La liga de la negación es una liga de criminales — el vil encubrimiento de las lesiones cerebrales por parte de la Liga Nacional de Fútbol Americano
28 de octubre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
Nota de la redacción: Vea más análisis acerca del tema en: "El acuerdo del NFL sobre la conmoción cerebral: $765 millones para suprimir la verdad sobre las lesiones cerebrales" y "Conmociones capitalistas de la NFL"
De un lector:
Después de ver el documental de Frontline, League of Denial: The NFL's Concussion Crisis [Liga de la negación: La crisis de la conmoción cerebral en la Liga Nacional de Fútbol Americano], en sentido figurado yo quería retorcerles el pescuezo a Paul Tagliabue y Roger Goodell, el anterior y el actual comisionados de la NFL. Éstos, junto con varios médicos de la NFL, no sólo ocultaron al público la información de que la conmoción cerebral puede causar la encefalopatía traumática crónica (ETC)1, pero mintieron a sus jugadores, diciéndoles que la conmoción cerebral no ocasiona efectos secundarios de largo plazo con un tratamiento adecuado.
El día después del estreno del documental en la PBS (Servicio de Transmisión Pública), la mayoría de los medios de comunicación le dieron reseñas muy positivas y recomendaron que se le viera, pero no dijeron lo que es necesario decir: "Estos tipos son criminales porque sus jugadores están muriendo de una enfermedad cerebral que resultó de las lesiones cerebrales que recibieron mientras jugaban al fútbol americano". El documental comparó a la NFL con la industria tabaquera, la que también ocultó información al público — que fumar causa el cáncer.
No puedo tratar todos los puntos en el documental. (Eso se ve en "League of Denial: The NFL's Concussion Crisis"). Pero la NFL trató de manera escandalosa a las personas que estaban poniendo a la luz la relación entre jugar al fútbol americano, las conmociones cerebrales y esta enfermedad letal. El Dr. Bennet Omalu, un patólogo forense de origen nigeriano, fue el primero en descubrir la ETC, al examinar el cerebro de Mike Webster quien había jugado con los Acereros de Pittsburgh. El Dr. Omalu le dijo a Frontline que la NFL "insinuó que yo no ejercía la medicina pero el vudú". Cuando la Dra. Ann Mckee, la investigadora principal de los cerebros de los ex jugadores de la NFL para el Centro de la Universidad de Boston para el Estudio de la Encefalopatía Traumática2, llevó los resultados de sus investigaciones a la NFL, los meros meros machistas de la NFL la trataron con desprecio y le hicieron caso omiso a su presentación. La Dra. McKee lo explicó de esta manera: "El sexismo juega un rol grande cuando una es médica de mi edad y ha ascendido en la profesión con un montón de médicos varones. El sexismo me es parte de la vida. Y estar en esa sala con un grupo de varones que creían que ya sabían todo, pues más sexismo. Era como: 'Vale, la chica ya ha hablado. Ahora podemos regresar a los asuntos serios'".
Además de ocultar y negar la verdad acerca de la conmoción cerebral, la NFL atacó salvajemente a aquellos que trataban de sacarla a la luz. En particular atacaron a los doctores Omalu y McKee. Después de que Junior Seau, un ex jugador de los Cargadores de San Diego, se suicidó, su hijo estaba a punto de darle el cerebro de su padre al Dr. Omalu para que le hiciera una prueba para la ETC. La NFL se comunicó con el hijo de Junior Seau, con mentiras calumniosas acerca del Dr. Omalu. Obligaron al hijo a darles el cerebro de su padre a los Institutos Nacionales de Salud [NIH, por las siglas en inglés] en lugar de al Dr. Omalu. Y de hecho los NIH encontraron que Junior Seau sí tenía la ETC. Dicha conclusión indujo al Dr. Omalu a decir: "La ETC me ha arrastrado a la política de la ciencia, la política de la NFL. Uno no puede oponérsele a la NFL. Lo aplastarán".
El documental termina con las palabras de Harry Carson, un ex jugador con los Gigantes de Nueva York: "La NFL le ha dado a todo el mundo 765 millones de razones por las cuales uno no quiere jugar al fútbol americano". Se refería al acuerdo según el cual la NFL les pagará $765 millones a los ex futbolistas. Esta declaración de Carson tiene el potencial de lanzar una onda expansiva tronadora por todo el mundo del fútbol americano y más allá. Se puede divisar un sentido de este cuestionamiento sobre el futuro del fútbol americano en las muchas reseñas del documental que aceptaron el hecho de que estos jugadores se están muriendo debido a las lesiones cerebrales que recibieron al jugar al fútbol americano, pero declararon que creían que nada iba a cambiar porque el fútbol americano y la violencia de éste son un elemento profundamente esencial de la cultura estadounidense y porque el fútbol americano genera miles de millones de dólares para la NFL y las universidades. Bob Avakian lo explicó así: "[E]l fútbol americano es una parte importante de la esfera cultural y ejerce una influencia sobre las masas en esta sociedad. Por ejemplo, el Supertazón (el campeonato nacional de fútbol americano profesional) es un evento grandísimo — tiene cientos de millones de espectadores, si no más, alrededor del mundo así como en Estados Unidos. Sin duda este deporte ejerce una gran influencia, en particular sobre los varones y 'la cultura macho' —la que no es una cultura sana—, en una palabra, es una cultura chovinista masculino, que incorpora la celebración de la violencia real así como ritualizada" (vea "Tim Tebow y 'La regla del guardado'", Revolución #258, 5 de febrero de 2012).
A pesar de todas las dudas acerca de la posibilidad de que el fútbol americano cambie, un médico afiliado a la NFL le dijo al Dr. Omalu: "Si el 10% de las madres del país empezara a considerar al fútbol americano como un deporte peligroso, eso significaría el fin al fútbol americano". Ahora se ha dejado salir al gato encerrado, y por ende, ¿quién sabe cómo la situación podría desenvolverse? Permanezcan sintonizados.
1. "La encefalopatía traumática crónica (ETC) es una enfermedad degenerativa progresiva del cerebro encontrada en los atletas (y otros) con una historia de trauma repetitivo del cerebro, la que incluye conmociones cerebrales sintomáticas así como golpes asintomáticos contra la cabeza. Se ha reconocido desde los años 1920 que la ETC afecta a los boxeadores. Pero hace poco se han publicado informes que confirman en términos neuropatológicos que la ETC existe en los jugadores profesionales jubilados del fútbol americano y otros atletas con una historia de trauma cerebral repetitivo. Este trauma hace que se inicie la degeneración progresiva del tejido del cerebro, incluyendo el aumento de una proteína anormal que se llama tau. Estos cambios en el cerebro pueden comenzar meses, años, hasta décadas después del último trauma cerebral o participación activa en los deportes. La degeneración cerebral está relacionada con la pérdida de memoria, la confusión, el juicio defectuoso, problemas con el control de los impulsos, la agresión, la depresión y, con el tiempo, la demencia progresiva". (Boston University Center for the Study of Traumatic Encephalopathy) [regresa]
2. La Dra. McKee ha examinado 46 cerebros de ex jugadores del fútbol americano. 45 de éstos tienen la ETC. [regresa]
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