El jueves 2 de mayo en la Universidad de Misisipí, unos 30 o 40 manifestantes pro palestinos que se habían reunido en el patio del campus fueron atacados por una gran turba de “contramanifestantes” MAGA (siglas de “Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”). Estos rufianes, principalmente hombres blancos racistas, ondeaban banderas estadounidenses y gritaban amenazas sexuales a las mujeres manifestantes. Cuando una manifestante negra se les acercó desafiante, comenzaron a gritar “enciérrenla” y uno de estos imbéciles racistas saltaba y gruñía como un mono.

¡Pero eso no cuenta ni la mitad! Este despreciable ataque en la Ole Miss Universidad de Misisipí fue luego celebrado por los líderes fascistas. Trump publicó un video de los rufianes gritando “Queremos a Trump” y añadió un mensaje: “Gracias Ole Miss [el apodo cariñoso de la Universidad de Misisipi] — MAGA”. El gobernador de Misisipí, Tate Reeves, publicó un video de los reaccionarios cantando el himno nacional con el mensaje: “Me calienta el corazón. ¡Amo Misisipí!” El congresista de Georgia, Collins, tuiteó el video de la turba y escribió: “Ole Miss, cumpliendo su deber”.  

¿¡“Gracias Ole Miss”!? Mejor dicho: “QUE TE JODAS, Ole Miss” y a todos los fascistas mandamases que apoyan a “Ole Miss”. Pero tomemos un minuto para profundizar en el video que publicó Trump.

Se podía ver en este video una repetición de una fea escena que se ha repetido una y otra vez en la miserable historia de Estados Unidos, país fundado en la esclavitud que todavía tiene la supremacía blanca entretejida en su ser: una turba de blancos convertidos en rufianes racistas aullantes que han deshecho toda su humanidad. Ayer los linchamientos; hoy en día esto; ¿y mañana?

Se podía ver en los aplausos de Trump y sus seguidores fascistas como el racismo —que nunca se fue y ahora regresa como un cáncer en rápido crecimiento— se fusiona con el “Estados Unidos número uno” y además con la defensa de Israel, un bastión armado crucial para la dominación estadounidense del mundo y en sí una sociedad fundada y saturada de racismo genocida.

En este video se podía ver la bancarrota de los artistas y otros negros que han respaldado a Trump. A los lacayos descarados como Snoop Dogg y Sexxy Redd que han metido la cabeza en el culo de Donald Trump: “¿Cómo es la vista ahora?”

Finalmente se puede ver la verdad de lo que ha dicho el líder revolucionario Bob Avakian (en su despacho Revolución Número Ocho) acerca de cómo:

Es muy probable que todo llegue a un desenlace y todo esté en el aire en el presente año, 2024, siendo las elecciones presidenciales de este año un eje agudo de las riñas entre los dos partidos de la clase dominante imperantes —los demócratas y los republicanos— una lucha que muy probablemente se zafe de todos los límites de la “forma habitual” en que ejercen el poder sobre el pueblo y mantienen en marcha el funcionamiento de todo su sistema mortífero.

Una profunda división de este tipo —y especialmente este antagonismo amargo entre los de arriba— no se ha visto en Estados Unidos desde la época de la Guerra Civil en los años 1860.

Cuando miras esto y ves el feo corazón del racismo estadounidense fusionado con la misma mierda en todas partes del mundo, ¿cómo es posible que NO quieras ponerle fin? ¿Y cómo podrías negarte a considerar lo que dice Bob Avakian sobre cómo podemos poner fin a eso, crear un mundo completamente mejor y aprovechar el momento para hacerlo no en un tiempo lejano... sino en estos tiempos?