Revolución #406, 28 de septiembre de 2015 (revcom.us)

Voz del Partido Comunista Revolucionario, EU

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

¿De qué lado estás?

Por qué es preciso que se dé una verdaderamente MASIVA manifestación contra el asesinato policial el 24 de octubre y por qué TE necesitamos ya

16 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

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A estas alturas ya lo has visto más veces de lo que puedes contar. A una persona negra o latina, en cualquier momento, al simplemente caminar por la calle o manejar en el coche al trabajo o de pie en frente de un hotel o hasta en su casa, te pueden robar la vida sin razón alguna. Un video tras otro de gente con las manos arriba, que corre, que se rinde, cuando te hacen detener el coche, o sin hacer nada salvo andar en sus propios asuntos — objeto de insultos, golpes brutales, disparos con una pistola eléctrica Taser, patadas de parte de una manada de policías o el asesinato sin más ni más, a menudo después de haberse rendido. Una foto tras otra de madres y padres, parejas, hijos que exigen justicia, de las comunidades que se toman las calles. Una y otra vez, satanizan y calumnian a la víctima, y las autoridades dicen que “el asunto no tenía que ver con la raza”, los policías asesinos andan en la impunidad porque dicen que “teníamos miedo”. Y ahora una parte de los medios de comunicación, los políticos y los de arriba atacan con saña a los que protestan... mientras que la otra parte dice: “Despacio, con paciencia, el asunto es complicado”. ¡Para nada! Este asunto no tiene nada de complicado en absoluto. Además, ya no es hora de “ir despacio”. Este asunto no tiene nada de legítimo en ningún sentido. ¿Qué tipo de sociedad tolera un sistema que considera y trata a un grupo entero de personas, únicamente por el color de la tez o el idioma, como sospechosos, como criminales y algo peor... como personas que no tienen ningún derecho ni siquiera ninguna humanidad que la policía tenga que respetar? ¿Hasta cuándo tiene que continuar esta situación? Tienen que terminar el asesinato y terror policial, ¡YA!

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Ésta no es una situación estática. Reprimirán o desviarán las protestas y la resistencia y apagarán la controversia, y los horrores, aparte de seguir intactos, se intensificarán... o un número mucho mayor de personas saldrán con una determinación mucho mayor que antes y cambiarán fuertemente el marco en el que la sociedad entera ve y actúa acerca de este asunto. Hay una manera de hacerlo, de luchar contra esta situación en este momento y de llevar esta lucha a nuevas alturas. El 24 de octubre en la Ciudad de Nueva York, miles y miles de personas se tomarán las calles para clamar ante el mundo y Estados Unidos: ¡ESTA SITUACIÓN TIENE QUE TERMINAR! Esta efusión de lucha se propone cambiar el marco en el que la gente piensa acerca de esta situación y cómo actúa al respecto y en el que sacude en lo político y pone a la defensiva a los que mandan y llevan a cabo este terror. Trazará una clara línea divisoria en la sociedad entera: ¿¿DE QUE LADO ESTÁS?? Que se presente el 24 de octubre todo el que acepte la sencilla demanda “A PARAR EL ASESINATO Y TERROR POLICIAL”. Con nuestra gran presencia y determinación, pongámoslo en claro ante el mundo entero: que hay muchísimas personas que rechazan tolerar estos ultrajes, que no se callarán y no serán cómplices ante estos ultrajes. Que NADIE con un corazón que late y una conciencia que opera se haga a un lado. (Una convocatoria de Carl Dix y el Dr. Cornel West... De Pie en Octubre para PARAR el terror policial)

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Hay un lugar para ti en este día y antes. Urgen tus ideas, apoyo y esfuerzos —ya— para que se dé este día. De hecho, este día sólo puede darse con la escala y alcance que son cien por ciento necesarios si muchísimas personas toman parte, en estos meros momentos: aquellos que ya llevan un tiempo luchando en contra de esta situación así como aquellos que en estos momentos empiezan a entrar a la lucha. Hacen falta ustedes. Nos encontramos ante un momento decisivo, en una encrucijada, en que se viene determinando el marco de lo que será legítimo, de lo que se tolerará y a lo que se le opondrá. Hay vidas en juego. Sé parte de determinar el resultado.

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Además, lea: El 24 de octubre, Ciudad de Nueva York: ¡TIENE QUE TERMINAR EL ASESINATO POLICIAL! La lucha por parar el asesinato policial

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Veamos la realidad

Actualizado 7 de octubre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

¿Qué es lo que DE VERAS cambia las cosas?

Aquellos que insisten que el voto puede efectuar el cambio pero que la decidida resistencia y lucha no lo puede hacer... tienen una perspectiva completamente patas arriba. Es cierto que los de arriba utilizan sus policías, ejércitos y medios de comunicación para reforzar su dominio, pero se encuentran en un sonoro lío en todo el mundo y tienen conflictos en sus propias filas, pero es posible hacerles frente y derrotarlos. He aquí una lección de la historia: En 1964, un demócrata (Lyndon Johnson) ganó una victoria aplastante en las elecciones presidenciales como candidato “de la paz”. Escaló al por mayor la guerra de Vietnam. En 1972, el republicano Dick Nixon se postuló para la presidencia amenazando con una mayor escalada de la guerra. Pero tuvo que retirar las tropas estadounidenses y firmar un “acuerdo de paz” que llevó a la derrota de Estados Unidos en Vietnam. Pero en ningún caso el voto de la población en las elecciones determinó lo que pasó, sino más bien los factores concretos: la marcha de los acontecimientos en el mundo junto con unas derrotas de Estados Unidos en sus guerras por el imperio, y las protestas y las rebeliones en Estados Unidos. He aquí una lección esencial para hoy: Nunca jamás se efectúa el cambio concreto trabajando por medio de las elecciones de este sistema, pero la decidida lucha puede cambiar el terreno general del juego.

 

Por qué el boicot económico no PONDRÁ FIN al asesinato policial

El poder concreto que tienen las masas populares es la capacidad de desafiar la injusticia que este sistema ha descargado sobre los negros y otros pueblos oprimidos desde los meros inicios de Estados Unidos; no la de privar la economía del país de nuestros dólares.

Los brotes de protesta le han arrancado el velo de legitimidad a los gobernantes con el cual pretenden encubrir la opresión salvaje y la explotación cruel que impone el sistema al pueblo. En vez de pedir a la gente de quedarse en casa y no ir de compras, siendo una forma de actividad muy pasiva, necesitamos movilizar una resistencia aún más poderosa, activando la participación y conciencia de ola tras ola de personas que se lancen a la calle y digan NO MÁS a que la policía asesina salga impune... Es más fácil quedarse en casa y no ir de compras, u organizar a la gente a hacerlo, que oponer resistencia directa en las narices de la represión, los arrestos en masa y las amenazas que las autoridades han descargado sobre los que se ponen de pie para decir ¡ALTO a esta impunidad, carajo! Pero no detendrá a que sigan perpetrando estos horrores contra el pueblo.

--Carl Dix, representante del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos y co-iniciador de #RiseUpOctober / De Pie en Octubre

 

La codificación del racismo en ley

Cada vez que otro maldito policía dice "Temía por mi vida" como pretexto jurídico para justificar el gratuito asesinato de una persona negra o latina sin arma, este sistema responde codificando el racismo en ley. Dicen que por ley se "justifica" que un agente armado del sistema asesine a alguien, con el aval de sus ideas racistas de supremacía blanca, ideas engendradas por este sistema racista de supremacía blanca. ¡Dicho sistema es asesino y decrépito, es totalmente ilegítimo, carajo, y hay que eliminarlo!

 

¿Quién les da el derecho a ustedes?

A aquellos que dicen: “¿Quién les da el derecho de oponerse al asesinato policial?” Somos gente que consideramos que el asesinato policial es un ultraje y que tiene que terminar. ¿De qué lado estás?

Y a aquellos que dicen: “Ustedes se entrometen en mi espacio seguro con frases tan altisonantes”. ¡Tonterías! No hay ningún espacio seguro, ni para ti ni para las masas populares en la mira del acoso, palizas, brutalidad y asesinato.

Ahora bien, ¡que redoblemos la lucha y cambiemos esta situación entera de una vez para siempre!

 

La delincuencia en la población y la policía: Una perspectiva revolucionaria

Que no haya “ambigüedad” ni “confusión” sobre el papel de la policía y cómo maneja la delincuencia en la población. Examinemos las relaciones en concreto: A la fuerza han mantenido a la gente en condiciones en las que, citando al autor conservador, Edward Luttwak, para las masas de jóvenes en los barrios marginados de las ciudades la delincuencia es una “opción racional”. Aun con el riesgo de la cárcel y una vida truncada, la delincuencia es una “opción racional” bajo este sistema. ¿Por qué? Por el funcionamiento de este sistema, no hay trabajos dignos ni educación para millones de negros y latinos en los barrios marginados de las ciudades, aún existen la segregación forzosa y condiciones de pobreza forzosas. No hay ninguna justificación en absoluto para descargar la violencia sobre millones y millones de personas a las que forzosamente se ha mantenido en esta posición durante generaciones.

 

Un punto para los voceros mediáticos

Para Fox, CNN, MSNBC y los voceros mediáticos de este sistema que defienden la violencia y asesinato policial: En cada momento de la historia de Estados Unidos, en materia de la gente negra, personas como ustedes han defendido la esclavitud y la brutal violencia a las que han sometido a los negros pero luego, cambiaron de idea para decir que eso estaba mal. Cuando los capataces daban latigazos a los esclavos y los cazadores de esclavos se desbocaban, personas como ustedes defendían eso como algo necesario para controlar a los esclavos... hasta la siguiente etapa de la supremacía blanca, momento en el que ustedes cambiaron de idea para decir que de todos modos la esclavitud estaba muy mal, a la vez que apoyaban el sistema de segregación Jim Crow, el Ku Klux Klan y los linchamientos al por mayor. Hoy, desde las pantallas y primeras planas, están dispuestos a admitir que eso de plano era terrible, a la vez que defienden la actual forma de la supremacía blanca: el asesinato y brutalidad policial y la encarcelación en masa. Hasta que admitan eso y estén dispuestos a denunciar completamente la violencia en la que se basa este sistema y que éste perpetra, ¡que se cierren el hocico, carajo!

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Voces llaman: ¡Que vayan a la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre para PARAR el terror policial! ¿De qué lado estás?

9 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Abajo están videos (en inglés) de observaciones de algunos oradores en la reunión del 27 de agosto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El 27 de agosto de 2015, centenares de personas colmaron la iglesia First Corinthian Baptist de Harlem, en la Ciudad de Nueva York, para lanzar un reto a que se haga suyo De Pie en Octubre. A continuación, unas voces en esa velada.

Una concurrencia se reunió esta noche —familias cuyos seres queridos fueron víctimas del asesinato policial; gente de la comunidad religiosa; estudiantes universitarios y de secundaria; gente de los barrios; activistas, comunistas revolucionarios; y muchos otros— para hacer un llamado y plantear un reto:

¿DE QUÉ LADO ESTÁS? ¿DONDE ESTARÁS DEL 22 AL 24 DE OCTUBRE? Organícense. Vayan a la Ciudad de Nueva York. Que vayan todos. Tomen parte, pónganse de pie, digan ¡no más! Cambien la historia.

La velada en su conjunto presentó una expresión dinámica de la diversidad de perspectivas, programas y marcos filosóficos de los que se están uniendo para De Pie en Octubre y del amor, unidad y determinación poderosos para PARAR el terror policial y hacer que el 22 al 24 de octubre sea un paso importante hacia cambiar todo. He aquí voces de los que hablaron esta noche. La retransmisión completa por internet está disponible en revcom.us y stopmassincarceration.net.

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Co-maestro de ceremonias, Nkosi Anderson, estudiante de posgrado en el Seminario Teológico Unión, Comité Directivo de #RiseUpOctober / De Pie en Octubre

Nos encontramos en un estado de emergencia en este país. La política policial de ventanas rotas y la encarcelación en masa y los asesinatos policiales de negros, morenos y otros de color aterrorizan a nuestras comunidades. Estas injusticias no pueden continuar. Por eso todos estamos presentes esta noche para ponerse de pie juntos para decir: NO MÁS. ESTO DETIENE AHORA.

El reverendo Stephen Phelps

Una de las cosas que Dios dice según las tradiciones es que odia la brutalidad contra los oprimidos, los pequeños, los débiles. ¿Qué significa que Dios odia eso? ¿Significa que nosotros perdonamos y aguardamos con los brazos cruzados? No lo creo.... Dios lo odia cuando se sacude a las personas y se niegan a despertar.

Jamal Joseph, ex Pantera Negra, enjuiciado como uno de los 21 del Partido Panteras Negras, profesor en la Universidad de Columbia, artista y activista, miembro del Consejo Asesor de #RiseUpOctober / De Pie en Octubre

Es demente, es una locura. Estamos en un manicomio. Pero esto es lo que decimos. El 22 de octubre al 24 los internos están a punto de hacerse cargo del manicomio. El cambio global y dinámico se realizará porque a partir de esta noche nos extendemos hacia adelante, y mostramos a la policía, mostramos el estado, mostramos a la violencia estatal que somos humanos. Todo el poder para el pueblo.

Marsha Coleman-Adebayo, ex analista de alto rango de la política, y denunciante, en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), y activista de la DC Hands Up Coalition [Coalición Manos Arriba de Washington, D.C.], Comité Directivo de #RiseUpOctober / De Pie en Octubre.

Me gustaría decirles por qué apoyo a De Pie en Octubre. Yo soy la madre de un hijo que la policía ha detenido más de 30 veces. Eso significa que han amenazado la vida de mi hijo más de 30 veces. La policía en el área de Washington, D.C. lo ha aterrorizado. Ha sufrido la depresión y la ansiedad graves. Yo soy todas las madres negras. Porque no conozco a ninguna madre negra cuyo hijo no ha sido aterrorizado por la policía.

Gina Belafonte, co-directora de la Fundación SANKOFA fundada por Harry Belafonte

Tenemos que elevar y arrojar luz sobre los más marginados... Las mujeres gay y las lesbianas transexuales son las más marginadas. Digan sus nombres... Siempre y cuando no hagamos daño a nadie, tenemos que dejarnos ser todo lo que elegimos ser. Quiero agradecer a todos ustedes esta vez y por ayudarme, por guiarme en esta lucha, por ayudarme a continuar este legado. Respaldo De Pie en Octubre.... Esto tiene que parar.

Juanita Young, madre de Malcolm Ferguson, asesinado por la policía de Nueva York el 1º de marzo de 2000

Si hay alguna manera en que ustedes pueden llevar a más familias a Nueva York para el 22, 23 y 24 de octubre, por favor háganlo. Se lo pido como una madre, un familiar. Y nosotros como familias les pedimos que se pongan de pie con nosotros”.

Mertilla Jones, abuela de Aiyana Stanley-Jones, asesinada a los 7 años de edad por la policía de Detroit el 16 de mayo de 2010.

Aiyana, de 7 años de edad, dormida. Irrumpieron en mi casa y automáticamente le volaron la tapa de los sesos a mi nieta, delante de mí. Como dije, vi cuando la luz de la vida desvaneció de los ojos de Aiyana. Nunca en mi vida he visto nada similar. No me importa si dicen que soy del barrio bajo, qué soy de la chusma. Nunca en la vida he visto nada como eso y espero que jamás lo vea otra vez. Yo no debiera haber tenido que ver eso pasar a mi nieta de 7 años, que estaba durmiendo. Viajé desde Detroit, Michigan, para preguntarles a todos: ¿De qué lado están?

Sharon Irwin, abuela de Tony Robinson, asesinado por la policía de Madison, Wisconsin, el 6 de marzo de 2015.

La policía de Madison mintió y el fiscal mintió y deshonraron a mi familia. Nos etiquetaron como... criminales. Etiquetaron a mi nieto como un criminal y no lo es. Les digo que estoy harta y no voy a tolerar eso, ya no más.

LaToya Howell, madre de Justus Howell, asesinado a los 17 años de edad por la policía de Zion, Illinois el 4 de abril de 2015

No puedo enfatizar esto lo suficiente, no es suficiente simplemente oprimir “me gusta” en su estado en Facebook. No es suficiente simplemente decirle a alguien, ah, ¿oíste hablar del fulano de tal? La policía lo mató. ¿Pero saben qué? Vamos a levantarnos al unísono y oponerlo resistencia unidos.

Nicholas Heyward, padre, padre de Nicholas Heyward, hijo, asesinado a los 13 años de edad por el DPNY, 22 de septiembre de 1994.

De Pie en Octubre/Rise Up October es algo que debiera haberse hecho ya hace muchos, muchos octubres. Mataron a mi hijo; uso la palabra matar pero en realidad fue un homicidio. Si alguien balea y mata a una persona que no tiene ningún arma, no cometió ningún delito, no representa ninguna amenaza a nadie, si le balea y mata a esa persona, pues eso es un homicidio.

Carl Dix, un representante del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos y el co-fundador de la Red Parar la Encarcelación en Masa.

No permitan que nadie les diga que no somos capaces de hacer las cosas mejor... no permitan que nadie les diga que Estados Unidos es eterno y que lo mejor que podemos aspirar es que hagan unos cambiecitos en la MANERA que nos acosan. No se dejen embaucar y permitir que ellos determinen lo que ustedes tratan de hacer dentro del marco del lenguaje y las condiciones del sistema. No dejen que les digan que tienen que limitarse a trabajar dentro de los canales que este sistema establece. Ya hemos visto esta película, y termina en lo que vemos ahora, esta situación genocida en la que nos encontramos — correcto, dije genocida. Así que ese es mi reto a todos los que están aquí hoy día, especialmente a la juventud: incorpórense a esta revolución, éntrenle a Bob Avakian y lo que ha planteado sobre cómo hacer la revolución, mantengan la mirada donde debe de estar: en la emancipación de toda la humanidad. Eso lo pueden hacer conectándose con nuestra página web, revcom.us, o pueden venir a nuestra nueva librería que abrirá en Harlem en otoño, en el 437 Malcolm X Blvd. y Calle 132... pero éntrenle a BA.

Ahora bien, desde el punto de vista que planteo yo —la necesidad y posibilidad de la revolución—, entiendo que tenemos que luchar hoy mismo. No podemos permitir que le den tan duro al pueblo que sea incapaz de sublevarse en contra de las cosas que nos están haciendo. Tenemos que movilizar a todos los que se pueda, sin importar su punto de vista o cómo vean el problema y la solución, para luchar contra esta locura que enfrentamos. Repito, por eso es que están aquí esta noche — para enterarse sobre lo que hay que hacer para combatir contra el terror y los asesinatos policiales.

Cornel West profesor de Filosofía y Práctica Cristiana en el Seminario Teológico Union y el co-fundador de la Red Parar la Encarcelación en Masa.

La gente negra, siempre cuando nos erguimos decididamente, para decir la verdad, para dar testimonio, dispuesta a vivir o morir por algo, siempre cuando decidimos hacer eso, los de arriba comienzan a temblarse.

[Señalando con los dedos los rostros dibujados en el escenario de las víctimas del asesinato policial] “Ellos, en su vida después de la muerte, trabajarán por medio de nosotros. Porque vamos a tener Sankofa, lo que quiere decir que no vamos a ir para adelante antes de que primero miremos hacia el pasado y recordemos a los mejores de nosotros que vinieron antes. Eso constituye el viento que nos impulsa. De eso se trata Parar la Encarcelación en Masa. Por eso llamo este movimiento el tren del amor. ¡Súbanse al tren del amor! Curtis Mayfield dijo que no se necesita boleto, ¡solo hay que subirse! ¡Súbanse! Paren la encarcelación en masa y decidan de qué lado están en verdad. Acompáñennos”.

 

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Protestando y acusando al papa Francisco en la Ciudad de Nueva York

"¡La Iglesia Católica esclaviza a la mujer!"

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Procession of Unrepentant Women, NYC, September 24 Procesión de Mujeres Impenitentes, Ciudad de Nueva York, el 24 de septiembre de 2015 (Foto: Bud Korotzer)

"¡La Iglesia Católica esclaviza a la mujer!" Las fuertes voces resonaron por los cañones que son las calles de la Ciudad de Nueva York, haciendo que los transeúntes volvieran la cabeza, boquiabiertos. “¿Estarán criticando al papa Francisco?” ¡Qué escandaloso!

El 24 de septiembre, la Procesión de Mujeres Impenitentes, organizada por Sunsara Taylor y StopPatriarchy.org (Fin al Patriarcado), iba marchando en cadenas para representar la esclavización de la mujer y en pantalón sangriento para representar a las 47.000 mujeres que mueren cada año debido a la falta de abortos sanitarios y legales. Los participantes cargaron fotos de los rostros de mujeres que habían muerto tras abortos ilegales y pancartas osadas que leían “Aborto a solicitud y sin pedir disculpas” y “Acusamos al papa Francisco”. Distribuyeron mil copias de una Acusación del Pueblo al papa Francisco y la Iglesia Católica.

Por varias horas, llevaron a cabo mítines y marcharon por la ciudad. En cada lugar denunciaron a gritos los crímenes de la Iglesia Católica y del papa Francisco: su condena del divorcio, del control de la natalidad y del aborto, el cual ha causado sufrimiento y angustia a las mujeres por varios siglos; la reciente canonización del maniaco genocida Junípero Serra; la violación y el abuso sexual de niños por sacerdotes; su condena del amor LGBT, y más. En todas partes abundaba la controversia.

La gente sacó sus cámaras y tomó fotos. Unos cuantos gritaron “pecadoras” y “perras” en contra de la procesión. Un hombre, que tenía una pancarta que decía “Arrepienta, siga a Jesucristo”, comenzó sus prédicas cerca de la procesión, pero pronto se fue a otra parte, como si había decidido que no causaría buena impresión predicar junto a una representación tan gráfica del sufrimiento causado por la Iglesia. Eso no le impidió a otro hombre, que regresaba repetidamente para insultar la procesión llamándola “perras” y “putas”.

Sin embargo, otras personas respondieron muy alentadas: mujeres y hombres gritaron “¡Estoy de acuerdo!” o dieron un gesto de aprobación con el pulgar. Algunos se alegraron en particular al ver que no todos creen el cuento de que Francisco sea un “amigo del pueblo”. Un hombre joven se nos acercó en bicicleta y, después de leer la acusación entera, dijo: “Caray, acabo de comprar una camiseta con la imagen del papa y ahora no la puedo usar”.  Unas madres se detuvieron para explicarles a sus hijas qué representaba la sangre en el pantalón que usaba la gente en la procesión, e hicieron un gesto de aprobación con la cabeza.

Al acercarse a la catedral de San Patricio, donde el papa Francisco iba a aparecer más tarde ese día, la marcha pasaba por la multitud que empezaba a formarse para recibir al papa. En la calle 49, a una cuadra de la catedral, el camino estaba totalmente bloqueado y nadie podía ir más cerca. La policía de la Ciudad de Nueva York (DPNY) se aglomeró alrededor de la procesión e insistió en que las protestas solo se permitían en un “corral para protestas” que se había montado a varias cuadras de distancia. Taylor y otras personas denunciaron eso a voz en cuello, señalando que por todo nuestro alrededor las personas católicas ondeaban banderas con mensajes de bienvenido al papa y con botones y camisetas que ostentaban su fe, pero se les privaba del derecho de “darle un bienvenido al papa” solamente a los que cargaban fotos de mujeres que murieron por abortos ilegales y llevando su sangre. Fin al Patriarcado se negó a dejar que la policía les privara de su derecho de asamblea y seguía gritando: “Las mujeres no tienen NINGUNA razón por la cual arrepentirse, el aborto no es homicidio y las mujeres no son propiedad de la iglesia”.

El DPNY luego cambió de táctica y prometió que iba a montar un “lugar especial de protesta aquí mismo”. Pronto se hizo claro que eso sería rodear la Procesión de Mujeres Impenitentes con barricadas policiales, pero antes de que la policía pudiera terminar, la Procesión arrancó de nuevo. De nuevo una muchedumbre crecía alrededor de la Procesión, mientras los medios de comunicación de diferentes partes del mundo tomaban fotos y hacían entrevistas breves, y los transeúntes miraban boquiabiertos.

Cuando la Procesión llegó al punto más cercano a la catedral, los participantes sacaron sus copias de la Acusación y la leyeron por entero una vez más. Luego la clavaron a la barricada policial, pues no era posible clavarla a las puertas de la iglesia. He aquí el texto de la Acusación:

Acusación del pueblo al papa Francisco y a la Iglesia Católica

Posting People's Indictment Against Pope Francis and the Catholic Church on police fence outside St. Patrick's Cathedral
Clavando la Acusacion del Pueblo al papa Francisco y la Iglesia Católica a la barricada policial cerca de la catedral de San Patricio (Foto: Bud Korotzer)

3 Cargos — Crueldad criminal y malicioso contra la mujer:


StopPatriarchy.org (Fin al Patriarcado) protesta contra el papa Francisco en Nueva York el 24 de septiembre

* Por condenar el divorcio, causando que por siglos millones de mujeres se hayan quedado atrapadas en matrimonios violentos y abusivos que les quebrantan el espíritu, y luego las hacen avergonzar y las culpan de su sufrimiento.
* Por condenar el control de la natalidad, así destruyendo la vida de millones y millones de mujeres que por siglos han tenido que vivir como poco más que reproductoras, obligadas a parir hijo tras hijo contra su voluntad, muriendo en el parto, y echadas con vergüenza si no subordinan y sacrifican servilmente todo deseo suyo a la obligación de servir al esposo y a los hijos.
* Por condenar el derecho de la mujer al aborto, lo que contribuye a la muerte cruel y brutal de 47.000 mujeres cada año por la falta de abortos sanitarios y legales, y a la maternidad obligatoria de millones de mujeres contra su voluntad. Para muestra un botón: en Brasil, fueron excomulgadas las personas que ayudaron a una víctima de violación de nueve años en hacerse un aborto, pero no se excomulgó al hombre adulto que la violó.

1 Cargo — Represión y barbarie atroces contra las personas LGBT:

* Por proclamar que el amor entre las personas del mismo género es un "pecado" y obligar por siglos que millones de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero sientan el auto-odio, la vergüenza, y que sufran una brutalidad despiadada, además de privarles de una vida íntima plena.

2 Cargos — Ayudar e instigar al genocidio:

* Por condenar el uso de condones, lo que echó leña al fuego genocida de la epidemia del SIDA y VIH mientras ésta causó estragos en todo el continente de África y en otras partes oprimidas del mundo, con el resultado de que millones de personas murieron torturados por el dolor, aldeas enteras quedaron despobladas y millones de niños huérfanos deambulan los países afectados.
* Por canonizar como "santo" a Junípero Serra, que fue responsable del genocidio físico y cultural de muchos pueblos amerindios. El padre Serra estableció el sistema de misiones en California que llevó a la muerte de más de 60.000 amerindios de 1769 a 1821.

1 Cargo — Ayudar e instigar una red internacional de crímenes sexuales:

* Por usar la autoridad religiosa para encubrir, obstruir la investigación y ser cómplice durante siglos del abuso sexual de miles y miles de niños y otros, a manos de innumerables curas y otros personeros de la Iglesia Católica por todo el mundo.

***

El papa Francisco no es "amigo del pueblo". Es el nuevo rostro de la misma crueldad brutal que la Iglesia Católica ha perpetrado contra los oprimidos durante siglos. Hace poco, el papa ofreció a las mujeres que se hicieron un aborto, una invitación a "arrepentirse" por su "pecado" y ser acogidas de nuevo por la Iglesia. No, el aborto no es "pecado" porque un feto NO es un bebé, la mujer NO es incubadora y el aborto NO es homicidio.

Nos negamos a arrepentirnos. Marchamos y entregamos esta Acusación del Pueblo en nombre de las millones de mujeres y otras personas cuyas vidas la Iglesia Católica ha destruido. Luchamos por un futuro sin instituciones y opresión propias de la Edad de las Tinieblas.

StopPatriarchy.org (Fin al Patriarcado)
@StopPatriarchy
#UnrepentantWomen (Mujeres impenitentes)

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

El papa Francisco bendice "la tierra de los libres": el genocidio, la esclavitud y la regla de oro

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

28 de septiembre de 2015

El papa Francisco abrió su discurso ante el Congreso de Estados Unidos elogiando a Estados Unidos como “la tierra de los libres y el hogar de los valientes”.

LA NUEVA SÍNTESIS DEL COMUNISMO: ORIENTACIÓN, MÉTODO Y ENFOQUE FUNDAMENTALES, Y ELEMENTOS CENTRALES

Bob Avakian, presidente,
Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos,
Verano de 2015

Lea más

¿Tierra de los libres? Estados Unidos es un país construido sobre la base de la esclavitud. Es el país que, con creces, encarcela a más personas que cualquier otro. Un país en el que 11 millones de personas —las que trabajan en la cosecha que alimentan al pueblo, y que erigen los rascacielos en las ciudades— no tienen derechos en absoluto y se los persigue acusados de ser “ilegales”. Un país donde el derecho de la mujer a decidir si tener o no hijos cuelga de un hilo o ya no existe. Uno en el que la juventud LGBT es tan estigmatizada y condenada de “pecadora” que sufre de un porcentaje intolerable de suicidios.

¿El hogar de los valientes? Estados Unidos es un país construido sobre terrenos en gran parte arrebatados por medio de genocidio por curas como el canonizado Junípero Serra. Genocidio cometido —a pesar de heroica resistencia— con armas, gérmenes y acero contra gente que no tenía tales armas. Es un país que hoy libra guerras injustas por todo el mundo por el bien de su imperio — por lo general bombardeando desde lejos, lanzando cohetes desde una distancia de miles de kilómetros, o por medio de substitutos pagados. Es un país en el que cualquier policía armado solo tiene que invocar su “temor” racista de una persona negra para matarla a sangre fría.

Y el papa terminó su discurso con “God bless America”.

En su discurso el papa le pidió al Congreso que haga algo “para evitar las más grandes consecuencias que surgen del degrado ambiental provocado por la actividad humana”. Pidió un “aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza ” (a pesar de que al mismo tiempo atacó el derecho al aborto y el control a la natalidad). Les recordó a los congresistas que la mayoría de los estadounidenses son hijos de inmigrantes. Y exhortó a que se librara una “lucha por erradicar las nuevas formas mundiales de esclavitud, que son fruto de grandes injusticias que pueden ser superadas sólo con nuevas políticas y consensos sociales”. Y mandó un mensaje de que si aceptas el marco —el actual orden mundial—, y trabaja para lograr reformas modestas, la Iglesia te apoyará.

¿Pero hasta qué punto se puede avanzar en la lucha contra el deterioro del medioambiente, los feroces ataques contra los inmigrantes, la pobreza y las nuevas formas de esclavitud cuando el punto de partida es que Estados Unidos es “la tierra de los libres”?

El papa Francisco advirtió, y este fue un tema moral central que recalcó con ejemplos y explícitamente: “Recordemos la regla de oro: ‘Hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes’. Esta regla nos da un parámetro de acción bien preciso: Tratemos a los demás con la misma pasión y compasión con la que queremos ser tratados”.

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Veamos el problema con la regla de oro: Los opresores no pueden y no van a aplicarla, y los oprimidos jamás podrán acabar con la opresión si la siguen.

A los opresores jamás se les va a convencer, o incluso persuadir, engatusar o avergonzar para que cumplan con la regla de oro, porque juegan con reglas diferentes — las reglas del capitalismo. Cuando los dueños de una fábrica la trasladan a otro país porque pueden explotar a otros con más rapiña, están obedeciendo la lógica capitalista de expandir o morir. Si Apple no fabricará los Smartphone en maquiladoras chinas donde los trabajadores se lanzan del techo en protesta y desesperación por las condiciones de trabajo que son como estar encarcelados, lo haría Samsung. Por naturaleza, los capitalistas no pueden tratar a los trabajadores cómo estos quieren que se les trate. Si lo hicieran, caducarían en un minuto en este mundo de rapaz competencia capitalista.

Veamos otro ejemplo, a medida que el terrible impacto del calentamiento global hace que partes del Ártico que antes estaban congeladas sean accesibles a rutas marítimas, la perforación para el gas y la contienda militar entre las potencias rivales, los gobernantes de Estados Unidos, China, Rusia y las potencias europeas no pueden tratarse los unos a los otros de la manera que quieren ser tratados. Y cuando concluyen tratados y acuerdos, esos también están sujetos a las mismas reglas. Y las reglas en efecto no son la regla de oro, sino la lógica del capitalismo-imperialismo de sálvese quien pueda. Los gobernantes de los diferentes países no pueden con gusto abrirle la puerta a sus rivales y esperar que les traten de la misma manera. No pueden portarse de esa manera, porque si lo hicieran otro imperio los tumbaría para trepar la escalera del dominio global.

Así que nunca se ha aplicado y nunca se aplicará la regla de oro a los gobernantes de este sistema. No se la puede aplicar a quienes son encarnaciones desalmadas de la lógica del capitalismo.

¡Y la regla de oro no debería ser un estándar de los oprimidos!

Correcto, los oprimidos no deberían buscar cómo aprovecharse de otros oprimidos y explotados. Los hombres no deberían dominar a las mujeres. Los blancos no deberían aceptar el racismo sino que luchar contra la supremacía blanca. La gente debería respetar y no perseguir a quienes son diferentes....

Pero eso es diferente a decir que los oprimidos del mundo y aquellos que aman la libertad deberían hacer con los gobernantes de este sistema sólo lo que los pueblos del mundo quisieran que esos gobernantes hagan con ellos. Esa es una lógica, o “regla”, que deja intacto, en lo fundamental, al sistema mundial que de manera constante genera horrores para los pueblos del mundo, y que no tiene ninguna solución seria a la brutal pobreza, las guerras injustas, la destrucción ambiental, la opresión de pueblos enteros, la opresión de la mujer, y los millones de otros horrores innecesarios, aunque el sistema haga una que otra concesión, las que por lo general revocará a la primera oportunidad.

La nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian le da mucha importancia a la necesidad de que los oprimidos sean nada menos que emancipadores de la humanidad:

 La revolución comunista no es cuestión de venganza, ni de “los últimos serán los primeros, y los primeros, últimos” sino de emancipar a la humanidad, eliminar toda explotación y opresión por todo el mundo.
(Ver: “LA NUEVA SÍNTESIS DEL COMUNISMO: ORIENTACIÓN, MÉTODO Y ENFOQUE FUNDAMENTALES, Y ELEMENTOS CENTRALES”, de Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, verano de 2015” en revcom.us).

La auténtica emancipación —la revolución— exige una moral diferente a la “regla de oro”, y un sistema completamente diferente que el capitalismo. Requiere que los oprimidos se opongan a los opresores, y que hagan precisamente lo que los opresores no quieren que se haga contra ellos: Ponerle fin a todo el sistema de explotación con una revolución cabal.

 

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Vivo para la revolución:
Entrevista a Clyde Young

Una entrevista reimpresa del Obrero Revolucionario (ahora Revolución)

6 de octubre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En esta entrevista, el Obrero Revolucionario habla con Clyde Young (anteriormente conocido como el “Camarada X”), un camarada dirigente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Su vida —de joven negro en las calles a comienzos de los años 1960, dos rebeliones en la cárcel y el presente— es de mucho interés para las compañeras y los compañeros que buscan una salida de este sistema racista y opresor. La entrevista salió por primera vez en el OR Nos. 569-573.

 

Primera parte: Al principio: Con el pelo frito y planchado, teñido y con una raya al lado

Clyde Young

Mecanografiando en la cárcel, Michigan City, Indiana, a fines de los años 1960.

OR: Pasaste mucho tiempo en la cárcel de joven y ahí te metiste a revolucionario y llegaste a ser un líder revolucionario. Así que queremos conocer toda esa historia; sabemos que tu experiencia podría darles ideas a las y los jóvenes que las autoridades siempre están jodiendo, mostrarles por qué deben ser revolucionarios.

Unos versos del rap de Public Enemy “Don't Believe the Hype” describen la situación típica de la juventud negra de hoy:

“Sobre el revólver...
Yo no tenía licencia
Apenas me ven, tiemblan
Soy el epítome — un enemigo público
Usado, maltratado en las sombras
No me reventé
Salió en las noticias
No se traguen el cuento”.

Lo que dice esta canción, ¿se parece a lo que viviste de joven en los años 60?

Camarada X: Ah, sí. Ese verso habla de lo que es vivir en esta sociedad para los negros y para otros oprimidos, y cuando yo era joven era lo mismo. Una gran diferencia es que ahora la cosa se ve mucho más clara. En la portada de un disco de Public Enemy está un joven negro con un tiro al blanco en el pecho. Y lo que caracteriza la situación de hoy es que los meros meros están atesando su aparato estatal: con el pretexto de una guerra contra la droga en realidad están realizando una guerra contra el pueblo y contra la juventud. Eso es lo que pasa.

Malcolm X decía que había dos cárceles: una de seguridad mínima y otra de seguridad máxima. Cuando hablaba de que estuvo en la cárcel le decía a la gente: “No se sorprendan que Uds. también están en la cárcel, solo que en una cárcel de seguridad mínima”. Pero esa distinción se está borrando cada vez más. O sea, cuando se ponen a hostigar y encuerar a los jóvenes en público, como en Boston, a convertir los multifamiliares en cárceles y a hacer vilezas así, las diferencias entre la seguridad mínima y la seguridad máxima se empiezan a borrar.

Así que la cosa es más cortante, más tenaz. Y eso se ve en la reacción de la juventud de hoy y en muchas canciones de Public Enemy y otros grupos de rap; eso es distinto. Pero también tenemos mucho en común, como que no aceptábamos sus vilezas. Como lo que dijo Mao de que los oprimidos resistirán y al resistir buscarán una filosofía; yo creo que eso más bien es lo que me pasó a mí.

Recuerdo la primera vez que me arrestaron; tenía 9 años. Me robé algo de un almacén. No me acuerdo qué pero era una cosita. No importa, me llevaron a la cárcel. Me zamparon en una celda solo, en una cárcel para hombres y tenía 9 años. Y me dejaron ahí para intimidarme —y a esa edad no era difícil— hasta que me fueron a buscar mis padres. Eso pasa todo el tiempo cuando uno es negro en Estados Unidos. De ser blanco, me hubieran tratado muy diferente: a lo mejor me hubieran llevado a mi casa o advertido que no lo volviera a hacer. Pero en mi caso, desde el comienzo me trataron muy duro.

Desde antes de la adolescencia hasta casi los 30 años tuve una serie de contradicciones con el Estado y me metieron a la cárcel. Todos los crímenes que supuestamente precipitaron eso fueron muy, muy menores. Pero ya hablaré de eso.

La primera vez que me condenaron fue por un delito muy menor: me robé medio kilo de carne molida. Nosotros éramos muy pobres así que yo hacía esto: cuando mi mamá me mandaba a comprar algo con un par de dólares yo me lo robaba y me guardaba el dinero. Y un buen sábado —lo recuerdo vívidamente— me agarraron. Otra vez, directo a la policía. Pero esta vez mis papás no me podían sacar así no más. Me metieron en un centro de detención juvenil un par de meses y después me soltaron bajo libertad condicional. Esa vez tenía 12 años.

A los 13 años me volvieron a arrestar por robar y por andar en un carro robado, o por robar un carro, que era una violación de la libertad condicional. Pues me sentenciaron a una correccional por un tiempo. En realidad lo que hacían en esos tiempos era meternos ahí indefinidamente hasta los 18 años.

En esos tiempos no sabía bien qué pensar de todo eso. Más o menos me daba cuenta de que algo andaba mal, que era una injusticia; me daba una idea de la opresión de los negros. Pero no era nada que te pudiera decir así es la cosa. Así que ahí estuve casi un año y fui cayendo en la cuenta más y más.

OR: Muchas veces los jóvenes sienten la presión pero no se dan cuenta de que es el sistema que les cae encima.

Camarada X: Claro que yo lo puedo ver mucho más claro mirando para atrás. Cuando yo era chico los negros del Sur todavía tenían que sentarse en los asientos de atrás del autobús por las leyes Jim Crow. Y no era solo en el Sur; en el Norte pasaba lo mismo. Una vez Malcolm X dijo que el Sur comenzaba en la frontera de Canadá. O sea, era todo Estados Unidos, porque en el Norte ocurrían las mismas porquerías, solo que más disimuladas. Recuerdo que incluso donde yo vivía, en el Norte, algunos restaurantes y heladerías no permitían que los negros se sentaran, igual que en el Sur. Pero todo el sistema —todo el sistema penal y el aparato estatal— estaba diseñado de manera que los oprimidos siempre perdían. Y ese es el mismo problema que tienen los jóvenes de hoy.

Cuando uno iba a ver al oficial que lo vigilaba durante la libertad condicional, muchas veces preguntaba: “¿Te daban de comer tus padres? ¿Te pegaban?” Nosotros éramos muy pobres y muchas veces había que escoger entre comer o tener calefacción. Yo salía a buscar madera para calentarnos y teníamos que comer emparedados de azúcar y porquerías así. O sea, no teníamos nada. Eso fue antes de que se abrieran unos cuantos trabajos mejores en los años 60. Y en vez de ver que esa era la fuente del problema, las autoridades —los trabajadores sociales y demás— preguntaban: “¿Piensas que eres cleptómano?”

Y finalmente me di cuenta que el problema era mucho más grande: que la causa de todo eso era el capitalismo y el imperialismo, a eso se debía la opresión de los negros, desde que nos trajeron en cadenas y nos sometieron a la esclavitud hasta la esclavitud de después en el Sur. Todo eso se combinaba para crear las contradicciones con que yo chocaba de joven.

OR: ¿Cómo fue en la correccional?

Camarada X: En la correccional la vida estaba muy reglamentada. Vivíamos en cabañas, pero primero lo metían a uno en lo que llamaban “cuarentena”, donde nos enseñaban las reglas y básicamente comenzaban el proceso de quebrantarnos. Yo recuerdo la cuarentena. Los pisos estaban limpísimos. Esa era nuestra rutina: pasábamos la mayoría del tiempo lavando y encerando los pisos y caminando en trozos de tela para no rayarlos. No nos dejaban usar zapatos.

Además era muy segregado. Los negros y los blancos vivían en sus propias cabañas. Y si era posible, los blancos tenían más privilegios que los negros. Al salir de la cuarentena fui a la cabaña que me asignaron. Todo el mundo entraba a la cocina y yo era el último. Al pasar al lado del supervisor de la cabaña, me dijo algo y yo contesté: “No”. Eso lo enfureció: me echó al suelo, me tiró una silla encima, me pegó con la silla, me dio latigazos, todo porque no dije: “Sí SEÑOR”.

El pelo tenía que estar bien cortito. Para tenerlo largo nos poníamos medias de nylon en la cabeza. Así achatábamos el pelo para que no pareciera muy largo. Porque en cuanto crecía nos lo cortaban. El primer día en la correccional hacen como el ejército: lo rapan a uno. Es muy reglamentario, muy humillante. Obligan a marchar en formación, recitar el padrenuestro y el juramento a la bandera: todo es muy estricto. Había ciertas zonas de la cabaña donde estaba prohibido hablar y los lamesuelas se ocupaban de soplar todas las violaciones. El castigo era la correa. Tanto que se hacían los que les preocupaba sobre si le pegaban a uno en su casa, pues ahí nos azotaban con una correa como las que usan los peluqueros para afilar navajas. Nos hacían bajar los pantalones e inclinarnos sobre una silla. Por hablar en el comedor nos daban 10 latigazos, pero si soltábamos la silla empezaban de nuevo, así que eso podía seguir un buen tiempo. Era todo muy fascista. Esa era la atmósfera en general en Estados Unidos en los años 50 y principios de los 60. Cuando volví un poco más grande, me rebelé contra ese control rígido, hasta le hice frente al supervisor.

OR: ¿La mayoría de los muchachos de la correccional eran pobres?

Camarada X: La mayoría eran proletarios. Mucha gente que conocí ahí —y venían de todas partes del estado— la volví a ver en la cárcel. De joven uno como que engranaba en un carril y muchas veces en la cárcel se encontraba con compañeros de la correccional.

OR: Algunos hablan como si el crimen de los ghettos y las pandillas fuera algo nuevo, que antes no existía, cuando en realidad los oprimidos siempre han vivido en una situación en que está bien joderse y maltratarse entre sí, pero no cruzar la raya a combatir el sistema.

Camarada X: Tienes mucha razón. Eso es algo que señala el Presidente1 en la entrevista sobre el Partido Pantera Negra. En mi ciudad no había pandillas organizadas; era más una cuestión de territorio, que es prácticamente lo mismo. Era el lado Este contra el lado Oeste y el lado Norte contra el lado Sur. Ay del que cruzara a territorio ajeno. O supón que sin querer pisabas a alguien en una fiesta en territorio ajeno, pues un incidente menor así muchas veces terminaba en violencia. Y en otras ciudades como Chicago no solo tenían pandillas sino que eran como imperios. Tenían miles de miembros; reclutaban a la fuerza. Así que es verdad que ha existido mucho tiempo.

Y también es verdad eso de que en cierto sentido es “permitido” joderse entre sí. Lo que no se permite es cometer violencia y crímenes violentos contra los blancos, y ni hablar de volverse revolucionario y atacar el sistema. Eso es muy diferente.

OR: Volvamos a tu historia. En la correccional quisieron quebrantarte con un régimen disciplinario, pero por lo visto no pudieron. No tuvo el efecto que querían.

Camarada X: No, es verdad. Bueno, antes de comenzar a tener ideas revolucionarias, y especialmente antes de adoptar el marxismo-leninismo-maoísmo2 , nos podían confundir. Pero nunca lograron quebrantarnos ni a mí ni a muchos compañeros míos, aunque sí nos confundieron. Por ejemplo, yo me preguntaba: “¿Por qué siempre termino aquí? Me prometí que no me iba a meter más en líos, que no me iban a volver a arrestar, pero aquí estoy”. En otras palabras, nos hacían creer que el problema éramos nosotros y no el sistema y toda su sociedad. Como cuando era joven y jugaba a los dados; tenían dados cargados para hacerte trampa. Así es el sistema. Los dados están cargados contra nosotros.

No lo veía todo claro, pero como muchos jóvenes, tenía aspiraciones y pensaba por qué los de aquí éramos pobres y los de allá nacían ricos. Donde yo vivía, todo el barrio era negro y muy pobre. Pero muy cerca había un barrio blanco muy rico. Y uno se ponía a pensar: ¿Por qué tenía que ser así? ¿Por qué algunos tenían que vivir con hambre? ¿Por qué les faltaban cosas muy básicas de la vida mientras ahí no más otros vivían lujosamente? Eso me lo pregunté muchas veces cuando era chico, antes de comprender que era el sistema.

OR: ¿Quiénes eran tus héroes?

Camarada X: Quería chiripear y pasarla en la calle, ser un buscavidas. No le veía mucho futuro a trabajar como un esclavo 8 horas al día, como mis padres y los demás. Eso no prometía nada, no me atraía. Lo que me atraía era esa otra vida, la “mala vida”, andar en la calle, rebuscarme. Y eso fue lo que hice.

La gente que admiraba eran los “elementos valientes” que se paraban en las esquinas con los pantalones bien encaramados. Había una moda de ponerse los pantalones bien alto, hasta el pecho, con Kadies, y tenían navajas. Era una moda medio rebelde, no consciente, pero con espíritu de oposición. Era parte de la juventud de esa época. Esas eran las personas que yo admiraba y que luego me encontré con ellas en la cárcel, gente como el “Hermano Russell”.

El Hermano Russell, que ya se murió, era uno de mis héroes, era mi “modelo”, en vez de Martin Luther King, Jr. y gente así. Hace poco estaba leyendo una historia de Staggerlee y me acordé del Hermano Russell. Fue a dar a la cárcel porque una vez que estaba metido en un juego de apuestas alguien cometió el error de darle una bofetada y él acabó en la cárcel por homicidio. El Hermano Russell no era el tipo que se dejaba pegar; fue un error serio, un error fatal. Así que el Hermano Russell acabó en la cárcel donde yo estaba. Para ese entonces yo ya era revolucionario y yo fui el “modelo” para él, así que la cosa se volteó.

Así eran las personas que planchaban y freían el pelo, lo teñían, y se peinaban con una raya pero no muy ancha. En ese entonces, se llamaba procesar el pelo. Era un estilo especial con cierto dejo el que no era respetable, un estilo “en las narices de lo respetable”. Los negros que eran respetables y que se movían en el mundo de la farándula tal vez se procesaran el pelo, pero aquellos que se cubrían el pelo con pañuelo o llevaba tal pañuelo en el bolsillo y demás cosas manifestaban cierta falta de respeto que sacaba de quicio al otro lado.

Eran los malos. Se ponían su ropa locota y se paraban en la esquina a canturrear y a armar relajo. Esa era la gente que admiraba, que copiaba. Después, yo mismo fui uno de ellos.

OR: En oposición al tratamiento que recibiste le cogiste desprecio a la muerte, algo parecido a la actitud que describe la canción de NWA “Fuck tha Police” [Al carajo la policía]:

“...Tienen la autoridad para matar a las minorías.

Al carajo eso, pues yo no soy el tonto

que un maldito cabrón con revólver y placa

va a golpear y meter adentro”.

What Is a Pig? by Emory Douglas

Del periódico del Partido Pantera Negra: “¿Qué es un cerdo policía?: “Una bestia de baja naturaleza que no respeta la ley, la justicia ni los derechos del pueblo; una criatura que muerde la mano que le da de comer; un depravado y vil calumniador, que por lo común se hace pasar por víctima de un ataque sin provocación”.

Camarada X: Me parece que al principio, ese desdén por la muerte y todo lo que nos hacían lo dirigíamos contra los demás. Era una cosa de quién era el más fortachón, de no dejarse.

Pero también sentíamos desprecio por los cerdos policías. Cuando yo comencé a hacer robos, me metía a una casa a robar y por puro arrojo y falta de temor al Estado me ponía a prepararme una comida. O sea, pensaba que yo tenía lo mismo que ellos tenían, y probablemente era más bragado, así que si llegaban, pues nos veríamos las caras. Esa era mi actitud, era la actitud de muchos compañeros, y me parece que no es muy diferente a lo de hoy.

No hace mucho estaba releyendo un libro de Malcolm X donde habla de lo importante que era “quedar bien”, no dejarse humillar, cuando él era joven. Es algo muy importante en la calle y la cárcel. En su libro dice que para un buscavidas quedar bien y el honor eran lo más importante, a toda costa. Nadie les podía ganar o burlarse de ellos; y peor, nadie podía decir que se acobardaron o que se rajaron ante una amenaza o que les faltó coraje. Es básicamente machismo, no tolerar que nada ofenda su masculinidad. Y si algo los ofendía, o se portaban bien machotes o no eran nada.

Eso era una parte importante de la existencia de la calle; uno necesitaba nervios de acero, valor, no podía ceder en una confrontación. Eso es parte de la psicología de la vida de la calle, y hay gente de los años 60 que se olvida de eso y le cae encima a la juventud de hoy; y no empezó en los 60; Malcolm habla de que era así en los 40, eran las reglas de la calle y de la cárcel.

OR: Ahora, mirando atrás, tú dices que tiene algo positivo y algo negativo. ¿Cómo así?

Camarada X: Del lado negativo: tiene mucho individualismo, y ni hablar de machismo. Yo lo sé por experiencia propia. Tuve que romper con muchas cosas para cambiar esa mentalidad. Es la mentalidad del sistema. No es lo que decimos nosotros: “hombres y mujeres, alzándose, fuertes, orgullosos, y con igualdad: ese es el estilo nuestro: la única manera de emanciparnos todos”. Los jóvenes de hoy (y me refiero especialmente a los compañeros) tienen que luchar contra esa mentalidad, ese machismo. Los revolucionarios necesitan una orientación de ser líderes y poner en primer lugar la política revolucionaria, unirse con la furia del pueblo y dirigirla de la forma más poderosa contra esta letrina que ellos llaman “el mejor sistema de la tierra”. Y eso tiene que ser parte de los preparativos para derrocarlo. Como hemos dicho: “Este combate político nos preparará para cuando llegue La Hora —y puede llegar pronto— cuando la guerra revolucionaria habrá que lanzar”.

Del lado positivo: cuando esos jóvenes comienzan a tomar conciencia, cuando comienzan a apuntar contra el sistema ese mismo arrojo, furia y desdén a la muerte, la cosa cambia completamente. Todo eso es necesario para derrocar este sistema; ese espíritu es necesario. Se necesita mucho más que “valor”, pero eso es necesario. Esas son las dos caras. Por un lado, en la calle es machismo, gangsterismo y demás. Por otro lado, cuando esa actitud se transforma por medio de la dirección de un partido y cuando la gente comienza a abrazar la ciencia del marxismo-leninismo-maoísmo, ese arrojo y ese odio se templa.

Yo me acuerdo que sentía mucho odio, pero no tenía foco y muchas veces acababa mal dirigido. No lo he perdido, todavía tengo una furia y un odio monumental al imperialismo, y como dice la canción, “con todo corazón los aborrezco”. Y después de todos estos años, todavía no le tengo miedo. Así que la cuestión es cómo dirigir eso.

Cuando de joven, no había un partido, no había un partido basado en el marxismo-leninismo-maoísmo que pudiera orientarnos. Luego, cuando era adolescente, surgió el Partido Pantera Negra que desempeñó un papel de vanguardia, y la cosa cambió. Hoy hay un partido, nuestro partido, que se está preparando para hacer la revolución en Estados Unidos, como componente de la revolución mundial. Hay un partido con la línea, la dirección y el plan de batalla para dirigir una revolución de lleno esta vez.

En los años 60 surgió una generación que no se dejaba intimidar ni acogotar por el poder del Estado; necesitamos hacer surgir eso otra vez y, esta vez, llevarlo hasta el final.

Segunda parte: Tronando todo

OR: El rap “Acero negro en la hora del caos” cuenta la historia de un rebelde negro que no quiere meterse al ejército y termina en la cárcel. Tú casi te metiste al ejército una vez. ¿Qué pasó, por qué no lo hiciste? ¿Y qué opinas hoy?

Camarada X: En un momento dado la cosa se puso fea. Me di cuenta de que mi vida tenía que cambiar. Me habían metido varias veces a la cárcel y acababa de pasar un episodio con un carro robado en que me persiguieron a tiros y con perros por un bosque. Yo me figuraba que en muy poco tiempo iba a estar muerto o en la cárcel en serio. Esas eran las posibilidades. No veía más.

Muchos parientes me quisieron aconsejar. Especialmente unos tíos me dijeron que me calmara, que me “frenara” un poco porque estaba viviendo “una vida demasiado acelerada”. Se daban cuenta de que me iba a estrellar.

En esos tiempos no tenía conciencia política. Decidí que quería ser marine, “volverme hombre”, esas necedades que dicen. Estaba desesperado.

Un tío me convenció...no creo que luchó en la guerra de Corea pero estuvo en el ejército. Me encontró en una esquina, donde había que buscarme en esos días. Y yo, pues: “Sí, sí, sí, bueno, está bien, hasta luego”. Pero él insistió y me la peleó. Su orientación era: “Para qué ir a luchar y morir por esos cabrones, no es nuestra guerra”. Decía que “Cuando uno va para allá, es una lucha para volver. Uno no tiene razón para pelear por ellos”.

Así que aunque yo andaba muy acelerado y realmente no escuchaba a nadie, él me sacudió y me hizo cambiar de opinión.

OR: Eso fue en los primeros años de la guerra de Vietnam.

Camarada X: Tienes razón y es medio irónico porque yo chocaba constantemente con el Estado y pasé casi la vida entera en instituciones penales pero al mismo tiempo había caído en la trampa de su ideología: iba a ser un marine, luchar en el extranjero y “volverme hombre”. Esas ideas influenciaban a mi familia por la guerra de Corea y otras guerras. Así que yo lo veía como una oportunidad para ir por otro camino. Pero resulta que unos meses más tarde fui a parar a la cárcel, que a la larga fue una resolución mucho mejor de la contradicción.

OR: Eso debe sonarle muy raro a algunos: que la cárcel fue una resolución mejor que el ejército.

Camarada X: Mirando en retrospectiva, sí lo fue. El tío que me convenció de no entrar al ejército lo hizo desde una posición nacionalista negra. Pero más tarde en la cárcel, cuando tuve más experiencia con la teoría y práctica revolucionarias, llegué a ser INTERNACIONALISTA. En los años 60 uno como que se alineaba en cierta medida con el enemigo de su enemigo. Nos identificábamos con la guerra de Vietnam desde el punto de vista de los vietnamitas y nos identificábamos con la lucha de China y de Corea. Algo que realmente era emocionante y liberador para mí en la cárcel era leer sobre la guerra de Corea y ver que los coreanos le dieron una buena paliza a Estados Unidos y que los vietnamitas estaban haciendo lo mismo. Siempre hablan de lo poderosos que son, de que nadie puede con ellos, pero mira lo que les estaba pasando. Un país de campesinos podía derrotar a uno de los países más poderosos del mundo. Eso me inspiró tremendamente. Así que en cierto sentido la cárcel fue como una escuela para mí. Mi vida, mis experiencias fueron una escuela, pero ahí adentro me presentaron ideas revolucionarias. Y por eso digo que, mirando en retrospectiva, yo diría que fue una mejor resolución de la contradicción.

OR: Eso fue alrededor de los tiempos de la rebelión de Detroit cuando te sentenciaron a 20 años. ¿Qué pasó?

Camarada X: Me condenaron de robo a mano armada; hubo un tiroteo con la policía. No le di a nadie pero me enjuiciaron en una atmósfera muy cargada por la rebelión de Newark y por la rebelión de Detroit, que acababa de ocurrir. Yo sabía que habían ocurrido pero no me daba cuenta del impacto que tenían. Tuvieron un impacto incluso en mi juicio y en el jurado, que era todo blanco. No les gustó mi arrogancia; yo era demasiado levantisco. Eso solo lo supe más tarde, por mi abogado.

En el resumen, el fiscal le dijo al jurado que yo tenía mala actitud. Nunca mencionaron la rebelión de Detroit, pero la conexión estaba ahí cuando me juzgaban por ser levantisco, agresivo y, pues, rebelde en mi modo de ser en el juicio. Me sentenciaron a 20 años.

OR: Así que te sentenciaron por ser parte del pueblo oprimido que había osado a levantarse.

Camarada X: Exacto. En esos tiempos yo no tenía conciencia política pero así es como me miraban.

OR: ¿Como te agarraron? Debes recordar ese día...

Camarada X: Vívidamente. Es chistoso. Un día nos pillaron a dos amigos y a mí. Pero yo tenía una plata y pude salir bajo fianza, así que fui a conseguir más plata para sacarlos a ellos de la cárcel. En esos tiempos yo usaba un gran sombrero y un sobretodo largo y oscuro, como un gángster. Andaba mal de táctica, porque entré vestido así a un barrio blanco para asaltar una tienda. Resulta que unos puercos policías me vieron entrar y dieron vuelta y vieron el robo. Hubo un tiroteo y lograron agarrarme ahí mismo.

OR: Cuéntanos sobre los primeros incidentes que recuerdas cuando empezaste a tomar más conciencia revolucionaria.

Camarada X: Bueno, para darte una idea de la actitud levantisca que tenía, cuando me condenaron mi actitud fue: “Pasaré los primeros 10 años parado en la cabeza y los últimos 10 enderezándome”. Esa era mi actitud. Qué carajo, soy joven, que se jodan.

Yo empezaba a conectar varios episodios de mi vida y a comprender lo que pasaba; me di cuenta de que en la cárcel casi todos eran oprimidos, negros y blancos, que el que tenía dinero podía evitar todo eso, que la gran mayoría éramos proletarios.

Me sentenciaron a 20 años por un robo de 140 dólares. Los dados estaban cargados.

En la cárcel me encontré con un viejo compañero de cárcel que conocía desde muy joven. Cuando yo llegué a la cárcel esa última vez él le había entrado a la política nacionalista negra y quiso enseñarme, pero yo no me dejé, hasta que un día pasó algo que me afectó muchísimo y empecé a cambiar.

Llevaba como un año preso cuando los presos más conscientes —que en esos tiempos eran nacionalistas revolucionarios— realizaron una protesta. Ni me acuerdo de las demandas. Yo pude ver todo por la ventana de mi celda.

El grupo declaró que tenía unas demandas para el alcaide. Inmediatamente los guardias los rodearon con escopetas. Al único guardia negro no le quisieron dar escopeta; tenía una macana. Si me acuerdo bien, era como un teniente simbólico, y los presos se lo señalaron. Se pusieron a decirle: “Mira, ni siquiera te dan escopeta”. Esa experiencia me enseñó muchísimo. Muchas veces en la cárcel pasa eso; no toleran la protesta, sacan las armas y las usan.

Así que yo temía que iban a abrir fuego y cargárselos a todos. La cosa siguió un par de horas; era una situación muy tensa donde los presos no iban a ceder por nada aunque parecía que los iban a masacrar. Finalmente resolvieron la situación sin matar a nadie pero los transfirieron a la cárcel estatal. Pero me impactó mucho el valor de esos hombres que estaban dispuestos a morir por su causa. Empecé a interesarme en lo que decían.

Así que ahí fue cuando empecé a leer. Primero leí a Malcolm: la Autobiografía de Malcolm X, Malcolm X habla y otros escritos suyos. Y en un año muy intenso pasé por muchos cambios. Mi etapa de la Nación de Islam duró apenas unos meses, hasta que me empecé a interesar en el Partido Pantera Negra.

OR: ¿Cuál fue el momento decisivo en que comenzaste a considerarte revolucionario?

Camarada X: A los dos años de estar en la cárcel empecé a llamarme REVOLUCIONARIO. Me había familiarizado con los líderes e ideas revolucionarios más avanzados que había en Estados Unidos en esos tiempos. Había estudiado y me mantenía al tanto del Partido Pantera Negra. Hubiera hecho cualquier cosa para estar con Huey, Bobby y los demás cuando confrontaron a los puercos policías. Era duro estar en la cárcel mientras pasaba todo eso. Así que me metí al partido y mediante los Panteras conocí a Mao.

En esa etapa de mi desarrollo traté de leer el Manifiesto Comunista y cosas por el estilo, pero realmente estaban fuera de mi alcance. A Mao sí lo entendía. Seguí tratando de entender el Manifiesto Comunista y más tarde pude leer escritos más complejos también. Pero Mao me atraía como un imán. Me gustaba lo que oía de la Revolución Cultural y me gustaba cómo la popularizaban los Panteras. Desde donde estaba, no llegaba a comprender el significado global de la Revolución Cultural, pero todo lo que oía me inspiraba y me emocionaba tremendamente. Sabes, Mao y la Revolución Cultural atrajeron a muchísima gente por todo el mundo a la política revolucionaria. Inspiraron a muchos de nuestro movimiento internacional a adoptar la ciencia del marxismo-leninismo-maoísmo.

OR: ¿Había ciertos individuos que jugaban un papel más importante en el movimiento revolucionario en la cárcel o era un grupo? ¿Cómo era?

Camarada X: En esos tiempos los presos nos reuníamos en grupos y colectivos para estudiar. Unos cuantos que teníamos más conciencia revolucionaria nos reuníamos a estudiar y a hacer ejercicio. Teníamos la idea de que iba a haber una REVOLUCIÓN e íbamos a estar LISTOS. Así que estudiábamos y hacíamos adiestramiento físico para eso.

Un día llegaron unos Panteras Negras y entonces empecé a ver más directamente lo que pensaban y qué querían lograr. Recuerdo algo que pasó cuando llegaron. En la escuela había un mimeógrafo y esos Panteras no tardaron en hacerse cargo. Bajo su dirección escribimos un volante de varias páginas, ya casi se podía llamar un folleto de propaganda. Era buenísimo: tenía dibujos de puercos policías, del tipo que dibujaba Emory Douglas. Lo copiamos y lo distribuimos. Qué rabia les dio a los puercos policías, les dio un ataque al corazón.

Uno de esos compañeros había estado en el ejército, así que una de las cosas revolucionarias que hacíamos era marchar en formación en el patio de recreación. Eso no le gustó nada a las autoridades, no lo toleraban. La ironía es que antes nos obligaban a marchar de una parte de la cárcel a otra. Pero cuando lo empezamos a hacer por nuestra cuenta, por razones muy diferentes, no les gustó nada. Nos prohibieron marchar, ya no lo podíamos hacer. Otra cosa que nos gustaba hacer esa hora era estudiar. Muchas veces en vez de jugar al básquet nos sentábamos en el patio a estudiar. Eso también lo prohibieron. Respondían a todo con represión. Finalmente incomunicaron a los Panteras y a otros por sus actividades revolucionarias.

Eso fue en 1969. Para entonces yo ya era un líder revolucionario y cuando incomunicaron a los Panteras precipitaron una rebelión.

OR: Cuéntanos qué pasó.

Camarada X: Duró dos días. El primer día nos sentamos en el patio y presentamos unas demandas. Teníamos un plan si no los sacaban. Bueno, presentamos nuestras demandas y las autoridades dijeron que iban a sacarlos y a considerar otras demandas, así que paramos la protesta. Pero no les creíamos y esa noche trazamos otros planes. Si no los sacaban como prometieron, íbamos a hacer algo que les doliera mucho.

Al día siguiente dijeron que los iban a sacar. Era nuestra demanda principal. Teníamos otras más generales pero esa era la que más nos importaba. Escribí sobre eso unos años más tarde en la cárcel: “Cuando abrieron las celdas para la hora de recreación, la mayoría esperábamos una confrontación con los guardias pero pocos o ninguno previmos las trágicas consecuencias. Antes de salir al patio corrió la voz de que en vez de sacar a dos presos del pabellón de los incomunicados los habían metido al calabozo”. En el primer caso lo confinan a uno las 24 horas del día, separado de la población general de presos, pero le permiten ducharse y cosas así. En el calabozo uno no tiene ni cama ni cobijas. Tiene que dormir en un piso de cemento y siempre está oscuro. A los otros camaradas los transfirieron a la cárcel estatal como prometieron pero a esos dos los metieron al calabozo.

Escribí: “Frustrados y enojados por la traición de las autoridades, unos 30 presos decidimos incendiar la fábrica de muebles como habíamos planeado. Esa fábrica es una gran fuente de ingresos para el estado, pero los presos que trabajan ahí reciben 15 centavos por hora. Por eso queríamos incendiarla, para darle duro al estado burocrático y a las autoridades ‘correccionales’ que imponían las condiciones represivas que prevalecían en la cárcel”.

Así que esa era nuestra orientación.

OR: ¿Recuerdas ese día? ¿Lo puedes describir?

Camarada X: Lo recuerdo vívidamente. La tensión era increíble al salir de las celdas esa mañana: nadie sabía qué iba a pasar. Sabíamos que iba a pasar algo muy serio pero no sabíamos qué. Era muy posible que nos mataran; que muchos cayéramos ese día. Así era la cosa. Estábamos furiosos. Encerrar a los presos que nosotros considerábamos nuestros líderes era la culminación de una serie de atropellos. Estábamos hartos.

Así que cuando salimos al patio ese día el plan era que unos presos que trabajaban en la fábrica de muebles nos iban a suministrar los combustibles necesarios y otros estábamos encargados de entrar a la fábrica e incendiarla. Pero no pudimos. Nos repulsaron. Los guardias de la torre dispararon contra nosotros y no pudimos entrar. Entonces regresamos al patio. Los guardias lo rodearon con sus escopetas. Las autoridades dijeron que el que quisiera se podía marchar. Se fueron unos 450 presos y quedamos 212. Un teniente le ordenó a un guardia negro, que era sargento de nombre nada más, que se fuera. No estaba armado. Nos había prometido que no nos iba a pasar nada. El teniente le dijo: “Bueno, pues, vete y no lo verás”. Todos los guardias que quedaron eran blancos.

Los presos que quedamos éramos todos negros, salvo dos blancos y un chicano. En esa batalla aprendí algo sobre la tarea de unir a todos los que se pueda unir contra el enemigo, porque nosotros no lo habíamos hecho. O sea, hubiera sido posible ganar a los presos blancos —por lo menos algunos— a nuestra causa, pero no le dimos la debida importancia.

Recuerdo que pensé: “Aquí me muero” y estoy seguro de que muchos estaban pensando lo mismo. Era muy posible que nos mataran ese día, pero nos habíamos metido en una especie de continuo del que no se podía regresar. Les habíamos lanzado un desafío a las autoridades y estábamos resueltos a llevar esto a sus últimas consecuencias. No íbamos a dar media vuelta, ni siquiera si nos disparaban. Fue algo muy teso. Es difícil expresar en palabras la tensión que sentíamos; pero al mismo tiempo sentíamos una fuerza, sentíamos que nos estábamos plantando y no íbamos a dejar que esos cabrones de mierda nos asustaran, por más que tuvieran escopetas y demás.

Los guardias rodearon el campo de entrenamiento y, no recuerdo las palabras exactas, pero fue algo como “Niggers, tienen cinco minutos para largarse”. Así que contestamos: “Váyanse al carajo, hagan de cuenta que ya pasaron los cinco minutos, de aquí no nos vamos”. Y de lo que recuerdo, nuestra sensación era, era como lo que dice Lenin que en ciertos momentos los oprimidos sienten “desprecio por la muerte”. Eso era lo que sentíamos...un desprecio total por la muerte.

Estaba claro que nos podían matar, pero no íbamos a dar marcha atrás, estábamos resueltos a llevar esto a las últimas consecuencias. No estábamos en lo de Martin Luther King, Jr. de “sentarse y poner la otra mejilla”. Estábamos furibundos, muy bravos, y pensábamos (ingenuamente desde un punto de vista táctico) que como no estábamos haciendo nada violento que se controlarían, que no nos matarían. Pero ese día fue como una introducción violenta que nos mostró cómo es esa gente.

Cuando pasaron los cinco minutos abrieron fuego. Estábamos en una cancha de voleibol. Era como un patio de recreación cercado y la cancha estaba a unos 2 metros de la cerca. Los guardias estaban ahí al pie de nosotros, al otro lado de la cerca. Cerraron la puerta y metieron sus escopetas por los huecos de la cerca. Algunos disparaban tan seguido y tan rápido que se les atascó.

Pero así y todo, un preso no se quiso sentar. Se quedó parado y alzó el puño en el símbolo de Poder Negro. No se sentó hasta que lo bajaron a bala.

Así que ese día aprendí más sobre la naturaleza del enemigo que lo que se puede aprender en muchos libros. Mataron a dos compañeros e hirieron a 45. El compañero que no se quiso sentar no murió pero quedó malherido.

Así que cuando entra en una situación así, es como algo que dijo Mao... de que uno tiene que morir de alguna forma pero que su muerte puede tener más peso que el monte Taishan o menos que una pluma. Eso era lo que sentíamos.

Y después de eso, lo que pasó después, nos mostró más cómo es el sistema. Muchas cárceles están en zonas rurales blancas y los hospitales cercanos no aceptan pacientes negros. Así que tuvieron que llevar a los heridos a otros hospitales a muchos kilómetros porque el hospital cercano no aceptó. Y nosotros decíamos: “Esto lo tendrán que pagarlos”. Era otro crimen del imperialismo y otra razón para derrocarlo. Pero no nos sentíamos asustados o intimidados, aunque habían hecho esa porquería, esa cobarde matanza. Estábamos furiosos.

OR: ¿Veían que esa batalla formaba parte de una guerra más amplia?

Camarada X: Cómo no, y recuerdo nuestro espíritu cuando nos incomunicaron. Nos metieron en una sección incomunicada. Tuvimos que cargar a los heridos del patio al edificio. Los pusimos en el suelo en frente del hospital de la cárcel. A los demás nos metieron de a 12 ó 15 en celdas de 2.5 x 3 metros, como sardinas, pero seguíamos gritando consignas y el ambiente era eléctrico.

OR: Nuestro Presidente ha dicho que si uno quiere ser de los pesos pesados, pues la revolución es lo que está más de los pesos pesados. Tú habías confrontado la muerte antes en la vida; ¿qué diferencia hay entre las dos situaciones?

Camarada X: En sus escritos, el Presidente habla de la diferencia entre el valor militar y el valor revolucionario. Yo todavía no he tenido la oportunidad de verlo en su sentido más profundo, o sea, en una guerra revolucionaria. Pero en un sentido como en miniatura, esto fue un ejemplo de eso. Por un lado, si uno confronta a otro tipo tan oprimido como uno, ya sea por “quedar bien” o por otras fintas de la vida de la calle, como hablamos antes (véase la Primera parte), eso es una cosa. Ese es un tipo de valor. O incluso plantársele al Estado —como cuando yo me metía a robar y me preparaba el desayuno— eso es una cosa. Pero confrontar al enemigo, con toda la fuerza del Estado, eso es otra cosa. Eso es algo completamente distinto y requiere un tipo de valor completamente distinto.

Lo que Mao decía sobre morir en el Libro rojo es esto: morir por el pueblo tiene más peso que una montaña, pero morir por los imperialistas tiene menos peso que una pluma. Y en esa época había una corriente, que nos atrajo a todos nosotros, a poner la vida en juego y darla luchando contra el imperialismo. Así nos sentíamos y no lo hemos olvidado; así nos sentimos ahora. Yo creo que la juventud tiene que entrarle a eso mismo. El valor que tienen en un contexto tiene que traducirse a confrontar todo el sistema y derrocarlo. Porque una de las cosas que entendimos en ese entonces, de una forma fundamental, es que salvo el Poder todo es ilusión: que el día que los tumbemos podremos hacer milagros.

OR: O sea, el poder estatal, confrontar todo el sistema, no solo tener un territorio.

Camarada X: El poder estatal, confrontar todo el sistema, no solo adueñarse de una cuadra o de una esquina o de una parte de la ciudad, sino hacer frente a los imperialistas y derrocarlos en una guerra revolucionaria, establecer el socialismo y empezar a avanzar hacia el comunismo. Esa es la meta que comencé a vislumbrar en esos años. Y eso es algo completamente distinto.

Tercera parte: Cambiando la situación

OR: ¿Te acuerdas de cuando te diste cuenta de que se necesita una revolución contra todo el sistema para lidiar con los problemas que sufren los negros y todos los otros problemas sociales?

Camarada X: Cuando mataron a Fred Hampton; eso fue parte de los hechos que me empujaron por esta trayectoria. Fue unos cuantos meses después de cuando nos balacearon en la rebelión de la cárcel de que hablamos. (Véase la Segunda parte, “Tronando todo”). Y para mí fue obvio, conociendo la naturaleza de esa gente, habiendo vivido en las entrañas de la bestia, dentro de las entrañas de la bestia, para mí fue obvio que lo asesinaron. Eso como que ató los cabos sueltos. Yo tenía ciertas ideas y entendía ciertas cosas, pero en esa época las integré a un nivel mucho más alto.

Antes de la masacre de la cárcel en 1969, a cierto nivel yo ya me consideraba revolucionario. Esos sucesos combinados con el asesinato de Fred Hampton fueron cruciales; me hicieron cruzar una línea, resolver que eso era lo que quería hacer con mi vida. Ese fue el punto de viraje más profundo, por así decirlo. No había vuelta atrás.

OR: Si alguien te hubiera dicho unos años antes que ibas a ser un líder revolucionario, ¿qué hubieras pensado?

Camarada X: No lo hubiera creído. Pero la lucha de liberación negra y el movimiento revolucionario de esa época nos impulsaron a muchos a ser lo que terminamos por ser. Antes, cuando era un joven bravo y andaba de buscavidas en la calle, jamás se me hubiera ocurrido. Pero en esos momentos había una gran cantidad de efervescencia por todo el mundo y en Estados Unidos que se sentía hasta en la cárcel. Y eso nos impulsó a tomar posición.

Cuando me metieron a la cárcel, mi plan era sencillamente cumplir mi condena y salir, y no pensaba meterme en nada que fuera un obstáculo para eso. Cómo será que cuando me sacaron de la cuarentena hubo una pelea entre razas muy violenta en mi pabellón, a botellazos y fierrazos. Yo conocía en cierto grado la opresión de los negros y las contradicciones que existían en ese campo pero no tomé partido con ningún lado. No más caí en medio.

No entendía qué hacían ni le veía motivo. Pero sí me impactó ver que tenían convicciones muy firmes y que estaban dispuestos a jugarse la vida por ellas. Eso me hizo pensar, tratar de entender por qué lo hacían. En ese tiempo ni siquiera vislumbraba que es posible derrocar a los imperialistas. Al nivel de rebelión individual o de confrontar a la policía de una forma individual o con unos cuantos compañeros, eso lo había hecho; pero en cuanto a movilizar masas y juntar un ejército para derrocarlos, uff, ni siquiera tenía idea de que era posible.

Mao dice que los oprimidos buscan una filosofía para luchar contra su opresión. Eso es lo que hice. No sabía leer muy bien, no le presté mucha atención a la escuela, especialmente a lo que nos enseñaban en historia: que los esclavos sembraban algodón y tal; era humillante. Pero cuando estaba en la cárcel, empecé a sentir la influencia de lo que estaba pasando en la sociedad y por todo el mundo y me puse a ver cómo entenderlo.

La cosa comenzó LUCHANDO contra las autoridades de la cárcel y por medio de eso comencé a tratar de entenderlo todo más a fondo. Me puse a estudiar la situación de los negros en Estados Unidos, sus raíces. Un libro que recuerdo fue Cargamento negro; describía cómo apiñaban a los africanos en los buques negreros y los transportaban en unas condiciones tan horribles que muchos saltaban al mar y se mataban. Empecé a entender mejor la opresión de los negros en Estados Unidos y cómo y por qué solo se le puede poner fin con medios violentos. No se le puede poner fin rezando o haciendo marchas; se necesita una lucha armada. Eso fue lo que llegué a entender a través de mis experiencias.

OR: O sea, fue como decía Mao, aprender a combatir en el curso mismo de la guerra.

Camarada X: Seguro, exactamente. Cuando me metí a luchar con el otro lado, me empecé a preguntar con qué íbamos a reemplazar esta sociedad. Y recuerdo la emoción de darme cuenta que es posible vencerlos y, especialmente, de empezar a vislumbrar —por lo que podía entender de la Revolución Cultural— la sociedad que se podría crear después de derrocar el sistema, qué clase de sociedad sería, que podríamos lidiar con muchos problemas como la opresión, la humillación que sufren las masas, como que los ricos dominan a los pobres, los hombres a las mujeres, los blancos a los negros y otras nacionalidades oprimidas, y demás. Y de que derrocarlos sería un gran paso para eliminar toda esa porquería, no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Vislumbrar eso fue una gran fuente de inspiración para mí, cuando empecé a estudiar marxismo en serio, y se ha profundizado y enriquecido con el paso de los años.

OR: Esa es la actitud estratégica de que habla nuestro Presidente: desprecio por el enemigo y confianza en las masas.

Camarada X: O sea, tiene una base firme; se basa en un partido armado con la ciencia más revolucionaria que existe hoy. Y eso lo aprendí al crisol de la lucha con el enemigo. Yo exploré muchas filosofías, pero llegué a ver que esta era la filosofía más avanzada que existe. Eso fue muy polémico. Algunos me decían: “Eso es para los blancos” o “Esa es la filosofía del hombre blanco”. Y de hecho uno de mis mejores amigos dejó de hablarme porque no estaba de acuerdo en que teníamos que unir a todos los que pudiéramos unir para la lucha contra el enemigo, incluso los blancos. Eso fue muy duro porque habíamos pasado por mucho juntos. Después cambió y lo aceptó. Pero no me habló en varios meses. Yo no cedí porque esta ciencia es la filosofía revolucionaria, la filosofía más avanzada para la gente de todo el mundo porque es una FILOSOFÍA LIBERADORA.

OR: Después de la rebelión del 69 te trasladaron a otra cárcel.

Camarada X: Sí. Me mandaron a otra cárcel. Ahí no existía el mismo nivel de conciencia revolucionaria porque me pusieron con presos mucho mayores. Era una atmósfera mucho más asfixiante y nos mantenían en las celdas mucho más tiempo. Fue una época muy dura. Para serte franco, a cierto nivel, de ánimo, casi me muero el primer año.

Luego comenzaron a llegar presos jóvenes de otras cárceles y la atmósfera empezó a cambiar; en dos o tres años el nivel de lucha cambió, incluso ahí, pero durante unos dos años fue una transición muy dura.

OR: ¿Cómo le hiciste? ¿Fue eso una táctica del enemigo para calmar la situación?

Camarada X: La táctica era separar los líderes de los demás presos y la forma de lidiar con eso fue buscar fuerza en lo que pasaba en la sociedad en general. Y esos eran momentos muy emocionantes.

George Jackson

George Jackson

Algo que tuvo mucho impacto en mí fue George Jackson y sus libros; lo leí para entender mejor al Partido Pantera Negra y tuvo un enorme efecto positivo en mí. Una de las cosas que más me impresionó de George fue cómo llegó a ser un líder revolucionario en medio de circunstancias muy difíciles y superando enormes obstáculos. Su posición del lado del pueblo; la determinación que tenía a pesar de las amenazas; y el hecho de que no claudicó y no capituló sus principios revolucionarios: todo eso tuvo un impacto muy poderoso en los presos y en mucha gente más.

La rebelión de Attica fue otra cosa que tuvo mucho impacto para mí, por su valor, determinación e intrepidez ante el enemigo; y por su conciencia revolucionaria. Una de sus demandas fue transporte a un país no imperialista. Eso tuvo un gran impacto en mí y en miles y miles más, dentro y fuera de las cárceles.

Así que yo estaba empezando a abrazar la ciencia de la revolución —el marxismo-leninismo-maoísmo— de una manera más profunda. Y, con la pantalla de una clase de historia de los negros, el pequeño núcleo de revolucionarios comenzó a conectarse con otros presos. Sí discutíamos temas de la historia de los negros, pero también tratábamos de concientizar a los presos y conectarnos con gente interesada en política revolucionaria. Así sobrevivimos y nos nutrimos en esa época; después, en esa cárcel hubo varios estallidos de protesta y la cosa cambió.

OR: ¿Qué obstáculos tenían que vencer para hacer ese trabajo revolucionario en la cárcel? Por una parte están las autoridades y por otra parte en la cárcel hay una atmósfera muy salvaje, de “muerde o te muerden, jode o te joden”. ¿Cómo lidiaron los revolucionarios con eso?

Camarada X: Creo que ante todo debemos recordar el clima que existía por todo Estados Unidos y por todo el mundo en ese entonces. Existía una unidad especial entre los negros; por ejemplo, fue cuando se puso de moda llamarse “hermano” y “hermana”. Pero tengo que admitir que incluso con esa atmósfera, en la cárcel había que IR CONTRA LA CORRIENTE en todo. Pero precisamente por el contexto del movimiento revolucionario que existía en el mundo y en Estados Unidos, era posible cortar con esa atmósfera de “muerde o te muerden, jode o te joden” que fomentan en la cárcel. Y hubo muchas luchas sobre eso.

Tú sabes cómo es. A los tipos jóvenes que llegan les caen encima los tipos mayores y los explotan. Cuando nosotros comenzamos a organizar y a hacer nuestro trabajo, pusimos en claro que no íbamos a tolerar esa mentalidad, especialmente cuando empezaban a abrazar la política revolucionaria, que no toleraríamos la violación de los jóvenes ni esa mentalidad de jode o te joden.

OR: Yo he notado que los revolucionarios que han estado presos como que no tratan a la mujer como objeto sexual y propiedad. ¿Será porque en la cárcel los hombres sufren en parte el mismo maltrato que las mujeres —las relaciones de poder se expresan como explotación sexual— y porque sufren en carne propia lo que es ser tratado como un objeto sexual? Hablando de ir contra la corriente, esto debe haber sido un fuerte tópico de lucha.

Camarada X: Es una idea interesante. Yo creo que en el caso mío y de muchos otros, más bien tuvimos que confrontar que si éramos partidarios serios de la revolución no podíamos ser partidarios de la opresión de la mujer. Había una analogía; no queríamos que nos llamaran “boy” ni “nigger”, no queríamos dejarnos...

OR: No querían que los violaran...

Camarada X: Sí, nada de eso, así que cómo iba a hacerle uno lo mismo a una mujer. No sé si lo que tú dices fue algo que ocurrió de modo consciente, pero a mí me parece que es como una combinación de varias cosas; una de ellas era que muchas mujeres estaban luchando en las calles por la liberación de la mujer, y por no decir nada de las mujeres que participaban en la lucha armada en Vietnam y en otras partes del mundo. Eso tuvo su impacto. Pero como dice el Presidente en su libro Un fin al horror..., hay que “probarlo toda la noche”. Creo que en lo que respecta a la cuestión de la mujer, hay que “probarlo toda la noche”. No es que un día uno “se ilumine” y de ahí en adelante no tenga que luchar más para tomar una posición correcta, y hablo especialmente de los hombres.

Para mí, fue algo que tuve que confrontar y resolver; tuve que romper con muchas cosas. Antes de volverme revolucionario, cuando era joven, uno se oponía a que lo llamaran “boy”, “nigger” o “colored” y mucha gente se rompía el alma por eso; pero no me molestaban todos los insultos y formas degradantes de tratar a la mujer. Hoy la cosa está fea, pero antes también era un problema — un problema entre los oprimidos. Eso se ve hasta en expresiones comunes como “me la almorcé”, que sencillamente quería decir la violé. Una mujer tenía interés en un hombre y se acostaba con él, y detrás había un montón más esperando su turno. Cuando uno recapacita, es algo totalmente antimujer. No era por las relaciones sexuales, era por poder, por usar a la mujer. Pero los hombres pensaban que eso era algo positivo. O uno salía con una muchacha y le daba un par de tragos o un poco de marihuana y cuando ella ya estaba en el alucine, uno la forzaba. Eso era violación, pero los hombres no lo consideraban así. Lo veían como algo positivo. Había mil cosas más de esas y todavía las hay. Así que está muy bien que haya controversia sobre eso hoy y que se le llame por su nombre.

Cuando yo era chico, admirábamos a los alcahuetes, los chulos, los coimes. Uno de ellos, un tipo llamado Iceburg Slim, escribió una serie de libros sobre el tema que fueron muy populares (el otro día vi uno en una librería); los jóvenes admiraban su estilo y su oficio. Pensando en eso, en realidad algunos compañeros han cambiado mucho desde esos días. En la vida de la calle, ser chulo era algo muy bien visto, admirado. Tener un Cadillac y varias mujeres trabajando para uno, eso era el colmo de la buena vida. Y esos mismos hombres que admiraban a los alcahuetes y que en algunos casos acabaron siendo lo mismo, si hubieran sido ellos, no hubieran aguantado esa clase de servidumbre. Pero en este caso estaba bien visto porque las víctimas eran mujeres; tratar así a las mujeres y acabar siendo un esclavista de ese estilo se consideraba “elegante”. Esas son las porquerías que alimenta el imperialismo.

Los hombres no pueden decir que se oponen al imperialismo y poner en práctica la mentalidad imperialista en su relación con las mujeres. Así nunca se podrá hacer una verdadera revolución, ni de peligro.

OR: Tienes razón. Y es genial ver que luchando y abrazando la ciencia de la revolución, la gente puede cambiar; eso es motivo de esperanzas para el pueblo y las mujeres.

Camarada X: Y hoy hay muchas más bases para hacerlo. El partido ha sacado esto a la luz del sol con mucha claridad. Está popularizando la consigna: Hermanos, ¡no sean dominadores! ¡Hombres y mujeres, álcense fuertes, orgullosos y con igualdad! ¡Combatir el sistema, enterrar el sistema! Y me parece que esto es una base para ir más allá que en los años 60, porque en ese entonces no se entendía bien este problema.

OR: ¿Así que te parece que esto va a ser un tema más cargado ahora?

Camarada X: Ya es un tema más cargado y creo que se resolverá de una forma más profunda que en los años 60. Ahora hay una guerra contra la mujer, desde la cima del gobierno. Y creo que todo mundo tiene que tomar posición: va a ser PARTE DEL PROBLEMA O PARTE DE LA SOLUCIÓN. No lo digo con pesimismo. Creo que hay una profunda base para resolverlo a un nivel mucho más alto y mucho más completo que antes. Esto es un aspecto muy importante de hacer una revolución cabal.

OR: Así que tú crees que se le está planteando de una forma muy clara a los jóvenes: van a seguir con sus actitudes machistas o unirse con las mujeres que se están alzando contra el sistema.

Camarada X: Sí, creo que lo van a tener que confrontar; pero por todo lo que veo y todo lo que oigo, hay muchas compañeras resueltas a hacer que lo confronten.

OR: Volvamos al trabajo revolucionario que hacían en la cárcel; tú decías que el núcleo revolucionario comenzó a cambiar la situación luchando sobre esas cosas.

Camarada X: Sí, en cierto sentido fue algo como las semillas del poder dual, aunque nos tenían encerrados. Cuando comenzamos a hacer nuestro trabajo y a crear una atmósfera diferente —no es que nos separáramos de los demás presos, sino que éramos conscientes y éramos revolucionarios y tratábamos de reclutar a otros— cuando otros comenzaron a aliarse con nosotros, los demás no los molestaban, no los violaban y cosas así. Así que tratamos de crear una atmósfera distinta —no que fuéramos misioneros o cristianos o algo así— de imponer un comportamiento distinto para los revolucionarios.

A veces eso era arriesgado, claro. Recuerdo un incidente de una pandilla que robaba y extorsionaba en la cárcel; varios presos que no eran muy políticos fueron a donde nosotros y nos dijeron que iban a lidiar con eso y nos preguntaron qué íbamos a hacer nosotros. Así que fuimos y confrontamos a los líderes y les dijimos que eso estaba causando divisiones, que lo que hacía era dividirnos y logramos cambiar esa situación sin recurrir a la violencia. Hablando con ellos logramos cambiar la situación.

OR: ¿Les sirvió para eso la atmósfera que habían creado y tener cierto grado de iniciativa?

Camarada X: Sí; incluso las pandillas tenían, por fuerza, que respetarnos porque se decía: “esos tipos no se meten con nadie, pero cuando hay que confrontar a los guardias y a las autoridades, son bragados”. En la cárcel había una expresión: “son bragados”.

Cuando comenzamos a volvernos revolucionarios, nos decían: “Tú antes no le entrabas a eso”. Pero a medida que nos veían confrontar al otro lado, sin miedo, sin ceder, sin vendernos, hasta los elementos más lumpen tuvieron que tenernos cierto respeto.

Así que había que aprender todo tipo de tácticas para lidiar con diferentes contradicciones y para trabajar en las narices de las autoridades. Siempre tratábamos de aplicar las enseñanzas de Mao de quiénes son los amigos y quiénes son los enemigos, y de conocer bien al enemigo.

Por ejemplo, hubo un paro de trabajo y yo fui uno de los organizadores. Haciendo un balance de otras experiencias, vimos que una táctica de las autoridades era agarrar a los líderes; ahí se acababa la protesta en un dos por tres. Así que esa vez nos organizamos en muchos niveles, para que cuando agarraran a alguien otro estuviera listo para seguir. Pero a pesar de todos los planes yo cometí un error y acabé con varios volantes en mi celda.

No se me olvidará cuando llegaron tres guardias a buscarme, llamándome “sir” y “mister” y esto y lo otro. Al instante vi que tenían miedo de que yo armara una confrontación y de tener que pelear conmigo porque pensaban que la cosa podía estallar y no querían eso. Así que llegaron muy delicados, tratándome de “sir” y demás. Ahí mismo pensé qué hacer con los volantes.

Los tenía en un sobre. Así que comencé a montar un show y a decir que qué querían conmigo. Me dijeron: “Bueno, el alcaide nos mandó venir a buscarlo para llevarlo al calabozo”. Y yo: “¿Por qué? Yo no he hecho nada”, jugando con ellos. Por fin dije: “Bueno, qué carajo. Miren, estoy trabajando en mi apelación y tengo unos documentos aquí. ¿Sería posible que Uds. se los llevaran a un amigo de aquella celda para que me los guarde?” “Cómo no, mister”. Y tomaron los volantes y se los dieron a otro y se esfumaron. Así desapareció la prueba de que yo estaba metido en el paro de trabajo.

Fue chistoso; tiene que ver con lo que hablábamos de desprecio estratégico y de conocer los puntos fuertes y flacos del enemigo y saber cómo aprovecharlos. Para ellos fue un alivio no tener que atacarme, porque se hubiera prendido una rebelión; yo era un líder en la cárcel y si me hubieran tenido que sacar arrastrado a patadas, las consecuencias hubieran sido serias y ellos no querían eso. Así que yo capté la situación y le saqué provecho a nivel táctico.

Cuarta parte: El espíritu de Attica

Attica Prison Rebellion, 1971

La Rebelión de Attica, 1971, Foto: AP

OR: ¿Cómo hicieron los revolucionarios para unir a los presos contra las autoridades?                

Camarada X: En muchas luchas de masas que dirigimos, la cosa había llegado al punto de explosión y la mayoría estaba de acuerdo con nuestras acciones. Otras veces, algo que resultó siendo muy importante comenzó de un modo descabellado. Me acuerdo de otro incidente en que estuve metido; los que comenzaron la cosa fueron unos gángsteres que estaban bravos con las autoridades de la cárcel y armaron una protesta. Una de las cosas que iban a hacer era algo similar a lo que nosotros habíamos hecho antes, o sea, protestar en el patio, al alcance de las torres de guardias y demás. Así que fuimos a hablar con ellos y les dijimos que esa táctica no era correcta, que ya se había probado, que ya teníamos esa experiencia y que no debían hacer eso.

OR: ¿Por qué protestaban?

Camarada X: Eso fue varios años después de la rebelión de que hablamos antes, y para esa época yo me consideraba comunista. Las condiciones de vida se habían vuelto intolerables —lo que pasa periódicamente— pero encima de eso había cosas como muertes misteriosas. Por ejemplo, un joven que era como de mi edad, un joven teso de la calle, llegó y se metió en líos con otro preso y se pelearon. Resulta que después ese preso le echó encima un líquido combustible y le prendió candela. Bueno, lo trataron y después lo metieron al calabozo más de un año y medio. Poco a poco se fue deteriorando y un día amaneció colgado de su celda. Se especuló mucho si fue asesinato, porque parece que tenía las manos amarradas a la espalda. Bueno, no importa si lo mataron los guardias directamente o no, todos pensábamos que lo mataron.

OR: ¿Cómo respondieron los revolucionarios?

Camarada X: En ese entonces a mí me tenían aislado. Me aislaron por cuatro meses porque no me quise cerrar la chaqueta... una de esas cosas.

Habíamos logrado conseguir un mimeógrafo. No recuerdo en detalle cómo lo conseguimos. Creo que lo compramos con cigarrillos, que son la moneda de la cárcel. El hecho es que se lo compramos a un preso que trabajaba en un departamento. Por esa época estábamos leyendo ¿Qué hacer? de Lenin y nos tenía fascinados; pensábamos mucho en lo que decía sobre trabajar en circunstancias difíciles, y especialmente en la cuestión del trabajo clandestino. Le echamos mucha cabeza a ver cómo aplicar las ideas de Lenin ahí.

En la cárcel es difícil aplicar la teoría revolucionaria, pero en la medida que podíamos combinábamos teoría y práctica y esto es un ejemplo. Adquirimos el mimeógrafo. Cuando apareció muerto ese sujeto, hicimos un volante acusando a las autoridades de su asesinato y logramos distribuirlo en secreto por toda la cárcel. A las autoridades les sacó de quicio que existiera esa nivel de organización. Antes de hacerlo discutimos mucho cómo esconder la máquina, desmantelarla y perderla. Bueno, no dejaron salir a nadie de sus celdas y pasaron celda por celda a ver en qué máquina de escribir estaba escrito el volante, pero no la encontraron. Desbarataron la cárcel buscando el mimeógrafo; no sé si lo enterramos pero el hecho es que no lo encontraron. A los otros presos los sacudió, los alegró, que se pudiera hacer eso y que no lo descubrieran. Así que ese es un buen ejemplo de desarrollar tácticas y aplicar la teoría.

Hubo una serie de cosas así. Y creo que algo desbordó la copa; creo que hubo una pelea entre pandillas y los zamparon al calabazo; y sus compañeros estaban tratando de sacarlos. Eso fue lo que llevó a esos pandilleros a organizar una protesta. Así que los revolucionarios fuimos y luchamos con ellos para que no usaran esa táctica de hacer una protesta en el patio frente a la torre de los guardias, porque ya habíamos hecho eso antes y sabíamos. Bueno, el caso es que los convencimos. Después de hablar con nosotros se fueron para su pabellón y se lo tomaron.

Los revolucionarios estábamos en otro pabellón y cuando pasamos por el de ellos vimos que un tipo tenía las llaves y pensamos, ay carajo, porque el tipo era medio loco. Nos gritó: “apúrense, vengan”. Así que no tuvimos más alternativa. ¿Qué íbamos a hacer? No íbamos a tomar la posición de “jefe, yo no estoy metido en eso”. De todas formas nos iban a atacar. Ya nos conocían, nos habíamos puesto en cierta posición de desafío con respecto a las autoridades y no podíamos simplemente decir “nosotros organizamos la última, pero no esta”. Así que entramos al pabellón y tratamos de ver qué podíamos hacer para darle dirección a la cosa. Acabamos tomándonos toda la cárcel y tomando varios rehenes, en vez de repetir los sucesos de 1969.

The warden is lying

“El alcaide está mintiendo”.

También oímos por la radio las mentiras del alcaide que decía que la rebelión era solo por el calor y otras ridiculeces, así que escribimos en una sábana “El alcaide es un mentiroso” y la colgamos por las ventanas para que la vieran desde la calle. Y después montamos un altoparlante.

Unos presos tenían tocadiscos y parlantes y alguien se inventó la manera de armar un altoparlante. Ese pabellón daba a la calle así que podíamos comunicarnos con la gente de afuera que iba a apoyarnos, familiares y amigos. Explicábamos qué queríamos. Así que había un nivel de organización y ciertas formas de “poder popular” que no había en otras partes. Y estábamos dispuestos a morir por lo que hacíamos.

Esa fue otra situación en que no estaba claro si saldríamos con vida. Nos organizamos y dividimos las funciones: afuera había unos encargados de hacer un balance de la situación, si nos mataban. Y nos dijimos adiós. Eso fue después de Attica y después del asesinato de George Jackson, así que no era descabellado pensar que nos mataran.

Lo que pasó fue que después de 36 horas retrocedieron y aceptaron nuestras demandas, inclusive una demanda de amnistía para todos los que participaron en la rebelión. No me he puesto a analizarlo todo, pero creo que eso se debió al clima general que imperaba en Estados Unidos en esos momentos, a lo que habían hecho en Attica y la furia que eso prendió; probablemente esos factores los hicieron retroceder.

OR: Mencionaste ciertas formas de “poder popular” en esa rebelión. ¿Cómo fue eso y qué te enseñó acerca de la posibilidad de cambiar el mundo?

Camarada X: Primero que todo, lo que provocó eso fue la experiencia de Attica. Yo estaba muy enterado de la experiencia de Attica. Fue una experiencia que nos dio enorme inspiración, pero también sumamente dolorosa al ver a los imperialistas balacear a los presos y hasta a los rehenes. La serie de televisión Eye on the Prize [El premio en la mira] que acaba de pasar mostró eso de una manera muy vívida, incluso las mentiras de los imperialistas de que los presos mataron a los rehenes, cuando resultó ser que el Estado mismo los mató y ejecutó a varios líderes de la rebelión después. Toda esa experiencia tuvo un enorme impacto en mí y en otros revolucionarios.

Cuando nos tomamos la cárcel, como te explicaba, no fue algo pensado y planeado. Fue algo que pasó espontáneamente y en que nos metimos los revolucionarios conscientes y los comunistas para dirigirlo. Una de las cosas que hicimos fue llamar a una reunión a todos los presos del pabellón y discutir las demandas de los presos de Attica. No discutimos toda la situación de Attica, pero discutimos las demandas y nos pusimos a ver cuáles se aplicaban a nuestra situación y a las condiciones de esa cárcel; de esa discusión salieron nuestras demandas.

Además, organizamos una especie de milicia popular, así la llamamos, es decir gente con la responsabilidad de combatir a los guardias si lanzaban un asalto. Y pensamos en las tácticas para eso. También teníamos un tribunal popular. Incluso en situaciones como esa, en que todos se unen para pelear con las autoridades, existían contradicciones internas. Todo mundo no estaba al mismo nivel de conciencia política. Y efectivamente, en otro pabellón unos tipos aprovecharon la situación para cometer una violación. Y en nuestro pabellón, otros aprovecharon para robar.

Así que había ciertas contradicciones entre los presos aunque todo mundo estaba muy unido contra los guardias. Algunos querían aprovechar la rebelión y que nosotros teníamos la autoridad para robar y violar, y tuvimos que ponernos firmes y decir que no, que eso no se permitía. Y creo que hasta detuvimos a un par de tipos que siguieron en esas.

Así que dio una vislumbre de qué pasaría si el pueblo manejara toda la sociedad. En cierto modo captábamos que nosotros manejaríamos la situación de una forma distinta que las autoridades. Incluso en nuestra manera de lidiar con los rehenes nuestra orientación era diferente. No aprovechamos para desquitarnos de ellos, para vengarnos. Luchábamos por unas demandas y estábamos resueltos a obtenerlas, así que si nos asaltaban lo que le pasara a los rehenes ya no estaba en nuestras manos, pero si no nos asaltaban, no los íbamos a joder por venganza. Nuestra meta era más alta. Así que esos tribunales populares, la milicia popular y demás eran una forma de ejercer autoridad en esa situación, así la ejercimos. Y nos dio un vislumbre de lo que se podría hacer en toda la sociedad.

OR: En el metraje que pasó el programa Eye on the Prize sobre la rebelión de Attica, una cosa muy llamativa es que se ve que esos compañeros revolucionarios que tenían encerrados, apuntándoles todos los cañones del Estado, ellos eran los que deberían participar en el manejo de la sociedad y los puercos policías que estaban afuera apuntándoles eran los que deberían estar encerrados.

Camarada X: Muy cierto.

OR: Y esa noción de prepararse para tomar el Poder es un hilo conductor de todo lo que nos has contado.

Camarada X: En esa época, en las cárceles había una actitud, una idea de que iba a haber una revolución. Lo que pasó en Attica, George Jackson, los hermanos Soledad, todo eso representó una corriente muy avanzada que existía por todo Estados Unidos. Pensábamos que iba a haber una revolución y nos estábamos preparando; cuando se abrieran los portones de la cárcel, íbamos a estar listos para salir a tronar todo este sistema. Eso era parte del clima y la atmósfera de ese entonces, lo que me hace pensar una vez más en lo que dice el Presidente Avakian sobre la importancia de un movimiento revolucionario y de una atmósfera politizada, lo que eso puede hacer, no como una meta en sí sino como parte de preparar el terreno para la revolución y de prepararse para tronar todo esto. Cómo puede hacer que la gente muestre su mejor lado, que se inspire. Yo creo que en esa época mucha gente mostró su mejor lado. Bueno, pero no se trata de mirar al pasado con nostalgia y pensar en lo general que era la situación cuando éramos jóvenes, sino de examinarlo con vistas a avanzar, porque tenemos que avanzar y tronarlo todo esta vez. Por eso trabajamos, para eso nos estamos preparando y esas oportunidades podrían presentarse pronto.

Quinta parte: Listo para el mejor momento de la vida

OR: ¿Cuándo decidiste entrar al PCR?

Camarada X: Cuando yo estaba preso a principios de los años 70 había un grupo llamado SLA. Era un grupo de ex convictos y su línea política era la guerrilla urbana. Secuestraron a Patty Hearst y eso llegó a ser un gran incidente nacional e internacional. Así que los revolucionarios de la cárcel andábamos estudiando qué decían acerca de eso todos los grupos radicales. Bueno, todos los presuntos revolucionarios lo condenaban, decían que era horrible haber secuestrado a Patty Hearst y criticaban al SLA.

Bueno, en la cárcel muchas veces no se podían conseguir periódicos revolucionarios por la censura, pero por casualidad cayó en mis manos un ejemplar de Revolución —el periódico de la Unión Revolucionaria, la organización que después formó el PCR— que le dedicó todo un artículo a ese tema. A esas alturas yo estaba hasta la coronilla con todo lo que decía la gente de la izquierda, con su análisis. Pero la forma de analizar el problema [de] la Unión Revolucionaria me llamó mucho la atención porque era completamente distinta, no se me olvidará nunca. La UR tenía fuertes diferencias con la orientación estratégica y las tácticas del SLA, pero lejos de condenarlo, la UR apuntaba primero que todo contra los imperialistas y apoyaba el afán de querer encontrar la forma de hacer caer el imperialismo lo más pronto posible. Sacaron a flote mucha información sobre los Hearst, toda su historia; eso fue excelente. Y por otra parte expresaba la crítica de que esa no era la estrategia correcta para hacer la revolución en Estados Unidos.

En esa época, la idea de la guerrilla urbana era muy popular. Mucha gente revolucionaria pensaba que en Estados Unidos la revolución se debía hacer igual que en el tercer mundo, adoptando el mismo camino de liberar territorios, pero aquí serían urbanos. Bueno, ese artículo de la UR fue la primera vez que vi una tentativa de expresar cuál sería la estrategia correcta para la revolución y la lucha armada en un país imperialista avanzado como Estados Unidos.

Clyde Young, July 2009

El lanzamiento de la campaña de promoción de la dirección de Bob Avakian, 2009. Foto: Li Onesto, Revolución/revcom.us

Así que no la conocía mucho, pero lo que sabía me prendió mucho interés sobre la UR y la línea política de Bob Avakian, su líder. Cuando uno o dos años después salí de la cárcel, ya se había formado el PCR, me puse en contacto con él y después entré.

OR: Para ti la estrategia para la revolución era tan importante que te hizo acercarte al partido. En esa época había una opinión generalizada, a nivel de masas, de que “tenemos que encontrar esa estrategia porque vamos a hacer la guerra revolucionaria”, ¿no? Eso era un elemento importante.

Camarada X: Sí, ese era el estado de ánimo. Y había mucha gente, yo diría miles y miles, que se pusieron a pensar seriamente, a luchar por ver cómo se podría librar la lucha armada en un país como Estados Unidos. Ese es un legado positivo que tenemos para la década del 90 y para prepararnos para TRONARLO TODO EN BABILONIA, como decía Huey. Pero también había una frustración de que no entendíamos bien cómo hacer caer este sistema.

Había la determinación de hacerlo. Era como lo que Malcolm decía del esclavo doméstico y el esclavo del campo: cuando ardía la casa del esclavista, el esclavo doméstico decía “se nos está quemando la casa”. Y si se iban a escapar, el esclavo doméstico preguntaba “¿y para dónde nos vamos a ir?” y el esclavo del campo decía “bueno, no importa mucho porque de todas formas nos tenemos que ir”. No es que no necesitemos saber para dónde vamos, pero en los 60 la opinión era que de todas formas, de una forma o de otra, teníamos que hacer caer este sistema. Pero no habíamos pensado bien a fondo cómo se hace eso en la práctica.

OR: Bueno, necesitamos una nueva generación que haga la revolución, así que ahora le toca a la juventud.

Camarada X: Eso es algo que aprendí muy temprano en mi experiencia: en toda lucha revolucionaria la juventud juega un papel muy importante. Así que es crucial que la juventud piense en estas cosas que estamos platicando. En el Manifiesto del 1º de Mayo de este año [1990] hay un punto muy profundo de Mao: “Cuando la revolución se cuaja, el pueblo mira hacia un nuevo mañana”. Y en la revolución china que dirigió Mao, cuando la situación llegó a la lucha armada y el pueblo comenzó a librar la lucha armada, muchos jóvenes medio perdidos hasta ese momento se transformaron y desempeñaron un papel muy importante en esa lucha revolucionaria.

Taking out BAsics, by Bob Avakian

Difundiendo Lo BAsico, de Bob Avakian, 2012. Foto: Especial para Revolución/revcom.us

OR: Formidable. Hablemos ahora de los problemas que angustian a la juventud, las cosas que los hacen dudar de entrarle a la REVOLUCIÓN PROLETARIA. Por ejemplo, muchos jóvenes negros piensan que los blancos están perdidos, que no hay esperanza con ellos. No creen que puedan tomar partido con los oprimidos. ¿Qué te enseñó en tus experiencias que sí puede haber aliados?

Camarada X: Primero que todo, yo pasé por una etapa de nacionalismo y de rechazo a los blancos, cuando empecé a captar conscientemente la supremacía blanca y toda la historia de esclavitud y opresión de los negros en Estados Unidos. Así que al principio no pensaba que pudiera haber unión, que los blancos y negros pudieran combatir juntos el sistema. Pero el movimiento revolucionario de esos tiempos me hizo cambiar de idea, porque no se podía decir que todos los blancos estaban perdidos cuando había miles en la calle peleando, como por ejemplo en la Convención Demócrata. Por la televisión se veía cómo la policía les daba duro. Recuerdo cuando vi eso en la cárcel; tuvo un efecto muy profundo en mí. También recuerdo el impacto de la matanza de Kent State y muchos otros ejemplos más en que los jóvenes blancos estaban arriesgándose y arriesgando la vida, por ejemplo para defender las oficinas del Partido Pantera Negra. Así que eso me hizo ver las cosas de otra manera y luego yo les mostraba eso mismo a otros para que vieran que sí podía haber unidad.

OR: Cuando ponían la vida en juego por sus convicciones políticas...

Camarada X: Sí, verlos dispuestos a pelear...

OR: Le daba ánimo a los oprimidos...

Camarada X: Sí. La cosa tenía dos caras. La lucha de liberación negra tuvo un profundo impacto en mucha gente, incluso en muchos jóvenes blancos. Y a su vez, verlos pelear a ellos en las calles contra la guerra de Vietnam y el servicio militar, todas esas cosas tuvieron mucho impacto pues mostraron que hay mucho potencial para hacer alianzas.

Y también, cuando empecé a estudiar más la historia, vi que había gente dispuesta a defender sus convicciones políticas, a pelear y a morir por ellas. Me acuerdo cuando leí sobre John Brown y Harpers Ferry, eso me afectó de una forma positiva. Pero en general, lo más importante fue el clima que había en Estados Unidos, lo que pasaba. Mucha gente se la jugaba y se le medía al sistema; muchos jóvenes blancos le entraron a la política radical —por ejemplo, cargaban la bandera del FLN, la bandera de los combatientes vietnamitas— y hacían fuertes declaraciones contra la opresión nacional.

Buena parte de la lucha —por todo Estados Unidos— era para entender quiénes eran los amigos y quiénes eran los enemigos. Para hacer caer a los imperialistas primero había que ver quiénes eran nuestros amigos y nuestros enemigos, esto es algo que menciona Mao. Él también habló de UNIR A TODOS LOS QUE ES POSIBLE UNIR CONTRA EL ENEMIGO. Eso lo aprendimos de Mao y tratamos de aplicarlo y entenderlo; eso también llevó a mucha gente a romper con la noción de que la cosa es apenas de una nacionalidad contra otra.

Cuando comencé a ver un poco más allá, comprendí que no se trata solo de mi raza; comencé a conocer y odiar la opresión del pueblo en China, en la India y en otras partes del mundo tanto como odiaba la opresión de los negros. Me di cuenta de que la lucha contra la opresión nacional —el dominio de las naciones oprimidas por las naciones imperialistas y de los pueblos oprimidos por los pueblos imperialistas— era parte de la lucha para hacer caer el imperialismo y TODAS las formas de opresión. Y por eso no se podía hacer raza por raza, sino entendiendo que todos somos PROLETARIOS, gente sin propiedad, sin nada que perder más que las cadenas. Cuando yo hablo de NUESTRA GENTE, hablo de ellos. Eso fue lo que definió la lucha para mí.

OR: ¿Causó controversia entre tus amigos que Bob Avakian, el Presidente del PCR, no sea negro?

Camarada X: ¡Uff! ¡Cómo no! Pero me acuerdo cuando toqué para mi familia y a otros amigos una cinta del discurso del 1º de Mayo que él dio en 1979. Y lo que recuerdo es que los dejó boquiabiertos, que hablara tan claro de cosas que han sentido toda la vida, pero que lo decía de una forma que no lo habían oído nunca. Y he oído de gente que lee Balas, el libro plateado de citas del Presidente, y queda muy impresionada por lo que dice y luego mira la foto y ve que no es negro y no entienden cómo puede decir cosas tan poderosas. Hace años oí algo gracioso, que un negro que oyó una cinta del Presidente o leyó algo de él preguntó si no lo “había criado una familia negra pobre”.

Bueno, eso pasa y tenemos que luchar con los revolucionarios que se dejan llevar por el nacionalismo en cosas así. Por una parte no es raro que los oprimidos tengan preguntas como esas. Después de todo, la opresión de naciones y pueblos enteros es un soporte fundamental de este sistema imperialista. H. Rap Brown decía que “la violencia es tan estadounidense como el pastel de manzana” y yo agregaría que el “racismo y la supremacía blanca también son tan amerikkkanos como el pastel de manzana”.

Pero déjame decirte una cosa: a lo largo de los años he luchado con mucha gente sobre esta cuestión y nunca he estado a la defensiva porque nuestro Presidente sea blanco. No hay la menor razón de ponerse a la defensiva por eso. Ha sido una desventaja que no haya podido trabajar abiertamente, para que lo vean, aunque su voz y su dirección se sienten constantemente. Pero el hecho de no verlo públicamente porque está exiliado demuestra lo serios que somos: lo serios que somos sobre meter nuestro gol y ganar en serio.

En uno de sus artículos recientes —“Algunas ideas” y “Más ideas” [la revista Revolución #57, 1988]— el Presidente comenta, parafraseando a Mao, que lo más significativo de Lenin no fue “su perspicacia política ni su juicio táctico y estratégico, ni siquiera sus importantes avances a la ciencia revolucionaria...[sino] que Lenin TRABAJABA DE TODO CORAZÓN POR LAS MASAS, por los oprimidos”. A nivel personal, yo he tenido la oportunidad de trabajar con el Presidente en varias ocasiones, por ejemplo en multifamiliares cuando él podía hacer cosas así más libremente, y puedo decir sin exageración —y estoy seguro de que otros camaradas harían lo mismo— de que nuestro Presidente también trabaja de todo corazón por las masas, por los oprimidos, y no solo de Estados Unidos sino de todo el mundo. Y este camarada está completamente embriagado con la revolución. Su dirección ha sido decisiva en varios puntos de viraje importantes en el movimiento revolucionario en Estados Unidos —desde los años 60— y es crucial hoy y para el futuro. Como hemos dicho, nuestra ideología es el marxismo-leninismo-maoísmo, nuestra vanguardia es el PCR y nuestro líder es el Presidente Avakian.

Sé que hoy muchos jóvenes, en especial jóvenes negros, están buscando dirección en Malcolm X, el Partido Pantera Negra, etc., y no es sorprendente; no es negativo que muchos que están empezando a entrar a la política traten de aprender del legado revolucionario de los 60. También me parece que mucha gente piensa que necesitamos otro Partido Pantera Negra u otro Malcolm X. Bueno, hoy hay líderes nacionalistas revolucionarios y a medida que se agudice la situación seguramente surgirán nuevos líderes revolucionarios de la lucha de los negros, y sería muy bueno. Pero lo que NUESTRA gente, los oprimidos de TODAS las nacionalidades realmente necesitan —lo que ya tenemos en nuestro Presidente y en nuestro Partido— es una DIRECCIÓN COMUNISTA REVOLUCIONARIA/INTERNACIONALISTA PROLETARIA. Mao dijo que sin un partido, sin un partido basado en el marxismo-leninismo-maoísmo, ¡las masas no tienen nada! Bueno, esa clase de partido ya existe y los proletarios de todas las nacionalidades tienen que entrar a él, ayudar a construirlo y ayudar a preparar la revolución total. ¡Y eso no es pantalla!

OR: Hablemos de los cambios que uno experimenta cuando empieza a ser revolucionario; por ejemplo, nosotros tenemos una actitud diferente hacia la crítica/autocrítica y uno de nuestros puntos de disciplina tiene que ver con eso. Es una forma diferente de considerar la crítica y cuando uno es joven es medio difícil.

Camarada X: Sí, cómo no, es muy difícil. Eso me pasó a mí personalmente. Esa fue una de las cosas que aprendimos en los primeros días en el Libro rojo, que pudimos poner en perspectiva. Porque la regla de la vida de la calle y de la cárcel es no criticar a nadie. Muchas veces, uno dice algo que cae mal u ofende y la cosa puede acabar en pelea y muerte. Era lo que hablábamos de “quedar bien” y “machismo”; no más cuestionar lo que sabe una persona puede resultar en pelea.

Así que la crítica/autocrítica fue algo muy duro. Pero yo creo que lo que nos ayudó a superar esas barreras y captar esto mucho más a fondo fue el Libro rojo. Mao explica la importancia de la crítica/autocrítica en la lucha revolucionaria y el efecto corrosivo que tiene su ausencia. Recuerdo cuando entendimos eso y su importancia. Así y todo, después de entenderlo, no era fácil, pero al menos entendíamos por qué era necesario. Mejor dicho, Mao nos enseñó ciertas cosas, como que si uno tiene la cara sucia alguien se lo tiene que decir para lavársela. O que donde no alcanza la escoba, el polvo no desaparecerá solo. Así que esas cosas —dichas con ese estilo tan práctico y aterrizado de Mao— nos ayudaron a entender por qué esta es un arma muy poderosa en las manos del pueblo y que es algo completamente distinto a lo que hace el enemigo. Es parte de PELEAR A NUESTRA MANERA, que es muy distinta a la del enemigo. Esto para nosotros es un arma poderosa en la lucha revolucionaria, para fortalecer las filas, no para atacar a la gente. Y cuando comenzamos a entender eso, tratamos de aprendernos de memoria esas ideas y ponerlas en práctica.

OR: También hay una diferencia entre la manera de manejar las contradicciones con el enemigo y las contradicciones en el seno del pueblo. Pero en la vida de la calle y del hampa esas cosas se revuelven.

Camarada X: Esa fue una lección muy importante, porque en la mentalidad gángster, uno no puede permitir que nadie se le atraviese, nada le puede salir adelante. No se puede permitir una afrenta ni nada por el estilo. Y eso se resuelve por medio de violencia. Yo me acuerdo cuando era joven de que nos sentábamos a burlarnos de fulano o mengano y muchas veces eso acababa en pelea. Porque si alguien se sentía ofendido o insultado, la cosa pasaba a los puños. Pero, te repito, nosotros aprendimos de Mao la necesidad de hacer crítica y autocrítica en el movimiento revolucionario; y aprendimos cómo debe hacerse: por cuestiones políticas y no con ataques personales. Esas lecciones básicas que aprendimos de Mao creo que todavía hoy son muy válidas; y son muy útiles para que la juventud pueda DAR UN SALTO, y creo que eso se debe recalcar; entrarle a la política revolucionaria es dar un salto.

Quizás algunos lo piensan y creen que ellos jamás podrán dar ese salto. Pero hablemos por un momento de un artículo que escribió el Presidente hace unos años y que ahora está en su nuevo libro Reflections, Sketches and Provocations [Reflexiones, notas y reos]. Se titula “Sobre los dos aspectos del internacionalismo proletario, o si alguna vez te han maltratado, sabes de lo que hablo” [OR #184, 10 de diciembre de 1982]. Ese artículo fue muy importante en el partido y yo creo que todavía es muy importante. Una de las cosas que dice es que volverse comunista es dar un salto; un salto a partir de las experiencias y de la situación que uno ha vivido, pero no es un salto de la nada. Eso es importante. La experiencia de la vida de nuestra gente, las condiciones en que ha vivido, son una base firme para dar ese salto y llegar a entender de una forma mucho más profunda muchas cosas de este sistema. Pero eso se tiene que combinar con la ciencia de la revolución.

OR: O sea que los oprimidos, que son parte de las masas básicas, de todas formas tienen que aprender a aplicar la línea de masas.

Camarada X: Aquí hay dos cosas: el hecho de que uno sea de las masas básicas no implica que “lo tenga todo”. Abrazar el marxismo-leninismo-maoísmo requiere dar un salto. Llevarle esta ideología a las masas es llevarla a su fuente, pero tienen que dar un salto para captarla y llevarla a un nivel superior. Esa fue mi experiencia, por ejemplo. Es una lucha para entender que las masas hacen la historia, para aprender de las masas y para dirigirlas.

Y no basta con odiar esta porquería. Eso es esencial pero no basta, hay que llevarlo a otro nivel con la ciencia de la revolución, el marxismo-leninismo-maoísmo. El partido y las masas son lo que nos da fuerzas para enfrentar todo lo que el enemigo nos eche encima, y no solo para enfrentarlo sino para avanzar a través de eso y derrotarlo.

OR: A veces un joven o una joven le tiene temor a ser el primero de su grupo que se lanza.

Camarada X: He recalcado mucho que se necesita un movimiento revolucionario y una atmósfera politizada. Yo creo que como vanguardia tenemos una enorme responsabilidad de ayudar a crear eso, y la juventud tiene que estar en las primeras filas, llevando las masas a luchar y a confrontar el otro lado y las porquerías que están tratando de hacer hoy — como parte de preparar el terreno para la revolución y para crear en el futuro un ejército revolucionario del proletariado. Tenemos cierta responsabilidad, que no es completamente diferente a la de los Panteras en los años 60. En cierto sentido, estamos parados sobre sus hombros y los hombros de todo el movimiento anterior, pero CON TODO LO QUE TENEMOS A NUESTRO FAVOR.

Y creo que incluso un grupo pequeño que desempeñe ese papel puede hacer algo sumamente importante. Pensemos por un momento en las rebeliones que hicimos en la cárcel (véase la segunda y cuarta partes): tuvieron un profundo impacto por toda la cárcel y más allá. El hecho de que una minoría tomó posición y cumplió con su papel tuvo un impacto tremendo: hizo que muchos otros se irguieran, se fijaran y se adentraran en la cosa con toda seriedad. Así que es como una dialéctica, un va y viene, que tiene que suceder.

Así que cuando hablamos de las dudas, de los temores de pasar a otro nivel que los compañeros de uno tienen, hay que pensar en todo eso. No se trata de dar un salto uno y dejar a los demás atrás. No, es dar un salto y, precisamente por todas esas conexiones y lazos, ver que existe una base para conquistarlos luchando con ellos. Hay que querer la revolución y querer al pueblo. Ese es un principio fundamental.

El Presidente ha tratado esto hablando de la experiencia del Partido Pantera Negra: que cuando Huey y Bobby se lanzaron por su cuenta, atrajeron a otra gente y pudieron llevar la lucha a otro nivel, más allá que Malcolm. Eso se ha visto en muchos otros países y lo vemos hoy. Por ejemplo, ahí tenemos la situación del Perú, donde la guerra popular que dirige el Partido Comunista del Perú está conquistando grandes victorias; ese es un ejemplo de esta dialéctica.

OR: Confrontar al enemigo y trabarlo en combate moviliza al pueblo.

Camarada X: Seguro. La situación de Estados Unidos no es la misma; el camino al Poder es diferente, no se puede lanzar la lucha armada hasta que maduren las condiciones. Pero yo creo que podemos sacar varias lecciones de ese ejemplo, especialmente respecto a las luchas políticas donde el pueblo está trabando lucha con el enemigo, y eso es absolutamente crucial ahora en vista de lo que está pasando, de lo que están lanzando contra la juventud y contra el pueblo.

OR: ¿Cómo saliste de la cárcel?

Camarada X: Eso es cuento aparte. En realidad me sorprende, no solo haber salido sino estar con vida todavía, porque en mi vida hubo muchas cosas que hubieran podido ser el punto final. Primero, antes de salir yo participé en una rebelión en que nos tomamos tres pabellones y tres guardias de rehenes. Una de nuestras demandas fue amnistía y la logramos. No acusaron ni mataron a nadie, tuvieron que aceptar nuestras demandas. Como te dije, yo creo que eso se debió a la atmósfera que imperaba en Estados Unidos en esos momentos; lo que pasó en Attica sin duda tuvo una gran influencia en su respuesta.

Pero antes de esa rebelión ocurrió una coincidencia simpática. Cuando me metieron preso por primera vez conocí a un tipo que era maestro en la cárcel. Con el tiempo él se graduó de abogado y un día volvió a la cárcel y me vio. Lo impresionó que yo todavía estuviera preso. Así que decidió volver a llevar mi caso ante un tribunal; bueno, para acortar la historia, logró que anularan mi condena y me soltaron. Fue una serie de coincidencias muy afortunadas. Por otra parte, las autoridades de la cárcel, como parte de su táctica de “cortar la cabeza para que el cuerpo se muera” querían sacarnos a unos cuantos. Así que me trasladaron a una cárcel menos estricta. Para mí fue una decisión muy difícil, porque veíamos lo que querían hacer: aminorar el nivel de resistencia que existía en las cárceles. Así que lo hablamos entre los camaradas, porque las autoridades de la cárcel me habían dicho que o me iba calladito o..., mejor dicho, era una amenaza de que me matarían. Así que decidimos que lo mejor era que me fuera. Nuestro Presidente habla de que el enemigo nos ataca con balas almibaradas y balas de verdad; yo creo que los sicarios de la cárcel pensaron que si me soltaban se me pasaría la ventolera de la revolución, que era nada más porque estaba bravo, que afuera se me olvidaría. Bueno, se equivocaron.

OR: Cómo no, para bien del proletariado. Antes mencionaste la consigna del Presidente “No temas nada, mantente firme hasta el fin”; así que para terminar, ¿qué le dirías a la juventud sobre esta consigna, por qué es importante para ellos?

Camarada X: Yo creo que se puede hacer caer este sistema, en serio, y que la oportunidad de hacerlo podría presentarse pronto, pero tenemos mucho que hacer para prepararnos para el momento en que podamos pasar a la lucha armada para hacerlo caer; y eso es lo que se necesita.

Hace poco tiempo estuvo de moda una canción; no creo que los artistas fueran revolucionarios pero tenía buen ritmo y decía algo como “¿estás listo para el mejor momento de tu vida? Es hora de levantarse y pelear”. Así que si están listos para el mejor momento de su vida, es hora de prepararse para la revolución, es hora de combatir el sistema y de prepararse para enterrarlo. Podemos no solo acabar con toda la porquería que existe en Estados Unidos —todas las relaciones opresivas— sino también acabar con esta mierda por todo el mundo, en unión con nuestra gente por todo el mundo. Por eso es por lo que vale la pena vivir; por eso es por lo que vale la pena pelear y morir. Eso es lo que encierra la consigna “NO TEMAS NADA, MANTENTE FIRME HASTA EL FIN”.

 


1. Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. [back]

2. El marxismo-leninismo-maoísmo (MLM) es la expresión que se usaba en los tiempos de la entrevista, para lo que hoy es la ciencia del comunismo. Esta ciencia ha seguido desarrollándose. [back]

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

El "papa popular"

NO es una "nueva" Iglesia católica

Actualizado 30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El papa Francisco llega a Estados Unidos el 22 de septiembre. Además de reunirse con los poderosos, también hará reuniones bien mediatizadas —de hecho oportunidades fotográficas— con obreros inmigrados de África y México en Nueva York y alentará su lucha por sindicalizarse, además de otros grupos de oprimidos. Anterior a su visita a Estados Unidos había publicado una crítica apasionada de la destrucción ecológica. En un mundo de extrema desigualdad, predica la “dignidad de los pobres”.

Pero, a pesar de las apariencias superficiales, esta Iglesia católica NO es algo nuevo. Es una iglesia re-etiquetada, de imagen actualizada con tal de volver a reforzar su influencia ahora en declive y —por más que el papa supuestamente exprese oposición— aquietar a la gente para que acepte el mundo así como es.

El infierno en que vivimos... y la Iglesia    

La verdad es que la mayoría de los humanos en este planeta no tendrían que leer los estridentes cuentos de espantos del Libro de Revelaciones para saber del infierno — pues ya lo están viviendo en carne propia.

Obligar a la niñita de 10 años en Paraguay a dar a luz tras ser violada por su padrastro, debido al poder de la Iglesia: eso es el infierno. Los padres que no tienen más opción que mandar a un hijo a cruzar el desierto o a cruzar el alto mar en un barco coyotero apiñado por falta de comida o trabajo, y porque su país es arrasado por el crimen organizado o las fuerzas armadas — eso es el infierno para padres e hijos de igual medida. El niñito o la niñita en Yemen que recoge una bomba de racimo hecha en Estados Unidosdiseñada para parecer un juguete y queda hecho añicos — eso es el infierno. El padre o madre de un joven acribillado por la policía porque “correspondía a la descripción” o “parecía amenazante”... el migrante, desesperado para trabajar, que sobrevive a duras penas... el preso, sea inocente o sea impulsado al crimen por un sistema criminal... el o la joven gay al que lo humillan y lo amedrentan hasta que se suicide, o incluso lo maltratan o lo matan los muy santos poniendo en práctica el código moral de la Biblia... o la señora joven en África o Asia que se muere de SIDA mientras la ven sus hijos que se preguntan qué será de ellos (pudiendo haberle salvado la vida un simple condón, la distribución del cual lo prohíbe la Iglesia)... todos ya saben del infierno.

Este infierno en que vive la humanidad es en parte causada directamente por la Iglesia, y todo en su conjunto es sostenido y protegido por ella; en medio de ESTO Francisco viene para ofrecer un consuelo falso de que si uno acepta en lo fundamental este orden y trabaja para unas reformas modestas, la iglesia lo apoyará. Sin embargo estas reformas no son más que echarle pintura al infierno — un infierno concreto en el cual la Iglesia no solamente es cómplice sino que es uno de los arquitectos de un pillar principal.

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¿Por qué alabar eso? Lo que hace falta es la revolución — acabar con este infierno que se llama capitalismo y crear un mundo aquí y ahora donde la gente pudiera trabajar y luchar hombro a hombro por el bien común, en lo concreto... por un mundo SIN explotación, SIN que un grupo oprima a otro... por un mundo en el que no hundan al pueblo en la ignorancia y el miedo sino que se le dé acceso al conocimiento y los medios para entender de verdad el mundo y actuar para cambiarlo.

ESO no lo permitirá el papa. Lo ha comprobado por su complicidad con una junta fascista en Argentina durante los años 70 y 80, donde, en el mejor de los casos, distanció la Iglesia de los que oponían resistencia. Pero lo que nos hace falta es la emancipación — no el consuelo.

Re-etiquetar la Iglesia en un mundo en crisis

Para entender cómo la Iglesia católica se está re-etiquetando, o sea actualizando su imagen, por medio del papa Francisco, uno tiene que considerar por qué lo elevaron al papa. La Iglesia católica es una institución en crisis dentro de un mundo en crisis. Hoy día la mayoría de los católicos viven en los continentes más empobrecidos: África y América Latina. Son regiones del mundo donde el funcionamiento del capitalismo-imperialismo inflige el peor infierno a las más personas. Son lugares donde la huella de la esclavitud, el genocidio y el saqueo colonial (en antiguas y nuevas formas) es cosa de todos los días. En África subsahariano, por ejemplo, nada menos de 40 por ciento de la población carece de acceso a las necesidades básicas de la vida: alimento, agua potable, ropa, y albergue, y el promedio de expectativa de vida de una persona es de 46 años (mientras personas en países en el otro extremo del espectro de desigualdad global viven décadas más).

Al mismo tiempo, la misma Iglesia se ha caracterizado por escándalos sin fin sobre el abuso sexual de niños, por proteger más a la élite privilegiada que a los oprimidos, y por su aspecto y actuación como si casi nada haya cambiado desde la Edad de Tinieblas. En Estados Unidos y Europa, donde también viven muchos católicos, la hipocresía sexual de la Iglesia y su flagrante desdén por la ley, junto con sus edictos draconianos contra las mujeres que quieren controlar su propia reproducción (sea por el aborto provocado o la planificación familiar) han disminuido su legitimidad y su relevancia.

En el contexto de una iglesia y un mundo en crisis, la Iglesia católica hizo un llamado en 2013 a cambiar radicalmente su imagen. Los líderes de la Iglesia corrieron al entonces papa Benedicto, al cual muchos odiaron, y elevaron al papa Francisco al símbolo y líder de una iglesia de marca renovada.

El papa Francisco está sirviendo no solamente para revitalizar la Iglesia sino jugar cierto tipo de papel. Primero, para promover la enseñanza tradicional católica de que si las personas sean obedientes y humildes, si acepten su lugar en el mundo y se rebajen por pecadores culpables de su propio sufrimiento, sus vidas tendrán sentido y vivirán para siempre después de la muerte. Segundo, para promover la idea de que si las personas luchan por mejorar modestamente sus vidas, la Iglesia las defenderá y tomará partido con ellas. Tercero, que —en el caso de las personas las que la Iglesia ha casi literalmente demonizado, incluyendo las mujeres que se hacen el aborto o practican el control de natalidad, personas gay y lesbianas, y las que se divorcian y vuelven a casarse— se les perdonará y se les tendrá compasión... si se arrepientan de sus supuestos pecados.

La dizque misericordia del papa hacia las mujeres es degradante y ultrajante

Alaban al papa por cambios supuestamente compasivos y tolerantes en la posición de la Iglesia sobre la mujer y la gente LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transexual). Hace falta espacio como para analizar tanta hipocresía y tergiversación que ese mito conlleva, y el engaño propio de las personas que se lo han tragado. En todos esos casos de su dizque misericordia, que conste que Francisco sigue insultando a las personas por pecadores que tienen que arrepentirse — el único cambio siendo que ahora si se arrepientan sinceramente la Iglesia las recibirá de regreso.

Veamos un ejemplo: el aborto provocado. Recientemente el papa anunció un año de misericordia y dijo que mujeres que se han provocado el aborto pero se arrepientan sinceramente y confiesan a su cura se les permitirá hacer la comunión.

¿Misericordia? ¿Arrepentimiento? ¡No jodan!

En realidad, 47.000 mujeres mueren cada año de abortos provocados estropeados, debido en gran parte a que la Iglesia se ha aferrado a penalizar el aborto provocado. 47 mil. ¿Qué tal si la Iglesia parara contra una pared a 47.000 mujeres? Imagínatelas, como las mujeres que tú conoces, desde todos los diferentes países, personas con vidas y sueños y trabajo y amor. Ahora imagínate que se las asesina, una por una, casi mil cada semana. No solamente por un año, no solamente por una década — sino por siglos. Este “papa popular” es empapado en la sangre de mujeres, desde su calzado hasta su vestimenta carmesí. El de que profese inquietud por ellas pone sal en las heridas abiertas y repetidas.

Es más, millones más de mujeres sin contar son obligadas a tener hijos contra su voluntad, debido a la oposición de la Iglesia al control de la natalidad. Cabe repetir — durante siglos.

También:

» Se le declara un santo a un maníaco genocida: Junípero Serra y el mensaje del papa para hoy en día

» El simbolismo de no cruzar la frontera con México

» Hablemos claro sobre el Papa y el cambio climático

» El mensaje del "Papa del pueblo": Someterse a un sistema de genocidio y opresión

» El nuevo papa: ¿"Humilde hombre del pueblo"... o colaborador fascista?

Ninguna mujer, en ninguna parte del mundo, tiene nada de que arrepentirse ante la Iglesia católica. Y ninguna persona pensadora, en ninguna parte, debe tragarse el cuento torcido del “papa popular”. El castigo vengativo, aunque viene envuelto de inquietud y misericordia, sigue siendo venganza.

¿Y la Iglesia? Nunca podrá expiar el sufrimiento que ha impuesto y la ignorancia que consagra, día tras día, vengativamente y sin pedir perdón. El día en que se rompan y se entierren todas las cadenas de la tradición sobre todos los humanos —incluyendo el control ideológico y las cadenas demasiadas concretas de la Iglesia católica—será de verdad un día de júbilo.

El pueblo no necesita un cambio de imagen para la Iglesia. No necesitamos que un tipo en piyama medieval nos dispense en turno misericordia y condenación, que profese apoyarnos mientras procura blanquear y encubrir los horrores flagrantes de este sistema... que dé consuelo al esclavo para hacer tolerable la esclavitud en vez de darle dirección para luchar para terminar la esclavitud... que dé sermones a los destructores del medio ambiente al mismo tiempo que legitima el derecho de gobernar de ellos.

Necesitamos una revolución. Y la necesitamos lo antes posible.

 

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Se le declara un santo a un maníaco genocida

Junípero Serra y el mensaje del papa para hoy en día

23 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La decisión del papa de canonizar —hacerle un santo— a Junípero Serra durante su visita a Estados Unidos no es incidental, ni mucho menos una aberración, de la esencia del mensaje del papa Francisco.

Ver también: El “papa popular” — NO es una “nueva” Iglesia católica

Junípero Serra tuvo un papel clave en el genocidio físico y cultural de los pueblos indígenas. Estableció el sistema de misiones en California que llevó a la muerte de más de 60.000 indígenas entre 1769 y 1821. El programa genocida de Serra se expresó en una carta que escribió en 1775 sobre la muerte de niños indígenas: “En medio de todas nuestras pequeñas dificultades, el lado espiritual de las misiones está en el desarrollo más feliz. En [la misión] San Antonio sucedan dos cosechas de forma simultánea, a la vez, una del trigo, y una de una plaga entre los niños, quienes están muriendo”.

Hablando del genocidio físico y cultural de los pueblos indígenas de las Américas (aunque apenas araña la superficie del tema), el papa reconoce “los pecados graves cometidos contra los pueblos indígenas de América en el nombre de Dios”, e insiste en que había “sacerdotes y obispos que se opusieron firmemente a la lógica de la espada con la fuerza de la cruz”. En los hechos, la cruz y la espada eran las dos esenciales para el genocidio de los pueblos indígenas de las Américas, y Serra mismo ejecutó ambos papeles, esclavizando violentamente a los indígenas, azotando con saña a los que trataban de escapar o rebelarse, y al mismo tiempo proclamando que todo esto era la voluntad del Dios cristiano.

El genocidio y robo de tierras de los pueblos indígenas —tan fundamentales para que surja el Estados Unidos que conocemos— no eran “pecados” contra alguna versión de “Dios” (y, de hecho, el Dios de la Biblia no tiene ningún problema con el genocidio contra los pueblos conquistados ni con la esclavitud). Eran crímenes cometidos en el interés de las potencias europeas y el capitalismo emergente.

Contraste la mala excusa del papa acerca de “los pecados” con una comprensión científica del genocidio de los pueblos indígenas de las Américas, y una moral que se deriva de la misma: Karl Marx, el fundador del comunismo, identificó las formas en que la sepultura de millones de indígenas en las minas de oro y de plata y la esclavización de otros en las misiones proporcionaron, junto con la esclavitud, lo que hoy se llama “el capital semilla” para lo que Marx llamó, con la ironía apropiada y amarga, “la rosada aurora” del capitalismo. La moral que se deriva de este entendimiento es que el capitalismo puede y debe ser derrocado y reemplazado por un sistema que sirva a los intereses de la gran mayoría y, en última instancia, toda la humanidad.

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

El simbolismo de no cruzar la frontera con México

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

21 de septiembre de 2015

Si usted está centrado en lo simbólico de la visita del papa Francisco a Estados Unidos, céntrese en lo siguiente: El papa está convirtiendo en santo a Junípero Serra, misionero español que jugó un papel fundamental en el genocidio y la esclavitud de los pueblos indígenas de las Américas. (Vea “Junípero Serra y el Mensaje del papa para hoy”.)

Y he aquí otra declaración importante: En algún momento de los preparativos de su visita, el papa o su personal contempló la idea de que el papa entrara a Estados Unidos a través de México. En el actual ambiente de feroz xenofobia antiinmigrante mundial, tal ruta podría haber entrado en conflicto con algunos de los fascistas en la clase dominante estadounidense, y planteado el interrogante: ¿Qué es la naturaleza y la historia de una frontera (entre Estados Unidos y México) producto del robo violento de gran parte de las tierras de México para extender la esclavitud en el Sur de Estados Unidos?

Y tal entrada podría haber centrado la atención en la relación continua y extremadamente desigual y opresiva entre Estados Unidos y México.

Entonces, ¿qué pasó con esa idea? El papa dijo a los periodistas que entrar a Estados Unidos de México podría ser “un hermoso gesto”, pero que no podía hacerlo porque, “Una guerra estallaría y no tengo el tiempo”. (Huffington Post, 20 de enero de 2015). Sea o no que lo haya dicho en parte no todo en serio, el papa se refería a la intensidad del conflicto entre Estados Unidos y las naciones al sur que oprime, por un lado, y por otro, los enfrentamientos dentro de la estructura de poder de Estados Unidos, los que se concentran en los meses desde dijo esto en las diatribas fascistas de Donald Trump.

Pero, ¿es que el papa cuestionó o denunció la atmósfera de odio xenófobo hacia los inmigrantes y el terror dirigido a ellos?

No. No importa que el papa sea o no nuevo, las reglas están puestas, “Dad, pues, a César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Mateo 22:21).

El papa puede condenar “el nuevo colonialismo” todo lo que quiera, pero cuando se trata del mundo concreto se limita la protesta, aun la protesta simbólica, a la que no cuestiona la configuración fundamental de este mundo.

 

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Fascistas atacan a Planned Parenthood para quitar acceso al control de la natalidad y al aborto

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 18 de septiembre la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que bloquearía $500 millones en fondos federales para la organización Planned Parenthood (Planificación Familiar).

Una declaración: Por la liberación
de la mujer y por la emancipación
de toda la humanidad

Este intento de rescindir fondos destinados a Planned Parenthood es sólo el último ataque en una campaña continua de fuerzas fascistas estadounidenses para estigmatizar el aborto y el control de la natalidad; satanizar a los que proporcionan esos servicios de salud a las mujeres; y al final imposibilitar por completo que las mujeres obtengan métodos de control de natalidad o que se hagan el aborto, y obligar a las mujeres a tener hijos contra su voluntad.

Este proyecto de ley podría afectar a millones de mujeres que van cada año a Planned Parenthood, el mayor proveedor de servicios de planificación de familias en Estados Unidos, incluidos el control de la natalidad y el aborto. Más del 25 por ciento de sus clientes son adolescentes y el 75 por ciento tienen ingresos equivalentes al 150 por ciento del umbral federal de pobreza o por debajo de ese nivel. Esta legislación afectaría drásticamente a esas mujeres. Para millones de mujeres sería mucho más difícil, o imposible, obtener atención médica imperativa como chequeos para el diagnóstico precoz del cáncer del pecho o del cuello del útero, pruebas de embarazo, tratamiento de enfermedades transmitidas sexualmente, educación sexual, o el ligado de trompas. A millones de mujeres les quitaría el acceso a métodos de control de natalidad, anticonceptivos de emergencia y abortos.

Más mujeres se verían obligadas a tener hijos que no desean. Recordemos que la maternidad obligatoria y el control de la mujer ES el programa de esos fascistas cristianos.

Sería mucho más difícil que mujeres como Princess obtuvieran el control de natalidad o se hicieran el aborto:

“Ella es joven, vive todavía con sus padres. Trabaja de tiempo completo y estudia de tiempo completo, y tuvo que postergar su cita porque era difícil juntar el dinero. Nadie de la familia sabía. Ella explica: ‘No quería decepcionar a mi mamá.’ Si tuviera un hijo, cosa que consideró brevemente, no podía imaginar seguir viviendo en la casa de sus padres. La juzgarían demasiado, habría demasiada tensión, demasiada desaprobación. Pero si viviera sola con su hijo, nunca terminaría la escuela. Además, no estaba segura si quería tener hijos jamás. Para colmo, padece anemia de células falciformes, una enfermedad que puede ser peligrosa y hasta mortal durante el embarazo”. (Sunsara Taylor, "Who Are the Women Going to the Last Abortion Clinic In Mississippi?" [Quiénes son las mujeres que van a la última clínica que queda en Misisipí? en inglés en revcom.us, 17 de agosto de 2015)

Efectivamente estos fascistas cristianos quieren prohibir TODA forma de control de la natalidad y de aborto. Esas fuerzas religiosas reaccionarias defienden el punto de vista patriarcal de que el papel de la mujer es subordinarse a su esposo y ser reproductora de sus hijos. Quieren que la mujer sea, en esencia, la propiedad del hombre, bajo su control, la reproductora de sus hijos, una reproductora de más propiedades para su esposo. El control de la natalidad, al igual que el aborto, puede minar eso.

La votación en la Cámara para rescindir los fondos a Planned Parenthood les siguió a unas audiencias sobre un vídeo encubierto realizado por una organización anti-abortista fascista cristiana; esa organización afirma que el video muestra a Planned Parenthood en el acto de acordar vender órganos y tejido fetales, lo que es prohibido por ley. Pero lo que se ve en el video son ejecutivos de Planned Parenthood que explican que las mujeres pueden donar tejido fetal para la investigación médica y cómo se transporta el tejido fetal, todo lo cual no sólo es perfectamente legal sino que tiene el potencial de mejorar el tratamiento de muchas enfermedades.

Edición de muestra
La obra completa

Ese video se usa para decir que Planned Parenthood vende “partes de bebés”. Pero que quede claro: los fetos NO SON bebés. Los fetos no son seres humanos, ¡pero las mujeres sí son! Y si alguien cree que “los fetos son bebés”, debería leer el artículo de ASK que desglosa por qué ésa es una mentira sin validez científica. (“Qué es un aborto y por qué la mujer debe tener ese derecho)  La mujer tiene el derecho en absoluto a decidir si tendrá un hijo o no, y de usar cualquier método sanitario de control de la natalidad y de aborto.

Tomar una postura en contra del aborto es una parte importante de la plataforma de cada precandidato republicano a la presidencia. Y los líderes republicanos del Congreso dicen que no van a aprobar el proyecto de gastos, el cual pronto se votará, a menos que incluya rescindir la financiación de Planned Parenthood. Además, amenazan con cerrar el gobierno si esta demanda no se cumpla.  Ésa es la extrema seriedad con que pretenden ganar esta batalla muy importante en su guerra para negar por completo el derecho a decidir.

Esa guerra contra la mujer es real: actualmente se discute un proyecto de ley, que probablemente se aprobará, que prohibiría todo aborto después de las 20 semanas de embarazo. Seis estados solo tienen una clínica de abortos que sigue abierta. Se han presentado más de 330 proyectos de ley que restringirían el aborto... y solo este año se aprobaron 50.

El intento de negar fondos a Planned Parenthood es parte de la guerra para satanizar y deslegitimar el aborto, con el objetivo de abrir el camino no solamente para recortar drásticamente los fondos y cerrar clínicas, sino para prohibir el control de la natalidad y al aborto por completo. Hay que DETENER esta guerra reaccionaria para esclavizar a la mujer.

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

La VERDAD sobre asesinatos policiales y el encarcelamiento en masa en Estados Unidos

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Muertos por la policía

graphic, so-called "war on cops"

Cantidad de muertos por la policía en Estados Unidos este año (hasta el 18 de septiembre de 2015): 837

Cantidad de policías muertos por civiles (hasta el 18 de septiembre de 2015): 31

Cantidad de policías acusados o censurados en la década entre 2005 y 2015, durante la cual la policía mató a miles de personas: 45 (solo 11 fueron condenados de algún delito penal).

Es dos veces y medio más probable de que un policía mate a un negro que a un blanco.

Una nación de encarcelamiento en masa

Hay aproximadamente 2,3 millones de personas en las prisiones y cárceles de Estados Unidos.

Los negros son el 13% de la población de Estados Unidos, pero casi el 40% de los presos y encarcelados. El promedio más grande de encarcelamientos les corresponde a los negros, latinos e indígenas norteamericanos.

Estados Unidos responde por el 5% de la población mundial, y por el 25% de los presos del mundo.

En el 2015, hay más de 201.000 mujeres presas en Estados Unidos, aproximadamente el 8,8% de todos los presos y encarcelados; y la población femenina en las cárceles y prisiones de Estados Unidos está creciendo.

Casi un tercio de todas las presas del mundo están en Estados Unidos.

Desde 1986, el ritmo de mujeres afroamericanas encarceladas ha aumentado 800%, en comparación con el 400% para mujeres de otras razas y nacionalidades.

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Una protesta en Pasco desafía la intimidación y exige la justicia para Antonio Zambrano-Montes

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De unos/as lectores:

¿Por qué es que en 2015 seguimos luchando por la justicia?

¿Por qué es que en 2015 seguimos luchando por la justicia?" es un corto de REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión; un Diálogo entre CORNEL WEST y BOB AVAKIAN, el histórico Diálogo filmado de noviembre de 2014 entre el cristiano revolucionario, el Dr. Cornel West, y el líder comunista revolucionario Bob Avakian, sobre una cuestión de gran importancia para el mundo actual. Vea la película completa en inglés aquí.

El 12 de septiembre, la gente en Pasco, Washington, desafió la intimidación y la represión policial para protestar por el anuncio de que los tres policías que asesinaron a Antonio Zambrano-Montes saldrán impunes. Después de un estancamiento de siete meses, el fiscal Shawn Sant emitió un comunicado que dice que en su opinión “un jurado unánime no encontrará la presencia de malicia ni la ausencia de buena fe más allá de una duda razonable en este caso”. Sigue siendo un hecho que Antonio fue asesinado. Como se documentó en el video que se difundió como un virus por el internet, así como la autopsia, Antonio recibió un disparo por la espalda mientras huía, luego muchos otros disparos al darse la vuelta como si se rindiera. ¡No representaba ninguna amenaza a los tres policías armados! Actuaba irracionalmente y necesitaba ayuda. En lugar de eso, lo abatieron a tiros como un perro en la calle. El periódico Revolución ha presentado cobertura con regularidad sobre la resistencia contra este reinado de terror.

Al hablar con la gente en Pasco, una reacción común que hemos escuchado a este anuncio es “No veo cómo se puede hacer eso, simplemente decir que estos policías no hicieron nada malo”. Es una reacción de incredulidad atónita. Parte de nuestra respuesta a la gente ha sido que los policías asesinos asesinan a personas y salen impunes en cada ciudad de Estados Unidos, y es por eso que necesitamos De Pie en Octubre, la manifestación nacional en Nueva York del 22 al 24 de octubre contra todo este terror y asesinato policial. También hemos hablado con ellos sobre el verdadero papel de la policía en esta sociedad, el de proteger al sistema de explotación que reina sobre nosotros.

Activistas de De Pie en Octubre y revolucionarios de Seattle participaron en el mitin convocado por Tri-Cities Community Solutions en el parque en el centro de la ciudad. Mucha gente se quedó debajo de los árboles de sombra mientras escuchaba a los oradores bajo el calor de 35 grados C. Algunos de aquellos que conocimos durante el Día Revolucionaria de la Camiseta de BA asistieron con la camiseta Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! puesta y trajeron a su familia.

Una de las tías de Antonio habló de la plataforma: “Antonio tiene una madre, tiene un padre y una familia, y pasan un tiempo muy triste en México... al igual que todos nosotros aquí, pero creo que no se puede comparar el dolor de una madre a nada. Cinco meses antes de ser asesinado, él sufrió un accidente. Se lesionaron las manos. No tenía la fuerza para pelear con los policías...”. (Antonio resultó herido en una caída mientras trabajaba en un huerto.)

Un revolucionario también habló, de pie en la plataforma con la familia de Antonio. Explicó que De Pie en Octubre, una efusión de masas a nivel nacional en las calles de la Ciudad de Nueva York a la vista del mundo entero, es lo que tenemos que hacer para realmente poner fin a este terror. Y que hay que “Acusar, condenar, encarcelar a estos policías asesinos”, la multitud respondiendo con, “¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!” Ya conocen este grito en su totalidad.

Una marcha partió desde el mitin y llenó todo el ancho de las calles principales de Pasco serpenteando a través de la ciudad hasta la intersección donde fue asesinado Antonio, cerca de la Panadería de Vinny que aún lleva en sus muros los agujeros de las balas. Allí hay un pequeño monumento a Antonio en la acera que la gente mantiene. Entre las mantas en la marcha estaba la nuestra que exhibía los rostros de muchas víctimas del asesinato policial de todo el país. Un pequeño pero fuerte y desafiante grupo que dirigía los gritos se quedó en la acera, y nos dimos cuenta por qué: La policía tenía una historia reciente de pillar de la calle selectivamente a los manifestantes más destacados.

En la intersección cerca de la panadería de Vinny, la gente se manifestó bajo el sol poniente, los coches que pasaban tocando la bocina en apoyo. Se observaron unos malditos policías de Pasco en el aparcamiento al otro lado de la calle en una patrulla sin distintivos pero colocada para que sea obvia a los manifestantes, especialmente a los locales, que los vigilan e identifican. Los lugareños también notaron a jóvenes de la localidad que evitaron la protesta pero pasaron en sus coches y hacían sonar el bocino o levantando el puño. Varios manifestantes, entre ellos uno de los familiares de Antonio, decidió dejarlo claro que no fueron intimidados y llevó la gran manta de Vidas Robadas al otro lado de la calle para exhibirla frente a la patrulla, denunciando a estos cerdos como asesinos y cobardes escondidos bajo la protección del sistema.

¡Tenemos que llevar 100 familias de víctimas del asesinato policial a Nueva York para el 24 de Octubre!

Más temprano en el día repartimos materiales a los familiares de Antonio sobre la llamada de De Pie en Octubre para que 100 familias de seres queridos asesinados por la policía vayan a la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre. Mostraron interés pero lo que los concienció fue en una discusión más tarde en que explicamos lo que significaba ir más allá de las protestas dispersas alrededor del país y forjarlo en una poderosa manifestación en la Ciudad de Nueva York, llamando a todo el mundo a demostrar de qué lado están y planteando la posibilidad de poner fin a este terror y asesinato. Salieron reflexionando sobre cómo ellos mismos podían ir a Nueva York y pensando ver el vídeo del evento en Harlem (en inglés): “What We Must Do To Stop Police Terror and Murder” [Lo que tenemos que hacer para parar el terror y asesinato policial].

Trabajamos con ellos para hacer videos cortos que piden fondos y hablamos de cómo podemos trabajar juntos para recaudar dinero para los boletos de avión. La protesta ese día fue pequeña, pero los familiares de Antonio NO querían dejar de luchar y NO quieren aceptar la decisión de no procesar a los policías que lo mataron. Parecía importarles mucho saber que existe un camino adelante y más alto, De Pie en Octubre, para las familias y todos los que están decididos a ver que esta pesadilla de terror y asesinato policial termine una vez por todas.

Más sobre el ambiente de intimidación

La respuesta inicial a la muerte de Antonio fue una avalancha de protesta masiva inesperada en Pasco, incluyendo de parte de muchos inmigrantes latinos y otros oprimidos. Una de estas acciones cerró un puente importante. La mejor carroza en el desfile anual del Cinco de Mayo en Pasco fue una con títeres y caballos con el rostro de Antonio. La gente habló de esto por semanas. Sin embargo, la multitud en esta última protesta fue sólo unas tres docenas de personas, casi todos activistas, y muchos de ellos de fuera de la ciudad.

Mientras se dispersaba el mitin cerca de la panadería de Vinny y la gente conversaba en grupos más pequeños, hablamos con la gente y aprendimos que la magnitud de la represión policial en este pequeño pueblo agrícola era uno de los factores que influenciaron la decisión de la población local sobre salir a la calle.

La policía se dirige específicamente a las personas que consideran líderes de la resistencia, los que habló en reuniones públicas y protestas o parecen ser organizadores. Han pillado a ellos en la calle e incluso en la acera mientras hacían nada que no hacían otros en ese momento. En la parte trasera de una patrulla oyeron por la radio a la policía decir: “¡Tenemos sus líderes!” La policía tiró al suelo y lesionó a uno de ellos y le negó el tratamiento médico. Un médico se confabuló con la policía y escribió una carta que afirmó que no había ninguna lesión. Sin embargo, ¡otros médicos honestos encontraron más tarde un coágulo de sangre y ligamentos desgarrados! Su brazo todavía está en tratamiento.

Después de que una marcha se dispersó, la policía persiguió y detuvo a varias personas. Por ejemplo, pillaron a un activista de otra ciudad en un puesto de tacos. Cuando las personas fueron a la cárcel para exigir que lo liberara, los policías salieron en pandilla y detuvieron a un líder local. Durante todo esto los policías tenían en la mano órdenes judiciales anónimos. Policías visitaron al hogar de otros por razones inventadas. A una mujer la sacaron de su casa por una vieja orden que decidieron usar en ese momento justo antes de una marcha programada. Todos los detenidos todavía tienen cargos en su contra, los juicios todavía pendientes, o sentencias de cargos diferidos bajo la condición de que no participen en la desobediencia civil por años, todo ello en un intento de mantenerlos bajo la bota del sistema.

A pesar de este ambiente de intimidación, mientras empacábamos nuestro coche para volver a Seattle, dos personas se nos acercaron: una para comprar el periódico Revolución, la otra para obtener un camiseta de Justicia para Antonio, la que no teníamos. No obstante, decidió obtener una camiseta de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS! al leyó el volante acerca de lo que significa llevar puesta esta camiseta: que uno se une a la revolución. La otra persona le animó, diciendo: “¡Sí, es una buena camiseta para ti!”

“¡Acusar, condenar y encarcelar a estos policías asesinos! ¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!”

Hay gente en Pasco que está decidida para continuar a exigir y luchar por la justicia, pero está claro que hace falta mucho más para conseguir justicia para Antonio y todas las víctimas del asesinato policial Y para derrotar a la represión policial y estatal que tiene como objetivo aplastar la resistencia y desmoralizar al pueblo. ¡Debemos difundir la convocatoria ¿De qué lado estás? / De Pie en Octubre por todo el país! ¡Todo el mundo tiene que tomar parte! Apoyar, compartir, participar, donar, y estar en la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre para PARAR el terror y asesinato policial.

 

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Red Parar la Encarcelación en Masa marcha en el desfile del Día de la Herencia Afroamericana en Harlem

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De unas personas que trabajan con la Red Parar la Encarcelación en Masa

African American Heritage Day Parade in Harlem, September 20De Pie en Octubre tuvo una poderosa presencia en el desfile del Día de la Herencia Afroamericana en Harlem el 20 de septiembre. Foto: Especial para revcom.us

La Red Parar la Encarcelación en Masa marchó en el desfile del Día de la Herencia Afroamericana en Harlem, Ciudad de Nueva York, el 20 de septiembre, para difundir el reto ¡A parar el terror policial! ¿De qué lado estás? #RiseUpOctober (De Pie en Octubre), y movilizar a muchas más personas en esta batalla. Hicimos un gran impacto con una carroza de Vidas Robadas 6 metros de largo por 3.3 metros de alto. Llamó mucha atención. El público vitoreaba y aplaudía sonriente y sacaba fotos de la carroza de Vidas Robadas y nuestro contingente junto con la Black Lives Matter NYC Coalition (Coalición Neoyorquina La Vida de los Negros Importa) que marchó con nosotros. Al corear nosotros, “El que ya esté harto, que ponga el puño en alto” (“El que no aguante vivir así, que se vea su puño en alto”), las espectadores a los lados del desfile alzaron los puños. Les encantó la consigna, “¡Acusen! ¡Condenen! ¡Apresen a los policías asesinos! ¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!”, y acompañaron a corear. Cantamos la canción “Hell You Talmbout” (“De qué diablos hablas”) al marchar. Las personas agarraron las tarjetas de mano #RiseUpOctober (De Pie en Octubre) y afiches de Vidas Robadas — se repartieron 15.000 tarjetas y cientos de afiches. Lo siguiente es un ejemplo del diálogo entre la persona con el megáfono y el público al lado del desfile:

Tenemos que organizarnos, gente. El 24 de octubre, ¡a la protesta nacional contra el terror policial! Cientos de familias que han perdido a seres queridos asesinados por la policía estarán en Nueva York acompañando a ustedes. El 24 de octubre, el que quiera tomar partido con ellos, que se les oiga coreando: ¡Claro que sí, carajo! [Público: ¡Claro que sí, carajo!] El que quiera unirse así para no tener más vidas robadas, que se le oiga coreando, ¡Claro que sí, carajo! [Público: ¡Claro que sí, carajo!] ¿Por qué tenemos que hacer un afiche como éste? ¿Por qué? Porque la policía está asesinando a gente por todo Estados Unidos, algo que tiene que terminar. Matan a aún más personas que aquellas que fueron linchadas en antaño, y eso tiene que terminar. ¿No es cierto? El que esté acuerdo, que se le oiga coreando, ¡Claro que sí, carajo! [Público: ¡Claro que sí, carajo!]

La página web del Desfile de Herencia Afroamericana dice que es el desfile afroamericano más grande en Estados Unidos. Nos invitaron a participar. Esa invitación y nuestro impacto son aún más significativos porque el desfile está lleno de todo tipo de contingentes de seguridad pública, entre ellos varios del Departamento de Policía de Nueva York, policía estatal de Nueva York y guardias del reclusorio Rikers Island. El contingente de guardias de Rikers Island tuvo las agallas de traer en el desfile un autobús que usan ¡para transportar a los presos a Rikers Island! Y ahí estábamos denunciando el asesinato policial de gente negra y latina y la encarcelación en masa, y el público vitoreaba y aplaudía. Cuando llegamos al frente de la plataforma oficial, el del megáfono coreó: “El que ya esté harto, que ponga el puño en alto” y muchas de las personas en la plataforma oficial alzaron el puño. El presidente del desfile, con todo y faja roja, estaba alce y alce el puño, y vino a estrechar la mano a la persona con el megáfono. Una mujer con el enorme sistema de sonido de la plataforma resonó, “¡Acusen! ¡Condenen! ¡Apresen a los asesinos policías! ¡Todo el maldito sistema es culpable, carajo!”

Éramos casi 20 y nos acompañó más o menos el mismo número de personas de la Coalición Neoyorquina La Vida de los Negros Importa. Estábamos programados para marchar por separado pero en el acto decidimos combinar nuestros contingentes. Al frente de los dos contingentes iba la manta del segundo, “Black Lives Matter” (La vida de los negros importa), que iba casi de una banqueta hasta la otra. Los contingentes combinados traían familiares de personas asesinadas por la policía, como Nicholas Heyward, Jr., Akai Gurley, Eric Garner y Shaaliver Douse y también miembros del Club Revolución Ciudad de Nueva York, la Red Parar la Encarcelación en Masa, People’s Power Assembly (Asamblea del Poder Popular) y Cop Watch Patrol Unit (Unidad de Patrulla Vigilar la Policía).

 

 

 

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Revolución #406 28 de septiembre de 2015

PARAR EL TERROR Y ASESINATO POLICIAL

¿De qué lado estás?

De Pie en Octubre – RiseUpOctober.org

MARCHA NACIONAL
SÁBADO, 24 DE OCTUBRE
11 am – Washington Sq Park
De Pie en Octubre – PARAR el terror policial

Marcha nacional para PARAR el terror y asesinato policial, Nueva York, 24 de octubre

¿De qué lado estás?

Meta: $ 100.000

¿De qué lado estás?
¡Organizar a miles de personas para estar en la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre para PARAR EL TERROR POLICIAL!

Lo que puedes hacer tú AHORA:

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

  1. Informarles a todos tus conocidos acerca de De Pie en Octubre, la masiva marcha en la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre. ORGANIZARLOS PARA ESTAR PRESENTES. Averiguar el lugar de los autobuses que saldrán de tu área en riseupoctober.org. Si todavía no se han organizado autobuses en tu área, organízalos.
  2. Distribuir materiales promocionales. Descargar tarjetas de mano, afiches y la Convocatoria para De Pie en Octubre. Repartirlos en lavanderías, bibliotecas, aulas, cafeterías, salones de belleza y peluquerías, y salas de cine. En los barrios más afectados por el terror policial, distribuir volantes y tarjetas de mano en todas partes.
  3. Donar a la campaña para recaudar $ 100.000 para De Pie en Octubre. Difundir la campaña en toda forma que puedas mediante: las redes sociales, llamadas telefónicas y conversaciones. Hablar con las personas sobre por qué deben donar para llevar familiares de víctimas del asesinato policial a Nueva York, y para correr la voz acerca de la protesta. Las donaciones son desgravables.
  4. Divulgar De Pie en Octubre / ¿De Qué Lado Estás? ampliamente por las redes sociales. Descargar materiales aquí. Hashtag #RiseUpOctober.
  5. Organizar a tu comunidad de fe, tu escuela secundaria o universidad, hermandad, fraternidad, sindicato para subir al autobús e ir a Nueva York el sábado 24 de octubre. USAR ESTA NUEVA CARTA A LAS ORGANIZACIONES (en inglés).
  6. Organizar un grupo de amigos e ir a las colas para películas y otros eventos culturales y repartir tarjetas de mano.
  7. Firmar la Convocatoria (léalo en español aquí) como un individuo, organización, sindicato, club escolar o grupo religioso.
  8. Asistir a una reunión local de De Pie en Octubre. Si no hay, programa tal reunión. Organizar proyecciones del vídeo del evento del 27 de agosto en Nueva York para De Pie en Octubre. Compartir este vídeo de 11 minutos (en inglés).
  9. Contactar a todos sus conocidos en Nueva York para abrir sus hogares y otros espacios para alojar a los voluntarios y familiares que vayan a Nueva York para De Pie en Octubre del 22 al 24.

Ponerse en contacto. Mantenerse en contacto. Dejarnos saber lo que estás haciendo para que esto suceda.

Llamar 646.709.1961

Enviar informes, sugerencias, nuevas y preguntas a outreach@riseupoctober.org.

LaToya Howell, madre de Justus Howell quien fue asesinado por la policía en Zion, Illinois el 4 de abril de 2015, lo expresó muy bien cuando dijo: “No es suficiente hacer clic en ‘me gusta’ en Facebook”.

 

 

Permalink: http://revcom.us/a/406/de-pie-en-octubre-rise-up-october-es.html

Revolución #406 28 de septiembre de 2015

¡¡Hay que parar los asesinatos por la policía, ya!!

¿De qué lado estás?

#RiseUpOctober / De Pie en Octubre
¡A parar el terror policial!
Masiva marcha el 24 de octubre de 2015 * Nueva York

Actualizado 27 de diciembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Existe el potencial de que algo de una hermosura inaudita surja de una incalificable fealdad: de que el pueblo negro juegue un papel crucial para, por fin, deshacerse de este sistema que no sólo lo ha explotado sino que por tanto tiempo y de tantas formas lo ha deshumanizado, aterrorizado y atormentado —deshacerse de todo este sistema de la única manera posible— luchando por emancipar a la humanidad, para poner fin a la larga noche en que la humanidad ha estado dividida en amos y esclavos y en que las masas de la humanidad han sido azotadas, golpeadas, violadas, masacradas, encadenadas y amortajadas en ignorancia y miseria.

Bob Avakian, presidente, Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

Sobre la importancia de De Pie en Octubre: Avanzar a partir de nuestros puntos fuertes, superar nuestras deficiencias... y luchar por realmente poner fin al terror policial y a la supremacía blanca por medio de la revolución

5 de diciembre de 2015

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Una convocatoria de Carl Dix y el Dr. Cornel West

A una gran manifestación nacional contra el terror policial Octubre en pie para PONER FIN al terror policial 24 de octubre de 2015, Ciudad de Nueva York

Actualizado 19 de septiembre de 2015

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¿De qué lado estás?
¡Organizar a miles de personas para estar en la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre para PARAR EL TERROR POLICIAL!

Lo que puedes hacer tú AHORA

30 de septiembre de 2015 | Lea más...


PARAR EL TERROR Y ASESINATO POLICIAL

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SÁBADO, 24 DE OCTUBRE
11 am – Washington Sq Park
De Pie en Octubre – PARAR el terror policial

Marcha nacional para PARAR el terror y asesinato policial, Nueva York, 24 de octubre

¿De qué lado estás?

Meta: $ 100.000


Lea la Convocatoria al 24 de octubre en español aquí.

Firme la Convocatoria en la página de la Red Parar la Encarcelación en Masa aquí.

 

¡A tuitear esto! | Descargue el afiche (PDF)

 

 

Permalink: http://revcom.us/a/406/lecciones-del-trabajo-entre-los-estudiantes-es.html

Revolución #406 28 de septiembre de 2015

De Pie en Octubre:

Lecciones del trabajo entre los estudiantes, y mucho más

30 de septiembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Comandante estratégico — estadista comunista: Me propongo proceder desde este punto de vista. Como parte del equipo nacional estudiantil para De Pie en Octubre, he aprendido muy profundamente que a cada paso del camino, tenemos que trabajar contra los límites de lo que consideramos posible y al mismo tiempo activar la participación de muchas diferentes personas en el proceso de hacer una revolución y emancipar a la humanidad y movilizar y ejercer todos los factores positivos. Tanto para el objetivo inmediato de atraer a decenas de miles de personas para inundar las calles de Nueva York el 24 de octubre (y hacer avanzar la lucha para liberarnos) como en el sentido de largo plazo de sembrar organización revolucionaria que no se limite a luchar en un solo frente sino que luche por conquistarlo todo. Y creo que en eso existe una tensión: si no trabajáramos de manera plenamente materialista y científico, podríamos perder de vista el objetivo por el cual luchamos.

La primera semana

Como parte del equipo nacional estudiantil hemos establecido el objetivo muy necesario de movilizar e integrar (al menos) 500 planteles escolares. Si solamente vemos lo que nos queda en frente, ese objetivo parece imposible (o en el mejor de los casos, idealista). Pero, se procedemos a partir de la realidad y de las contradicciones turbulentas que nos impactan cada día (video tras video... estadística tras estadística...) de la ilegitimidad absoluta de este sistema (y específicamente de los agentes armados de este sistema), pues lo que objetivamente urge surgir es nuestra dirección.

¿Qué quiero decir con eso?

Mediante el proceso de la última semana, he tenido que aprender a dirigir y organizar a las masas sobre bases completamente diferentes. Quisiera compartir un par de historias que destilan lo que quiero decir.

Una joven que recién graduó de una universidad de élite caminaba por ahí cuando encontró en el suelo una tarjeta para De Pie en Octubre. Siguió sus convicciones y accedió a la página web y decidió comunicarse con la oficina nacional de la SMIN (la Red Parar la Encarcelación en Masa). Sin demora, nosotros conversamos por teléfono y ella describió que todo la causa angustia, que odia lo que la policía le hace a las personas negras (y a otras nacionalidades). Por lo que cuando vio la tarjeta en el suelo, la tomó como señal de que tenía que actuar. Le describí que hay muchos equipos por toda la Ciudad de Nueva York repartiendo materiales de información. Que quizás hubiera pasado por ahí el equipo de su área justo antes de que llegara ella. Ya para cuando hicimos ese contacto, ella ya había sacado una foto de la tarjeta y la había mandado a sus amigos (estudiantes) y quería la versión impresa. Dije: “cómo no”. Pero seguí para describirle en qué participaba yo y las metas urgentes para traer a decenas de miles de personas a la Ciudad de Nueva York el 24 de octubre (con mi énfasis particular en el estudiantado). Le planteé la realidad de que no hay nada más importante que ella podría hacer durante las próximas dos semanas que hacer realidad esta manifestación importante. Se quedó callada un momento y contestó: “Creo que tienes razón”. Con eso, hicimos planes iniciales. Ella tenía dos horas libres y se conectó con otro(a) voluntario(a) y pusieron afiches en todo el edificio al cual ella aún tenía acceso. Se ha mantenido en comunicación con el equipo estudiantil y se va a Filadelfia este fin de semana para conectarse con diversos estudiantes y amigos.

Durante esta experiencia, yo bien pudiera haberme conformado con darle los materiales que ella pidió o sugerirle unas ideas de acción en general. Pero, era necesario plantearle la muy concreta contradicción de que sin ella, De Pie en Octubre no va a ocurrir, y pedirle que se comprometiera a toda máquina. He tenido otras experiencias similares, en las que he planteado muy audazmente de que si tú en serio quieres PARAR EL TERROR POLICIAL, pues tienes que entrarle en serio en De Pie en Octubre. Y he tenido que dirigir a las personas de manera organizativa para que den los primeros pasos para realizarlo (lo que incluye actividades con las que no están familiarizadas, por ejemplo, hacer trabajo de divulgación en la sociedad, hablar de este día y discutir con otros estudiantes; y cosechar sus puntos fuertes). Además, he tenido que tener la imaginación muy ágil sobre la marcha: ¿hay redes que se entrecruzan?; ¿podemos cosechar las dinámicas de relaciones entre planteles?; ¿cómo aprovechar cada oportunidad (por menor que parezca)?

Agitación y organización

Yo había aprendido mucho de una estudiante de la NYU (Universidad de Nueva York) que organiza un evento ahí el 1º de octubre. Tiene una fuerte certeza moral de que estorban todas las cosas que se entrepongan en el camino de organizar para PARAR EL TERROR POLICIAL. Con ese modelo, hablé con un profesor que trabaja para organizar un evento en el plantel. Inmediatamente me nombró toda la lista de contradicciones logísticas concretas de qué tan difícil lo es lo de organizar un evento en ese plantel. Además de la realidad de que se han apagado las condiciones para hacer algo político o radical en el mundo académico. Pero, en vez de conformarme con “¡ah qué burocracia, imposibilita todo!”, tuve que retomar lo de por qué estamos haciendo eso. ¿Es cierto, o no lo es, que nos encontramos ante un vil sistema que sistemáticamente criminaliza, encarcela, maltrata y asesina a nuestra gente (principalmente las personas negras y latinas)? Y tuve que hacer agitación concreta (a esta persona que es simpatizante) de por qué eso es cierto y por qué no podemos perderlo de vista. De ahí, ahora bien, regresemos a la burocracia, sí, nos vamos a topar con muchos obstáculos pero tenemos que insistir en que las personas elijan un lado. Y poner nuevos términos: “¿Ustedes van a ser la institución educativa que impide el acceso de los estudiantes al conocimiento de por qué ocurre el terror policial y cómo actuar para pararlo? Y si sí, ¿qué es lo que implica eso sobre el tipo de mundo que protagonizan?” (Una nota seria: si eso ocurre, pues más vale que demos a saber que una universidad está censurando un programa.) El profesor no esperaba tal conversación. Al final de la llamada, él había cambiado de posición y dijo: “Tienes razón; no puedo aceptar que me digan ‘no’” y estaba decidido a apartar un salón y poner una fecha ya para principios de esta semana.

El carácter contradictorio de lo que piensan las personas

Tomé la palabra en un programa en una universidad planteando una pregunta seria al panelista sobre la necesidad de la revolución y le reté a ser parte de De Pie en Octubre. Por lo que, en el acto, una estudiante inmigrante de Rumania se me acercó y quería participar en De Pie en Octubre. Tenía mucho entusiasmo y se alegró de oír a alguien que planteara la necesidad de ACTUAR para PARAR EL TERROR POLICIAL. Ahí mismo hicimos planes iniciales de cómo ella podía empezar a organizar para De Pie en Octubre e intercambiamos información de contacto para darle seguimiento. Al otro día, llamé por teléfono. Ella puso los enlaces para De Pie en Octubre en las redes sociales pero recibió poca o nada de respuesta, lo que alimentó todas esas ideas que el sistema constantemente le mete en la mente a la gente de que no se puede hacer nada para eliminar los horrores de este sistema como el TERROR POLICIAL. De ahí que ella se puso a argumentar por qué nadie se interesa, “los blancos son tan pasivos” “no hacen nada porque este asunto no les afecta”... Yo podía haber dicho: “Sí, eso es cierto pero no obstante existe la base para cambiarlo”, lo que no hubiera sido tan mal. Pero más bien, le recordé cómo nos conocimos: “a ti te importan los demás, eres una persona que odia el terror policial” y le pregunté: “¿vas a ejercer esa realidad y retar a los demás a hacer lo mismo?” Y de ahí describí las cosas sencillas que ella podría hacer para movilizar a otras a actuar (vea riseupoctober.org/students [en inglés]). Ella se quedó callada un momento en el teléfono, y después contestó: “Pues, creo que tengo que intentar lo que dices”. Trabajamos en los planes para la semana que viene y para forjar un grupo en su universidad.

El odio...

Durante una reciente reunión del Club Revolución hablábamos con mucha seriedad sobre lo que está en juego y bregábamos con las transformaciones que hacen falta. En cierto punto, una persona dijo con mucha franqueza que unos odiadores la estaban atacando muy feo y que dudaba en decir las cosas con audacia por no caer en el estereotipo del cual acusan a los revolucionarios, de “sacar provecho, tomar el control”. Y correctamente concluimos que, al carajo eso, no podemos tener miedo de pisar callos o entrometernos en los espacios de otros, no podemos conformarnos con los términos que ponen los demás y no podemos temer que no nos quieran. ¿Por qué? Porque representamos los siete mil millones de personas sobre este planeta. Representamos la buena oportunidad de que la humanidad se libere. Sabemos que el mundo no tiene que ser así. Sabemos lo suficiente como para saber que son tonterías todas las cosas salvo una revolución. Y sabemos lo suficiente como para saber que existe la dirección (la de este partido y de BA) que se necesita para tener una posibilidad estratégica de ganar.

De nuevo, la orientación que nos hace falta en el trabajo

Tenemos que establecer los términos y volver a establecerlos durante todo el proceso, y sobre esa base cosechar los puntos fuertes y las contribuciones de las masas. Eso requiere trabajo pero es lo que hace falta, porque tenemos que dirigir y organizar a las personas para crear un mundo completamente nuevo sin esta opresión genocida, por medio de la revolución, y como una parte crucial de ello, tenemos que impulsar un poderoso De Pie en Octubre.

 

 

Permalink: http://revcom.us/a/406/conspiracion-criminal-de-parte-de-la-policia-de-chicago-es.html

Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Nuevas revelaciones en el asesinato policial de Darius Pinex de 2011:

Conspiración criminal de parte de la policía de Chicago:
Cómo salirse con la suya tras asesinar a alguien

1° de octubre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Darius Pinex

Los cerdos policiales que asesinaron a Darius Pinex lo hicieron sin ninguna justificación. La historia que dieron para justificar el asesinato fue una mentira: Afirmaron que un despachador les habían advertido que el coche de Darius coincidía con la descripción de un coche involucrado en un tiroteo. De hecho, nunca recibieron tal despacho. Sólo después de que lo asesinaron se les proveyó un despacho de otra parte de la ciudad, de otro momento, que un coche similar a la que Darius conducía estuvo involucrado en un tiroteo. Toda una sucesión de policías y otros funcionarios inventó esta mentira y la encubrió conscientemente. A TODAS LAS PERSONAS QUE DIGAN “ESO NO PODRÍA PASAR, DEMASIADAS PERSONAS TENDRÍAN QUE SER PARTE DEL ENCUBRIMIENTO”: SI PASÓ Y PASA TODO EL TIEMPO.

Cómo salirse con la suya tras asesinar a alguien: No se trata del programa de televisión popular con ese título [How to Get Away with Murder]. Se trata del Departamento de Policía de Chicago (DPC) y el asesinato policial de Darius Pinex y el inmediato, extenso y prolongado encubrimiento de este asesinato que involucra a múltiples organismos. Fue una conspiración para encubrirlo que sólo ahora, casi cinco años después, sale a la luz.

Durante una noche oscura y congelada de enero de 2011 en el barrio de Englewood en Chicago, la policía paró el coche de Darius Pinex y su pasajero. Es difícil imaginarse el terror que experimentaron los dos. La policía puso luces cegadoras en el parabrisas, la patrulla bloqueó el coche de Darius, y de repente dos policías enmascarados bajaron con armas en la mano, los dedos en el gatillo. En cuestión de minutos, Raoul Mosqueda y Gildardo Sierra habían disparado una lluvia de balas. Sierra por sí solo disparó ocho tiros al vehículo. Darius murió en el lugar, un disparo fatal en la cabeza a la edad de 27. Mosqueda y Sierra mantuvieron que el vehículo de Darius correspondía a la descripción de un coche buscado por otro tiroteo, para justificar el hecho de que acribillaron el coche con balas. Otra familia del lado sur de Chicago devastada por el asesinato policial de un ser querido. Padres afligidos, hermanos pequeños traumatizados, una niña que crece sin su papá. La madre de Darius, Gloria, sabía que no estaba bien y se dispuso a luchar por la justicia.

No hubo justicia para Darius. El fiscal se negó a presentar cargos y lo trató como un “homicidio justificable”. La Junta de Revisión Independiente de la Policía no hizo nada. Una consecuencia inmediata de la conspiración para proteger a Sierra y encubrir el asesinato de Darius fue que en cuestión de meses Sierra había asesinado una vez más. En este segundo asesinato, un video de la camera montada en el salpicadero de la patrulla muestra a la víctima, Flint Farmer, tumbado boca abajo en el suelo mientras Sierra lenta y metódicamente lo rodea disparando bala tras bala en su cuerpo. La pistola que Farmer supuestamente llevaba esa noche resultó ser un teléfono celular. Después de que el periódico el Chicago Tribune publicó un importante artículo que reveló esto en 2011, el fiscal Y las autoridades federales iniciaron investigaciones sobre lo ocurrido. Pero nada resultó de ello y no presentaron ningunos cargos.

El DPC, sin embargo, sí premió a Sierra. Por cometer estos dos asesinatos y disparar a un adolescente en ese mismo período, trasladaron a Sierra al centro de llamadas 311 (no de emergencia) de la ciudad por un salario de más de $ 70.000 al año.

Sí, hay una conspiración para que siempre salgan impunes los policías.

"Sí, hay una conspiración para que siempre salgan impunes los policías" es un corto de Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, una charla filmada de Bob Avakian, dada en 2003 en Estados Unidos. Bob Avakian es el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Vea la película completa en línea en revolutiontalk.net

Pero aunque sea muy malo, eso no es todo. Lo que ha salido a la luz es una conspiración criminal para encubrir y justificar el asesinato de Darius Pinex. Este fue el resultado de una demanda civil que presentó Gloria Pinex Dittaway, la madre de Darius. Día tras día, Gloria tenía que sentarse en el juicio frente a los dos cerdos policías que asesinaron a su hijo, mientras que el fiscal de la Ciudad de Chicago que los defendió culpó de su hijo Darius por su propia muerte. Si no fuera que un despachador hizo un pequeño desliz durante su testimonio, la versión de los policías no habría desenredado y la GRAN MENTIRA QUE LOS POLICÍAS DIJERON UNA Y OTRA VEZ no habría salido a la luz.

La sorprendente revelación fue que la policía había mentido acerca de por qué trataban a Darius como un criminal peligroso en el primer lugar. Sin embargo, incluso con esta revelación el juez no decidió a favor de la familia Pinex, y el jurado asimismo se tragó la versión policial de los hechos. Gloria, angustiada después de que los policías salieron impunes, dijo a la prensa: “¿Cómo puedes tomar partido con alguien que acaba de mentirte descaradamente? Ellos me han mentido por cuatro años, a sabiendas de que existía la cinta y nunca me la dieron. Pero los dejaron salir libres, ¿y se ha ido mi hijo por nada?”

Era tan evidente que los fiscales de la Ciudad de Chicago se habían negado a entregar una pieza tan crucial de evidencia como la cinta del despachador que, a raíz del juicio, el juez ordenó una investigación sobre posible mala conducta por parte del fiscal de la ciudad que defendió a Sierra y Mosqueda. El posterior descubrimiento de una importante y criminal encubrimiento está ampliamente documentado en un artículo de primera plana del Chicago Tribune publicado el 26 de septiembre de 2015.

Lo que se ha revelado es nada menos que una conspiración criminal. El asesinato y el auxiliar e incitar el asesinato. Los abogados de la familia de Darius Pinex luchan para que el juez revoque el veredicto del jurado a favor de los policías y decida a favor de la familia o ordene una nueva demanda civil.

La madre de Darius hizo público la siguiente declaración en respuesta al artículo del Chicago Tribune:

Durante 4 años me embaucaron. Yo siempre sabía que mentían, pero nunca sabía que mentían a tal extremo y que tantas personas colaboraron en el encubrimiento.

¡Acusen a los policías! ¡Despidan al fiscal en jefe! Quiero que hagan todo ello. ¡Quiero justicia!

Quiero que el 22, 23 y 24 de octubre en Nueva York esté conmigo todo aquel que está harto con este sistema. ¡De Pie en Octubre! ¡A parar el terror policial! ¿De qué lado estás?

Y A TODAS LAS PERSONAS QUE DIGAN “ESO NO PODRÍA PASAR, DEMASIADAS PERSONAS TENDRÍAN QUE SER PARTE DEL ENCUBRIMIENTO”: SI PASÓ Y PASA TODO EL TIEMPO. Y HE AQUÍ LA MANERA QUE UTILIZAN LOS POLICÍAS LITERALMENTE PARA SALIRSE CON LA SUYA CUANDO ASESINAN Y HACEN QUE USTEDES SE TRAGUEN SUS MENTIRAS Y JUSTIFICACIONES DE MIERDA:

PASOS EN UN ENCUBRIMIENTO (tales como se documentan en el Chicago Tribune de 26/9/2015):

TODO EL SISTEMA ES CULPABLE DE VERDAD Y YA ES HORA PARA BARRERLO DE LA FAZ DE LA TIERRA.

 

 

Permalink: http://revcom.us/a/406/extracto-de-la-entrevista-a-nkosi-anderson-es.html

Revolución #406 28 de septiembre de 2015

Extracto de la entrevista a Nkosi Anderson, miembro del comité directivo de De Pie en Octubre:

"¡Oye, basta ya! Tenemos que poner fin al terror policial y luchar por un mundo mejor".

1° de octubre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Lo que sigue es parte de una entrevista que le hizo el periódico Revolución a Nkosi Anderson, miembro del comité directivo de De Pie en Octubre 24 para Parar el Terror Policial, el 25 de septiembre del 2015. Es un estudiante de posgrado en el Seminario Teológico Unión. Se puede leer la entrevista completa en inglés aquí.

La entrevista de Revolución: Una sección especial para que nuestros lectores se familiaricen con las opiniones de importantes figuras del arte, la música y la literatura, la ciencia, el deporte y la política. Los entrevistados expresan sus propias opiniones, naturalmente, y no son responsables de las ideas que aparecen en otras partes de este periódico.

 

Revolución: ¿En la lucha contra el terror policial y para organizar De Pie en Octubre, podrías hablar del papel de los familiares cuyos seres queridos han sido muertos a manos de la policía? ¿Qué experiencias has tenido al trabajar con estos familiares y escuchar sus relatos?

Nkosi Anderson, August 27

Nkosi Anderson: Primero y ante todo, cuando pienso en mí experiencia trabajando con estos familiares, primero y ante todo es su profunda fuerza y amor lo que me ha enseñado la humildad. Yo no sé qué haría si perdiera un ser querido. Yo probablemente retrocedería, probablemente caería en comportamiento destructivo. No sé qué haría. Por eso me asombra cuando veo que estas familias no sólo lamentan su propia pérdida sino que la usan como oportunidad para denunciar las injusticias que siguen afectando a otros, diciendo: “¿Saben qué? No nos vamos a quedar llorando la pena, vamos a tomar una posición en honor a los miembros de familia de los caídos para decir que esto tiene que parar”. Así que para mí, yo siento humildad ante esa valentía y amor por la gente que demuestran.

También me parece que eso resalta la importancia de trabajar para construir un mundo nuevo. Hay gente muriendo. Hay gente perdiendo a sus seres queridos. No puede seguir así. Tiene que parar. Así que lo que estas familias contribuyen a este esfuerzo es que lo hacen concreto. No es un debate intelectual o filosófico, no es un debate político. Es real. Hay vidas en juego. Y creo que para los que no entienden qué tan profundo es el horror de lo que está pasando, cuando escuchan hablar de la pérdida de una nieta, o de un hijo, o un hermano, creo que eso crea un nivel de empatía que el simple miedo o la conversación desconectada no puede alcanzar. Esto no está inventado, es real. Y para mí eso es lo que más contribuyen ellos a este movimiento para parar este tipo de terror policial.

Revolución: Creo que estás hablando de la dimensión moral de si uno se queda como observador, retrocede a algo personal o si uno se convierte en luchador por la libertad. ¿Cómo ves eso, incluyendo el papel de tu fe?

Nkosi Anderson: Pues mira, creo que el presidente Avakian ha dejado esto en claro y es algo que este movimiento ha asumido — hay una frase que tenemos: “¿De qué lado estás?” Creo que las condiciones que encaramos hoy trazan una clara línea divisora moral.  O sea, si vemos al Movimiento para los Derechos Civiles [de los años 1950 y 1960 en Estados Unidos], lo que esos luchadores por la libertad lograron dejar muy en claro fue que el problema que encaramos es un asunto moral ¿Piensa que se le debe mantener a cierto grupo de gente segregado, subordinado y aterrado? ¿O no? Y si no, entonces incorpórese al movimiento y paremos esto. Y si la respuesta es sí, pues ya sabe, vamos a oponernos resistencia. Y las cosas se aclararon y cada cual tenía que tomar un lado. Y yo creo que esa es una de las razones por las cuales el movimiento podía realizar los avances que realizó.

Así que cuando hablamos del movimiento de hoy en día, sí es un asunto moral. ¿Piensa que la policía debería tener rienda suelta para matar a la gente, o no? ¿Piensa que la policía debería tener rienda suelta para matar sin ninguna forma de investigación o sanciones o tener que asumir alguna forma de responsabilidad, o no?

Y claro, cuando hablamos de asesinatos policiales también estamos hablando de nuestro sistema de encarcelación en masa. ¿Piensa que está bien que este país en particular tenga la tasa más alta de encarcelación en masa en el mundo entero? Somos la nación más rica del mundo, sin embargo encarcelamos a más gente que cualquier otra. ¿Piensa que está bien que tengamos un sistema en este país en el cual corporaciones particulares puedan enriquecerse del sufrimiento y la pobreza de la gente? Estoy pensando en esas compañías que construyen prisiones, que se están forrando los bolsillos encarcelando a gente. Hay dinero en eso. ¿O no? Así que estos son cuestiones morales claras. Todos tienen que preguntarse a sí mismos y ser francos y decir, pues, ¿De qué lado estoy?

Ahora bien, en mi caso, yo abordo esto como cristiano profético y revolucionario. Esa es mi fuente, la tradición que sigo. Esa tradición incluye a Martin Luther King, Jr y cuenta con gente como Walter Rauschenbush, el gran cantante de música góspel, y el socialista cristiano negro George Washington Woodbey sobre que estoy escribiendo mi tesis doctoral. Fue uno de los más importantes socialistas negros a principios del siglo 20. Cornel West también viene de esa tradición, la cual mantiene, mira, se nos ha convocado a enfrentarnos a todos los males. Por eso no se puede decir, me voy a preocupar solamente del racismo. Sólo me voy a preocupar de la destrucción del medioambiente. No, tenemos que ser consecuentes con respecto a nuestra moral. Por tanto, tenemos que luchar contra la opresión de la mujer. Tenemos que luchar contra la transfobia y la homofobia. Tenemos que luchar contra la pobreza. Tenemos que luchar contra la xenofobia y la intolerancia de los tipos como Donald Trump y las demás personas repugnantes. Así que somos convocados a tomar el lado de la justicia.

Pero también soy del Movimiento de Liberación Negra. Y francamente, en el fondo, sea cual sea nuestra orientación, sean cuales sean nuestras ideologías, a un nivel fundamental, es un asunto humano. ¿Le importa ver al prójimo sufrir, o no? ¿Piensa que las condiciones actuales son suficientemente buenas? ¿O piensa que tenemos que levantarnos unidos y obrar por un mundo radicalmente diferente? Así que cuando uno empieza a hacer esas clases de preguntas, creo que eso amplía la conversación y abre la base de la solidaridad.

Para mí, yo veo la relación entre Cornel West y Carl Dix — incluso por ejemplo en el diálogo en la Iglesia Riverside entre Cornel West y Bob Avakian — he aquí dos tipos que tienen orientaciones distintas: la corriente comunista revolucionaria, la corriente cristiana revolucionaria. Pero se coinciden hasta cierto punto con respecto a varias cuestiones morales de principio, y en ese sentido son capaces de construir y decir, bueno, mantengámonos unidos y luchemos por un mundo radicalmente nuevo. Así que para mí, a un nivel esencial, a ese nivel humano básico de qué tipo de persona vas a ser, a pesar de tu orientación ideológica o religiosa, qué tipo de persona vas a ser y qué le deseas para el prójimo y para el mundo natural. Estas son cuestiones morales y todos tienen que tomar lados en vista de las condiciones en las que nos encontramos hoy en nuestra sociedad.