Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver "3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor").
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui
Crimen Yanqui - Caso # 99: 13 de mayo de 1985: La masacre de MOVE
Crimen Yanqui - Caso # 99: 13 de mayo de 1985: La masacre de MOVE
EL CRIMEN: 5:35 de la madrugada, 13 de mayo de 1985. El comisionado de policía de Filadelfia Gregore Sambor anuncia por su megáfono a la casa en la Avenida Osage # 6221: “¡Atención MOVE! Esto es Estados Unidos”.
Siete adultos y seis niños, miembros de la organización MOVE, estaban en su casa. En el exterior, los rodearon cientos de agentes de policía y de la ciudad fuertemente armados.
Quince minutos más tarde comenzó el asalto policial. Explosivos causaron agujeros en el lado de la casa; lanzaron el gas lacrimógeno adentro; mangueras de bomberos arrojaron agua sobre el techo. La policía abrió fuego con más de 8.000 rondas de pistolas, metralletas Uzi y armas antitanque. No hubo ninguna evidencia concreta de que las personas en su interior dispararan ni un tiro.
Cuando los ocupantes todavía no salían, un helicóptero de la policía se cernió sobre el techo y dejó caer una bomba de gran potencia. El techo estalló en llamas tan intensas que los hogares de enfrente se encendieron. Las llamas llegaron hacia abajo a través de la casa de MOVE hacia la gente apiñada en el sótano. Los camiones de bomberos no hicieron nada para detener el fuego, el cual luego se extendió rápidamente a las casas cercanas.
La casa de MOVE se convirtió en un infierno insoportable de intenso calor, fuego, gases lacrimógenos y humo. Algunos residentes salieron corriendo, pero encontraron las balas de la policía; o bien fueron asesinados o forzados a regresar a las llamas para morir quemados vivos.
A fin de cuentas, cinco niños de 9 a 14 años resultaron asesinados por la policía, al igual que seis adultos, sus cuerpos en gran parte en pedazos. Se incendiaron sesenta y uno hogares; 250 personas dejadas sin hogar. A la única adulta que sobrevivió, Ramona África, la detuvieron y ella pasó siete años en la cárcel. Al único niño sobreviviente le quitaron a sus seres queridos y lo colocaron en cuidado de crianza / “foster care”.
LOS CRIMINALES Y LOS CÓMPLICES: El alcalde Wilson Goode, el primer alcalde negro de Filadelfia, autorizó y supervisó la masacre, junto con otros líderes municipales, entre estos unos ex generales, y agentes del FBI.
El Departamento de Policía de Filadelfia lo llevó a cabo.
El FBI participó en meses de planificación como preparación para esta atrocidad, y proporcionó a la ciudad el explosivo C-4 de calidad militar para la bomba, y otras armas pesadas.
Los medios de comunicación colaboraron, antes y después del crimen, al tachar a los de MOVE de “terroristas peligrosos” que dejaron a las autoridades “sin opciones” excepto un asalto militar a gran escala.
Decenas de líderes políticos, entre ellos el Fiscal General de Estados Unidos, Edwin Meese III, defendió y alabó al alcalde Goode por su manejo del asalto. El jefe de policía de Los Ángeles, Daryl Gates, llamó a Goode un “héroe”. Ni un solo dirigente político importante —demócrata o republicano, negro o blanco— lo denunció.
LA COARTADA: Las autoridades de Filadelfia afirmaron que MOVE era una organización terrorista violenta que mantenía de rehén a un barrio tranquilo. La ciudad afirmó que “sólo quería proteger el vecindario”, y que MOVE estaba excavando una red de túneles, la que incluía un arsenal de armas, y planificaba un incidente grande, tal vez una toma de rehenes. Además, alegaron que MOVE “quería un enfrentamiento violento” y que la ciudad estaba respondiendo a esa amenaza. Según el fiscal de entonces, Ed Rendell, “Estas son personas que esencialmente se suicidaron, y asesinaron a sus propios hijos”.
EL MOTIVO DE VERDAD: MOVE fue una organización radical negra formada a principios de la década de 1970 que se negó a respetar el Estados Unidos actual y sus valores predominantes. Denunció a los gobernantes de esta sociedad de los mentirosos, racistas y asesinos que son, denunció a su policía brutal y habló de “la revolución”.
Para MOVE, la revolución se trataba de cambiar el pensamiento y el comportamiento de las personas, y no de derrocar todo el sistema, y las acciones políticas de MOVE eran pacificas. Pero cuando las autoridades amenazaban y atacaron a sus miembros, MOVE no daba marcha atrás. Los gobernantes de este sistema consideraron que esto era intolerable, sobre todo tomando lugar unos pocos años después de que las rebeliones masivas del pueblo negro habían sacudido Estados Unidos.
Más de un año antes del ataque del 13 de mayo, las autoridades municipales comenzaron a reunirse y planificar cómo poner fin a MOVE una vez por todas, ¡planes que incluían construir modelos de la casa de MOVE y entrenarse en cómo hacerla explotar!
El alcalde Goode dijo: “Si tuviera que tomar la decisión de nuevo, sabiendo lo que sé ahora, me tomaría la misma decisión, porque creo que no podemos permitir que ningún grupo terrorista, ningún grupo revolucionario en esta ciudad, mantenga de rehén toda una vecindad o toda una ciudad. Y tenemos que enviar ese mensaje en voz alta y clara, una y otra vez... “(énfasis añadido). Ni mencionar que la definición más común de terrorismo es el asesinato de civiles inocentes por motivo político — y que MOVE jamás hizo nada remotamente parecida, mientras que Goode cometió precisamente ese crimen con el bombardeo.
Apéndice: Los reincidentes
La masacre de MOVE no es la primera vez que este sistema ha bombardeado e incendiado a gente negra rebelde.
En junio de 1921, en Tulsa, Oklahoma, una turba de blancos que intentaba linchar a un prisionero negro fue detenida, en parte por los residentes negros armados con escopetas. En respuesta, los partidarios de la supremacía blanca se volvieron locos. Una multitud de más de 1.000 personas, entre ellas policías, irrumpieron en el barrio de Greenwood, en ese tiempo conocido como el “Wall Street negro” debido a su vibrante economía de propietarios negros. Saqueando, quemando y disparando, la chusma se encontró con la feroz resistencia de gente negra armada. La policía requisó una media docena de aviones pequeños, supuestamente para facilitar la vigilancia para su ataque, aunque muchos reportaron que los aviones también lanzaron dispositivos explosivos e incendiarios sobre la comunidad negra.
Cuando el ataque se acabó, había asesinado a hasta 100 personas negras, y quizás dos docenas de los atacantes blancos quedaron muertos. La policía detuvo a la población de Greenwood y la metió en centros de detención. Todo el vecindario, incluyendo 1.256 casas, se había reducido a cenizas; sólo unos pocos edificios sobrevivieron.
Engañadas por la campaña sin fin de los medios y la policía contra MOVE e impactadas por el nivel de violencia contra MOVE, demasiadas personas se quedaron paralizadas y no se levantaron en respuesta. Más de 100 destacadas figuras negras y otros firmaron la declaración “Fijar la línea” iniciada por Carl Dix y otros que denunció la confabulación de funcionarios negros elegidos en la represión de la comunidad negra.