Se ha iniciado un levantamiento. Día tras día, noche tras noche, de costa a costa, las calles se llenan de jóvenes negros que se niegan a soportar otro día con miedo, y de personas de todos los orígenes sociales que ya están hartas de la supremacía blanca y de una cultura de crueldad aplasta-almas. Las comparaciones con el año 1968 llenan algunas de temor y otras de esperanza, pero una cosa está clara. Las sacudidas han despertado a millones de personas.
Trump ha lanzado un fuerte desafío a las personas que han venido protestando heroicamente en las narices de mayor represión. Bajo las órdenes del procurador general federal Bill Barr, las fuerzas federales lanzaron una brutalidad desenfrenada contra los manifestantes pacíficos en el parque Lafayette el 1º de junio, expulsándolos para que Trump pudiera despotricar como un dictador de estado policial y posar con una Biblia para sus seguidores fascistas cristianos. Invocó a la Segunda Enmienda para llamar a salir a sus milicias justicieras armadas, amenazó con enviar a los militares federales a las calles para restaurar un “orden público” fascista, y se jactó de enviar “miles y miles de soldados fuertemente armados” a Washington, D.C.
Sin embargo, la gente no se ha acobardado. Ante todos los gases lacrimógenos y las balas de goma, los toques de queda y las amenazas de más potencia de fuego, los gobernantes han demostrado que no son todopoderosos. Por primera vez bajo este régimen, la gente ha tomado la iniciativa y no la ha soltado. En contraste con el odio y la intolerancia del régimen de Trump y Pence, estas protestas están imbuidas de un amor por la humanidad, y los que están en el poder cada día parecen estar más fuera de contacto con la realidad y más ilegítimos. Las divisiones en la cúpula del poder, incluso entre los conservadores, se han agudizado. Una lucha decidida que no cede y no se deja provocar ha creado una fuerte crisis política. Así se ha forzado a dejar el poder a regímenes por todo el mundo.
Si no ahora, ¿cuándo?
No podemos dejar que el régimen de Trump y Pence apriete las clavijas e imponga un gobierno militar. Eso conducirá a una mayor consolidación del poder fascista y a una pesadilla para la humanidad y el planeta. Que cada maniobra que lleve a cabo el régimen para aplastar a este levantamiento se tope con una catarata aún mayor de protesta de masas, en que la determinación de los manifestantes contra el asesinato policial se fortalezca con un creciente coro desafiante que resuena en todo Estados Unidos: ¡Que se joda Trump!
Tampoco podemos esperar hasta noviembre, mientras un tema común de conversación es cancelar las elecciones o la negativa de Trump a dejar el cargo. Ahora, cuando la gente está en las calles, y comienza a sentir su propia fuerza, necesitamos sumar a la lucha esta demanda: ¡Trump-Pence Fuera Ya!
Este régimen fascista representa un peligro catastrófico para todo el mundo, y el mundo entero se animará si nos impulsamos otro nivel de resistencia determinada. Hemos comenzado, pero si no logramos continuar hasta el final, se pondrá en marcha atrás a esta y cada lucha por la justicia. Si lo logramos, y podemos hacerlo, podemos comenzar a forzar que los opresores violentos quiten sus botas del cuello de nuestros hermanos y hermanas. Cambiemos el curso de la historia, no solo para nosotros, sino para toda la humanidad.
Esta pesadilla tiene que terminar. ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse ya! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista.
Rechazar el Fascismo es un movimiento de personas con diversas perspectivas, unidas en nuestro reconocimiento de que el Régimen de Trump y Pence representa un peligro catastrófico para la humanidad y el planeta y que es nuestra responsabilidad sacarlos del poder por medio de protestas no violentas que crezcan a diario hasta que se cumpla nuestra demanda. Esto quiere decir trabajar y organizarnos con toda nuestra creatividad y determinación para movilizar a miles y, con el tiempo, a millones de personas en las calles de las ciudades y los pueblos, para exigir:
¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) acoge a los individuos y las organizaciones con diversos puntos de vista que comparten nuestra determinación a no aceptar a un Estados Unidos fascista, los que se sumen a nosotros y/o sean socios con nosotros en esta gran causa.
Lea, comparta y apoye aquí el texto completo de la Declaración de Conciencia / Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo
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