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Tercer pasaje de la sección:
"Una 'pirámide' de otro tipo"

Pasaje de
EL NUEVO COMUNISMO

Excerpt from The New Communism by Bob Avakian

A continuación presentamos un pasaje de la obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.

The New Communism cover
The New Communism cover

Este pasaje es de la sección titulada "IV. La dirección que necesitamos".

Recuerdo cuando se dio el golpe de estado en China en 1976. Para aquellos que han leído mi Autobiografía, saben que uno de mis “mentores” (para usar esa palabra) fue alguien llamado Leibel Bergman — él me introdujo en el comunismo. Claro, yo conocía del comunismo pero él en verdad me introdujo en una orientación comunista. Al mismo tiempo, él estaba fuertemente influenciado por el revisionismo, es decir las ideas y los programas que se presentan a nombre del comunismo o del socialismo pero en verdad castran, revisan, la esencia revolucionaria del comunismo y conservan las cosas en el marco y los límites de las relaciones capitalistas y el dominio político capitalista. Por un lado, Bergman era un comunista que me introdujo en el comunismo de manera sistemática, pero también estaba fuertemente influenciado por el revisionismo. Vivió en el periodo en que la Unión Soviética era socialista, en las décadas del 1920, 1930, 1940 y a principios de los 1950, pero a mediados de los 1950 la Unión Soviética cayó en el camino de la restauración capitalista. Y luego, cuando pasó lo mismo en China a fines de los 1970, eso se combinó con otras debilidades de Leibel, y él simplemente no pudo manejar la realidad de otra restauración capitalista en lo que había sido un país socialista. Recuerdo cuando le dije: “Oye, lo que está pasando en China es un golpe de estado revisionista, ha tomado el poder la gente que está llevando las cosas de regreso al capitalismo, tenemos que salir en oposición a eso”. Me respondió enfadado: “Ahí vas otra vez, diciéndole a todos qué hacer —ahora piensas que tienes que decirle al pueblo chino lo que le es bueno”. Yo le respondí: “Sí, eso es lo que se supone que debamos hacer. Eso es lo que dijo Mao: ‘Si en el futuro los revisionistas llegan al poder en China, los comunistas del mundo tienen que unirse con el 90% del pueblo chino cuyos intereses están contra el revisionismo, y trabajar con ellos para derrocar a los revisionistas’. Eso es lo que se supone que debamos hacer”.

En otro momento, al debatir con Leibel Bergman sobre lo que sucedía en China, hice una observación sobre Zhou Enlai, que era un líder importante de China: “Me parece que se fue al lado de los revisionistas”. Leibel me respondió furioso: “¿Por qué Zhou Enlai habría de volverse revisionista?”. Le dije: “No se trata de lo que él quiera hacer, de que quiera volverse revisionista, sino de que es una cuestión de línea”. He aquí lo que pasa: Al llegar a estas encrucijadas, una tras otra, se enfrentan nuevos retos. Engels señaló lo siguiente: La revolución no se desarrolla en una línea recta, se desarrolla mediante etapas; y en cada etapa, algunas personas se quedan estancadas. Se presentan nuevas contradicciones, y lo que era lo suficientemente bueno para llevar a uno al punto A ya no es lo suficiente bueno. Hay que dar nuevos adelantos, nuevas rupturas, nuevos saltos. Como lo he discutido, sobre este camino repetidamente se presentan contradicciones muy agudas, y hay presiones muy fuertes a volver al ámbito burgués, por decirlo así. Es decir, piensen de nuevo en esa gente de Angola, aquellos que hoy están en el poder. No se puede decir que todos empezaron como corruptos, especuladores egoístas, saqueadores. No. Aunque su perspectiva era una mezcolanza ecléctica —el nacionalismo mezclado con algunas inclinaciones comunistas— y eso fue un problema real, la mayoría de ellos eran revolucionarios sinceros de cierto tipo, un revoltijo de nacionalismo y comunismo, lo cual no era lo suficientemente bueno. No se trata de no ser sincero —uno se topa continuamente con las contradicciones, y si no sigue dedicándose de manera más y más profunda a conocer y aplicar el método científico del comunismo para forcejear con la manera de mantenerse en el camino que conduce a donde hay que ir— si uno no sigue volviendo a fundamentarse en el análisis de que esto es el camino por el que tenemos que ir, no se resolverán estos problemas, no se eliminará lo que tienen que vivir las masas, por eso tenemos que encontrar una manera científica de seguir avanzando en el camino socialista — si no hacemos eso, terminaremos por dejarnos llevar por el otro camino, lo queramos o no. Esto se expresa muy fuertemente para los altos líderes de un partido y un movimiento revolucionario más amplio, pero también se expresa para todos los que participen.

Por lo tanto, ésta es una contradicción que tenemos que reconocer — tenemos que seguir luchando inclusive para reconocer, ni que decir para mantenernos en el camino que conduce al comunismo. No podemos hacerlo mediante la espontaneidad, ni siguiendo lo que esté justo en la superficie en un momento dado. Y, para volver a la situación de Camboya en la década del 1970, no podemos hacerlo de la misma manera en que buscaron hacer las cosas los Jemeres Rojos, los llamados comunistas en Camboya. Se ha alegado que ellos persiguieron a todo el que utilizara gafas —en otras palabras a las personas que eran intelectuales— y esa alegación es solo una ligera exageración. Sí adoptaron una orientación de que a todo aquel que hubiera tenido cualquier privilegio por encima de las masas básicas en la vieja sociedad al menos habría que ponerlo en una categoría de gente muy poco confiable, si no en el propio campo del enemigo. Hasta donde entiendo del estudio que he hecho al respecto, lidiaron de una manera incorrecta con toda una gran cantidad de contradicciones reales. Por ejemplo —nadie habla ya de esto, pero en ese momento, si uno estaba prestando atención en ese momento, definitivamente estaba consciente de esto— los imperialistas estadounidenses bombardearon hasta la edad de la piedra a Camboya. Mataron muchísima gente, destruyeron muchísimas cosas e instauraron y respaldaron a una brutal dictadura títere en Camboya que persiguió a mucha gente, como parte de la guerra imperialista general en Indochina. Cuando combatían contra el régimen respaldado por Estados Unidos, los Jemeres Rojos tenían sus bases de apoyo en parte del campo en Camboya. Cuando Estados Unidos dejó de bombardear y retiró sus fuerzas militares principales de Indochina, el régimen colapsó y los Jemeres Rojos llegaron al poder. Pero de ahí, confrontaron contradicciones reales y las agarraron por los extremos incorrectos, en repetidas ocasiones. Por ejemplo, tomaron la siguiente posición: había algunas personas que vivían en las bases de apoyo que fueron bombardeadas y atacadas cuando librábamos la guerra contra el viejo régimen, y contra Estados Unidos detrás de él. Esas personas en las bases de apoyo de verdad experimentaron penurias muy duras, por lo que podemos confiar en ellas. Por otro lado, las personas que no vivieron en las bases de apoyo no son muy confiables. Por eso, pusieron bajo sospecha a todas esas personas.

Bien, operaba una contradicción real, que era parte de las contradicciones más grandes, pero ésa fue la manera totalmente incorrecta de lidiar con esa situación. Hicieron que fueran enemigos potenciales a muchas personas que no deben ser enemigos. Y las cosas son más contradictorias que eso. Tampoco es cierto que todos, lo que incluye todos los campesinos básicos, que vivían en esas bases de apoyo eran revolucionarios avanzados. Había una situación más complicada que eso. Por lo que de plano hicieron todo un desastre a raíz de estas contradicciones reales.

Además, hicieron lo mismo con la economía. Básicamente buscaron eliminar, o eliminar en gran parte, inmediatamente, el intercambio de mercancías de todo tipo, porque calculaban: si permitimos los intercambios de mercancías y dinero, y cierta propiedad privada, etc., esas cosas simplemente engullirán lo que estamos tratando de hacer. A diferencia del enfoque correcto de Mao, quien dijo: éstas son contradicciones reales, pero bajo la dictadura del proletariado, solo se pueden restringir estas cosas, se puede restringir solamente el derecho burgués, no se puede eliminar todas estas contradicciones, sobre todo no se puede hacer de inmediato —las contradicciones entre el trabajo intelectual y el manual, el uso del dinero, la persistencia de las relaciones de mercancías—, solo se puede restringir todas esas cosas, dijo Mao, hasta que lleguemos a un punto totalmente diferente, no solo en China sino en todo el mundo. Ya hablé de cuál es la base material de por qué eso es cierto, que por cierto tiempo en el socialismo solo se puede restringir estas cosas. Por lo tanto, Mao tenía una manera correcta de manejar estas contradicciones, pero los Jemeres Rojos tenían una manera muy burda de manejar la situación, que era la siguiente manera de pensar: en vista de que estas cosas tenderán a generar impulsos capitalistas, tenemos que aplastarlas todas. Y, como resultado, socavaron la economía y de esa manera, también, convirtieron en enemigos a muchas personas las que no debieron haber convertido en enemigos.

En este momento no me alcanza el tiempo, y no quisiera intentar aquí, hacer un análisis más elaborado de Camboya bajo los Jemeres Rojos, pero hay un número de importantes lecciones que aprender de esa experiencia por ejemplo negativo. Éstas son el tipo de contradicciones con las que hay que lidiar, para poder ser parte de dirigir a un movimiento revolucionario. Y en un sentido estratégico, podemos decir dos cosas al respecto: nos da un terrible y repetido dolor de cabeza; y debemos aplaudirlo. Ambas cosas son ciertas, porque eso es lo que nos llevan a donde tenemos que ir — trabajar y luchar para resolver esas contradicciones de la manera correcta, con la orientación correcta de para quién y para qué, y con el correcto método y enfoque materialista dialéctico científico.


Índice

Introducción y orientación

Víctimas necias del engaño ajeno y propio

Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia

El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque “consumista” de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente

Segunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación

Las “4 Todas”

Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del “concepto del paracaídas” — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte
   Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad

 

Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real

Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental

Cuarta parte. La dirección que necesitamos

El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
   Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"