante político de este sistema capitalista imperialista quien, cabe señalar, no renunció a la descripción de su trabajo cuando puso el matrimonio del mismo sexo en vigor. Mucha gente en el desfile tenía letreros con la inscripción “Gracias al gobernador Cuomo/Promesa Cumplida”, y el New York Times reportó que Cuomo fue objeto de ovaciones fuertes. Yo creo que eso indica algo con que los revolucionarios y otros interesados en los cambios radicales tienen que bregar: la ilusión de que la legalización de matrimonio del mismo sexo en Nueva York muestra que “el sistema sí funciona” o “el sistema funcionó” en oposición a que “el sistema se vio forzado a hacer una concesión importante”. Otros representantes de la clase dominante quienes también marchaban en el desfile incluyeron al alcalde de la Ciudad De Nueva York, Michael Bloomberg y el senador neoyorquino Chuck Schumer.
He aquí algunos letreros, banderas y otras cosas visuales que vi durante el desfile, que creo que, en su totalidad, ilustran la amplitud, complejidad y contradicciones dentro del desfile:
“Voy tu Proposición 8 y te subo Nueva York” (la Proposición 8 es la disposición que prohíbe el matrimonio del mismo sexo en California)... Una combinación de la bandera estadounidense y el arco iris... “El futuro es tan brillante”... “Alto a los crímenes de odio”... “Así se ve un bisexual”... “2012: Estoy adentro”....Un letrero que denunciaba el asalto de la policía neoyorquina contra un bar gay de Manhattan aproximadamente al mismo tiempo que la aprobación de la ley de matrimonio del mismo sexo... “Juntos 8 años: Por fin, comprometidos”... “El amor hace una familia”... “Sal del clóset, vale la pena, tú puedes hacerlo”... “Líder de muchachos exploradores de 84 años de edad expulsado por ser gay” (un joven por la ruta del desfile, al observar este letrero, dijo fuerte: “¡Te amamos! ¡Yo fui un muchacho explorador!)...Varias personas vestidas de marinero rodeadas de banderas estadounidenses y del arco iris... Dos hombres con un letrero que se lee: “Comprometidos por 30 años. Casémonos”... “Piensa más allá del matrimonio”... “Walmart: Nunca vas a tener el amor nuestro”... “2 papás/30 años/2 hijos/1 hipoteca/1 matrimonio/Yo amo a Nueva York”... “Familias LGBT por la reforma migratoria”... Un contingente con banderas israelíes y del arco iris... “Sí podemos ponerle fin al SIDA”... “Queers contra el apartheid israelí”... “Bulldykes, y no ataques de misiles”... “Gay y descarado por Cristo”... “Cristiano casado heterosexual por la igualdad de derechos”... “Héroe gay, libertad para Bradley Manning.”
Durante el desfile y durante la semana pasada en general, me he encontrado pensando mucho acerca la siguiente cita de Bob Avakian, que creo que es realmente importante considerar, estudiar y llevar a la gente (y también creo es importante pensar en el hecho de que esta cita viene del capítulo “Haciendo la revolución” de Lo BAsico):
“También necesitamos estar conscientes del potencial positivo —que en importantes formas, ‘subvierte el sistema’— de la afirmación de la ‘identidad’ gay y los derechos de los gays, aunque haya contradicciones muy reales en todo esto, incluyendo la ‘política de identidad’ con la tendencia a una perspectiva reducida y también las influencias conservadoras relacionadas al matrimonio tradicional y asimismo, la campaña para que los gays puedan servir en el ejército imperialista al ser abiertamente gay. A pesar de todo eso, en su aspecto principal esto tiene que tener y puede tener en una medida aún más grande un efecto muy positivo ‘de subvertir el sistema’. Ésta es una contradicción que en la sociedad en general ‘ha salido del closet’. Es posible que vuelvan a meterla al closet y a la clandestinidad, no solamente con la afirmación más fuerte del tipo de movimiento fascista que fuerzas poderosas de la clase dominante están apoyando y fomentado en este período, sino con el ascenso concreto de una forma fascista de dictadura burguesa. Pero no será fácil suprimir la lucha contra la opresión de la gente gay. Necesitamos entender el potencial de esto también y la necesidad de tratarlo correctamente, para fomentar un mayor desarrollo de su potencial positivo y de su contribución al movimiento para la revolución” (Lo BAsico, 3:25).
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Revolución #242, 14 de agosto de 2011
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Estrategia revolucionaria
En cada momento, tenemos que estar buscando las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes de este sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas.
Es necesario que el objetivo y orientación sea el de llevar a cabo el trabajo que, junto con el desarrollo de la situación objetiva, pueda transformar el terreno político, de modo que en un sentido agudo y activo en toda la sociedad se ponga en tela de juicio la legitimidad del orden establecido y el derecho y la capacidad de la clase dominante de gobernar; de modo que la resistencia a este sistema cobre cada vez más amplitud, profundidad y determinación; de modo que se fortalezcan muchísimo el "polo" y la fuerza de vanguardia organizada del comunismo revolucionario; y de modo que, en el momento decisivo, esta fuerza avanzada pueda liderar la lucha de millones y decenas de millones de personas para hacer la revolución.
Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución. |