la pura verdada, verdad liberadoracomo este sistema siempre ha oprimido al pueblo negro, como se puede acabar finalmente con toda la opresion

Nacionalismo e internacionalismo

El nacionalismo ha jugado un importante papel en las luchas del pueblo negro de Estados Unidos y de otros pueblos oprimidos. Pero lo que hay que contestar es: ¿qué intereses representa la ideología del nacionalismo, y puede el nacionalismo conducir a una liberación total?

El nacionalismo como ideología favorece a la burguesía más que al proletariado, y a fin de cuentas promueve el capitalismo. Claro que no todo nacionalismo es igual. El nacionalismo negro no es lo mismo que el nacionalismo blanco: el nacionalismo de una nación oprimida es muy diferente al nacionalismo de una nación opresora; el nacionalismo de un pueblo oprimido sirve para luchar contra su opresión--contra la discriminación y la desigualdad--mientras que el nacionalismo de una nación opresora sirve para continuar la opresión, y atropellar la justicia y la igualdad. Hay una diferencia fundamental entre las naciones opresoras y las naciones oprimidas, y es indispensable reconocer esa línea divisoria o uno terminará del lado de los opresores.

Pero, al fin y al cabo, todo nacionalismo representa la concepción del mundo de la burguesía y termina por servir al capitalismo. Es la concepción del mundo del explotador y de los aspirantes a explotadores, incluso cuando esos explotadores y aspirantes a explotadores tropiezan con la represión y discriminación de explotadores más grandes y poderosos. Puede que los capitalistas negros no sean tiburones tan grandes como los capitalistas blancos que manejan el sistema del imperialismo estadounidense--y hasta cierto punto puede ser posible unirse con los capitalistas negros para combatir el sistema imperialista--pero no debemos olvidar una verdad fundamental: capitalismo quiere decir explotación. La única manera de conseguir capital es explotando a otros: no hay otra, esa es la naturaleza del sistema.

Para ver mejor cómo la ideología del nacionalismo termina por servir al capitalismo, echemos un vistazo al movimiento nacionalista que más influencia ha ejercido sobre los negros en este siglo: el movimiento de Garvey. Marcus Garvey nació en Jamaica y sus ideas tuvieron una grandísima influencia allá, pero también tuvieron gran impacto aquí en Estados Unidos. De hecho, después de la I Guerra Mundial, Garvey organizó el mayor movimiento de afroamericanos desde la guerra de secesión, el mayor hasta los levantamientos populares negros de los años 50 y 60. Además, las ideas de Garvey siguen influenciando los movimientos y organizaciones nacionalistas, como la Nación de Islam (los "musulmanes negros") fundada por Elijah Muhammad (inicialmente seguidor de Garvey) y otros.

Garvey fundó la Asociación por el Mejoramiento Universal del Negro (UNIA), que contó con la participación y el apoyo de más de un millón de negros. La principal base del movimiento eran los campesinos sin tierras o con poca tierra que escaparon del Sur y emigraron a las ciudades del Norte a partir de la I Guerra Mundial. En las ciudades norteñas seguían sufriendo segregación, discriminación, desempleo, pobreza; seguían siendo usados y maltratados por los capitalistas y el gobierno. Garvey predicaba orgullo negro y denunciaba mordazmente la sociedad blanca y su maltrato de los negros. Pero en esencia su programa fomentaba el capitalismo e incluso colaboraba con los opresores blancos para fomentar el capitalismo negro.

Garvey pidió un éxodo en masa de vuelta a Africa. Soñaba con regresar a Africa y establecer un nuevo gobierno. Se declaró presidente de Africa y formó un gobierno en el exilio que no contaba con un solo africano. Pero Africa ya estaba colonizada y repartida entre los imperialistas, y Garvey se puso a negociar con ellos para promover su programa. Declaró que el capitalismo era bueno, una fuerza progresista, y predicaba que la clase obrera negra no debía luchar contra sus patrones capitalistas.

A pesar de que fomentaba el capitalismo y colaboraba con los imperialistas, Garvey fue perseguido por el gobierno de Estados Unidos por "alborotar" a las masas negras: millones de negros "alborotados" siempre son un peligro para este sistema. La organización de Garvey fue destruida y sus planes fracasaron. Pero de todas formas, de haber triunfado, lo que hubiera logrado sería un nuevo sistema opresivo, una nueva forma de colonialismo en Africa basada en la explotación capitalista y controlada por los imperialistas de Estados Unidos.

¿Pero tiene que ser así? ¿Tiene el nacionalismo que terminar al servicio del capitalismo?

Puede que el nacionalismo diga que representa a todos, a la nación entera, y no solo a las clases altas de la nación. Puede incluso declararse a favor de la clase obrera y de los pobres de la nación. Pero para representar verdaderamente a la clase obrera y a los pobres--al proletariado--se necesita otra ideología. Porque el proletariado, como clase, solo puede emanciparse acabando con toda la explotación y opresión, en todas sus formas y donde sea que existan. La concepción del mundo que representa los intereses del proletariado no es el nacionalismo sino el internacionalismo. Ante todo, el proletariado es fiel a la causa de la emancipación--de acabar la explotación y opresión--en todo el mundo y no en una sola nación.

Lo que debe contestar el proletariado es: ¿qué ideología puede unir a los oprimidos y explotados para luchar por sus intereses más elevados? ¿Puede el nacionalismo, incluso un nacionalismo revolucionario que luche del lado de los oprimidos contra el sistema, forjar la unidad más amplia y más elevada? ¿Puede el nacionalismo unir a todos los que hay que unir con la base más sólida y poderosa, y con la línea revolucionaria más consecuente al mando? No puede. El nacionalismo es una fuerza poderosa y positiva en la lucha de los oprimidos hasta cierto punto, pero no llega hasta donde hay que ir; no puede ser la guía para la liberación total.

El nacionalismo no une a los oprimidos de diferentes nacionalidades. Con el nacionalismo al mando, cada nacionalidad se preocupa primero y ante todo de sus propios intereses: eso es lo que quiere decir nacionalismo.

El nacionalismo no nos puede mostrar los intereses fundamentales de varias clases y grupos; quién debe dirigir la lucha contra la opresión; o cómo el grupo (o clase) dirigente debe relacionarse con los demás grupos y clases en la lucha.

El nacionalismo no pinta un cuadro completo de nuestra lucha como una lucha global y no sirve de guía para unirse con los verdaderos amigos para luchar contra el enemigo común, no solo en una nación o país sino en todo el mundo.

El nacionalismo ni empieza a resolver el problema de cómo acabar con toda la opresión, incluido el gran problema de cómo acabar con la opresión de la mujer y cómo desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución. Aunque prometa igualdad para la mujer en su programa, no podrá cumplirlo, no podrá poner fin a la dominación de la mujer por el hombre porque no puede romper completamente con el capitalismo y su concepción del mundo.

Fundamentalmente, el nacionalismo acepta los intereses de la clase capitalista, que busca fortalecer su dominio sobre el territorio y la vida económica de "su" nación y promover "su" nación por encima de las demás. A la clase capitalista no le conviene, fundamentalmente, fomentar la igualdad de todas las naciones ni la unidad de las masas de todas las naciones del mundo. La clase capitalista no quiere ver el día en que caigan las barreras nacionales y haya igualdad. En esto la ideología nacionalista concuerda con la clase capitalista. Al expresar el punto de vista de "mi nación ante todo", el nacionalismo de hecho fomenta relaciones de desigualdad y la división del mundo en naciones que están en conflicto, un mundo dividido en naciones opresoras y oprimidas. Y esto va de la mano con la división de la sociedad en clases, en explotados y explotadores.

En resumen: el nacionalismo no puede conducir a la meta final de llevar la sociedad más allá de la etapa de su división en esclavistas y esclavos, explotadores y explotados, opresores y oprimidos; hacia un mundo nuevo sin divisiones de clases ni naciones, donde todos colaboren libremente.

Solo hay una ideología que puede lograr todo eso: la ideología comunista revolucionaria del proletariado internacional: el marxismo-leninismo-maoísmo.

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