Mis fuertes críticas y denuncias de la opresión nacional y de la supremacía blanca en mi charla sobre la revolución1 han causado sorpresa. Bueno, lo que pasa es que yo no soy un liberal sino un comunista, y los comunistas, los auténticos, odiamos la opresión nacional y la supremacía blanca tanto como el que más, de la nacionalidad que sea.
Bill Cosby es tan negro como quiere ser, ¡pero miren lo que dice! En la práctica, acusa a las masas de oprimidos por su opresión; y eso contribuye a perpetuar esa opresión. ¿Es eso lo que necesitan las masas negras, o alguien más? ¿Es esa la línea ideológica y política que necesitan las masas? ¿O necesitan una línea diferente ?
En una conversación con gente de un multifamiliar, planteé esta pregunta: si descubro la cura de la anemia falciforme y de la malaria, enfermedades que matan a mucha gente de África y Asia, ¿debo quedarme callado porque no soy africano o asiático? ¿O debo decir: aquí está la cura; eliminemos estas enfermedades que son una plaga para la humanidad y causan tan terrible sufrimiento? ¿Cuál es nuestra orientación?
Yo no pienso callarme lo que sé. Pienso aprender lo más que pueda porque hay muchas cosas que no sé, y así será siempre. Ahora mismo me saca de quicio no saber ciertas cosas. No las sé, así que les doy vueltas y vueltas en la cabeza: cómo vamos a movilizar al proletariado y a las masas básicas de una forma revolucionaria consciente de clase en el sentido más amplio; no en un sentido estrecho y reformista, sino en un sentido revolucionario y amplio. Tenemos que seguir rompiéndonos la cabeza con ciertas contradicciones, no a tontas y a locas, sino para lograr un avance: de la teoría a la práctica y viceversa, hasta que hagamos los avances necesarios. Pero no pienso callarme lo que sé y pienso luchar por lo que sé, y eso abarca el papel de liderazgo que desempeño. Porque las masas populares lo necesitan.
Uno no puede ser todo para todos. Yo no puedo ser negro, mujer, lesbiana, etc., etc. Nadie puede serlo, y siempre habrá otro sector que define su posición política en términos de su identidad. No podemos ser todo para todos y no debemos proponérnoslo. Debemos ser una vanguardia comunista.
Cuando alguien dice: "No quiero que mi líder sea un hombre blanco", está tomando una posición ideológica que tiene que ver, fundamentalmente, con el mundo en que quiere vivir. Ese es el fondo. Puede que no lo vea, pero tenemos que llevarlo a que lo vea. Porque eso es lo que de fondo se plantea. Por medio de un proceso de debate y lucha tenemos que llevar a ver que eso es lo que hay de fondo; tenemos que hacer eso. En cuanto a la ideología (en cuanto a la manera de ver el mundo, lo que puede y debe ser), el economicismo, el nacionalismo, el instrumentalismo, el determinismo y el utilitarismo son formas de pensar que en última instancia se oponen a hacer la revolución más radical y a forjar un mundo completamente nuevo. Por eso tenemos que vencerlas y barrerlas ideológicamente.
A quien uno decida seguir, a quien vea como líder, depende de lo que ese líder represente, del camino que sigue y, fundamentalmente, del mundo que lucha por gestar, o para decirlo de otra forma, depende de adónde llevará a sus seguidores. Esto se aplica a todos los interrogantes ideológicos sobre el liderazgo, no solo desde una perspectiva nacionalista, sino también anarquista o demócrata-burguesa; fundamentalmente se reducen a qué clase de mundo uno cree que debemos tener, en qué clase de mundo uno puede vivir, y qué quiere hacer al respecto.
NOTAS:
1 "Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es" es una charla filmada de Bob Avakian de 2003. Véala en el internet en: revolutiontalk.net.