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Revolución #102, 23 de septiembre de 2007
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En el lugar de los hechos: Jena
Platicar de liberar a los 6 de Jena y el periódico Revolución
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Hay mucha expectativa aquí en Jena sobre lo que va a pasar el 20 de septiembre, cuando llegará gente de todo el Sur y más allá para marchar y reclamar la libertad de los 6 de Jena. La gente tiene muchas ganas de enterarse de lo que está ocurriendo. Los medios de comunicación aquí o están en contra o son “neutrales”; la gente oye diferentes cosas y busca la verdad sobre lo que está pasando en sus comunidades y en el mundo. El periódico Revolución alimenta su ansia de saber.
El pasado fin de semana en Jena, hablé con varias personas que estaban enfrente de su casa. Todos estaban esperando el día 20 y dijeron que ya era hora de que algo se hiciera. Repartí Revolución; ellos juntaron $40 en billetes de a uno, de a cinco y uno de 20, y empezaron a hacer planes sobre cómo distribuir el periódico. Uno dijo que los iba a dejar en la gasolinera; otro dijo que en su vecindad. Luego, un amigo nos llevó para que sus familiares conocieran al revolucionario que había venido a Jena.
Entré en una cantina en Jonesville, un pueblo 20 millas de Jena. La gente se acercó a comprarme el periódico que yo traía y me recomendaron otros lugares donde llevarlo. Iba por la calle y me acercaba a las personas que estaban sentadas en sus porches. En un lugar muchos estaban platicando mientras se les cortaban y arreglaban el pelo. Muchas personas decían que iban a ir a Jena y empezaron a platicar de quiénes iban a venir el 20 de otras partes del país. Platicamos de movilizar aquí y marchar el 12 y el 20 de septiembre. Preguntaron dónde se conseguían las playeras y botones, pues no hay muchos materiales y los quieren con ganas. Fui a una iglesia y de allí a un salón donde se estaba celebrando el cumpleaños de un niño. Una señora se llevó muchos periódicos y empezó a repartirlos en el estacionamiento a las personas que entraban y salían. Todos empezamos a platicar del caso de los 6 de Jena y la importancia de actuar el 12 y el 20.
Una persona me preguntó de qué se trataba el periódico Revolución. Le leí los tres puntos principales. Después de leerlo y de discutir un rato, echó una llamada a un amigo que es pastor, y le dijo: “Tienes que venir; hay alguien aquí con quien debes hablar”. Al ratito llegó el pastor y agarró varios periódicos. Me preguntó si realmente iba a venir gente el 20 o si era pura habladera. Les conté algo de lo que está ocurriendo aquí y por todo el país, y en el curso de la conversación se le iba quitando el escepticismo.
También fui a la casa de un amigo con quien pasé el fin de semana del Día del Trabajo asando carne en la parrilla; hizo una cooperación para imprimir volantes del editorial en Revolución que pide apoyo popular para las protestas del 12 y 20 de septiembre para liberar a los 6 de Jena. Se llevó periódicos para repartir en la iglesia, y recibió $75 para pagarlos. En total, repartimos 180 copias de Revolución este fin de semana y juntamos $180.
En el curso de eso, surgieron interrogatorios importantes sobre la lucha para liberar a los 6 de Jena. Primero: ¿qué hacemos? Cuando la gente quería actuar, les mostré el editorial en Revolución: “¡Manos a la obra! Apoyar los Días Nacionales de Protesta por la libertad de los 6 de Jena”. Algunos dijeron que querían colocar en sus ventanas el afiche de la página de atrás, “Libertad para los 6 de Jena”.
La gente trataba de relacionar eso con otras cosas que están ocurriendo. En la cantina en Jonesville, una persona comentó que el juicio de Mychal Bell era inconstitucional. Como respuesta, un tipo que era de Detroit se acordó de un negro a quien la chota mató a golpes. Estaba comparando lo de los 6 de Jena con acontecimientos semejantes por todo el país. Un hombre captó muy bien que esta situación encarna no solo la historia de la opresión del pueblo negro sino también una parte de lo que sigue pasando hoy día; habló de la criminalización de la juventud y el papel de la policía.
Todo mundo decía que iban a venir a Jena el 20 de septiembre. Está en la boca de todos. No es algo que “está fermentando bajo la superficie” sino que está por estallar. Incluso lo tratan los sermones dominicales. Un pastor exclamó exuberante: “¡Si estás sentado, es hora de ponerte de pie!”. Hasta lo demostró: se sentó en el banco para luego ponerse de pie. Muchos dicen que “ya era hora”; no solo para Jena sino que ya era hora de que el pueblo negro se pusiera de pie, ya era hora que ocurriera algo así. Desde este punto de vista la gente se está uniendo para oponer resistencia a todo eso, con cierta exuberancia. Hay un acercamiento a Revolución y es muy necesario que esté presente en esta región, que la gente se comprometa a distribuirlo. Hay potencial también de que la gente recaude fondos. Aunque en esta zona del país el fundamentalismo cristiano tiene mucha fuerza, la gente está abierta al periódico, y tenemos que explorar eso más. Más allá de Jena: ¿qué onda con los pueblos rurales y el periódico Revolución? Venimos aquí en respuesta a un suceso específico, pero encontramos que existe la posibilidad de establecer un grupo o equipo para hacer una gira y organizar la distribución en zonas como esta. Lo que encontramos aquí es que el periódico es rete bien recibido. Tiene mucho que ver con lo que está ocurriendo aquí, pero yo creo que también es por lo que está ocurriendo en el mundo.
Estamos estableciendo relaciones con la gente por medio de la unidad que se ha forjado en defensa de los 6 de Jena. Se acercaron a nosotros para hablar sobre el aborto y la religión. Hubo discusión sobre esos temas, mientras que al mismo tiempo reconocen que estamos aquí para apoyar y construir un movimiento de apoyo a los 6 de Jena, y que estamos hablando con ellos y aprendiendo de ellos. No es que no tenemos diferencias, pero se están familiarizando con lo que representamos y lo que es la moral comunista. Lo aprecian. Apoyan el periódico. Lo leen… y no solo los artículos sobre Jena. Cuando uno les da el periódico lo empiezan a leer inmediatamente. Uno estará hablando con un par de personas cuando de repente los demás ya están bien entrados leyendo los artículos.
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