Cartas de presos ponen al descubierto las condiciones bajo la pandemia de la Covid-19 en las mazmorras de Estados Unidos

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Lo que sigue son partes de cartas que nos enviaron presos que respondieron a nuestra solicitud de que nos describan cómo son las condiciones que enfrentan los encarcelados ante la epidemia de la Covid-19. En las últimas semanas hemos posteado otras cartas de presos —aquí y aquí— sobre lo que está sucediendo ahora. En estado tras estado, ciudad tras ciudad, hay promesas y cháchara — mientras que están condenando a la posible muerte y discapacidad a cientos de miles de seres humanos que o no han cometido ningún delito en absoluto sino que meramente no pueden pagar la fianza (lo que en sí es una política inconstitucional y objetivamente racista), o que no fueron condenados de crímenes de violencia contra otra persona.

Valoramos mucho estas cartas de presas y presos y alentamos que sigan enviándonos cartas. Los puntos de vista expresados en estas cartas son, naturalmente, de los propios autores; y éstos no son responsables de los puntos de vista que aparecen en otras partes de nuestro sitio.

 

“Si contraigo el virus, existe una posibilidad de que mi condena de 7 años se convierta en una pena de muerte”

…[A]quí va la manera en que la prisión en la que me encuentro está manejando la covid-19. Todas las visitas han sido canceladas hasta nuevo aviso. Nos permiten llamadas telefónicas de 25 minutos y 3 estampillas cobrables a J-pay. Además, últimamente me encuentro en el pabellón inferior de xxxxx. Un complejo estaba usando una unidad para la cuarentena y 3 personas, compañeros presos, abandonaron la unidad en lugar de permanecer ahí y salir infectado con la covid-19. Así que mandaron a los presos a xxxxx por instigar un motín. Pero los 3 presos habían contraído el virus ahí y ahora nosotros los presos de xxxxx corremos el riesgo de contraer la covid-19…

Sin embargo, no practican pruebas. Lo único que hacen con los que sospechan de estar infectados es meterlos en cuarentena entre 24 y 75 horas antes de soltarlos para exponer a los demás con el virus. ¡Es una calamidad!

Está jodido, la verdad es que (MDOC) tiene otras prisiones que están cerradas y las podrían volver a abrir para que sirvan de cuarteles de cuarentena. Podrían contratar a enfermer@s diplomád@s y así mantener a la mayoría de los presos con la Covid-19 alejados de los demás. Además, en la alta Península hay toda una unidad entera que es precisamente una unidad de alojamiento para casos de cuarentena, pero MDOC no quiere desperdiciar dinero, y al contrario prefiere ayudar a propagar el virus de la covid-19 y condenarnos a todos.

Es indignante porque yo sé que si contraigo el virus, existe una posibilidad de que mi condena de 7 años se convierta en una pena de muerte…

¡Esto tiene que terminar! ¡Revolución, y nada menos!

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“Mientras observo el desenvolvimiento de estos sucesos, me doy cuenta de qué tan vengativo, repugnante y cruel lo es este sistema gobernante”

…Me siento FUERTEMENTE impelido a detallar mi experiencia con el impacto del coronavirus aquí en el Instituto Correccional XXXXXXXXXX de Carolina del Sur.

Mientras observo el desenvolvimiento de estos sucesos, me doy cuenta de qué tan vengativo, repugnante y cruel lo es este sistema gobernante. Cuando los primeros casos en barcos y aviones ya estaban en camino a las costas de Estados Unidos desde lugares infectados en otros países, los C.D.C. y otros funcionarios permitieron, a pesar del sentido común, que esas personas regresaran con tal de que volvieran a sus hogares pero les dieron instrucciones para someterse a su propia cuarentena voluntaria. ¿Quién que esté en sus cabales enviaría a unas personas potencialmente “dañinas para el bienestar de los demás” a sus hogares sin una adecuada revisión o escolta? Creo que los genocidas lo harían.

Eso va en paralelo con el sistema de Justicia; eroga mucho menos del presupuesto, pero cumple la cuota. En vez de liberar a los presos de “alto peligro/alto riesgo”, hacen que sigamos trabajando como de costumbre. Vamos al comedor donde el ambiente está a 50ºF [10ºC] y de regreso a nuestros pabellones sin adecuados insumos para asearnos. Yo trabajo en el comedor y me he percatado de que han dejado botellas de cloro (mitad agua), ni hablar de una terrible plaga de ratas y cucarachas. Lo único que han cambiado es que los presos ya no tienen que salir a recoger la basura a lo largo de las carreteras o limpiar parques. Los agentes vienen a trabajar sin el equipo protector adecuado no sólo para proteger a la población carcelaria sino a sí mismos. Sin confirmarlo, estoy seguro de que hay más casos positivos de la Covid-19 que los 2 agentes que nos dicen que dieron positivo en una institución (a ningún preso le han practicado la prueba adecuadamente).

El sistema aquí en Estados Unidos está tan torcido en una lucha por el poder que ha dejado en la “parrilla de atrás” la vida de sus habitantes con la lumbre puesta al máximo…

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“Esta institución pone a todos los internos bajo riesgo”

Me encuentro en la Prisión Estatal XXXXXXXXXX. En mi institución he observado a varios presos que manifiestan varios síntomas que me parecen severos, como una temperatura de 100.5ºF [40.8ºC], toz seca, falta de aliento e incluso dificultades de respirar. Estos son síntomas del Coronavirus de la Covid-19. No obstante, el personal médico rechaza hacer pruebas nasales o de la garganta o al menos una tomografía del pecho. [El] único tipo de tratamiento que recibe cada paciente son varios sobres de ibuprofeno y varios sobres de clorfeniramina. Que esos medicamentos son para alergias de temporada… Además, han puesto a todo el sistema de prisiones de Florida bajo encierro hasta fines de abril. Debido al distanciamiento social no hemos tenido visitas desde afuera con nuestras Familias desde hace meses. Tenemos contacto muy limitado con la gente de afuera.

Esta institución pone a todos los internos bajo riesgo. Así que por favor difundan el mensaje en las redes sociales…

Otra inquietud es que el personal médico nunca le toma la temperatura al personal penitenciario de esta institución cuando acude a trabajar en el edificio lo cual pone a todos los presos en riesgo de contraer el coronavirus de la Covid-19 y no proporcionan personal médico para revisar a todos los que entran al edificio…

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“Casi ni nos dan de comer, nos quitan otros derechos, no practican limpieza…”

Estoy encarcelado en el SCI [Instituto Correccional del Estado] XXXXX, una prisión estatal de Pensilvania y están manejando la epidemia de manera horrorosa. En una sola ocasión repartieron una caja con jabón para combatir bacterias. Y también nos dieron una máscara de papel. Parece que lo único que al parecer hicieron fue privarnos de visitas de contacto y poner la prisión bajo encierro. Para los presos de la población general hicieron toda una variedad de cosas tales como televisión por cable gratis, llamadas telefónicas gratis, correo electrónico gratis.

Los presos no van al comedor. Nos traen el desayuno en bolsas de papel por la mañana, con pan rancio y un pastelito rancio, media taza de avena caliente (a veces) y leche congelada. Ahora, aparentemente la población general recibe 3 bolsas de papel para el desayuno la noche anterior. Pero yo y los demás que nos encontramos en la RHU [Unidad de Vivienda Restringida, o Aislamiento] tenemos que esperar hasta el otro día para recibir la bolsa por lo cual para ese entonces el pan y el postre están rancios. Ahora las charolas del almuerzo y la cena son desechables. Estas no contienen casi nada de comida. ¡Es que la forma en que nos están dando de comer parece como si se les estuviera agotando la comida! ¡Ahora, lo que sí hicieron a cambio de cancelar las visitas fue darnos llamadas telefónicas de 5 minutos del lunes al viernes! No tenemos recreación. Estamos en las celdas 24 horas al día. Hacen todos estos ajustes para la población general. Pero en realidad no hicieron nada para los que estamos presos en las RHU aparte de esa llamada de 5 minutos. ¡¡Si no nos van a dar recreación, al menos podrían darnos comida adecuada!! ¡Y ya que nos siguen quitando cosas, déjennos hacer pedidos para la comida [a la proveeduría para presos]!

Todo rincón de la RHU está Sucio. Solo nos brindan la oportunidad de limpiar nuestras celdas los sábados pero tenemos que usar lo que usó el preso vecino en su propia celda. No traen nuevo material para la limpieza. No ponen buenos solventes químicos en el carrito. Como dicen que están haciendo todas estas cosas para nosotros, para que nada malo nos pase, ¡pero en realidad están mintiendo para hacer que se queden bien! Hasta dejaron de darnos un cambio de ropa de cama, así que tenemos que usar la misma ropa de cama sucia. ¡¡Pero lo único que sí parece que están haciendo en realidad es quitarnos derechos u otra cosa cada semana que pase!! Si vieran las charolas en las que nos sirven la comida y qué tan sucio lo es este calabozo, se asquearía al máximo. ¿Qué podemos hacer? ¿Presentar una queja al respecto? ¡¿Eso no funciona?! ¿Presentar una solicitud? ¡¿Eso no funciona?! Francamente, la gente en la RHU es la que sufre más que los demás porque no tenemos recreación, solo nos duchamos 3 veces a la semana. No podemos pedir comida a la proveeduría. ¡Vaya, podemos hacer una llamada telefónica de 5 minutos entre el lunes y el viernes! Francamente, ¿en qué nos ayuda eso? Estamos agradecidos de que les podemos decir a los nuestros que los amamos o extrañamos todos los días, porque francamente eso es lo único que se puede decir en 5 minutos. Cada día nos dan menos y menos comida. Los guardias no se preocupan. Solo se ríen al respecto. El médico del penal no se preocupa por el Virus. En el SCI YYYYY alguien ya dio positivo por el Corona. Pero no obstante supuestamente cerraron el SCI YYYYY. Lo único que hace esta gente es mentir. Desde la administración hacia abajo pasando por l@s enfermer@s fals@s y guardias. Eso es un hecho. Así que aquí va un vislumbre de la manera en que el SCI XXXXX está manejando el Corona. ¡¡Casi ni nos dan de comer, nos quitan otros derechos, no practican limpieza, qué barbaridad!!

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“Espero ver el día cuando por fin las masas despierten”

Mando mi saludo Revolución a todo volumen aun en estos tiempos de la supuesta epidemia del coronavirus. Bueno, aquí en California han cancelado en todo el estado las visitas de contacto, han modificado el horario controlado para el patio, así como el horario controlado para comer y por ahora y hasta nuevo aviso no habrá programas de trabajo/estudio/autoayuda. En realidad, así es la rutina en el manejo del nivel 4 de las prisiones de seguridad máxima. Pero ahora la están aplicando al nivel 3, nivel 2, nivel 1 y a los campamentos. Los guardias no están seguros de nada porque las cosas están cambiando constantemente día tras días y a veces cada hora.

Quedo muy agradecido por recibir la Revolución cada semana y es requete más informativo que cualquier otra cosa disponible.

Yo personalmente espero ver el día cuando por fin las masas despierten de una manera ilustrada y digan basta ya, lo que incluye tener la valentía de la revolución para reemplazar a esta falsa institución democracia/socialdemócrata/fascista o Sociedad Capitalista-Imperialista. Ojalá antes de lo que yo lo espere.

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Crimen Yanqui

La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui, incluido:

Caso #81: 13 de septiembre de 1971 — La masacre de los heroicos presos de Attica

El 9 de septiembre de 1971, el más poderoso e importante motín en una prisión en la historia de Estados Unidos estalló en la prisión estatal de Attica, en el estado de Nueva York. Attica fue parte de la lucha de liberación negra y las luchas revolucionarias de la década de 1960.
(Foto: AP)

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FONDO DE LITERATURA REVOLUCIONARIA PARA PRESAS Y PRESOS

Graphic imageEl Fondo es un fondo de literatura educativa que les envia el periódico Revolución (www.revcom.us), las obras de Bob Avakian (el presidente del PCR) y otra literatura revolucionaria y científica a cientos de presas y presos por todo Estados Unidos. El Fondo ha luchado contra los esfuerzos de los funcionarios penitenciarios de censurar estas publicaciones. Por ejemplo, la ACLU del Sur de California representó exitosamente al Fondo en una batalla contra la censura que se centró en la Prisión Estatal Pelican Bay que tenía repercusiones en todo el estado de California.

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