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TODO MENOS LA VERDAD

Bob Avakian pone al descubierto las mentiras, tergiversaciones, distracciones y evasiones sobre la asesina opresión del pueblo negro

Especialmente cuando el terror y asesinato policial contra el pueblo negro quedan al descubierto de manera contundente, hay quienes se salen desde debajo de una piedra para hablar hipócritamente de los crímenes de “negros contra negros” y de que más negros han sido asesinados por otros negros que por la policía. De repente, ¡los racistas más abiertos fingen estar preocupados acerca de los negros que se matan entre sí! Ignoran la realidad crucial de que la policía es parte del sistema de gobierno —parte del aparato estatal— que dice que está “sirviendo y protegiendo” a la gente, cuando en realidad está reforzando la opresión de la gente. Por eso es que a los negros que cometen crímenes —y a muchos de los que no han cometido ninguno— el sistema de “justicia” los castiga severamente (cuando no son asesinados directamente por la policía), pero cuando la policía mata a un hombre negro o a una mujer negra, muy pocas veces se le acusa a la policía por un crimen — e, incluso cuando sí se les acusa a la policía por un crimen, los policías casi siempre salen libres en la impunidad total, o reciben con una condena muy leve. Todo esto refleja la realidad de que la opresión del pueblo negro está integrada en este sistema del capitalismo-imperialismo, y dicho sistema la impone.

Además:

Para aquellos —ya sean racistas abiertos o personas que se han dejado adoptar la forma de pensar de los racistas— que intentan descartar la indignación por el asesinato policial de los negros diciendo que más negros son asesinados por otros negros que por cualquier otra persona (incluso la policía): como he enfatizado en una serie de discursos y escritos, este sistema, también, causa eso — se trata del sistema que “trabaja para afectar” a las personas, encerrando a las masas negras en condiciones de privación, degradación y desesperanza, y continuamente les inculca con la mentalidad del “perro come perro” que impulsa este sistema despiadado de explotación y opresión, de punta a punta1.

La realidad de que los negros, que ya están tan cruelmente oprimidos y sufren tan terriblemente, se matan unos a otros en cantidades tan grandes es algo que debería hacer que le duela el corazón a cualquier persona honrada — y debería impulsar a dicha persona a buscar la manera de poner fin a esto, adentrándose en las causas más profundas de esto y actuando para cambiar todo eso. Si esas personas que constantemente citan las cifras acerca de los “crímenes de los negros contra los negros” realmente quisieran hacer algo con sentido acerca del hecho de que los negros, y especialmente los jóvenes, se están matando entre sí en cantidades trágicamente altas, se unirían a los que estamos trabajando para ganar a estos jóvenes hacia la revolución que podría hacer caer este sistema que es la causa fundamental de esto, y que podría hacer nacer un sistema que arrancaría de raíz las condiciones y transformaría las formas de pensar que engendran esto.

Pero los racistas abiertos y los “conservadores negros” en realidad no están interesados en poner fin a todo eso. Sin importar las pretensiones que pongan —ya sean las intenciones más obvias o las más enrevesadas—, están trabajando para fortalecer este sistema del capitalismo-imperialismo que tiene la supremacía blanca incorporada en él y sólo puede funcionar manteniendo al pueblo negro oprimido y aterrorizado.

Este intento de distraer la atención de la brutalidad y del asesinato que sistemáticamente lleva a cabo la policía, como los ejecutores armados de este sistema, es otro eslabón en la cadena de tergiversaciones y mentiras que buscan evadir la verdadera causa de las condiciones oprimidas del pueblo negro. Anteriormente, ante el masivo repunte radical de la lucha contra esta opresión en los años 1960, los defensores de este sistema opresivo pusieron el argumento de que “la desintegración de la familia negra” es la razón por la que los negros se encuentran en la situación en que se encuentran. Esa era otra forma de decir que el pueblo negro es responsable de sus propias condiciones miserables. Y este pervertido “análisis” se ha repetido hasta el día de hoy. Pero la situación en que muchas madres negras han quedado a solas en condiciones de pobreza extrema —quienes a menudo pugnan desesperadamente y se esfuerzan heroicamente por mantener a sus hijos— es un síntoma de la generalizada discriminación y crueles desigualdades a las que los negros, hombres y mujeres, siguen estando sometidos, con las raíces de todo eso en los siglos de opresión que el pueblo negro ha sido forzado a soportar.

Durante los días de la segregación del Jim Crow y del terror del Ku Klux Klan, la mayoría de las familias negras contaban con madre y padre — ¡¿alguien quiere argumentar que el pueblo negro en ese entonces no estaba sometido a la más horrible opresión?! Durante esos tiempos, cuando el llamado “crimen de negros contra negros” no era una parte importante de la vida de los negros como lo es ahora, pero cuando miles de negros eran linchados, ¿aquellos que presidían y se beneficiaban de la explotación y opresión del pueblo negro alzaban la voz contra el linchamiento de los negros? ¿Exigían los Rudolph Giuliani de aquellos días —o los lacayos negros tipo Candace Owens de aquella época—, y actuaban para hacer que se pusiera, un fin a toda esa opresión y terror? Esa pregunta se responde por sí misma. Y, como he enfatizado antes: Desde los años 1960, la policía ha matado a más negros que todos los que fueron linchados durante los días de la segregación del Jim Crow y del terror del Ku Klux Klan.

A lo largo de los siglos de la pesadilla del pueblo negro en Estados Unidos, siempre han existido aquellos que han tratado de justificar todo esto con mentiras, tergiversaciones, distracciones y esfuerzos por evadir la pura verdad: algunas de las formas particulares quizá hayan cambiado, en términos de la manera en que el pueblo negro ha estado continuamente sometido, a lo largo de los siglos, a la más salvaje opresión, pero esta opresión ha continuado porque está incorporada en este sistema, y terminarla por fin sólo sería posible derrocando este sistema y creando un sistema radicalmente diferente y mucho mejor — un sistema que no requiera esta opresión, sino que tenga, como uno de sus objetivos y requisitos más fundamentales y cruciales, poner coto a esto, por fin.

 

1. Linchamientos, asesinatos por la policía — ¡Al carajo el sistema entero! ¡No tenemos que vivir así! Este artículo de Bob Avakian está disponible en revcom.us. [volver]