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Revolución #555 8 de agosto de 2018
Actualizado el 24 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
Una revolución real no quiere decir trabajar para hacer unos cambios en el presente sistema — quiere decir derrocar el presente sistema y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. No es posible reformar el presente sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el presente sistema, no existe ninguna manera de poner fin a la brutalidad y asesinato por la policía, las guerras y la destrucción de la gente y del medio ambiente, la explotación, opresión y denigración de millones y miles de millones de personas, incluida la mitad de la humanidad que son mujeres, en Estados Unidos y por todo el mundo — todo lo que está arraigado en las profundas contradicciones que son inherentes al funcionamiento, relaciones y estructuras esenciales del presente sistema. Únicamente una revolución real podría operar el cambio fundamental que hace falta.
Para hacer tal revolución, es necesario que tengamos seriedad y ciencia. Es necesario que tomemos en cuenta los puntos fuertes concretos del presente sistema pero aparte de lo anterior, sus debilidades estratégicas, basadas en sus profundas y determinantes contradicciones. Es necesario que construyamos tal revolución entre aquellos que con mayor urgencia necesitan un cambio radical, pero por otra parte, entre otras personas que se niegan a vivir en un mundo en el que el presente sistema vomita interminables horrores, y que continuamente lo anterior se “justifica” y hasta se embellece como “grandeza”.
Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real. Tenemos a Bob Avakian (BA), el líder de tal revolución y el arquitecto de un nuevo marco para la revolución, la nueva síntesis del comunismo. Tenemos al Partido liderado por BA, el Partido Comunista Revolucionario, con dicha nueva síntesis como base científica para realizar los preparativos para una revolución. Tenemos los Clubs Revolución, donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido. Tenemos la página web del Partido, revcom.us, y su periódico Revolución, que desenmascaran claramente los crímenes del presente sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución. Tenemos la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA y adoptada por el Comité Central del Partido, que ofrece una abarcadora y concreta visión y “plano” para una sociedad radicalmente nueva y emancipadora. Es necesario que conozcan lo anterior y le entren en serio las personas en los barrios marginados de las ciudades y en las cárceles, las y los alumnos y estudiantes, académicos, artistas, abogados y otros profesionales, las y los jóvenes en los suburbios de las ciudades y las zonas rurales — pues, las personas en todas partes de la sociedad.
Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.
Mientras nosotros esperamos las necesarias condiciones para jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución, es necesario que la aceleremos y llevemos a cabo enérgicamente los “3 A Preparar”: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — protestar contra las injusticias y atropellos del presente sistema y oponerles resistencia, y ganar gente a desafiar y repudiar el presente sistema putrefacto y sus maneras de pensar, y a hacer suyos el punto de vista y los valores, y la estrategia y el programa de la revolución, acumular fuerzas para esta revolución, y derrotar los esfuerzos de los poderes gobernantes de pulverizar la revolución y su dirección. Ante toda “sacudida” en la sociedad —toda crisis, todo ultraje nuevo, cuando muchas personas cuestionen y opongan resistencia a lo que por lo normal aceptan— es necesario que aprovechemos esto para impulsar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas. Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.
Todo lo anterior tiene por objeto algo muy definido — una situación revolucionaria: en la que el sistema y sus poderes gobernantes estén en una crisis seria y que grandes partes de la sociedad vean la violencia que utilizan para reforzar el presente sistema por lo que es: asesina e ilegítima. En la que se profundicen y agudicen muchísimo los conflictos entre las fuerzas gobernantes — y las masas populares no les respondan siguiendo detrás de un bando u otro de los gobernantes opresores, sino que les respondan sacando provecho de tal situación para acumular fuerzas para la revolución. En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior.
“Sobre la posibilidad de la revolución” es una declaración muy importante del Partido, que está posteada en revcom.us. Establece las bases —la concepción y doctrina estratégicas— de la manera de combatir con una verdadera posibilidad de triunfar, una vez que se hayan gestado un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas y las condiciones necesarias para una revolución. El presente todavía no es el momento para emprender un combate de tal índole —intentar hacerlo así ahora únicamente conduciría a una derrota devastadora— pero ya está en marcha el trabajo para desarrollar más dicha concepción y doctrina estratégicas con el futuro en mente, y a continuación presentamos algunas de las principales cosas que las fuerzas revolucionarias tendrían que hacer cuando se hayan gestado las condiciones de jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución.
Para todo lo anterior es necesario ganar a millones de personas hacia la revolución en el período que conduzca a la maduración de una situación revolucionaria. La oportunidad de derrotarlos, cuando llegue la hora —la oportunidad de deshacerse del presente sistema y hacer nacer algo mucho mejor— está íntegramente relacionada con lo que nosotros hacemos ahora. Es necesario que todo aquel que tenga sed de un mundo radicalmente diferente, sin explotación y opresión y sin todo el innecesario sufrimiento causado por el presente sistema, trabaje ya con una prendida determinación de hacer que lo anterior ocurra, de modo que nosotros sí tengamos una verdadera oportunidad de ganar.
"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” es un complemento del Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, posteado el 16 de mayo de 2016 en www.revcom.us. Difunda por todas partes "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” junto con “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL”. Ya es hora de correr la voz por toda la sociedad.
Descargue AQUÍ "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” (pdf de 36 x 24 pulgadas): ESPAÑOL | INGLÉS. Descargue AQUÍ “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” (pdf de doble carta): ESPAÑOL | INGLÉS. Se recomienda que se impriman ambos mensajes en papel bond y se cuelguen de maneras apropiadas por todas partes. He aquí una imagen aproximada de su presentación:
¡"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” ya está en forma de folleto!
Instructivo:
Ya se puede descargar el pdf del folleto que contiene: "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución”, “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” y “Puntos de Atención para la Revolución”. El folleto cuenta con 16 páginas, de tamaño media carta (5,5 x 8,5 pulgadas). También se puede imprimir en papel de 6 x 9 pulgadas. Hay dos formatos: 1) Un pdf de 16 páginas individuales y consecutivas. 2) Un pdf con pliegos para llevar a una imprenta: el primer pliego con las páginas 1 y 16, el segundo con las páginas 2 y 15, etc. Cuando se impriman así y se doblen, las páginas saldrán en orden consecutivo. La imprenta explicará qué formato necesita. Que las y los lectores hagan planes para imprimir este folleto de tamaño media carta, recaudar dinero y difundir decenas de miles de ejemplares por todas partes tan pronto como sea posible.
ESPAÑOL:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta
INGLÉS:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
Actualizado el 23 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Una revolución real es mucho más que una protesta. Una revolución real requiere que participen millones de personas, de forma organizada, en una lucha decidida para desmantelar este aparato estatal y este sistema, y para reemplazarlo con un aparato estatal y sistema completamente diferentes, una forma completamente distinta de organizar la sociedad, con objetivos y formas de vida completamente distintos para el pueblo. La lucha contra el poder hoy tiene que contribuir a construir, desarrollar y organizar la lucha para ganárnoslo todo, para una revolución real. De no ser así, protestaremos contra los mismos abusos, ¡en generación tras generación del futuro!
Revolución #555 8 de agosto de 2018
13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Las personas deben tomar en serio los compromisos que asumen —deben cumplir con tales compromisos—, y debemos establecer y luchar por que ésta sea la norma y lo que se hace en realidad. Pero llegar a participar en el movimiento para una revolución real tiene una dinámica específica que es distinta, por ejemplo, a la de unirse a un equipo deportivo o un grupo de música. No deberíamos exigir de inmediato una participación “de cero a cien” —o, en todo caso, tratar de imponer un salto, en lugar de ganar a que la gente lo haga como parte de un proceso revolucionario general. Lo que necesitamos construir es un movimiento de masas en constante desarrollo para la revolución —sí, una revolución real— con un vibrante “Ohio”*, por medio del cual un número exponencialmente creciente de personas pueden participar activamente y seguir avanzando (no todas, sino muchas de ellas) por medio de la interacción dialéctica de contribuir y aprender en dimensiones continuamente crecientes. Respecto a aquellos que sí lleguen al “lado avanzado” de este “Ohio” *, una vez más esto plantea la cuestión de que lleguen no solo a ser parte del Club Revolución sino de que también den un paso adicional para formar parte de la vanguardia comunista; pero también en este caso, es importante no tratar la cuestión de los compromisos (aunque sea de una manera algo “indirecta”) a partir de la posición negativa y defensiva que equivale a: “Hemos tenido a unas personas que hacen compromisos y luego no los cumplen, y luego nos desaparecen (se esfuman como fantasmas); así que vamos a asegurarnos de que usted no lo haga (¡no lo pueda hacer)!” Más bien, debemos partir del reconocimiento de que los compromisos, si bien encierran y requieren (repetidos) saltos sobre el camino, en esencia corresponden a cuáles aspiraciones han sido despertadas o han sido desarrolladas en las personas, y se basan en esas aspiraciones, y a lo que están llegando a comprender que se requiere en relación con eso. Por lo tanto, una vez más, si bien debemos tener una actitud seria con respecto a las personas que hacen y cumplen compromisos, esto debe estar a la altura de cómo son su comprensión y sus sentimientos en un momento determinado, y muy esencialmente debe darse en el contexto del movimiento revolucionario de masas más amplio del cual forman parte (o del que están llegando a formar parte) y de contribuir a ese movimiento, y, si bien no se debe practicar ningún seguidismo, este proceso debe partir de lo que se ha ganado a las personas mismas a reconocer (sí, las que se ha ganado por medio de lucha, incluso a veces lucha aguda) como una contribución necesaria y esencial a la revolución.
*El “Ohio” se refiere a la práctica de la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio de marchar de tal manera que deletrea la palabra “OHIO” cuando se ve desde arriba; en este proceso, los miembros de la banda que comienzan la primera O, luego se mueven a través de las otras letras de la palabra hasta que estén en la última “O”. Lo que se señala es un proceso análogo a la construcción de cualquier tipo de movimiento progresista o revolucionario, en el que las personas “atraviesan” varios niveles de comprensión y compromiso, aunque ¡esto no es (“en el mundo real”) tan lineal y al mismo ritmo que la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio!*
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Los Ángeles, la noche del sábado 28 de julio. Una proyección de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! al aire libre en el parque. Gente de todo sector social asistió y se conectó con la dirección que la humanidad necesita, como parte de entrar en el movimiento para una revolución real.
La noche del sábado 28 de julio, 40 personas se juntaron en un parque en el Sur Centro de Los Ángeles para ver pasajes de la película Habla BA: ¡REVOLUCION – Y NADA MENOS!, un discurso de Bob Avakian, el revolucionario más radical en el planeta y el arquitecto del nuevo comunismo.
Fue una escena animada y emocionante desde el principio. Programamos un tiempo para platicar de manera informal antes de presentar pasajes de la película. Desplegamos los carteles de los “5 Altos” a un lado de una gigante pantalla de proyección, y al otro lado, hubo mesas para repartir literatura y organizar, del Club Revolución así como El Instituto Bob Avakian. Las personas vinieron desde los barrios cerquitas del parque (que también está cerca del Centro de Organización del Club Revolución), y otras viajaron desde áreas hasta 100 km de lejos. Algunas personas que iban pasando no más a un lado del parque fueron atraídas por la manta grande: “No es posible REFORMAR el sistema, hay que DERROCARLO” o los grandes carteles de los “5 Altos”. Alguien que quería apoyar, pero no podía asistir hizo agua fresca, con la idea de que los asistentes iban a necesitar algo frio y refrescante durante la noche cálida de verano en que iba a ocurrir el evento.
Asistieron personas que han sabido de BA durante bastante tiempo y otras que sólo habían oído su nombre, pero querían saber quién es y de qué se trata este movimiento para la revolución. Algunas personas que se presentaron expresaron que están indignadas y hartas de todos los ultrajes que están pasando y que ya querían luchar, tenían ganas de aprender más sobre cómo podemos hacer una revolución en concreto.
Pensamos que sería importante presentarles quién es BA, en adición a los pasajes, pero sin dar todo un discurso al respecto, por lo que decidimos presentar BA Through the Years (BA por los años, en inglés) y dejar que la gente lo viera por sí misma.
Al concluir la hora social y antes de empezar la presentación de los pasajes, dos miembros del Club Revolución instaron a los presentes a participar en un esfuerzo de pegar 100 carteles de la cita 3:1 de Lo BAsico en 100 postes esta semana. Empezar a promover esto de manera masiva es importante y significativo para que las personas se organicen en el movimiento para la revolución y se pongan a trabajar sobre la estrategia para hacer esa revolución. Esto es un ejemplo de trabajo que las masas del pueblo necesitan hacer ahora como una parte de no sólo hacer correr la voz sobre la dirección y la ciencia que tenemos, sino de transformar a las personas y contrarrestar la influencia que ejercen otras fuerzas de clase sobre ellas.
Escogimos tres partes en las que queríamos que las personas se adentraran: “¿Cuánto tiempo tiene que seguir esta pesadilla de opresión y brutalidad?”, “Una situación revolucionaria… el papel de la juventud… & cómo trabajar hoy día para que haya una fuerza revolucionaria cuando llegue ese tiempo”, y “¿Realmente podríamos ganar… realmente?”. Y los animamos a que la accedieran en línea para mirarla en completo.
Escogimos estas tres porque BA revela el problema en este sistema de capitalismo/imperialismo con muchísimo corazón. Las últimas partes dan vida muy concretamente a lo que es una revolución y la posibilidad de hacerla.
Al caer la noche, esta era una escena hermosa. Una noche cálida de verano. Mantas iluminadas por focos y las personas poniendo una intensa atención a la pantalla grande, en la que el líder desmenuza con mucha seriedad cómo se podría hacer una revolución real.
Tras la presentación, un(a) miembro del Club Revolución convocó a los presentes a integrarse en el movimiento para la revolución poniéndose la playera de Habla BA: ¡REVOLUCION – Y NADA MENOS! y poniéndose a luchar por un mundo totalmente nuevo más allá de los horrores que este sistema inflige a las personas. Un joven se paró de inmediato y se juntó con los miembros del Club que se habían parado en frente. Al ponerse la playera y pararse al lado del Club Revolución, dijo a los presentes, “Ándale, no creo que yo sea el único”. Otras personas empezaron a responder, y una tras otra, más personas pasaron al frente para tomar la playera y a formarse. En total, seis personas se pararon en frente y se sumaron a los coros: “Ya es hora, ya es hora … para organizarnos para una revolución REAL”. El/la miembro dirigente del Club Revolución leyó los “Puntos de Atención para la Revolución” y también instó a los presentes a contribuir fondos como parte de tomar posición.
Al concluir la presentación, las personas se quedaron para discutir con seriedad lo que acabaron de ver en la pantalla. Una persona dijo, “Esto es lo que he estado buscando, ¡estoy listo(a)!”, y otra persona que se ha topado con el Club Revolución en diferentes protestas se acercó a alguien y declaró, “No quiero seguir yendo a protestas nada más, quiero ser parte de un movimiento para la revolución”. Alguien que ha estado en “la vida loca” y que ha asistido varios eventos, mencionó lo que dijo BA en la película, de actuar a base de la frustración, y dijo que eso era él. Habló de que eso es lo que ha sentido en gran parte, rabia y dolor sobre lo que este régimen está haciendo y que simplemente ya no aguanta más. Se dio toda una dinámica de retomar lo que dijo la película y de llegar a la conclusión de que tenemos que luchar con el objetivo de ganar, de otra manera, todo lo que hagamos, por justo que sea el sentimiento en nos motive, no vale para nada al final.
Algunas personas compraron Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, el manual para la revolución, y copias de la obra seminal de BA, EL NUEVO COMUNISMO.
Un día antes de la presentación, a las 4 de la tarde (casi al final del día), el Departamento de Parques trató de revocar el permiso para el evento, al cual había aprobado anteriormente. Nos echaron un montón de mierda burocrática y amenazaron que, si lo hiciéramos, nos iban a parar los “oficiales locales de seguridad”: es decir, los puercos.
Nos movilizamos de inmediato, contactando a abogados y seguidores. Una variedad de personas respondió, entre ellas abogados que creían que era ultrajante esta amenaza particular, pero también opinaba que era inaceptable el proceso de permisos del Departamento de Parques y que se le debía oponer. Estas son personas que no necesariamente concuerdan con la necesidad de una revolución, pero sí lucharan para tener el espacio para discutir esto – y se sienten especialmente atacados en el “Estados Unido bajo Trump”.
Si el municipio insistiera en tratar de callarnos tan ultrajantemente, íbamos a luchar en contra, y a usar este ataque para promover esta presentación aún más ampliamente. Al último momento, retrocedieron y dijeron que podíamos seguir adelante con la presentación. En esto, contábamos con algunos abogados que dijeron que iban a estar disponibles, y simpatizantes que asistieron para asegurar que no nos iban a joder.
Todo esto fue muy importante para la presentación, y aún más importante tomando en cuenta lo que se requiere para hacer una revolución real.
Muy importantemente, cuando el Club estaba sacando un resumen de esta experiencia, diferentes personas continuaron recalcando la importancia de poner a BA en frente de la gente. No podemos hacer lo que tenemos que hacer sin integrar a BA en todo lo que hagamos, las personas deben oír a BA directamente lo máximo posible, simplemente no es posible que vayamos a poder reemplazar el nivel al que BA aplica el método y enfoque científico a las contradicciones más espinosas ante la humanidad, simplemente dando nuestras propias interpretaciones. Pudimos ver cómo entrarle a BA podría cambiarlo todo, en términos de qué piensa la gente y cómo piensa la gente acerca de cuestiones de vida o muerte.
A base de poner a BA en primera plana de esta manera, al mismo tiempo que hicimos el mejor esfuerzo de aplicar el método y enfoque que BA demuestra, también pudimos reconocer la posibilidad de que las personas se integren en olas en un movimiento de masas para la revolución, no solamente de a uno o de a dos en el Club Revolución. Con demasiada frecuencia después de luchar con individuos para activar su participación, hemos resumido esas discusiones limitando el reto que les planteamos a su integración en el Club Revolución. Esto es importante, y esencial, pero hay muchas formas en que las personas pueden contribuir a la estrategia general para hacer una revolución real, lo que abarca muchas diferentes personas que plantean nuestros puntos fuertes, pero también las necesidades de la revolución. En este caso, era importante plantear ante toda persona presente este reto a sumarse a la revolución y al hacerlo, se inspiraron unos a otros. También resumimos que tenemos que forcejear continuamente con cómo entender el proceso de forjar y desencadenar un movimiento de masas para la revolución y luchar para no caernos de nuevo en las antiguas maneras de hacer las cosas que no llevarán a nada. Es mucho lo que está en juego, y toda la humanidad depende de nosotros, sépalo o no.
Vamos a lo básico: Necesitamos una revolución. Cualquier otra cosa, en última instancia, es una tontería.
Bueno, esto no quiere decir que no nos unamos a otra gente en toda una variedad de luchas que no tengan por objeto una revolución. No hay duda de que necesitamos hacer esto. Pero es una ridiculez, francamente, presentar cualquier otra solución a estos monumentales y monstruosos problemas e infamias. Y necesitamos tomar la ofensiva y movilizar a una cantidad cada vez mayor de masas para despejar esas tonterías y poner en primera plana la verdadera solución a esto, y responder a las preguntas y, sí, a las acusaciones que se presenten en respuesta a esto, y a la vez profundizar nuestra base científica para hacerlo. Y lo importante es lo siguiente: no solo nosotros tenemos que hacer esto, sino que además tenemos que atraer, desencadenar y dirigir, y posibilitar que cada vez más gente haga esto. Hay que inspirarla, no solo con la idea general de la revolución, sino con un análisis cada vez más profundo, una base sólida científica, de por qué y cómo la revolución sí es la respuesta a todo esto.
Bob Avakian, BAsics 3:1
Habla BA:
¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!
Bob Avakian en vivo. ¡Éntrele!
(en inglés)
Sí, ésta es una película, pero eso no abarca su esencia. Es un llamamiento audaz, sustantivo, científico a la revolución. Las seis horas y pico pueden cambiar cómo ves el mundo y qué es lo quieres hacer con el resto de tu vida. ¿A caso exagero? Para nada.
—De uno de los cineastas
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Más entrevistas de este evento:
Del público que vio Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! “Comenzarás a ver el mundo como un todo. Comenzarás a ver que no se trata de lo nuestro o lo tuyo. Se trata de la humanidad”
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian
“No se puede cambiar el mundo sin conocer Lo BAsico”.
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian es un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones de la revolución y la emancipación humana.
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
Del público que vio Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!
| Periódico Revolución | revcom.us
Lo siguiente son extractos de entrevistas tras la presentación de la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! en un parque en el barrio Sur Central de Los Ángeles.
Un hombre negro que se topó con el evento mientras caminaba por el parque
¿Qué pensó usted de Bob Avakian?
Bueeeeno, en primer lugar él es ateo y yo soy cristiano, pero su discurso fue poderoso y acertado. Quiero decir, él podía concentrarlo así en pocas palabras. Todos tenemos que trabajar juntos y llegar a una solución, y esa solución comienza con preocuparnos los unos por los otros. Hay que preocuparnos y hay que amar y de ahí hay que resolver los problemas.
¿Qué opinó usted sobre su presentación sin pelos en la lengua sobre la revolución, la necesidad de una revolución?
Sí, no sé nada de una revolución, pero sí sé de soluciones. Y si es un revolucionario, tiene soluciones y grandes ideas sobre las cuales debemos trabajar y a las que debemos escuchar. Él dice algunas cosas buenas. Realmente sí. Y espero que las cosas salgan bien para él. ¡Que siga avanzando, que siga haciéndolo!
Un latino del Valle de San Fernando de alrededor de 20 años de edad. Un actor. (Su amigo se nos acercó de inmediato para ponerse la camiseta [la camiseta de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!] y unirse a la revolución mientras que este joven se contuvo un poco antes de decidir hacer lo mismo).
¿Qué pensaste?
Realmente no sabía lo que iba a presenciar. Vine aquí con la mente en blanco, lo que considero bueno porque no llegué con ninguna opinión tendenciosa ni nada por el estilo. Y realmente creo, estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dijo Bob y lo que representa el movimiento. Para ser sincero, creo que todavía necesito hacer más investigación individual. Pero en cuanto a lo fundamental, realmente siento que está en la línea de lo que necesitamos en este momento.
¿En qué sentido?
Bueno, creo que definitivamente debe haber una reforma. Tiene que haber una reforma. La forma en que van las cosas en este momento es muy sombría y siento que solo va a empeorar. No importa si eres republicano o demócrata; es el sistema en este momento el que es muy... es malo, ya sabes. El sistema es malo. Siento que también debe haber un cambio político repentino.
Con Trump tenemos a un fascista en la Casa Blanca, los demócratas no hacen nada para deshacerse de él. ¿Qué crees que es la solución?
Sí, es como la cita “Las acciones hablan más fuerte que las palabras.”. Y en este momento hay una — hablan en la película y los miembros aquí dicen que hay un plan científico sobre cómo lograr dicha meta. Creo que esa es una diferencia vital. Muchas veces con muchos de los movimientos, tenían una idea, una filosofía para decir, pero realmente no tenían nada establecida, ya sabes, como una guía. Lo maravilloso de esto es que lo tengamos para poder verlo científicamente. Siento que va a ser un proceso largo, pero siento que este movimiento puede hacer mucho ruido y puede abrir los ojos de la gente y tal vez despertar una opinión diferente o una perspectiva diferente.
Un joven del Valle de San Leandro que fue uno de los primeros en dar un paso adelante para unirse a la revolución, ponerse la camisa, etc.
¿Qué te trajo aquí hoy?
Realmente, honestamente, me enteré de ustedes por la protesta, la que sucedió hace un tiempo por mantener unidas a las familias, y desde entonces he tenido este pequeño fuego dentro de mí y tengo que hacer algo. Y no sé quién fue el que me llamó pero me llamaron este fin de semana y no respondí, pero me enviaron un texto y me dijeron que esto iba a pasar hoy. Así que manejé todo el camino hasta aquí desde el Valle solo para asistir porque estoy tan listo para hacer algo y hacer este cambio.
¿Qué pensaste de Bob Avakian?
Es increíble, es increíble. Estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dice, como la mayoría de las cosas que dice. ¡Da en el blanco!
¿Hubo algo en particular que se destacó para ti?
Bueno, habló de [las pandillas] los Bloods y los Crips y cómo hicieron todo eso y el gobierno los detuvo. Intentaban con todas sus fuerzas hacer lo correcto y simplemente no los dejaron. En serio, eso me impactó.
Sabes que Bob Avakian sigue diciendo sin rodeos que para cambiar las cosas se va a requerir una revolución, y nada menos. ¿Qué piensas de eso?
Eso no es algo de que se oye todos los días. Es lo que necesitábamos oír, lo que yo necesitaba oír, porque es muy cierto. Como dice ese letrero, no podemos reformar, debemos derrocarlo porque fue hecho para ser como es, tu sabes. Así que tenemos que cambiar eso por completo. Y creo que es genial que esto ya haya estado aquí para gente como yo que quiera hacer esto. Así que es genial que yo que quiero hacer esto pueda venir aquí y esto ya esté preparado y podamos hacerlo.
¿Qué les dirías a otras personas que no han visto o escuchado a Avakian?
Les diría que simplemente véanla [la película]. Él habla por sí mismo. Quiero decir, acabo de enterarme de él ahora y estoy tan dispuesto a chequear esto.
Un hombre de Rechazar el Fascismo
¿Qué te hizo venir aquí hoy?
Soy parte de Rechazar el Fascismo y estuvimos en el festival de jazz de hoy corriendo la voz acerca de Rechazar el Fascismo que es “En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista”. Así que apoyo al Club Revolución y a Bob Avakian y la película de esta noche fue parte del día para mí.
¿Hubo algo en la película que acabas de ver que te llamó fuertemente la atención?
Bueno, el hecho de que él dijo varias veces que se debe haber una situación particular antes de comenzar una revolución, lo cual tiene mucho sentido; no estamos exactamente en tal situación ahora pero ciertamente nos estamos avanzando en esa dirección con el régimen fascista en la Casa Blanca en este momento. Y la gente no está prestando atención o está en fase de negación, lo que sea, contando con los demócratas, sea lo que sea. Así que eso es lo que tratamos de hacer: hablar con la gente, luchar con la gente y, con suerte, entablar una conversación básica sobre lo que está pasando ahora. Y Bob habla de todo eso.
Bob Avakian habla de lo que está pasando en la sociedad y también de la necesidad de la Revolución. ¿Qué piensas sobre eso en relación con lo que estás haciendo? Y él habla con personas que quizás no estén de acuerdo ahora con la necesidad de la revolución.
¡Sí! Estoy de acuerdo, estoy de acuerdo. Y creo que cada vez que escuchas a Bob en distintas épocas, ya sabes, mira lo que dijo hace 10 años u 8 años o lo que sea, el tipo estaba en lo cierto en cuanto a lo que estaba pasando en ese entonces e incluso en una de sus últimas charlas habló de cosas que en realidad están sucediendo ahora. Sabes, hace un año o dos él estaba hablando de algo y ahora está sucediendo. Por lo tanto, ¡estoy de acuerdo!
Un hombre latino de algo así como entre 35 y 40 años de edad que conoce a gente alrededor del Club Revolución
¿Qué te trajo aquí?
¿Que qué me trajo aquí? Bueno, porque sinceramente creo en la dirección en que esta organización intenta liderar a la gente.
¿A qué te refieres? ¿Cómo ves esto?
Bueno, lo que veo es que este sistema que ellos han creado le ha dado a toda la sociedad una enfermedad, un mal, de que este sistema fue creado para beneficiar a todos los pueblos cuando en realidad el sistema solo se creó para ayudar a la gente de Trump. Ya sabes, no necesariamente el propio Trump, porque Trump es solo un nombre. Lo que él representa siempre ha existido que este país....
Esa es una enfermedad que el viejo Estados Unidos, que no es un país para todos, han puesto cadenas en la mente de las personas, creyendo en los años 20, desde los años 40 hasta los 60 hasta los 80 creyendo que el progreso es posible. Solo ser paciente y creer en el sistema. Pero simplemente se repite una y otra vez así demostrando a la gente que no es verdad. ¡No es verdad! Por lo tanto, es una enfermedad. Si sigues creyendo en algo que repetidamente demuestra que no es cierto, eso es una enfermedad. Y, como dice Bob, tenemos que quitarles los antibióticos a aquellos que los tienen. Y cuando dice antibióticos, no solo lo entiendo como enfermedades.
Hay una enfermedad en nuestra mente para creer en un sistema que no está hecho para todos. Por lo tanto, el único antibiótico que se libera de ese tipo de esclavitud, ya sea que eres negro, blanco o latino, si crees en un sistema que no fue creado para todos y que lo demuestra continuamente, eso es una enfermedad. Y el único antibiótico para eso es el conocimiento y la verdad. Por lo tanto, lo único que hacer es usar ese conocimiento y difundir el antibiótico a las masas, la mayoría, es aprender y saber lo que saben. Y en lugar de guardarlo para nosotros mismos.... Bueno, había esto: Los republicanos y los demócratas se sentaban alrededor de una mesa y los conservadores se burlaban de los demócratas. Oye, ¿por qué a los negros ustedes les dan trabajo y esas cosas, ya saben? ¿Por qué los ayudan a elevarse? Y los demócratas les dicen, pues ustedes están perdiendo la imagen general. Tenemos que hacerlo porque si no, comienzan a crecer el odio y la ira y quieren rebelarse. Por lo que encontramos a unos pocos y los ayudamos a elevarse y eso les mostrará y les dará una especie de esperanza de que si trabajas duro, entonces puedes ser algo. Y el republicano dice sí, pero eso es una locura. ¿Por qué querrías hacer eso? Y el demócrata dice sí, pero solo escogemos a los inteligentes. Y los republicanos dicen que eso es aún peor, ¿por qué escogerían a los inteligentes? Y los demócratas dicen, bueno, si los dejamos en el barrio, si los dejamos en los guetos, esa persona lista enseñará a todos los demás. Por lo tanto, formará un ejército. Así que queremos tomar esos inteligentes, manipularlos para asumir nuestras creencias y luego lavarle el cerebro a él y hacer que odie su identidad para que cuando la gente se dé cuenta de que él es verdaderamente inteligente, su gente ya lo odiará porque lo verá como un traidor.
¿Cómo te enteraste de este evento?
Me enteré a través de Instagram y tengo amigos que eran parte del evento. Siempre estoy trabajando con ustedes....
¿Has visto obras de Bob Avakian antes?
Sí, he visto unos videos y asistí a algo en una iglesia en Hollywood.
¿Qué les dirías a las personas que no conocen a Bob Avakian, que no han visto estas películas ni leído estos libros?
¿Sobre su ideología o sobre el hombre mismo?
Ambos.
Bueno, sobre su ideología, porque siendo yo latino y la política de identidad en este momento (se ríe) que Bob, pues, explicó de esta manera. Si ustedes están metidos en la política de identidad, creen en tus pueblos. Bob —y creo que es el número 8 en Lo BAsico [Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian]— menciona que una vez que comienzas a prestar atención y quieres ser un revolucionario, es solo cuestión de tiempo antes de que te des cuenta que el único revolucionario que importa es un Comunista, el revolucionario Comunista, porque ya no verás el mundo a través de tu mundo inmediato. Comenzarás a ver el mundo como un todo. Comenzarás a ver que no se trata de lo nuestro o lo tuyo. Se trata de la humanidad y de que debemos comenzar a desarraigarnos. Y la única forma de comenzar el desarraigo es darse cuenta de que si te enfocas solo en la gente latina, solo estás desmalezando el lado izquierdo del jardín y todavía tienes malas hierbas en el centro, y malas hierbas en el lado derecho. Entonces, la única manera, una vez que te conviertas en un revolucionario Comunista entiendes que tienes que empezar a arrancar las malas hierbas en todo el jardín. Entonces ya no te enfocas en el lado izquierdo del jardín porque si solo te enfocas en el lado izquierdo del jardín, ya te estás derrotando.
Ya que has hablado de todo eso, hablemos de Bob Avakian.
Lo que pensé acerca de Bob es que es un hombre lleno de conocimientos que estoy dispuesto a aceptar. Que habla de una manera que es un poco ofensiva pero divertida porque si crees en la religión piensas, “Oh, ¿qué carajo?” Pero luego vuelve al asunto y te dice de la misma manera que somos ateos. No creemos en nada, pero aquí está la razón por la que no creemos en nada, pero pensar de esta manera no significa que debemos estar indiferentes hacia los demás. No podemos estar indiferentes. Nuestra ideología y nuestro objetivo principal es unir a todos y aceptar a todos por sus ideologías. Pero nuestra agenda es despertarlos y hacerles comprender que el único camino para una verdadera revolución es destruir el sistema que se ha creado. Quiero decir que eso es precisamente lo que es. Como dije, si quieres continuar viviendo en el sistema en el que hemos vivido, estás enfermo de la cabeza. Ya sabes lo que quiero decir, lisa y llanamente. No quieres el antibiótico.
¿Qué les dices a las personas que nunca han oído hablar de Bob Avakian, nunca han oído hablar de la revolución que él expone?
Primero, escuche a un miembro del Club Revolución hablar y cuán apasionada está cuando habla porque lo que ella dice es lo que Bob predica. Entonces, como dije, si usted está metido en la política de identidad, ella es una mujer latina, mírala. Y luego, una vez que le haya escuchado, esa mierda de identidad se va. ¿Sabes a lo que me refiero? Lisa y llanamente, escucha, hay este libro Lo BAsico. Lea Lo BAsico, capte el conocimiento pero no simplemente leerlo. No es un libro de una sola vez. Es como la Biblia, hay que diseccionarlo. Tache lo que no le gusta, disecciónelo, no quiero decir tache sino resalte lo que le gusta, luego disecciónelo, desglóselo, siga adelante, siga adelante y una vez que se tome el tiempo para entrar en la mente de Bob verá un futuro increíble.
Lea sobre la presentación de la película:
Una presentación nocturna de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN – Y NADA MENOS! en el Sur Centro de Los Ángeles, y organizándonos para la revolución
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Sin la esclavitud, Estados Unidos no existiría tal como lo conocemos hoy. Eso es una verdad simple y básica. — Bob Avakian, Lo BAsico 1:1
Esta verdad simple y básica se ha hecho sentir con una intensidad extrema este verano. Andan sueltos los aspirantes a puerco policía de corral, de tez blanca y cerebro minúsculo, los que se deleitan en llamar a los puercos de uniforme y placa contra los negros que simplemente andan haciendo lo suyo —siendo posible que termine cualquier encuentro sencillo entre un policía y una persona negra en el asesinato del afroamericano y la exoneración del puerco— o que incluso “hacen justicia” por su propia cuenta, como el blanco racista que mató a Markeis McGlockton por haberlo empujado, cuando Markeis ya se alejaba 1.
Mientras, al cierre de esta edición, los supremacistas blancos abiertos hicieron un mitin in Portland, Oregón, el sábado 4 de agosto, protegidos por los cerdos, y el domingo 5 se tomaron las calles de Berkeley (!), California. La semana que viene, estos klanistas nazis tienen planes de reunirse en el Distrito de Columbia (la capital de Estados Unidos) para un mitin en celebración de sus viles manifestaciones armadas en Charlottesville, Virginia, en el agosto del año pasado, donde atacaron a decenas de personas y mataron a Heather Heyer. (Lea “ALERTA: Los fascistas amenazan abiertamente con desmandarse en Washington, D.C. — ¡Esto no se debe permitir!”) Y para colmo, las separaciones forzadas totalmente racistas de hijos mexicanos y centroamericanos a sus padres en la frontera — algo que hace recordar tan claramente los días de la esclavitud, cuando los “fundadores” de este país y la gente de su calaña vendían los niños separándolos de sus padres para siempre. (Vea “El terror de las deportaciones — Millones de familias desgarradas”, del video en inglés de la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!
A esta mierda ¡hay que PONERLE ALTO! ¡¡¡ALTO!!! Esto significa oponerles resistencia a estos nazis asquerosos el fin de semana que viene. Hay mucho en juego para que las personas hagan presencia a oponérseles a estos babosos racistas, aquí mismo y ahora mismo, y que les niegue un triunfo político. Y esto significa durante estos próximos meses montar un movimiento para sacar políticamente a Trump y Pence, los meros cabecillas fascistas de esta campana apestosa, y todos los y las secuaces de su régimen de mierda, por medio de masivas protestas no violentas que inunden las calles con miles y después millones de personas. (Vea el llamamiento de Rechazar el Fascismo: “In the Name of Humanity, Come to DC to Say NO to White Supremacy and a Fascist America!” [¡En nombre de la humanidad, acudan a Washington, D.C. para decirle NO a la supremacía blanca y a un Estados Unidos fascista!])
Pero más allá de eso, y como algo central a todo eso, este SISTEMA que creció por medio de 246 años (¡246!) de esclavitud y después, con otro siglo del trabajo sobreexplotado del pueblo negro en los campos y luego en las fábricas, un sistema que se apoderó de las tierras de México para la esclavitud y después oprimió y explotó a los mexicanos y los chicanos, un sistema que en primer lugar les arrebató el territorio de Estados Unidos a sus habitantes indígenas, diezmando a un 90 por ciento de ellos en guerras y epidemias — ¡HAY QUE DERROCAR este sistema! Hoy día este sistema no siempre tiene manera de explotar lucrativamente a millones de negros — por lo tanto, los encarcela y los mata, y los mete en situaciones en las que se enfrentan entre sí. ¡HAY QUE DERROCAR este sistema! Este sistema implacablemente explota y oprime a los latinos y encierra a los indígenas en campos de concentración al aire libre que llaman reservas. ¡HAY QUE DERROCAR este sistema!
Ellos no tienen ninguna respuesta a esto. Obama no fue ninguna respuesta —simplemente le decía a la gente: “ustedes pueden superarse si hacen el esfuerzo, mírenme a mí” — y ¡ahora Trump anda emperrado en llevar esto al genocidio! ¡HAY… QUE… DERROCAR este sistema!
Ya no es necesario vivir bajo este sistema — la fecha de caducidad para esta inmundicia ya se venció desde hace mucho. El HECHO científico es que sí podemos PONER FIN a esta opresión salvaje, además de la opresión y la degradación de las mujeres y de la gente LGBTQ; sí podemos PONER FIN a la satanización y persecución despiadada de los inmigrantes; sí podemos PONER FIN a las guerras y ocupaciones que aquellos constantemente cometen, apoyan y planean; y sí podemos PONER FIN al saqueo suicida del medio ambiente por estos capitalistas. No podemos hacerlo por medio de reformas —eso es una ilusión sin esperanza— pero sí podemos hacerlo por medio de la REVOLUCIÓN. Así que no podemos reformar esto… pero SÍ PODEMOS derrocarlo. SÍ PODEMOS hacer una revolución real, lo que no significa unos cambios menores dentro de este sistema sino el verdadero derrocamiento —sí, el derrocamiento— de este sistema, derrotando realmente a sus fuerzas armadas de opresión y represión, cuando se hayan creado las condiciones necesarias (una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas) (como lo plantea CÓMO PODEMOS GANAR – Cómo en concreto podemos hacer una revolución). SÍ PODEMOS desmantelar las instituciones de este sistema y construir una sociedad completamente nueva con una base económica y política radicalmente diferente, como se encarna en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian (BA). Existe la base, en el nuevo comunismo y en la dirección de BA, para hacer todo eso realidad. Y estamos trabajando para esto, como el movimiento de masas para una revolución real, y además organizándonos en él, conectándonos con amplios sectores de la gente y creciendo mientras lo hacemos.
Ya se hace tarde. No se queden al margen. Acompáñennos para hacer frente a estos nazis y klanistas el fin de semana que viene, uniéndonos ampliamente con las personas de muchos diferentes puntos de vista que están asumiendo esta lucha. Luego, conéctense con la revolución, y conjuntemos cabezas para difundir esto en todas partes — y organicémonos para una revolución real.
1. Enlaces en inglés: “#BrooklynBecky: Llama a policía porque ve sospechosa a ‘mujer negra’ que espera un Uber bajo la lluvia ”;
“Madre dice que médicos se negaron a llevar a su hija en ambulancia porque supusieron que no lo podía pagar; hija muere días después” [regresa]
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Los socialistas democráticos —en su forma “más radical”— quieren “redistribuir la riqueza” dentro de Estados Unidos. Pero pónganse a pensar un minuto: ¿de dónde proviene esta gran riqueza? Todas las riquezas y los recursos que el Estados Unidos capitalista-imperialista ha acumulado provinieron y siguen proviniendo, en gran parte, de la esclavitud y el robo de tierras en su propio territorio, y de su dominación económica, política y militar implacable sobre las masas de la gente por todo el mundo. Las decenas de millones de hombres, mujeres y niños en el tercer mundo que se rompen el lomo en las maquiladoras y en los campos; la matanza que las fuerzas sauditas cometen en este momento en Yemen con apoyo estadounidense en nuestro nombre; las guerras en una docena de otros lugares; la cruel opresión agobiante a manos de títeres y lacayos de Estados Unidos la que impulsa a los inmigrantes a arriesgarse la vida cruzando el río Bravo (o el mar Mediterráneo) — todo esto, tanto histórica como actualmente, de maneras multifacéticas, alimenta el nivel de vida en Estados Unidos y también en otros países imperialistas (inclusive los países supuestamente “socialistas” de Escandinavia) que se sientan en la cima de la cadena alimenticia imperialista. Sin una revolución que derroque todo el sistema del capitalismo-imperialismo, lo único que se hará es redistribuir el botín y el saqueo en la cima de esta cadena alimenticia y dejar intactas las inmensas relaciones económicas y sociales de explotación y opresión que subyacen a esto, aplastando vidas y destruyendo espíritus. Al carajo con eso. Lo único que valdría la pena hacer es una revolución internacionalista, una que inmediatamente ponga fin a las relaciones económicas explotadoras y a la dominación militar estadounidense por todo el mundo, y considere el territorio nuevamente liberado como base de apoyo para la revolución mundial. Y únicamente una sociedad comprometida con ese principio y con ese punto de vista podría mantenerse en el camino hacia un mundo emancipado.
Los socialistas democráticos —cabe repetir, en su forma “más radical”— tienen la “visión” de tomarse la maquinaria del gobierno y “hacer que sirva” al pueblo. Pero, por callado que se mantenga, esto es una dictadura — una vez más, póngase a pensar un momento: ¿quién da las órdenes a la policía y a las fuerzas armadas? La clase en el poder (los capitalistas-imperialistas) tiene un monopolio sobre la maquinaria de opresión y el uso legítimo de la fuerza, y ha creado fuerzas armadas masivas que reflejan los valores y las relaciones reaccionarios pútridos de este sistema. Aunque de alguna manera fueran elegidos los socialistas democráticos, la clase capitalista hará uso de esa maquinaria obediente, sus fuerzas armadas, para matar a los que inclusive traten de reformar este sistema en serio, tal como lo hicieron al masacrar a un sinnúmero de personas en Chile que apoyaban a Allende en 1973, Sukarno en Indonesia en 1965 o Mossadegh en Irán en 1953, y la historia está repleta de semejantes ejemplos; o hará una burla del sacrificio de las masas absorbiendo a ustedes y su supuesta “revolución” en su sistema basado en la explotación, tal como lo han hecho en Sudáfrica.
Solamente una revolución real —en la que se rompa el control de la dictadura de los capitalistas-imperialistas y se derrote y desmantele su maquinaria de opresión— puede hacer nacer un sistema económico y político completamente nuevo y un nuevo conjunto de valores y formas de relacionarse los unos con los otros, y ponernos en el camino a la emancipación humana. Hay que arrebatarle a la clase capitalista los grandes medios de producción para establecer una economía diferente que satisfaga las necesidades de la gente, la que no se base en la explotación y no se rija por la acumulación de ganancias, y las fuerzas revolucionarias tienen que tomar el poder estatal para hacer posible esto. Únicamente ESTO —una revolución real— podría empezar a lidiar con la explotación salvaje, las enormes desigualdades y las formas arraigadas de opresión que están incrustadas en este sistema. Estos llamados socialistas democráticos no tienen ninguna estrategia para ganar a millones de personas a una revolución real, ni tampoco tienen una manera para dirigirlas cuando llegue la hora de enfrentar y realmente derrotar esa maquinaria de opresión y represión. Los comunistas revolucionarios sí tienen semejante estrategia, y se puede encontrar aquí. Estos llamados socialistas democráticos no tienen ninguna visión ni plano para un sistema económico y político radicalmente diferente —el socialismo auténtico— que esté en el camino hacia la emancipación de TODA la humanidad. Los comunistas revolucionarios sí la tienen, y se puede encontrar aquí.
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.
Bob Avakian, Lo BAsico 1:3
En primer lugar, es importante aclarar lo que, en términos básicos, queremos decir cuando decimos que la meta es la revolución, y en particular la revolución comunista. La revolución no es una especie de cambio de estilo, o un cambio de actitud, ni es meramente un cambio de ciertas relaciones en una sociedad que sigue igual en lo fundamental. La revolución significa nada menos que derrotar y desmantelar el estado opresor existente, el que le sirve al sistema capitalista imperialista —y en particular los organismos de represión y violencia organizada, incluyendo las fuerzas armadas, la policía, las cortes, las prisiones, las burocracias y el poder administrativo— y el reemplazo de dichos organismos reaccionarios, esas concentraciones de coacción y violencia reaccionaria, por organismos revolucionarios de poder político y otras instituciones y estructuras de gobierno revolucionarias cuya base se ha forjado por medio del proceso de construir el movimiento para la revolución y luego la toma del poder, cuando las condiciones para eso hayan surgido — lo que en un país como Estados Unidos requeriría un cambio cualitativo de la situación objetiva que desembocaría en una profunda crisis en la sociedad y el surgimiento de un pueblo revolucionario de millones y millones de personas, que cuente con la dirección de una vanguardia comunista revolucionaria y esté consciente de la necesidad del cambio revolucionario y esté resuelto a luchar por el mismo.
Como recalqué anteriormente en este discurso, la toma del poder y el cambio radical en las instituciones dominantes de la sociedad, cuando las condiciones para eso hayan surgido, hacen que sea posible un cambio más radical en toda la sociedad — en la economía y en las relaciones económicas, en las relaciones sociales y en la política, la ideología y la cultura imperantes en la sociedad. El objetivo final de esta revolución es el comunismo, lo que significa y requiere la abolición de todas las relaciones de explotación y opresión y de todos los conflictos antagónicos destructivos entre los seres humanos, en todo el mundo. A la luz de este análisis, la toma del poder, en un país específico, es crucial y decisiva y abre paso a más cambios radicales y a fortalecer y a avanzar más la lucha revolucionaria a través del mundo; pero al mismo tiempo, por crucial y decisiva que sea eso, es solamente el primer paso —o el primer gran salto— en una lucha general que tiene que continuar hacia el objetivo final de esta revolución: un mundo comunista radicalmente nuevo.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:3
Revolución #555 8 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
El 19 de julio, Markeis McGlockton, un hombre negro de 28 años y su hijo de 5 años se encontraban en una tienda en Clearwater, Florida cuando se dieron cuenta que afuera en el estacionamiento alguien estaba hostigando a su novia Britany Jacob y otros dos niños. Michael Drejka, un hombre mayor blanco, regañaba agresivamente a Jacobs por estacionarse en un espacio para discapacitados.
Markeis salió de la tienda, vio lo que pasaba y empujó a Drejka, quien se cayó. Drejka no se hizo daño, y Markeis se estaba retirando y era obvio que no estaba armado, pero Drejka sacó una pistola y le mató a Markeis de un disparo. La policía del Condado de Pinellas se negó a entablar cargos contra Drejka porque, según ellos, la ley de “Defienda su posición” de Florida le dio el derecho a “defenderse” — sin importar nada que este cabrón blanco es un racista que anteriormente había amenazado con matar a un camionero negro por el mismo espacio.
Mire el video, y si no le hierve la sangre, véalo otra vez.
Primero teníamos el insulto del “homicidio justificado”, y ahora el de “no tiene que ver con la raza, sino con la autodefensa” cuando está clarísimo para cualquiera que tenga ojos para ver que esta mierda de “defienda su posición” no es nada más que darles permiso a personas blancas para matar a personas negras. ¿Hay alguien que piensa que van a tratar a negros con armas de la misma manera que a los blancos armados?
¿Qué otra ley permite que el autoproclamado “estado mental” del asesino determine si es culpable o no? Bueno, sí existe una: cuando los puercos policías asesinan y alegan que “temían por su vida” — lo que acaba de pasar, una vez más, en Minneapolis, Minnesota el 23 de julio. La policía asesinó a Thurman Blevins, un negro de 31 años, mientras huía, temiendo por su vida, y les rogaba que no lo mataran. Una semana después, la fiscalía anunció que no levantarían cargos contra los puercos asesinos.
Estos son apenas dos ejemplos de la epidemia de violencia oficial y extraoficial de los blancos contra los negros, los latinos y otros de color que recorre Estados Unidos.
El 23 de julio, un hombre blanco apuñaló a dos hermanas, Nia and Letifah Wilson, por ninguna razón aparente aparte de ser negras, a la entrada de una estación del metro BART en Oakland, California. Mató a Nia, de 18 años, al cortarle la garganta.
El 9 de julio, Crystle Galloway, una mujer negra de 30 años, murió de un derrame cerebral cinco días después de que paramédicos del Condado de Hillsborough se negaron a llevarla en la ambulancia al hospital (o examinar sus signos vitales) porque, según ellos, no podía pagar.
Un video de octubre 2017 que acaba de salir muestra a policías de Luisiana estrangular a Armando Frank, un hombre negro de 44 años. ¡Lo mataron simplemente por pedir ver una orden de arresto antes de ser detenido!
Y también está el sinnúmero de casos cotidianos de acoso, enfrentamiento y llamar a la policía contra personas negras. Mencionamos aquí solo unos pocos, y solo del mes pasado:
Esta violenta supremacía blanca la está celebrando —y organizando— los nazis de la “alt-right” (la “derecha alternativa” o ultraderecha) y los supremacistas blancos que organizaron mítines en Portland, Oregón el sábado 4 de agosto y en Berkeley, California el domingo pasado para conmemorar el primer aniversario de su asesina embestida en Charlottesville, Virginia. En ambas ocasiones una amplia gama de anti-fascistas y anti-racistas —entre ellos Libros Revolución y Rechazar el Fascismo en el Área de la Bahía de San Francisco— superó la cantidad de fascistas, ¡y también superaron la cantidad de fascistas los policías que protegían a los nazis y atacaron a los manifestantes!
La congregación “Unir a la Derecha” en Charlottesville el año pasado fue un ultraje que dejó muerta a la manifestante contra los nazis y la supremacía blanca, Heather Heyer, y en la que estos nazis atacaron a decenas de otros valientes manifestantes. El hecho de que estos fascistas celebran esto indica ahora que se la toman letalmente en serio la difusión del fascismo y la agresión violenta contra los que se pongan en su camino.
Y el hecho de que Trump sigue azuzando a la supremacía blanca llena de odio —a través de tuits racistas, mítines “al estilo de su campaña” y al estilo Ku Klux Klan, y actos oficiales— y que siempre se ha negado a condenar los crímenes de la ultraderecha / los nazis en Charlottesville indica que toda esa podrida, asquerosa y peligrosa supremacía blanca tiene el respaldo desde los más altos niveles del gobierno.
¡No se puede tolerar nada de esto!
¡ESTA PESADILLA TIENE QUE TERMINAR:
EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
¡Sea parte del movimiento para expulsar al régimen de Trump y Pence! ➧
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
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De unos lectores:
El sábado 5 de agosto, Berkeley, California, cientos de personas se presentaron para hacer frente al mitin "NO al marxismo" fascista, trumpista, supremacista blanco e idiota al estilo de Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza.
El Club Revolución de la Área de la Bahía de San Francisco y Libros Revolución estaban presentes organizando a las personas en la revolución, lanzando el mensaje directamente en la cara de estos anticomunistas nazis: ¡No al fascismo! ¡No a la supremacía blanca! ¡No al capitalismo! ¡No al imperialismo! ¡SÍ al marxismo! ¡SÍ al Nuevo Comunismo! No es posible reformar este sistema, ¡hay que derrocarlo!
Semejantes fascistas ya han atacado a Libros Revolución-Berkeley en más de 10 ocasiones (entre ellos los golpeadores fascistas que en marzo amenazaron con incendiar la librería). El sábado 4, la librería montó una audaz exhibición "Libros Revolución Sin Muros" en el parque MLK (Centro Cívico), donde los fascistas iban a celebrar su mitin. La exhibición incluía importantes obras de teoría marxista entre las que se destacaba la obra de Bob Avakian la que ha puesto el comunismo sobre una fundación aún más plena y firmememente científica: la nueva síntesis del comunismo.
Los manifestantes habían llegado al parque para enfrentar a los nazis. Tras una escaramuza entre unos fascistas y antifascistas, la policía antimotines se metió en masa, atacando brutalmente a los manifestantes antifascistas y luego al área de Libros Revolución, destrozando su pancarta y pisoteando los libros, así envalentonando a los fascistas para que hicieran lo mismo. ¡Después de muchos ataques por los fascistas, ahora fue la policía de Berkeley la que atrozmente atacó a Libros Revolución!
Pero Libros Revolución y el Club Revolución y unas 100 personas más se mantuvieron firmes y se quedaron en el parque por horas, rodeando y hostigando al grupo de unos 30 fascistas, impidíendo que celebraran su mitin. Varios nazis tenían puesta playeras que elogiaban a los generales fascistas de Argentina y Chile que asesinaron y torturaron a decenas de miles de personas en la década de 1970. Cada vez que los fascistas vomitaban su veneno, la gente los ahogaba coreando: “¡Recordar a Heather Heyer! ¡Charlottesville: Nunca Más!” y “1, 2, 3, 4, esclavitud, genocidio y guerra — 5, 6, 7, 8, Estados Unidos nunca ha tenido grandeza” (en inglés este grito rima: “1, 2, 3, 4, slavery, genocide and war — 5, 6, 7, 8, America was never great”).
Un miembro del Club Revolución le dijo a revcom: “Fue interesante que la gente también nos uniera en corear ‘Sí al marxismo’ y ‘Sí al nuevo comunismo’ en oposición a los nazis y su mitin de ‘No al marxismo’”.
Rechazar el Fascismo copatrocinó y participó en una protesta de unos 500 activistas para celebrar un “Festival de resiliencia para barrer a los fascistas”. Se reunieron en el cercano Parque Ohlone desde donde iban a marchar hacia el Parque MLK, pero una masiva manada de policías, movilizada desde todas partes del Área de la Bahía —con armas de fuego, porras, pistolas Taser de choque eléctrica, y granadas de gas lacrimógeno— les cerró el paso. Los puercos policías lanzaron granadas de humo y dispararon balas de goma contra la multitud y arrestaron a más de una decena de antifascistas bajo el pretexto de que se violaban una ordenanza municipal de emergencia que prohibía “armas” (“armas” incluían cosas como palos de pancartas y tener puesto un pañuelo).
Luego, y aún más indignante, la policía de Berkeley “doxxed” (reveló información privada) a todos los que arrestaron —casi todos antifascistas— al publicar sus nombres, fotos y las ciudades donde viven, así facilitando más ataques de parte de los troles fascistas. Para el colmo de males, los puercos de Berkeley postearon en Twitter un llamamiento —mejor dicho, una directiva a sus soplones fascistas— para que les mandaran fotos y videos de personas que han cometido “delitos” durante la protesta.
Después, Libros Revolución-Berkeley publicó la siguiente declaración:
Libros Revolución se mantiene firma
en oposición al mitin fascista de “No al marxismo” —
La policía pisotea una exhibición de libros
5 de agosto: los fascistas convocaron un segundo mitin de “No al marxismo” en el Parque MLK de Berkeley. Estos son los fascistas que han venido atacando Libros Revolución desde hace más de un año. Generados por Amérikkka y desencadenados por el régimen fascista de Trump, ¡estos anticomunistas racistas, antiinmigrantes y odiamujer vinieron para vomitar su veneno en Berkeley! ¡Para nada, carajo! Tenemos que convertir a Berkeley en una Zona Libre de Fascistas como parte de la lucha resuelta de millones de personas que se lancen a las calles para expulsar al régimen de Trump y Pence. Hay que parar la epidemia de supremacía blanca, ya sea oficial o “extraoficial”. Eso exige ¡Revolución, y Nada Menos! ¡No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo!
Así que llevamos decenas de libros — importantes obras clásicas del marxismo, destacando la nueva concepción más científico y revolucionario del marxismo de Bob Avakian — la nueva síntesis del comunismo, libros sobre la ciencia, la inmigración, la brutalidad policial y la encarcelación en masa, libros sobre el imperialismo y la verdadera historia que muestra que Estados Unidos nunca ha tenido grandeza. Reproducimos muchas materiales para repartir gratis, como el folleto CÓMO PODEMOS GANAR — Como en concreto podemos hacer una revolución. Y convocamos a la gente a unirse a nosotros:
¡No al fascismo! ¡No a la supremacía blanca! ¡No al capitalismo! ¡No al imperialismo! ¡SÍ al marxismo! ¡SÍ al Nuevo Comunismo! ¡No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo!
Antes de que llegaran los fascistas, colocamos nuestra exhibición de Libros Revolución sin Muros en medio del parque.
Y sí llegaron, escudados por una legión masiva de policías. Tras una escaramuza entre unos fascistas y antifascistas, la policía antimotines se metió en masa, atacando brutalmente a los manifestantes antifascistas antes de atacar al área de Libros Revolución, pisoteando los libros y envalentonando a los fascistas para que hicieran lo mismo. Este ataque policial a Libros Revolución sin Muros es indignante y exhortamos a todos que se solidaricen con nuestra librería.
Saludamos a todos los que salieron hoy para oponerse a los fascistas —muchas personas más debían haber salido— y exhortamos a la gente a contribuir lo que pueda a nuestra librería para que podamos estar en todas partes donde NECESITAMOS estar, con la literatura que la gente necesita para entender y cambiar el mundo. Vengan a la librería o contribuyan en línea a este centro intelectual, político y cultural de un movimiento para una revolución real.
¡Vea y comparta el discurso completo y las preguntas y respuestas!
La pancarta dice: “No es posible reformar este sistema — ¡Hay que DERROCARLO!”
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
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El 12 de agosto en Washington, D.C., golpeadores fascistas celebrarán el primer aniversario de su acción de supremacía blanca del año pasado en Charlottesville, Virginia, la que incluyó ataques violentos contra los manifestantes que protestaban en su contra. Los fascistas asesinaron a una de los manifestantes, Heather Heyer. La celebración de esta vil brutalidad no puede quedar sin respuesta y nunca debe volver a asomarse. Y, en efecto, muchas personas se están comprometiendo a estar presentes para enfrentar a estos malditos cabrones nazis.
La supremacía blanca está profundamente arraigada en el Estados Unidos capitalista, cual país acumuló su gran riqueza primero mediante el genocidio y la esclavitud que impulsaron su “fundación” y luego mediante la dominación imperialista de los pueblos de Asia, África y América Latina. Hoy la restauración violenta y agresiva de la flagrante y abiertamente brutal supremacía blanca ha sido una característica clave del régimen fascista de Trump y Pence. Urge oponerle resistencia y derrotarlo, en cualquier forma que se asome, y especialmente esta mierda al estilo de una turba de linchamiento. Y, de hecho, es necesario expulsar por medio de la masiva acción no violenta a todo el régimen para el cual esto es una punta de lanza.
Solo se puede eliminar esta enfermedad racista, con sus profundas raíces en el capitalismo-imperialismo, mediante una revolución para terminar con toda la opresión. El movimiento para la revolución debe estar presente en Washington, D.C. el 12 de agosto para ser parte de la lucha necesaria ASÍ COMO para presentar y organizar activamente a la gente en entorno a la solución a esta locura: una revolución de millones de personas para derrocar este sistema lo más pronto posible.
¡Preséntense! ¡En representación!
Revolución #555 8 de agosto de 2018
| Periódico Revolución | revcom.us
Corea del Norte devuelve a EE UU parte de los restos de los soldados que murieron en la Guerra de Corea
Después de que Corea del Norte devolvió, el miércoles 26 de julio, los restos de 55 soldados americanos caídos en la Guerra de Corea de 1950-1953, se ha indicado que el norcoreano Kim Jong-un le ha enviado una solicitud por escrito al Presidente Trump para ayuda de los EE UU para localizar e identificar los restos de los norcoreanos caídos por el conflicto con las fuerzas americanas, que nunca han sido enterrados o contabilizados.
Un funcionario anónimo de EE UU le comentó a un importante periódico nacional que de buena gana la administración sopesaría la solicitud de Kim y que quisiera ayudar como señal de buena fe de EE UU, pero advirtió que sería difícil llevar a cabo tal tarea.
En primer lugar, dijo: “Aunque EE UU lleva un registro meticuloso de las bajas americanas, en tales años considerábamos que los norcoreanos eran subhumanos. Por ejemplo, el reportero del New York Times ganador del premio Pulitzer, Hanson Baldwin, describió a los norcoreanos como ‘langostas’, ‘nazis’ y ‘alimañas’. Por lo tanto, se puede entender por qué no prestamos mucha atención a llevar registros de las bajas de ellos”.
Según el citado funcionario, la tarea se complicaría más por el enorme número de muertos norcoreanos, el que se estima en dos millones de civiles y 500.000 soldados. “Y ello ni siquiera cuenta a los 900.000 voluntarios de la República Popular China que también murieron en el conflicto”, puntualizó. Además, muchos norcoreanos cayeron por el medio millón de toneladas de bombas o por las 32.557 toneladas de napalm soltadas por las fuerzas americanas. “Es importante recordarse —dijo el funcionario— que destruimos todos los edificios de más de una planta en Corea del Norte, así que esas víctimas habrían sido desmembradas por la explosión o enterradas en los escombros. Y sería un problema mucho mayor encontrar los restos de las personas afectadas por el napalm porque literalmente habrían sido reducidas a cenizas. Así que sin duda, estoy seguro que el público comprenderá por qué nos costaría mucho trabajo identificar los restos de los norcoreanos incluso con nuestras técnicas forenses muy avanzadas”.
En conclusión, según el oficial, aquí en América tenemos que cuidarnos de una reacción política negativa, por lo cual no hemos publicado todo el contenido de la carta de Kim. “Tal vez muchos americanos patrióticos consideren la solicitud de Kim como un insulto y una afrenta a nuestro gran país. Todos los demócratas y los republicanos entienden que la vida de los americanos es mucho más importante que la de la gente de otros países, los coreanos inclusive. Así que si siquiera se diera a entender la idea de cierta equivalencia entre nuestros 55 ‘grandes y queridos caídos’, según el tuit del Presidente Trump, y los 2.5 millones de caídos norcoreanos, o que América deba desperdiciar valioso tiempo y dinero para rendir cuentas de los muertos de Corea del Norte, millones de americanos lo consideraría como una afrenta”.
En consecuencia, resumió el citado funcionario, todo esto haría que costara mucho trabajo que EE UU cumpliera con la solicitud de Kim, mientras que la administración de Trump y Pence se esforzara por “Hacer que Estados Unidos volviera a tener grandeza”.
Permalink: http://revcom.us/a/554/reforma-o-revolucion-exploracion-del-ensayo-de-bob-avakian-es.html
Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Recibimos el siguiente informe de un(a) lector(a) sobre una reciente discusión en Libros Revolución en Berkeley:
Después de presentar la librería y Bob Avakian (BA) a los presentes, abrí la función planteando la contradicción entre la magnitud de los problemas que azotan a la humanidad y lo patético de las reformas que nos ofrecen como “soluciones”. Por ejemplo, confrontamos el asesinato sistemático y sistémico de negros, latinos, y otra gente de color, sin embargo, nos dicen que confiemos en ¡comisiones de revisión de policía, cámaras corporales, y la elección de más oficiales negros! Nos encontramos en el umbral de la destrucción ambiental catastrófica, sin embargo, nos dicen que lo “solucionemos” ¡reciclando nuestros productos personales, comiendo lo orgánico, y con el capitalismo verde! Las 42 personas más ricas en el mundo poseen más riqueza que la mitad más pobre de la humanidad, etc. Enfaticé que era importante adentrarnos en la cuestión de reforma y revolución, partiendo de lo que realmente se requiere para solucionar estos problemas monumentales.
Un par de estudiantes de China expresaron que los intrigó encontrar que hay un Partido Comunista Revolucionario en Estados Unidos. Estaban escépticos sobre la idea de la revolución, pero querían aprender más. Una estudiante de USC dijo que se preocupa mucho por el medio ambiente y empieza a reconocer los límites de las reformas. Se está desilusionando con las organizaciones ecológicas sin fines de lucro, pero aún tiene dudas sobre la revolución porque “no le gusta la violencia”. Una estudiante de UNC está cursando la administración de empresas, pero en realidad no cree en eso, se le abrieron los ojos al viajar por el mundo, y quiere aprender más sobre la revolución. Lo que resaltó fue la seriedad de los presentes al abordar estas cuestiones, que continuó durante la discusión entera, y su receptividad a la revolución.
Leímos a voz alta el ensayo de Bob Avakian en Lo BAsico, “Reforma o revolución: Cuestiones de orientación, Cuestiones de moral”. Les pregunté qué pensaban de la analogía que BA plantea de la peste, que si matones armados acapararan los antibióticos y sólo los repartieran a cambio de sacar ganancias, y sobre las dos alternativas en esa situación — ponerles paños mojados en la frente a los enfermos para calmarles el dolor, u organizar a la gente a asaltar la bodega para apoderarse de los antibióticos y repartirlos entre la gente.
Uno de los estudiantes chinos dijo que esto le hizo preguntarse si hubieran suficientes “antibióticos” para todos, aunque fueran liberados: ¿Es el problema el de que sólo reparten las cosas por ganancias, o es la falta de recursos? Una joven de Europa dijo que quiere apoderarse de los “antibióticos” pero se preocupaba de que los guardias armados lo conviertan en un baño de sangre, por lo que quizás haya alguna manera de convencerlos, o de transigir un acuerdo. Un par de personas opinaron que el obstáculo principal que impide que la gente se levante y se apodere de los “antibióticos” no son matones armados, sino la propaganda y el lavado de coco por los medios de comunicación. Otros estaban de acuerdo con la analogía y expresaron su acuerdo con la necesidad de una revolución, especialmente una mujer del Medio Oriente.
Hablé sobre la contradicción fundamental en el mundo: las redes globalizadas de producción y la inmensa riqueza producida socialmente por un lado, y la propiedad privada y apropiación privada de esa riqueza por otro lado. Esto es la causa de un sufrimiento totalmente innecesario, una parte de cual describí con una agitación vívida. Existe la base material para una abundancia comuna si se resolviera esa contradicción por medio de una revolución real. También les recomendé la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Con respecto a cómo se podría derrotar en concreto a los matones armados, les recomendé CÓMO PODEMOS GANAR.
Pregunté a los asistentes qué pensaban sobre por qué BA se enfocó en la cuestión de la moral en relación a la cuestión de reforma o revolución. La mujer de Medio Oriente habló muy impactantemente sobre la responsabilidad moral que tenemos con la revolución, que incluye el de “quién sabe si siga existiendo un Medio Oriente” si las cosas continúen así como van. Dijo que en su país, se le prohíbe a la gente acceso a información sobre la revolución como la que estábamos discutiendo, y que las personas que viven en Estados Unidos que tienen acceso a este conocimiento tienen una responsabilidad de actuar en consecuencia, en pro de los intereses del mundo entero.
Tras concluir la discusión formal, muchos estudiantes se quedaron, entusiasmados y con ganas de seguir hablando. Un par de ellos querían afiliarse con la Club Revolución en el acto. Otros querían mantener una conexión con Libros Revolución y aprender más. Un par de los estudiantes de China, que tenían muchas ganas de analizar lo que pasó con el comunismo en China, y de aprender más sobre el nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian, se llevaron la entrevista con Raymond Lotta, “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”. La mujer del Medio Oriente comentó que le gustó la franqueza de la discusión y la manera de hablar derecho de los revolucionarios. Había estado en un país europeo donde, dice ella, las discusiones políticas tienden a ser corteses y superficiales, y encubren las verdades difíciles. También dijo que le gustó el hecho de que hablamos del mundo entero.
No hay nada menos realista que la idea de transformar este sistema mediante reformas en algo que se acercara a cuadrar con los intereses de la gran mayoría de la gente y a fin de cuentas de la humanidad en general.
Bob Avakian, Lo BAsico 3:2
No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico.
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Instantáneas de un día con el Club Revolución-Nueva York en Harlem
Lo que sigue es una serie de extractos escritos por varias personas que participaron en una salida dirigida por el Club Revolución-Nueva York para difundir la revolución y organizar a más gente en el movimiento para una revolución real.
Un miembro del Club Revolución nos orientó, recalcando que lo que vamos hacer es organizar a miles de personas hoy para que se unan a la revolución y aceleren y se preparen para cuando llegue el momento de dirigir a millones para acometer la revolución con todo. Ella nos mostró la nueva hoja para recopilar información que tiene como cabecera una cita de CÓMO PODEMOS GANAR — Como en concreto podemos hacer una revolución (CPG) sobre organizar a miles de personas, y luego dijo algo así: “Sí, yo quiero ser uno de esos miles de personas en todo el país”. Y ella subrayó el pasaje de CPG sobre lograr ser la autoridad que las masas respeten, en vez de los politiqueros mentirosos, y sacó lecciones de la experiencia reciente del Club Revolución-Chicago que, en medio de la lucha contra el asesinato policial de Harith “Snoop” Augustus, organizó e incorporó a la gente allí mismo en el acto. Luego señaló la gran pancarta que las masas podían firmar para mandar un mensaje de apoyo a los revolucionarios y a las masas que se están rebelando en Chicago.
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La agitación reveló contundentemente los horrores de este sistema y el hecho de que es irreformable, exhortando a la gente a que diera un paso adelante hoy mismo para ser parte de los miles de personas y prepararse para dirigir a millones para derrocar este sistema a la mayor brevedad posible. Proyectó la estrategia para una revolución real en CPG, dejó en claro que este es un movimiento nacional para la revolución, y habló sobre la gran fuerza que tenemos al contar con la dirección de Bob Avakian, el arquitecto del nuevo comunismo y la persona que ha resuelto los más grandes problemas de la revolución. Exhortó a la gente a conseguir su biografía oficial que estaba sobre la mesa. Esta también fue parte de lo nuevo, tuvimos una mesa mucho más grande y de aspecto más serio con mucha más material que en el pasado — dejando en claro visualmente que estábamos ahí para ORGANIZAR a la gente.
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Dos jóvenes negras decidieron participar en llevar copias de CPG a desconocidos. Me acerqué por si acaso se toparan con preguntas cuando le oí a una señora de Europa oriental decirles: “Bueno, es cierto, las cosas son malas pero el comunismo no es la respuesta”. Las jóvenes comenzaron a expresar su acuerdo. Yo interrumpí y les reté a que examinaran la fuente de esas ideas y a quién le sirve que haya una población que piensa que la única verdadera alternativa al sistema capitalista es una pesadilla: ¡los capitalistas mismos! Les dije que el nuevo comunismo es un avance que se desarrolló a través de un análisis crítico del proyecto comunista histórico y que una de las grandes lecciones es que la revolución comunista es realmente la manera en que se puede acabar con todos los horrores que la gente ve y vive. Me referí a la entrevista a Raymond Lotta: “No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”.
Las jóvenes empezaron a bregar con el hecho de que el pensamiento de la gente está moldeado por los que gobiernan, incluso su propio pensamiento. Hablamos sobre qué es el capitalismo, y qué sería una forma diferente de organizar la sociedad, incluido con respecto a la policía que es una de sus grandes preocupaciones: “¡Los asesinatos policiales tienen que parar!” Estaban contemplando ir a la librería al día siguiente para adentrarse más a fondo en todo eso. Sería importante leer con ellas “No sabes lo que crees que ‘sabes’…” y CPG, y trabajar con ellas para ser médicos descalzos donde viven.
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Al firmar la gran pancarta las personas captan el sentido de que este es un movimiento nacional, que cuando escriben un mensaje, es parte de algo más grande. Una de las formas en que los nuevos ayudaron fue pedir a otros nuevos a firmar la pancarta. Sin duda alguna sirvió de entrada para los nuevos.
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Un señor latino inspirado por la agitación dijo: “Lo que ella está diciendo es que quiere que pare lo que le está pasando a la gente, ¿correcto? ¡Pienso que eso es bueno!” Hablamos sobre lo que es una revolución y lo valioso que es tener un plan para llevarla a cabo, pero la gente no lo sabe. Hablamos de que hay que plantar un polo en la sociedad para que la gente que odia lo que le está pasando a la gente pueda saber de la revolución. Él hombre tomó un marcador y escribió en la pancarta: “Alto a la brutalidad policia”. Ayudó a repartir el folleto CPG por más o menos una hora y se llevó unos cuatro folletos en español para sus compañeros de trabajo en la construcción.
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A la gente le gustó la calcomanía “Estados Unidos nunca ha tenido grandeza” y les dimos a entender que difundirla a través de las redes sociales, pegarla a la ropa, o pegarla donde sea, es parte de hacer el trabajo revolucionario con sentido porque el portal revcom.us es el sitio al cual la gente recurre para aprender sobre el movimiento revolucionario en general, sobre lo que está pasando en diferentes partes de Estados Unidos, cómo entender lo que está pasando en el mundo desde el punto de vista de la humanidad y no desde el punto de vista de la clase dominante.
Fotos de un día con el Club Revolución-Nueva York difundiendo la revolución y organizando a la gente en el movimiento para una revolución real.
Permalink: http://revcom.us/a/555/lo-basico-3-28-es.html
Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Es cierto que no podemos, solo por nuestra voluntad o aun nuestras acciones, transformar las condiciones objetivas de una manera cualitativa — en una situación revolucionaria. Eso no lo podemos hacer simplemente con nuestras acciones o nuestra respuesta a las condiciones objetivas a través de nuestra iniciativa consciente. Por otro lado…. nadie puede decir precisamente lo que la iniciativa consciente de los revolucionarios podría ser capaz de producir, al repercutir en la situación objetiva en un momento dado — en parte porque nadie puede predecir todas las otras cosas que todas las diferentes fuerzas del mundo van a hacer. En un momento dado nadie puede entender todo eso. Podemos identificar tendencias y patrones, pero también existe el papel del accidente así como de la causalidad. También está el hecho de que aunque los cambios en lo que es objetivo para nosotros no se darán completa, y quizás ni siquiera principalmente, debido a nuestro “trabajo” para afectar las condiciones objetivas (en un sentido directo, uno a uno), sin embargo nuestro “trabajo” para afectarlas puede generar ciertos cambios dentro de un marco dado de condiciones objetivas y además —en conjunción con una “mezcla” y como parte de ella, junto con muchos otros elementos, como las otras fuerzas que afectan la situación objetiva desde su propio punto de vista— esto podría, en ciertas circunstancias, ser parte de la combinación de factores que sí llevan a un cambio cualitativo. Y, repito, es importante recalcar que nadie puede saber exactamente cómo se desenvolverá todo eso.
La revolución no se hace por medio de “fórmulas”, ni actuando de acuerdo a nociones e ideas preconcebidas estereotípicas — es un proceso mucho más vivo, rico y complejo que eso. Pero una característica esencial del revisionismo (el falso comunismo que ha reemplazado a una orientación revolucionaria con una orientación gradualista y, en última instancia, reformista) es decidir y declarar que hasta que intervenga una deus ex machina —un FACTOR EXTERNO parecido a un dios—, no puede haber ningún cambio esencial en las condiciones objetivas, y que lo máximo que podemos hacer, en todo momento, es aceptar el marco dado y trabajar dentro de este, en vez de (como lo hemos formulado muy correctamente) esforzarnos constantemente contra los límites del marco objetivo y procurar transformar las condiciones objetivas al máximo grado posible en todo momento, mientras nos mantenemos siempre tensos ante la posibilidad de que diferentes factores se combinen y produzcan (o creen la posibilidad de producir) una ruptura o un salto cualitativo en la situación objetiva….
Así que, si uno simplemente aborda las cosas de una manera lineal, solo va a ver las posibilidades que están directamente en frente — es como si se tuviera puestas las anteojeras. Por otro lado, si uno aborda las cosas con un enfoque materialista dialéctico correcto, reconoce que pueden suceder muchas cosas no anticipadas, y siempre tiene que mantenerse tenso ante esas posibilidades mientras trabaja sistemáticamente por transformar la necesidad en libertad. Repito, ese es un punto básico de orientación.
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian
“No se puede cambiar el mundo sin conocer Lo BAsico”.
Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian es un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones de la revolución y la emancipación humana.
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Permalink: http://revcom.us/a/1237/ba2_s.htm
Revolución #555 8 de agosto de 2018
[Este artículo salió por primera vez en el OR No. 1231 (7 de marzo de 2004) y lo volvemos a publicar en vista de la importancia del tema.]Elecciones, resistencia y revolución
Obrero Revolucionario #1232, 25 de abril, 2004, posted at rwor.org
Nota del editor: A continuación publicamos un segmento de la sesión de preguntas y respuestas de una charla del año pasado de Bob Avakian, el presidente del PCR. Hemos editado el texto e insertado las notas.
Pregunta: En la charla usted habló de la intervención yanqui en Irak y la matanza de muchos iraquíes pobres. ¿Le parece probable que el gobierno de Bush se lance contra otro país, o sea, con fines electorales... a lo mejor contra un país del "eje del mal"?
Respuesta del presidente Avakian: Posiblemente. Por un lado son una bola de dementes, pero por otro lado no es tan sencillo, o sea, piensan en un plano estratégico y cuentan con gente más inteligente que Bush, supongo --que, claro, no sería gran cosa--, gente que hace un análisis estratégico y a largo plazo. A muchos les pareció: "Bueno, una vez que terminen con Irak, se lanzarán contra Irán y Corea del Norte". Pero en realidad tienen una estrategia más mesurada por ahora: se cuidan de no abarcar demasiado y quedar cortos.
Para ellos Corea del Norte es un problema muy espinoso porque, tenga armas nucleares o no, lo cierto es que tiene mucha artillería en la frontera con Corea del Sur, y si Estados Unidos ataca, lo más seguro es que desate un bombardeo enorme que mate a miles de soldados yanquis y centenares de miles de surcoreanos. Tienen que pensar muy bien cómo lidiar con esa contradicción y no precipitarse. De igual modo, atacar a Irán es un asunto serio y mucho más complejo y difícil que atacar a Irak, un país debilitado por guerra y diez (o más) años de sanciones económicas. Por todas esas razones, diría que existe la posibilidad de otra guerra relativamente pronto, pero hay que tener presente que están analizando la situación en un plano estratégico y con las miras más allá de las elecciones.
Una de las formas principales en que se están preparando para las elecciones de 2004 es, curiosamente, lo que están haciendo en el estado de California. No es que me guste Gray Davis ni mucho menos, ni me importa un pito que lo destituyan. Pero por otro lado tenemos que analizar todo esto más a fondo y tomar en cuenta el panorama general. Me parece muy probable que la campaña de destitución de Gray Davis sea parte de una estrategia de Bush y sus allegados para ponerse en una posición fuerte para ganar en el estado en las elecciones de 2004 y más allá. Bush ha recaudado, no sé, ¿200 millones de dólares ya para 2004? ¡Está cañón! Otra cosa muy gruesa es que para los allegados de Bush --bueno, en realidad Bush no es más que una figura decorativa de un grupo que lleva años en este proyecto--, para ese grupo es completamente ilegítimo que otro grupo esté en el gobierno. Así vieron a Clinton, por ejemplo (y claro, Clinton no es un paladín del pueblo ni mucho menos) pero les parecía ilegítimo aun cuando era presidente; para ellos es ilegítimo que cualquiera que no sea de su grupo esté en el núcleo del poder. Si atacan a otro país o no, y no lo descarto, en esta sociedad pasa algo muy grave que hay que analizar. No podemos ser simplistas si vamos a hacer lo que hay que hacer, sobre todo si vamos a hacer el tipo de revolución que necesitamos. Tenemos que analizar tendencias que vienen cobrando fuerza desde hace tiempo.
Es ilustrativo verlo como una pirámide. Arriba está la clase dominante representada por el Partido Demócrata por un lado y el Partido Republicano por el otro, que luchan entre sí. Eso es evidente, ¿no? Recordemos las elecciones presidenciales de 2000, las elecciones más aburridas en mucho tiempo, y de repente se pusieron interesantísimas y muy intensas, no por lo que dijeron o dejaron de decir en la campaña sino por lo que pasó (y no pasó) en el conteo. Se pusieron de relieve las feroces luchas intestinas de la clase dominante. Volviendo a la pirámide, arriba está la clase dominante y sus representantes políticos con (aunque esto sea un poco simplista) los demócratas a un lado y los republicanos al otro. Por décadas, el grupo de Bush y los que él representa han estado preparando toda una infraestructura, por decirlo así, para encaminar la sociedad hacia el fascismo cuando sea necesario.
Veamos lo que han hecho con el fundamentalismo religioso. El objetivo es preparar una base de millones y millones y millones de personas a quienes les asusta la idea de... ¡pensar! --¡en serio!-- personas que no pueden con la complejidad de la sociedad moderna y quieren respuestas sencillas y absolutas. El fundamentalismo religioso se basa en el absolutismo ciego, como las calcomanías que dicen: "Dios lo dijo, yo lo creo y se acabó". Desde luego, como señalamos en la charla, lo que "dios dijo" es lo que las autoridades religiosas reaccionarias humanas dicen que dijo, no simplemente lo que dice la Biblia (que a final de cuentas la escribieron seres humanos), sino lo que dice la gente de hoy. Por cierto, esas mismas "autoridades" prefieren ignorar las partes de la Biblia que no les convienen. No dicen que se debe ejecutar a los hijos que les pegan a sus padres o se rebelan o les faltan el respeto, ¡pues todo mundo se daría cuenta de que son una bola de dementes! Pero si interpretan al pie de la letra las Escrituras, pues deberían proponer eso.
Veamos otro ejemplo de cómo cultivan el fascismo ciego. Los agentes políticos conscientes, los representantes de la clase dominante, que vienen organizando y cultivando fuerzas fundamentalistas cristianas tenían un gran problema porque siempre les han inculcado que "los judíos mataron a Cristo", que son "los asesinos de Cristo". Como los judíos crucificaron a Cristo, naturalmente los fundamentalistas les tienen una rabia mortal. Pero los dirigentes fundamentalistas, no las bases que los siguen ciegamente, sino los altos dirigentes como Jerry Falwell y Pat Robertson, que tienen conexiones con la cúpula de la sociedad y el gobierno y son agentes estratégicos del sistema imperialista y de un sector de la clase dominante, tenían un problema porque para esta clase dominante (y para ese sector) Israel es sumamente importante y estratégico en su proyecto mundial.
Esta es una contradicción enorme para los fascistas cristianos: según ellos, los judíos son los "asesinos de Cristo" y, obviamente, Israel es un país judío, ¡pero tienen que llevar a las bases a apoyar ciegamente a Israel! ¡Chin! ¿Cómo lo resuelven? ¡Fácil! Diciendo que el Apocalipsis sostiene que la creación y existencia de Israel es un paso crucial para el santo advenimiento (el regreso de Jesucristo). O sea que la destrucción de Israel lo retrasaría y ayudaría a las fuerzas de Satanás (el antiCristo). Entonces, ¡hay que defender a Israel, cueste lo que cueste! ¡Lógico! Así engatusan a las bases.
Repito, llevan décadas cultivando ese movimiento de masas. De igual modo, vienen organizando lo que podríamos llamar organizaciones de cuadros: estructuras y agentes políticos y grupos como "Promise Keepers" (Comprometidos), un grupo fundamentalista religioso fascista que exhorta al hombre a subordinar a la esposa, y a la mujer a subordinarse al esposo (con cariño, claro). Proselitizan con ese punto de vista, ese programa, en toda la sociedad: en el trabajo, en las ligas de béisbol de los niños y todo lo demás. Llevan décadas trabajando en todo esto y ahora tienen un movimiento de masas fascista y cuadros organizados, una estructura de agentes políticos.
Todo esto es muy importante, pero más importante aun es la influencia que tienen en el mando militar. Por ejemplo, el libro Making the Corps,que describe el entrenamiento de los infantes de marina, pone de relieve que el alto mando de las fuerzas armadas se está "politizando" (con una política burguesa reaccionaria). Un principio básico de las fuerzas militares de este país ha sido que el ejército no es político, no es una fuerza politizada. No se mete en la política; obedece la cadena de mando y la Constitución sin meterse en la política y sin tener propiamente un punto de vista ideológico. Pero en las últimas décadas, los fundamentalistas cristianos de la derecha han ganado influencia en el alto mando militar; se ha vuelto muy ideológico y actualmente se identifica políticamente con el programa y movimiento fascista de la extrema derecha.*
Viendo este panorama y lo que están organizando y preparando, preguntemos: los demócratas, como sector de la clase dominante, ¿cómo van a contrarrestarlo?
O sea, veamos la pirámide con los republicanos aquí (a la derecha) y su base social de fanáticos religiosos y dementes fundamentalistas. ¿Recuerdan los problemas que tuvieron en las elecciones presidenciales de 2000 con las balotas de papel y todo el rollo? En un distrito electoral en el estado de Florida estaban contando las balotas cuando un grupo de empleados de congresistas republicanos golpeó a la puerta e hizo parar el conteo. Eso en sí fue muy grueso, pero simboliza algo mucho más grave: el hecho de que están dispuestos a movilizar una fuerza fascista si lo creen necesario y de que están dispuestos a implantar una sociedad religiosa fundamentalista fascista si lo consideran necesario.
Al otro lado de la pirámide (supuestamente a la izquierda), están los demócratas. ¿Quiénes son sus bases? No digo que realmente los representan, ¿pero a quiénes quieren atraer? A la gente progresista y los oprimidos. En realidad el papel de los demócratas es canalizarlos hacia la corriente tradicional de la política nacional y confinarlos al marco del proceso electoral burgués y... canalizarlos nuevamente si es que se alejan o salen de ese marco. Porque a las bases las elecciones les dan rabia, por las mismas razones que ya señalamos: el Partido Demócrata habla de gente común, de los pobres, de los que sufren discriminación, etc., pero siempre los traiciona. Hasta habla de los oprimidos, pero como en realidad no representa sus intereses fundamentales, los traiciona una y otra vez. Representa los intereses del sistema y la clase dominante, y sirve para engatusar a los oprimidos y los descontentos. A todos ellos les dice: "Vénganse, vénganse. No es tan malo como parece. No olviden que tienen el voto. Tranquilos. Todo saldrá bien". Para eso sirven los demócratas. Pero tienen mucho miedo de movilizar a las bases. Las exhortan a votar, pero les infunde pavor que se salgan a la calle a protestar o luchar contra los derechistas, que están cobrando fuerza.
Aquí vemos un peligro muy real que existe en este país actualmente: se ha embarcado hacia un tipo de gobierno burgués mucho más represivo e incluso fascista.
Pero debemos captar que esto es muy contradictorio. Hay que ver eso. Los derechistas están empujando la situación más y más hacia la derecha, y los demócratas apenas plantean unas cuantas objeciones débiles y se instalan en el "ala izquierda" del programa derechista.
Los demócratas se presentan como "el centro razonable", los que defienden la Constitución y el imperio de la ley mientras todo va deslizándose más y más hacia el fascismo. Pero, por otra parte, decenas de millones de personas detestan el rumbo de la sociedad. Lo vimos después de las elecciones de 2000 y con la guerra de Irak, y no es simplemente la guerra de Irak, aunque ha sido muy importante, claro.
A millones y millones y millones de personas les da asco lo que representa Bush y el camino en que se ha embarcado el grupo que está en el poder; y algo muy interesante es que dado su papel, los demócratas están prácticamente paralizados y no ofrecen una alternativa a esos millones de personas descontentas y furiosas.
En parte las protestas contra la guerra de Irak fueron tan masivas porque muchos captaron que no tenían alternativa. Los demócratas no les ofrecieron ninguna alternativa. Recordemos las elecciones de 2002, las elecciones para el Congreso; fue el momento ideal para el Partido Demócrata si es que de veras quería oponerse al grupo de Bush y sus preparativos bélicos. Muchísima gente hubiera votado por los demócratas y prácticamente les estaba rogando oponerse a la guerra. Pero por todas las razones que venimos señalando, los demócratas dijeron: "Bueno, no nos gusta el programa de Bush, pero si todo esto llega a una lucha frontal, ellos movilizarán sus bases de fanáticos y cuentan con el apoyo de importantes sectores de las fuerzas armadas. En cambio, a nosotros, ¿quiénes nos van a apoyar? ¡¿Hay quien nos apoye que no tengamos miedo de movilizar?!".
Los demócratas están paralizados en gran medida, y a eso en parte se debe la gigantesca movilización de masas contra la guerra de Irak, aun antes de que comenzara, porque muchos sentían que había que hacer algo. Esperaban que los líderes demócratas hicieran algo y, cuando no lo hicieron, se lanzaron a la calle.
Esto es importante en sí y también destaca el potencial positivo para la revolución. No estoy diciendo que estemos en el umbral de la revolución, pero pensando en el futuro y en el potencial, algo que lleva a una situación revolucionaria es que millones y millones de personas piensan que la situación es intolerable. Quieren que los líderes de la sociedad hagan algo, que los dirijan, pero estos no quieren hacerlo. ¿A quiénes recurren entonces? A los que están dispuestos y decididos a dirigirlos y a hacer algo de a de veras. Esta situación encierra grandes peligros, pero el otro lado de la contradicción es que encierra mucho potencial positivo para la lucha actual y para hacer la revolución conforme se vayan desenvolviendo la situación.
Fíjense cómo manipulan la farsa electoral. Un circo de candidatos demócratas recorre el país actualmente pero, curiosamente, según afirma la revista Time , Al Sharpton es básicamente un candidato ilegítimo porque no existe la menor posibilidad de que lo elijan presidente y tiene mucha cola que le pisa, el asunto de Tawana Brawley** y todo.
Pero, ¡qué raro!, dice Time , que en los debates entre los candidatos, Sharpton recibe la respuesta más favorable, con la excepción de Howard Dean, pues son los únicos que siquiera dan la apariencia de hablar de algo que le importa al pueblo, que le llega. Sean cuales sean las intenciones de Sharpton, el papel objetivo de gente como él (y aun más en el caso de Howard Dean) es atraer nuevamente a los descontentos, los que tienen mucha rabia y sienten que los demócratas los han traicionado, atraerlos nuevamente al proceso electoral: "Regresen porque se avecinan las elecciones primarias; voten por su candidato. Tenemos un lugar para usted". ¿Y qué pasa? Su candidato no gana la nominación, pero ya que están coqueteando con el proceso electoral, les dicen: "Pero, ¿quieren que otra vez gane Bush?". Bueno, su candidato no ganó y quedamos con el mamón Dick Gephardt como candidato demócrata,*** pero es mejor que Bush, ¿que no?
Como consecuencia, toda esa gente se paraliza políticamente porque la han canalizado nuevamente a una esfera en que no puede hacer nada que valga la pena. Van a jalar a esa enorme masa de gente, a decenas de millones de personas que sienten un profundo repudio por lo que pasa ahora. ¿Volverán al redil del sistema político o se lanzarán a los movimientos de resistencia?
No por eso quiero decir que debemos deslindar campos con los que
piensan votar en las elecciones presidenciales. Eso sería muy
tonto. Muchísimas personas votarán por los
demócratas y muchos lo harán sabiendo que no van a lograr
gran cosa. Nos corresponde ayudarlos a elevar la conciencia, unirnos
con la oposición y repudio al rumbo de la sociedad y
movilizarlos, porque se comprobará una y otra vez que los
demócratas no los llevarán a luchar contra todo eso. Esto
requiere cierta sabiduría, cierta madurez, cierta flexibilidad.
Tenemos que analizar esto en toda su complejidad, aplicar la
dialéctica y examinar las contradicciones, su movimiento y
desarrollo a fin de forjar un pujante movimiento que de veras lleve
hacia la revolución.
*****
En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, no tiene caso hablar de la "democracia" sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia. Es más, mientras exista la sociedad dividida en clases no puede haber "democracia para todos": dominará una clase u otra, y la clase que gobierna defenderá el tipo de democracia que concuerde con sus intereses y metas. Por eso, debemos preguntar: ¿ qué clase dominará y si su gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las divisiones de clase, y las relaciones de explotación, opresión y desigualdad que corresponden a ellas, o lleva a abolirlas ?
_______________________________* Nota de Bob Avakian: Otro aspecto importante es que en las últimas décadas, la Suprema Corte también está más y más dominada por gente que se "identifica políticamente con el programa fascista de la extrema derecha".
** En noviembre de 1987 encontraron a Tawana Brawley, de 15 años, semiconsciente y en una bolsa de basura, en el estado de Nueva York. Desapareció cuatro días antes. Tenía agujeros en la blusa y los pantalones, y estaba cubierta de excremento de perro. Le cortaron pedazos del pelo y escribieron insultos raciales en el estómago. Ella dijo que la secuestró y violó una bola de blancos, entre ellos unos policías. Lo que le pasó causó mucha indignación, pero las autoridades le echaron la culpa a Tawana, a sus asesores y a sus partidarios. En vez de ayudarla, el sistema la castigó y atacó a los que la apoyaban. Más de 10 años después, un tribunal rechazó las afirmaciones de sus asesores, entre ellos Sharpton, en una demanda entablada por uno de los que Tawana acusó, un fiscal.
*** Nota de Bob Avakian: Dennis Kucinich es otro que "da la apariencia de hablar de algo que le importa al pueblo", aunque desde el comienzo fue claro que ni Kucinich ni Sharpton tenían ninguna posibilidad de ganar la nominación, y aunque a Dick Gephardt, mencionado aquí como el tipo de candidato que ganará la nominación, le fue muy mal y se retiró, el argumento básico es correcto. O sea, el candidato que escoge el Partido Demócrata será alguien que desde el comienzo fue "aceptable" para la corriente dominante de la política burguesa (con sus criterios cada vez más estrechos y derechistas) o que en todo caso irá definiéndose así antes de las elecciones generales. Este es un patrón que se repite una y otra vez, una técnica comprobada para atraer y después chingar y traicionar a millones de personas descontentas, a quienes les inculcan la noción de que para los que quieren un cambio, no hay otra alternativa que el Partido Demócrata.
Permalink: http://revcom.us/a/508/bob-avakian-un-pais-gobernado-por-supremacistas-blancos-es.html
Revolución #555 8 de agosto de 2018
16 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
15 de junio de 2019: A la luz de los comentarios racistas de Donald Trump el domingo 14 de julio sobre las congresistas demócratas Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ayanna Pressley, estamos reimprimiendo el siguiente artículo de Bob Avakian, originalmente escrito en 2017 pero que es al menos tan oportuno hoy... y ciertamente igual de urgente
Jemele Hill, una comentarista de la ESPN, tuiteó que Donald Trump es un supremacista blanco, con lo que la vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, pidió que Hill fuera despedida. (Ella no ha sido despedida, pero tuvo que emitir una disculpa, diciendo que no debería haber implicado a la ESPN en sus comentarios). Y luego Ta-Nehisi Coates hace un amplio y convincente argumento, en el actual número de la revista Atlantic, de que la ideología que define a Trump es la supremacía blanca. Aquí hay que decir firmemente:
¿Qué significa, y qué se requiere que la gente haga, si un supremacista blanco abierto está en funciones en la Casa Blanca, si esta administración (régimen) en su conjunto se basa en la supremacía blanca, si son acertados no sólo los comentarios de Jemele Hill sino el argumento de Ta-Nehisi Coates en su artículo de Atlantic — algo que sí es cierto? ¿Es esto algo que la gente simplemente tiene que aceptar — que los supremacistas blancos abiertos ahora gobiernan a Estados Unidos? ¿Es algo que se puede, o se debe, esperar hasta algunas futuras elecciones (2018 ó 2020) a ver si “se resuelve”? ¡¿Y quién hará que esto “se resuelva” de una manera positiva, si su norma moral y política es que esto está bien, o es algo que la gente simplemente tiene que aceptar, que ahora los supremacistas blancos están gobernando abiertamente a Estados Unidos?!
Permalink: http://revcom.us/a/1255/avakian_clinton_conspiracion_derechista_s.htm
Revolución #555 8 de agosto de 2018
12 de noviembre de 2016 | Originalmente publicado el 17 de octubre de 2004 | Periódico Revolución | revcom.us
NOTA DE LA REDACCIÓN (actualizado el 8 de marzo de 2017): Dos artículos de Bob Avakian revelan muchísimo acerca de la actual coyuntura política: sus raíces, sus dinámicas y cómo responderle. Se publicó en 1998 “La verdad sobre la conspiración derechista... Y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta”, sobre el juicio político contra Bill Clinton. Se publicó en 2005 “Los fascistas y la destrucción de la ‘República de Weimar’... y qué la va a reemplazar”, poco después de la reelección de George W. Bush.
Cabe señalar que Mike Pence, el vicepresidente de Trump, es la misma clase de fascista lunático si bien "legítimo", y mortalmente serio, que Pat Robertson, cuyo punto de vista y objetivos los analiza Bob Avakian en "La verdad sobre la conspiración derechista...". Por otro lado, de hecho Pence es aún más peligroso en vista de que lo han "legitimado" como el vicepresidente.
Recomendamos fuertemente que nuestros lectores los estudien, distribuyan y discutan. Cabe decir que no ha habido nada parecido a este análisis y su carácter penetrante y previsor (además, Bob Avakian, para hacer este análisis, se basa en una amplia gama de fuentes).
Originalmente, se publicó de manera anónima el artículo “La verdad sobre la conspiración derechista... Y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta”, por lo que se refiere al autor, Bob Avakian, en la tercera persona; además, cabe señalar que se publicó durante la presidencia de Bill Clinton, por lo que, a menos que se indique al contrario, cuando se refiere a “Clinton”, se trata de una referencia a Bill Clinton, y no a Hillary Clinton.
La conspiración derechista es una realidad. La derecha cristiana y sus aliados están llevando a cabo una campaña coordinada para joder y echar a Clinton. Pero lo esencial y más importante es que poderosas fuerzas de esta sociedad están tratando de imponer a la brava un programa político y social reaccionario y represivo. A pesar de que critican al “gran gobierno”, en realidad quieren meter al gobierno en nuestra vida diaria y darle a la policía carta blanca para pisotear presuntos derechos y protecciones constitucionales. La pantalla de todo esto es una cruzada de alto nivel a favor de los valores tradicionales y la rectitud moral de la religión de antaño.
Aunque Clinton ha sido el blanco de los derechistas más abiertos y clamorosos (especialmente la “derecha religiosa”), su gobierno ha implantado muchos aspectos de ese mismo programa y repetido sus explicaciones “morales-religiosas”. Cuando Clinton y los demócratas han tenido desacuerdos y conflictos con la derecha, han cedido ante sus presiones y le han permitido llevar la voz cantante.
Esto no se debe a las “realidades de la política electoral”, como tanto se oye, ni solo al hecho de que los politiqueros deben obedecer poderosos intereses financieros. Al nivel más fundamental, se debe a que los que están en posiciones de poder tienen que ponerse al servicio del sistema económico y social (del que ese poder político es un brazo). En la situación y el “ambiente global” actuales, los requisitos económicos y sociales del sistema capitalista dictan que los señores del capital sean libres de cumplir su primer mandamiento, “adorarás al dios ganancia sobre todas las cosas”, es decir, dominar y explotar, de una manera más desenfrenada y más “móvil” por todo el planeta. También dictan que, en la sociedad estadounidense, se recorten los principales programas sociales, se fortalezca el aparato estatal represivo y se cree una atmósfera social opresiva. Dictan lo que el grupo ¡Rehusar & Resistir! llama la política de la crueldad, o sea, una política de pobreza, castigo y patriarcado.
Todo el aparato político burgués está de acuerdo en eso, aunque a veces tienen desacuerdos y conflictos sobre los términos, el ritmo y las medidas específicas para imponerlo en un momento dado.
Se puede forjar una oposición muy fuerte a esa política... pero únicamente si no nos dejamos limitar por el marco político impuesto por el sistema, en que todos sus representantes piensan y actúan. Se puede si, en vez de atenernos a Clinton y los demócratas, nos apoyamos en la enorme cantidad de personas a quienes les conviene oponerse a todo ese programa, y quienes están empezando a darse cuenta de que tienen que hacerlo, aunque todavía no de una forma definida ni materializada.
Al estallar el “escándalo de Monica Lewinsky”, Hillary Clinton se lanzó a la contraofensiva, declarando a la prensa que detrás de los ataques a su esposo existía “una vasta conspiración de derecha” y que, de hecho, lo tenían en la mira desde el principio. Dicha teoría de una conspiración de derecha ha recibido muchas burlas, sobre todo, como era de esperarse, de los que ella acusó de conspiradores. A medida que se desenvolvían el “escándalo Lewinsky” y la “crisis de la presidencia”, resonaba un coro de sectores poderosos: que Clinton y compañía dejen de lanzar acusaciones; más vale que pida perdón. A la pregunta: ¿existe tal conspiración?, hay que responder: ¡No cabe la menor duda! Sin embargo, ese hecho no borra la necesidad de analizar a fondo las fuerzas políticas que están en contienda en la actual “crisis de la presidencia” ni los intereses fundamentales del pueblo en todo eso.
Para comenzar, vale la pena recordar los comentarios de Jesse Helms, “ilustre” senador de Carolina del Norte (patriarca de linchamientos racistas), poco después de la toma de posesión de Clinton. Helms dejó en claro que Clinton no merecía ser jefe supremo de las fuerzas armadas y le advirtió que era tan despreciado en las bases militares del estado que: “Si nos hace una visita, debe cuidarse. Más vale que traiga guardaespaldas”. Fue un comentario insólito; sin embargo, la prensa grande y la estructura de poder lo tomaron como algo perfectamente normal, lo cual es muy ilustrativo; ni siquiera criticaron a Helms (si un “ciudadano común y corriente” hace tal declaración, ahí mismo le caerían encima por amenazar al presidente) ni perdió poder ni “prestigio”; todo lo contrario.
Desde el principio, fuerzas poderosas allegadas al Partido Republicano han desatado una intensa y encarnizada oposición a su presidencia; están dispuestas a empañar “la dignidad de la presidencia” para atacarlo, a un grado sin precedentes en la historia contemporánea del país. (Ni siquiera en la crisis que tumbó a Richard Nixon se vio tanto desdén del mundo político oficial al presidente y tanto gusto en arrastrarlo por el lodo, con lo que enlodan la presidencia también). Desde el principio de su gobierno, la postura de dichas fuerzas es que Clinton no es apto para ser presidente y que su presidencia es “ilegítima”. Su intención siempre ha sido “darle duro” —desprestigiarlo ante la opinión pública y en el seno de la clase dominante— con el propósito de restarle influencia e iniciativa política y, de ser posible, correrlo.
Durante varios años, sobre todo este año, la investigación de Starr ha sido el arma principal de esas fuerzas, y ha precipitado la actual crisis y la posibilidad de destitución (o renuncia) de Clinton. Además de las relaciones obvias y documentadas entre varias fuerzas “conservadoras” (o “ultraconservadoras”) que abogan por la destitución de Clinton, se ha comprobado que Starr tiene vínculos estrechos con ellas; por ejemplo, con Jesse Helms (y su colega Lauch Faircloth); con los allegados a Linda Tripp y su agente Lucianne Goldberg; y también con los protagonistas de la demanda de Paula Jones. (El artículo de Andrew Sullivan publicado en la Revista del New York Times, abajo citado, describe los vínculos entre varios “conservadores” que han atacado a Clinton. Asimismo, “The Young Person’s Guide to Vast Right-Wing Conspiracy” —Guía para los jóvenes acerca de la vasta conspiración de derecha— que salió en Lumpen Times, una publicación anarquista de Chicago, aborda el tema).
Si bien el informe Starr tiene argumentos jurídicos contra Clinton, está claro que su propósito principal fue ponerlo en ridículo, política y personalmente. Los defensores de Clinton (y no solo ellos) han señalado que el propósito del informe —y su divulgación instantánea a través de los medios— con todo y pormenores “sensacionales y lascivos” fue desprestigiar (o manchar) a Clinton para que no pudiera seguir como presidente. (¿Cómo es que los enemigos de Clinton pudieron hacer eso? ¿Cómo pudieron llegar tan lejos? Eso va mucho más allá del simple hecho de que los republicanos son mayoría en el Congreso; volveremos al tema más adelante).
En cierto sentido, lanzar esos ataques bajos contra Clinton podría parecer raro, inclusive descabellado. Como señala el artículo de Andrew Sullivan en la Revista del New York Times: “Bill Clinton, muy probablemente el demócrata más conservador desde el presidente Harry Truman, se convierte para sus enemigos conservadores en la máxima expresión del liberalismo de los años 60. No les importa que haya resuelto el problema del déficit presupuestal, que haya aprobado la reforma al welfare y eliminado muchas libertades civiles en la guerra contra el terrorismo, que esté a favor de la pena de muerte, ni que aprobara una ley en defensa del matrimonio tradicional”. (“The Scolds”, Revista del New York Times del 11 de octubre de 1998. En cuanto a la postura del autor, dice sin pelos en la lengua: “Mi opinión sigue siendo que [Clinton] debe renunciar”; además, alaba a Ronald Reagan y contrasta su conservadurismo “bueno” con el conservadurismo “malo” de los enemigos de Clinton).
Además de esos “logros” citados por Sullivan, hay que añadir otros a la presidencia de Clinton: la escalada de la guerra contra los inmigrantes y la mayor militarización de la frontera con México; el desmantelamiento en marcha de la vivienda pública; una política “contra el crimen” muy agresiva, que implica brutalidad y asesinato policiales y la criminalización de una generación de chavos negros (y cada vez más chavas), así como latinos y otras nacionalidades en los barrios pobres. Sullivan explica que Clinton “es un presidente cuya política económica complace a los corredores de bolsa; bombardea a Sudán y Afganistán sin advertencia alguna [y, cabe señalar, combina ‘sanciones comerciales’ con ataques militares a Irak (y la amenaza de más agresión), con la consecuencia de miles y miles de muertes, sobre todo de niños, cada año], y declara que la época de la burocracia y el gran gobierno se acabó”. Sin embargo, como dice Sullivan: para sus enemigos “conservadores”, Clinton es “simplemente una pantalla del radicalismo liberal”. Hay que preguntar: ¿por qué? ¿Cuál es la neta? ¿Qué busca la derecha?
Para adentrarnos en esto, volvamos al ataque de Jesse Helms contra Clinton al principio de su presidencia. Eso sucedió cuando Clinton anunció su propuesta de permitir gays abiertamente en las fuerzas armadas por primera vez (aunque Clinton se echó para atrás a toda carrera y adoptó la actual norma de “no preguntar/no decir”). Además, Clinton nombró a muchos negros, “minorías” y mujeres a puestos del gobierno; la poetisa negra Maya Angelou fue invitada de honor a la toma de posesión; nombró a un gay de embajador y a una cantidad nunca vista de gays a puestos en la Casa Blanca; a diferencia de los dos presidentes anteriores, se opuso a las iniciativas para prohibir el aborto, aunque cedió política y moralmente ante los que quieren que el aborto sea considerado un pecado y un delito (más adelante volveremos al tema). Del mismo modo, aunque en la campaña electoral de 1992 apoyó el genocidio contra el pueblo de Irak por la administración de Bush, no repudió su propia oposición a la guerra de Vietnam y se ha identificado con expresiones culturales que se consideran parte del legado de los años 60 (lo que se vio en la ceremonia de toma de posesión y, con mucho simbolismo, cuando tocó el saxofón en el programa de televisión de Arsenio Hall durante la campaña).
Por eso, Clinton es un símbolo y un blanco de los políticos que declaran que la “moral tradicional” del patriarcado y el patriotismo ciego —encarnada en el cristianismo fundamentalista— es la piedra angular que mantendrá la estabilidad y cohesión de la sociedad capitalista y la dominación del imperio yanqui. Para ellos, América hoy —no solo el gobierno sino la sociedad en general— está en declive cultural y moral. Es más, corre el peligro de desintegración y destrucción. Robert Bork resume todo eso en el título de su nuevo libro: Desliz hacia Gomorra.
Andrew Sullivan dice que el punto de vista de Bork —cuyo nombramiento a la Suprema Corte suscitó un debate tan fuerte en el Congreso que terminaron por rechazarlo— ha evolucionado: de ser “profeta de la moderación jurídica” ha llegado a tal punto que “La única esperanza que Bork ofrece es que surja un conservadurismo religioso vigoroso, optimista y experimentado políticamente”. Bork, y otros de la misma laya, son como profetas del Antiguo Testamento que advierten a la nación favorecida de dios que está encendiendo su ira y se acerca un tremendo cataclismo por sus pecados. Sostienen que se necesita un “renacimiento moral” —guiado por una interpretación textual y absolutista de la Biblia, y una política regida por tales “verdades”— para contrarrestar el declive, salvar a América del infierno y proteger su posición de potencia superior del mundo.
Esa gente va muy en serio y es muy poderosa. Durante la actual “crisis de la presidencia”, han llevado la batuta entre los conservadores y el Partido Republicano, que es el partido oficial de dicha tendencia. Como explica Andrew Sullivan: “Los conservadores que todavía abogan por reducir la burocracia y los impuestos [conservadores fiscales] han tenido que unirse al coro de reavivar la moral para ganar a sus colegas [conservadores morales]”. Aunque la tendencia del momento es decir que a lo mejor eso ha cambiado —que tras los comicios, el “conservadurismo fiscal” ha triunfado sobre el conservadurismo social y la “moralidad”— un análisis cabal, más allá de las interpretaciones pragmáticas de los sucesos, demuestra que los defensores del “renacimiento moral” han avanzado mucho durante los últimos 20 años; que en gran medida lograron moldear la “crisis presidencial”; y que siguen siendo una fuerza formidable, bien conectada y con una sólida base financiera.
¿A qué se debe la mayor influencia e iniciativa de esas fuerzas —y el conservadurismo en general— en las estructuras e instituciones de la política oficial? Bob Avakian, el presidente de nuestro partido, abordó el tema recientemente en un ensayo sobre la moral:1
“No extraña entonces que ante cambios que tienden a minar o trastornar el sistema (por no decir nada de desafíos directos), la clase dominante se aferre más a la autoridad de la ‘moral tradicional’, a la vez que afila y esgrime con más agresividad su espada represiva. Por eso es que no solo William Bennett y otros ‘conservadores’ libran una cruzada sagrada a favor de ‘la familia’ y los ‘valores familiares’: a ellos se unen en coro los demócratas y ‘liberales’ de la clase dominante.
“Sin embargo, la verdad es que en esta cruzada y en general, hoy por hoy, los ‘conservadores’, y no los ‘liberales’, tienen la iniciativa. ¿Por qué? Hay varias razones fundamentales: importantes cambios geopolíticos, en particular la desintegración del bloque soviético y la Unión Soviética; cambios en la economía mundial (como la mayor internacionalización de la producción y de la especulación y otras actividades parasíticas del capital) ligados a cambios en la economía estadounidense, como reajustes en la composición de la fuerza de trabajo, con menos trabajos manuales; y una enorme deuda asociada con los gastos militares sin precedente de la década pasada (el costo de ‘ganar la guerra fría’).
“Hay que ver la decadencia del liberalismo en ese amplio contexto. Por un lado, cambios económicos y sociales (como la contracción de la industria y el descenso de los sindicatos, el crecimiento de los suburbios y la fracturación de las viejas coaliciones políticas urbanas) han debilitado los tradicionales pilares sociales del pacto liberal conocido como el Nuevo Trato (New Deal). Por otro lado, intensas presiones económicas mundiales e inminentes crisis presupuestarias están causando una drástica restructuración de los gastos gubernamentales y los programas sociales, tras años de restructuración en el sector privado. Esta es una época de un capitalismo de menos concesiones, más golpes y más movilidad. Necesita abaratar la producción, rebajar los salarios y beneficios, y crear una fuerza de trabajo más flexible y ‘desechable’. Necesita recortar los programas sociales del Nuevo Trato y de la Gran Sociedad, que hoy, dicen, son una carga ‘improductiva’. (¿No fue el demócrata Clinton quien sacó la frase: ‘Eliminar el welfare tal como ha sido’?) Esos y otros factores relacionados han minado el terreno del Nuevo Trato y los programas de concesiones (la ‘guerra contra la pobreza’, etc.), que han sido la base de las administraciones demócratas de la sociedad capitalista en Estados Unidos.
“A la vez, muchos de esos mismos factores, junto con la lucha que ha librado el movimiento de la mujer, han llevado a una situación en la que gran cantidad de mujeres no solo tienen la necesidad sino la posibilidad de trabajar fuera de la casa. A todo eso le ha acompañado una gran cantidad de trastorno y conmoción; y una de sus más importantes consecuencias es una erosión significativa, desde muchos ángulos y entre diversos sectores de la población, de la base de la familia tradicional patriarcal y los ‘valores familiares tradicionales’ con ella asociados. Sin embargo, todos esos cambios se están dando dentro de los límites del mismo sistema, sobre las bases de relaciones económicas capitalistas.
“Esa contradicción podría ser muy explosiva, y en muchos aspectos ya está estallando....
“Una expresión concentrada de eso es la polarización y dura lucha en torno al derecho al aborto. Es claro que la esencia del ‘movimiento’ contra el aborto —que desde el inicio ha sido manejado desde ‘arriba’ (y me refiero a individuos de la clase dominante y no a la inspiración de dios que le imputan)— ha sido reforzar el control patriarcal de la mujer y el papel de la mujer como incubadora” (de Predicando desde un púlpito de huesos, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional).
Con la presidencia de Clinton se buscaba manejar dichas agudas y explosivas contradicciones ofreciendo cierto “espacio político” a la “diversidad” y al “multiculturalismo”, a la vez que se fortalecían las relaciones de supremacía blanca y el machismo, que son imprescindibles en la estructura del capitalismo-imperialismo estadounidense. Por eso, Clinton ha planteado una versión menos absolutista de los “valores tradicionales” y la “tradición judeocristiana” que ha servido para justificar y reforzar las relaciones de explotación y opresión en que se cimienta el sistema.
Sin embargo, para sus contrincantes conservadores, sobre todo los fundamentalistas, tal programa no conviene. Opinan que minará los cimientos tradicionales del sistema, tanto de la base económica como de la superestructura política, cultural e ideológica; que llevará al deterioro del “consenso” social y de la “cohesión” social que prestan legitimidad al sistema y son necesarios para mantenerlo. Efectivamente, a raíz de los movimientos de los 60, amplios sectores del pueblo se sienten comprometidos con la justicia e igualdad social y no aceptan que Estados Unidos tenga el presunto deber moral ni el derecho de cabalgar sobre los demás e imponer un orden mundial. Por otra parte, la “recuperación” de la economía durante la administración Clinton —y la producción altamente “globalizada” y “flexible” que la caracteriza— ha coadyuvado al “deterioro de la familia tradicional”. Asimismo, ha fomentado una cosmovisión de “gozar la vida”, particularmente (pero no exclusivamente) de los profesionales acomodados, lo que conlleva el deterioro de ciertos “valores tradicionales”, tales como el patriotismo y la voluntad de sacrificarse por los “intereses nacionales” proclamados por la política oficial.
Lo que Marx escribió hace 150 años en el Manifiesto Comunista acerca de las relaciones de producción burguesas desenfrenadas viene muy al grano, sobre todo en lo que se refiere a ciertos sectores de la población estadounidense en el mundo del capitalismo “post-guerra fría”. El siguiente pasaje del Manifiesto es muy contundente: “Dondequiera que ha conquistado el poder, la burguesía... ha desgarrado sin piedad [las relaciones feudales] para no dejar subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel ‘pago al contado’. Ha ahogado el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio... En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación abierta, descarada, directa y brutal”. Aquí se encierra una gran ironía: el “triunfo” y el “triunfalismo” del capitalismo hoy por hoy han producido ciertos efectos y sentimientos que tienden a socavar la voluntad de sacrificarse por “dios y la patria”, es decir, por los intereses y exigencias del imperio yanqui, dentro del país y a nivel internacional. Por eso, los “conservadores”, principalmente la derecha cristiana, buscan reavivar e imponer precisamente “el sagrado éxtasis del fervor religioso, el entusiasmo caballeresco y el sentimentalismo del pequeño burgués”; es decir, resucitar una situación en la cual impere una explotación mundial más brutal que nunca, pero “velada por ilusiones religiosas y políticas”.
Al respecto, cabe señalar un artículo sumamente interesante que invita a la reflexión: “The Erosion of American National Interests” (Erosión de los intereses nacionales de Estados Unidos) de la revista Foreign Affairs (septiembre/octubre de 1997). El autor, Samuel P. Huntington, un “conservador”, critica a Clinton por fomentar el “multiculturalismo” y la “diversidad”. Advierte que las “tendencias hacia la desintegración” desatadas por el fin de la guerra fría (en particular la “pérdida” de la Unión Soviética como enemigo formidable y rival poderoso en la contienda por la dominación mundial), agravadas por el multiculturalismo y la situación de las etnias a nivel interno, podrían minar la unidad en torno a los “intereses nacionales”, así como la necesaria proyección del poderío imperial yanqui a otros países. Hasta plantea que: “De triunfar el multiculturalismo y de desintegrarse el consenso de la democracia liberal, Estados Unidos podría acabar en el basurero de la historia al lado de la Unión Soviética”. La presidencia de Clinton ha contribuido a tal eventualidad, según el autor, dado que “cabe muy poca duda de que es el primer presidente que fomenta diversidad, en lugar de la unidad del país”.
Andrew Sullivan señala que según Robert Bork y otros “conservadores” de la misma laya, para unificar la sociedad y prevenir su desintegración o destrucción se necesita “un renacimiento del fundamentalismo religioso o una gran depresión que haga reflexionar sobriamente”. (Al parecer, a Bork le agradan ambas posibilidades). Asimismo, dice que otro escritor “conservador” importante, David Frum, aboga por disminuir la influencia del gobierno, “no con la finalidad de expandir la libertad personal sino para minar la seguridad económica de la clase media a tal grado que no tenga más remedio que volver a la moralidad de los años 50”.
Es obvio que las posiciones políticas e ideológicas de esos sujetos son reaccionarias; hasta expresan ideas y posturas que podrían clasificarse como demencia, según criterios modernos de racionalidad. (Véase, por ejemplo, cualquier escrito de Pat Robertson). En su libro Answers to 200 of Life’s Most Probing Questions (Respuestas a 200 de los interrogantes más difíciles de la vida), Robertson afirma que Satanás tiene la culpa por la mayor parte del dolor del mundo y que la mayoría de las enfermedades son consecuencia del pecado. Sostiene que Carlos Marx fue un “sacerdote satánico” poseído por “demonios”. Asimismo, escribe: “Es posible que un príncipe demoníaco esté al mando de Nueva York, Detroit, St. Louis o cualquier ciudad”. Dice que “adivinos, espiritistas, brujas, hechiceros”, al igual que los “satanistas”, son “controlados por Satanás”; que las sesiones y tablas de espiritismo, así como la meditación transcendental (y decir los “nombres de dioses hindúes”) y hasta el juego de “Mazmorras y Dragones” son “potenciales fuentes de posesión demoníaca”. Robertson menciona que en un viaje a Seattle-Tacoma “caí en una terrible depresión” y “me di cuenta de que fue un ataque demoníaco”; cuenta que logró superar el ataque declarando: “Satanás, en nombre de Jesús, apártate de mí”. Aunque parezca contradictorio, Robertson dice: “Al examinar los libros sagrados de otras religiones, uno encuentra fantasías y extraños sucesos sobrenaturales que la gente razonable no puede aceptar. En cambio, la Biblia es fiel a la historia”. Para colmo, ataca el hecho científico bien comprobado de la evolución, que hasta el papa ha tenido que aceptar, aunque siempre trata de “conciliarla” con las “verdades de la Biblia”.
Sin embargo, Pat Robertson y otros personajes con la misma cosmovisión y programa no están marginados de la vida social y política del país, ni mucho menos: son participantes legítimos del proceso político y serios rivales en la contienda para dominar la estructura de poder y dirigir la sociedad. El propio Robertson se postuló a candidato presidencial del Partido Republicano en 1988.
¿Qué conclusiones se pueden sacar acerca de la influencia creciente de fuerzas como Robertson? Cuando menos habría que decir que indica que los meros meros del mundo financiero y del poder no tienen en este momento un consenso bien definido y de buena aceptación acerca de las formas y medios específicos de control que emplearán en este período, un período que nuestro partido ha caracterizado como “de transición con potencial para grandes trastornos”. Sin embargo, existe un consenso bastante amplio en el seno de la clase dominante de que el programa social y político de los reaccionarios fundamentalistas es un elemento importante de la “mezcla política” del momento. Además de las propias fuerzas fundamentalistas, hay otras agrupaciones poderosas que opinan que podría surgir una situación que dictaría poner en práctica el programa fundamentalista a una escala mucho mayor.
Además, cabe señalar que desde hace cierto tiempo se ha cultivado una situación en las fuerzas armadas en la cual la política de los reaccionarios fundamentalistas ocupa una posición importante, particularmente en el alto mando. En su libro Making the Corps (que, como indica el título, se enfoca en la Infantería de Marina, además de abordar otras ramas castrenses) el autor, Thomas E. Ricks, comenta: “Al parecer las fuerzas armadas están optando por un conservadurismo partidista”. A manera de ejemplo, cita a varios militares y las siguientes frases de una condena típica de “radicales culturales, individuos que odian nuestra cultura judeocristiana... [cuyo] proyecto se está plasmando paulatinamente en una nueva ideología conocida como ‘multiculturalismo’ o ‘ser políticamente correcto’; fundamentalmente, es la traducción del marxismo de la economía a la esfera social y cultural”. Ricks señala que ese comentario “suena como un discurso derechista típico de los 90”, tal como lo plantearía Robertson o Pat Buchanan, pero lo llamativo es que los autores son dos reservistas de la Infantería de Marina y William S. Lind, “un analista militar quien ha influido en el desarrollo de la doctrina castrense de la Infantería de Marina”; además, su “asombrosa conclusión” (palabras de Ricks) es que “es probable que la próxima guerra que combatamos sea aquí mismo en Estados Unidos”.
También hay que reconocer que el proyecto general represivo social y político de dichas fuerzas encierra un elemento abiertamente genocida en lo que se refiere a las masas de los ghettos, a pesar de sus esfuerzos por “limpiar su imagen”. Han “pedido disculpas” por acciones racistas cometidas a lo largo de muchos años y han declarado su oposición a la opresión racista del pasado; por ejemplo, Jerry Falwell dijo que su reacia oposición al movimiento de Derechos Civiles durante los años 50 y 60 estuvo mal. Pero plantean muy agresivamente un programa sumamente opresivo y, valga la redundancia, que tiene implicaciones genocidas. Eso se demuestra claramente, por ejemplo, cuando Pat Robertson aborda el tema de crimen y castigo, particularmente la cuestión de la pena de muerte, en su libro Answers to 200 of Life’s Most Probing Questions. En una parte del libro titulado (significativamente) “Cristianos y el gobierno”, Robertson propone que se descarte el sistema penal actual y que se siga “el modelo de la Biblia” de la época del antiguo Israel, donde “no había prisiones” y “castigaban públicamente a los delincuentes a latigazos”. Será instructivo citar unos párrafos del libro de Robertson:
“Hoy los delincuentes son recluidos en penales, donde se supone que se arrepientan o que pidan perdón por sus pecados [nótese: no simplemente por sus delitos sino por sus ‘pecados’]. En realidad, esos lugares fomentan la delincuencia: inclusive las mejores prisiones tienen una reincidencia del 85%.
“La sociedad paga por la angustia de las víctimas de la delincuencia y paga año tras año los costos de recluir al delincuente, un gasto anual equivalente a la colegiatura de las mejores universidades. La Biblia nos ofrece un modelo muy superior. Los que cometían delitos menores regresaban a la sociedad y restituían a la víctima; a los delincuentes recalcitrantes los eliminaban de una vez por todas con la pena de muerte. La sociedad no era víctima ni tenía que pagar dos veces, como hoy”.
Cabe subrayar que Robertson no limita la aplicación de la pena de muerte a los condenados por delitos graves como homicidio premeditado: dice que es “un castigo muy necesario para delitos violentos” y emplea la frase “delincuentes recalcitrantes”. Al abordar el tema de la pena de muerte, Robertson alaba el “modelo de la Biblia”:
“En el antiguo Israel se creía que la sangre derramada en un homicidio manchaba la tierra y para restituirla había que derramar la sangre del asesino.
“Había un solo remedio para los que consideraban recalcitrantes, los que cometían actos indebidos que perjudicaban la relación entre Dios e Israel o destruían la trama de la sociedad: la pena de muerte. Por medio de ella, se eliminaba la ofensa y se purificaba la tierra”.
Al principio del pasaje, Robertson menciona homicidio; de hecho, no menciona otro delito. Sin embargo, en el antiguo Israel —y Robertson obviamente lo sabe— muchos actos conllevaban la pena de muerte. El propio Robertson señala: “La misma ley de los diez mandamientos especificaba la pena de muerte para ciertas ofensas”; pero, muy a propósito, evita nombrar dichas ofensas precisamente porque abarcaban no solo el homicidio sino los presuntos delitos de homosexualidad, brujería y magia, venerar a ídolos o a dioses que no fueran el dios de Israel, adulterio y fornicación —que para la mujer significaba todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio— y rebeldía o inclusive falta de respeto de los hijos hacia sus padres. Como demuestran esos ejemplos (y muchos más que se podrían mencionar), en el antiguo Israel se imponía la pena de muerte por muchas cosas que, según las normas de la sociedad burguesa, ni siquiera se consideran delitos, y mucho menos que merecen la pena de muerte.
En su forma de plantear la cuestión —por lo que dice y lo que no dice— Robertson implica que la pena de muerte podría aplicarse no solo a los que cometen delitos como homicidio premeditado sino muchos otros delitos; es decir, a una categoría muy amplia y “flexible” que merece la muerte porque, según el criterio de teócratas reaccionarios como Robertson, “mancharon la tierra” con “actos indebidos” y provocaron la ira de dios contra su nación favorecida o “destruyen la trama de la sociedad”. Es preciso ubicar esos planteamientos en el contexto de la sociedad estadounidense hoy, donde la política oficial y la “dinámica normal” de las leyes de acumulación y competencia capitalista consignan grandes sectores del pueblo al “desempleo permanente”; para ellos la única alternativa real que el sistema ofrece podría ser la economía informal. Visto así, es innegable que la lógica del planteamiento de Robertson de aplicar “el modelo de la Biblia” al sistema penal implica una “solución final” para las masas de los ghettos, así como preparativos para una represión muy dura, hasta la ejecución, como castigo por una amplia gama de actividades que hoy son consideradas delitos menores o ni siquiera delitos.
Si bien se habla de la “delincuencia”, dada la realidad de que la mayoría de los presos son negros y latinos (y dada la supremacía blanca y todas las atrocidades que ha generado a lo largo de la historia de este país), ¿a poco vamos a creer que el exterminio masivo —a través de ejecuciones oficiales y/o de otras formas— se limitará a los sectores del pueblo negro y otras minorías que han cometido lo que hoy se consideran delitos graves? La declaración de un orador ante un “congreso del conservadurismo” en 1997 viene al caso: según Andrew Sullivan, repudió el aborto y el control de la natalidad, además de “lamentar el hecho de que la falta de procreación de los europeos blancos está llevando a la ‘muerte de la raza’“. Dicha supremacía blanca descarada —y la idea de que las mujeres europeas blancas son reproductoras de la “raza blanca”— encaja con la lógica de guerra racial de las fuerzas cristianas paramilitares y los rapados nazis. Y, empleando una frase de Richard Pryor, “la conclusión lógica de tal lógica” de guerra racial es el genocidio. Al reflexionar sobre todo eso, conviene recordar que entre los fascistas “legítimos” (y prominentes) del país figuran, además de los teócratas como Pat Robertson, los recalcitrantes supremacistas blancos del Sur, como Jesse Helms.
Además de examinar la postura de los teócratas fundamentalistas como Robertson acerca de la delincuencia y el sistema judicial, nuestro partido ha sometido a un análisis riguroso su política e ideología, y ha llegado a la conclusión de que son fascistas cristianos. Es decir, afirmamos (sin temor a exageraciones) que estamos ante un nazismo contemporáneo disfrazado con un manto religioso y ajustado a la sociedad estadounidense, dentro del marco de la actual situación mundial. En este momento, dichos fascistas cristianos tienen fuertes discrepancias con Clinton y con algunos aspectos de su programa.
Es importante captar lo terriblemente siniestras que son tales fuerzas y los horrores que quieren imponer a la sociedad y al mundo; sin embargo, sería muy lamentable ignorar o subestimar el hecho de que Clinton y los demócratas están de acuerdo con aspectos importantes de su programa y, lo que es más, lo han puesto en práctica, aunque en algunas instancias no toman la delantera sino que simplemente siguen o ceden ante la iniciativa de la derecha. Eso es muy evidente al examinar medidas que han impactado directamente al proletariado, sobre todo a las grandes concentraciones de los ghettos. Volvamos a los ensayos de Bob Avakian sobre la moral:
“...los cambios económicos y geopolíticos de Estados Unidos y el mundo han llevado a que millones de personas que están en el fondo de la sociedad en Estados Unidos, en particular los que viven en los ghettos y barrios pobres, queden excluidas más o menos permanentemente de un trabajo significativo, remunerativo, salvo en la ‘economía subterránea’ (que se basa en gran medida en el narcotráfico y ha pasado a ser un importante factor económico e importante empleador en todas las grandes zonas urbanas, así como en ciudades más pequeñas, pueblos e incluso zonas rurales).
“Aquí también, la clase dominante se ve ante la necesidad de contener y mantener el control fundamental de la situación, y de los de abajo, así como de levantar y fortificar barreras entre ellos y otros sectores sociales (‘la clase media’). Eso explica, por un lado, el constante incremento de fondos y fuerzas asignadas al crimen y castigo, o sea, la policía, las prisiones, las guerras contra las masas con el pretexto de la ‘guerra contra la droga’ y la ‘guerra contra el crimen’ y, por otro lado, el hecho de que esas ‘guerras’ nunca se ‘ganan’ sino que continúan interminablemente.
“Todo eso establece el marco y el ‘tono’ de la política de la clase dominante en Estados Unidos. Exige que la ‘punta de lanza’ de sus medidas sea un ataque agresivo contra los de abajo y eliminar concesiones (o sea, una guerra contra los pobres en vez de una supuesta guerra contra la pobreza), junto con una cruzada igualmente agresiva para promover e imponer los ‘valores antiguos’ del patriarcado, el patriotismo y el chovinismo blanco (racismo).
“Una tras otra, la prensa grande difunde y legitima toda clase de ‘teorías’ e ‘investigaciones’ que dizque demuestran que existen diferencias innatas e inmutables entre las razas, los géneros y otros grupos sociales, y que explican por qué unos se merecen posiciones de privilegio y otros no. Luego afirman que eso es ‘prueba científica’ de que los programas que se proponen nivelar esas desigualdades están condenados al fracaso y hay que eliminarlos. Pero la verdad es que lo único que prueban esas ‘teorías’ y esas ‘investigaciones’ es el innegable descrédito de un sistema y una clase dominante que están abandonando hasta la apariencia de poder superar enormes desigualdades, y más bien tienen que inventarse ‘profundas razones’ por las que no pueden superarlas. Y en todo eso, aunque los ‘liberales’ tienen un papel que desempeñar, los ‘conservadores’ tienen la iniciativa”.
El hecho es que la administración Clinton ha puesto en marcha muchos aspectos del programa de pobreza, castigo y patriarcado, como por ejemplo la eliminación de programas sociales ganados a través de lucha. Y cuando Clinton y los demócratas han discrepado con los “conservadores”, han ofrecido una defensa muy floja y se han echado para atrás en un dos por tres, como hicieron con la acción afirmativa. En cuanto al derecho al aborto, repetimos, sus posiciones ceden la iniciativa moral y política a la derecha (dicen que el aborto debe ser “legal pero poco usual”, lo cual implica que es un mal necesario). En realidad, la administración Clinton no ha hecho nada para cambiar la situación de que más y más mujeres—sobre todo pobres, jóvenes y de zonas rurales— prácticamente no tienen servicios de aborto (aunque el aborto todavía es legal).
Bueno, sí hay un renglón en que Clinton no se ha dejado ganar por la oposición “conservadora”: la represión y las medidas fascistas. Ninguno de los politiqueros más importantes de hoy —ni siquiera Rudolph Giuliani, el alcalde republicano de Nueva York, cuyas medidas draconianas y fascistas han provocado ira popular y condena de prestigiosas organizaciones de derechos humanos, así como aplausos de la estructura de poder y la prensa grande— ha rebasado a Clinton en eso. Ha fomentado la aplicación más generalizada de la pena de muerte; ha destripado las libertades civiles con el pretexto de “la guerra contra el terrorismo”; ha intensificado la guerra contra los inmigrantes y la militarización de la frontera con México; ha seguido (y ampliado) la política de criminalización de grandes sectores del pueblo, sobre todo de los chavos de los ghettos, lo cual implica gastar en prisiones en vez de escuelas, y que para más y más chavos esas son las instituciones formativas, son su “futuro” si siquiera tienen futuro.
En palabras de un jefe de policía: “En Washington, la voz de las fuerzas del orden es más fuerte que nunca”. ¿Qué implica eso “en la calle”, en los barrios donde vive la gente que es el blanco de dichas fuerzas del orden? Más hostigamiento, atropello, brutalidad y muerte a manos de la policía. El Proyecto Vidas Robadas (un proyecto de la Fundación Anthony Báez, el Gremio Nacional de Abogados y la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación) ha desenterrado más de mil casos, desde 1990 no más, de víctimas de la policía, los guardias de prisión y la Patrulla Fronteriza. La mayoría de esas mil personas estaban desarmadas y fueron asesinadas a sangre fría o en circunstancias muy sospechosas; por lo general, no se ha acusado a los homicidas de delito alguno2. Esta situación es tan patente que Amnistía Internacional ha iniciado, por primera vez, una campaña general acerca de un país occidental: Estados Unidos donde, en sus palabras, existe “un patrón persistente y sistemático de violaciones de derechos humanos” por parte de las fuerzas policiales y el sistema judicial/penal”.
Además, Clinton ha planteado un nuevo criterio político para justificar el trato que se les da a grandes sectores del pueblo de ciudadanos de segunda clase (es decir, sin los derechos que supuestamente tienen los demás); se plasma en una frase que repite constantemente en sus discursos, ruedas de prensa, etc.: “siempre y cuando uno se apegue a la ley”.
Esa frase hace ver que la “diversidad” tan sonada de Clinton en realidad es cuento. Es decir, uno tiene el derecho a buscar un lugar en el luminoso mundo virtual, cruzando el “puente al siglo 21” (otra frase trillada de Clinton), siempre y cuando se apegue a la ley. De esa forma insidiosa y sutil Clinton establece un nuevo criterio que revoca el supuesto principio de “presunción de inocencia”; es decir, será necesario probar que uno es “inocente” para gozar de ciertos derechos elementales, como el proceso legal establecido. En la práctica, eso implica que “se presume culpable” a amplios sectores del pueblo — particularmente los jóvenes y las masas de los ghettos— que no gozan de derechos judiciales ni “garantías constitucionales”. Eso se ve claramente con las medidas “preventivas” que prohíben que los chavos se junten en una esquina porque las fuerzas del orden dicen que son “pandilleros”. A lo largo y ancho del país, la policía tiene “bases de datos” con las cuales justifica darles trato de criminales a chavos por el simple hecho de ser negros o latinos, o porque andan con “conocidos pandilleros”, inclusive porque se dice que “tienen el potencial de ser pandilleros”. (Se encuentra más información al respecto —por ejemplo, el hecho de que la policía de algunas ciudades admite que la mayoría de los chavos negros de cierta edad figuran en tal “base de datos”— en una serie de artículos del OR: “La juventud negra y la criminalización de una generación”, Nos. 971 a 974, 30 de agosto y 6, 13, y 20 de septiembre de 1998).
Otro ejemplo muy ilustrativo es que Clinton ha ido más allá de las “leyes de tres strikes” y ha establecido la regla de “un strike y fuera” para los residentes de vivienda pública: o sea, pueden expulsar a una familia de su casa si cualquier miembro o inclusive una visita es acusado —acusado, no condenado— de un delito “violento o de droga”. Esto es parte del plan general de desmantelar la vivienda pública; pero además, es parte del plan de clasificar a grandes sectores del pueblo (sobre todo proletarios, pues según la “dinámica normal” del capitalismo en este período de la historia ni siquiera es rentable explotarlos) como “delincuentes a menos que prueben lo contrario”... sin derecho al proceso legal establecido... cuyo destino es vivir en campos de concentración, es decir, prisiones donde sea rentable explotarlos y/o sea posible ejecutarlos. En vista de la historia y los rasgos fundamentales de la sociedad capitalista, que ha institucionalizado la supremacía blanca y no puede prescindir de ella, es de esperarse que la gente de color ocupe cada vez más dicha categoría de “delincuentes”.
Para justificar todo eso, Clinton ha sumado su voz a la cantaleta de los conservadores acerca de la “responsabilidad personal”, la cual es un arma ideológica con la cual se culpa al pueblo por la disparidad entre la realidad de la sociedad burguesa y las promesas y los principios que pregona; en particular culpa a las masas del ghetto por la situación de pobreza y opresión en que las tienen. Le echa la culpa de dicha situación —y de las acciones de la gente obligada a vivir así— a una supuesta “falla moral” de los oprimidos, y así niega y oculta la verdadera causa: la dinámica del sistema y la política de la estructura de poder. (¿A poco las masas de los ghettos y barrios sacaron la industria de las ciudades o impusieron la segregación de la vivienda? ¿A poco la gente de las zonas rurales es responsable de que el capital bancario y corporativo domine el sector agropecuario?) Hablar de “responsabilidad personal” es poner sal en la llaga; es el “sermón moral” que acompaña la política de castigo, las palabras mojigatas de los verdugos.
En palabras del escritor William Finnegan, quien se describe como “viejo amigo del sector público”: “Es difícil entusiasmarse por un gobierno cuya actividad principal parece ser hostigar y encarcelar a los ciudadanos. Los que esperaban que la administración de Clinton podía frenar o revertir tales tendencias se encuentran sumamente decepcionados”. (William Finnegan, Cold New World, Growing Up in a Harder Country; Un nuevo mundo frío, crecer en un país desalmado) Sin embargo, muchos de ellos están defendiendo a Clinton y los demócratas ante la creciente embestida de la derecha (en general, y específicamente en la actual “crisis de la presidencia”). Al llegar los comicios, eso se plasmó en la esfera electoral. En vísperas de las elecciones, Clinton se concentró en la movilización de votantes negros. Exhortó así a un grupo de clérigos negros: “A los que se sienten comprometidos conmigo les ruego fijarse muy bien en la importancia de estos comicios”. De hecho, destacados personajes del campo artístico y otras esferas han opinado que a los negros les interesa defender a Clinton y su presidencia.
Desde luego, Clinton no es el primer presidente que supuestamente “tiene un gran compromiso con el pueblo negro y sus problemas”. (Se dijo lo mismo de los presidentes John F. Kennedy y Franklin Roosevelt, e inclusive de Lyndon Johnson). Pero además, se afirma que Clinton tiene un conocimiento profundo de la cultura negra y se siente a gusto con los negros. Hasta se ha dicho que Clinton es “el primer presidente negro”, “más negro que cualquiera que podría triunfar en las urnas durante la próxima generación”, porque “Clinton comparte la experiencia negra: es del estado de Arkansas, lo crió su mamá sola, nació pobre, es de clase obrera, toca el saxofón y le encanta la comida de McDonald’s”, y precisamente por eso lo hostigan y “humillan” (de un artículo de Toni Morrison en la revista The New Yorker). Clinton es un político burgués muy astuto y cuando le conviene es perfectamente capaz de aparentar cierta afinidad con aspectos de la cultura negra; en otras ocasiones, ha desplegado un simbolismo abierta o solapadamente racista por conveniencia personal o motivos políticos de mayor alcance. Para mencionar algunos ejemplos: distanciarse de Jesse Jackson; su ataque gratuito a Sista Souljah durante la campaña electoral de 1992; el trato que ha dado a funcionarios del gobierno y candidatos que él mismo ha nombrado, como Lani Guinier y Joycelyn Elders; y, muy importante, su afán de sacarse la foto en las prisiones del Sur cuando resucitaron la espantosa costumbre de encadenar a las cuadrillas de presos cuando hacen trabajos forzados.
Pero aun si Clinton fuera negro —”culturalmente” o en realidad— eso no alteraría nada en lo fundamental: al examinar los hechos fríamente, es innegable que el programa de Clinton es una embestida salvaje y multifacética contra las masas negras y demás oprimidos, los jóvenes, las mujeres pobres y los del fondo de la sociedad. Como dice el refrán, guárdese del amigo y del traidor. Clinton ha sido un enemigo más peligroso —ha jugado un papel más eficaz para la clase dominante y sus ataques contra el pueblo— precisamente porque finge ser amigo. Mucha gente ha señalado, por ejemplo, que si un presidente republicano hubiera aprobado la “reforma al welfare”, habría provocado mayor resistencia. Pero la lucha se frenó porque, en cuanto a partidos que mueven las palancas del poder político, la única alternativa a Clinton y los demócratas es el Partido Republicano, que tiene merecida fama de ser enemigo agresivo y descarado del progreso del pueblo negro, de la mujer y de los oprimidos. La lógica de la política burguesa no permite salir de esa siniestra trampa... y una buena cantidad de feministas ha caído en ella también.
Según una declaración de la Mayoría Feminista, consideran a Clinton como “un aliado en la Casa Blanca” y “el primer presidente elegido por la mujer”, aunque ha tenido ciertas fallas en cuanto a “los derechos de la mujer”. Asimismo, es común oír que su oposición a que se prohíba el aborto es primordial. Desde luego, se trata de una cuestión de suma importancia: el derecho al aborto concentra la batalla contra la opresión patriarcal y las cadenas de la tradición, y es evidente que los fascistas cristianos y sus aliados lo reconocen, como demuestran los comentarios de William Kristol, un líder “conservador” (quien tiene una presencia habitual en los medios de comunicación y es director de The Weekly Standard, revista de Rupert Murdoch, monopolista de la prensa grande). Sullivan cita a Kristol: “Roe y el aborto son la prueba, pues si los republicanos no logran conquistar este reto moral y político, si no ganan el apoyo nacional a su proyecto de revocar Roe y avanzar hacia una América post-aborto, en verdad, ya no habrá futuro conservador”.
Sullivan también menciona los comentarios de un “conservador” que dio una ponencia con Kristol en un simposio en Washington, D.C., en 1997. Según Sullivan, dijo que tanto el aborto como el control de la natalidad sirven para “homosexualizar las relaciones heterosexuales”. Esa frase es muy reveladora; sintetiza varias cuestiones clave: la conexión entre la oposición al aborto y el repudio a la homosexualidad; por qué la oposición al aborto es tan fundamental en la cosmovisión y programa de los reaccionarios; y por qué la lógica de dichas fuerzas las lleva a oponerse al control de la natalidad y a la libertad reproductiva de la mujer. Además revela los fundamentos de todo eso: la familia patriarcal es más que nada una relación de propiedad —un elemento imprescindible de las relaciones de propiedad burguesas— en la cual la mujer es propiedad del esposo y su papel primordial es parir, sobre todo varones, para continuar su linaje y heredar su propiedad; por eso el propósito singular y esencial de las relaciones sexuales “en la cama matrimonial” es la procreación. (Cabe subrayar que el mismo ponente que afirmó que el aborto y el control de la natalidad sirven para “homosexualizar las relaciones heterosexuales” “lamentó el hecho de que la falta de procreación de los europeos blancos esté llevando a la ‘muerte de la raza’“).
¿Cuál ha sido el curso de la lucha sobre el aborto, particularmente durante la época de Clinton? Las fuerzas que quieren construir una “América post-aborto” han avanzado bastante; han empleado distintas tácticas, como el hostigamiento permanente de clínicas y proveedores de aborto, ataques incendiarios, agresión y asesinato; la consecuencia es que en la práctica se niega el aborto a muchas mujeres y se sabotea la preparación de nuevas generaciones de proveedores de aborto. Por otra parte, han logrado ganar en buena medida la iniciativa moral y política, y delimitar la lucha y debate. Francamente, han logrado confundir y desorientar a mucha gente, especialmente a muchas jóvenes. (Con su afirmación siniestra de que los abortos son un “holocausto”, inclusive han logrado —hasta cierto punto— que la etiqueta de nazis no se les ponga a ellos sino a los proveedores de aborto).
Como Bob Avakian señala en sus ensayos sobre la moral: “Una de las más indignantes ironías de la batalla en torno al aborto es el hecho de que los reaccionarios que se oponen al aborto conjuran el espectro del holocausto para caracterizar el aborto de fetos, cuando en realidad su agenda, para la mujer y en general para la sociedad, es muy paralela a la de los fascistas hitlerianos, que atacaron el aborto (y lo restringieron y penalizaron) por ir contra el papel esencial de la mujer: la ‘maternidad’“. Como consecuencia de tener un presidente (y un vicepresidente) “pro derecho a escoger” —mejor dicho, de caer en la trampa de depender de Clinton (y Gore) para defender el derecho al aborto— muchas fuerzas del movimiento de la mujer han tomado una postura pasiva y defensiva; en gran medida están paralizadas; no movilizan a las masas en defensa del derecho al aborto y en oposición a los ataques de las tropas de asalto anti-aborto; y no toman la ofensiva política y moral.
Urge oponerse enérgicamente al programa y acciones de los fascistas cristianos y sus aliados, tanto en el marco general como en esta coyuntura de la “crisis de la presidencia”. Desde luego, repudiamos la explotación sexual donjuanesca que le ha traído tan mala fama a Clinton, pero la neta: eso no es nada nuevo para politiqueros y presidentes, inclusive virtuales iconos burgueses (como Kennedy). Lo único nuevo en esto es que ahora poderosos enemigos de Clinton lo han usado —con bastante éxito— para crear un enorme escándalo y crisis política. Como se señaló en un artículo del OR del 27 de septiembre de 1998: “Decir que han enfangado los sacrosantos aposentos de la Casa Blanca con toqueteos sexuales es ridículo; toda la historia de la estructura de poder lo desmiente. Es más, los que hoy más condenan a Clinton por mentir bajo juramento son los mismos que apoyaron a Oliver North y toda la administración Reagan, que le mintieron al Congreso y atropellaron las leyes durante el escándalo Irán/contra”. (“Escándalo de Washington, lucha intestina de la clase dominante: El informe Starr”, por Ala Roja).
Al parecer, el éxito de tales fuerzas y haber podido crear y moldear la actual crisis no se debe simplemente a sus propios esfuerzos sino a otros factores. Uno es la molestia de ciertos sectores de la clase dominante (como los que hablan a través del New York Times) con Clinton porque creen que ha actuado con imprudencia; que no ha cumplido su responsabilidad hacia la clase dominante, sus estructuras y normas; y que ha perjudicado los intereses del sistema, del imperio, que el presidente debe defender. Otro factor es que parece que en estos momentos no hay “patricios” capaces de “superar las disputas sectarias y partidistas” de la clase dominante y servir de “centro de cohesión” para defender los intereses generales, como lamentó un artículo de USA Today: “Falta de estadistas reconocidos perjudica la nación” (15 de octubre de 1998). Si bien algunos personajes prominentes han intentado jugar el papel de “estadistas reconocidos” en esta crisis, ninguno ha tenido suficiente influencia para imponer una solución que todos estén dispuestos a aceptar. Al cierre de esta edición, la situación todavía no se define.
Después de los comicios —que supuestamente representaron una gran derrota para los republicanos pues no recibieron la “orden popular” de destituir a Clinton (y, a su vez, eso provocó “la caída” de Newt Gingrich)— parece probable que Clinton podrá terminar la presidencia, es decir, que se llegará a una solución que le permita seguir como primer mandatario. Pero, aun así, eso no borraría el hecho de que existen muy profundas contradicciones entre los que se disputan el poder, las cuales dieron lugar a una confrontación muy aguda y fuerte; ni cambiaría en nada el sentir de los que consideran que Clinton no es —ni jamás ha sido— apto para ser presidente. La supuesta victoria del “centro” y la “moderación” en los comicios tampoco borra el hecho de que la derecha — particularmente los fascistas cristianos y sus aliados— ha tomado la iniciativa y logrado bastante influencia para moldear la actual “crisis de la presidencia”, tanto como la política burguesa en general. (El simple hecho de que presenten a los hermanos Bush como representantes de “la moderación” es un indicio del pronunciado desplazamiento del “centro” de la política oficial hacia la derecha; es decir, es muy revelador que agrupen a Clinton con republicanos de esa laya como paladines de “la moderación”).
A raíz de la “crisis de la presidencia”, fuerzas abiertamente “ultraderechistas” han podido (durante un buen rato) llevar la batuta de una inquisición que busca, entre otras cosas establecer como norma política una reaccionaria moral fundamentalista; y poderosos políticos, como Trent Lott (el líder de la mayoría en el Senado), se han ofrecido como paladines de tal moral. Dicha inquisición ha utilizado —y ha tratado de legitimar— normas y precedentes, jurídicos y de otra índole, para justificar espionaje y entrometimiento en la vida privada con el fin de hostigar y entablar acusaciones, pisoteando las supuestas garantías constitucionales; y, como nosotros (y otra gente) hemos señalado: si eso se lo hacen al presidente del país, ¡ni hablar de la gente común y corriente!
Esa inquisición, y la política e ideología que encierra, es totalmente antagónica a los intereses del pueblo; por eso, es preciso repudiarla y librar una firme lucha contra ella. Pero incluso cuando lucha contra la destitución, Clinton acepta los planteamientos de sus opositores. Hace una declaración pública: “He pecado”, la cual no hace más que fortalecer la noción de usar principios del cristianismo fundamentalista para juzgar a líderes y programas políticos, y tomar decisiones políticas. Por otra parte, como nosotros (y otros) hemos señalado, es muy irónico que los enemigos de Clinton hayan aprovechado muchas leyes y precedentes contra libertades civiles que él mismo propuso y aprobó. Limitar la oposición a la inquisición al marco establecido, o aceptado, por Clinton —y canalizarla o limitarla a la esfera electoral, de votar por los demócratas (o contra los republicanos, que da lo mismo)— perjudicará la resistencia contra el programa represivo y reaccionario que Clinton y los demócratas, además de los fascistas cristianos y otros “conservadores”, han fomentado y puesto en práctica.
En cuanto a participar en el proceso electoral burgués, nuestro partido ha dicho claramente que ese proceso es un instrumento del estado capitalista, de la dictadura burguesa. Las cuestiones centrales (como cuáles candidatos serán los “principales contrincantes”, qué cubrirá el debate y la contienda, cuáles serán las “opciones políticas” legítimas y “realistas”, etc.) se deciden en el seno de la clase dominante. En los comicios, el pueblo tiene la oportunidad de escoger entre tales opciones, y el propósito primordial del proceso es dar la apariencia de que la “voluntad popular” autoriza las medidas reaccionarias que la clase dominante implanta a través de las estructuras del gobierno.
Al captar eso, podemos entender la verdadera dinámica de la política burguesa y desmentir la idea —que se divulga mucho al acercarse las elecciones y que se planteó fuertemente en los comicios de noviembre (hasta por gente que no debe caer en esa trampa)— de que si uno no vota, no tiene derecho a quejarse, ni siquiera a opinar, acerca de la política nacional. En realidad, eso quiere decir que si uno capta que el proceso electoral burgués es parte del aparato de opresión y que su propósito central es desviar y disipar al pueblo con el fin de aumentar la opresión, ¡pues no tiene derecho a oponerse! ¿Cuál es la lógica de eso y a quién le sirve?
Por otra parte, es preciso refutar la idea tan sonada de que lo que determina las decisiones políticas es el hecho de que a los políticos los motiva el afán de ser elegidos (o reelegidos) y que por lo tanto responden al “sentir de los votantes”. Eso pone todo patas arriba y culpa al pueblo por las medidas reaccionarias que el gobierno adopta.
En realidad, las decisiones políticas en un país como Estados Unidos las domina una clase, la clase capitalista, cuya posición económica le da el monopolio del poder político, de los medios de comunicación y de otras formas de divulgar ideas y cultura. Desde luego, los politiqueros del sistema burgués tienen grandes ambiciones personales y buscan satisfacerlas a través de las estructuras y procesos del sistema. Sin embargo, inclusive a ese nivel, triunfar en las urnas y tener una carrera exitosa como político burgués depende más que nada del apoyo financiero de los ricachones y de un buen trato en la prensa grande, controlada, repetimos, por los mismos ricachones.
Las decisiones políticas y medidas del gobierno son el producto de un proceso de contienda y colaboración entre los representantes de la clase dominante. Así se llega a un consenso general (y cuando sea necesario se altera a través del mismo proceso) sobre asuntos y sucesos clave en la sociedad y el mundo (lo que incluye guerras revolucionarias y otras luchas contra el sistema). De hecho, no poder llegar a tal consenso a través del proceso “normal” del sistema es un indicio de una crisis grave. Conforme a tal proceso y al consenso logrado, se orquestan campañas de propaganda muy complejas en los medios masivos de comunicación para moldear la opinión pública acerca de todas las cuestiones clave. (Eso se hace tanto en programas de televisión, películas, etc., como en los noticieros. Por ejemplo, nótese cómo hoy se repiten temas como la importancia de “combatir la delincuencia” y de “derrotar a los terroristas”; y cómo “los valores de la familia” resuenan no solo en programas de televisión sino también en las películas de Hollywood, esa “Sodoma de la decadencia liberal”).
Esta dinámica de dominio y lucha de clases, que se desprende de las fuerzas económicas y relaciones sociales del sistema, determina las medidas del gobierno. Explica por qué el gobierno adoptó el Nuevo Trato en el contexto de la Gran Depresión de los años 30. A través de esa dinámica, se decidió emprender “la guerra contra la pobreza” tras los levantamientos populares de los años 60. Y ahora ha llevado a abandonar el Nuevo Trato y “la guerra contra la pobreza”, como vimos arriba. Asimismo, explica por qué el gobierno hizo concesiones ante la lucha del pueblo negro en los 60 y por qué ahora se ha echado para atrás. También explica por qué entró a la guerra de Vietnam, y por qué se retiró de ella. A través de esa dinámica, cambiaron leyes (o interpretaron la Constitución) de forma que afectaron profundamente a la mujer, particularmente en cuanto al aborto; y ahora esa misma dinámica ha producido una situación en que el derecho al aborto está bajo ataque por poderosas fuerzas, dentro y fuera del gobierno, y en la cual los miembros del gobierno que supuestamente defienden tal derecho toman una postura muy defensiva y negativa (por ejemplo, la frase tan sonada: “legal pero poco usual”). En ninguno de esos ejemplos —ni un sinnúmero más que se podrían mencionar— el proceso electoral burgués ha sido lo determinante.
Mucho se ha dicho sobre el papel “determinante” de “las minorías, la mujer y los sindicatos” en las elecciones recientes. Puede ser que le hayan dado al Partido Demócrata unas cuantas curules más en el Congreso, pero no “determinaron” ni pueden determinar qué medidas tomará el gobierno, ni tampoco podrá descarrilar el programa de pobreza, castigo y patriarcado que une de manera fundamental a los demócratas y republicanos. Eso, repetimos, se debe a que los programas y las medidas políticas que todos los politiqueros tienen que acatar, si quieren seguir en su puesto, los determina la clase dominante y no el electorado. Para empezar, la clase dominante selecciona a los candidatos entre los cuales pueden “escoger” los votantes; además, sea cual sea el resultado de una elección, los de arriba decidirán entre sí qué medidas tomarán y aplicarán con respecto a los asuntos cardinales. Eso explica por qué los politiqueros siempre mienten y traicionan las promesas hechas en las campañas electorales. También explica por qué en la realidad no se cumple la idea de que si los oprimidos votan en masa a favor de uno de los partidos burgueses, ese partido debe “cumplirles”. Por ejemplo, cuántas veces han votado los negros por un demócrata que luego los traicionó; y, dentro del marco de la política electorera burguesa, qué pueden hacer para “castigar” a esos traidores: ¿¡votar por los republicanos!?3
Eso no quiere decir que las masas no pueden tener un impacto en el terreno político. Pueden tener un gran impacto, incluso cuando la sociedad sigue gobernada por la clase capitalista. Y pueden tener un impacto mucho más profundo si tumban al sistema capitalista y transforman radicalmente la sociedad de pe a pa. Pero para tener el mayor impacto, tendrán que rebasar los límites impuestos por el proceso electoral y librar luchas políticas que rompan esas barreras.
Esa realidad y esos principios se pueden ilustrar con dos ejemplos de elecciones presidenciales durante la guerra de Vietnam: la primera a principios de la guerra y la segunda cuando ya terminaba. En 1964, uno de los principales temas de la campaña de Lyndon Johnson era que había que reelegirlo porque, si no, el candidato republicano Barry Goldwater iba a escalar la guerra. Lyndon Johnson ganó con una “victoria arrolladora” y, acto seguido, ordenó una de las mayores escaladas de la guerra. Por su parte, el pueblo vietnamita, del norte y del sur, siguió librando su guerra revolucionaria de resistencia contra la agresión yanqui y, en Estados Unidos (y otros países), la oposición a la guerra cobró más fuerza. En 1972, después de más de una década de guerra de agresión contra Vietnam, se presentó una contienda electoral entre el “halcón” Richard Nixon y la “paloma” George McGovern. Se decía que para terminar la guerra habría que elegir al demócrata McGovern. Nixon ganó con una enorme mayoría, pero al poco tiempo Estados Unidos se vio obligado a reconocer la derrota en Vietnam. Obviamente, el factor decisivo no fueron las elecciones sino la heroica lucha del pueblo vietnamita y el poderoso movimiento contra la guerra en las entrañas de Estados Unidos, en el contexto de importantes acontecimientos en el país y el mundo, como poderosos movimientos, luchas y guerras revolucionarias. Queda demostrado, pues, que si los que se oponían a la agresión estadounidense en Vietnam se hubieran dejado guiar por las “alternativas” que les ofrecía el sistema electoral, su impacto no hubiera sido tan fuerte en Vietnam, Estados Unidos y el resto del mundo.
Sabemos que en las circunstancias actuales muchos —incluso muchos que repudian la política de pobreza, castigo y patriarcado— votan en las elecciones burguesas. Es importante recalcar que lo decisivo hoy para confrontar la ofensiva reaccionaria no es si uno vota o no, sino más bien si acepta o no los límites impuestos por los partidos políticos de la clase dominante.
Es imprescindible distanciarse de la situación inmediata y las interpretaciones que nos dan de ella para preguntar: ¿cómo llegamos a tal situación, donde las opciones que nos quieren imponer son o fascistas descarados en un polo, o en el otro polo alguien que hasta un periodista de la prensa grande describe como el demócrata más conservador desde el presidente Harry Truman, cuya administración ha sido un instrumento eficaz de una ofensiva reaccionaria multifacética contra las masas básicas y sectores más amplios del pueblo? ¿Adónde vamos a parar dentro de poco y cómo será el futuro si el pueblo, sobre todo los que captan la importancia de oponerse a esta ofensiva reaccionaria, se deja convencer de que debe limitar sus objetivos y actividad políticos a la mismísima lógica y dinámica que nos han llevado a esta situación? Y, lo que es más importante, ¿cómo salimos de ella? La única solución es movilizar al pueblo, unir a muchas capas sociales y distintos sectores, para forjar nuestra resuelta resistencia al proyecto reaccionario y transformar la contienda y lucha política, es decir, todo el “terreno político”; dicha resistencia no puede basarse en las mismas estructuras, instituciones y procesos políticos a través de los cuales imponen y “legitiman” la ofensiva reaccionaria ni limitarse a ellos.
Un aspecto importante de todo eso es enfrentar, directa e intransigentemente, a los teócratas fascistas cristianos y sus aliados... y ser un poderoso polo de atracción alternativo a su programa político y a su razonamiento ideológico-religioso. Estos personajes asumen una superioridad política y moral presentándose como defensores de la moral tradicional, opuestos al relativismo moral y a la degeneración individualista. Dicen que son partidarios de una interpretación textual y absolutista de la “verdad bíblica”, de sus mandamientos y leyes. Pero la verdad es que los principios morales e ideológicos que defienden chocan incluso con lo que es aceptable en la sociedad democrático burguesa; y son completamente antagónicos a los principios de la sociedad comunista, en donde se habrán eliminado y arrancado de raíz todas las relaciones de explotación y opresión. Por eso, sus cabecillas, que son agentes políticos conscientes, no demandan que se apliquen al pie de la letra las leyes y los mandamientos bíblicos; hacerlo socavaría sus propios objetivos políticos. Así que escogen de entre esos mandamientos y leyes cuáles hacer cumplir y cuáles “ignorar”, según las circunstancias.
Citaremos uno de muchos ejemplos. En el número del 26 de agosto de 1998 del periódico USA Today, un grupo de fundamentalistas cristianos sacó un desplegado de una plana para alabar a los bautistas sureños por su posición sobre el matrimonio: “¡Bautistas sureños... tienen la razón!”. “Tienen la razón” porque dicen que las esposas “deben someterse de buena gana a la dirección de sacrificio del esposo” (¡!) y porque reconocen que “la idea de la familia fue idea de Dios y no del hombre, y que el matrimonio es un convenio de por vida entre un hombre y una mujer... ¡Sobre todo, tienen la razón porque se basan en la verdad bíblica!”. Pero la “verdad bíblica”, lo que la Biblia dice textualmente, es que muchos de los grandes patriarcas del antiguo Israel tenían más de una esposa (y que se acostaban con las esclavas de la esposa para procrear hijos, especialmente varones); que los grandes monarcas de esa nación, como David y Salomón, tenían legiones de esposas y concubinas; que la “ley mosaica” permite que el esposo tenga más de una esposa y le da el derecho a divorciarse si ya no la quiere, pero le niega a la esposa ese derecho. Así que queda claro que los fundamentalistas cristianos no han aplicado al pie de la letra lo que dice la Biblia. Han “interpretado” esas “verdades bíblicas” a su gusto para promover los lazos monógamos de la familia patriarcal que corresponden a la sociedad capitalista de hoy, y no a las relaciones sociales de los tiempos de la Biblia.
De igual manera, hoy Pat Robertson o los cabecillas de la Coalición Cristiana no proclaman (como dicta la Biblia) que hay que ejecutar a los homosexuales, adúlteros, fornicadores, hijos rebeldes, adivinos, brujas, etc., etc. No proclaman que si un hombre acusa a la esposa de no ser virgen, los padres de ella tienen que dar a los líderes del pueblo pruebas de su virginidad (o sea, la sábana manchada de sangre), ni que a falta de pruebas los hombres del pueblo tendrán que matarla a pedradas. No dicen que si un hombre viola a una mujer soltera el violador deberá pagar una multa a su padre y casarse con ella. No dicen que hay que matar a quien adora a otro dios salvo el dios de Israel (o que conspira para adorar “dioses falsos”). No declaran abiertamente que la Biblia autoriza al pueblo escogido a aniquilar pueblos enteros, violar mujeres, llevarse vírgenes como trofeos de guerra y romper el cráneo de recién nacidos (aunque tipos como Pat Robertson y Jerry Falwell siempre han apoyado los crímenes de las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus aliados). Sin embargo, todo eso es parte de la “ley y los mandamientos mosaicos”; además (como dicen Deuteronomio y otras partes del Antiguo Testamento), son leyes y mandamientos que se deben cumplir al pie de la letra, y es impermisible desviarse en lo más mínimo de ellos.
Para reiterar, los cabecillas de los fascistas cristianos no aplican esas y muchas otras leyes y mandamientos bíblicos porque, en las circunstancias actuales, no les convendría políticamente: la gran mayoría de la población, aun en la sociedad burguesa, las consideraría barbaridades y eso socavaría sus metas políticas. (Sin embargo, si llegara el momento en que les pareciera conveniente, políticamente, recomendar esas barbaridades, lo harían sin vacilación. No olvidemos que hace unos años William Bennett recomendó decapitar a los narcotraficantes)4. Lo que hacen es presentarse como autoridades, “intérpretes” y “árbitros” de la “verdad bíblica”, que pueden y deben decidir, en nombre de toda la sociedad, cuáles “leyes y mandamientos de dios” o “principios morales absolutos” se pueden y deben aplicar en un momento dado, y cuáles ignorar. Por eso es correcto y necesario caracterizarlos como teócratas: quieren imponer una forma de gobierno que obedezca a la autoridad religiosa, en concreto a la autoridad cristiana encarnada por ellos, al servicio del sistema capitalista imperialista de Estados Unidos. Uno no tiene que ser ateo, como somos los comunistas revolucionarios, para reconocer la naturaleza atroz y reaccionaria de ese programa político, y lo necesario que es atacarlo enérgicamente.
Pero la oposición a esos teócratas fascistas cristianos no puede limitarse a decir que no tienen el derecho de imponer su interpretación de la “verdad bíblica” a otros o a la sociedad. Tampoco es realista o correcto sentar como principio que uno debe conservar en privado sus creencias “particulares” o “personales” y no sacarlas en público ni mucho menos a la arena política. Inevitablemente, las ideas políticas son producto de la ideología. Lo importante con respecto a los programas, medidas y acciones políticas (así como a todas las creencias e ideologías) es su contenido, los intereses que defienden y promueven, y el efecto que tienen en la sociedad. Hay que oponerse a la cosmovisión y política de los fascistas cristianos porque defienden y refuerzan una horrorosa opresión, explotación y saqueo: de la mujer, de pueblos y naciones enteros, y de las masas trabajadoras del mundo. Y hay que oponerse de igual manera a las políticas y medidas de Clinton y otros que compiten con los fascistas cristianos por las riendas de la estructura política del imperialismo estadounidense.
Así como desenmascaramos y atacamos esa ofensiva política reaccionaria y sus razonamientos ideológicos, es necesario promover principios políticos, valores y una cultura que representen una verdadera alternativa.
Por lo que se refiere a nuestro partido, nuestra meta es transformar radicalmente la sociedad y el mundo, eliminar todas las relaciones de opresión y explotación, y abolir todas las diferencias de clase y antagonismos y barreras nacionales, para llegar a la meta final de una comunidad de seres humanos en libre asociación por todo el mundo. La moral e ideología que defendemos y que procuramos aplicar están de acuerdo con ese objetivo; son la expresión de la unidad entre la lucha del momento y la meta final. Por tanto, nuestra cosmovisión y nuestros principios, así como nuestro programa político y las medidas que tomamos, están en completa oposición a los fascistas cristianos, y a todas las formas y manifestaciones del gobierno burgués y de la ideología burguesa. Pero también reconocemos, conforme a nuestra cosmovisión y principios, que existen tanto la necesidad como las bases para construir una amplia unidad y lucha contra la política de pobreza, castigo y patriarcado y, en un sentido general, contra todas las formas de sometimiento, explotación, opresión y saqueo a las masas populares aquí y en el resto del mundo.
Pensamos que, además de construir esa unidad política por medio de la lucha, también es necesario y posible forjar una amplia unidad con diversas fuerzas en torno a valores y expresiones culturales que promueven y celebran la igualdad entre hombres y mujeres, y entre los pueblos y las naciones; que se oponen a la opresión y a la violencia con que se impone esa opresión; que se oponen al dominio imperialista de las naciones y a la agresión militar para imponerlo; que nutren relaciones humanas a partir de una apreciación de la diversidad así como de la comunidad; que nutren valores y una cultura que refuerzan la cooperación y no la competencia voraz, que dan prioridad al ser humano y no las ganancias; y que promueven los intereses mundiales de la humanidad, no los antagonismos nacionales y el dominio de las grandes potencias.
Forjar unidad en torno a esos valores y esas expresiones culturales será, al igual que la unidad política forjada en la lucha, un proceso. Forjar esa unidad es un desafío para quienes se dan cuenta del horror que representan los reaccionarios fundamentalistas y de lo que eso implica para las masas populares; para quienes no aceptan que la única “alternativa” son otros que comparten las ideas esenciales; para quienes ven que es necesario confrontar con una alternativa positiva a la política de pobreza, castigo y patriarcado y todo su razonamiento ideológico. Es un desafío que debemos arrostrar con audacia y urgencia.
1. Estos escritos sobre la moral se publicaron en el libro Predicando desde un púlpito de huesos, o necesitamos moral, pero no la moral tradicional (Nueva York: Banner Press, 1999). [regresa]
2. El Proyecto Vidas Robadas ha documentado la muerte de más de 2.000 personas a manos de la policía en los años 1990. También informa que la tasa de asesinatos policiales ha aumentado marcadamente desde el 11 de septiembre de 2001. [regresa]
3. Sobre las elecciones y su papel en la sociedad capitalista, véase Bob Avakian, Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr? (Chicago: Banner Press, 1986). [regresa]
4. Durante la ocupación de Irak, la administración Bush (que tiene como firme partidario a William Bennett) ha calificado de "bárbara" la decapitación de varios rehenes por fuerzas islámicas. [regresa]
Permalink: http://revcom.us/a/009/avakian-fascistas-destruccion-weimar-s.htm
Revolución #555 8 de agosto de 2018
18 de julio de 2018 | Originalmente publicado el 24 de julio de 2005 | Periódico Revolución | revcom.us
NOTA DE LA REDACCIÓN (18 de julio de 2018): Estamos destacando este artículo para poner en un contexto más amplio unas cuestiones que en este momento son muy agudas y cuentan con cobertura esta semana en revcom.us. Este texto es de una serie de pasajes sobre diversos temas, tomados de conversaciones y discusiones, así como de discursos formales, de Bob Avakian, de los años de la presidencia de George W. Bush, en que la amenaza del fascismo dio un salto... un salto que el régimen de Trump y Pence ahora ha llevado más lejos. En preparación para su publicación, se ha hecho revisiones y agregado unas notas.
Los reaccionarios fundamentalistas religiosos de este país, que llamamos muy correctamente fascistas cristianos, proponen que la sociedad y el gobierno implanten normas y medidas que muchos dudan que se podrían implantar en un país como este. “¡No hablan en serio!”, dicen, cuando proponen aplicar al pie de la letra normas bíblicas tales como ejecutar a los homosexuales. Pero más vale que abran los ojos porque en realidad lo que proponen los fascistas cristianos va en serio. De hecho, algunos con mucho peso y conexiones a la cúpula del poder se proponen implantar como ley la “moral bíblica” (por ejemplo, ejecutar a los homosexuales).
Igual con el matrimonio. Algunos defensores del matrimonio gay han contestado así a los que sostienen que socava el matrimonio como institución: “Si tanto les preocupa el futuro del matrimonio, ¿por qué no prohíben el divorcio?”. ¡Pues, “no le eches la sal”!, como dice el refrán. Dudo mucho que a los defensores del matrimonio gay (o a la mayoría) en realidad les parezca bien que se prohíba el divorcio. Por eso, repito, más vale que reconozcan que la situación va en serio y que fuerzas de mucho peso de plano proponen implantar tales normas y leyes. De hecho, en Luisiana y otros estados han creado otra categoría de matrimonio. Hay dos categorías de matrimonio: aparte del matrimonio “normal”, tienen un “convenant marriage” (pacto sagrado) que, como su nombre religioso indica, se basa en normas bíblicas, no permite el divorcio por acuerdo mutuo y hace mucho más difícil divorciarse. Por ahora es voluntario, y se tiene la opción del matrimonio “normal”. Pero el “covenant marriage” (opcional, ¡por ahora!) es parte de la embestida de los fascistas cristianos para abolir el divorcio, prohibirlo por completo; y en una sociedad de supremacía masculina como esta, todo mundo sabe (o debe saber) que eso implicaría obligar a millones y millones de mujeres a quedarse en matrimonios opresivos e incluso a sufrir violencia sexual y golpes.
En su libro The Nazi Conscience, Claudia Koonz explica que los nazis tenían una especie de “división de trabajo”: en algunas ocasiones Hitler manejaba un discurso más moderado y hasta conciliatorio; en cambio, sus huestes se desmandaban contra judíos, comunistas, homosexuales y otros que consideraban una abominación y una mancha sobre la sociedad alemana. Todo esto allanó el camino para las redadas, ejecuciones y, literalmente, para el genocidio que ocurrió bajo el gobierno nazi. De igual modo, el equivalente de los nazis en este nuevo siglo, los fascistas cristianos y otros de esa tendencia general, tienen sus propias huestes, gente de la ralea de David Horowitz, Rush Limbaugh y Ann Coulter, que están que rabian contra los que dificultan su proyecto. Aparte de atacar a los que se oponen cabalmente al fascismo y al sistema capitalista imperialista, para usar una analogía, atacan con saña la República de Weimar (la república de Weimar fue la república democrático-burguesa fundada al final de la I Guerra Mundial y abolida con el ascenso al poder de Hitler y los nazis en la década de 1930). Tenemos que captar el propósito de esto y lo que implica.
Atacar al equivalente de la República de Weimar (al Partido Demócrata, los “liberales”, etc., y tildarlos de traidores) es parte de la estrategia de callar y suprimir, con la fuerza del estado si es necesario, a todo grupo o sector de la sociedad, e incluso de la clase dominante, que presente un obstáculo al proyecto que los fascistas cristianos, y fuerzas de esa tendencia general, proponen implantar en Estados Unidos (y, de hecho, en el mundo entero). Por un buen tiempo (desde la época de la guerra fría hasta la época de la “guerra contra el terrorismo”), esas fuerzas han atacado sistemáticamente a liberales, a políticos liberales de la clase dominante (además de comunistas, anarquistas y otros radicales) y los han tildado de traidores.
El nuevo libro de David Horowitz, Unholy Alliance: Radical Islam and the American Left, es otra diatriba contra los “liberales” y la izquierda que sostiene que están objetivamente en el mismo bando de los fundamentalistas islámicos en la “guerra contra el terrorismo”. Debemos tomar esto muy en serio, pues Horowitz tiene conexiones con funcionarios del gobierno y politiqueros republicanos de mucho peso, inclusive con la propia Casa Blanca. En este momento Rush Limbaugh tampoco apunta principalmente contra los radicales y los comunistas, como nuestro partido; no apunta contra los izquierdistas, sino contra liberales de la clase dominante porque, repito, destruir la “República de Weimar” (atacar a las fuerzas democrático-burguesas de la clase dominante, su decadencia, debilidad e incapacidad de defender la nación, etc.) allana el camino para el triunfo del fascismo. Este fenómeno viene desenvolviéndose por un buen tiempo en este país y es muy marcado. Hace poco Ann Coulter sacó un libro con el título explícito de Treason (Traición). Ella y los demás están fomentando opinión pública de ese tipo, aun cuando en muchos casos Bush todavía maneja un discurso de “incorporar a diversos sectores” y trabajar con diversas fuerzas de la clase dominante, con ciertas condiciones. Por ejemplo, en los debates con Kerry, Bush no dijo: “Eres un traidor que merece ser ejecutado”. Pero, eso sí, muchos de sus aliados y partidarios dicen cosas por el estilo con mucha convicción todo el tiempo. ¿Por qué Bush y otros de la cúpula del poder no los repudian y cuáles son sus implicaciones?
La solución no es defender y conservar la “República de Weimar” como tal (la democracia burguesa: la “estructura democrática” de la dictadura capitalista1). Esa no es una verdadera solución ni corresponde a los intereses fundamentales de las masas y de la gran mayoría de la humanidad. Pero no por eso ignoremos lo grueso que está que los fascistas coloquen la “República de Weimar” (los liberales de la clase dominante) en el campo del enemigo y hasta los tilden de traidores. ¿Para qué están preparando el terreno y qué augura? Nuestro objetivo, repito, no es defender la República de Weimar (andar detrás del sector “liberal” de la clase dominante imperialista), sino reconocer cabalmente lo serios que son tales ataques y lo que representan, y oponernos a ellos de un modo radicalmente diferente y con fines radicalmente diferentes. En mis escritos y charlas2 he abordado este fenómeno, o sea, que se está deshilachando lo que desde hace tiempo ha sido el “centro de cohesión” de la sociedad y el dominio de la burguesía en este país, y que algunas manifestaciones de esto ya son evidentes. He recalcado que no será de ninguna manera positivo a corto plazo ni si sigue su cauce espontáneo. Además, no es nuestro papel ni nos corresponde como comunistas simplemente observar cruzados de brazos y aplaudir el deshilachamiento del actual centro de cohesión y estructura del dominio capitalista. ¡No vayamos a pensar que por ese simple hecho surgirá algo positivo que nos “va a caer como llovido del cielo”! Por lo contrario, tenemos que asumir el reto monumental de la repolarización, es decir, una repolarización en aras de la revolución.
Es preciso reemplazar la “República de Weimar”. De hecho, la república burguesa (el gobierno del capitalismo e imperialismo a través de la estructura democrático-burguesa) es un sistema opresor, que se erige sobre una gran red y proceso de explotación y opresión que impone sufrimiento incalificable e innecesario a miles de millones de personas en el mundo entero y en la propia república. Es necesario reemplazarlo, pero no con otra versión más grotesca y sanguinaria del mismo sistema, sino con una sociedad radicalmente nueva y un tipo de estado radicalmente diferente, que abra el camino que lleve por fin a la abolición de toda forma de gobierno opresor y toda relación de dominación y explotación en el mundo entero.
1. En varios escritos, como el libro Democracia, ¿Es lo mejor que podemos lograr?, y en un discurso que dio hace poco, “Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo”, Bob Avakian explica que, a pesar de la palabrería de “democracia para todos”, las sociedades como Estados Unidos son de hecho dictaduras burguesas (aun cuando no se ejerza franca represión y terror) porque la clase capitalista (la burguesía) que dirige la sociedad se basa fundamentalmente en el monopolio de la fuerza armada (particularmente, la fuerza armada “legítima”) y su “derecho” a emplearla, es decir, a emplear los tribunales y dependencias del gobierno, además de la policía y las fuerzas armadas, para aplastar con la fuerza que considere necesaria toda oposición o resistencia que le plantea un serio desafío a su dominio. [regresa]
2. Lea el artículo “La pirámide del poder y la lucha por cambiar de base el mundo” (Obrero Revolucionario #1259, 21 de noviembre de 2004). Además lea los artículos anteriores de esta serie de Bob Avakian, entre ellos, “La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual (OR #1274) y “¿Podrán conservar la cohesión?... Una pirámide o dos escaleras” (Revolución #4). Los que se puede descargar en revcom.us. [regresa]
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Revolución #555 8 de agosto de 2018
De Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org):
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Por segunda vez en poco más que una semana, RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) fue noticia [el 31 de julio] por criticar audazmente el programa fascista del régimen de Trump y Pence y, a través de protesta dramática, convocar a la gente a comprometerse a ser parte del movimiento para expulsar a todo el régimen.
Apenas dos días después de que se anunció que Mike Pence y Kirstjen Nielsen, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, estarían en la Ciudad de Nueva York para una conferencia de seguridad cibernética, RefuseFascism.org movilizó a dos decenas de mujeres para manifestarse con capas de color rojo sangre como en El cuento de la criada, en la que las mujeres son esclavas reproductoras para hombres poderosos. Los manifestantes declararon: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya!
Cada una de las Criadas llevó un par de zapatitos o un peluche para representar los miles de niños inmigrantes arrancados de los brazos de sus padres bajo las órdenes del régimen, incluida la supervisión directa de Kirstjen Nielsen. Después de entrar marchando todas juntas con la cabeza inclinada, las Criadas una tras otra pusieron silenciosamente los símbolos de los niños en una pila delante de ellas. Atrás, unos hombres que se unieron a esta acción dramática sostuvieron una gran pancarta que declaró: “¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya! ¡NO! En nombre de la humanidad nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista — RefuseFascism.org”.
“Aunque es extremadamente poderosa la forma en que el uniforme de las Criadas se ha convertido en un fuerte símbolo de oposición en este tiempo peligroso del régimen de Trump y Pence, generalmente se ha utilizado principalmente como una manera de desafiar las restricciones teocráticas sobre el derecho de las mujeres al aborto y control de natalidad”, explicó una organizadora de RefuseFascism.org. “Eso es definitivamente una parte esencial de nuestra protesta porque negarles el derecho al aborto a las mujeres es una forma de esclavizarlas — y con la batalla que viene sobre la Corte Suprema, es más urgente ahora. Pero nos pusimos esta ropa para representar más que eso también. Es la manera que este régimen usa la Biblia para atacar los derechos recientemente ganados por las personas LGBTQ. Es la manera que Jeff Sessions utilizó la Biblia para justificar la separación de niños inmigrantes — la misma cita de la Biblia usada para justificar la esclavitud en este país. Y es aún más que esto — es la lección más amplia de El cuento de la criada, y realmente del fascismo a través de la historia en todo el mundo, de que es letal dar la espalda durante las etapas tempranas del fascismo y decir a sí mismo la mentira que ‘No podría pasar aquí’. SÍ que está pasando aquí, y tenemos que ponernos de pie ahora y expulsar al régimen fascista de Trump y Pence antes de que sea muy tarde”.
Para mucha gente que se unió a esta protesta, fue la primera vez que trabajaba con RefuseFascism.org. Muchos se habían enterrado y fueron inspirados por la acción de la semana previa en Filadelfia cuando 100 mujeres en uniforme de Criadas enfrentaron a Mike Pence. Se repartieron copias del Llamamiento a la acción de RefuseFascism.org entre los manifestantes y los muchos transeúntes que se detuvieron para observar —y, frecuentemente, para gritar palabras de apoyo y agradecimiento— a los manifestantes.
Entre los que hablaron en la protesta estaba Therese Patricia Okoumou, una activista con Rise and Resist [Levantarse y Resistirse], quien fue arrestada por trepar por la Estatua de la Libertad el 4 de julio en protesta por los niños inmigrantes arrancados de sus padres y encerrados en jaulas. Ella dijo, “Es una atrocidad imaginarse que en Estados Unidos de América, en el siglo 21 estamos usando a los niños como carnada para razones políticas, para beneficios políticos”.
También audazmente presente en la protesta estaba el Club Revolución, reflejando su determinación de que hay que derrocar este sistema, tomando posición con el movimiento para expulsar al régimen e invitando a la gente a una proyección al aire libre de ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista Un mundo mejor ES posible, el 30 de agosto a las 6 pm en el anfiteatro en el Parque Marcus Garvey en Harlem.
Aún más que en la acción poderosa de la semana previa en Filadelfia, el mensaje entero de RefuseFascism.org —acusar y denunciar el fascismo multifacético del régimen de Trump y Pence y presentar la visión y misión de expulsarlo del poder a través de la sostenida protesta de masas no violenta— salió en la cobertura de los medios de comunicación. El NY Post informó, por ejemplo:
Pence, un cristiano devoto quien ha apoyado la terapia de conversión para los gay y una vez dijo que las mujeres no pertenecen en el ejército, representa una “amenaza catastrófica a la humanidad” y se está convirtiendo a Estados Unidos. en un mundo comparable a la serie famosa [de televisión], dice el sitio web del organizador.
“La lección de ‘El cuento de la criada’ es que hay que detener el fascismo antes de que sea muy tarde,” [la manifestante Emma] Kaplan añadió….
[La organizadora de la protesta en Filadelfia Samantha] Goldman habló con The Post poco después de que terminó la marcha el martes y dijo que estas protestas son una “parte importante” de la misión de RefuseFascism.org de expulsar de sus puestos a Pence y el presidente Trump.
“Despiertan a la gente para ver el peligro que este régimen representa, y ayudan a sacudirle la normalización. Y cuando la gente ve esto, comienza a hacer conexiones y se da cuenta de que existe un movimiento del que puede ser parte”, dijo la activista de 30 años de edad.
Ella y otros organizadores guardan la esperanza de una protesta aquí en Estados Unidos. que asemeje a la “primavera árabe” en la que los manifestantes luchen diariamente para exigir que Trump y Pence salgan de sus puestos, como las protestas en Egipto, Túnez y otros países del Medio Oriente entre 2010 y 2014.
La protesta en Nueva York tomó lugar inmediatamente después de una protesta en contra de Pence y Nielsen organizada por la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos [ACLU].
Solo dos días después, RefuseFascism.org tomó acción una vez más, manejando con los mismos uniformes de Criadas a una protesta organizada por un nuevo miembro de RF fuera del mitin fascista de Trump en Wilkes Barre, Pensilvania. Esta protesta, en el centro de lo que se llama “Tierra de Trump” fue animada, desafiante y valiente.
En la protesta en Nueva York, las Criadas terminaron la protesta de la misma manera que lo hicieron en Filadelfia, quitándose el uniforme, levantando el puño al aire, y recitando el juramento al fin del Llamamiento a la Acción de RefuseFascism.org:
“Nos comprometemos a que no nos quedemos a un lado mientras aún haya una posibilidad de detener a un régimen que pone en peligro a la humanidad,” corearon las mujeres, según el sitio web Gothamist. “Pongámonos de pie con convicción y valor, superando el miedo y la incertidumbre, para luchar con todo para exigir que esta pesadilla termine.
“¡En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!
¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya!”
El impacto visual creativo, y aún más, el mensaje de Rechazar el Fascismo, salieron en los medios de comunicación de manera que nunca ha pasado antes. Vea fotos, videos y otra cobertura de la protesta en Nueva York, en inglés, aquí.
La protesta de las Criadas terminó con las mujeres quitándose el uniforme, levantando el puño al aire, y recitando el juramento al fin del Llamamiento a la Acción de RefuseFascism.org.
¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista
Un mundo mejor ES posible
Un discurso de Bob Avakian
Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Durante varios meses, el régimen de Trump y Pence les arrancó a casi 3.000 niños a sus padres. A los niños les dijeron que iban a jugar o tomar un baño, o los arrancaron gritando de los brazos de sus madres, y luego desaparecieron en los llamados “refugios” que incluso un fiscal federal describió como “un entorno parecido a una prisión”. En algunos de estos “refugios”, los niños reciben drogas psicotrópicas —“zombificadas” según un abogado— como una forma de control. Han comenzado a salir informes de abuso sexual y otros abusos físicos y emocionales. La comunicación entre los niños y sus padres durante meses de prisión fue irregular o inexistente.
Ahora, mientras algunos de esos niños son regresados a sus familias, surgen informes del trauma profundo. Un niño gregario de cinco años cuyo juguete favorito solía ser un “minion”, un personaje de la película Despicable Me / Mi villano favorito, estaba separado de su madre durante 50 días. Según el New York Times, mientras detenido “se cerró” y se negó a comer o bañarse. Ahora “juega” a encadenar y cachear a “migrantes”, suplica que lo amamanten y se esconde detrás del sofá cuando llegan visitantes. Otros niños rompen en llanto cuando ven a policías, se aferran a la madre y lloran si la madre sale de la habitación por unos minutos, o se ponen emocionalmente introvertidos. Una niñita tomó unas tijeras e intentó cortarle el pelo.
Muchos niños creen, o los agentes de ICE les dijeron, que sus padres los habían abandonado; algunos internalizan esto como “castigo” por algo mal que hicieron. El Times cita a Johanna Bick, profesora de psicología de la Universidad de Houston: “No hay mayor amenaza para el bienestar emocional de un niño que ser separado de un cuidador principal. Aunque fuera por un período corto, para un niño es una eternidad”. Un estudio de la Universidad de Miami informa que estas “cicatrices emocionales [pueden] manifestarse en dolencias físicas que, si no se tratan, pueden convertirse en enfermedades graves que pueden durar toda una vida”.
Y a pesar de que el gobierno y los medios nos aseguran que este oscuro capítulo está llegando a su fin, la realidad es que a pesar de una orden judicial federal del 26 de junio, casi 500 niños aún no han sido reunidos con sus padres, principalmente porque los padres fueron deportados o coaccionados para abandonar Estados Unidos, a menudo con la promesa (mentira) de que así podían recuperar a sus hijos. Y existe un peligro real de que muchos de estos niños se vuelvan huérfanos permanentes.
Gran parte de los medios de comunicación y los políticos demócratas principales continúan diciendo que este sufrimiento prolongado refleja la incompetencia de parte del régimen de Trump, su “falta de hacer planes” para lo que hacer después de secuestrar a los niños. La senadora demócrata Diane Feinstein lo llama “una política descuidada”. El senador demócrata Richard Blumenthal la criticó como no “exitosa”. ¡NO! Eso constituye embellecer al régimen al encubrir su carácter fascista. Es como decir que un pirómano estaba “descuidado” al no hacer planes para tener a mano camiones de bomberos cuando prendió fuego. La política de Trump y Pence es deliberada, no “descuidada”. Los funcionarios declararon abiertamente que su objetivo era la “disuasión”; es decir, al atormentar y torturar abiertamente a estos niños y sus familias, “disuadirían” a otros posibles inmigrantes de los “países pozos de mierda” de huir a Estados Unidos, aunque la vida de sus hijos estuviera en riesgo en su tierra natal”.
Para el régimen, infligir el dolor de modo continuo y permanente es un distintivo, no un error. Pero para cualquiera con una onza de humanidad, es un reto ineludible hacer todo lo que podamos, con urgencia, para expulsar del poder a este régimen.
Del discurso filmado de Bob Avakian, en inglés, Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!
Revolución #555 8 de agosto de 2018
El hongo nuclear sobre Hiroshima.
27 de mayo de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
Crimen yanqui es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
EL CRIMEN: A las 8:45 a.m. del 6 de agosto de 1945, de repente apareció por encima de la ciudad japonesa de Hiroshima una ardiente bola de fuego de un millón de grados de temperatura, matando, quemando vivas o vaporizando instantáneamente a decenas de miles de personas. Tormentas de fuego se tragaron la ciudad. Entonces llegaron ondas expansivas y vientos de más de 1600 kilómetros por hora, destrozando cuerpos y edificios, lanzando por los aires a hombres, mujeres y niños. Casi todas las estructuras dentro de más de un kilómetro y medio alrededor del epicentro quedaron destruidas.
“Había cadáveres rojos muertos e hinchados unos encima de otros, se les salieron los intestinos y los ojos, filas de personas que parecían fantasmas con el cabello chamuscado y la piel quemada colgante”, recordó un sobreviviente, y había “sobrevivientes apenas vivos que no estaban en condiciones de ayudar a sus propios hijos o padres”. En un cuarto estaban 20 jóvenes con los ojos derretidos en la cuenca. Nubes de polvo convirtieron la mañana en el anochecer; luego, cayó una lluvia negra.
Estados Unidos acababa de hacer estallar la primera bomba nuclear sobre el centro de una ciudad de 350.000 habitantes. Miles de sobrevivientes empezaron a padecer de fiebre, diarrea, vómitos, pérdida de cabello y piel — indicios de la muerte por la enfermedad de radiación. Para fines de 1945, entre 140.000 y 150.000 personas, la enorme mayoría de ellas civiles, habían perecido en Hiroshima. Cientos de miles de otros quedaron heridos.
Más tarde ese mismo día, el presidente Harry Truman anunció el bombardeo y amenazó a Japón: “Si no aceptan nuestras condiciones [de rendirse inmediatamente] pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire como la que nunca se ha visto en esta tierra”. Tres días después, el 9 de agosto, Estados Unidos lanzó una bomba aún más poderosa sobre Nagasaki, destruyendo la ciudad y asesinando a otras 70.000 personas.
La espalda lesionada de Sumiteru Taniguchi, cartero de Nagasaki, debido a la bomba atómica del 9 de agosto de 1945. Foto de enero de 1946.
LOS CRIMINALES: El presidente Harry S. Truman, quien ordenó el ataque; el secretario de Guerra, Henry Stimson, quien supervisó la guerra, incluyendo la construcción de esta “más aterradora de todas las armas conocidas en la historia de la humanidad”; el general Leslie Groves, a cargo de la construcción de la bomba; y el comando militar responsable del bombardeo.
LA COARTADA: Fue necesario lanzar una bomba nuclear sobre Japón para terminar la guerra rápidamente, evitando una invasión de parte de Estados Unidos que, según los presidentes Roosevelt y Truman, costaría un millón de vidas estadounidenses.
“Reconozco el trágico significado de la bomba atómica.... La hemos usado para acortar la agonía de la guerra, para salvar la vida de miles y miles de jóvenes estadounidenses”, dijo Truman después de lanzar bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki.
Y desde ese entonces, todos los presidentes han repetido esa coartada: “Creo que el presidente sí aprecia que el presidente Truman tomó su decisión por razones justas”, dijo el secretario de prensa de Obama.
EL VERDADERO MOTIVO: Dominar a Japón y el mundo entero tras la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos sabía que Japón se colapsaría sin una invasión y pedía paz semanas antes del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. El 12 de julio de 1945, Truman admitió en su diario personal que Estados Unidos había recibido “un telegrama del emperador japonés pidiendo paz”.
Pero los gobernantes de Estados Unidos querían dominar completamente a Japón e impedir que la Unión Soviética se apoderara de más territorio en Manchuria que estaba en manos de Japón y que ganara mayor influencia en el mundo post-guerra — o que “obtuviera gran parte del botín” como dijo un funcionario estadounidense. Eso quería decir imponer un terror que le obligaría a Japón a rendirse inmediatamente. Por eso Estados Unidos incineró a Hiroshima y Nagasaki. Japón se rindió el 15 de agosto, seis días después del bombardeo de Nagasaki. También sirvió de advertencia a quienquiera que se atreviera a retar el dominio de Estados Unidos en el mundo post-guerra, transmitida mediante montañas de carne calcinada y decenas de miles de sobrevivientes horriblemente desfigurados.
LOS REINCIDENTES: Una y otra vez, Estados Unidos ha contemplado y amenazado con usar armas nucleares para imponer su dominio mundial: En los años 1950, hizo planes para una posible guerra nuclear contra la Unión Soviética, la que según sus cálculos podría matar a 600 millones de personas; en 1958, 1973 y 1980 puso sus fuerzas en alerta nuclear durante las crisis en el Oriente Medio sobre Irak, Israel e Irán; en 1969 el presidente Richard Nixon amenazó con usar armas nucleares contra Vietnam; antes de la invasión de Irak de 2003, el Pentágono elaboró planes en secreto para usar armas nucleares; Obama ha anunciado planes para gastar más de $1 millon de millones por armas nucleares en los próximos 30 años.
Revolución #555 8 de agosto de 2018
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Hace tres años, la Ciudad de Nueva York prohibió que se pusiera en aislamiento a presos menores de 22 años, pero en la actualidad la ciudad todavía encuentra una manera de someter a los jóvenes a este confinamiento completamente inhumano.
A nivel internacional, grupos de derechos humanos han condenado el aislamiento como tortura. Los psicólogos dicen que los efectos sobre los jóvenes son particularmente devastadores porque los cerebros de los adolescentes están experimentando un gran crecimiento estructural. El psiquiatra de Boston, Stuart Grassian, señala que “es previsible que incluso unos pocos días de confinamiento en aislamiento cambiarán el patrón del EEG hacia un patrón anormal característico del estupor y el delirio”. Esto puede literalmente causar la demencia en un adulto. Para los jóvenes es aún más devastador.
Pero la Ciudad de Nueva York ha encontrado una manera de evadir a su propia supuesta prohibición del aislamiento de jóvenes: trasladar a muchos prisioneros jóvenes a instalaciones que no tienen esta restricción. Tales traslados han aumentado desde 2015, y solo este año se han traslado al menos 10 jóvenes, ocho de los cuales terminaron en aislamiento en una cárcel del norte del estado de Nueva York.
La prohibición se produjo después de que sacó a la luz lo que le estaba pasando a los jóvenes en régimen de aislamiento en Rikers Island, la enorme cárcel de la Ciudad de Nueva York que alberga un promedio de 14.000 prisioneros todos los días, la abrumadora mayoría siendo negros y latinos, cientos de ellos adolescentes, y más del 40 por ciento que sufren de enfermedades mentales diagnosticadas. Uno de los casos más horribles fue el de Kalief Browder, quien en 2010, a la edad de 16 años, terminó en Rikers tras ser acusado de robar una mochila. Browder pasó tres años en Rikers a la espera de un juicio, gran parte en aislamiento. Los fiscales finalmente tuvieron que liberarlo por falta de pruebas. Dos años más tarde, Browder se suicidó como resultado de haber sufrido abuso mental y físico en prisión.
Al Sr. “Reforma” de Blasio y otros demócratas les gusta pintarse a sí mismos como tratando de hacer algo con respecto la encarcelación en masa. Primero, Bill Clinton presidió la “guerra contra las drogas” que condenó a tantas personas negras y latinas a décadas, si no cadena perpetua, en prisión, y aceleró el fenómeno de la encarcelación en masa. Obama no hizo absolutamente nada para lidiar con la encarcelación en masa, mientras que de modo simbólico perdonó a unos pocos presos al final de su segundo mandato. Contribuyó a la continua satanización de la juventud negra, comenzando con su sermón a la juventud afroamericana sobre “abrocharse los pantalones” y abogando por la política de responsabilidad personal y declarando que “no hay más excusas” (vea “Barack (y Michelle) Obama, nadie menos, le hicieron más daño al pueblo negro durante los últimos ocho años”). Respecto al horror relacionado del asesinato policial de jóvenes negros y latinos, su Departamento de Justicia no presentó ningún cargo en contra de los policías que asesinaron a Tamir Rice, Sandra Bland, Michael Brown, Freddie Gray y los muchísimos otros asesinados por policías durante su administración.
Ahora, el alcalde Bill de Blasio, que dice que las reformas carcelarias se inspiraron en parte en lo que le pasó a Kalief Browder, defiende el traslado por parte de la ciudad de jóvenes para sufrir las mismas terribles condiciones que llevaron a la muerte de Browder.
Steven Espinal, de 19 años, dijo que después de ser trasladado de Rikers, los guardias de la nueva prisión lo golpearon tanto cuando llegó que perdió audición en un oído y le pasó sangre por la orina. Según Espinal, mientras los guardias lo golpeaban dijeron repetidamente: “Esto no es la Ciudad de Nueva York. Hacemos lo que nos dé la gana”. Después de hospitalizarlo, le sentenciaron a Espinal a 600 días en aislamiento. (New York Times, 22 de julio de 2018)
Esto no solo sucede en Nueva York. En efecto, a adolescentes, incluso a niños muy pequeños, los ponen en aislamiento en todo Estados Unidos.
La autora Nell Bernstein, que entrevistó a cientos de jóvenes encarcelados, dice que se ponen en aislamiento a alrededor de un tercio de los jóvenes encarcelados. Ella dijo: “Se llama ‘ad seg’ o ‘unidad especial de vivienda’ — o mi favorito personal, ‘cabañas de reflexión’. Pero lo que sucede en realidad, lo que los muchachos me describieron fue, por ejemplo, una chica dice que ella se siente suicida. El equivalente de un equipo SWAT irrumpe en su celda, la desnuda y la arroja a una celda aún más estéril con solo una manta áspera para cubrirla. Se utiliza para responder a las amenazas de suicidio. Se utiliza como castigo para los agresores. Se utiliza para proteger a aquellos que son acosados por agresores. Se puede utilizarlo porque hay escasez de maestros y no pueden dejar que los muchachos salgan de sus habitaciones.... Quince horas es el máximo para los adultos según sus normas. Pero conocí a muchachos que habían estado en solitario durante meses “. (NPR, Fresh Air, 4 de junio de 2014)
¿Qué tipo de sistema jodido pone a jóvenes en condiciones tan horrendas e inhumanas? Un sistema que no tiene ningún futuro para millones de jóvenes. Un sistema que lleva la supremacía blanca en la médula de sus huesos, que somete especialmente a los jóvenes negros y latinos al asesinato y brutalidad policial, que los pone en situaciones de pobreza y los encierra durante décadas. Hay millones de razones, pero esto por sí solo es argumento suficiente para barrer este sistema de la faz de este planeta.
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Vea también:
Declaración de Carl Dix
El sistema le robó la vida a Kalief Browder
11 de junio de 2015