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(Traducción corregida el 30 de julio de 2023)
Hace poco, un informe sobre hacer trabajo revolucionario en Harlem se refirió al hecho de que algunas personas decían muchas “necedades anti-LGBTQ” — como “dios le dio al hombre un pene y a la mujer una vagina, así es como debería ser”.
Es desgarrador y exasperante escuchar esta “mierda anti-LGBTQ” de parte de las personas, como aquellas de Harlem citadas anteriormente, que han sido tan terriblemente oprimidas bajo este sistema y quienes deberían unirse con otras personas que también han sido objeto de discriminación, brutalidad y terror, y cuyo propio derecho de existir está bajo brutal ataque.
Esto enfatiza el hecho de que, mientras se defiende el derecho de las personas a la religión —y se une con las personas religiosas que adoptan posiciones positivas en la lucha contra la opresión—, es de crucial importancia luchar de manera consecuente y decidida por un método y enfoque científico, no religioso, de la realidad, y librar una lucha feroz e implacable contra el veneno anticientífico esparcido entre las masas de personas en nombre de la religión.
Para abordar directamente esa basura de que “dios le dio al hombre un pene y a la mujer una vagina, así es como debería ser”, hay que decir que, si algún “dios” hubiera diseñado el cuerpo humano, pues ese dios sería un pésimo diseñador. Para dar un claro ejemplo: ¿por qué el cuerpo humano está constituido de tal manera que las personas pueden atragantarse mientras comen? Si en realidad existiera un “dios”, ese dios podría haber “diseñado” el cuerpo humano para que no se atragantara; y si un dios hubiera “diseñado” el cuerpo humano tal como es, con esa posibilidad de atragantarse, ese dios sería un sádico enfermizo y perverso.
La realidad es lo siguiente: los seres humanos no son el producto del “diseño” o de la “creación” de parte de algún dios — son el resultado de la evolución natural. El libro de Ardea Skybreak La ciencia de la evolución y el mito del creacionismo — saber qué es real y por qué importa ofrece una explicación sustancial y viva de la teoría de la evolución y una refutación de las afirmaciones anticientíficas del “creacionismo” bíblico. Todos los que quieran obtener una comprensión material de cosas cruciales sobre la realidad, y el método científico para comprender la realidad, se beneficiarán muchísimo de leer este libro1.
La sociedad humana y su desarrollo tampoco es el resultado de algún “diseño” —o la expresión de la “voluntad”— de algún dios. Es el resultado de la interacción de los seres humanos entre sí y con el resto de la naturaleza, para satisfacer sus necesidades básicas de vida y proveer para las generaciones del futuro. El cambio en la sociedad humana se produce por medio de las acciones de los seres humanos — y los cambios importantes, en la forma general en que se organiza la sociedad, se producen por medio de las revoluciones las cuales derroquen el viejo orden, y creen una nueva forma de organizar la sociedad. (En varias obras, entre ellas Breakthroughs (Abriendo Brechas), he explicado, en términos básicos, las dinámicas que operan en el desarrollo y la transformación revolucionaria de la sociedad humana2.) Y sobre este tema, hay que decir que los “terribles designios” del supuesto dios del cristianismo no se limitan al cuerpo humano: abarcan toda una larga lista de horrores muy reales que este “dios” de las escrituras cristianas defiende y en que insiste. Como señalo en el libro ¡FUERA CON TODOS LOS DIOSES! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, la Biblia, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento —y la tradición “judeocristiana” en general— defiende e insiste en todo tipo de horrores, incluida la esclavitud, y la opresión violenta de las mujeres y las personas gay. (La defensa de la opresión cruel y violenta también se encuentra en el Corán del islam3.)
Un enfoque revolucionario, científico
A lo largo de la historia humana, con las diferentes formas en que la sociedad se ha organizado, se han dado diferentes expresiones de la sexualidad humana, tanto expresiones heterosexuales (entre personas de sexo opuesto) como entre personas del mismo sexo. La pregunta, con respecto a todo esto, es ¿cuál es el carácter de las relaciones en juego: son una expresión de igualdad y afecto genuino, sobre esa base con el placer mutuo, o abarcan desigualdad, dominación y opresión, y reflejan y contribuyen a degradar las relaciones en la sociedad en general?
Venerar a algún supuesto dios (que en realidad no existe), y seguir las escrituras de una u otra religión, nunca llevará a poner fin a toda la locura que se obliga a la gente a soportar en este mundo. Para hacer eso, se requiere adoptar un método y enfoque científico — el método y enfoque científico del comunismo, tal como se ha desarrollado aún más con el nuevo comunismo que ha resultado de años y décadas de trabajo que he llevado a cabo, de sacar lecciones de la experiencia previa de la revolución comunista y de la experiencia humana en un sentido más amplio. Esto pone de manifiesto que el desarrollo de la sociedad humana ha llegado a un momento en que, por medio de la revolución comunista, es posible crear nuevas relaciones emancipadoras entre los seres humanos, por todo el mundo — una nueva forma de organizar la sociedad que posibilitará satisfacer los requisitos esenciales de una vida decente para los seres humanos, a una escala en constante expansión, sin ninguna discriminación, desigualdad, opresión o explotación, inclusive en las relaciones íntimas entre los seres humanos.
A todo aquel que odie la forma en que se trata a las personas bajo este sistema del capitalismo-imperialismo... a todo aquel que de veras quiera ver un fin a la locura a la que están sometidas las personas en Estados Unidos y en todo el mundo, y la creciente amenaza a la existencia misma de la humanidad, mediante la destrucción del medio ambiente y el peligro de una guerra nuclear entre los imperialistas estadounidenses y sus rivales imperialistas en Rusia y China... a todo aquel que quiera ser parte de crear una forma de vivir, y un futuro, digno de los seres humanos — TÚ tienes que ser parte de las fuerzas organizadas para esta revolución que se necesita con urgencia, y tienes que trabajar activamente para ayudar a acumular dichas fuerzas.