Una parte clave de la pausa temporal que comenzó el 24 de noviembre en el ataque total de Israel contra Gaza fue un intercambio de rehenes retenidos por Hamas (secuestrados durante el ataque reaccionario del 7 de octubre), a cambio de la liberación de tres veces más palestinos que han estado recluidos en cárceles israelíes.

Esto ha suscitado la pregunta de por qué hay tantos palestinos recluidos en cárceles israelíes.

En agosto de 2023, la Associated Press informó que Israel retenía a más de 1.200 detenidos (casi todos ellos palestinos) sin cargos, ni hablar de juicios. Y tan sólo en las semanas posteriores al 7 de octubre, Israel ha detenido entre 2.000 y 2.500 palestinos.

Las primeras presas palestinas liberadas de las cárceles israelíes le dijeron a Al Jazeera que las habían tenido en celdas, las habían mantenido hambrientas, les habían negado agua potable, las habían golpeado y les habían dicho que las iban a encerrar nuevamente si celebraran su liberación. Y muchos palestinos en prisiones israelíes están recluidos bajo la política israelí de “detención administrativa”. Eso significa que los retienen sin cargos ni juicio desde unos pocos meses hasta años, y las autoridades a menudo extienden estas detenciones por razones que no dan a conocer.

Palestinos detenidos sistemáticamente sin cargos ni juicios

El 24 de noviembre, la Associated Press informó: “Israel suele retener a los detenidos durante meses sin cargos. Llevan a la mayoría de los procesados ante tribunales militares las que casi nunca absuelven a los acusados y a menudo no siguen el debido proceso, afirman grupos de derechos humanos”. (Vea un desenmascaramiento detallado de la ausencia total de derechos para los palestinos detenidos en Israel, en: Apartheid in the Occupied West Bank: A Legal Analysis of Israel’s Actions de La Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Harvard.)

Nima Elbagir de la CNN informó que los 39 palestinos liberados en el intercambio de rehenes esta semana incluían a algunos en Jerusalén Oriental, donde las autoridades impusieron una orden del fascista ministro de Seguridad de Israel, Ben-Gvir, que declaró que los prisioneros liberados eran “terroristas”, y que cualquier palestino que celebrara su liberación también sería acusado de terrorista. Entre los palestinos liberados había 17 menores de edad, arrestados tan jóvenes como 16 años de edad. En su mayoría nunca fueron condenados de ningún delito. Algunos de los arrestados formalmente fueron acusados de “incitación en las redes sociales” bajo las draconianas leyes “antiterroristas” de Israel que criminalizan incluso la expresión de simpatía humana básica por las víctimas de los bombardeo de Israel. 

Tomar y detener a palestinos sin cargos, y retenerlos indefinidamente en prisiones israelíes, es esencialmente una forma de imponer terror al pueblo palestino oprimido en su conjunto a fin de imponer la opresión tipo apartheid y la limpieza étnica genocida.