En el primer debate, Trump se niega a denunciar la supremacía blanca, luego convoca en directo a sus seguidores golpeadores fascistas, en maniobras descaradas para pervertir más y robarse las elecciones

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Donald Trump dijo e hizo muchas cosas en el debate presidencial de anoche que pusieron en claro el peligro extremo que enfrenta la humanidad si él va a seguir en funciones, pero sobresalen tres de ellas…

Uno, cuando se le preguntó directamente si condenaría la supremacía blanca, se negó a hacerlo. Se negó a hacerlo. Todos los racistas blancos se sintieron reivindicados y energizados.

Dos, como parte de esa sección del debate, cuando se le preguntó si condenaría al grupo fascista “Proud Boys” [Muchachos Orgullosos] en particular —un grupo que ha estado detrás de ataques violentos contra manifestaciones en todo Estados Unidos—, Trump se les dirigió en directo desde el escenario del debate, diciéndoles: “apártense y esperen”. Esperen¡¡¡Esperen!!! Usó el escenario del debate para dar validación, liderazgo e instrucciones a sus golpeadores fascistas acérrimos, frente al mundo entero. No es de extrañar que estén exultantes hoy.

Tres, él les dijo para qué debían esperar. Una vez más, al repetir la mentira totalmente infundada de que el uso de boletas por correo significaba que no se podía confiar en el conteo de las elecciones regulares, cuando se le pidió directamente que les dijera a sus seguidores que aceptaran pacíficamente los resultados, él se negó a hacerlo. ¿Qué significa cuando dice algo así un líder que se enorgullece en decirles a sus mítines fascistas cuentos de cómo los manifestantes y los reporteros son brutalizados y quien se jacta de lo que su “gente de la Segunda Enmienda” hará ante provocaciones? ¿Cuáles son las implicaciones? Piénselo — piénselo bien.

Toda la velada fue una avalancha de mentiras fascistas y una muestra de intimidación fascista que fue repugnante para cualquier persona digna, pero emocionante para los racistas incondicionales, los machistas y los fanáticos de Estados Unidos-über-alles que conforman su apoyo principal.

Si tuviera que calificar el debate en términos de quién ganó la mayor cantidad de votos, es posible que haya sido Biden. Pero Trump no tiene la intención de “ganar unas elecciones”, en el sentido habitual de esa frase. No. Lo que vimos fue otro capítulo del golpe de estado fascista de Trump, que hemos documentado en este sitio. Como ha dicho Bob Avakian, Trump ya se está robando las elecciones y ya está amenazando con aún más violencia para poder mantenerse en el poderEste debate fue un salto más al respecto. Nuevamente, se podría decir más sobre todos los ultrajes en este debate — incluida la forma en que Trump admitió abiertamente su intención de usar los tribunales, los que él ahora tiene la intención de llenar con otra magistrada fascista cristiana en la Corte Suprema, como una forma de validar ese golpe de estado.

Frente a todo esto, si te sientes cómodo con las cifras de las encuestas de Biden, si te dejas influir por las garantías de Biden de que “vuestros votos decidirán la elección” —garantías que, francamente, están haciendo un flaco favor muy grave al necesario despertar de la gente para que vea el nivel de amenazas que realmente enfrentamos—  no lo estás entendiendo. Trump se postula para el cargo de Führer, y lo dejó en claro anoche.

Ahora debemos dejar claro que no lo toleraremos. Responda al llamamiento de Rechazar el Fascismo a comenzar a tomarse las calles —de manera no violenta e imaginativa, pero de manera decidida, implacable, como si dependieran de ello nuestra vida y la de la gente de todo el mundo— porque sí dependen de ello — en manifestaciones que crezcan de miles a millones de personas ahora, a partir del 3 de octubre hasta que el régimen sea expulsado.

¡EN NOMBRE DE LA HUMANIDAD, NOS NEGAMOS A ACEPTAR A UN ESTADOS UNIDOS FASCISTA!

¡TRUMP-PENCE  FUERA YA!

 

 

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