Donald Trump ama y defiende violentamente la Confederación de los propietarios de esclavos como parte de “nuestra gran herencia estadounidense”.
Ha condenado, y ha emitido órdenes ejecutivos para castigar severamente, a las personas que derriban las estatuas que honran a los soldados y líderes de la Confederación los cuales luchaban por conservar y extender la esclavitud. Estas estatuas fueron erigidas para celebrar la esclavitud, y como monumentos a la supremacía blanca, durante los días del “Jim Crow” cuando el pueblo negro en su conjunto sufría la segregación y la discriminación abiertas en su contra, y estaba constantemente sometido al linchamiento y el terror general, durante generaciones incluso después de que la esclavitud terminó.
¡¿Qué otra cosa podría ser salvo el racismo genocida, cuando Trump insiste en castigar severamente a las personas que quieren hacer caer estos monumentos a la esclavitud y el terror racista?!
(Si todavía crees que se trata de una exageración —que es muy extremo calificar así a Trump—, pues aún no sabes quién es realmente Donald Trump. Mantente en sintonía para la Novena parte: más evidencia de que Donald Trump es un racista genocida).
* El genocidio quiere decir matar a un pueblo entero, o a gran parte de ese pueblo. El genocidio es lo que los europeos hicieron a los pueblos indígenas de las Américas, mientras les robaban sus tierras. El genocidio es Hitler y los NAZIs que asesinaron a seis millones de judíos. Donald Trump es un racista genocida.
Donald Trump odia a los negros y a todos aquellos que no son “estadounidenses cristianos blancos angloparlantes”. Si pudiera hacerlo, mataría a muchísimos de ellos, y pondría a muchos de los demás en la cárcel de por vida, o los expulsaría de Estados Unidos. [volver]