ESTA SEMANA ESTADOS UNIDOS CELEBRA EL NACIMIENTO DE UN BEBÉ MESÍAS DE FANTASÍA Y DICE QUE SE PREOCUPA POR “LOS NIÑOS”…

PERO AQUÍ VA CÓMO SU SISTEMA MATA INNECESARIAMENTE A MILLONES DE NIÑOS REALES CADA AÑO... Y QUÉ HAY QUE HACER AL RESPECTO

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Esta semana, Estados Unidos nos dice que se preocupa por los niños, dándoles (a algunos de ellos) muchas cosas, mientras que a otros les pasa hambre y frío. Algunas personas se rebelan contra el consumismo y la hipocresía. Quizá hagan donaciones a una organización para tratar de hacer algo respecto a las grandes disparidades y desigualdades, u ofrecerse de voluntario en un albergue.

Pero tómese el tiempo en estos días festivos decembrinos para hacerle frente al verdadero alcance y escala del horror, el horror innecesario, que Estados Unidos inflige a los niños todos los días en Estados Unidos y en todo el mundo. Lea lo que sigue y pregúntese: ¿por qué sucede esto? ¿Y qué es lo que realmente se necesita para lidiar con esto?

Este sistema mata niños en guerras. Las fuerzas armadas y las armas de Estados Unidos recorren todo el mundo para matar niños. Estados Unidos lleva tres años apoyando a su “aliado estratégico” Arabia Saudita en una guerra genocida contra Yemen, primero respaldada por Obama y luego por Trump. La guerra ha provocado una hambruna que ya ha cobrado la vida de 85.000 niños y amenaza con mucho más. En agosto de 2018, las fuerzas sauditas bombardearon un autobús escolar lleno de niños yemeníes, masacraron a 40 e hirieron a 56. Esta fue una bomba fabricada en Estados Unidos, vendida a Arabia Saudí por medio del Departamento de Estado de Estados Unidos en una guerra respaldada por Estados Unidos. Catorce días después, cazas de combate sauditas, hechos en Estados Unidos, atacaron a un campo de refugiados y mataron al menos 31 civiles, 22 de ellos niños1. Pero esto no es un “incidente aislado”. Busque aquí, por ejemplo, sobre la masacre de My Lai llevada a cabo en Vietnam por soldados estadounidenses, en que mataron más de 500 mujeres, niños y hombres mayores no combatientes, o toda la serie Crimen Yanqui, que documenta un caso similar tras otro. Y éstos para nada son “fortuitos”. ¡Escuche aquí [en inglés] a la ex secretaria de Estado de Estados Unidos Madeleine Albright al justificar las sanciones de Estados Unidos contra Irak que terminaron por causar la muerte de casi medio millón de niños!

Estas guerras y depredaciones continúan debido a un sistema que necesita tales guerras, un sistema de grandes potencias e imperios en el que cada uno se rige por los imperativos de expandirse, o derrumbarse.

¡ESTO TIENE QUE TERMINAR!

En Estados Unidos, este sistema acorrala, encarcela y mata a niños y adolescentes negros, latinos e indígenas. En un día cualquiera Estados Unidos tiene a 60.000 niños encerrados en prisiones u otros “centros correccionales”. La tasa de detención para los jóvenes negros es 6 veces mayor que la de los blancos, y esa tasa va en aumento. En un día cualquiera, entre 5.000 y 6.000 de estos niños y jóvenes adolescentes están encerrados en cárceles o prisiones para adultos, donde a menudo son víctimas de la violencia y depredación sexual por parte de los guardias y otros presos. La violencia y la represión perpetradas por este sistema contra estos jóvenes va del racista “cauce de la escuela a la prisión”2, al abuso que de rutina lleva a cabo la policía y para colmo, el escandaloso asesinato de Tamir Rice, de 12 años, por la policía de Cleveland.

Este sistema se construyó a partir de la deshumanización de los pueblos indígenas y africanos para acumular su riqueza original, llevando a cabo el genocidio contra los primeros y la esclavización contra los segundos, y esta opresión original nunca desapareció sino que se transformó en un pilar integral de este sistema.

¡ESTO TIENE QUE TERMINAR!

Este sistema maltrata, encarcela y traumatiza a los niños cuando éstos se atreven a huir de los infiernos en vida que Estados Unidos ha creado en sus países de origen. Esta primavera, el mundo fue testigo cuando la Patrulla Fronteriza y el ICE arrebataron niños a sus madres y padres en la frontera sur de Estados Unidos. Estas familias huían desesperadamente de las condiciones mortíferas creadas por el imperialismo estadounidense en sus países de origen. Lea en las entregas de Crimen Yanqui #79 y #75 sobre Honduras, que detallan lo que hizo Estados Unidos.

Hoy, mientras usted lee esto, estos imperialistas tienen a casi 15.000 hijos inocentes de migrantes encerrados en centros de detención, presuntos culpables por el “crimen” de huir para salvarse la vida o por buscar una vida mejor. Una investigación de la CNN descubrió docenas de historias de jóvenes detenidos “que describían albergues hacinados y centros de tratamiento y centros de detención segura secretos para menores sin documentos, que en el peor de los casos han sido, según se informa, su hogar para negligencia, agresiones y otros abusos horrendos. Las alegaciones en estos documentos, así como los recientes informes de inspección de estos centros y otras demandas, van de condiciones insalubres y monitoreo invasivo de correo y llamadas telefónicas a habitaciones sin aire acondicionado en los veranos abrasadores de Texas y la administración a los niños de cócteles de drogas psicotrópicas disfrazadas de vitaminas. En un centro, los niños cuentan que fueron sometidos para recibir inyecciones a la fuerza, que según los registros médicos son potentes anti-psicóticos y sedantes”.

Este sistema no puede vivir sin dominar y saquear a naciones más pequeñas, y luego ese mismo sistema sataniza, persigue y al mismo tiempo explota despiadadamente a los desesperados que expulsa de esos infiernos hacia Estados Unidos.

¡ESTO TIENE QUE TERMINAR!

Este sistema vende niños en el tráfico sexual. Al menos 100.000 niños y jóvenes adolescentes al año son víctimas de proxenetas e incluso vendidos como ganado, ¡tan sólo en Estados Unidos! La edad promedio en que los niños son prostituidos es entre los 11 y los 14 años. Muchas de estas niñas y niños huyen de hogares abusivos, en muchos casos hogares administrados o autorizados por servicios de asistencia o “protección” para niños. A nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo estima que se venden un millón de niños al año como esclavos sexuales. Además de los proxenetas y las redes de trata humana que trabajan en contubernio con la policía, estos niños son víctimas de un sistema cuyas relaciones sexuales reflejan la dominación patriarcal de los hombres a las mujeres, cuyos valores y moral dominantes reflejan la idea de que otros seres humanos son objetos para explotarse. Póngase en el lugar de un niño de 11 ó 12 años metido en este infierno.

Este sistema surgió en un mundo en el que las mujeres y los niños estaban dominados y oprimidos, e integra esa opresión centenaria en el núcleo mismo de su funcionamiento.

¡ESTO TIENE QUE TERMINAR!

Este sistema deja que millones de niños en todo el mundo mueran cada año de enfermedades prevenibles. La Organización Mundial de la Salud estima que 5.4 millones de niños menores de cinco años de edad murieron en 2017. Más de la mitad de ellos se murieron debido a condiciones que podrían prevenirse o tratarse con acceso a intervenciones muy simples y económicas. Los niños del África subsahariana tenían 15 veces más probabilidades de morir que los niños de los países de altos ingresos, y esto no se debe a que los niños sean genéticamente más débiles, sino a la forma en que los sistemas del imperialismo estadounidense y europeo han saqueado a África durante más de 500 años, y la que siguen saqueando y dominando hoy.

¡ESTO TIENE QUE TERMINAR!

¡Nada de este horror es necesario! Un sistema, el sistema del capitalismo-imperialismo, requiere, mantiene e impulsa todos estos horrores.

Frente a todo eso, los sentimientos u oraciones sinceros, el dinero para los organismos de beneficencia e incluso el tiempo al ofrecerse de voluntario para mejorar las cosas, en el mejor de los casos se convierten en curitas que no lidian con la raíz del mal, a pesar de sus mejores intenciones, sacrificios y incluso el bien real que uno quizá haga para lo que es, después de todo, un puñado relativo de personas. Las curitas pueden servir cuando uno tiene una cortadura leve; pero cuando tiene algo profundamente mal, los curitas no sirven de sustitutos sino que pueden interponerse en el camino de lo que se necesita. Así que es posible que uno haya ayudado a unas cuantas personas y que haya lidiado con su indignación, asco y angustia por lo que hace este sistema, al menos por un tiempo; pero el sistema en sí continúa, sin tocar, pulverizando a millones, aplastando vidas y quebrando espíritus.

Si existe una manera de terminar el sufrimiento innecesario, pues el objetivo no puede ser simplemente aliviarlo. Si existe una manera de terminar el sufrimiento innecesario, las cosas que no vayan por ese camino en última instancia se convertirán en un carril de salida y terminará por prolongarlo, pese a sus intenciones.

Y, en el mundo real, de hecho EXISTE ese camino: el socialismo en el camino hacia una sociedad comunista y la emancipación de la humanidad, basada en el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian, BA — toda una visión más profunda, más excelsa y más científica de la emancipación humana. En realidad, EXISTE un camino para alcanzarla: la revolución, el derrocamiento de este sistema mediante la derrota de sus fuerzas masivas de violencia y represión, cuando se hayan movilizado millones de personas y el sistema en sí esté en una profunda crisis. Existe una estrategia para esa revolución, existe el plano para la nueva sociedad que la revolución creará, en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte y existe una dirección para ella en BA, el arquitecto de todo un nuevo comunismo y el líder del Partido Comunista Revolucionario.

Este camino es duro, pero es real. Si uno realmente se preocupa, y si ha leído hasta aquí sí se preocupa, pues sería inadmisible darle la espalda a ese camino y a explorar profundamente la persona que desarrolló ese camino. Si usted no hace ninguna otra cosa durante estos días festivos, vea el nuevo discurso filmado de Bob Avakian, Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución.

ESTE es un sistema al que no es posible reformar — ¡HAY que derrocarlo! Y hay un lugar para usted en ese proceso.


1. La reciente resolución del Senado contra esta guerra, aprobada cuando por fin se había sacado a la luz a nivel mundial las noticias de la guerra y cuando unos sectores de la clase dominante se vieron en la necesidad de frenar y controlar más el comportamiento del gobernante saudí Mohammad bin Salmán, en realidad no tendrá ningún efecto directo en el rol de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Arabia Saudita y, aunque la Cámara de Representantes lo avalara, existen lagunas, tácticas dilatorias y puntos legales de disputa que hacen que sea muy improbable que tal resolución entre en vigor en realidad.  [regresa]

2. Los jóvenes blancos y negros tienen probabilidades aproximadamente iguales de meterse en peleas, portar armas, robar propiedad ajena, usar y vender sustancias ilícitas y faltar a clases. Pero a nivel nacional [de Estados Unidos], los jóvenes negros tenían cinco veces más probabilidades de ser detenidos o encarcelados que los jóvenes blancos. En seis estados, los jóvenes negros tenían 10 veces más probabilidades de ser detenidos o encarcelados que los jóvenes blancos. Ahora el régimen fascista de Trump y Pence está revertiendo incluso los esfuerzos mínimos de los años de Obama para frenar esta disparidad, una concesión hecha frente a la protesta pública y un auge masivo de resistencia.  [regresa]

 

FUENTES

Sobre la manera en que este sistema mata niños en sus guerras:

Sobre la manera en que este sistema acorrala, encarcela y mata a niños y adolescentes negros, latinos e indígenas:

Sobre la manera en que este sistema maltrata, encarcela y traumatiza a los hijos de los migrantes:

Sobre la trata de niños bajo este sistema:

Sobre por qué mueren millones de niños al año a nivel mundial bajo este sistema debido a enfermedades prevenibles:

 

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Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés:

 

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