Revolución #87, 6 de mayo 2007

voz del partido comunista revolucionario, eu

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Del Partido Comunista Revolucionario, EU
Con motivo de las marchas del 1º de Mayo por los derechos de los migrantes:

Somos seres humanos, exigimos un mundo mejor, no aceptaremos ninguna forma de esclavitud

Hoy, el 1º de Mayo, por todo el mundo se está celebrando el Día Internacional del Trabajador en la lucha contra toda la opresión y degradación que este sistema capitalista/imperialista desata contra los pueblos del mundo. Aquí en Estados Unidos, mucha gente se ha lanzado a la calle para decirles no a los feroces ataques contra los migrantes y no permitir que los traten como esclavos modernos.

Este día lanzamos la consigna:

Somos seres humanos, exigimos un mundo mejor, no aceptaremos ninguna forma de esclavitud.

El mundo clama por la revolución. Ya sea que se trate de la injusta guerra que Estados Unidos lanzó contra Irak o de los niños esclavizados en las maquiladoras de Pakistán. Trátese del comercio del sexo en Tailandia o el asesinato a balazos de los chavos negros por la policía en las calles de Estados Unidos. Tenemos la destrucción del medio ambiente y la destrucción del espíritu humano, con la pobreza, la desesperanza y la humillación. A la mujer la están llevando de nuevo al oscurantismo, negándole el derecho a escoger si tener o no hijos y cuándo… y al mismo tiempo condenan a los niños, aún antes de nacer, a una vida sin esperanzas. Dejan pudrir a países y continentes, oprimen a pueblos enteros; su mundo es un desequilibrio total, donde un puñado controla y maneja la riqueza y los recursos del planeta mientras que la gran mayoría no controla ni su propia vida ni el rumbo de la sociedad.

Todas estas y mil cosas más son más que intolerables. Nacen del sistema capitalista y de las estructuras políticas e instituciones con que impone su voluntad. La pura verdad es que para poner fin a todo esto se necesita una revolución; en nuestros millones tenemos que hacer revoluciones en todas partes del mundo, decirles basta ya y cambiar el mundo. Solo la revolución puede acabar con todo esto. Esta verdad ha sido el alma viva del 1º de Mayo desde su inicio hace 121 años.

La justa lucha por los derechos de los migrantes

El año pasado, como si de la nada, nació un movimiento en defensa de los derechos de los migrantes. Millones de migrantes y sus aliados se tomaron las calles en las megamarchas históricas. De las empacadoras de los estados centrales a las más importantes ciudades del país y las comunidades agrícolas del Sur, un mar de migrantes —que a diario tiene que vivir en las sombras y huye de todo contacto con las autoridades— se lanzó a las calles con osadía para exigir una vida mejor. Se sumó a ellos gente nacida aquí de diferentes nacionalidades que rechaza la criminalización de los migrantes.

Cerraron importantes ciudades en un enorme despliegue de la fuerza popular, que estremeció todo el país. Fue parte de una oleada de protestas que hundió al odiado proyecto de ley Sensenbrenner (HR 4437), que hubiera criminalizado a millones de personas sin papeles y a todo quien les brindara cualquier ayuda. El despertar de ese gigante sacudió a este sistema opresivo y repercutió por todo el país y más allá… en México y otros países. El año pasado, el 1º de Mayo esperanzó a todos los que sufren bajo el peso de la explotación y opresión, así como a muchos que no lo sufren directamente pero lo odian; se vio que aquí, en el más poderoso opresor del mundo, los esclavos modernos alzaron la frente y demostraron que nuestras acciones pueden cambiar la situación.

Hoy, todo lo que llevó a la gente a lanzarse a la calle se ha agudizado. Día tras día, la gente vive en temor del golpe en la puerta, después del cual irrumpen los agentes de ICE (Inmigración y Control de Aduanas), aterran a niños y humillan a adultos. Salen de cacería por las calles y agarran a este y al otro, esposan a padres, madres y niños; en un año han arrestado a 18,000 y separado a familias. En la frontera han colocado a más soldados, agentes de la Migra y aparatos de alta tecnología; obligan a gente muerta de hambre y desesperada a cruzar ríos, montañas y desiertos, donde ya son miles las víctimas y se mueren más cada día.

En algunas universidades, los grupos como Jóvenes Republicanos, evocando la Juventud Nazi, organizan “juegos” de “Busca al migrante ilegal”. En la frontera, los paramilitares armados, como los Minutemen, cazan de veras a migrantes. Las alcaldías aprueban leyes que prohíben alquilar vivienda a “migrantes ilegales”. Y el programa de “trabajadores huéspedes” que Bush y los demócratas promueven no es más que una nueva forma de esclavitud. Todas las propuestas multarán a los migrantes muchos miles de dólares. Ninguna es buena para el pueblo.

Esta situación intolerable requiere oposición y resistencia amplia y resuelta.

¿Qué es el problema? El capitalismo

Por su parte, los politiqueros y la prensa deshumanizan a todo un sector de la población y lo pintan de una bola de criminales, ladrones y “terroristas”. Incitan la histeria contra los “ilegales criminales” que se escurren por la línea para perjudicar a los “americanos”, quitarles los empleos y abrumar los presupuestos gubernamentales.

Pero son puras mentiras. Veamos los hechos tal y como son.

Los 12 a 20 millones de trabajadores indocumentados que se calcula que están aquí son víctimas del desalmado funcionamiento del capitalismo y el imperialismo. El sistema capitalista/imperialista estadounidense ha distorsionado y arruinado la economía de países como México, Pakistán o Nigeria. Al mismo tiempo, las economías capitalistas de países como Estados Unidos se ven obligadas a rebajar más y más el salario de los trabajadores y buscar a gente más desesperada para esclavizar.

Un ejemplo: el capital estadounidense transformó la agricultura mexicana al servicio del mercado mundial y expulsó de la tierra a un millón y medio de agricultores desde 1994, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC/NAFTA) que subió el precio de la tortilla, el alimento básico. Millones de personas viven en condiciones desesperadas y cientos mueren cada año en la frontera, donde el muro que están construyen es otro símbolo más de la odiada dominación estadounidense de México. (¡Recordemos que su frontera “sagrada”, de la que tanto oímos, fue el resultado de una guerra injusta contra México para extender el sistema de esclavitud y agrandar al capitalismo estadounidense!) Ahora los que están en Estados Unidos forman la espina dorsal de las industrias más peligrosas y explotadoras, como las empacadoras de carne y la construcción.

Lo mismo se ve en casi todas las industrias y en casi todos los países de Asia, África y Latinoamérica. El imperialismo expulsa a la gente de la tierra, la persigue y hasta la mata en la frontera; luego, dentro de sus fronteras, la superexplota y demoniza. Millones de migrantes tienen que abandonar su tierra natal para ir a Estados Unidos, donde los explotan horriblemente en restaurantes, talleres, jardinería y construcción. Son prácticamente esclavos y la economía del país depende tanto de la superexplotación de estos migrantes que no podría funcionar sin esa mano de obra. Toda la manipulación de los temores de los millones nacidos aquí; todas las divisiones que fomentan e imponen entre las nacionalidades, incluso las nacionalidades oprimidas… todo esto es producto del capitalismo.

Esto está sucediendo por todo el mundo. Más de 200 millones de personas han tenido que abandonar el campo para buscar trabajo en países como Estados Unidos, Europa y Japón. Junto con los aproximadamente 12 a 20 millones de trabajadores indocumentados en Estados Unidos, ellos han sido expulsados por el desalmado funcionamiento del capitalismo y el imperialismo. Los capitalistas dicen que no son rapaces ni mala gente, sino que no les queda otra; y, en un sentido perverso, tienen razón. A cada uno le impulsa el temor de que otro capitalista lo hunda haciendo trabajar por salarios más bajos y sacando mayores ganancias.

Desde el punto de vista de los de abajo, no hay un problema de migración sino un problema de capitalismo.

Engañados

Pero los que detentan el poder aquí, con la ayuda de los medios de comunicación reaccionarios, han hecho toda una campaña para mantener ignorante a mucha gente y llevarla a su lado y en contra de los migrantes. A la gente de la clase media que siente que se le está disminuyendo el nivel y la calidad de la vida, la han engatusado los voceros de la misma clase responsable de esos problemas. Esos voceros, como Lou Dobbs o el congresista fascista Tom Tancredo, echan la culpa a los migrantes por las inseguridades, problemas y temor por el futuro que este sistema le ha causado a la mayoría de la población.

Una de las estrategias más viles es enemistar a los negros y los migrantes. Estos dos grupos deben ser parte del núcleo sólido del movimiento revolucionario para acabar con este horror. Pero a los negros les dicen: "Los migrantes les roban los trabajos y se están apoderando de sus barrios". Y a los migrantes les dicen: "Los negros son unos huevones y delincuentes que los van a robar". Aunque viven lado a lado en el mismo barrio, muchos no saben nada de la historia de cómo llegaron aquí ni cómo este sistema los ha empujado a la situación en que se encuentran… el sistema tapa todo esto con el propósito de dividir.

¡Pero piénsenlo bien! Este es el mismo sistema que nació con la salvaje explotación de los esclavos. Secuestró a los africanos, se robó todas las tierras que hoy dice que son suyas y se extendió por todo el globo a través de guerras monstruosas. Y se ha cebado del trabajo agotador primero de los esclavos y después de los esclavos asalariados… aquí y por todo el mundo. Ahora este imperio ha creado una nueva forma de esclavitud para la gente cuyo trabajo no produce las debidas ganancias: a los negros los encaminan sistemáticamente a la cárcel, donde los encadenan de nuevo en las cuadrillas de trabajo forzado; y a los migrantes (de países cuya economía este imperio domina y distorsiona) los obliga a venir aquí a trabajar por un salario de miseria y sin derechos, o sea, una forma distinta de esclavitud.

En vista de todo esto, ¿qué sentido tiene que gente que tiene un problema en común se pelee por las sobras? ¿Qué sentido tiene que los migrantes se sientan alabados por ser el "buen esclavo" y hagan partido con los opresores para criticar a los negros porque no lo quieren ser? ¿Qué sentido tiene, especialmente para los negros, tomar partido con los que los han oprimido tanto tiempo contra los que vienen aquí con la esperanza de salir adelante? ¿Qué quieres hacer: pelear para ganar el favor de los que detentan el poder… o ser parte de la lucha para emancipar a toda la humanidad?

Pero no tiene que ser así… y no podemos permitir que así sea. Cuando la gente entienda la situación que lleva a tanta gente a venir aquí y la verdadera historia de opresión en este país… captará por qué hay que luchar contra todo el sistema

Resistencia… y revolución

Y se dan importantes cambios positivos. Se empieza a forjar la unidad. Hace poco ICE hizo una redada de viviendas de Stillmore, Georgia, con rifles y chalecos antibalas, y arrestó a 120 mexicanos. Ante eso, la alcaldesa dijo: “Esto me hace pensar en lo que leí sobre la Alemania nazi y las redadas de la Gestapo”. Los estudiantes de varias universidades han protestado contra los Minutemen cuando han ido a regar sus mentiras sobre los migrantes y contra los Jóvenes Republicanos cuando organizaron el juego reaccionario "Busca al migrante ilegal". En California ha habido protestas contra las redadas y en varias ciudades las alcaldías han declarado que no cooperarán con las redadas de ICE. Donde hace las redadas, los vecinos las denuncian en el acto. Y de una manera menos visible pero importante, gente de diferentes nacionalidades se están reuniendo para ver el video de la charla grabada "Revolución" de Bob Avakian y para hablar sobre la causa de todo esto y cómo se puede forjar la unidad necesaria para pararlo.

Se necesita eso y mucho más para forjar una nueva polarización donde la iniciativa la tienen los que toman partido con los migrantes. Existe un tremendo potencial de voltearle la tortilla si juntamos todos los puntos fuertes de los de abajo: el entendimiento de cómo este sistema oprime al pueblo y la energía creativa de encontrar la manera de oponerle resistencia.

El pueblo tiene el potencial de forjar la unidad de todas las nacionalidades para acabar con la horrible explotación y opresión de los migrantes y, lo que es más, unirnos como parte de una lucha revolucionaria para crear un mundo mejor. Sí, el enemigo es muy poderoso. Y una lección que tenemos que aprender de lo que pasó el año pasado es que los políticos de este sistema no van a ofrecer una buena resolución en los intereses del pueblo. Pero el año pasado también vimos el poder del pueblo… y aprendimos una que otra cosa. Todos podemos aprender del espíritu de esas protestas, del desafío y la resistencia, e incorporarse y hacer sentir su fuerza en una lucha unida contra el sistema que es la fuente de la miseria y sufrimiento que todos vivimos.

La clase dominante imperialista estadounidense recorre el mundo saqueando y destrozando, invade y ocupa países enteros en aras de su imperio, y tortura y mete en cárceles secretas indefinidamente y sin acusaciones. En el país apuntala un movimiento que busca imponer un gobierno cristiano fascista fanático, elimina el derecho de la mujer al aborto y redobla la opresión y discriminación de las minorías, y más. No hay absolutamente ninguna posibilidad de un mundo mejor para los migrantes ni nadie más bajo este sistema. Piénsenlo bien: no lo van a permitir. Los ataques contra los migrantes son parte de todo un programa y hay que luchar para ponerle fin.

Pero lo que es más importante, la situación no tiene que ser así. Se puede cambiar el mundo por medio de la revolución… una revolución socialista.

El proletariado, la clase que solo tiene su capacidad de trabajar y no tiene nada que perder más que sus cadenas, tiene que dirigir tal revolución y tiene que unir a muchos millones más que no son proletarios pero que anhelan un mundo mejor y más justo. Esa revolución tiene que ser obra consciente de millones de personas. Tiene que crear un poder estatal totalmente nuevo que se base en los logros de las revoluciones proletarias del pasado, y que vaya más allá para desencadenar una sociedad socialista vibrante y efervescente. Este poder estatal tiene y debe estar al servicio de nuevas relaciones sociales y económicas cuya meta es acabar con la explotación y todas las instituciones e ideas opresivas que existen hoy, entre el pueblo y entre países. Tiene que tratar con firmeza a los que buscan destruirlo, tanto los de afuera como los explotadores viejos y nuevos de la misma sociedad… pero tiene que "ir al borde de ser descuartizado" para garantizar el mayor florecimiento posible del pensamiento crítico y de la democracia popular. Un mundo totalmente diferente… y mucho, mucho mejor… es posible. Y lo que es más, tenemos un líder, Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, que ha forjado un plan y una visión revolucionarias para llegar a ese mundo mejor, que aprende de los logros del pasado y hace un balance crítico de sus debilidades, y a base de eso propone un nuevo "modelo" de la sociedad socialista y la transición a un mundo verdaderamente comunista.

Lo que nos lleva de regreso al comienzo: el mundo clama por la revolución. Nos tocarán grandes trabajos y tremendas luchas. En este momento, una de las tareas más importantes es forjar la unidad revolucionaria de todo tipo de gente para librar una gran lucha para parar todos estos esfuerzos de criminalizar, demonizar y deshumanizar a los migrantes. Piense en las posibilidades que se presentarían… de acelerar el día cuando se puede hacer la revolución… si gente de todas las nacionalidades se lanza junta a la calle, si rechaza los intentos de la clase dominante de crear esclavos asalariados modernos, si millones se unen en una causa revolucionaria común y en contra de un enemigo común y declaran, al unísono, con una diversidad de idiomas pero un sentimiento común:

"Somos seres humanos, exigimos un mundo mejor, no aceptaremos ninguna forma de esclavitud".

Partido Comunista Revolucionario, EU

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU

Parte 4

Nota de la Redacción: A continuación publicamos pasajes de una versión editada de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, a un grupo de simpatizantes en el otoño del año pasado. Esta es la cuarta de una serie de pasajes que publicaremos. Agregamos los subtítulos y notas de pie de página.

"Vivir en la casa de Tony Soprano"

Esto me lleva a una formulación que me encanta porque capta gran parte de la esencia de la situación. Poco después del 11 de septiembre de 2001, alguien dijo o escribió que vivir en Estados Unidos es como vivir en la casa de Tony Soprano. Uno sabe o intuye que sus bienes tienen que ver con lo que hace el señor de la casa en el mundo. Pero no quiere examinar la situación a fondo porque podría trastornarlo todo, tanto sus bienes como lo que da por sentado en la vida.

Esto capta un elemento importante, en general y específicamente en cuanto a lo que le ata las manos a mucha gente que debería oponerse con vigor y resolución a los atropellos que está perpetrando en su nombre este gobierno, esta clase dominante y el núcleo que detenta el poder en este momento.

Cuando se propuso esa analogía, o metáfora, de "vivir en la casa de Tony Soprano" (o cuando la oí), poco después del 11 de septiembre del 2001, me pareció muy oportuna y pertinente. Pero el 11 de septiembre fue un anuncio brusco de que habrá que pagar un alto precio por vivir en la casa de Tony Soprano, por aceptar unas relaciones mundiales profundamente desiguales, y el sufrimiento incalificable que este gobierno y este sistema imponen a los pueblos del mundo para mantener el sistema y seguir distribuyendo "bienes" a ciertos sectores de la población aquí en la "casa": "bienes" en el sentido económico y en el sentido de cierta estabilidad y cierta democracia (democracia burguesa) en Estados Unidos. Ahora todo esto está siendo sacudido. Uno no solo recibe bienes por "vivir en la casa de Tony Soprano"; también aparecen "desconocidos" en el patio de noche. "Ahí están". El mundo ha cambiado. No es lo mismo que "vivir en la casa de Tony Soprano" hace una década.

Esto no implica que todos los habitantes de la "casa de Tony Soprano" vivieran bien. Mucha gente de Estados Unidos no vive bien en lo más mínimo. Tampoco implica que nadie supiera lo que pasa en el mundo, lo que "Tony Soprano" hace a los pueblos de todo el mundo. De hecho, una de las ironías es que mucha gente estaba enterada de esto hasta cierto punto, pero cuando la situación se agudiza a veces algunos quieren olvidar lo que saben. Por eso tenemos que bregar con ellos con firmeza sobre esto.

Esto es algo que mencioné hace poco en una de las 7 Charlas,1 y es importante subrayarlo: hay un punto donde, por así decirlo, la epistemología y la moral se encuentran.

Hay un punto donde uno tiene que decir: no es aceptable no querer mirar algo, o no creerlo, porque incomoda.

Y: no es aceptable creer algo porque tranquiliza.

En última instancia, especialmente en el mundo actual, hacer esto es una forma de complicidad, y debemos abordar esto con quienes lo hacen.

Además, esa orientación no dará el resultado deseado. Si uno sigue esa lógica hasta su conclusión, terminará muy mal: reforzará ambos "sectores históricamente anticuados" y acabará oponiéndose a lo que necesita el mundo.

Necesitamos un mundo distinto, que no conste de unas pocas casas de Tony Soprano rodeadas por un mar sin fin de seres humanos que viven oprimidos y en la miseria con gobiernos abiertamente tiránicos; donde el poder, la riqueza y los privilegios de un puñado dependen de la explotación y el sufrimiento de los muchos (y donde, incluso en la "casa de Tony Soprano", a muchos los tratan como parientes de segunda categoría o sirvientes despreciados). Ese mundo no puede continuar. No se debe permitir que tal mundo continúe.

Incluso antes de que una persona adopte la cosmovisión y el programa comunista para eliminar esto completamente, hay que tratar de que adopte la posición general de que necesitamos un mundo distinto. Podemos debatir cómo debe ser y qué debemos hacer para plasmarlo en realidad, pero no cabe duda de que la dinámica en que estamos encaminados llevará a un desastre para la humanidad, inclusive para los que tratan de esconderse, de una u otra forma, con la esperanza de que si siguen pasivos, no los tocará.

1 Los archivos de audio de las 7 Charlas (con la conclusión y la sesión de preguntas y respuestas) están en la internet (en inglés) en bobavakian.net y revcom.us. [regresa]

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Carta de joven chicano

De Fox News a Revolución

Recibimos la siguiente carta:

Estimado Revolución :

Tengo 14 años y acabo de entrar a la secundaria. Me crié en un barrio proletario y mis padres son migrantes. Soy chicano de primera generación. Ahora he dedicado toda la vida a la justicia social. Participo en diferentes tipos de actividad política, como la distribución de Revolución. Aunque ahora veo la necesidad del cambio y la justicia, no siempre fue así. Aunque me crié en un hogar pobre, por alguna razón me atrajo la telaraña de la prensa grande (Fox News y el History Channel, especialmente). A mí me enseñó que las guerras que libra Estados Unidos son "necesarias para defender la libertad" y son inevitables, que los estadounidenses son los "buenos". Empecé a creer que este es el más grandioso país del mundo y a una temprana edad (tenía unos 8 años) que no podía haber nada mejor. Así que cuando sucedió lo del 11 de septiembre, se puede imaginar mi respuesta: "atacaron" a "mi" país y ahora tenemos que darles a duro "los malos".

Me tragué todo eso de aplastar a los responsables. ¡No me despejaba del canal Fox News! Cuando el gobierno de Bush dijo que tenía las "pruebas" de que Saddam Hussein e Irak eran responsables del 11 de septiembre, yo pedí restitución para los muertos. Quería la cabeza de Saddam en una charola. Con el paso de los meses y el incremento de las bajas, seguía prestando atención. Me di cuenta que el aumento de bajas fue súbito: 400, 600, 850, 1,000. Empecé a investigar la guerra. Me enteré de la cantidad de dinero que despilfarrábamos todos los días. Me enteré de que usábamos bombas de dispersión no teledirigidas, napalm y armas enriquecidas con uranio. Me enteré de la verdadera cantidad de iraquíes muertos. Pero lo que de veras me hizo pensar fueron las fotos de Abu Ghraib. Recuerdo que lloré cuando las vi. Luego Bush dijo que Saddam no tenía nada que ver con el 11 de septiembre. Esa fue la gota que colmó el vaso: el país que tanto amaba y apreciaba, el país por el que mis padres sufrieron tanto, me había mentido. Pero no solo eso: me había mentido y lo admitió. Se jactaba de haberlo hecho.

Para ese entonces ya me oponía a la guerra… y a Bush. Sin embargo, no veía el panorama entero. Sabía que había algo más difícil y complicado. Me empecé a preguntar: ¿las leyes de quién permiten esto? Las de Estados Unidos. ¿De quién es el presidente que está haciendo esto? De Estados Unidos. De repente me di cuenta que esto no se trata de una sola guerra que resultó mal, sino que es algo que representa a un sistema, al capitalismo. Es un sistema construido y mantenido por la explotación. En la guerra de Irak vemos a este sistema poner en práctica sus planes. En eso di con el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, y me enteré de que la administración Bush, aun antes de tomar posesión, lo había planeado todo. Había planeado Afganistán e Irak. ¡También daba a entender que había planeado el 11 de septiembre! Ahora sí que tenía que hacer algo.

Apenas tres días antes del 5 de octubre me encontré con El Mundo no Puede Esperar. Fui a la protesta del 5 de octubre en San Francisco y recuerdo como si fuera ayer que llegué temprano. Recuerdo que preparaban los aparatos y decidí que debería ayudar, ya que no tenía nada más que hacer. Inmediatamente me pusieron a trabajar en algo de lo que no conocía mucho, sino que hacíamos algo para parar la guerra armando mesas y preparando pancartas. Cuando se acercaba la marcha, me permitieron ser uno de los monitores. Por primera vez ayudaba a organizar una protesta (y aunque en el momento no lo sabía, no sería la última). Me sentí de maravilla. ¡Era parte de algo ENORME!

Después de estar con El Mundo no Puede Esperar aproximadamente uno o dos meses, me enteré de Bob Avakian, el partido y sus ideas revolucionarias. El primer número de Revolución que leí y discutí tenía el artículo de Avakian "Forjar otro camino". Eso sí que era lo que necesitaba. Sabía lo que iba mal y lo que se necesitaba, pero no sabía cómo obtenerla. Avakian me presentó al pensamiento de un comunista revolucionario en las "entrañas de la bestia". Me dio una plataforma (una estructura y teoría) para entender lo que el mundo necesitaba. Él formuló mi respuesta al sistema. Él me abrió los ojos a cómo podríamos alcanzar esos cambios. ¡Jamás en la vida había visto algo así! Empecé a investigar las ideas del partido, el marxismo-leninismo-maoísmo, y vi la solución a la opresión. Encontré algo que no era solo la liberación de unos pocos, sino la emancipación de toda la humanidad.

Muchas organizaciones, programas de tele y documentales hacen un magnífico trabajo de informar sobre la verdad. Demuestran los puntos débiles y el sufrimiento. Algunos hasta ofrecen una razón: el capitalismo. ¿Pero qué documental propone una solución? Esperaré la respuesta… ¡NINGUNO! Avakian me ha mostrado la solución. Si todos podrían conseguir un número de Revolución y adentrarse en la política de la revolución, entonces lograríamos mucho.

Empecé a distribuir el periódico. Para mí fue una buena experiencia conocer a las personas que publican Revolución y empezar a entender más a fondo qué es lo que se ha forjado. Jamás había visto el comunismo en la práctica. Cuando empecé a verlo, empecé a ver la posibilidad. Empecé a trazar lazos entre mi vida diaria y el programa de Avakian y el PCR. ¿Qué podemos hacer para ayudar a la gente sin techo? Nada en este sistema: ¡revolución! ¿Qué podemos hacer para parar la brutalidad policial? Nada en este sistema: ¡revolución! Empecé a entender lo que significa la revolución: no es una conquista sangrienta para establecer una dictadura para todos los tiempos, sino un intento de cambiar la situación. Pero no solo un intento: lo hace.

He aprendido mucho de toda la experiencia de distribuir el periódico. Antes, solo hablaba con la gente sobre el periódico pero no sobre lo que piensan. Así que me ayudó a afincarme en esto, porque cuando se lo puede comprobar a otros, eso le asegura a uno que eso es lo que uno cree porque lo está comunicando a otros, y dándoles saber que se puede dar un cambio. Lo que de veras me hizo ver eso fue distribuir el periódico en los barrios proletarios donde me crié. Cuando uno va directamente a la gente más afectada por el capitalismo es una experiencia conmovedora, porque esa es la gente para la que estamos trabajando, esa es la gente que vamos a salvar, y no solo eso, es la gente que será parte de la revolución y que efectuará el cambio para sí misma y para todos los demás. Cada una de las personas… no recuerdo ni una sola de los trabajadores eventuales que haya dicho que estamos equivocados. ¡Cada uno dijo que necesitamos el cambio ya! Necesitamos la revolución. Podemos discutir sobre los cambios que vendrán, pero ahora necesitamos la revolución. Necesitamos hablar de los cambios y presentar ideas. Eso es lo que yo entendía de hablar con la gente. No tienen que estar cien por cien de acuerdo con las ideas o con Bob Avakian o el partido, pero con tal de que estén dispuestos a hablar de la necesidad de la revolución. Si estás de acuerdo que necesitamos una revolución, eso es lo único que necesitas para llevarte bien conmigo; entonces ese es un punto de partida para trabajar juntos.

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Se ha distribuido casi medio millón de ejemplares del número especial sobre Bob Avakian

¡Para el 22 de abril se distribuyeron más de 472,000 ejemplares del número especial de Revolución sobre Bob Avakian ("La encrucijada que se nos plantea; la dirección que necesitamos")! Al cierre de esta edición, se están repartiendo grandes cantidades del periódico en Los Ángeles. Más de medio millón de personas se habrán enterado de este líder y de sus ideas. Además, se ha sacado anuncios en varios periódicos y se lo dejó en muchas tiendas, bibliotecas y otros lugares. Unas 2,500 personas han participado en la campaña de varias maneras.

En números futuros, Revolución informará sobre lo que se ha logrado y aprendido. Para que el informe sea más acertado, exhortamos a enviar informes sobre las experiencias al leer, distribuir y recaudar fondos para el número especial. Se puede enviar correos electrónicos a: rcppubs@hotmail.com o cartas a Revolution, Box 3486, Merchandise Mart, Chicago IL 60654, o se puede llamarnos a: 773-227-4066.

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Chicago: Redada armada en el corazón del barrio Mexicano

“Son como la alemania Nazi”

Recibimos este informe de Chicago:

Martes, 24 de abril. La Villita, calle 26, el corazón de la gran comunidad mexicana de Chicago. Un artista de tatuajes que trabaja en el centro comercial describió lo que pasó:

"Los 15 policías de motín vinieron con un chingo de armas, escopetas y rifles automáticos. Cerraron todo el centro comercial; bloquearon todas las salidas. Antes, durante un largo rato, filmaron a los que estaban de compras. Y luego atraparon a todos adentro. Cundió el pánico. Tenían fotos de las personas que buscaban en todo rincón del mall, supuestamente a los hacen y compran las micas".

Esta es ahora una escena común y corriente: la gente está haciendo compras y comiendo en un centro comercial de un barrio latino de Estados Unidos, y de repente les cae encima una bola de agentes federales, que les apuntan fusiles, los arrestan y se los llevan. Los familiares no los vuelven a ver. A los niños les quitan los padres.

Otro testigo describió lo que pasó en una clínica de salud de La Villita. Dijo que las señoras y los hijos estaban en la sala de espera y de repente entraron los agentes armados; les gritaron y los asustaron. Por todo el centro comercial a los que no tenían papeles los agarraron y les hicieron preguntas. Los medios informaron que arrestaron a 22 personas. Se han llevado a cabo redadas parecidas por todo el país. Es muy significativo que lo hayan hecho en Chicago, que fue un epicentro de las megamarchas por los derechos de los migrantes el año pasado.

En La Villita, con el tiempo la frustración y el temor dieron paso a la indignación. El artista de tatuajes nos contó que nunca antes había visto tanta ira en los ojos. Describió a una señora mayor que gritaba a los agentes del FBI que la redada y las deportaciones son injustas. Un agente amenazó con arrestarla si no se callara.

Mucha gente llamó a familiares y amigos, y estos llegaron desde todos lados. En cierto momento salieron del centro a la calle 26 y celebraron una marcha de protesta y desafío. Llegaron más de 300 personas y la policía bloqueó el tráfico. Demandaron parar las redadas, los arrestos y los ataques a barrios enteros; participaron activistas, clérigos y organizadores de la marcha del 1º de Mayo.

Uno nos dijo: "Estas redadas son como la Alemania nazi, donde entraban a las casas y luego iban por ti. La gente respondió con cierta desesperación. Lo tenía que hacer. Se lanzó a la calle coreando". La protesta continuó en la noche.

Durante varios días mucha gente tenía miedo de regresar al centro comercial o salir de la casa. Muchos se preguntan cuándo van a regresar.

Políticamente hay una atmósfera electrizada en el barrio. Desde hace mucho los vecinos hablan de las manifestaciones del 1º de Mayo por todo el país contra las redadas y en defensa de los derechos de los migrantes. Días antes de la redada, se distribuyeron ejemplares del número especial de Revolución sobre Bob Avakian, "La encrucijada que se nos plantea; la dirección que necesitamos", en el centro y el barrio.

La valiente respuesta a la redada de La Villita es una parte importante de la nueva oleada de resistencia y señala la necesidad y la fuerza potencial de la gente de todas las nacionalidades si se une para oponer resistencia a estos ataques y exigir un mundo mejor.

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Revolución en linea, 29 de abril de 2007

Las "reformas" migratorias de Bush y los demócratas: Nada bueno

Al mismo tiempo que se intensifica la ofensiva reaccionaria contra los migrantes —impulsada por el gobierno, los paramilitares fascistas y los demagogos de la prensa, como Lou Dobbs— los funcionarios políticos de la clase dominante también están hablando de importantes "reformas" de las leyes migratorias. Pero las "soluciones" que Bush y los demócratas proponen no son nada bueno para la gente.

El plan de George Bush

Bush todavía no ha dado a conocer su programa global sobre la inmigración, pero la prensa recibió un borrador en marzo. Resalta la expansión del programa de "trabajadores huéspedes", que crearía una casta inferior de trabajadores a los cuales se los podría deportar fácilmente si los patrones los despiden; serían presa fácil de los patrones que los quieran estafar y los obligaría a vivir en la miseria. Según el plan de Bush, la visa de los "trabajadores huéspedes" sería válida por tres años y se la podría renovar las veces que uno quiera, así que esos trabajadores vivirían como una casta inferior. Para colmo, esos "trabajadores huéspedes", que cuando llegan a Estados Unidos ya están endeudados por miles de dólares a los contratistas de mano de obra, tendrían que pagar $3,500 cada vez que quieran renovar la visa. (Hay más sobre los "trabajadores huéspedes" en nuestro artículo: "Nuevo informe del Southern Poverty Law Center, Trabajadores migrantes: 'Casi esclavitud'", en el #83).

Bush también promueve la militarización de la frontera. En un discurso que dio en abril en Yuma, Arizona, se jactó de que la Patrulla Fronteriza creció de 9,000 a 13,000 agentes, y dijo que quería 5,000 más para principios del año que viene. Además, pidió que se extienda el muro 370 millas más. La creciente militarización de la frontera ha causado más muertes, porque mucha gente se ve obligada a cruzar en zonas peligrosas. Desde que se intensificó la militarización de la frontera durante la administración de Clinton en la década pasada, se calcula que han muerto 10,000 personas.

Otro elemento clave del programa de Bush es la construcción de más centros de detención. En el 2006, el gobierno de Bush le dio a una empresa filial de la compañía Halliburton (que le ha sacado jugosas ganancias a la guerra) un contrato por $385 millones para construir cárceles para migrantes en caso de una "emergencia". En el discurso de Yuma, Bush dijo que desde el 2001 ha extendido el cupo de los centros de detención de migrantes, incluso de niños, por 40% y que quiere extenderlo aún más. Una reciente demanda de la ACLU describe las horripilantes condiciones en un centro de detención de Texas: "A los niños los tienen en celdas 11 y 12 horas al día donde no pueden tener ni comida ni juguetes y no hay intimidad… muchos de los niños padecen de dolores crónicos que se empeoran al no ser diagnosticados o tratados… Los guardias con frecuencia castigan a los niños con amenazas de separarlos de sus familiares". (De una demanda entablada en marzo contra el Departamento de Seguridad de la Patria, que se puede conseguir en http://www.aclu.org/immigrants/detention/hutto.html).

El plan de Bush también obligaría a los migrantes a llevar una tarjeta de identificación a prueba de falsificación. Una identificación así solo le sirve al gobierno si todos los trabajadores, migrantes o no, la tienen que llevar; mejor dicho, es una propuesta fascista de una identificación nacional.

El proyecto de ley de Gutiérrez

Se dice que el proyecto de ley STRIVE que presentó ante el Congreso el congresista demócrata por Illinois Luis Gutiérrez es una alternativa "pro migrante". Pero en realidad contiene un montón de ataques a los migrantes igual que el plan de Bush.

Se dice que les da a los migrantes indocumentados una pista hacia la ciudadanía, pero los requisitos están escritos de tal manera que haría casi imposible obtenerla. La mayoría de los que solicitarían ciudadanía tendrían que salir del país dentro de 90 días e inscribirse antes de que se les permita regresar. También tendrían que pagar $2,000 de multas e "impuestos atrasados", aunque hayan pagado impuestos desde hace años. Tendrían que comprobar que han estado trabajando seguidamente desde el 1º de junio de 2006, lo cual descalifica a quienes estuvieron desempleados por mucho tiempo. No calificaría para la ciudadanía quien ha usado una "identificación falsa" (aproximadamente el 75% ha tenido que usar una identificación falsa solo para trabajar), y a los que agarren con "documentos falsos" los podrían meter preso hasta por15 años. Y los pocos que cumplirán todos esos requisitos podrían tener que esperar 15 años antes de recibir la ciudadanía.

Al igual que el programa de Bush, el proyecto de ley STRIVE promueve bastante el programa de "trabajadores huéspedes". Bajo STRIVE, las visas serían válidas por tres años, con la posibilidad de renovarlas solo una vez, y tendrían que pagar una cuota de $15,000 por el privilegio de ser explotados como "trabajadores huéspedes". STRIVE también recomienda establecer un banco de datos nacional biométrico para vigilar a todos los migrantes, así como un "Sistema Electrónico de Verificación de Empleo" para identificar a los que tienen o no tienen papeles y otros 20 centros de detención (más de lo que pide Bush).

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Washington, D.C.

25 de abril: Que la demanda por un juicio de destitución se ponga en el tapete

Debra Sweet, directora nacional de El Mundo No Puede Esperar

Martes, 24 de abril: El representante Dennis Kucinich propuso una resolución para realizar un juicio de destitución al vicepresidente Dick Cheney.

Miércoles, 25 de abril: Frente al Capitolio del país, 50 destacadas voces de conciencia pidieron juicios de destitución a Cheney y al presidente George W. Bush.

Jueves, 26 de abril: Mientras el Senado votaba sobre el proyecto de ley de gastos militares para Irak, de lo más alto del edificio de oficinas del Senado colgaron dos mantas de 20 pies por 30 pies; una citaba la sección de la Constitución que habla del juicio de destitución y la otra decía: “Tu silencio, tu legado”.

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Al iniciar la rueda de prensa del 25 de abril en pro de un juicio de destitución, John Nichols, de la revista The Nation, pronunció: “Estamos aquí para decirle al Congreso: pongan el juicio de destitución sobre el tapete donde debe estar, como primer tema de la agenda del día”.

El ambiente de Washington era electrizante la semana pasada, cuando escritores, actores, activistas, ex funcionarios y funcionarios actuales del gobierno y otros se reunieron frente al Capitolio. Fue el momento propicio para anunciar la existencia de un movimiento en pro de un juicio de destitución a Bush y Cheney. El espectro de una confrontación entre la Casa Blanca y el Congreso rodeaba la ciudad porque los demócratas sumaron un calendario para la retirada de tropas de Irak en el proyecto de ley de gastos militares, y Bush amenazó con vetarlo. Día tras día iban aumentando las revelaciones, las acusaciones y los citatorios al gobierno de Bush. Bush y Cheney, belicosos como siempre, dejaron en claro que están resueltos a seguir adelante con la escalada de guerra, las amenazas contra Irán, los cambios de trámites judiciales que restringen aún más el contacto entre los detenidos de Guantánamo y sus abogados, los elogios al fallo teocrático y misógino de la Suprema Corte que limita más el derecho al aborto… todo eso mientras defienden al mentiroso arquitecto judicial de la tortura, el secretario de Justicia Alberto Gonzales.

Todo eso (y la muerte de más de 650,000 iraquíes y 3,333 soldados estadounidenses) era el fondo de la presentación de la demanda de un juicio de destitución. La complicidad y la responsabilidad, el estado de derecho y la necesidad de actuar antes de que haya más muerte y destrucción: esos eran los temas que resonaban en las declaraciones a los medios de comunicación.

El periodista galardonado del premio Pultizer y autor del libro American Fascists, Chris Hedges, pintó la gravedad de la situación: “En fin, este presidente es culpable de lo que en círculos judiciales se llama un ‘crimen de agresión’. Si nosotros como ciudadanos no demandamos que responda ante esos crímenes, si no empezamos el proceso de un juicio de destitución, seremos cómplices en la codificación de una nueva orden mundial que tendrá consecuencias espantosas”.

En las semanas antes del 25 de abril, las cartas electrónicas iban volando. Prominentes voces de conciencia escribieron declaraciones y se comprometieron a ir a la capital. El 19 de abril, la actriz Olympia Dukakis anunció el evento ante un público de millones de personas en el programa televisivo "The View", y en respuesta Rosie O’Donnell, una de las anfitrionas, saltó de la silla con los puños en alto. Se han recibido endosos y declaraciones de Ed Asner, Russell Banks, Jackson Brown, Ariel Dorfman, Eve Ensler, Graham Nash, Gore Vidal, Alice Walker y muchos más. El representante Kucinich se preparó para presentar los artículos de destitución contra Cheney la víspera.

Cuando Kucinich hizo el anuncio, los medios de comunicación ridiculizaron su postura solitaria, pero no dijeron nada sobre el contenido de las acusaciones. Al comienzo del evento del 25, Kucinich subió las escalinatas del Capitolio y, mirando a la gente reunida, dijo: “Ayer me preguntaron: ‘¿quiénes están contigo?’. Nadie está conmigo en esto, solo el pueblo. Y ¡hay que escucharlo!”

La mayoría de los presentes ese día han hablado en otras ocasiones contra la guerra y contra Bush, y hasta a favor de un juicio de destitución, pero jamás se habían reunido tantas voces de conciencia tan destacadas y diversas para decir que un juicio de destitución debe empezar ya. Entre los principales oradores estaban: el alcalde de Salt Lake City, Rocky Anderson; Kucinich; Chris Hedges; Daniel Ellsberg; Cindy Sheehan; y Eric Oemig, el legislador estatal que presentó una resolución de destitución en la legislatura del estado de Washington. Junto a ellos estaban el primer poeta laureado del estado de Nueva Jersey, Gerald Stern; los actores de Broadway Kathleen Chalfont y Frank Woods; la poetisa Anne Marie Macari; el ex agente de inteligencia David MacMichael; la ex militar Ann Wright; y una veintena de otros artistas, activistas, familiares de soldados y personas destacadas por sus actos de resistencia. Fue una reunión de gente de distintas esferas que ha estado en las primeras filas de la oposición a Bush y a la guerra. Su postura conjunta y la demanda de un juicio de destitución a Bush y Cheney empezó a romper la “realpolitik” de que lo único posible es lo que ya se está haciendo, y la actitud cínica y criminal de los líderes demócratas que dicen que un juicio de destitución minará sus campañas para la presidencia.

Cindy Sheehan expresó muy bien por qué esa actitud es inmoral y el precio que conlleva. Dijo: “La única solución a esta guerra es un juicio de destitución a los mentirosos, a los asesinos, y que las tropas regresen a casa”.

Muchos expresaron su profunda preocupación de que Bush ha socavado seriamente el estado de derecho. Rocky Anderson dijo que al principio pensaba que un juicio de destitución sería demasiado extremo, pero hoy piensa que “quizás sea lo más crucial para nosotros como nación y para los que nos siguen en el futuro, para decir que no permitiremos jamás esas atrocidades, esas violaciones, ese desacato a la ley en nuestro nombre”.

En 1971, Daniel Ellsberg arriesgó una sentencia de cadena perpetua cuando filtró documentos secretos en oposición a la guerra de Vietnam. El 25 de abril dijo: “No hacerles un juicio de destitución, no identificar esos crímenes como merecedores de un juicio de destitución, sería hacernos totalmente cómplices del ataque a la Constitución y la democracia. Esto se aplica a todos los ciudadanos y no solamente a los miembros del Congreso”.

En las discusiones que siguieron la rueda de prensa, los participantes describieron esta semana como un comienzo que tal vez marque un cambio. Hay gran revuelo en la cúpula del poder en Washington, D.C., y ese acto de parte de conocidas voces de conciencia fue un nuevo paso hacia abrir cancha para un movimiento desde abajo que demanda un juicio de destitución.

Debra Sweet, directora nacional de El Mundo no Puede Esperar–Fuera Bush y su Gobierno, lanzó un reto en sus comentarios al abrir la rueda de prensa: “A los que dicen que es muy temprano para hablar de un juicio de destitución, les preguntamos esto: ¿qué tan tolerable es la situación en Irak para ustedes, que continúe dos años más? ¿Qué tan tolerables son los preparativos para una guerra contra Irán? ¿Por cuánto tiempo quieren vivir con Guantánamo y con la tortura que se realiza en su nombre? Si no es el momento ahora, entonces ¿cuándo? Si no demandamos un juicio de destitución y no actuamos para parar el programa de Bush, entonces ¿quiénes lo harán?”.

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

28 de abril: "IMPEACH" Day

El 28 de abril, miles de personas se reunieron en 175 lugares para deletrear la demanda de que se haga un juicio de destitución a Bush, (o sea "impeach"). Una avioneta sobrevoló el Festival de Música del Valle Coachela jalando una manta que decía "IMPEACH". Rage Against the Machine se reunificó para tocar en ese festival. En San Francisco, 1500 personas se reunieron en la playa Ocean. En Nueva York cientos de personas deletrearon "IMPEACH" en el parque Central. En otras partes colgaron mantas sobre autopistas o proyectaron "IMPEACH" en paredes con lazares. Más información en línea en A28.org.

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

Desigualdad mortal: El aumento del índice de mortalidad infantil de los negros

Krystal Allen de Hollandale, Mississippi, que hoy tiene 21 años, tenía 17 años cuando dio a luz a su primer hijo. Cuando tenía cuatro meses, empezó a tener problemas respiratorios y Krystal lo llevó a la sala de emergencia, donde le dieron antibióticos y una máquina de vapor, luego le dieron de alta. Los dos regresaron a casa y se durmieron. Krystal recuerda: "Cuando me desperté pensé que dormía y me preparé para ir a la iglesia. Pero estaba muerto".

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En Detroit, Sparkle Ruffin, de 26 años, trabajaba en la compañía de teléfonos y fue con regularidad al médico, pero dio a luz tres meses y medio antes de la fecha esperada y el bebé solo pesaba una libra. Sparkle recuerda: "Murió en mis brazos".

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Cheryl Fields vive en el proyecto habitacional Alice Griffith del barrio Bayview-Hunters Point de San Francisco. Tenía preeclampsia, una enfermedad que afecta a las mujeres embarazadas, y al final del sexto mes de embarazo los médicos sacaron a sus gemelos por cesárea, aunque fueron demasiado pequeños para sobrevivir. Cheryl recuerda: "El hijo vivió dos horas y la hija una".

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Cada una de estas mujeres experimentó dolor y pesar al perder un bebé tan pronto después de dar a luz. No son historias aisladas, sino parte de un patrón horrendo de bebés negros que mueren temprano en comparación con los blancos.

Las últimas estadísticas nacionales demuestran que en el 2003, el índice de mortalidad infantil de los negros fue 13.6 por cada mil partos, o sea, dos veces y medio mayor que el índice de 5.7 de los blancos. El índice de todas las nacionalidades fue 6.9. (estadísticas del gobierno federal en childstats.gov/americaschildren/hea7.asp)

El "índice de mortalidad infantil" es la cantidad de bebés que mueren antes del primer cumpleaños por cada mil partos. Así que la disparidad del índice de negros y blancos significa que de 13 a 14 bebés negros de cada mil no llegan al primer cumpleaños en comparación con de 5 a 6 bebés blancos.

El índice de mortalidad infantil de los negros es una infamia y se parece al índice de algunos países pobres del tercer mundo; además sigue creciendo, especialmente en el Sur pero en otras partes del país también.

El índice de mortalidad infantil de los negros en Mississippi

En Mississippi y los estados vecinos, que tienen grandes poblaciones negras, el índice de mortalidad infantil ha subido bruscamente en los últimos años, tras un período de mejora. El índice para los niños de todas las nacionalidades subió de 9.7 en el 2004 a 11.4 en el 2005, como resultado de recortes a fondos federales para los pobres.

En el 2005 y 2006, por ejemplo, la cantidad de personas no ancianas cubiertas por Medicaid y de niños cubiertos por los programas de seguro médico estatales bajó por 54,000. El director regional del Fondo de Defensa de los Niños le dijo al New York Times hace poco: "Cuando vemos recortes del welfare, Medicaid y el seguro médico para niños, eso es buscarse problemas". ("In Turnabout, Infant Deaths Climb in South", 22 de abril)

El aumento del índice de mortalidad infantil es inquietante, pero el aumento de mortalidad de los bebés negros es devastador. Para los negros de Mississippi, la mortalidad infantil subió de 14.2 por mil partos en el 2004 (ya más alto que en nivel nacional) a 17 en el 2005.

El índice para los negros también aumentó (pero más lentamente) en Alabama, Carolina del Norte y Tennessee en el 2005, y en Louisiana y Carolina del Sur en el 2004.

Hay quienes le echan la culpa a las mujeres negras. Por ejemplo, el artículo del Times cita a un obstetra de una clínica de Clarksdale, Mississippi: "No creo que hay una escasez de médicos o clínicas. Algunas mujeres no tienen el empuje". Un artículo del Detroit News ("Health Gap Threatens Detroit Babies", 19 de diciembre de 2004) le echó la culpa al "comportamiento" de algunas mujeres, como "no tomar la iniciativa de solicitar ayuda pública" o "comer mal".

Estas son las mismas mentiras con las que han condenado a los negros y justificado la esclavización y demás formas de opresión durante toda su historia en Estados Unidos. Busca echarle la culpa a ellos por su terrible situación. En realidad, el aumento del índice de mortalidad infantil demuestra que la culpa es la manera que esta sociedad está organizada y dirigida. .

En una carta a la Redacción del New York Times (26 de abril), H. Jack Geiger, M.D., fundador y coordinador nacional del Comité Médico por los Derechos Humanos, señaló que cuando él y sus colegas abrieron un centro de salud en el delta del río Mississippi en los años 60, se calculó que el índice de mortalidad infantil de los negros fue 60 de cada mil partos. Continuó: "Las causas son la pobreza atroz, el desempleo amplio, las chozas destartaladas, la desnutrición, el agua contaminada y la falta de transporte". Cuando cambiaron esas condiciones y proporcionaron los servicios de salud que tanto necesitaban, el índice de mortalidad infantil se desplomó.

Pero el Dr. Geiger señaló: "Esas causas persisten, y ahora son peores debido a los grandes recortes de Medicaid y el welfare… La consecuencia de hacer trizas la red de seguridad social es la muerte de más bebés negros (y blancos). Ningún servicio de salud puede contrarrestar los efectos de políticas sociales que devastan la vida los pobres… Debemos estar airados, y avergonzados, que estas muertes evitables continúan, y aumentan, en este país".

Un problema que afecta a los negros en general

El índice de mortalidad infantil en Mississippi y los estados vecinos es escandalosamente alto y sigue creciendo. Es un ejemplo del asqueroso legado de la esclavitud y las leyes discriminatorias en el Sur, pero también afecta a los negros por todo el país. Por ejemplo:

El alto índice de mortalidad infantil no solo afecta a las negras y las familias negras más pobres. Las afroamericanas que trabajan y que son de la clase media tienen el mismo problema. Varios investigadores informan que las mujeres negras profesionales y de la clase media tienen dos o tres veces más posibilidades de dar a luz a un bebé que pesa menos que lo normal (la principal causa de la muerte temprana) que las blancas. Los bebés que pesan menos que lo normal tienen 17 veces más posibilidades de morir que los bebés que pesan cinco libras y medio al nacer. Y los bebés que pesan menos que lo normal, incluso si sobreviven, tienen más posibilidades de tener problemas cardíacos, respiratorios y de otro tipo en la vida.

¿Cómo se explica esa disparidad? Un estudio publicado en el 2004 en la revista A merican Journal of Public Health concluyó que las mujeres de cualquier clase que experimentan altos niveles de discriminación racial tienen cinco veces más posibilidades de dar a luz a bebés que pesan menos que lo normal que las mujeres que no la experimentan.

El San Francisco Chronicle ("Too Young to Die", 3 de octubre de 2004) informó que unos investigadores médicos que estudiaron las diferencias de mortalidad infantil entre los negros y los blancos se enfocaron en "el estrés agotador de los factores como la segregación y el racismo que los negros enfrentan en la vida". En un estudio publicado en el 2003, el profesor Michael Lu de la Universidad de California en Los Ángeles "sugirió investigar el estrés que una madre experimenta durante todo el 'curso de la vida', a partir de su propio desarrollo en la vientre, o incluso las consecuencias intergeneracionales del estrés que hubiera experimentado su abuela. Citó a varios estudios que demuestran que las madres que pesaban menos que lo normal tenían muchas más posibilidades de dar a luz a bebés que pesan menos de lo normal".

Todo esto indica que la causa fundamental del alto índice de mortalidad infantil de los negros no son los individuos que "se comportan de modo irresponsable", sino la opresión histórica y actual del pueblo negro.

La "brecha de salud" y la opresión nacional sistemática

La brecha entre el índice de mortalidad infantil de los negros y los blancos es un elemento de una "brecha de salud" general en este país. Unos ejemplos: El índice de muertes por cáncer de los negros es 25% más alto que el de los blancos. Más o menos el 40% de los afroamericanos (hombres y mujeres) tiene alguna enfermedad cardíaca, en comparación con el 30% de los hombres blancos y el 24% de las mujeres blancas. El índice de diabetes de los negros es el doble del de los blancos. Más del 54% de los nuevos casos del VIH/SIDA en el 2002 fueron de afroamericanos, que tienen 10 veces más posibilidades de morir del SIDA que los blancos. (estadísticas del Departamento de Salud y Servicios Humanos del 2005, en omhrc.gov)

Esta "brecha de salud" es parte de la opresión sistemática del pueblo negro en este país. La clase dominante se jacta de la "libertad y prosperidad", pero este es un sistema basado en la "libertad" de saquear, explotar y suprimir brutalmente a los pueblos del mundo; es un sistema que no podría existir de la misma manera sin la explotación bárbara de los negros en la esclavitud, y luego en la aparcería en las plantaciones, el sistema de leyes y normas discriminatorias conocido como Jim Crow y la opresión que continúa hasta hoy. Esa opresión nacional sigue intensificándose hoy, y el alto índice de mortalidad infantil en Mississippi es un ejemplo intolerable de esto que salta a la vista.

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

La lucha de los chicanos y la revolución proletaria en Estados Unidos

Parte 1: Colonización, conquista y desarrollo capitalista

En este número empezamos a publicar una serie de pasajes de "La lucha de los chicanos y la revolución proletaria en Estados Unidos". Este informe, de un grupo de estudio del Partido Comunista Revolucionario, EU, salió en junio del 2001. La investigación fue parte del proceso de elaborar el borrador del nuevo programa del PCR. (El Borrador del Programa y el informe completo están en línea en: http://revcom.us/s/programme_s.htm).

El informe tiene tres partes: Parte 1: La historia y la situación actual de los chicanos; Parte 2: La fuente de la opresión de los chicanos y la solución; Parte 3: La auténtica liberación: Puntos de unidad y discrepancias con otras perspectivas y enfoques.

Empezamos la serie con pasajes de la Parte 1.

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La opresión y la explotación dejan su sello en la realidad cotidiana de los chicanos: el joven pelón que ni se acuerda cuántas veces la policía lo ha registrado a empujones con la cara contra la pared; los padres que trabajan y se sacrifican toda la vida haciendo ricos a los capitalistas y apenas pueden mantener a la familia; el estudiante que logra ingresar a la universidad a pesar de las extremas desigualdades del sistema educativo y oye a los compañeros decir a sus espaldas que solamente entró gracias a la acción afirmativa; los niños castigados por hablar español en la escuela o metidos a clases para retrasados porque no hablan bien el inglés; los chavos a quienes les restriegan en la cara el mito yanqui de que los defensores de El Álamo fueron “héroes” que murieron a manos de “mexicanos canallas”. Todo esto y más pesa sobre los chicanos.

Históricamente, Estados Unidos se ha beneficiado del robo y saqueo a los chicanos y mexicanos, y hoy el sistema continúa sacando ganancias al mantener a la mayoría de los chicanos en los niveles más bajos de la clase trabajadora. Por medio de la opresión nacional la clase dominante oprime sistemáticamente a un pueblo entero debido a su ascendencia mexicana, el color de la piel y el modo de hablar. Les dan los peores trabajos por sueldos miserables… o engrosan las filas de los desempleados. Viven segregados en barrios pobres y decrépitos, donde reina la brutalidad policial, con las peores escuelas y servicios de salud. Han pasado más de 150 años desde que Estados Unidos se robó casi la mitad del territorio mexicano, pero los chicanos todavía viven las secuelas de esa conquista y los efectos de la actual dominación yanqui de México.

Esta relación entre opresor y oprimido es parte de la estructura social del Suroeste y el resto del país. El sistema ha creado toda una superestructura basada en prejuicios y discriminación que degrada y criminaliza la cultura, el idioma y hasta la existencia de los chicanos. Se les dice constantemente que su cultura e idioma son inferiores, y que los tratan como criminales porque actúan como tal.

Estados Unidos lleva años oprimiendo y explotando a los chicanos, quienes tienen muchísimos años de lucha contra la opresión nacional y, como parte del proletariado multinacional, contra la explotación capitalista. Son un verdadero ejemplo de la ley más básica de la sociedad de clases: “De la opresión nace la resistencia”.

Colonización, conquista y desarrollo capitalista

Los chicanos (o mexicano-americanos) son una nacionalidad oprimida cuya opresión se remonta a la colonización de lo que hoy es el Suroeste de Estados Unidos. Las raíces de su subyugación y larga tradición de lucha son la conquista de la región por la clase dominante estadounidense durante la guerra de 1846-1848 contra México, la dominación de México por el imperialismo yanqui y la marginación de grandes zonas del Suroeste.

El año 1492 inició una nueva etapa de la historia mundial. Cuando Cristóbal Colón se topó con las Américas, se desató un auge de actividad de la emergente clase mercantil (capitalista) de Europa, que luchaba por rebasar los límites del feudalismo y vio en las Américas nuevas fuentes de riqueza y poder. España fue una de las grandes potencias que pugnó por adueñarse del hemisferio occidental.

En 1519, Hernán Cortés y un pequeño grupo de soldados españoles se adentraron en lo que hoy es México, donde encontraron muchos pueblos indígenas, como los aztecas, los zapotecos, los mixtecos y los mayas. En poco tiempo (y por varias razones) los españoles lograron conquistar a los aztecas, dueños de un vasto imperio con una civilización avanzada, y se apoderaron de las regiones que dominaban los aztecas y conquistaron a los demás pueblos. Con el tiempo, se estableció una nueva civilización —dominada por los conquistadores españoles con población indígena— que abarcó gran parte de América del Norte y del Sur (y lo que hoy es Centroamérica, México y el Suroeste de Estados Unidos). Al extender su imperio por el continente, los españoles enfrentaron una feroz resistencia. Conquistaron México paso a paso, mediante la guerra y la devastación de las enfermedades que trajeron. Durante todo ese período, los indígenas opusieron resistencia.

La conquista española de los indígenas prácticamente borró las sociedades anteriores; borró grupos enteros, sus instituciones y costumbres. Como pocas españolas hicieron el viaje al “Nuevo Mundo”, llamado Nueva España, la unión física entre españoles e indígenas —muchas veces por pillaje y violación— creó el mestizo. Con el paso de varios siglos, nació una nueva cultura. En Nueva España, los mestizos eran una casta de segunda categoría y explotada, y los indígenas vivían una terrible opresión bajo las nuevas relaciones sociales impuestas por los conquistadores.

Los primeros exploradores españoles llegaron al Suroeste de Estados Unidos en busca de riqueza mineral. Más tarde establecieron poblados para fortificarse ante los rivales europeos. La colonización del Suroeste no fue fácil, y la encarnizada resistencia de los utes, apaches, comanches y navajos hizo difícil afianzarse en la región.

Los asentamientos españoles sobrevivieron porque conquistaron y esclavizaron a los indígenas pueblo, que eran agricultores. En 1680, ese grupo se levantó contra un siglo de maltrato, tortura y enfermedades; la rebelión, bien organizada y coordinada, sacó a los españoles de la región por 15 años. Pero a fines del siglo 17, los españoles lograron aplastar la rebelión, diezmaron la población y tuvieron que buscar nuevas formas de poblar y controlar la región.

En el norte de Nuevo México el rey de España otorgó tierras comunales a una gran cantidad de indígenas y campesinos mexicanos para proteger este territorio de los franceses y de otros grupos indígenas. Subsistían de la agricultura y del pastoreo de ovejas en tierras comunales, y tenían derechos comunales al agua. Debido a su aislamiento del gobierno central de México y a la relativa estabilidad de la región, empezaron a desarrollar su propia sociedad desligada de México y de los otros asentamientos del Suroeste. Esos asentamientos del siglo 18 existen hasta la fecha.

La historia del sur de Nuevo México es distinta. Allí recibió grandes terrenos la pequeña élite española, que forzó a los indígenas y a los campesinos mexicanos pobres a trabajarlos. Como en otras partes de México, la nobleza española gobernaba, seguían los mestizos y los indígenas estaban en el fondo de la sociedad. Los asentamientos crecieron muy lentamente, debido a los constantes ataques indígenas, y a finales del siglo 18 solo había 8000 colonos en todo Nuevo México.

En Texas, los españoles llegaron con la cruz y la espada. En el este, trataron de establecer misiones católicas y guarniciones, pero los comanches no los dejaron en paz. Corrieron mejor suerte en el sur, entre el río Bravo/Grande y el río Nueces, donde los rancheros españoles explotaron despiadadamente a los mestizos que trajeron de México para trabajar la tierra. Sin embargo, la distancia y los ataques indígenas impedían el contacto con los asentamientos de California y Nuevo México.

En California, el sistema de misiones floreció: establecieron 21 misiones, tres pueblos y tres guarniciones entre San Diego y San Francisco. Los indígenas de la costa opusieron poca resistencia; a muchos los convirtieron al catolicismo y los hicieron “servir a Dios” como esclavos. En California central, sin embargo, la resistencia de indígenas nómadas impidió el desarrollo de las misiones. En 1820, California era la colonia más alejada del gobierno central de México y tenía la población más pequeña.

Los españoles hicieron varios intentos de asentarse en Arizona, pero debido a los ataques indígenas, la falta de dinero y la lucha por mantener el control del resto de México, era difícil.

En resumen: de 1600 a 1800, los primeros asentamientos españoles en el Suroeste y California tenían poca población y mano de obra mexicana e indígena. En el norte de Nuevo México, se desarrolló un sistema de tierras comunales. En California, se estableció el sistema de misiones con mano de obra indígena. Esas regiones tenían poco o ningún contacto entre sí o con el gobierno central de México. Debido a la distancia, el terreno, y la resistencia y los ataques constantes de los indígenas, cada región tuvo su propio desarrollo; tenían poco en común, aparte de la herencia mexicana.

Próxima parte: La independencia mexicana; La guerra de 1846-1848 entre Estados Unidos y México

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

En revcom.us

Análisis de las amenazas estadounidenses contra Irán

La ocupación estadounidense de Irak produce nuevos horrores a diario, y el gobierno de Bush está encaminado a más confrontación y a una posible guerra con Irán. En el número 85 publicamos un artículo muy importante para hacer un análisis materialista de esta situación y exhortamos a leerlo en revcom.us:

Además, recomendamos los siguientes artículos de Larry Everest sobre Irán y el Medio Oriente:

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Revolución #87, 6 de mayo de 2007

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor

Raymond Lotta

Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista

Parte 12: La Revolución Cultural en China, Una irrupción sísmica de liberación

El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor
Raymond Lotta

• Parte 1: Introducción
• Parte 2: El comunismo y el socialismo
•  Parte 3: La revolución bolchevique estremece al mundo
• Parte 4: El experimento soviético: El poder proletario abre paso a la revolución social
• Parte 5: El experimento soviético: Se establece la primera economía socialista
• Parte 6: La II Guerra Mundial y sus secuelas
•  Parte 7: El gran avance de Mao: La revolución conquista el poder
• Parte 8: El avance de Mao: Romper con el modelo soviético
•  Parte 9: El Gran Salto Adelante
• Parte 10: La Gran Revolución Cultural Proletaria en China - No una purga fanática, sino el camino socialista contra el camino capitalista
•  Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista
• Parte 12: La Revolución Cultural en China, Una irrupción sísmica
• Parte 13: La Revolución Cultural, Lucha compleja y liberadora
• Parte 14: La Revolución Cultural, logros en educación y cultura
• Parte 15: La Revolución Cultural: Salud y economía
• Parte 16: La derrota del socialismo en China y las lecciones para el futuro
• Conclusión: La nueva visión del socialismo de Bob Avakian

Cada vez más personas se preocupan por el estado del mundo y la suerte del planeta. ¿Tiene que ser así el mundo? No; hay una alternativa mundial concreta: el socialismo y el comunismo. Pero constantemente nos remachan que el socialismo fracasó y que el capitalismo es lo máximo. Toda una generación no ha oído más que el socialismo es una pesadilla. Esa “revisión de la historia” también ha afectado a muchos intelectuales progresistas. El proyecto Pongamos las Cosas en Claro se propone convertir este ataque ideológico contra el comunismo en un debate enérgico en las universidades sobre el pasado del comunismo y el futuro del comunismo. En el 2005 y el 2006, el economista político maoísta Raymond Lotta dio una serie de conferencias por todo el país con ese fin. La conferencia “El socialismo es mucho mejor que el capitalismo, y el comunismo será un mundo mucho mejor” confronta las mentiras sobre el socialismo, analiza la experiencia y los logros de la revolución bolchevique de 1917 a 1956 y de la revolución china de 1949 a 1976, y plantea la nueva visión de Bob Avakian sobre el proyecto comunista. Revolución está publicando la conferencia por entregas. Salió por primera vez en Revolución a finales del 2005 y a comienzos del 2006. El website del proyecto Pongamos las Cosas en Claro es thisiscommunism.org. Estas son las partes once y doce.

Parte 11: Mao sobre las contradicciones en la sociedad socialista

El marxismo tuvo un enorme adelanto teórico con el análisis de Mao de que en la sociedad socialista siguen existiendo clases antagónicas, y que también sigue la lucha de clases entre el proletariado que gobierna la sociedad y la burguesía, ahora la gobernada.

Es algo complicado. Ya no se trata de capitalistas tradicionales con sus escrituras de propiedad y sus acciones en la bolsa de valores, aunque en los primeros años del socialismo se verán vestigios de la antigua burguesía y sus agentes reaccionarios organizarán en contra del nuevo sistema. Pero conforme la revolución se fortalece y la economía socialista se consolida, el peligro principalmente es una nueva burguesía que existe dentro de las relaciones y estructuras políticas, económicas e ideológicas de la sociedad socialista.

Causa confusión política. Sería más fácil si esa nueva burguesía saliera en la tele y anunciara: "Queremos destruir la revolución y explotarlos de nuevo, ¿oyeron?". Pero es al contrario: se organiza y lucha por sus intereses y programas dentro del marco institucional del sistema y con un lenguaje pseudo-marxista y pseudo-socialista.

Es cuestión de la naturaleza de la sociedad socialista.

Las desigualdades de la sociedad socialista

El socialismo es un enorme salto adelante; ha hecho posible cosas increíbles, como les he platicado. Pero es una sociedad de transición: trae las cicatrices económicas, sociales e ideológicas de la vieja sociedad. ¿Qué quiere decir eso?

Aún existen diferencias entre el desarrollo de la industria y la agricultura, entre la ciudad y el campo, y entre regiones. Algo muy importante es que sigue la división entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, o sea, entre los que principalmente se dedican a actividades intelectuales, administrativas y creativas, y los que trabajan con las manos.

Todavía hay diferencias salariales; el dinero, los precios y los contratos siguen jugando un papel importante en la economía.

Hay que restringir estas y otras desigualdades, así como la persistencia del intercambio de mercancías, y en última instancia habrá que eliminarlas para llegar al comunismo. También es necesario luchar ideológicamente contra la influencia de esas desigualdades en el pensamiento y los valores de la gente, y a la larga, eliminarla. Pero eso requerirá un proceso prolongado y complejo de lucha y transformación revolucionaria.

Mao analizó que estas diferencias sociales y las relaciones de mercancía forman el terreno del cual nacen nuevas fuerzas privilegiadas y una nueva burguesía en la sociedad socialista. Es más, demostró que el núcleo de la nueva burguesía se encuentra en los niveles más altos del mismo partido comunista. ¿Por qué?

El partido de vanguardia como el centro de las contradicciones

El partido comunista es la institución política más importante y la principal fuerza directora de la economía. Las masas necesitan dirección revolucionaria para transformar revolucionariamente la sociedad socialista. Es imprescindible el liderazgo de vanguardia y un estado proletario para dirigir la sociedad y coordinar la economía para el bien de las masas y para impulsar la revolución mundial. Se necesita un estado proletario fuerte para defenderse del constante peligro de un ataque imperialista.

Pero ahí está el detalle. Hay fuerzas en importantes puestos de liderazgo en el partido y el estado que promueven una línea burguesa, es decir, un punto de vista y medidas que expanden las desigualdades que mencioné y que restringen la iniciativa popular. Esos líderes de peso que promueven una línea burguesa están en una posición estratégica para implementar su programa: instituir medidas y reestructurar las relaciones económicas y sociales en la dirección del capitalismo. Esos "seguidores del camino capitalista", como Mao los bautizó, también tienen una posición ventajosa para movilizar a sectores sociales en torno a un programa neocapitalista.

Algunos preguntarán: "Bueno, ¿por qué no eliminar el partido y el estado de vanguardia, y así se evita el problema?". Pero eso no lo resuelve. Solo dejará a las masas sin liderazgo y más vulnerables ante todas las contradicciones de que ya platiqué. Y la burguesía volverá al poder.

Por eso, un partido de vanguardia tiene que dirigir el proceso revolucionario e impulsarlo hacia adelante. Pero, el mismo partido de vanguardia llega a ser el centro de las contradicciones de la sociedad socialista y, asimismo, la lucha dentro del partido entre el camino socialista y el camino capitalista llega a ser el centro de la lucha de clases.

Ese fue un gran descubrimiento de Mao.

Mao también buscó nuevos medios para lidiar con el problema: la movilización popular de abajo hacia arriba para derrocar políticamente los centros de poder burgués dentro del partido comunista y revolucionar el partido y las instituciones sociales; y la lucha ideológica para transformar el pensamiento y el conocimiento. De esta manera, la revolución socialista excava el terreno que regenera el capitalismo.

Con este fundamento político y teórico, echemos un vistazo a la Revolución Cultural.

Parte 12: La Revolución Cultural en China, Una irrupción sísmica de liberación

Es el 18 de agosto de 1966. Mao Tsetung está parado en la misma terraza con vista del zócalo de Pekín donde habló en 1949. Pero ahora pasa revista a la primera reunión pública de jóvenes revolucionarios, que se llamaban los Guardias Rojos. Un millón se han reunido y están celebrando porque hacía dos semanas Mao escribió y pegó en la calle un extraordinario cartelón titulado "Cañonear el cuartel general".

Nunca en la historia había hecho esto ningún líder revolucionario, ni ningún líder que detentara el poder. Mao llamaba al pueblo a desafiar las estructuras dominantes opresivas: a alzarse para derribar a los altos funcionarios del partido y del gobierno que intentaban llevar a China por el camino capitalista. Animaba al pueblo a reconquistar desde abajo los sectores del poder político y de la economía, cultura y educación de los cuales se habían apoderado los seguidores del camino capitalista.

Mao estaba lanzando una revolución dentro de la revolución.

Los Guardias Rojos como catalizador

En ese mitin de agosto, Mao saludó a la multitud y se puso un brazalete de los Guardias Rojos. Demostró su apoyo a la juventud revolucionaria y la animó; quería desencadenar su espíritu crítico y rebelde. Por su parte los Guardias Rojos jugarían un papel clave para iniciar la Revolución Cultural.

La situación en China en ese tiempo era gruesa. Un sector de líderes atrincherados en la administración y el partido promovían medidas burguesas con el camuflaje del marxismo. Muchos campesinos y obreros suponían que sus líderes, por llamarse comunistas, tenían que ser buenos. Mao quería quitarles esa costumbre de resignarse al statu quo y minar la arrogancia de los seguidores del camino capitalista. De hecho, en muchas fábricas y zonas rurales, la gente simplemente tenía miedo de criticar a la dirección.

Entran los Guardias Rojos.

Causaron sensación en la sociedad. Organizaron protestas y discusiones; criticaron funcionarios de alto y bajo nivel. Decían sus verdades a los directores de escuelas que se creían los muy muy. La generación anterior tenía la experiencia de la revolución en los años 30 y 40 en la lucha contra los invasores japoneses y el ejército de Chiang Kai-shek, que los yanquis financiaron. Ahora, una nueva generación se entregaba a la revolución. El gobierno daba permiso a los jóvenes de viajar gratis en tren. Los Guardias Rojos viajaban a muchas regiones y al campo, haciendo caminatas y trepados en los vehículos del ejército. Iban a los pueblos a reunirse con los campesinos, gente que no conocían y que les habían enseñado a despreciar.

Los Guardias Rojos sirvieron de catalizador. Alentaron al pueblo a alzarse la frente, a defenderse y a expresarse. Según contó un campesino:

"Los Guardias Rojos estaban bien organizados. Se dividieron en grupos y visitaron todas las casas de la aldea. Jamás habíamos visto tantos desconocidos en el pueblo. Nos hicieron preguntas sobre nuestra vida. Querían aprender de nosotros. Nos preguntaron cómo nos iba en la brigada [grandes unidades de trabajo]. Participaron en discusiones con los cuadros dirigentes de la brigada y les hicieron preguntas sobre el sistema de puntos de trabajo [el sistema de pago en las comunas]. Me dieron un libro de citas. Lo distribuyeron a varias familias. Al final todos lo tenían. Los Guardias Rojos fueron muy importantes para nosotros. Seguimos leyendo las citas cuando se fueron. Leímos y comparamos las citas con lo que hacíamos aquí y sacamos la conclusión de que era necesario cambiar muchas cosas". (Jan Myrdal y Gun Kessle, China: The Revolution Continued, Nueva York: Vintage, 1972, pág. 106-107)

La orientación de Mao para la Revolución Cultural

La burguesía odia la Revolución Cultural. La describe como "control del pensamiento" y retrata a los Guardias Rojos como fanáticos que arrasaban el país. Promueve en grande los estudios y memorias que pintan la Revolución Cultural como violencia y revancha. Pero esa no fue la realidad fundamental de la Revolución Cultural.

En primer lugar, no era una gresca descabellada. La dirección maoísta dio instrucciones. Uno de los principales documentos --y recomiendo que lo lean-- se llamaba la "Decisión de los dieciséis puntos". He aquí unas selecciones de las instrucciones de Mao:

* "Dejar que las masas se eduquen a sí mismas en el movimiento y aprendan a distinguir entre lo justo y lo erróneo, y entre la forma correcta de proceder y la incorrecta".

* "Hay que concentrar todas las fuerzas para asestar golpes al puñado de derechistas burgueses ultra reaccionarios. El blanco principal del movimiento actual son aquellos elementos en el seno del Partido que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista".

* "Hay que hacer una estricta distinción entre los dos diferentes tipos de contradicciones: las contradicciones en el seno del pueblo y las contradicciones entre nosotros y el enemigo. Es normal que existan opiniones distintas entre las masas populares. Durante el debate, se debe recurrir al razonamiento y no a la coacción o a la fuerza".1

Esta era la orientación. ¿Hubo desorden? Sí. ¿Hubo excesos y violencia? Claro: era una revolución. Pero los revolucionarios maoístas se esforzaban por orientar el movimiento acertadamente en medio de todo su tumulto: debate en masa, crítica en masa y movilización política masiva.

Un episodio famoso ilustra este punto. En la Universidad Tsinghua, hubo mucho conflicto entre facciones estudiantiles y llegó a la violencia. En respuesta, la dirección maoísta envió un equipo de obreros no armados a la universidad para ayudar a los estudiantes a discutir y resolver sus diferencias

Nota

1. "Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria" (aprobada el 8 de agosto de 1966), en Importantes documentos de la Gran Revolución Cultural Proletaria (Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1970). [regresa]

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