Científicos emiten aviso justo y urgente para hacerle frente a la emergencia ambiental…

Nuestra invitación y reto: SÍ que existe un camino para “Evitar un futuro espantoso”

Actualizado el | revcom.us

 

De la redacción: una versión con numerosas modificaciones del artículo “Un reto para los cuestionadores... Reflexiones sobre ‘Subestimar los desafíos de evitar un futuro espantoso’” que salió el 10 de marzo en revcom.us.

Hace poco, 17 investigadores internacionales reconocidos en biología y medio ambiente publicaron un urgente análisis y llamamiento para hacerle frente directamente a la emergencia ecológica. Su escrito ampliamente comentado se titula “Subestimar los desafíos de evitar un futuro espantoso1. Reúne evidencia de muchos campos científicos y observa claramente que “la escala de las amenazas a la biosfera y todas sus formas de vida, incluida la humanidad, es de hecho tan grande que es difícil de comprender incluso para expertos bien informados”.

Los autores de “Evitar un futuro espantoso” sintetizan importantes hallazgos de investigaciones sobre la pérdida de la biodiversidad — de la amenaza de la inminente extinción de un millón de especies a severos daños a los entornos marítimos y de agua dulce… las peligrosas tendencias del aumento de la temperatura a nivel global, las que ahora exceden las anteriores pronósticos científicos… y los efectos ya disruptivos que están ejerciendo el cambio climático y la degradación ambiental sobre la vida y sobre la salud y el bienestar de los seres humanos en el planeta.

Para empezar, cabe decir que “Evitar un futuro espantoso” representa un llamamiento muy importante y muy necesario de estos científicos, que enfatizan y movilizan la ciencia para llamar la atención sobre la emergencia ambiental. El documento agrega que: “Incumbe a los expertos en cualquier disciplina que se ocupe del futuro de la biosfera y del bienestar humano que dejen de lado las reticencias, eviten almibarar los abrumadores desafíos que se avecinan y que ‘cuenten las cosas tales como están’. Cualquier otra cosa conducirá a engaños en el mejor de los casos, o a la negligencia y la letalidad potencial para la actividad humana en el peor de los casos”.

Estamos de acuerdo. Si en realidad proponemos que “eviten almibarar los abrumadores desafíos que se avecinan y que ‘cuenten las cosas tales como están,’” pues tenemos que hacerle frente a una verdad sombría pero liberadora y actuar sobre esa base:

Tenemos dos opciones: dejar que la humanidad y el planeta se precipiten incontrolablemente hacia un desastre ambiental y otros horrores — o hacer una revolución REAL para derrocar el sistema y, sobre la base de una economía y un sistema sociopolítico radicalmente diferentes, ¡poner manos a la obra para lidiar con esta crisis!

I. El reto de ser consecuentemente científicos… acerca del problema y de la solución

En su Declaración de Año Nuevo “Un año nuevo, la necesidad urgente de un mundo radicalmente nuevo — Para la emancipación de toda la humanidad”, Bob Avakian habla de aquellos que con razón llaman a aplicar la ciencia en relación con la pandemia de la Covid-19. Dice:

Este énfasis en la ciencia y en el método científico es de vital importancia, pero también es necesario enfatizar la necesidad real y la gran importancia de ser consecuentes al respecto, y de seguir la verdad, determinada con la ciencia, adondequiera que conduzca, para entender correctamente la realidad, en todos los ámbitos de la vida y la sociedad.

Como Avakian agrega, una parte crucial de esto significa

explorar debajo de la superficie, para descubrir los resortes principales subyacentes y causas de las cosas, y llegar a entender el problema fundamental y la solución real. Esto significa llegar a entender de manera científica que vivimos bajo un sistema, y lo que ese sistema es en realidad (el sistema del capitalismo-imperialismo)…

“Evitar un futuro espantoso” impugna a los gobiernos actuales por no responder de una manera que esté a la altura del peligro para la humanidad y el planeta: “preguntamos cuál sistema político o económico, o dirigencia, está preparado para manejar los desastres predichos, o incluso que sea capaz de semejante acción...”

SÍ QUE EXISTE semejante sistema político y económico: el auténtico socialismo, una transición al comunismo, como parte de un proceso mundial para superar toda explotación, opresión y divisiones sociales antagónicas.

Si bien el auténtico socialismo no tiene el poder en ninguna parte del mundo en este momento, existe una visión concreta para esta sociedad en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por Bob Avakian, y con el plano y los principios operativos de semejante sociedad — lo que abarca su relación con el medio ambiente. Nunca ha existido ningún documento de fundación o guía de ningún gobierno como éste en la historia. Lo que se necesita para establecerlo es una revolución real, para derrocar y deshacerse de este sistema de capitalismo-imperialismo y hacer nacer la única alternativa que tenga posibilidades. Semejante sistema y sociedad socialista sería “capaz de semejante acción” necesaria y que esté a la altura de los desafíos existenciales del calentamiento global y la destrucción del medio ambiente.

Y SÍ QUE EXISTE esa dirección en Bob Avakian (BA), el pensador y líder político más importante en el mundo de hoy. BA es el arquitecto de un marco totalmente nuevo de emancipación humana, el nuevo comunismo.

BA es un líder que está firmemente convencido, sobre la base de un método y enfoque consecuentemente científico, de que el objetivo debe ser nada menos que una revolución total, y quien al mismo tiempo ha enfatizado:

el nuevo comunismo repudia cabalmente, y está decidido a arrancar de raíz en el movimiento comunista, la venenosa noción, y la práctica, de que “el fin justifica los medios”. Es un principio central del nuevo comunismo que los “medios” de este movimiento tienen que provenir de (y corresponder con) los “fines” fundamentales de abolir toda explotación y opresión mediante una revolución que se dirija sobre una base científica2.

De lo que se trata es si las personas que están preocupadas por el futuro de la humanidad y del planeta van a aplicar de manera consecuente la ciencia, dispuestas a “ir a tales alturas”, a explorar con seriedad y asumir la única solución y alternativa real al “futuro espantoso” bajo este sistema capitalista-imperialista.

Así es el desafío y así es la invitación.

II. Algunos sentidos particulares en que “Evitar un futuro espantoso” se queda corto en la aplicación de la ciencia a la sociedad

Si bien “Evitar un futuro espantoso” le hace frente directamente y llama la atención sobre grandes desafíos ambientales, se queda corto en sentidos cruciales en aplicar la ciencia de manera consecuente en las formas que esto está relacionado con el sistema político y económico subyacente y la sociedad en general. Dado lo que está en juego para la humanidad, el planeta y sus ecosistemas, importa muchísimo tener claridad al respecto. Aquí va algo que ponderar:

* ¿A quiénes, en realidad, representan los gobiernos del mundo?

“Evitar un futuro espantoso” dice: “Si la mayoría de la población mundial realmente entendiera y apreciara la magnitud de las crisis que resumimos aquí, y la inevitabilidad del empeoramiento de las condiciones, lógicamente uno podría esperar cambios positivos en la política y las políticas que estuvieran a la altura de la gravedad de las amenazas existenciales. Pero se está desenvolviendo lo contrario”.

Ciertamente es verdad que la política y las políticas no están a la altura de “la gravedad de las amenazas existenciales”. Pero NO es cierto que, aunque la población del mundo entendiera la magnitud de la crisis, nosotros podríamos o deberíamos esperar “lógicamente” que los gobiernos actuaran en concordancia con los intereses de la gente en cualquier parte del mundo o en el mundo en su conjunto. En términos básicos, cualquier enfoque basado en la evidencia mostraría que los gobiernos actuales del mundo no representan los intereses fundamentales de la gente, sino que al contrario representan el dominio sobre la gente, el dominio del sistema capitalista-imperialista explotador y opresor y sus gobernantes.

* “Evitar un futuro espantoso” llama a “cambiar las reglas del juego”. Pero, ¿cómo es “el juego”?

“El juego” es un sistema, el capitalismo-imperialismo, que opera según sus propias reglas. Está impulsado por la lógica de expandirse o morir integrada en su base. Este es un sistema de unidades de capital organizadas de forma privada —organizadas en torno a las ganancias basadas en la explotación—, que se compiten anárquicamente entre sí para abaratar los costos a fin de capturar una participación más grande del mercado para poder sobrevivir y dominar. En consecuencia, el capital privado no toma ni puede tomar en cuenta sus “externalidades de producción” (los efectos más amplios y destructivos sobre el medio ambiente) como las emisiones de los gases de efecto invernadero, los desechos y la contaminación que generan o los efectos dañinos a la biodiversidad. Este sistema no toma ni puede tomar en cuenta el plazo más largo. La rivalidad entre las potencias imperiales por el control y la influencia global hace que sea imposible compartir conocimientos científicos y técnicos y la planificación cooperativa3.

Todo esto impulsa un creciente desequilibrio en el mundo, con una masiva y creciente desigualdad y miseria entre los más oprimidos, especialmente entre las personas del tercer mundo, y crisis globales de refugiados de escalas genocidas — y sin precedentes4.

Cualquier enfoque basado en la evidencia demostraría que este sistema reacciona a serios desafíos a su gobierno, y que “gobierna” con una masiva fuerza, represión y violencia. Contradice toda la evidencia actuar como si un cambio fundamental del tipo necesario para tener alguna posibilidad realista de lidiar con esta emergencia pudiera ocurrir sin derrocar este sistema. Intentar “cambiar las reglas del juego” con algo que no sea una revolución real ¡desperdicia un tiempo que la humanidad simplemente no tiene!

Para “cambiar las reglas” de cualquier manera que tenga sentido, se requiere una revolución para establecer un sistema socialista, un sistema político y económico radicalmente diferente al capitalismo-imperialismo.

Sobre la base de la propiedad estatal-pública socialista de los medios de producción y una planificación económico-social consciente —y al forjar una sociedad radicalmente diferente que promueva el disentimiento y la efervescencia intelectual, “capacitar a las personas en buscar la verdad dondequiera que ésta conduzca”, y un enfoque consciente y apreciación de la naturaleza—, será posible desencadenar a las personas para proteger y reparar el medio ambiente y además trabajar por un futuro liberador. Vea el recuadro “Es un hecho que no existe en ningún otro lugar, en ningún documento de fundación o guía real o propuesto de ningún gobierno, nada que se parezca…” y Algunos principios claves del desarrollo socialista sustentable para obtener una imagen vívida.

* El crecimiento de la población no es la causa principal de la crisis ecológica.

“Evitar un futuro espantoso” le atribuye una gran parte de la culpa por la crisis que enfrentamos al tamaño de la población en sí: la rápida expansión de las cantidades de seres humanos que están absorbiendo y degradando recursos finitos. Pero el tamaño de la población no es el factor principal que impulsa la degradación ambiental, el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la creciente escalada de la emergencia ecológica general. Lo esencial y determinante es la forma en que las poblaciones de la sociedad humana están organizadas e interactúan con la naturaleza. Ciertamente, una población humana más grande tiene mayores impactos sobre el medio ambiente. Pero la “huella ambiental” de la humanidad mundial sería cualitativamente diferente bajo un sistema social y económico socialista cuyo objetivo fuera interactuar de manera consciente y sustentable con la naturaleza5.

* La realidad del fascismo y su asalto a la ciencia.

“Evitar un futuro espantoso” advierte sobre “el continuo aumento de ideologías extremas” a nivel internacional, “que potencialmente aceleran un círculo vicioso de deterioro ecológico global y sus castigos”. Esto es cierto y está concentrado en el surgimiento mundial de movimientos y gobiernos fascistas. Como escribe Bob Avakian en relación a Estados Unidos: “La verdad ineluctable es que Estados Unidos, la ‘ciudad luminosa en una colina’ que tanto proclaman, ¡está lleno de fascistas! — en el gobierno a todos los niveles y en grandes partes de toda la sociedad”. Veamos un ejemplo post-Trump: en 23 estados, los republicanos (en su mayoría negacionistas del cambio climático) controlan la gubernatura, y ambas cámaras de la legislatura estatal. Están aprobando rápidamente leyes contra las protestas contra las plantas eléctricas potenciadas con combustibles fósiles. Todo esto amenaza gravemente al medio ambiente.

Pero ante esto, “Evitar un futuro espantoso” llama a un “modo universal de autoconservación y protección planetaria”. Eso es una ilusión peligrosa que tapa la realidad de la dominación de la clase capitalista-imperialista y el hecho de que un poderoso sector de la clase dominante de Estados Unidos ha optado por el fascismo como una solución a las graves crisis que este sistema enfrenta. Ha azuzado a un movimiento fascista que ha intentado asestar un golpe de estado para anular las elecciones, un movimiento que es cada vez más desquiciado y está en oposición básica a la Ilustración, al pensamiento racional y a la ciencia basada en la evidencia. En el caso de otros países como Brasil, con Bolsonaro, en lo fundamental no es distinto.

En Estados Unidos, este fascismo está profundamente arraigado en la historia y la cultura de Estados Unidos. Necesitamos una revolución para deshacernos del sistema que engendra eso.

III. Pensemos y actuemos de maneras que estén a la altura lo que realmente nos exigen los tiempos.

La revolución que la humanidad necesita —para deshacerse de este sistema del capitalismo-imperialismo— no es un sueño utópico. Es el mundo real y es la única solución a las crisis más profundas que ha enfrentado la humanidad. Existe un método científico y camino real que Bob Avakian ha forjado... que podría conducir a un futuro radicalmente diferente y mucho mejor para la humanidad y el planeta.

Desafiamos a los científicos, y a todos los que tienen un sentido de la magnitud de la crisis ambiental, a actuar con el espíritu de su propia preocupación profunda por la humanidad y la vida en este planeta — y a aplicar y lograr cambiar las cosas de manera consecuente y cabal con su curiosidad científica y espíritu crítico. Comiencen con la Declaración de Año Nuevo de Bob Avakian y con la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian.

La hora ya es tarde; y el mundo entero está realmente en juego. Terminamos con estas palabras de cautela y urgencia:

La derrota electoral del régimen de Trump y Pence sólo “gana cierto tiempo” — tanto en relación al peligro inminente constituido en el fascismo que este régimen representa, como más fundamentalmente en términos de la crisis potencialmente existencial que la humanidad está enfrentando cada vez más a consecuencia de estar atada a las dinámicas de este sistema del capitalismo-imperialismo. Pero, en términos esenciales, el tiempo no juega a favor de la lucha para un futuro mejor para la humanidad. Así que urge no desperdiciar el tiempo que queda — al sumirse en el individualismo ajeno o en la parálisis política, o al desperdiciarlo en actividades descaminadas que sólo refuerzan a este sistema que perpetúa interminables horrores para las masas de la humanidad y que ha llevado las cosas al borde de una catástrofe muy real. (De la Declaración de Año Nuevo de Bob Avakian)

 


1. El texto del documento está disponible en inglés en el sitio web Frontiers in Science.  [volver]

2. De BOB AVAKIAN: UN LÍDER RADICALMENTE DIFERENTE — UN MARCO COMPLETAMENTE NUEVO PARA LA EMANCIPACIÓN HUMANA, que está disponible en revcom.us.  [volver]

3. Los acuerdos sobre el cambio climático y la biodiversidad son voluntarios (y aunque no fueran voluntarios, los países poderosos pueden retirarse de ellos en cuanto les convenga a sus intereses). Pero la propiedad privada y la toma de decisiones de bloques de capital están incorporadas (de hecho, sacrosantas) en el capitalismo y es imposible “retirarse”. Las energías renovables tienen “sentido científico / ambiental” y los costos están disminuyendo dramáticamente — pero el 80 por ciento de la energía que se usa hoy proviene del petróleo y otros combustibles fósiles. Siguen siendo fundamentales para la rentabilidad y son yugulares estratégicos de este sistema global. Para conseguir un análisis más completo, vea Raymond Lotta, “A 50 años del primer Día de la Tierra: Reflexiones sobre la catástrofe que es el capitalismo-imperialismo”.  [volver]

4. Vea el texto en español o el vídeo en inglés del discurso de Bob Avakian, Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución — en particular el corto en inglés Bob Avakian sobre el medio ambiente: ¿Por qué es que el problema NO es la avaricia como tal, y qué realmente hay que hacer para impedir una catástrofe?; lea el texto de este corto en español aquí.  [volver]

5. Al identificar erróneamente el crecimiento de la población humana, especialmente las altas tasas de natalidad en el Sur global, como un factor principal que impulsa la crisis ambiental, los autores minimizan la manera en que el capitalismo-imperialismo saquea la naturaleza. En este sentido, tenga en cuenta que a principios de la década de 2010, el 10 por ciento más rico de la población del mundo, concentrado en los países base del capitalismo-imperialismo, generaba la mitad de todas las emisiones de carbono. Por otro lado, los 3.500 millones de personas más pobres, principalmente en el Sur global, generan tan sólo una décima parte de esas emisiones, mientras sufren las peores consecuencias del calentamiento global. Véase, Oxfam, Extreme Carbon Inequality, 2015.

La sociedad socialista contemplada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte estaría alterando de inmediato su “huella ecológica”: con una transición decisiva que se aleje de los combustibles fósiles; la transformación de la forma en que vivimos y producimos los medios de vida; y poner fin a la “sociedad consumista” ambientalmente desperdiciadora que explota al Sur global. Esta sociedad estaría trabajando urgentemente para reparar los devastados ecosistemas y biodiversidad. Además, una revolución socialista liberadora garantizaría la libertad reproductiva de las mujeres, un acceso sano y subsidiado al control de la natalidad y guarderías y atención sanitaria socializadas como parte de la lucha en curso y las transformaciones en toda la sociedad para la emancipación total de las mujeres.  [volver]


Si continúan las tendencias actuales —entre ellas el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la devastación de los ambientes terrestres y marinos—, esto probablemente resultará en un planeta devastado. En la imagen: el lecho de la laguna Suesca de Colombia se encuentra seco y agrietado después de años de muy poca lluvia, lo que resulta en una disminución de la biodiversidad. (Foto: AP)

Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian es un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones de la revolución y la emancipación humana.

“No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico”.

Haga su pedido del libro AQUÍ

 

 

Consiga una e-suscripción gratuita a revcom.us:



Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.