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EL VICE PRESIDENTE PENCE — FANÁTICO FUNDAMENTALISTA,FUERZA CRUCIAL EN EL RÉGIMEN FASCISTA

En el inicio de la Declaración de Bob Avakian, del 1º de agosto de 2020, Sobre la situación crítica inmediata, la urgente necesidad de expulsar al régimen fascista de Trump y Pence, votando en estas elecciones, y la necesidad fundamental de la revolución, hice el siguiente análisis importante:

Lo que enfrentamos en este momento es que nos está gobernando un régimen fascista: que ataca implacablemente a los derechos y libertades civiles y promueve abiertamente la intolerancia y la desigualdad; que actúa con cruel indiferencia o calculada malicia contra aquellos que considera inferiores y un lastre o deshonra para el país; que está en una misión de negarles atención médica a millones de personas que sin ella, sufrirán, y muchos morirán; que degrada brutalmente a las mujeres, como objetos de saqueo, como reproductoras sin derecho al aborto o la anticoncepción, subordinadas al esposo y a los hombres en general; que rechaza la ciencia del cambio climático, ataca a la ciencia de la evolución y repudia el método científico en general; un régimen que blande un arsenal de destrucción masiva y que amenaza con una guerra nuclear; que redobla el terror de estado contra los musulmanes, inmigrantes y gente de las comunidades marginales de las ciudades; que azuza, anima y respalda a brutales golpeadores y su repugnante veneno de “Estados Unidos Ante Todo”, supremacía blanca, supremacía masculina y anti-LGBT — que alardea de todo esto y manifiesta su intención de hacer cosas peores1.

Respecto al vicepresidente Mike Pence: si bien no expresa las cosas con las mismas bravuconerías, descaro y vulgaridad que Trump, Pence es un fanático fundamentalista religioso, quien constituye una poderosa fuerza impulsora de todo el programa fascista de este régimen.

Y es por eso que existe la urgente necesidad de asumir el llamamiento de REFUSEFASCISM.org (Rechazar el Fascismo), que exige no solo que se saque del poder a Trump, sino que ¡el régimen de Trump y Pence en su conjunto tiene que marcharse YA!

Con Pence, no se trata de la versión del cristianismo la que busca conciliar creencias religiosas con la aceptación de la ciencia, y que interpreta la Biblia y el mensaje de Jesús como un mensaje de paz, justicia, compasión y tolerancia, amar al prójimo y solidarizarse con los pobres y los oprimidos. No. Pence es un “verdadero creyente” con cara de ojos muertos en un fanatismo religioso extremo, anticientífico y cruel — un verdadero fundamentalista cristiano del “Cuento de la criada”, impulsado por un virulento veneno supremacista masculino y anti-LGBT, y que está cien por ciento en conformidad con la supremacía blanca, chovinismo pro estadounidense agresivo y xenofobia (odio a los inmigrantes) de Trump. El fundamentalismo religioso de Pence es un equivalente al fundamentalismo islámico del Talibán o del EI (Estado Islámico). Como éstos, Pence cree que hay que imponer su versión del fundamentalismo religioso a la gente, a la fuerza donde y cuando sea necesario. Pero una gran diferencia es que, a diferencia de los líderes del Talibán o del EI, cuyo poder y “alcance” es mucho más limitado, Pence es un funcionario de alto rango en el gobierno más poderoso, con la máquina de matar más poderosa, en la historia del mundo.

Quizá tenga apariencia más “refinada” que el intimidador mentiroso craso Trump, pero Pence es tanto más peligroso debido a su exterior “tranquilo” — un “asesino con voz suave” que practica su propia versión de la mentira “justa”, al servicio de la “voluntad de Dios” interpretada por medio del fundamentalismo religioso lunático de Pence. Si bien los NAZIs de la “vieja guardia”, y los golpeadores armados (como los Proud Boys [“Muchachos Ogullosos”]) son útiles como soldados de asalto para el régimen fascista de Trump y Pence, es el fundamentalismo cristiano el que es el núcleo duro y la fuerza impulsora de este régimen. Y, junto con Pence, este régimen está lleno de fanáticos fundamentalistas cristianos, en posiciones poderosas — entre ellos el procurador general William Barr, el secretario de Estado Mike Pompeo, la secretaria de Educación Betsy DeVos y muchos otros.

En este contexto, es útil citar una vez más un importante análisis del teólogo afroamericano Hubert Locke. En una conferencia hace 15 años, Locke se refirió a la experiencia de su mentor, James Luther Adams, quien observó de primera mano el fascismo de Hitler y los nazis en Alemania en la década de 1930, y habló de manera contundente del peligro del fascismo en Estados Unidos en sí:

Hace 25 años [durante los años 1980], al ver que la derecha religiosa emergía en este país [Estados Unidos] como una fuerza política dedicada a “recobrar la nación para Dios”, Adams les dijo a sus estudiantes que aquí también habría que luchar contra los “fascistas cristianos”. Los fascistas estadounidenses, les advertía Adams, no saldrían con esvásticas y camisas pardas. La versión estadounidense, dijo, saldría con cruces y recitando la Promesa de Lealtad a la bandera de Estados Unidos2.

Una vez más, por esta razón sacar del poder no solo a Trump, sino a Pence y al régimen fascista en su conjunto, es un imperativo inmediato y urgente, y debe convertirse en un masivo grito de batalla y una demanda abrumadoramente poderosa atronadora de parte de crecientes cantidades de personas que se tomen las calles, y permanezcan en las calles, exigiendo que ¡este régimen tiene que estar FUERA YA!


1. Esta Declaración de Bob Avakian, del 1º de agosto de 2020, está disponible en revcom.us.  [volver]

2. Reflexiones sobre cómo debe responder a la derecha cristiana la Pacific School of Religion, del Dr. Hubert Locke, también está disponible en revcom.us; énfasis agregado.  [volver]