En “Inflado bolo”, primera parte, al hablar del “Chico del Búnker” Donald Trump —que continúa amenazando con reprimir salvajemente a los manifestantes, y es responsable de hacerlo—, comenté que:
Cualquiera puede actuar “duro” cuando está llamando a una maquinaria masiva de violencia y destrucción, como las fuerzas armadas de Estados Unidos, a que lo respalden.
Y hablé del hecho de que, en oposición a Trump, un agresor cobarde:
Los que exhiben verdadero valor y corazón son las masas de personas, de todas las razas y géneros, que se han tomado las calles para exigir el fin de esta brutalidad y asesinato, y han desafiado los toques de queda y se han enfrentado con valor a los asaltos de la policía y las fuerzas de la Guardia Nacional1.
Si nos adentramos más a fondo y más ampliamente —más allá de los límites de Estados Unidos y del período de tiempo inmediato—, podemos ver otro ejemplo luminoso de las personas con verdadero valor y corazón que oponían resistencia a fuerzas opresoras poderosas: el pueblo vietnamita que luchó heroicamente y a costo de grandes sacrificios para expulsar a sus opresores colonizadores. Como lo describió Malcolm X, ¡estas eran algunas personas de una nación pobre que sacaron corriendo de su país a los colonialistas franceses! Y luego, cuando Estados Unidos (que había respaldado a los colonialistas franceses en aquella guerra) se encargó directamente y trató de dominar a Vietnam, los combatientes revolucionarios vietnamitas, a costo de grandes sacrificios, derrotaron los esfuerzos de las fuerzas armadas más poderosas del mundo para subyugar a su país, y las obligaron a retirarse. A diferencia de las fuerzas armadas estadounidenses que masacraron a enormes cantidades de civiles vietnamitas, o de los fanáticos fundamentalistas islámicos de la actualidad que también masacran y procuran aterrorizar a masas de civiles inocentes, los vietnamitas libraban una guerra de liberación con medios revolucionarios.
O, para volver al caso de Estados Unidos, si se quiere hablar de valor y corazón, y ¿qué del Partido Pantera Negra (PPN)?, el que se inició con un pequeño número de jóvenes negros que organizaban patrullas armadas (lo que era legal en ese entonces) en Oakland en los años 1960 para impedir que los policías brutalizaran y asesinaran a los negros, y se plantó firmemente contra el asesinato y la fuerte represión continua por el gobierno mientras que, en el transcurso de los siguientes años, el PPN crecía y se convirtió en una poderosa fuerza revolucionaria a nivel nacional. Y lo hicieron en unidad con las luchas revolucionarias que ocurrían por todo el mundo. (¡¿Cuántas personas saben o recuerdan que el líder del Partido Pantera Negra, Huey Newton, declaró que estaba dispuesto a mandar a militantes del PPN, si se los necesitaban, para combatir al lado de los vietnamitas, contra Estados Unidos?!).
¡Claramente los Panteras Negras, en sus tiempos revolucionarios, no eran el tipo de “gente de la Segunda Enmienda” de la cual Donald Trump se entusiasma hablar! (Y, en días recientes —particularmente en el contexto del torrente de indignación de masas contra el racismo institucionalizado y el terror policial, y con la respuesta represiva del régimen de Trump y Pence y las amenazas y ataques por parte de la “base” fascista de este régimen— algunos negros han ejercido sus “derechos bajo la Segunda Enmienda”, en algunos casos han planteado demandas políticas, como la solicitud a que la Corte Mundial investigara a Estados Unidos por su asesina opresión del pueblo negro. Aunque eso no representa el mismo tipo de punto de vista revolucionario de los Panteras en sus primeros días, sí conlleva una posición importante.)
Si bien con el paso del tiempo tanto los luchadores vietnamitas para la liberación, como el Partido Pantera Negra, fueron sacados del camino de la revolución, aún hay mucho que aprender de su heroísmo revolucionario en el apogeo de sus luchas inspiradoras2.
Al aplicar las lecciones de las anteriores luchas y fuerzas revolucionarias, y al adentrarnos aún más, aquí va algo sobre el cual vale la pena reflexionar: Y ¿¡qué tal si una masa de jóvenes negros y latinos hoy día, en vez de matarse los unos a los otros, vinieran asumiendo el 5-2-6 (los principios básicos de la revolución) y vinieran actuando como una poderosa fuerza positiva que trabajara para una revolución real la que pusiera fin a este sistema opresivo e hiciera nacer algo mucho mejor — una revolución basada en el nuevo comunismo y con el propósito de poner fin a todas las formas en que las personas en todas partes son explotadas, maltratadas, aterrorizadas, brutalizadas y masacradas?!3
Bob Avakian (BA) es el pensador y líder político más importante en el mundo de hoy.
Éntrele a BA »
1. Esta cita es del artículo de Bob Avakian, Donald Trump no es “duro”, es un inflado bolo de heces fascistas, el que está disponible en revcom.us. [volver]
2. Bob Avakian (BA) participaba activamente en la oposición a la guerra del imperialismo estadounidense en Vietnam y apoyaba y trabajaba con el Partido Pantera Negra cuando era la fuerza revolucionaria líder en Estados Unidos durante los fines de los años 1960, si bien la ideología y el programa político del PPN eran (como BA los ha descrito) una mezcla que reflejaba una combinación del nacionalismo revolucionario y la inspiración y la influencia del comunismo en su expresión más avanzada en esos años en China, país que en aquel entonces, bajo la dirección de Mao Zedong, llevaba hacia adelante la transformación socialista de la propia China al mismo tiempo que apoyaba a las luchas revolucionarias por todo el mundo, entre ellas el levantamiento de masas del pueblo negro dentro de Estados Unidos. En su desarrollo del nuevo comunismo, Bob Avakian ha sacado lecciones de la experiencia positiva así como de la experiencia negativa del movimiento comunista históricamente, y en particular de la experiencia de la China revolucionaria (y de las amargas lecciones de la restauración del capitalismo ahí tras la muerte de Mao en 1976) así como de la experiencia de los movimientos revolucionarios, de distintos tipos, en diferentes países. En varias obras, entre ellas Esperanza para la humanidad sobre una base científica: Romper con el individualismo, el parasitismo y el chovinismo pro estadounidense, Bob Avakian resume los factores esenciales que operaban en por qué entró en reflujo el auge de lucha revolucionaria de los años 1960 entrando a principios de los 1970 (no sólo en Estados Unidos sino a nivel internacional), y por qué las fuerzas revolucionarias de esos años fueron derrotadas o transformadas en apéndices reformistas y en algunos caso incluso en apéndices contrarrevolucionarios del sistema imperialista. El objetivo y propósito de este trabajo de Bob Avakian, y de la nueva síntesis (el nuevo comunismo) que ha desarrollado, es de facilitar la lucha por la emancipación de las masas oprimidas de la humanidad, y en última instancia de la humanidad en su conjunto, superar obstáculos centrales y alcanzar nuevas alturas, tanto en derrotar y abolir el sistema opresivo existente como en hacer nacer un mundo radicalmente diferente y mucho mejor.
En revcom.us se puede encontrar una introducción al nuevo comunismo desarrollado por Bob Avakian y su rol único como un líder revolucionario (en el artículo Bob Avakian: Un líder radicalmente diferente — Un marco completamente nuevo para la emancipación humana) y acceso al conjunto de sus obras. [volver]
3. El 5-2-6 se refiere a los 5 ALTOS —5 contradicciones profundas y definitorias de este sistema del capitalismo-imperialismo— 5 maneras en que este sistema oprime a la gente, saquea al medio ambiente, libra guerras injustas y continuamente comete crímenes masivos contra la humanidad; las dos opciones articuladas por Bob Avakian (“Tenemos dos opciones: o vivir con todo eso —y condenar a las generaciones del futuro a lo mismo, o a cosas peores, si es que siquiera tengan un futuro— o, ¡hacer la revolución!”); y los Seis Puntos de Atención para la Revolución. En revcom.us se puede encontrar la presentación completa del 5-2-6. [volver]